De una ola a un océano, sin real temor a ello pt.1

Canción:

Best of me; BTS

tw

—Le informé a la profesora Ji que estarías acá —informó HanSoo, regresando a su oficina mientras las campanas que anunciaban el tercer periodo dejaban de sonar—. ¿Quieres comer algo?, tengo galletas y té.

—Uh- té, por favor.

Aunque el té no constaba más de un agua caliente con una rodaja de limón flotando.

—Entiendo que esto sea un poco invasivo para ti —aclaró la mujer, abriendo finalmente su laptop—. Por lo que empezaremos de a poco- te propongo dos actividades, puedes hablarme de tu vida de forma oral, o puedes hacerlo de forma escrita, ¿Cuál prefieres?

JiSung, un poco vacilante y nervioso, aun ocultando sus manos en sus mangas, asintió con cuidado. —Escrita…

—Perdón- había olvidado que te costaba hablar —se disculpó ella enseguida, antes de sacar una libreta nueva de su cajonera y entregándosela al chico—. Tómate tu tiempo- ¿Quieres escuchar algo de música?

Sin prestar mucha atención, JiSung asintió y ella colocó en su reproductor de su laptop algo de Rain y los primeros discos de Shinwa.

MinHo, por su parte, se sentía un poco confundido.

Ver a JiSung mirarlo con esos ojos de tristeza y desespero, mientras mordía ligeramente su labio y jugaba con sus dedos nerviosamente le hizo entender que algo específico había sucedido con él, y que lo mínimo que MinHo podía brindar en esa situación es el apoyo de la complicidad de ambos.

—Lee —le llamó la atención uno de los maestros que caminaban por el pasillo, viendo al chico sentado junto a la puerta de la oficina de la señorita Min—. A clases.

Reacio, caminó hacia su propia aula llegando tarde, recibiendo una reprimenda de su maestro antes de ceder la entrada; MinHo ni siquiera sabía qué era lo que estaban pasando en clases en ese momento, pero creyó que una buena forma de hacer pasar la hora rápido sería haciendo los ejercicios de matemáticas pedidos.

En menos de veinte minutos ya los había hecho, así que decidió encender su mp3 y se recostó sobre la mesa, ansioso.

Para cuando sonó la campana del almuerzo, MinHo se levantó enseguida (intentando no llamar la atención) y se encaminó con un falso desinterés hacia la oficina de HanSoo, rondándola como un cachorro esperando a que JiSung saliera.

—¿Qué haces acá? —preguntaron JeongIn y Lily a la vez.

MinHo, sorprendido, miró al dúo antes de apuntar indiscriminadamente a ambos. —¿Qué hacen ustedes acá?

Ambos apuntaron hacia la puerta del aula más cercana a ellos. Claro, tienen clases.

—Uh- —con torpeza, MinHo apuntó a la oficina—. HanSoo.

—Lo notamos —comentaron.

De repente, MinHo creyó que el plan de JeongIn le había salido el tiro por la culata porque Lily no parecía ofendida u enojada porque el otro le haya robado el conejo, por lo que se contentó de que JeongIn bajara sus barreras.

—Pues… —MinHo, incómodo, estiró su mano hacia un lado—. Sigan con su camino.

—Quiero ver a JiSung —dijo JeongIn de forma monótona—. Sé que está acá. No está en el salón avanzado y la profesora Ji dijo que estaba acá.

Vieja chismosa.

—Hannie volvió a tener el pechito malo —informó MinHo con solemnidad—. Así que es mejor que no lo satures de información- lo que significa que tampoco podrá enseñarte.

—No quiero que me enseñe. Quiero hablarle —defendió, antes de resignarse—. Bueno- ¿Puedes decirle que me busque en la cafetería?

—Allá estaremos —asintió el chico, dándole una palmada en el hombro al menor causando que se molestara.

Sin embargo, cuando vio a sus dos amigos darle la espalda para encaminarse hacia la cafetería, MinHo vio en la espalda de Lily un posts-it que decía “estúpida”.

Me lo esperaba.

Momentos después, la puerta de la oficina se abrió, mostrando a JiSung con una carpeta en sus manos mirando atentamente a HanSoo, no fue hasta que se dio cuenta de la presencia de MinHo junto a él que pudo notar a JiSung sonrojarse.

—Oh, estás acá —observó la mujer sin sorpresa a MinHo, antes de girarse a JiSung—. Bien- Han, piensa en lo que te dije y así hablamos con la señorita Ji y el entrenador, ¿Te parece?

JiSung, sosteniendo con un poco más de fuerza la carpeta, asintió.

MinHo no sabía si, o era porque JiSung era transparente, o porque lo conocía bien, o porque ya lo había visto en ese estado antes, él aseguraba que JiSung no se encontraba en sus mejores días.

—¿Vamos a la cafetería? —ofreció MinHo, intentando no mostrarse afectado por el aspecto de JiSung.

El castaño lo miró, relamió sus labios, y negó. —Quiero hablar contigo sobre algo…

Ah, vale, puede que MinHo sabía lo que se venía.

—¿Quieres ir a la galería? —ofreció—, seguro hay descuento para estudiantes.

La idea pareció agradar a JiSung- tal vez para alejarse de la bruma de la escuela, por lo que ambos salieron de la escuela en dirección a la galería comercial, rellenando el aire entre ambos de conversaciones unilaterales brindadas por MinHo intentando poner cómodo a JiSung, quien sonreía o fruncía los labios para evitar reír. Una vez que, tras acomodarse y pagar por su parte ramyeon, MinHo sazonó sus fideos y esperó pacientemente a JiSung para que hablara.

—Terminé con Yuna —comenzó a contar él en voz baja y con lentitud, tanto para que nadie los escuchara como para poder hacerle sencillo hablar—. Y a mi mamá no le gustó la idea.

—Querubín, no estoy seguro de que estés así solo por eso —interrumpió MinHo, intentando no sonar tan borde o directo—. Y te lo dice alguien que tienen que decirle las cosas a la cara- pero tu aspecto es para la mierda.

—Ah… —JiSung alzó sus cejas sarcásticamente mientras asentía—. ¿Me veo tan mal?

—Para el asco —dijo franco—. Tuviste una semana difícil, ¿No?

MinHo vio a JiSung ocultar sus manos en las mangas de su camiseta. —Un poco…, tuve- uh…, tuve un ataque de asma.

—Lo sé…

—Y- uh, me descompuse porque estuve peleando con mi mamá y-… también tuve que… —de repente, JiSung se quedó callado. MinHo vio como el chico pestañeaba seguido mientras lucía como si fuera a vomitar—, tuve que-

—No tienes que decirme —se precipitó MinHo, pero JiSung alzó la mano.

—No- no es la gran… cosa, en serio —afirmó, antes de suspirar de nuevo—. Insuficiencia de hierro- anemia, de nuevo, y pareció que fue un… fue un poco gra...ve- estuve con suero y- realmente no sé…, no sé por qué me da- vergüenza.

MinHo no esperaba que JiSung iba a llorar en ese instante, pero si se veía bastante trastocado y vulnerable por la forma en la que se expresaba y mostraba pena en sus ojos. Asumió que, regresar a ese tratamiento que JiSung nunca le había comentado explícitamente pero si mencionado sobre su anemia en la infancia lo hacía sentir un poco mal.

—Está bien… —se apresuró enseguida MinHo, sintiéndose tonto porque no sabía si esas palabras funcionarían como consuelo. Quería tomarle de la mano para demostrar un poco de apoyo, pero creyó que en un lugar así no sería buen visto, por lo que estiró su mano para tocar y acariciar su hombro—. No puedes seleccionar cuándo enfermarte.

—Pero no quería hablar- hablar… de eso —JiSung se detuvo, intentando apartar la mano de MinHo—. Quiero ser honesto- yo…, yo intenté terminar con Yuna pero- pero mi…, mi cabeza pensó que sería mejor…, pero no lo fue —se explicó, y MinHo se sintió repentinamente nervioso y culpable—. Mi mamá se…, se enteró y se molestó- sabes que…, que ella está- ¿Cómo decirlo sin ofender- ofender a alguien?

—Deschavetada.

JiSung lo miró, y asintió. —Sí y- se enojó y peleamos y- bueno, me descompuse y- esto —apuntó a MinHo y él—. Esto no puede seguir.

Eso cayó como golpe de acero en el estómago de MinHo.

¿Por qué, si la mamá de JiSung se molestaba o no porque JiSung terminaba con su novia, significaba que eso perjudicaba su relación con él?

—¿Eh? —logró formular, perdido—. ¿Qué?, ¿Por…?

—No sería justo —dijo enseguida JiSung, relamiendo sus labios de nuevo—. Estoy… cansado. No quiero pelear con alguien más. No necesito que tú… te sientas pasado a llevar por mis decisiones…, MinHo, quiero volver a como éramos antes...

 ¿En serio?, ¿Después de todo?

MinHo no podía evitar sentirme mal por lo afectado que se encontraba  a causa de las palabras de JiSung, pero no podía entender qué era lo que conllevaba lo uno a lo otro.

Bien- sensibilidad, se dijo. JiSung está un poco disperso, así que puede que no piense racionalmente- o, al contrario, está siendo más racional que nunca porque no puede dejar que las cosas le afecten.

Vamos, ¿Qué habían dicho SeungMin y YiSu en su rara intervención?, ¿Puedo aplicar la comunicación acá?

—Está bien… —sin entender mucho, MinHo asintió—. Yo- bueno, solo te pido un poco de…, uh, ¿Elaboración?, es repentino y yo- no sé si lo sabes, pero me traes loco.

Y esa simple frase, con esa simple inocencia, hizo que la pena de los ojos de JiSung se fueran por un momento para mostrar el destello clásico de su animosidad. —Eres ridículo.

MinHo correspondió su sonrisa.

—La verdad es que…, es una decisión moral y realmente pasa de ti —explico JiSung, pareciendo más calmado—. Yo…, yo no puedo terminar con Yuna, ¿Sabes?, de hecho…, de hecho, ahora tengo que ir y pedirle- pedirle que vuelva conmigo.

—Okey… —MinHo no sabía que JiSung había roto con ella.

—No quiero que…, que te sientas mal, aplazado o- celoso por algo como eso, ¿Entiendes?, y no quiero… perder la amistad que tenemos por…, por algo como eso —dijo, suspirando entre medio mientras sostenía su mirada en MinHo—. Fueron unas buenas semanas, ¿Sabes?, pero no…, no puedo pedirte algo como eso.

—¿Algo como eso? —MinHo se sorprendió, pareciendo entender a lo que JiSung se refería—. Quieres decir…, ¿Estar conmigo y con Yuna a la vez?

JiSung, presionando sus labios, asintió.

—Bueno- eso me haría el amante —razonó el chico, omitiendo por completo la inseguridad de JiSung—. Sería dramático, ¿Sabes?, como en los doramas- ¿yo tendría el rol de la secretaria?

—MinHo…

—Solo bromeo… —se defendió—. Pero- bueno, mi duda sigue en el aire, ¿Por qué no puedes terminar tu relación con Yuna?

Y, como tan rápido apareció en sus ojos, el destello que hacía reconocer a JiSung desapareció con lentitud antes de mostrar los ojos de él aguarse.

—JiSung —MinHo, una vez más, se refirió con cuidado a él—. Por favor, dime la verdad, ¿Quieres seguir con ella porque te gusta?, ¿Estás enamorada de ella?

JiSung, negando con lentitud, tomó aire antes de hablar.

La sangre de MinHo se heló en ese instante.

—Le tengo miedo a mi mamá.

Por primera vez, el peso de las palabras traía consigo una carga histórica en la vida de JiSung que le hizo a MinHo caer en cuenta en lo que era la cabeza del chico.

JiSung nunca fue cerrado. Nunca fue difícil de entender. Solamente tenías que encajar las piezas de su personalidad para saber que el chico simplemente tenía miedo.

—¿Sabes? —MinHo rompió el silencio, intentando no sonar trastocado—. Cuando tuve todo este- bueno, ¿Descubrimiento?, ya sabes- en donde sabía que no era normal como el resto —JiSung asintió al entender a lo que se refería—, sabía que no podría estar con un chico- contigo de forma explícita, no sé si me entiendes.

—Sí- era algo obvio —concordó JiSung.

—Por eso, no tengo problemas que sea…, bueno, solo de nosotros dos esto—aclaró, golpeando con sus dedos la superficie de la mesa. Su ramyeon ya había helado—. No sé qué opinas tú, pero- creo que estas últimas dos semanas llevábamos las cosas bien, podrías…, simplemente, ¿No mencionárselo a Yuna?, ¿Qué opinas?

JiSung soltó una ligera risa mientras asentía. —Opino lo mismo…

—Yo…, no quiero que tengas problemas con tu mamá por mi culpa —dijo-. Porque- bueno, fue mi culpa que hayas terminado en el hospital y todas esas mierdas-

—No fue así, yo decidí que…

—Porque estabas pensando en mí —insistió—. Bueno, en nosotros en realidad- ah~, suena tan raro decirlo.

—MinHo…

—Mi punto -dios, eres tan impaciente- pero mi punto es que- ante todo somos amigos, JiSung, y necesito que me digas desde tu sinceridad si quieres que esto acabe- y, sé que es mucho el esfuerzo que te pediré en que no pienses en el resto, pero te juro, te prometo que te compensaré de todas las formas posibles, y estaré a tu lado para todo lo que me necesites- escúchame, y todo esto será independiente de lo que decidas- porque somos amigos.

MinHo había tenido que dar su discurso en voz baja, porque había algunos estudiantes que rondaban por todas partes lo que lo hizo sentir realmente nervioso, pero tener en sus ojos el rostro de JiSung escuchándolo atentamente le hizo tomar la valentía de ambos para poder poner las cosas en la mesa.

—Y, perdóname —agregó enseguida él—, pero tú no sabes cuán loco me volviste desde que te conocí- lo digo solo para que tomes en consideración tu decisión.

Su corazón latía con la misma intensidad a que esa tarde en el club, donde escuchó a JiSung implicar que le gustaba de una forma que quedó grabado en su mente, aliviándolo de todos los males.

MinHo quería aliviar también a JiSung.

—MinHo —JiSung susurró, cómplice—, no quiero hacerte sentir mal-

—Entonces tienes que sincerarte conmigo —insistió—. No te pido que me digas todos tus secretos- claro, pero sí que…, cuando te pregunte algo o quieras decirme algo que realmente te afecta algo- alguna cosa que hice o algo que no hice, me lo digas; y lo mismo para ti, que…, que puedas escucharme cuando lo pida, y también entenderme.

JiSung, de forma tímida, acarició su propia punta de nariz con su pulgar, intentando disuadir el sonrojo que se estaba poniendo en sus mejillas de forma intensa.

—Si te sientes mal- pasado a llevar…, u ofendido, me lo tienes que decir —advirtió JiSung, volviendo a componer en su seriedad—. No quiero…, que te sientas triste, ¿Okey?, quiero…, yo quiero hacerte sentir como… de la forma que tú me haces sentir.

MinHo, sintiendo sus orejas enrojecer, miró al chico. —¿Cómo te hago sentir?

—¿Quieres saberlo en palabras o actos?

Oh, chico…, sonrió MinHo. Estoy acabado.

JiSung, desde su perspectiva, se sentía más aliviado que en esa mañana.

Partes de sus pensamientos que rondaban alrededor de la culpa por MinHo habían desaparecido a causa de la acción de JiSung- aunque, sin renegar su verdadera naturaleza, se sentía culpable por tener que involucrarlo en ese tipo de cosas cuando MinHo era un sustento tan puro y sin algún tipo de calamidad que lo haga poder podrirse como lo estaba JiSung.

Pero JiSung era inteligente- en serio inteligente, él podía sobreponerse de su maldad, de su culpa, de aquella voz que lo coartaba su felicidad. El libro La Lingüística y la Moral siempre repetía el cómo al tener percepciones más amplias hacían que las personas creyeran en más cosas y tuvieran más caminos para elegir.

JiSung tenía que poner en orden su vida- no podía dejarse consumir cuando estaba a tiempo de poder remediarse.

Estoy a tiempo.

Si MinHo le decía que podía estar con él mientras estaba con Yuna, entonces lo haría. Si JiSung sentía que podía con ambos, entonces lo haría.

Tenía diecisiete años- en un par de meses cumpliría dieciocho.

“—No voy a invalidar todo el estrés que tienes —había mencionado HanSoo en la sesión esporádica que tuvo hace cuarenta minutos atrás—. Solo te recomiendo que, aunque muchas veces se olvide, no pierdas el foco de que eres joven.

—No me sirve…

—Claro que lo hará —y sonrió ella con paciencia—. Puedes sentirte de la forma que quieras, Han, pero- independiente de como te sientas, no quiero que te llenes de culpa por ello.”

Y si su madre no le permitía poder ser libre, entonces JiSung jugaría con sus propias reglas el juego de su madre.

Con MinHo caminaron a una distancia prudente de regreso a la escuela, luego de haberse animado a comer aunque sea un poco del plato. Ambos conversaban sobre cualquier tipo de tema- o, bueno, MinHo lo hacía mientras JiSung asentía o comentaba con frases cortas; su pecho seguía sintiéndose pesado, pero él podía asegurar que era solo por su salud y no por sus sentimientos.

Enfrentó con un poco más de ánimo su siguiente clase con la profesora Ji, quien sin ápices de piedad comenzó a elaborar todas las actividades atrasadas que había tenido; trabajó con el trío designado de la maestra Ji (quien trabajaba con una chica llamada ChaeWon, quien no era ni más ni menos que esa chica con apodo de dulce que conocía a los chicos; y un muchacho de cabello colorido llamado SunWoo) y continuó con el gran debate que, para él, consideraba una pérdida de tiempo.

Cuando terminó la jornada escolar y, con pereza, guardó sus cosas en su mochila, fue tacleado sin tacto por HyunJin quien comenzó a besar su cabeza enseguida mientras que JeongIn terminaba de guardar las cosas de JiSung y se cruzaba la mochila por su pecho.

—Es tan bueno saber que sigues vivo —expresó HyunJin mientras abrazaba la cabeza de JiSung y le besaba la frente—. Creímos que morirías- ¿Qué seríamos de nosotros sin el único futuro en el grupo?, alguien debe tener una casa en Seúl para que podamos ir.

—¿Me quieren solo por la casa? —burló JiSung.

—Y por las asignaciones y reforzamientos académicos —contestó JeongIn—. También porque haces sentir cómodo a Felix y eres mi mejor amigo.

—Todo el mundo es tu mejor amigo, saca otro argumento —denunció HyunJin.

—Nunca dije que tú lo fueras —acusó JeongIn con neutralidad, haciendo que JiSung tuviera que consolar a un gigantesco chico llorón.

Dejándose llevar por los dos chicos, se encaminó hacia la vieja ala de la escuela hasta llegar al club, siendo recibido por diversas preguntas sobre dónde demonios había estado en el día; su visita al hospital; su estado de salud, y todo lo que se había perdido la semana pasada.

JiSung no debería de por qué sentirse feliz o cómodo con eso, pero lo hacía.

Para media hora después, las cosas retomaron la cotidianidad de todos los días. JiSung se recostó en la montaña de colchonetas observando en silencio a JeongIn dibujar a un zorro del desierto con el estilo de ChangBin a carboncillo; la banda tocaba bajo las indicaciones de Chan (y presuntamente de Lily también) y SeungMin llegó al tiempo para recostarse con él en las colchonetas.

—Bien- le envié un correo electrónico a la oficina general del distrito de Sinchon —comenzó a hablar Lily, mostrando su pequeña agenda (regalada por Felix) donde tenía toda la información anotada—, y luego del veintésimo tres me dijo que tenía que haber una bonificación de 55% de una noche de presentación- eso me dijo el señor a cargo de la oficina general del distri-

—¡¿Cincuenta y cinco porcientos?! —preguntó Chan con sorpresa, haciendo que todos se desconcentraran de lo suyo—. ¡¿Bromeas?!, ¿Y de cuánto es la paga total?

—Uh…  ₩265.566 —concluyó ella.

—Ah- fácil —MinHo comentó con sarcasmo, mirando a Chan—. ¿Cuánto tenemos ahorrado, Chan?

—Como un octavo de ello —dijo Chan.

—¿Por qué tan poco? —preguntó ChangBin.

—Porque alguien cree que el dinero de la banda es para cubrir los gastos de comida —murmuró.

—En mí defensa- tú comiste más que nosotros —acusó HyunJin.

—Podría hacer brownies y venderlos —dio la idea Felix.

Todos sintieron un esporádico flechazo en el corazón.

—Sirve la idea- pero tengo algo mejor —dijo Lily, esbozando una gran sonrisa—. ¡Conseguí que ustedes toquen en un cumpleaños en otro pueblo! ¡Es una buena idea!

La noticia pilló a todos desprevenidos- especialmente a HyunJin, quien dejó caer las baquetas al suelo de la sorpresa.

—¡¿Disculpa?!

—No puedes hacer ese tipo de arreglos sin nuestro consentimiento —Chan le dijo con calma, mientras MinHo se ganaba a su lado para poder brindarle apoyo.

—Sí- además, ¿Qué pasaría si nos haces tocar en- no sé, despedida de solteras? YongBokkie es menor de edad y no tengo intenciones de sacarme la ropa sin dinero de por medio.

—Es el primer cumpleaños del hijo de mi hermano en otro pueblo —explicó ella, atajando las ideas de los dos chicos y calmando las ansias de los otros—. Así que, por el Doljabi, se celebrará en el gimnasio de otro pueblo ya que es el primer año del hijo de mi hermano.

—No sabía que tenías sobrinos —comentó HyunJin.

—No tengo- soy adoptada.

Ah-

—¿Qué demonios tocas en el cumpleaños de un recién nacido? —cuestionó MinHo, sentándose en la montaña de colchonetas—. Tayotayo, tayotayo, gaegujaengi kkoma beoseu-

—Esa canción ni siquiera existe todavía, cállate —le pateó SeungMin por la espalda.

—Son ₩50.000, pueden hacerlo —alentó ella.

JiSung vio a MinHo entregarle una mirada a HyunJin, ChangBin y Felix antes de ver como ellos corroboraban en asentimientos, haciendo acto unánime para el grupo.

—Ni siquiera sé que se toca para una fiesta infantil —comentó MinHo al aire hacia JiSung, pateando la piedra que se cruzaba en su camino a casa—. ¿Qué le gusta a tu primito?

—¡Banana Cha Cha! —JiSung contestó con ánimo, jalándolo en el acto—. ¡De Pororo!

—Ah~, ¿Momoland no había hecho una canción así?

—Para el programa… —concordó—. ¿Y algo japonés?

—¿Quieres que me asesinen?, lo mejor que podría hacer en ese momento es migrar y…

Pero de repente, JiSung detuvo el paso; MinHo no entendió a primera instancia lo sucedido, hasta que vio la casa en la cual estaban parados y abrió ligeramente la boca en signo de comprensión. —Ah…

—Seh —JiSung hizo una mueca, intentando no mostrarse más incómodo o culpable—. Lo siento…

—No- está bien —renegó el otro enseguida, aunque eso no liberaba a JiSung del sentimiento—. No quiero que te estreses ni esas cosas, ya te lo dije- además, he lidiado con cosas peores, esto no será nada.

JiSung, intentando corresponder al humor de MinHo, sonrió socarronamente. —¿Ah, sí?, ¿Con quién?

MinHo abrió la boca para contestar, pero enseguida la cerró. —Vete a la casa de tu novia.

El castaño no pudo evitar reír ligeramente ante eso, y con un movimiento de manos se despidió de MinHo antes de encaminarse hacia la casa de Yuna.

Será pesado.

. . .

Cuando MinHo vio a JiSung y Yuna llegar al pasillo del llanto, no supo si reír o llorar.

Por una parte, era esperable- o aliviador, ya que Yuna parecía realmente querer a JiSung y la disputa pudo concluirse de una forma en las que ambas partes terminaban ganando; sin embargo, la buena suerte de JiSung no hacía que MinHo se eximiera de los celos y el malestar de todo.

Vio desde su casillero como Yuna se volvía a conversar con YeoSang y RyuJin mientras que JiSung se excusaba de ellos, manteniendo su sonrisa icono-clásica y bajar por el pasillo hasta llegar al casillero de MinHo.

—Felicidades, ¿Fue muy complicado? —saludó en broma MinHo, apuntando a Yuna con su cabeza.

JiSung hizo una mueca mientras ladeaba su cabeza. —No lo negaré, pero al menos volvimos.

Bien, hombre, es tu momento.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —dijo MinHo, bajando la voz mientras evitaba mirar a JiSung.

—Dime.

—Tú…, ¿Qué sientes por ella? —cuestionó, sintiendo sus orejas enrojecer poco a poco—. No es como si quisiera que fueras explícito- o que esté molesto o algo así- pero…, uh…, tengo un par de- par de preguntas y- no sé…

JiSung pareció esperar la pregunta, por lo que apoyó su espalda en los casilleros mientras asentía ante cada palabra que MinHo emitía con torpeza.

—No te voy a negar que me gustó —admitió JiSung.

Santa madre- creo que se me reventó un vaso sanguíneo.

—Pero creo que nunca exploré el sentimiento —continuó, tomando aire—, como…, como estabas tú metido en el medio- era peligroso caer directo por ella sabiendo que… que ella en ese tiempo no podía corresponderme de la misma forma.

—Ah…

Él podía agradecer que la bulla de los estudiantes mitigaba el sonido de la voz de JiSung, aunque eso no negaba que MinHo se sintiera parcialmente ofendido o asustado por temer que alguien los escuchara.

—Pero cuando…, uh… —de repente, JiSung pareció notar lo mismo que MinHo había notado.

Gente.

—En resumen- la aprecio —terminó apresuradamente JiSung—. Es mi primera novia- es inevitable…, pero desde hace meses -antes de que tú te estrellaras en mi dignidad- he querido terminar… terminar con ella.

—Entonces…

—No te preocupes —interrumpió JiSung, picando la costilla de MinHo antes de retirarse. No sin antes agregar—. Créeme que esto no es la opción fácil.

Opción fácil, pensó MinHo con simpatía, viendo a JiSung ingresar a su propio salón. Claro que no es la opción fácil, ¿A quién demonios escogería hacer esto?

Y, hablando de elección, más preguntas se llenaron en la cabeza de MinHo.

Para el segundo receso de ese martes, MinHo invadió el salón avanzado cuando notó pocos estudiantes en su interior.

—¿Por qué quisiste dar el primer paso? —susurró MinHo a JiSung, tomando una silla para sentarse frente a la mesa de JiSung.

JiSung lo miró un momento, pestañeó y se sacó sus tapones. —¿Eh?

—¿Por qué quisiste dar el primer paso? —repitió, bajando aún más la voz.

El otro miró su entorno detenidamente y, tras ver a Delicia conversar con una chica muy alejados de ellos, JiSung inclinó su cabeza ligeramente hacia adelante para que el otro lo escuchara.

—Tenía curiosidad por saber por qué habías hecho todo… todo ese lío —susurró—. Y- bueno…, una parte de mí tenía la esperanza de que- bueno- yo te gustaba…, así que…, me arriesgué.

Eso tiene sentido, pensó con gracia, sintiendo remordimiento por sí mismo por no haber dado el primer paso.

Para el ensayo del club después de clases, excusándose con comprar algo para beber, ambos caminaron por el vacío pasillo de la escuela bajo su propia burbuja.

—¿Cuándo empezó todo? —preguntó esta vez JiSung, curioso—. Dices que desde el inicio, pero yo… pero yo no te creo.

MinHo sintió sus orejas enrojecer de nuevo. —Bueno- la verdad es que no sabía en ese momento por qué había hecho todo eso, ¿Vale? —dijo con vergüenza—. Pero me empezaste a gustar- añ~, ¿Qué preguntas tan vergonzosas haces?

JiSung puso sus ojos blancos ante la burla infantil del otro, haciendo que MinHo golpeara juguetonamente su brazo y fuera correspondido enseguida. —Eres un idiota.

—Lo presumí por un tiempo, pero lo asumí en la actividad de la ONU —respondió el pelinegro.

—¿Qué eras un idiota?

—No- idiota, lo otro.

—Ah… —de repente, las mejillas de JiSung se encendieron a la par que desviaba su mirada—. ¿En serio?

Sin embargo, un pensamiento rápido se posó en la mente de MinHo, y se le fue imposible no sonreír como tonto ante eso. —Sí y- cuando miro hacia atrás…, me doy cuenta de que todo estuvo ahí, porque era obvio.

MinHo pudo ver a JiSung sonreír abiertamente ante sus dichos, acariciando la punta de su nariz con vergüenza mientras empujaba ligeramente al otro hacia un lado. —¿Qué cosas dices?, no creía que estuvieras configurado para decir algo como eso.

—Es una habilidad —dijo con sorna, intentando mantener su compostura relajada, pero flagelaba.

De repente, sintiendo pasos detrás de ellos, ambos se giraron para ver a HyunJin correr a toda velocidad por el pasillo y pasar por ellos sin ningún escrúpulo. MinHo y JiSung, extrañados y curiosos, lo siguieron con un poco de velocidad hasta llegar a la entrada de la escuela, donde HyunJin y MinYu se encontraban parados sin decir una palabra del otro.

—Por dios- que asco —susurró MinHo, intentando apegarse a un muro para no ser visto por los otros dos—. ¿Por qué parecen sims ahí parados?

—¿Sabes lo que harán? —preguntó JiSung, sacando su celular para poder grabar la escena de los otros dos.

—No- HyunJin nos dijo que tuvo su cita con ella, ¿No?, pero nunca mencionó algo más. ¿A ti te dijo algo?

—Nah, solo me dijo que…, que le fue bien —respondió—. Oh- están hablando.

MinHo veía sobre el hombro de JiSung cómo este aplicaba el acercamiento en la cámara, pudiendo ver a la perfección el sonrojado rostro de HyunJin y la espalda de la muchacha. No había audio a causa de que se encontraban lejos, pero por la sonrisa nerviosa que el chico dio y el asentimiento animado de ella.

—Uh- ¿Están juntos? —susurró JiSung, deteniendo la grabación, pero sin cerrar la cámara para seguir viendo a distancia.

—Creo que sí —concordó MinHo, sintiéndose un poco incómodo.

—¿No te agrada MinYu? —preguntó, girándose—. Es agradable.

—Sí- no es eso…

MinHo se sentía raro. ¿Podría decirle a JiSung lo que había visto?, no es como si la chica hubiese seguido teniendo esas actitudes que él vio para la reunión en navidad en casa de HyunJin, pero si MinHo había ido por el mismo camino que ella, ¿Qué tal verídicos eran los sentimientos de MinYu?

O, por otra parte, tal vez besar a alguien de tu mismo género o o no era la gran cosa- esa noche MinHo vio a varios de sus amigos besarse, por lo que no tenía que relacionarse con ser algo estrictamente homoual, ¿No?

Sin embargo, el contexto donde atrapó a MinYu y el ver a Felix repartir besos a lo loco por todos lados habían sido muy distintos.

  —No sé si deba decirlo- pero para navidad, vi a MinYu besarse con una chica —contó MinHo, apartando la mirada de la pareja—. Kaede- la japonesa de la escuela.

—¿Kaede?, ¿Te refieres a Yabuki Nako?

—¿Nako?, ¿Por qué mierda todos acá usan pseudónimos?

—Una vez se lo pregunté y me dijo que…, que era por un personaje de Ansatsy Kyoushistu —explicó.

—¿Por qué imitan el nombre de alguien más?

—Tú imitas el de ese peleador de artes marciales mixtas-

—Lee Know es un nombre de belleza- no puedo usar mi nombre real para ser artista- hay como veinte mil Lee MinHo.

—No creo-

—El actor- el peleador que nombraste- el tonto que está en el grupo que no nos gusta- el señor que recarga los planes telefónicos también se llama así.

—MinHo- ¿Puedes ir al punto? ¿Viste a… a MinYu y a Nako -o Kaede, como sea- besándose?, ¿Cuál es el… problema?

—Uno no va besando a gente, así como así —se explicó—. ¿O sí?

—No lo sé- la ualidad es un amplio espectro de las personas —dijo JiSung, asomándose una vez más hacia la pareja que parecía tener una tímida conversación—. No necesariamente besar a… alguien de tu mismo o te hace homoual…

—No, ¿Cierto? —MinHo de repente se sintió aterrado nuevamente—. ¿Tú qué… eres?

—¿Qué soy? —JiSung se apoyó en el muro junto a MinHo mientras meditaba un poco—. Bueno…, como fui criado con una referencia de la comunidad a muy… a muy temprana edad, nunca me cuestioné… esas cosas- ya sabes, orientaciones uales y todo eso…, para mi simplemente te atraía.

—Entonces- ¿Eres biual? —preguntó, tímido.

—Tal vez —contestó—. Las niñas son lindas- los niños también…, pero nunca me había gustado alguno de…, de los dos bandos hasta Yuna y- y, bueno, tú.

Vaya, de repente todo pareció aterrizar en el mundo de MinHo, sintiéndose un poco más identificado con las palabras de JiSung.

A él no parecía acomplejarse de eso, ¿Por qué a MinHo sí? Para JiSung, todo parecía ser bastante normal y-

¿Tal vez soy normal?, terminó por cuestionarse MinHo, palmeando la espalda de JiSung mientras salían de la escuela para burlarse de HyunJin e ir a comprar. No soy igual a JiSung- pero él lo asumía con normalidad, y YeonJun tampoco pareció acomplejarse cuando su situación era un poco más difícil. ¿Acaso tengo que cuadrarme en algo?

Lamentablemente, MinHo tenía que hacerlo. Sin embargo, fue un consuelo poder ver que había más personas como él- que JiSung también era como él.

Al día siguiente, en la hora de almuerzos, MinHo fue obligado a estar en la cafetería con sus amigos mientras veía a un deslumbrante HyunJin tamborilear sus dedos en la mesa.

—Familia —comenzó él, levantándose de su asiento para llamar la atención del grupo—. Padre Chan, que siempre nos has cuidado- MinHo, nuestro tío drogadicto; JeongIn, el hijo menor; ChangBin, la mascota; SeungMin, la madre desinteresada; YongBokkie, el hijo de intercambio; JiSung, el hijo adoptado; YiSu y Lily, las extras- quiero informarles que, por primera vez en esta vida, su querido patriarca Hwang HyunJin tiene novia.

La mesa en completo formó un silencio, mirando a HyunJin por tres segundos sin pestañear y sin saber qué fue lo que realmente dijo.

Fue SeungMin quien tomó la palabra.

—¿Estás seguro?

—Son de lo peor.

ChangBin se levantó, y con dramatismo abrazó a HyunJin de los hombros. —Amigo- estoy orgulloso de ti.

Y HyunJin, correspondiendo con la misma emotividad, lo abrazó de vuelta. —¡Lo sé!, ¿Quién diría que robarte a una chica si surgiría efectos positivos?

—¡Lo sé!

—Nos alegra saber que puedas estar con ella —comentó Chan, palmeando el hombro del chico mientras era contagiado por su felicidad—. ¿Fue muy difícil?, ¿O tuviste que convencerla?

—¿Dijo que sí enseguida, o la viste vacilante? —preguntó Felix.

—JiSung te grabó —contó MinHo.

—¡¿Qué?!

Y, con rapidez, JiSung sacó su celular y mostró el video, con HyunJin riendo tontamente ante cada segundo que se reproducía.

—Ah~, ¿Ven como ella accedió enseguida? —contó HyunJin, transformando sus ojos en medias lunas a causa de su felicidad, y apuntando con su dedo como la chica movía su cabeza—. Le había dicho que realmente me gustaba, y que quería que saliéramos en serio. Ahí ella dijo que estaba de acuerdo y accedió. ¡Somos pareja!

—Estamos feliz por ti —YiSu sonrió, estirándose para revolver el cabello del chico—. Había fe de que algún día dejarías de ser virgen.

—¡¿Cierto?! ¿Qué opinan? —y HyunJin bajó su mirada—. ¿Debería depilarme ahí abajo o no?

—¡HyunJin!

—Sí —contestó SeungMin, con notorios ojos de maldad—. Con cera.

—¿Eso ayuda?

—¡HyunJin! —volvió a llamar el resto.

Horas más tarde, con MinHo saliendo con el resto de sus amigos del club, todos frenaron al ver a JiSung y Yuna conversando frente al tablero de anuncios del pasillo principal.

—¿En serio tuviste que hacer esto?, eso se realizará a dos meses de CSAT —MinHo escuchó a JiSung hablar con voz realmente desagradada—. ¿No puedes eximirnos?

—Conversamos con esto tanto con los maestros en general, con la profesora Ji y con la psicóloga de la escuela- incluso al director Kwon le pareció genial la idea —se justificó Yuna con los brazos cruzados, antes de soltar un suspiro—. Intenté eximir al salón avanzado, pero la profesora Ji parecía realmente convencida con esto.

—Holas —saludó MinHo con falso ánimo, generando tensión en el ambiente enseguida—. ¿Qué discuten?

—No discutimos —masculló Yuna un poco, intentando no parecer molesta.

MinHo sonrió con sorna antes de ver el tablero: informe de noticias que el Centro de Estudiantes le brindaba al resto del alumnado, con fechas y descripciones de cada actividad. La mayoría era en organización para los estudiantes de primaria y escuela media, pero hubo dos que llamaron a MinHo la atención.

—Oh- que genial —ChangBin apuntó al tablero, antes de ver a Chan—. ¿Podemos participar?, realmente quiero participar.

—Es una obra- no sé en qué me involucra —contestó él.

—Somos geniales escribiendo —dijo sin modestia, antes de girarse hacia Yuna—. Oye- ¿Podemos participar en eso?, ¿Tienes alguna idea?

MinHo quiso reír de maldad al ver la cara desconcertada de Yuna, antes de asentir. —El centro de estudiantes cree que realizar una obra para el festival de navidad motivará la actividad estudiantil dentro del pueblo.

—¿Por qué harías una obra para navidad? —cuestionó JeongIn al aire—. No tiene sentido.

—¿Nunca viste Jesucristo Superestrella? —preguntó Felix.

—Ni siquiera sé que es eso.

—Pueden inscribirse conmigo —informó Yuna a ChangBin y Chan—. Tienen tiempo para hacer la producción- fue solo una idea que surgió junto a colaboración de la municipalidad del pueblo.

—Buen hombre el alcalde —burló MinHo.

Pero ChangBin ya se encontraba emocionado con la idea de montar una obra, arrastrando a Chan quien no parecía muy convencido con la idea.

—Oh- —esta vez fue Felix quien habló, apuntando el tablero—. Cam-pa-men-to, ¿Campamento?

—Los del Centro de Estudiantes están mal de la cabeza —expresó HyunJin, apoyándose en JeongIn—. ¿Hacer un campamento?, ¿A quién mierda se le ocurrió la idea?

—A mi —dijo Yuna.

—Ah- se ve entretenido.

La chica soltó un fuerte suspiro de frustración antes de girarse hacia JiSung. —Te espero afuera.

—Vamos… —JiSung le tomó de la mano para detenerla—. No digo que es mala idea, es solo que- bueno, ¿No es un poco de contratiempo?, ¿Por qué no hacerlo después de noviembre?

—Porque el director Kwon quiere que el promedio de calificación de nuestra generación suba para poder postular a subsidios educacionales del gobierno —explicó Yuna, cansada. El resto del grupo emitió un pequeño ah colectivo—, así que quiere que nos enfoquemos como alumnado en nuestras calificaciones- pero también cree que un campamento ayudará con la unión de nosotros- ya sabes, porque algunos parecen tener una guerra eterna.

ChangBin bufó mientras que HyunJin movía su cabello con soberbia.

—Si- a mi tampoco me gustaba la idea —concordó ella—. Pero ya no puedo hacer nada al respecto- mierda, ser presidenta te pone entre la espada y la pared.

—¿Es presidenta del centro de estudiantes? —susurró JeongIn a Felix.

—Tuvimos las elecciones hace tres semanas.

—No recuerdo.

—Te llevaron a dirección por “no tomar la democracia en serio y rayar la papeleta con un fénnec”.

—Tienes razón.

El jueves en la tarde, muy tarde, MinHo le envió un mensaje a JiSung.

Pelmazo de mal gusto

Estás ocupado~?? <<

>> ¿Estás borracho?

Borracho de ti ~~ <<

>> tonto

>> estoy estudiando

¿Puedo ir a verte? <<

>> no quiero que te metas en problemas.

Avisaré a mis padres <<

>> ¿cómo pueden darte permiso para algo como esto?

Soy buen chico <<

No me meto en peleas <<

Tengo excelentes calificaciones <<

Y les beneficia no tener a su hijo en casa <<

La otra vez estaba guardando la ropa y encontré unos calzoncillos de mi padre en forma de elefante <<

>> no creo que eso sea raro

Jisung <<

La trompa era su pene <<

>> diOS

>> puedes venir, pero estaré estudiando por una hora más

(･ω<)☆ <<

Cuarenta minutos más tarde, luego de un parcial desinterés de sus padres por salir de casa pasada de las once de la noche un jueves, MinHo se encontraba recostado en la cama de JiSung mientras veía al castaño explicarle algo sobre la historia de Corea con la música de su propio CD de fondo.

—¿Se entendió algo? —cuestionó JiSung, luego de haber hecho toda su presentación—. Porque- sinceramente, yo no entendí.

—Podrías, no sé, ¿Dibujar un mapa para aterrizar las ideas? —opinó MinHo—. Manejas bien el tema, pero sigues dejándolo vago porque no lo conectas- si creas un mapa de Corea, podrás aterrizar lo que dices.

—Podría hacer una casa en los sims 4 con todos los personajes políticos y hacer que se maten entre ellos —murmuró JiSung, dejando su cuaderno sobre su escritorio mientras se estiraba en la silla—. Eso sí sería interesante.

—Pagaría por ver al presidente golpear a Park Geun-hye.

De repente, MinHo se sintió parcialmente nervioso al ver a JiSung levantarse de la silla para sentarse a su lado en la cama, todo bajo una lupa de naturalidad.

Vamos- hombre, han estado en esta posición más veces de lo que te has imaginado, ¿Por qué te pones nervioso ahora?

Sus manos picaban por querer agarrar a JiSung y atraerlo, ¿Estaría bien si lo hacía?

—¿Qué te pasa? —preguntó JiSung, con Too Much de Spice Girls sonando de fondo—. Te quedaste callado de repente.

—Nada… —murmuró MinHo, incorporándose para tomar las muñecas de JiSung para recostarse nuevamente y forzar a JiSung para que lo hiciera sobre él—. No pasa nada.

JiSung, sonriendo, se acercó a MinHo para besarlo.

No lo hacían seguido, lo cual frustraba un poco a MinHo. A veces sentía la inminente necesidad de querer besar a JiSung en cualquier momento del día- necesitándolo irreconociblemente para poder tranquilizar sus ansias, pero a veces los horarios y privacidad no concordaban con el otro, algo que MinHo sabía que sucedería.

Pero cuando tenían esos momentos- esos, en donde JiSung se acomodaba ligeramente sobre MinHo y él lo abrazaba por la cintura apegándolo cada vez más a él, apagando su cerebro y nadando en los sentimientos que le produce su corazón…, todo parecía valer la pena.

MinHo se giró para dejar a JiSung entre él y la pared, con sus piernas sobre el torso de MinHo y acariciando su cabello con cuidado, permitiéndose disfrutar también.

—Te tengo que hacer una confesión —rompió MinHo el beso, mientras JiSung bajaba sus besos hasta el mentón de los chicos—. No eres el primer chico con el que estos.

JiSung rompió en una pequeña risa antes de subir su rostro hacia él. —¿Qué?

—¿Recuerdas el primo de Chan y JeongIn?, ¿El que vino para navidad?

Y los ojos del otro se abrieron, soltando una carcajada silenciosa mientras veía sin creerle. —¿Bromeas?, ¿Con él?

—Seh…

—¿Y ellos se enteraron?

—¿Estás loco?, dejarían de hablarme si supieran que profané a su familia.

Los ojos de JiSung se abrieron una vez más, y MinHo se incorporó asustado al tomar en cuenta sus propias palabras.

—Quiero decir- no llegamos a nada, en serio- solo un par de besos y- ugh… —MinHo sintió sus orejas quemar a la par que JiSung reía—. Cállate…

JiSung tomó a MinHo del cuello para invitarlo a recostarse nuevamente, para poder besarlo con mayor comodidad.

MinHo podía canalizar todas sus emociones en sus labios, expresándolos a través de sus besos para que JiSung pudiera entender cuán feliz lo estaba haciendo sentir en ese momento.

En un acto de cariño, MinHo tomó lo mano de JiSung y empezó a besar su palma y su muñeca, bajando así por la manga hasta notar algo particular.

—¿Por qué tienes moretones? —preguntó, con su boca pegada en el antebrazo de JiSung.

Repentinamente, JiSung quitó su brazo para sacudirla y bajar la manga de su camiseta de algodón.

—Mi mamá tiene problemas de pulso —contó—. Así que- cada vez que tenía que ponerme la intravenosa por el suero, fallaba en los dos primeros intentos.

MinHo volvió a tomar la mano de JiSung, esta vez viendo los moretones de ahí mismo. —¿Cuántas veces te pinchó?

—Varias- por receta médica —dijo—. Me da un poco de vergüenza que vean esto- siempre piensan lo peor.

—¿Por qué alguien pensaría lo peor?

—Hace unos días YeoSang hizo un comentario, había sido broma, claro, pero nunca lo había pensado en otra perspectiva —recordó—, era que- bueno, dijo que partes del salón avanzado eran chicos suicidas a causa de la presión.

—Eso es- uh, realmente ofensivo —reconoció MinHo con sorpresa.

—Más que ofensivo…, después de eso comencé a notarlos y- la mayoría, no sé si yo…, yo también lo tengo, pero es como si todos tuvieran una… una nube negra sobre ellos —explicó, recostando su espalda en la cama—. Estamos todos tan deprimidos…, presionados…, descontentos con todo que- no lo sé, ¿Qué esperarán todos de nosotros?, ¿Qué acabemos… con nuestras vidas?, ¿Ser exitosos?, ¿Vivir eternamente en la… en la frustración?

—Esperan que lo sea porque es un entorno competitivo —razonó MinHo—. Todos sabemos cómo es el estándar de nuestro país.

—Lo sé y…, siento que es mucho más triste pensar que nosotros…, nosotros no competimos entre nosotros- competimos con todos… —JiSung suspiró—. Es tan agotador, MinHo, quiero ser normal.

—Eres más normal que todos tus compañeros —reconoce, jugando con los dedos de JiSung—. Eres novio de una excelente chica. Juegas baloncesto. Eres amigo de las personas más geniales del mundo (nosotros, duh).  Estás en un salón que se selecciona sobre la media…, ¿Me dirás que eso no es normal?

—Es que…, no importa cuan normal puedo ser en la superficie -porque todas esas cosas que nombraste son superficiales- siento que…, todo esto- mi madre, mis sentimientos, mi cabeza…, todo esto me hace sentir tan…, tan raro y solo…

MinHo sabía algo más en la existencia de JiSung que no se lo decía, pero lo entendía- de alguna forma, podía ser consciente de la real tristeza que JiSung cargaba y, como funcionaba el chico, MinHo no podía ayudarlo.

Pero antes de que él pudiera agregar algo, JiSung bufó una risa.

—Soy tan dramático para mis cosas —dijo, soltando la mano de MinHo para arreglar su propio cabello—. Lo siento- arruinó el ambiente.

—Bueno- no hay nada más caliente que un emo y.

JiSung soltó una carcajada que MinHo apaciguó con su boca, besándolo por un momento antes de separarse.

—No sé si esté bien o no sentirse solo, ¿Sabes? —susurró sobre los labios de JiSung, acariciando su nariz con la de él—. Pero sé que eso es normal…, así que no deberías de por qué tener miedo.

—Es inevitable.

—Son nueve meses para que nos graduemos —calculó MinHo—. U ocho- no tengo idea, y faltan seis para rendir el suneung, y después de eso te irás de acá, serás independiente y estudiarás lo que te gusta- podrás irte de este pueblo y dejarnos a todos atrás, y serás feliz.

JiSung soltó un tembloroso suspiro mientras asentía. — Nueve meses, ¿Eh?

—Por supuesto.

—A veces siento que me entregas mucho de ti y yo nunca doy de mi hacia ti.

MinHo presionó sus labios una vez más antes de esconder su rostro en su cuello. —No lo sé…, creo que con estar aquí ya es mucho para mí.