Quokkas, gatos y caracoles

Mr. Brightside; MinSung

Canción:

Waste it on me; Steve Aoki ft. BTS

—¿No tienes casa?

MinHo, girando desinteresadamente una bolsa de nailon en su mano mientras se encontraba apoyado en el marco de la puerta de la casa de SeungMin, lo miró jocoso.

—¿No puedo venir a visitar al amor de mi vida? —preguntó él.

—No los domingos —recordó—. Los domingos son de YiSu.

—Adorable- pero no eres tú.

Con confianza, empujó a SeungMin de la puerta para poder sacarse los zapatos e ingresar descalzo a la casa. —¡Hola, tía!, necesito ayuda.

SeungMin, curioso, siguió a MinHo hacia la sala de la casa, donde se encontraba la madre del chico sentado frente al televisor mientras tejía inertemente.

—¿Qué haces? —le preguntó SeungMin a MinHo.

El pelinegro, con orgullo, sacó de la bolsa de nailon y mostró un círculo negro hecho de crochet. —Un gorro.

—¿Para ti?

—Para JiSung- se lo mencionas y te ahogo —amenazó, antes de sentarse con la mujer, antes de agregar—. Ah- y a Felix le compré el cargador portátil que quería, ¿Qué le compraste tú, pobre?

Molesto, el otro chico le levantó el dedo del medio y se fue a encerrar a su habitación.

—Veamos… —la madre del chico miró el tejido—. Oh, que lindo punto- ¿Qué complicaciones tienes?

—No sé cómo cerrarlo la parte de la cabeza —contestó MinHo, colocándose el gorro medio hacer en su cabeza para apuntar en el centro—. No quiero que quede levantado para que parezca gorro de pitufo, pero no sé hacerlo.

—¿Trajiste el crochet?

—Ajá —y sacó el palo de crochet color verde que ella le había prestado de la bolsa—. Mi mamá tampoco supo cómo hacerlo.

Con sencillez, la mujer terminó indicándole cómo cerrarlo.

MinHo no había querido hacer algo extravagante, en especial porque oscilaba con las ideas de futuros regalos para JiSung. No quería que fuera algo que mostrara poco aprecio en ello, pero tampoco quería que se desbordara de ello; después de darles muchas vueltas al tema y, con no-sutiles indirectas por parte de YiSu, terminó decidiendo que era una buena idea hacer un gorro.

Era práctico, cómodo, lindo (porque lo hizo MinHo) y cliché.

Él quería terminarlo lo más pronto posible- el día siguiente se iría de campamento con los compañeros de su generación (organizado por el Centro de Estudiantes) y presumía que no tendría mucho tiempo para poder trabajar en ello- en especial a solas, si es que no quería levantar sospechas para JiSung.

Sin embargo, la noche del domingo JiSung apareció en la casa de sus abuelos informando que pasaría ahí la noche, y como la abuela Goo amaba cocinarle verduras al muchacho y MinHo no era nadie para negarlo, se quedó.

Fue así como, tras sonar la primera alarma a las seis de la mañana, MinHo terminó de tejer el gorro junto a un JiSung dormido a su lado.

Yei —sonrió, poniéndose el gorro para comprobar si era cómodo y palmeando la punta—. Y no quedó como pitufo.

La segunda alarma (seis quince de la mañana) sonó con You at Love de Simple Plan, dejando que la canción sonara todo lo que correspondía esperanzado a que JiSung se despertara, pero MinHo notó desde hace un tiempo que el chico estaba a nada de hibernar.

Como JiSung se encontraba dándole la espalda a la orilla de la cama, MinHo guardó el gorro en la bolsa de nailon donde se encontraban el resto de la lana y se levantó de la cama sin cuidado, esperanzado a que JiSung se despertara con ello- y, no, el chico parecía estar en estado de coma.

Pero, tras abrir la puerta, vio a Soonie acicalándose en la sala, lo que le dio una idea.

Al terminar de asearse en el baño y aprovechar de vestirse, calentó agua en la cocina y regresó a la habitación, encontrándose con un JiSung mirando el techo mientras que Soonie estaba empollado en su pecho.

—Ayuda —susurró él.

MinHo, completamente desinteresado, negó. —Te lo mereces.

You at Love sonó de nuevo, indicando que eran las seis treinta.

—Levántate —ordenó MinHo.

—No puedo hacerlo con un gato encima —respondió el otro.

Soonie bostezó.

MinHo sacó al gato sobre JiSung a su vez que el otro se estiraba, terminando por bostezar también y levantándose a duras penas. —Odio existir.

—Se nota —burló MinHo, antes de tomar una almohada y golpearlo—. Apúrate, que si nos atrasamos Chan nos matará.

Y otros quince minutos después, ambos se encontraban tomando desayuno en silencio para no despertar a la abuela Goo, terminando de hacer un repaso de las cosas que tenían que llevar.

—Tenemos que llevar el caucho —recordó JiSung—. Y no te olvides de tu saco de dormir.

—No se me va a olvidar~

—¿Seguro que ChangBin lleva una carpa grande? —preguntó.

Yep, la usábamos cuando éramos niños exploradores.

JiSung aguantó una risa. —¿Niños exploradores?

—Si- o, bueno, algo así —explicó—. Como los tres íbamos a los talleres musicales de la iglesia, algunas veces hacían actividades de niños exploradores, por lo que con SeungMin y ChangBin los hacíamos- aunque fue solo por un año. De hecho, fuimos a ese campamento que hacen con los niños exploradores del país.

—Ay, que lindo —expresó el otro, sonriendo—. Y divertido, en verdad. ¿Usaban uniformes?

Con vergüenza, MinHo bufó. —Seh…

—¿Tienes fotos? —preguntó.

MinHo, presionando sus labios como signo de mentira, negó.

JiSung se levantó de la silla y MinHo lo persiguió enseguida, buscando por los cuadros de la casa alguna fotografía delatora, hasta encontrar una escondida entre las figuras de tigre a un MinHo, ChangBin y SeungMin de once años posando victoriosamente junto a la abuela Goo y los padres de los tres chicos.

—Que lindo~ —rio JiSung, tomando el marco entre sus manos—. Mírate…, ¿Qué te pasó?

—La pubertad me golpeó y me convertí en un dios del o —respondió MinHo, intentando mantener el orgullo y evitar las ganas de golpear a su yo del pasado por tal ridícula pose—. No sientas envidia.

—Lo hago- de pequeño siempre quise acampar —admitió, dejando la fotografía en su lugar para mirar a MinHo—. Pero mi papá siempre estaba cansado y luego- uh, bueno, se murió.

—Entonces, ¿Es tu primera vez acampando? —consultó, regresando al comedor para poder recoger los servicios de la mesa.

Ajá, y- no te lo voy a negar —y JiSung se sacudió—. Estoy emocionado.

MinHo carcajeó ligeramente al verlo. Aunque una sensación de querer mencionar algo más estaba en su mente, pero no recordaba qué.

Cinco minutos después, ambos terminaron de prepararse para salir de casa.

Sin embargo.

—Uh- —JiSung, deteniéndose tras ponerse su polerón sobre su cangurera, miró la prenda—. ¿Este es mío?

MinHo, quien también se colocaba su polerón, lo miró desentendido. —¿Por qué no lo sería?

—No recuerdo que el mío tuviera llamitas en las mangas —explicó, mostrando las mangas del polerón negro como de esta había pequeñas llamas rodeando las mangas—. ¿El tuyo sí?

—Uh, no —MinHo mostró sus mangas, las cual tenían el color negro parejo—. La verdad es que no sé si tenía o no llamitas.

—¿Qué hacemos?

MinHo se encogió de hombros. —No creo que alguien lo note.

Ambos salieron de la casa dejando a la abuela Goo dormida, con MinHo quejándose del frío de la mañana aún cuando seguía siendo verano y JiSung explicándole los efectos del calentamiento global.

—Tengo un perro —contó HyunJin a SeungMin y YiSu, la pareja se encontraba sentada en los escalones de la escuela junto a un montón de estudiantes de su generación rodeándolos en sus propios mundos esperando la llegada de los buses—. Se llama Kkami.

—A ver —ordenaron ambos, compartiendo un cigarrillo.

HyunJin sacó de su cazadora su celular y, fácilmente, mostró su protector de pantalla a ambos. —¿Ha que es lindo?

Pero SeungMin y YiSu se quedaron parados un momento.

—Es una rata —sentenció SeungMin, volviendo a fumar.

—¿Qué?, es precioso —ofendido, HyunJin guardó su celular para alcanzar la botella térmica que YiSu tenía para beber de ella—. Llegó ayer. Con Yeji lo llevamos al veterinario y nuestros padres la aceptaron. ¡Precioso!

—Parece rata —repitió SeungMin—. Adivino, es de este porte —indicó, poniendo ambas palmas a una corta distancia entre ellos.

—Uh, bueno… —HyunJin imitó a SeungMin, solo que él acortó un poco más la distancia entre sus manos—. Es de este porte.

—Una rata.

—Defiéndeme —le dijo HyunJin a YiSu, antes de beber.

YiSu, terminando de calar, asintió con lentitud. —He chupado penes más grandes.

HyunJin sacó té de su nariz y SeungMin estalló a carcajadas a su lado.

—¿En qué están? —saludaron MinHo y JiSung tras acercarse a ellos, y dejar las grandes mochilas de acampar en la montaña improvisada que el grupo había creado.

—Tengo un perro —contó HyunJin.

—Es una rata —explicó SeungMin, colocando una vez más las palmas frente a él para la medición—. Es de este porte.

—¿Tan pequeño? —MinHo cuestionó—, he cagado cosas más grandes.

Una vez más, HyunJin sacó té por su nariz.

Repentinamente, el cuerpo de JiSung se movió abruptamente luego de que Yuna colisionara con su espalda, sorprendiéndolo. —Hola —saludó él, un poco atontado.

—¡Buenos días! —respondió ella, emocionada; inclinándose con simpleza para darle un corto beso en los labios—. ¿Cómo estás?, tienes que inscribirte en la asistencia y- bueno —para sorpresa de MinHo, Yuna lo miró de soslayo—. MinHo también y- ¿Por qué traes su polerón?

El grupo se quedó en silencio, mientras los otros dos chicos sudaban frío.

—Oh- es verdad —apuntó SeungMin el polerón de JiSung, inclinándose para sacar lo que parecía ser un pelo de gato.

JiSung miró a MinHo, y el otro pudo percibir el “no creo que alguien lo note” sarcástico en sus ojos.

—Confusión de ayer —se apresuró a rescatar enseguida YiSu, manteniendo su semblante desinteresado mientras entregaba el cigarro a SeungMin—. O sea- supongo. Ayer me robé un momento a ambos para poder ver las camisas de los ternos que he estado haciendo.

—No entiendo cómo no te ha dado un ataque de alergia —comentó Yuna mientras acariciaba la mejilla de JiSung.

—Uh- loratadina —se excusó el otro antes de carraspear—. ¿Y quién es él?

Metros más alejados de ellos, donde el profesorado que acompañaría a los más de ochenta estudiantes a acampar, se encontraba el entrenador Connor junto a otros dos hombres (presuntamente maestros de educación física igualmente, delatándose sus buzos, cangureras y cantimploras de aspecto profesional); la enfermera de la escuela que no rondaba más de cuarenta; HanSoo y un hombre a su lado que, reconociendo de fotografías, MinHo acertó que era su marido. Sumándole a ellos también algunos padres que se ofrecieron de acompañamiento.

—El esposo de HanSoo —contó MinHo, viendo al hombre pelinegro que era bastante atractivo—. Hace discos a pedido.

—Es guapo —reconoció YiSu—. Imagina verlo con un traje —SeungMin carraspeó a su lado, haciendo que la chica lo mirara—. ¿Qué?, vamos, te conozco y sé que lo encontraste lindo.

SeungMin puso sus ojos en blanco antes de seguir fumando.

—¿Y el resto llegó? —preguntó JiSung a Yuna, intentando (una vez más) desviar el tema.

—Sí- oh, Lia está destrozada porque su novio terminó con ella —comentó Yuna.

—Que lástima —y, finalmente, cediendo a su escape, empezó a caminar—. Iré a ver cómo está.

Yuna lo siguió al instante, obvio está, y MinHo pudo por fin respirar en paz.

A la par que los minutos pasaban, Felix llegó ayudando a ChangBin a cargar el gran bolso donde la carpa se encontraba; Chan, por su parte, llegaba con JeongIn que, al ser de segundo, solamente se encontraba con su bolso de clases y con ropa corriente.

—Hola —saludó él, mirando al grupo—. Solo quiero informar que espero no se mueran en este viaje. Y si es así, infórmenme desde ya qué es lo que me donarán.

—Mis intestinos —se burló SeungMin.

—Tus pulmones no me servirían ni para maquetear una nuez —le dijo JeongIn—. Además- no me gusta la biología.

—¿Cómo lo harás en tu casa? —preguntó MinHo con descaro, haciendo a Chan gruñir a su lado.

—Como siempre. Mi papá tiene que cumplir el trato —JeongIn seguía sin parecer afectado o molesto por todo lo sucedido, lo que hacía a todos ponerse los pelos de punta—. Ante cualquier problema se llamará a la policía y-

—Mejor éntrate —indicó Chan, empujándolo suavemente para que emprendiera su paso.

JeongIn se despidió con la mano de ellos antes de ingresar por la escuela, escuchando el chillido de Lily y el grito de pavor del otro.

Los minutos pasaron y poco a poco la calle comenzó a llenarse de más estudiantes, con MinHo desinteresados de ellos solamente se enfocaba en la charla con su grupo, apostando sobre distintas situaciones y burlándose del resto.

—¡Bien, muchachos! —junto con un gran megáfono, el entrenador Connor se hizo notar—. ¡En la otra esquina estarán los autobuses!, ¡El primero está destinado para los estudiantes del salón 1 al 3!, ¡Y el segundo para los del salón 4 a 6!

—¡¿El primero de la izquierda o el primero de la derecha?! —preguntó alguien.

—¡El primero de la…! ¡Ah, olvídenlo! ¡Los quiero a todos arriba ahora! ¡Nos vamos en seiscientos segundos!, ¡Pasen al baño porque el viaje es laaaaaaargo!

El caos de dejar los bolsos tomó más tiempo de lo necesario, pero dentro del tiempo amenazante del entrenador, todos subieron a los autobuses según donde cabían.

—¿Y yo dónde voy?

Arriba del autobús, en los primeros asientos, ChangBin miró a sus amigos como, a causa de YiSu sentándose junto a SeungMin, todos sus amigos quedaron en pares salvo él.

—Rena está sola —apuntó MinHo desde su asiento junto a Chan, tres filas más adelante donde la nueva pelirrosa miraba generosamente por la ventana.

ChangBin, poniendo sus ojos en blanco, se encaminó para sentarse con ella.

—Bien- siendo quince para las ocho- damos inicio a este viaje —HanSoo, encargada del grupo junto a su marido y otro maestro de educación física, miró a todos desde el autobús—. Como el viaje a Jeolla es largo habrá una parada entre medio para que puedan comprar comida o ir al baño. Así que no se desesperen si es que no llegamos.

—Psss, HanSoo —le llamó MinHo sutilmente. Cuando ella se acercó, él le susurró—. ¿Qué onda con tu marido?, ¿Por qué lo trajiste?

—La administración escolar estaba pidiendo a un acompañante más para este viaje —contó ella, mirando sobre su hombro para ver a su esposo conversar con el otro maestro—. A RyangYah no pareció molestarle.

—¿Será como tu segunda luna de miel? —preguntó, jocoso.

—Dale un golpe de mi parte —pidió ella a Chan, para alejarse de ambos e irse a sentar con su marido.

—El afán tuyo de meterte en su vida personal —le regañó Chan, desenredando sus auriculares.

—Es mi jefa. Estoy en mi derecho.

—No. No lo estás —y, sonriendo, Chan le entregó un auricular a MinHo, quien lo aceptó a gusto.

Como había despertado temprano para acabar con su tejido, se acomodó en el hombro de Chan y, mientras escuchaba Want You Back de 5 Seconds Of Summer, cerró sus ojos para poder hacer el viaje más pasajero.

Despertó con un chico vomitando en el pasillo.

—¡Okey, primera parada! —chilló HanSoo, a la par que el autobús se detenía.

Mientras algunos estudiantes bajaban, MinHo y Chan decidieron quedarse arriba para seguir disfrutando de la música.

—Y, ¿Qué ha sido de tu vida? —MinHo preguntó a Chan, quien le levantó una ceja por la pregunta.

—Normal, hombre, ¿Y la tuya? —le preguntó el otro sin entender.

—Sabes a lo que me refiero, ¿Estás nervioso?

Chan, intentando no parecer preocupado por el mundo, se encogió de hombros. —No quiero centrar toda mi atención en eso.

—Oh- okey, ¿Y con la obra?

—Para la mierda. ChangBin intentó que practicaran el bloque musical primero y YeoSang no sabe cantar —se quejó, cambiando la canción de su celular—. Estamos considerando seriamente cambiar a YeoSang por HyunJin y cambiar la historia por completo para que no sea turbia.

—HyunJin se vio bastante ofendido por el desplace —recordó MinHo, riendo ligeramente—. No paraba de quejarse con JeongIn sobre eso, intentando convencerlo de que los convenciera de que lo dejaran participar.

—Estoy a esto de cambiarlo.

—Tus dedos se tocan.

—Por eso.

MinHo rio de nuevo, manteniéndose un momento ambos en silencio hasta que decidió romperlo nuevamente.

—¿Y qué hay con Australia?

Una vez más, Chan se puso tenso ante la pregunta. —¿Qué hay con qué?

—¿Emocionado, nervioso o algo así?, no me has dicho cómo te sientes.

Entonces, pareciendo haber visto al mismo demonio, Chan abrió exageradamente su boca a la par que sus ojos. —¡¿Estás preguntándome por mis emociones?!

Agh… —retractado, MinHo se reclinó hacia atrás en el asiento—. Olvídalo. Nunca más seré sensible. Ahora tocaré tu vena directamente cada vez que quiera saber algo de ti.

—Puedes mandarme cartas si eso te hace sentir más cómodo.

Muerto de la vergüenza, MinHo se sacó el auricular de su oído y se lo tiró a Chan. —Iré a chismosear. Nos vemos.

Dejando atrás las carcajadas de Chan, MinHo comenzó a molestar a Felix y HyunJin que se encontraban jugando un juego de dúo en su celular, sentándose en el regazo de Felix para ver la partida e ignorando los pedidos de HanSoo para que regresara a su asiento, el viaje hacia Jeolla retomó su rumbo.

—¿Crees que sea un recinto llano o algo así? —preguntó Chan a MinHo con curiosidad, luego de otras dos horas más de viaje.

MinHo (siendo su turno para sentarse en la ventana) miró a través de ella y, sonriendo gatunamente, apuntó hacia las grandes colinas que podían verse a la distancia de la carretera. —No lo creo.

—Agh… —Chan se quejó, reclinándose también—. Ni siquiera quería venir, pero mi mamá dijo que era una buena oportunidad.

—Vamos, hemos hecho caminatas peores —le dijo MinHo—. ¿U olvidas cuando nos quedamos sin transporte en Seúl y tuvimos que regresar al pueblo caminando?

—Me había colocado las zapatillas de JeongIn por error y llegué con ampollas a la casa —recordó con dolor—. No quiero imaginarme con un trekking de colina.

—No seas dramático, con JiSung subimos una y… —de repente, el volumen de su voz bajó al darse cuenta de lo que estaba hablando, sintiéndose expuesto.

—¿Subiste una colina con JiSung? —Chan, pareciendo totalmente desinteresado y ajeno al repentino miedo de MinHo, mantuvo su mirada lejana de la ventana—. Que genial. Alguien que te acompaña en tus locuras.

—Bueno- sí —asintió, recostándose de nuevo en el asiento para ver por la ventana—. Aunque no pudimos llegar tan arriba porque me caí.

Ah, verdad que tenías costras en la espalda —recordó—. Por eso no pudiste meterte en la piscina de ChangBin.

—El cloro me quemaba hasta el alma que no tengo.

Repentinamente, el bus se sacudió y alguien salió del baño completamente desorientado; a la par, bruscas curvas se apoderaron del camino y, finalmente, un gran frenazo limpio.

—¡Muy bien! —uno de los maestros de educación física tomó la palabra—. Hasta aquí llega nuestro camino en auto- ahora, todos bajen y tomen sus cosas. Prepárense porque la caminata al recinto es larga.

De las quejas de MinHo horas atrás por hacer frío fueron apaciguadas por el calor del medio día, especialmente cuando el bus había frenado en un mirador del camino que servía a los transportes retroceder, dejando bajo sus pies la preciosa vista de un acantilado con un falso acolchados de diversos bosques nativos.

—¿En serio andarás con falda? —cuestionó HyunJin a YiSu mientras ella se sacaba su larga falda para el frío para mostrar una más corta—. Esto es caminata de hombres, niña, no puedes andar con falda.

—¿Por qué no? —ella tomó los extremos de su falda negra tableada para balancearla de bajo—. Me veo linda y son cómodas.

—¿Al menos andas con algo abajo?

Ella lo subió hacia su cintura. —Falda-short.

—Inteligente.

En eso, MinHo sintió un golpe en su espalda. Era JiSung.

—Bloqueador —le indicó, echándose una generosa cantidad en sus manos para poder esparcirse en el rostro y cuello. El chico seguía con su polerón.

—¿Por qué debería echarme bloqueador? —consultó con soberbia MinHo, tomando el producto para observarlo—. No es como si el sol no estuviera fuerte.

—Te echas bloqueador o te echo yo —amenazó Chan, echando una gran cantidad en sus manos para golpear a Felix con él en la cara.

Dios salve a Felix.

—Espera- —terminando de contar cabezas, Chan miró a su alrededor—. ¿Y ChangBin?

SeungMin palmeó a Chan y apuntó hacia lo lejos. Al final del bus, ChangBin se encontraba conversando cómodamente con Rena, quien atando su cabello en una coleta golpeó sutilmente el hombro de ChangBin.

—¡Le está coqueteando! —acusó MinHo desde lejos, aunque no lo suficientemente fuerte para ser escuchado—. Conozco esa técnica- esa arpía le está coqueteando a mi amigo.

—No te pongas celoso. Ya tendrá tiempo para ti —se burló SeungMin.

—Aunque no sabemos por quién especificar —continuó HyunJin, codeando a MinHo—. ¿Quieres hablar con ambos o eres muy tímido?

—Eres asqueroso.

—Nunca está demás asegurarse —siguió el juego JiSung, mirando a MinHo con inocencia—. Ya sabes, siempre existe el poliamor.

MinHo le entregó una sonrisa sardónica antes de echar una cantidad de bloqueador en su mano y aplastándola con ella la cara del otro.

—Sucio bastardo —masculló JiSung, limpiando con sus dedos los restos que le cayeron a los ojos—. Te odio.

—No lo haces —jugó el otro.

En venganza, JiSung enseguida tomó un bloqueador a la mano y, tras presionarlo con fuerza, lo expulsó hacia el rostro y polerón de MinHo.

—¡Já! —MinHo, limpiando el bloqueador de su cara, sonrió con victoria—. ¡Ensuciaste tu polerón!

—¡Mierda!

—¿La parejita gay terminó de pelear para poder irnos? —consultó HyunJin, quitando uno de los bloqueadores para guardarlo en uno de los bolsillos de la mochila de campamento.

MinHo vio a JiSung bufar con desgano mientras él también se sentía parcialmente ofendido. No tenía razón de serlo, ya que HyunJin era ignorante y no eran palabras ofensivas; pero se le era un poco inestable dentro de sí no poder estar relajado con ello sin creer que el mero comportamiento pseudo amistoso podía tener ese tipo de señaléticas.

Además, era solo con él. ¿Por qué con Felix, quien era por defecto el más afectivo por cultura, no era tratado igual?, o incluso el mismo HyunJin que era demasiado pegote con las personas cuando le nacía.

Malditas personas.

—¡MinYu~! —canturreó HyunJin, abrochando la mochila en su cintura y acercándose a la chica—. ¿Necesitas ayuda con algo?

—No- aunque, ¿Puedes sostener la mitad de la bolsa? —preguntó ella, mostrando la bolsa de tela donde había botellas de agua y algunos otros productos de camping que no le habían entrado en su mochila.

—Puedo sostener toda —fanfarroneándose, HyunJin tomó la bolsa y la colgó en su brazo, y a pesar de que eso hizo que se tambaleara peligrosamente hacia la orilla del camino, se incorporó para no perder su dignidad.

Chico ridículo, pensó MinHo con gracia, abrochando su mochila en la cintura y cargando su saco de dormir bajo el brazo.

—Ayúdame…

A su lado, Felix batallaba con cargar su propia mochila de acampar junto a la gran bolsa donde se encontraba guardada la carpa. Rápidamente MinHo se aproximó para tomar uno de los lados. —¿Y ChangBin?

—Sigue con Rena —bufó el otro—. Dejando esto a la suerte de nosotros…

—Podríamos abandonarlo en el bus.

—¿ChangBin o la carpa?

—¿Por qué no ambas?

—No creo que nos acepten en otras carpas.

—Somos hombre, somos Bear Grylls.

Run trough the miro like a beast da biseuthan gireun da pihaega misukhajima saeroun dojeon —comenzó a cantar Felix Miroh de ese grupo—. I’m Bear Grylls nae kkumeul makn-

—Cállate —interrumpió—. Aunque- en realidad, te salió bien. Tu coreano va mejorando.

Y MinHo quedó encandilando por la fuerte y brillante sonrisa que Felix le había regalado.

Caminando los dos junto con JiSung a un lado (MinHo no admitiría que se sentía más contento)

Al ser una extensa caminata, el gran grupo de estudiantes, profesores y tutores hizo de que se expandieran en una gran caravana, apostando fácilmente desde el porte del lugar a de cuánto tardaría el centro de estudiantes a darse cuenta de que todo fue una terrible idea.

Por las dimensiones del lugar, los tres chicos terminaron topándose con un divertido grupo de chicos que llevaban música pesada en sus parlantes, intentando imitar las voces de los cantantes de metal y terminando por cambiar a cantantes más aterrizados y conocidos como Jay Park o Crush.

El primer paseo fue cerca de una hora, donde rodearon la colina hasta llegar a un pequeño hueco llano entre colinas; se detuvieron entre grupos cerca de un riachuelo hasta que, tras lo que pareció eterno para todos los estudiantes, llegaron a una gran reserva plana llena de gallinas y perros.

—¡¡¡Muy bien, equipo!!! —gritó el entrenador Connor, contando cabezas desesperadamente hasta llegar al número exacto de con quienes se fueron—. ¡Debe haber, aunque sea, quince carpas armadas en menos de una hora!

—¡¿No nos puede dar un descanso?! —YeoSang, el valiente, cuestionó en voz alta mientras jadeaba en el suelo—. ¡Estamos cansados!

—¡¡¡Sí!!! —se quejó el resto.

—¡No! —contestó el entrenador—. ¡Y por eso serán media hora! ¡¡¡VAMOS, VAMOS, VAMOS!!!

Los estudiantes se reunieron en sus cordadas previamente organizadas. Todos distribuyéndose por el llano para tener espacio y dejar un gran vacío en medio de las carpas.

—Bien- esto será sencillo —apareció ChangBin, dejando su gran mochila junto al tumulto de sus amigos.

—Miren quién apareció —canturreó SeungMin con jocosidad.

—El aparecido —bromeó Chan.

—El que abre sendas por los cerros —siguió MinHo—, y el que deja su huella en el viento.

—Cállense —ordenó—. O me llevo la carpa.

Los seis chicos (HyunJin se encontraba ayudando a armar la carpa de MinYu y YiSu) tuvieron una disputa visual mientras observaban los objetos, intentando recordar en la vieja memoria de los tres ex niños exploradores cómo demonios se hacía eso.

—¿Aunque sea la limpiaste? —preguntó SeungMin, tomando un lado para levantarlo.

—Mi hermana lo usó para el verano, así que supongo que sí —respondió ChangBin.

Fue mucho más sencillo de lo que esperaban, aunque ninguno habría predicho encontrar ropa interior femenina en el interior.

—¡Los calzones de la hermana de ChangBin! —chilló MinHo, tomándolo con las puntas de sus dedos.

—¡Mierda, que asco! —gritó ChangBin.

MinHo comenzó a corretear a sus amigos con los calzones en la mano, haciendo que ellos escaparan mientras gritaban exageradamente por ello.

—¡ChangBin será tío! ¡ChangBin será tío! —canturrearon SeungMin y Chan a la par.

MinHo, siguiendo aún en su carrera para perseguir con sus amigos, terminó por tropezarse con otra carpa y caer estrepitosamente sobre ella, haciendo volar la ropa interior hasta caer en una recién vertida palangana con agua.

—¡Mierda! —MinHo no conocía el nombre del chico, pero por la masa corporal supuso que era del equipo de baloncesto, quien veía con rabia a MinHo recostado en las carpas—. Estás muerto, hijo de perra.

—Perdón —pidió el otro enseguida, intentando levantarse de la carpa desarmada. Sin embargo, corriendo con la mala suerte de que YeoSang y San se encontraban pertenecientes a esa cordada, arrastraron a MinHo por las piernas hasta sacarlo de la carpa y dejarlo en la tierra, con el otro chico amenazando en verter el agua sobre él—. ¡No!, ¡Perdón!, ¡Lo siento!, ¡En serio no fue mi inten-

Tarde, el otro ya había vertido el agua sobre MinHo.

—¡¡¡En serio están perdiendo un recurso tan valioso con un zángano como él!!! —repentinamente, el entrenador Connor se encontraba junto a los otros chicos gritándoles con el megáfono en el oído—. ¡¡¡Tienen suerte de tener un río cerca!!!, ¡¡¡Porque sino yo mismo los pongo a recolectar toda el agua con la lengua!!!

Rápidamente, MinHo se encaminó de vuelta a su grupo, quien estaba tendido en el suelo intentando recuperar el aire por la risa.

—Sóplenme el ano, bastardos de mierda —insultó MinHo, pateando el hombro de ChangBin de paso.

Después de intentar secar a MinHo (aunque era más eficiente dejarlo bajo al sol), desarmaron parte de sus mochilas para colocarse ropa más cómoda y reunirse junto al resto de los estudiantes convocados por el entrenador.

—Bien- itinerario para hoy —anunció RyangYah, y MinHo pudo jurar escuchar un par de suspiros—. Ahora almorzaremos- algo nutritivo, sano y rápido. Tendrán un descanso de una hora después de eso y comenzaremos alrededor de las cuatro nuestra primera marcha, ¿Está bien?

—¡¡¡Y aspectos formales!!! —gritó el entrenador por el megáfono, empezando con apuntar el lado norte del campamento—. ¡¡¡Para allá están los baños!!! ¡¡¡Y para allá!!! —apuntó al lado sur—. ¡¡¡Está el río!!! ¡¡¡No hay duchas así que confórmense con el río!!!

MinHo escuchó una queja colectiva.

—¡¡¡El río es de agua dulce!!! —continuó—. ¡¡¡Así que pueden beber de él!!! ¡¡¡Pero si se sienten muy desconfiados, pueden hervirla!!! ¡¡¡Nos vemos en una hora!!!

—¿Qué hay para comer? —preguntó ChangBin al grupo.

De su mochila y con una sonrisa, JiSung sacó una bolsa de nailon. —Yo tengo comida.

—Ay, no… —exclamaron salvo Felix y HyunJin, dejándolos confundidos.

—¿Qué pasa? —preguntó el australiano.

JiSung, con orgullo, vertió la bolsa dentro de la tienda de campaña. Un montón de barras energéticas Luxics se desparramaron por el suelo.

—Oh —HyunJin tomó una y la abrió enseguida para morderla—. Sabe bien.

—Conviértelo en la única comida que tendrás por cinco días y terminarás odiándolo —comentó Chan, haciendo alusión a su visita a Seúl en la asamblea de la ONU.

Pasada de las cuatro de la tarde, la primera caminata empezó. Habría sido gozoso para MinHo si no hubiese sido por la subida de una colina empinada con una ruta de un metro de ancho, mostrando un lindo acantilado mortal a su lado.

—Voy a morir, voy a morir, voy a morir —castañeó sus dientes mientras agarraba con fuerza la playera de Chan, quien iba delante de él—. Voy a morir. Voy a morir. Voy a morir.

—Intenta no arrastrarme también a ello —murmuró el otro, afirmando las manos de MinHo.

Por otro lado, JiSung iba cerca de veinte estudiantes más debajo de donde MinHo se encontraba, intentando no mirar hacia abajo.

—¿Cuántas son las probabilidades de morir en la caída? —preguntó MinGi.

—¿Quieres una respuesta de verdad o te miento? —dijo YeoSang.

—Ambas.

—Ni se te ocurra empujarlo —atajó enseguida San.

JiSung fue empujado hacia su derecha, chocando con su hombro la colina mientras MinGi lo sobrepasaba bruscamente por temor a YeoSang.

—¿Cuánto creen que alguien del salón avanzado se demore en saltar? —consultó San, mirando hacia su izquierda la caída libre.

—Oye… —JiSung lo miró sobre su hombro—. No jodas con eso. ¿Tienes corazón?

—Solo bromeo —se defendió el otro, tropezando e incorporándose de nuevo—. Vale, este fue el karma.

La caminata por la colina era desastrosamente larga, y no fue hasta llegar a un roquerío que uno por uno de los estudiantes y maestros comenzaron a agradecer por tocar tierra estable de nuevo.

Los grupos se dispersaron, tal y como en la primera caminata; JiSung podía apostar a que todos iban por su nuevo ritmo, causando así un gran desplace entre personas.

Y, de todas las personas con las cuales JiSung pudo caminar a su ritmo, Yuna y San se encontraban a su lado.

Dios, soy tan malo con ella, pensó con remordimiento.

La ventaja del altruismo de Yuna era poder enfrascarse en conversaciones aleatorias con cualquier tipo de persona para aconsejarla, y la ventaja de San de ser un chico despechado era absorber cualquier tipo de apoyo que alguna persona le brindara. Ambos se habían encontrado, por lo que JiSung solamente escuchaba los consejos de la chica respecto a las infidelidades.

Lo cual, siendo un mal chiste, JiSung absorbió como si fuera metal ardiente.

—Ella fue capaz de engañarme en nuestro peor momento —San chistó con molestia, pateando una piedra—. ¿Cómo se atreve?

—Pero, cuando hablaste con ella sobre eso, ¿No le preguntaste cómo se sintió? —consultó como si especialista fuera—. Ella pudo tener sus razones que no convergían contigo.

—¡¿Cómo que- vale, ¿Cómo razones que no convergían conmigo? —preguntó, ofendido—. Es infidelidad.

—No todo es blanco o negro, hay contextos —siguió—. Si nos hubieras hecho caso a Chae y a mí en hablar con ella durante el tiempo que estuvo en el pueblo, no tendríamos esta conversación y tú ya la habrías superado.

—¡Si la superé!

—Por eso te convertiste en un animal en la fiesta de MinGi —burló.

A JiSung se le fue inevitable no soltar una risilla por eso, recordando como apenas recordaba sobre ese suceso. San le entregó una mirada punzante, haciéndolo encogerse.

—No digas nada, traidor —insultó San.

—¿Traidor por qué? —le preguntó Yuna.

—Vio a mi exnovia besarse con su amigo —le recordó, completamente ofendido—. ¿O no?, tú también deberías estar preocupada. Si él no tuvo problemas con ocultarme ese secreto, probablemente te engañó también esa noche.

Ironías de la vida. —Primero- la última vez que vi a ChangBin esa noche fue cuando habíamos llegado a la habitación de hotel donde estaban haciendo la mierda —explicó JiSung enseguida—. Y segundo- no la engañé. Pregúntale a MinHo, estuve con él toda la noche.

—También pudiste engañarla con MinHo —acusó.

—¡Verdad! —pero Yuna, ajena, golpeó suavemente el brazo de JiSung mientras sonreía burlescamente—. Puedes decírmelo ahora, JiSung, ¿Me engañaste con MinHo?

—Claro que no —respondió automáticamente, antes de encogerse de hombros desinteresadamente—. No es mi tipo.

San hizo el sonido de una arcada mientras que Yuna reía a su vez que abrazaba el brazo de su novio. A JiSung le hubiese gustado soltar algún comentario ácido al respecto, referente a lo sucedido en febrero, pero San se apresuró.

—Pero el tuyo sí, ¿O no? —San codeó a Yuna—. ¿Fue a ti quién besó para la fiesta de los de tercero o a la otra chica?

—A la otra —contestó enseguida Yuna.

JiSung podía entenderla. Hacer lo que hizo Yuna no era algo para sentirse orgulloso; sin embargo, a JiSung le sorprendió el poco peso que le daba ella a la mentira.

—¿Ves? —Yuna continuó con San—. Si hubo conversación, la infidelidad puede ser solamente un obstáculo en la relación. Como SeungMin y YiSu.

—Imbécil es él —San rio amargamente—. No pudo contigo y va tras la novia de su otro amigo. ¿Qué tan poco hombre tienes que ser para hacer eso?

—No tanto si conversas las cosas —intervino JiSung una vez más, mirando a Yuna—. ¿No es así, Yuna?

Yuna, urgiéndose de forma incómoda, asintió. —Tienes razón. Es valiente cuando conversas las cosas.

—Y eres sincera al respecto.

—Tienes toda la razón —JiSung notó cuán incómoda ella se colocó ante la insinuación suya, haciendo que acelerara su paso—. Iré con RyuJin.

Vio como la chica caminaba con rapidez y naturalidad hacia su amiga, quien abrazándola por el brazo siguieron por la caravana que el entrenador Connor dirigía.

—¿Todavía sigues detestando a MinHo? —preguntó JiSung a San, tras quedar solos.

San, desinteresadamente, emitió un sonido. —No está cerca de ser mi persona favorita, pero si tú estás bien con toda la mierda que él hizo, ya no me involucraré.

—Es una buena persona —intentó convencerlo—. Tienen el mismo sentido del humor- se llevarían bien.

—No tengo interés.

—Okey.

—Pero- —San, sonriendo socarronamente, miró a JiSung—. Vamos, no soy idiota. ¿MinHo besó a Yuna?

JiSung había esperado en algún momento esa pregunta, por lo que asintió con incomodidad. —Seh, algo así.

—¿Y a la otra chica?

Nah, ella estaba conmigo cuando eso pasó.

—No jodas- ¿Los viste?

Presionando sus labios, asintió. Desde esa perspectiva podía incluso reírse de la situación, pero sabía que sería sospechoso para San esa actitud, así que intentó mantener su serenidad al margen.

—Que bastardo- ¿Y por qué le sigues hablando? —cuestionó, haciendo una mueca de disgusto—. Incluso te hizo ver como el hazmerreír.

—Porque hubo un contexto de por medio —explicó JiSung, intentando no sonar tan borde—. Pero- no importa. Ya está en el pasado, y Yuna me ha compensado.

Riendo maliciosamente, San entendió. —No hay nada que una buena chupada no arregle.

JiSung igual rio, aunque no lo encontraba gracioso.

Veinticinco estudiantes más adelante, bajando por un esporádico roquerío que se había cruzado en el camino, MinHo iba solo con su existencia saltando; le gustaba ver las piedras y a sus demás compañeros sufrir por ello, aunque admiraba la habilidad atlética del equipo de baloncesto quienes bajaban con simpleza envidiable.

Repentinamente, chocando con él haciendo que casi cayera por la bajada, Lia se derrumbó a su lado.

—¡Mierda! —MinHo, asustado, se acercó a ella—. ¿Estás bien?

La chica no se veía bien- al contrario, sus ojos estaban hinchados y estaba bastante pálida. La caída había sido un poco brusca, haciendo que toda su pierna se doblara hacia adentro y raspándose parte de ella por la tierra y las piedras.

—Me caí —masculló ella con dolor.

—¿Bromeas, Sherlock? —dijo, levantando su cabeza para ver si había un profesor o tutor cerca; sin embargo, no veía más que estudiantes pasando de ellos mirando con lástima a la chica—. Vaya solidaridad- como sea, ¿Tienes agua?

Ayudándola a levantarse, la encaminó hacia una de las piedras para poder sentarla. La chica, completamente fuera del personaje que MinHo conocía, le entregó la botella del agua como si una niña pequeña se trataba; vertió un poco sobre los raspones de ella, intentando así poder limpiar un poco de la tierra.

—¿Qué hacemos? —consultó Lia con voz nasal.

Vaya, si que está echa mierda.

—No te podemos dejar enraizada acá, así que supongo que te cargaré —dijo MinHo con simpleza, pero Lia negó.

—No me duele, en serio, puedo pararme —dice ella, levantándose de la roca.

—¿Segura?, te doblaste muy feo.

—Si… —asintió, antes de sentarse en cada roca para poder bajar con comodidad.

MinHo, plantado con la botella en la mano, se debatió mentalmente si en seguir el paso a la chica o ignorarla y seguir bajo su propio ritmo; sin embargo, una punzada de culpa y necia responsabilidad lo apuñaló, terminando por seguir a Lia desde atrás.

Una vez que terminaron de bajar por el roquerío, MinHo y Lia se encontraron con el entrenador Connor sentado en una piedra mientras veía el resto de los estudiantes, profesores y tutores seguir caminando.

—Entrenador, ¿Cuánto falta para llegar? —preguntó una chica.

—¡¡¡Lo suficiente hasta que vomites tu almuerzo!!! —gritó el otro con el megáfono.

—Uh- Lia se lastimó —avisó MinHo, agarrando a la chica de su playera para que dejara de avanzar—. ¿Qué hacemos?

—Supongo que estará fuera de la siguiente actividad que haremos cuando lleguemos —contestó el entrenador, con milagro divino de que no fuera por el megáfono—. ¿Te duele mucho, Choi?

Ella negó, aunque seguía lagrimeando.

—¡¡¡Lee MinHo!!! ¡¡¡¿Por qué eres tan poco hombre y no la cargas?!!!!

—Ella no quiso —la acusó MinHo, sintiendo sus oídos taparse.

Lia, bufando, terminó por asentir, haciendo que MinHo se hincara frente a ella y, sintiendo el peso en su espalda, sostuvo a Lia por los brazos y dejó que ella lo abrazara por el cuello.

La ruta continua del roquerío era llana, con ligeras subidas y bajadas de pequeñas colinas además de ser de ruta angosta por la frondosa flora del lugar.

MinHo, por su parte, se preguntaba cuándo llegarían a su destino, ya que la chica seguía lagrimeando y sollozando por lo bajo sobre su hombro.

—Uh- me enteré de que tu novio te dejó —comenzó a hablar, intentando romper con el silencio.

—Sí… —gimió ella—. Esta mañana.

—Oh- wow, lo siento.

Silencio. ¿Cómo demonios se consolaba una ruptura?

ChangBin tenía su forma: catarsis. Pero las demás relaciones que sus amigos habían tenido en el pasado o nunca eran serias o simplemente no demostraban algún tipo de emoción.

Chan estuvo deprimido cuando su novia, que era mayor que él por un año, lo dejó porque se quería concentrar en sus estudios en primer año, pero no lo vio llorar. Cuando SeungMin había terminado con su primera novia, había sido a la par del fallecimiento de su hermano, por lo que su tristeza había congeniado un poco o simplemente había sido dejada de lado esa razón. JeongIn, por su parte, MinHo no quería decir que él era un robot, pero el menor no había hecho más que encogerse de hombros cuando él mismo propuso la ruptura.

Bien- como lo practicamos, MinHo, inteligencia emocional: este es tú momento.

—¿Y sabes por qué te dejó? —preguntó de nuevo MinHo, intentando no sonar invasivo.

Ella negó sobre su hombro. —Solo dijo que quería estar solo…, ni siquiera completó la frase cuando ya me había cortado.

—¿Estás segura de que no hiciste algo?

De repente, ella lloró más fuerte.

—Lo siento, lo siento, lo siento-

—Es que no fui yo… —dijo—. Fue él. Lo conozco. Él dejó de amarme.

—Dejó- ¿Qué?

Ella limpió su mucosidad con su muñeca, para acto seguido limpiarla en la playera de MinHo. —Se notaba. Apenas y nos acostábamos- evitaba verme y dejó de responderme los mensajes. Y-y cuando estábamos juntos…, ay, él me miraba de esa forma…

MinHo se sorprendió cuán poco tiempo demoró ella en abrirse con él, pero creyendo que, si la situación había sido solo horas atrás, ella todavía no lo había comentado.

—¿De qué forma? —preguntó MinHo.

—De que era obvio que ya no me amaba.

Oh.

Las rupturas que MinHo conocía no eran más que siempre por otra persona.

¿Rupturas porque ya no había sentimientos de por medio?

Terrorífico.

De repente, la idea se posó en su mente.

¿Seguiré gustándole a JiSung?

Vale, no te alteres. ¡Claro que le gustas!, durmió contigo anoche- aunque, bueno, no pareciera ser esa una razón viable como para seguir en una relación.

No seas idiota. JiSung es directo. No estaría contigo si realmente amase a Yuna.

Yuna.

La idea en su cabeza cambió bruscamente, y tener a Lia llorando en su hombro le hizo caer en cuenta del daño que estaba causándole a Yuna.

¿Ella es merecedora de ese daño?

Tal vez la tristeza no era para él, era para Yuna.

—El amor es una pérdida de tiempo —masculló ella por última vez antes de entrar en silencio.

Sin embargo, antes de poder notarlo, notó cómo llegaron una vez más al campamento.

—Creí que iríamos a otra parte —comentó Lia, viendo cómo los demás estudiantes iban a sus respectivas carpas para recostarse.

—Yo igual.

—El entrenador se equivocó de ruta y terminamos caminando en círculos —explicó HanSoo, apareciendo repentinamente junto a los dos. MinHo quiso reírse en su cara por lo roja y cansada que se veía—. ¿No estás cansado?, siento que el cigarro me quita como siete años de vida.

—Técnicamente un cigarrillo te quita once minutos de vida —murmuró Lia sobre el hombro de MinHo.

—¿Once minutos? —ella jadeó—. Mierda- entonces dejaré mi tercera cajetilla diaria.

MinHo se encaminó hacia la carpa que Lia le indicaba y la dejó junto a sus amigas, conmoviéndolo enseguida porque tanto RyuJin como Chaeryeong la consolaron y la limpiaron.

—¡Vale, chicos! —uno de los maestros llamó la atención—. Como hemos regresado, teníamos pensado hacer una actividad con los voluntarios que quieren participar.

Como el chico tenía la misma motivación que un abuelo, se encaminó hacia su propia carpa para poder escapar un rato. Sin embargo, tras bajar el cierre de la entrada, vio a ChangBin recostado en el suelo mientras Rena parecía comer con hambre su boca.

—¡Mierda! —exclamó MinHo, mirándolos—. ¿Tan rápido?

—¡MinHo! —lo llamó alguien de afuera.

Rápidamente, Rena tomó el cierre interino de la carpa y la cerró, justo a tiempo que una chica (que MinHo no conocía) lo tomaba del brazo para arrástralo hacia el centro del campamento una vez más, donde, sin darse cuenta, fue empujado hacia el centro de un círculo de personas donde otros chicos más parecían igual de perdidos que él.

—¿Qué mierda? —totalmente perdido, MinHo miró hacia los chicos que estaban rodeándolos, vislumbrando enseguida a SeungMin y, para no quedar solo, lo jaló, haciéndolo jalar a YiSu quien hizo jalar a Felix.

—¿Por qué nos metes en esto? —SeungMin le preguntó.

—¿Qué es esto?

—¡¡¡Quemados!!! —exclamó el entrenador Connor en el megáfono, mientras que vertía su presunto saco de dormir para mostrar muchos balones de handball caer al suelo—. ¡¡¡¿Qué mejor forma de empezar con esta actividad?!!!

—Quemados —repitió YiSu—. Hermoso. Moretones gratis.

—Soy bueno en los quemados —comentó Felix, contento—. En Australia siempre era el último, y una vez-

Tarde, un balón de handball estrelló contra su estómago.

—¡¡¡Los de afuera lanzan el balón, los de adentro se mueven!!! —gritó el entrenador.

¿A quién se le ocurrió esta idea maniaca?, se preguntó MinHo, comenzando a moverse enseguida al notar que los chicos que estaban haciendo el círculo estaban más entretenidos que los que estaban en el interior.

El cansancio estaba en el cuerpo de MinHo; haber caminado por dos horas además de estar cargando una chica depresiva no era algo que le hiciera acumular energía, por lo que lo único que rezaba en ese momento era no permitir que un balón se estrellara contra su rostro.

Sin embargo, todo el mundo se extasiaba de sobre manera con el juego, por lo que, a los diez minutos de su inicio, parte de quienes se encontraban moviéndose por sus vidas terminaron con moretones en el rostro.

—Odio este país —suspiró SeungMin, recostado en el regazo de YiSu mientras evitaba a que la sangre de su hemorragia nasal fuera hacia abajo—. Migraré.

—Te discriminarán en todas partes.

—No me importa. Prefiero morir por un crimen de odio a que por una idiota que mide metro cincuenta.

Era cerca de las ocho. Los últimos rayos de sol se asomaban por la colina pero frío ya se había instalado. Los últimos mandatos por parte de los maestros era la prohibición de alejarse del campamento, por lo que el grupo había rodeado fuera de su tienda de campaña la cocinilla que HyunJin había llevado, esperando a que el agua hirviera para poder cocinar el ramyeon.

—Esa chica tenía un odio específico contra mía —masculló YiSu, mientras ponía un paño húmedo sobre su mejilla—. No pudo darme tan fuerte en la cara y decir que fue un accidente.

—Yo conozco esos accidentes —murmuró Chan, mirando el cielo tendido como estrella en el suelo—. Yo nací por uno.

—¿Él está bien? —susurró la chica a su novio.

—Comió brownies de Felix —susurró de vuelta—. Ni siquiera creo que esté en este planeta.

Era difícil controlar a ochenta estudiantes.

—¿Y JiSung? —Felix, apoyado en Chan, preguntó a MinHo una vez que él llegó del baño, cojeando—. Dijo que comería con nosotros.

—Está jugando el juego de las piedras con los otros —respondió, quien lo había visto en su regreso al campamento—. ¿Y los otros dos?

—ChangBin se excusó con ir a buscar agua al río- pero con Rena —dijo SeungMin.

—En cambio, HyunJin no se excusó, y se fue a revolcar con MinYu en alguna parte del bosque —contestó YiSu.

—¿Jugamos algo? —ofreció Felix.

—Algo que no sea tan brusco —alegó MinHo—. Apenas puedo moverme.

—A ti no te llegó nada a la cara —le acusó SeungMin.

—Que no me haya llegado un balón a la cara no significa que ahora no pueda tener hijos.

En el centro del campamento los maestros hicieron una fogata, la cual algunos estudiantes se unieron para conversar un rato placentero. Sin embargo, a medida que avanzaba la noche, la comida y los cuentos de terror comenzaron a apagarse bajo las órdenes del entrenador Connor.

En un momento de la tarde, tanto JiSung como HyunJin se les unieron, aunque ChangBin no apareció hasta cerca de la media noche.

—¡¡¡Ya, chicos!!! —anunció el entrenador Connor—. ¡¡¡Acuéstense que mañana partimos con el primer rayo de sol asomándose!!!

—Mierda…, hace frío —se quejó Felix, que a estas alturas se encontraba envuelto de una manta de polar—. ¿Por qué?

—Hay un río cerca —contó MinHo, a la par que el resto se levantaba para poder distribuirse—. En la noche la humedad sube, por lo que mañana estará todo mojado.

—No creo que sea solo para mañana —murmuró Chan, sacándose su gorro para mostrar su esponjoso pelo rizado.

Woah… —YiSu sonrió, tocando uno de los rizos—. Son como resortes. Que envidia.

—Gracias.

El primero en ir a encerrarse a la carpa fue Felix, quien SeungMin alegó para que fuera a lavarse los dientes; Chan fue hacia la mochila de JiSung para tomar una barra de cereal para comer, y HyunJin fue, una vez más, hacia la carpa donde su novia se encontraba.

Pareció milagro divino en ese momento ver a ChangBin aparecer.

—¿Y tú? —JiSung le apuntó—.  ¿No fuiste a buscar agua al río?

—Tuve que esperar a que se evaporara —respondió él con una sonrisa socarrona, encaminándose hacia la carpa—. Ya sabes- así funciona la decantación.

—Nada de lo que dices tiene sentido.

Una vez que entró, MinHo notó que solo él y JiSung quedaban afuera.

—Uh- guapura —con su mejor imitación del actor Gong Yoo, MinHo lo miró—. Búscame a medianoche- y por allá —dijo, apuntando hacia una parte específica del bosque.

JiSung lo miró por un momento pareciendo no captar la indirecta, pero cuando lo hizo, MinHo vio sus mejillas ensancharse. —Me iré a lavar los dientes, entonces.

MinHo, correspondiendo su sonrisa, se aproximó hacia su propio bolso para sacar su regalo.

Quince minutos después, JiSung se encontraba fuera del baño de los hombres con una pequeña botella en mano y sentado en el suelo lavándose los dientes, bebiendo un poco de agua y escupiendo al instante para seguir con ello.

Se levantó para caminar hacia el árbol más cercano para poder enjuagarse con mayor profundidad, usando su cepillo de forma lateral para poder limpiar su lengua. Sin embargo, un cuerpo colisionó a su lado, asustándolo al instante.

—Mierda- Yuna, no me hagas esto —expresó, un poco exasperado por lo repentino—. En especial en un bosque.

—Que gruñón —murmuró ella, aunque no se veía apenada—. Has estado muy gruñón estos últimos días, ¿No?, ¿Qué sucede?

Ella hablaba de forma jocosa, y lo abrazaba por la cintura con cariño.

—Nada —contestó JiSung, palmeándole los hombros. Iba tarde—. Ahora tengo sueño- ¿No tienes sueño?, hemos caminado todo el día…

—Sí, pero solamente quería decirte una cosa.

Y, antes de que JiSung pudiera meditarlo, ella ya lo estaba besando.

Uno…, dos…, tres…, cuatro…, cinco…

JiSung la abrazó fuertemente antes de apartarse, esbozando una modesta sonrisa. —¿Qué sucede?

—Feliz cumpleaños.

Ah…

A veces le gustaría olvidar que Yuna era su novia.

Con un gran peso en su corazón, volvió a abrazar a la chica por los hombros, esta vez con mucha más fuerza e intención que antes, y le dio un beso en la frente.

—Gracias, Yuna —dijo—. Tengo que volver.

No sonó tan seco como esperaba, lo cual hizo a la chica sonreír; darle un corto beso en los labios y asentir. —Buenas noches. Te amo.

—Lo sé —sonrió JiSung, antes de retirarse.

La opción de caminar por todo el campamento lo debilitaba en ese momento (sin saber por qué, tal vez no quería enfrentarse a las personas directamente), por lo que, con la linterna de su celular, se adentró durante el bosque para seguir el límite del campamento hasta llegar a su tienda de campaña, sorprendiéndose de ver a lo lejos cómo esta se encontraba abierta y vacía.

De repente, una luz comenzó a molestarlo en el ojo.

Al girarse, notó la linterna de un celular iluminar un par de metros más a fondo del bosque, y habría vacilado si fuera para él si no fuese por la forma juguetona de moverse e iluminar, encendiendo y apagándose, y moviéndose por todas partes como si tuviera vida propia.

Evitando tropezar, se encaminó lo más rápido posible hacia él.

—Creí que me dejarías plantado —sentado en el suelo, MinHo apagó su celular; JiSung lo imitó cuando se sentó frente a él—. O que te había atacado un animal.

—Lo lamento- Yuna me atrapó antes de venir —JiSung realmente se sentía mal por eso.

—¿En serio?, chispas y centellas —sarcásticamente, MinHo revisó la hora en su celular—. Fue la primera, ¿No es así?

JiSung puso sus ojos en blanco.

—Bueno- como sea.

Hincando un poco más sus rodillas, MinHo se acercó a JiSung y, con el otro también estirando su cuello, se besaron.

—Feliz cumpleaños —susurró MinHo sobre su boca, antes de poner ambas manos sobre la cabeza de JiSung.

Algo tibio lo abrazó al instante.

—¿Bromeas? —rápidamente, JiSung se apartó y se sacó lo que MinHo le había puesto: un gorro de lana de color negro. JiSung nunca se había sentido tan…— ¿En qué momento lo hiciste?, me encanta.

—Tengo mis trucos —dijo, antes de tomarlo del cuello para poder besarlo.

Para acomodarse mejor, JiSung se ubicó sobre las piernas de MinHo y, abrazando con sus brazos su cabeza, se dejó derretir por el beso, a la par que el otro chico lo abrazaba con fuerza por la cintura.

—¿No tenemos que volver? —preguntó JiSung, separándose levemente mientras MinHo le mordía el labio.

—Le pedí a YiSu que los entretuviera por un momento —contestó el otro con cercanía, mientras JiSung volvía a colocarse el gorro—. Fueron a su carpa con MinYu o algo así- no me importa.

JiSung no sabía si podía sonreír más fuerte, terminando embriagándose por un profundo meso húmedo junto a torpes toqueteos que lo hacía sentir mucho más joven de lo que era, aún cuando había cumplido dieciocho.

No era de esperarse que de a poco la adrenalina de ese momento comenzara a drenarse, dejando descansar su cabeza sobre la cabeza de MinHo intentando mantenerse despierto, y con el otro aún aferrándose a su cintura mientras dejaba perezosos besos en el cuello de JiSung, usando su mano para bajar un poco el collar de la ropa para profundizar más.

—Tengo sueño —susurró MinHo contra el cuello de JiSung—. Creo que moriré.

—Yo igual —susurró el otro, esforzándose por mantener sus ojos abiertos.

—El novio de Lia terminó con ella porque no la quería más —contó MinHo—. Fue triste. Lloró en mi hombro todo el camino a acá y moqueó mi playera.

—Por eso tu hombro estaba tan blanco —masajeó suavemente el hombro de MinHo, aunque la playera se encontrara bajo treinta capas de ropa.

—Y me pregunté…, ¿Somos despreciables por lo que estamos haciendo?

Eso llamó a JiSung la atención, moviendo su cabeza para mirarlo a la cara. —¿A qué te refieres?

—No sé muy bien como son las olas hoy en día, pero a mí me gusta la monogamia —explicó MinHo—. Términos enseñados por YeonJun —aclaró enseguida al ver el rostro de cuestionamiento del otro—. Y- no sé, tener a mi… persona dentro de eso, y saber que está con otra o ya no me quiere…, pienso en Yuna y me siento pésimo.

Ah…, JiSung recordó la conversación que había tenido con ella y San horas atrás, pareciendo tan lejanas, tan pequeños en su memoria…

—Yo igual —JiSung coincidió, sintiendo un nudo en su garganta formarse—. No me malinterpretes, pero ella…, realmente es especial para mí. Siento que estando contigo la he podido ver más como una amiga y- bueno, me siento del asco con pensar que ella está enamorada de una… —e hizo un movimiento con sus manos—. Ilusión.

—¿Deberíamos contarle? —preguntó MinHo—. Si YiSu pudo mantenerlo en secreto, yo creo que Yuna también…

—No lo sé… —JiSung sintió terror ante ese pensamiento—. Tal vez- no sé, por respeto a ella …

Cayó de la pierna de MinHo hacia el centro, y con un consuelo de sí mismo se acercó para besarlo una vez más.

—Por respeto a ella, podríamos hacerlo —repitió JiSung—. Aunque hoy hablamos sobre lo que pasó en la fiesta de graduación- y le dijo a San que quien besaste fue a YiSu y no a ella.

—Que arpía. Me arrepiento de mi decisión.

JiSung rio, aunque MinHo lo interrumpió con un beso. —¿Crees que es hora de volver?

—Déjalos que nos extrañen —dijo JiSung—. Ellos te tienen todo el día. Yo te tengo a veces.

—Que galán —burló.

—En serio te odio.

Mentira. JiSung amaba a MinHo.

Y lo amaba lo suficiente como para dejar que la mano de MinHo subiera de su regazo para esconderse bajo las cuatro capas de ropa que JiSung llevaba en ese instante, para de esa forma producirle cosquillas ante el cariño de sus dedos helados.

—Estás frío… —se quejó JiSung.

—Lástima —murmuró MinHo, subiendo su mano hacia las costillas del otro para poder tantearlas.

A veces era difícil para JiSung permitir eso. Sentir la vergüenza de que lo viera sin ropa era una cosa que lo volvía desenfrenadamente frenético, y dejar que lo tocara bajo ella sin ver lo intimidaba de sobremanera, pensando un montón de opiniones sobre la mente de MinHo que solamente le producía un falso daño.

—¿Te puedo preguntar algo? —susurró MinHo.

—Dime.

—¿Hablaremos sobre lo que pasó en casa de MinGi?

—¿Qué pasó en casa de MinGi?

—Ya sabes… —JiSung sonrió ante sentir la vergüenza en la entonación de MinHo—. Verdad o reto…

Ah…, ese momento que JiSung no sabía si era verdad o fantasía.

—No es justo que la única vez que te pude ver sin playera yo estaba drogado y borracho hasta las nubes —continuó MinHo—. Pero- uh, fue incomodísimo.

—¿Fue en verdad o reto? —preguntó JiSung—. No me acuerdo- ¿Cuánta gente estuvo ahí?

—Varias.

—Yuna nunca me lo mencionó…, mencionó que vomitaste, eso sí.

—Sí, también lo hice…

—Y me has visto sin algo antes- es más, incluso creo que me has visto desnudo.

—Sabes que no es lo mismo… —dijo.

JiSung elevó la cabeza del hombro de MinHo para verlo. —Creí que no querías acostarte conmigo todavía.

—No sé qué opinas tú, pero yo no creo que sea necesario —comentó MinHo, desviando la mirada de JiSung pero aún acariciando el cuerpo del otro chico—. Pero quiero verte- perdón, sueno como un ertido, pero- no sé cómo explicarlo, es como si…, no sé, quisiera verte, tocarte y- y hacerte sentir cómodo.

—Cómodo… —repitió JiSung, tocante—. ¿Por qué no quieres acostarte conmigo?

—No sé- no sé si hay algún tipo de explicación o si es normal- ¿Es normal?, digo, ¿Qué es la atracción ual?

Entonces, los ojos de JiSung se iluminaron, llamando la atención de MinHo.

—¿Qué?

—Eres aual.

MinHo, procesando las palabras de JiSung, negó. —No soy un caracol.

—Eres aual —repitió, pareciendo encontrar todas las respuestas en ese concepto—. Eso o yo realmente no te atraigo-

—No digas eso-

—No tiene nada de malo que yo no te atraiga ualmente —apresuró en decir JiSung, aunque fuera un poco mentira—. Pero si no soy yo- entonces eres aual.

—Vamos- eso no tiene sentido —insistió MinHo, bajando sus piernas y sacando la mano de la piel de JiSung—. Tú no quieres acostarte conmigo porque tienes veinticinco kilos de estrés en tu espalda- tú tienes justificativo. Yo no, JiSung, yo estoy viviendo mi vida relajadamente, sin preocupaciones o problemas y- en verdad me gustas. Y mucho. No entiendo por qué no…

JiSung podía sentir eso como un golpe para ambos; orgullo para él, e incomprensión para MinHo.

Podía estar en lo correcto como no, y si MinHo había sido sincero anteriormente, entonces esa era la única explicación que podía encontrar.

—Está bien… —siguió JiSung, subiendo su mano para acariciar el pelo negro del otro—. No te puedo obligar a eso…

—No- ¿Ves?, las personas consideran el o como la cúlmine de una relación o- o del amor —expresó, exasperado—. No todo gira en torno al o, ¿Sabes?, hay… está esa basura de sentimientos y de- no sé, JiSung, ¿Aprecio?, yo quiero tocarte no para zacear una frustración de no querer acostarme contigo, yo quiero tocarte porque siento que es una de las formas en las que puedo…, uh…

JiSung, un poco impactado por la explosión de MinHo, lo miró detenidamente. —¿En las que puedes…? —alentó.

—En las que puedo expresar cómo me siento… —completó. JiSung lo vio ahogarse en la vergüenza—. Tener mi mano en tu corazón me hace ver qué tanto sientes por mí y- y cómo yo soy feliz correspondiendo…

Te tienes mucha estima, quiso JiSung bromear en voz alta; sin embargo, las palabras de MinHo no hacían más que mover su corazón, sentir un montón de burbujas de felicidad reventar en su estómago a la vez que una ola hogareña de tranquilidad lo golpeaba con suavidad.

Pero MinHo terminó por romperse a sí mismo, entrando en su personaje para hacer una falsa arcada. —Qué asco- ¿Por qué me permites decir esas cosas?

—Tú solito las dices —contestó JiSung, siguiéndole la corriente.

—Es como si el alma del señor Choi me poseyera.

—¿Quién demonios es el señor Choi?

—El dramaturgo del pueblo, ¿Nunca lo conociste?

—Yo no salía mucho de pequeño…

—Lo olvidé… —MinHo dobló una de sus rodillas y JiSung apoyó su espalda en ella—. Te falta calle, tonto.

JiSung sarcásticamente puso sus ojos en blanco, pero sonrió de todas formas. —Idiota.

Al regresar al campamento, MinHo y JiSung se sumieron en una seria y controversial discusión de si dormir con pijama o con la ropa que llevaba puesta, donde la bancada de MinHo apoyaba por la ropa de ese día mientras que la bancada de JiSung era de colocarse el pijama. El resto del grupo los encontró dentro de la carpa cuando JiSung intentó cometer homicidio.

Sin embargo, en el interior, fue tacleado por HyunJin, seguido por Felix, ChangBin, SeungMin y Chan.

Pobre JiSung.

—Feliz vuelta al sol~ —canturreó HyunJin, llenando la cabeza de JiSung con besos.

—JiSung no respira —apuntó MinHo.

Una vez que todos se bajaron, JiSung jadeó.

—No tenemos permitido cantarte feliz cumpleaños hasta la noche, así que vive con ello —dijo SeungMin.

—Puedo hacerlo.

El frío era grande que dos castañeaban los dientes. El entrenador Connor hablaba tan fuerte que su vaho era poderoso, y, con los maestros rondando alrededor de las carpas, apagaron las luces para dar finalizado ese día.

MinHo pudo notar como, al otro lado de la carpa, JiSung dormía con el gorro.

Esa simple acción lo hacía sentir amado.

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Comments

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Missanion
#1
Chapter 11: Estos chicos me estresan.
Missanion
#2
Chapter 10: Bueno. Primero, Lo positivo es que Mingi y San si quieren a Jisung peeeero,en lugar de enojarse también con Yuna sólo lo hacen con Minho? ?o sea...es la chica la que se le esta insinuando todo el tiempo pero es la culpa de Minho quien la rechaza absolutamente todo el tiempo? ?
Segundo, la verdad es que Jisung es bastante egoísta y particular. Sólo piensa en él mismo y no valora o no le interesa el cariño que recibe. No se preocupa por mantener sus amistades, creo que los cambiaría a todos por un 10 en sus exámenes. Así de egoísta me parece.
Missanion
#3
Chapter 9: La mamá de Jisung tiene problemas mentales.
Minho me dio mucha ternura en éste capítulo!!! Jisung no estaba ni cerca de tener una erección en absoluto. En eso estaban iguales los dos,se concentraban más en sus acciones que en el momento y no lo disfrutaban. Minho por ser su primera fez y por los nervios y Jisung creo que el realidad nunca disfruta nada relacionado con su noviazgo,; se engaña así mismo.
También me di cuenta que Yuna si se preocupa a su manera por Jisung, pero sigo pensando que no lo quiere del todo y que esta con el para experimentar.
Missanion
#4
Chapter 8: Bueno,al parecer los chicos si quieren a Jisung. Pensé que no les importaba pero Mingi, San y Yeosan parecen celosos de sus constantes interacciones con el grupo de Minho ;eso o simplemente no toleran al grupo de Minho y por ende no toleran ser rechazados por ellos.
Creo que Chan le dijo a Minho algo de lo que Changbin y creo hasta Félix ya se dieron cuenta. Pero claramente para él no es fácil de aceptar. Creo que ellos 3 no van a tener mayor problema si el llega a aceptarlo o comentar algo de eso a los chicos. Por Seungmin no sé, Jeongin y Hyunjin tampoco creo que lo juzguen.
Missanion
#5
Chapter 7: Awwwww, escuchan música del mismo auricular. ❤
Al verdad pensé que Jisung le iba a decir que se quede a dormir porque ya era muy tarde o que Minho se aauto- invitaría a dormir para pasar más tiempo con él. Pero no,se volvió solito a la madrugada, aunque seguramente su casa no quedaba para nada lejos ,si en 10 minutos y a paso tranquilo llegó a la casa de Jisung.
Missanion
#6
Chapter 6: Sii! Al fin estuvieron libres de las otras pestes. Por lo que dijo Hyunjin, ya me cae mal Yeji. Es la típica adolescente mimada, egoísta y que quiere ser rebelde y no hace más que estupideces.
Amo las conversaciones de Chan y Changbin, no entiendo mucho de lo que hablan pero las amo Jaja.
Missanion
#7
Chapter 5: Todo el grupo de Minho es genial. Son chicos muy buenos.
No me esperaba esa charla de "eres gay? No soy gay"en absoluto jajaja sobre todo el diálogo de Minho 😂 yo sé que él es el dueño de ese pene mágico que hará a Jisung cambiar de opinion jajajaja
Missanion
#8
Chapter 4: En realidad pienso que Minho debería aceptar ir al curso avanzado. Tiene una mentalidad muy básica y cerrada. Hacer eso le puede abrir otras puertas y tener más oportunidades académicas y laborales en el futuro pero bueno,es un adolescente de pueblo y su madre no le exige absolutamente nada,su padre obviamente no sabe de esto. Me gustaría que acepte,si ya se aburre y frustra en demasía con los contenidos que da ahora porque le resultan fáciles en exceso,imagínense a futuro.
Jisung en este capítulo en verdad da pena y hasta ganas de enojarse. Sabe que no puede fumar por el asma severo que tiene y aún así va como perrito detrás de sus "amigos" a quienes parece no importarle en absoluto su salud ni bienestar. Fumar marihuana en la escuela,en serio??? Qué tienen en la cabeza?? Claramente aire. Su novia me cae cada vez peor. Los chicos parecen ser sólo cabezas huecos y bravucones en potencia. Hasta el momento no han dañado físicamente a los chicos (si,les lanzan latas y creo que hasta piedras pero no fueron a los golpes mano a mano o una golpiza en grupo a uno solo)pero sí los acosan cuando tienen oportunidad y eso esta muy mal. Peeeeero a Jisung, teniendo conocimiento de esto,parece no importarle, así que es él quien tiene que cambiar de actitud y ponerle un alto a sus amigos,si no ,no tiene sentido.
Missanion
#9
Chapter 3: Owww, me.encantó su interacción con Felix. Jisung en verdad necesita nuevos amigos,los que tiene ahora no califican para ese título. Creo que se llevaría mucho mejor con los amigos de Minho.
Missanion
#10
Chapter 2: Primero, de dónde sacan que Minho anda hormonal con Yuna? ? De verdad hay cosas que no entiendo. Si se sabe que el anda solo o con sus amigos,nunca intentó interactuar con Yuna...entonces,por qué arrojarle agua y decirle que "le baje a sus hormonas" con Yuna? Juro que la voy a odiar si ella anda esparciendo falsos rumores de que el gusta de ella o le tiene ganas. Es ella la que lo busca y no puede evitar darle el 100% de su atención cada vez que lo ve.
Segundo, Changbin le hizo una buena pregunta a Minho. Por Qué le interesa y afecta tanto lo que Jisung piense o sienta por él? Es para que se ponga a meditar y encontrar una respuesta Jaja. Anquee con eso de que la sonrisa de Han le parece bonita y quiere verla más seguido ya tengo mi respuesta jaja