Canción:

Best of me; BTS

—JiSung.

—Es un plan excelente.

—No- no lo es.

—Es porque no lo has probado.

—¿Cómo demonios haces eso sin morir de la diarrea?

—¿Cómo crees que me mantengo tan delgado?

Pero antes de que JiSung pudiera meter sus antialérgicos a la boca, MinHo lo agarró la muñeca y cambió la botella de medio litro de coca cola que el castaño cargaba por una lata de jugo de manzana.

—No sabes el daño que me haces —farfulló JiSung, terminando por tomar sus pastillas con el jugo.

—Están chiflados. Tú y Chan están chiflados —siguió comentando, esquivando un balón que volaba por su cabeza en el pasillo del llanto.

—Tiempo desesperados requieren medidas desesperadas —se excusó, bajando también la cabeza cuando el balón regresó—. Estamos a junio- el pick de la primavera. Que tú no tengas alergias no significa que puedas discriminarnos a nosotros.

—No los estoy discriminando, solo digo- ¿En serio es eficiente tomar antialérgicos con coca cola mezclado con café? —MinHo vio la botella de coca cola en su mano para ver el fondo de la botella más espeso—. Esto los matará de un paro cardiaco.

—Es la única manera que hemos encontrado para mantenernos despiertos- ¿Y esos qué?

MinHo miró hacia donde JiSung apuntaba: sentados en el suelo y escondidos detrás de un abierto casillero presuntamente de YiSu, se encontraba ella, SeungMin y Felix amontonados mientras miraban a una pareja conversar tras la puerta abierta del casillero, completamente absortos de todo.

—¿Qué hacen? —preguntó MinHo sin escrúpulos, ganando chites violentos por parte de Felix y YiSu—. Ay~

Felix palmeó el lado suyo vacío y, tras MinHo y JiSung compartir una mirada, ambos se sentaron a escuchar.

—Solo estaba preocupada —decía la voz femenina de la pareja tras la puerta del casillero—. Es normal que una novia vaya a ver a su novio a su casa si este la preocupa.

—Claro que no- eso es de locas —dijo el otro, aunque su tono era más calmado—. ¿No podías dejarme, aunque sea, un fin de semana tranquilo?

—No sabía que para ti yo era una molestia.

—No digo que seas una molestia- solamente es irritante cuando quieres que estemos juntos en cada-maldito-momento.

Discusión de pareja; MinHo no podía encontrarles la diversión a esas cosas porque las consideraba realmente insufribles. No obstante, pareciera que el resto de sus amigos estaban bastantes divertidos con la situación.

—Contexto —susurró JiSung sobre MinHo hacia Felix.

—Ella lo encaró porque él no le contestó sus mensajes de texto —susurró de vuelta Felix—. Han estado así por cinco minutos.

—¿Y prefieren estar acá a que ir a almorzar? —consultó MinHo.

Pero YiSu y Felix le volvieron a chitar, mientras MinHo veía a SeungMin mensajear en su celular.

Momentos después, aún bajo el ruido de la discusión de la pareja, HyunJin y JeongIn llegaron a sentarse al lado de JiSung.

—¿De qué nos perdimos? —susurró HyunJin.

—Ella le está sacando en cara la vez en la que él mató su tortuga —contestó JiSung en el mismo tono.

—Conozco a la chica: ella se me declaró hace dos años con un globo. La tuve que rechazar porque me dan fobia y ella lo reventó en mi oído —contó HyunJin—. Espero de todo con ella.

 —Realmente no te entiendo —el chico de la relación aumentó un poco el volumen de su voz—. ¿Por qué sigues buscándome?

—Porque estamos en una relación —explicó ella, perdiendo la paciencia—. Es normal que hagamos estas cosas- pero tú…, tú simplemente te niegas- vamos, dime, ¿Ya no me amas?

—Si te amo, pero el problema no es el amor- es algo más grande.

—Dijimos que seríamos los dos contra el mundo.

Oh, dios…, MinHo juró vomitar un poco en su boca tras escuchar las palabras melosas de la pareja. ¿En serio voy a pasar todo mi almuerzo acá?

Y unos después, cuando la pelea seguía en su mismo punto, Chan y ChangBin se ubicaron junto a JeongIn. —Lo siento, el maestro no nos quería soltar —contó ChangBin al llegar.

—¿En serio él le mató su tortuga? —susurró Chan, mostrando su celular el mensaje que le había mandado SeungMin.

De repente, MinHo notó como no solo ellos estaban siendo espectadores de la pelea, sino que varios estudiantes del pasillo del llanto parecían estar en sus propios mundos haciendo cosas ridículas: una chica ya había cepillado su cabello veinte veces y un dúo de amigos habían abierto y cerrado sus casilleros varias veces más.

¿Nadie tiene algo mejor que hacer con sus vidas?

—¿Por qué no demuestras que somos los dos contra el mundo? —preguntó de nuevo la chica, y MinHo presumió que ella ya estaba llorando—. Eres un mentiroso…, me dejas sola.

—Necesito mi espacio-

—Mis padres ya me están volviendo loca- al igual que los tuyos- todo el mundo está en contra mía.

—¿Por qué no mejor terminamos esta relación y listo? —el chico, con voz enfurecida, expresó—. Si todo esto pareciera ser un colmo para ti-

—Tú sabes muy bien por qué no podemos terminar.

—¿Cuál será la razón? —HyunJin susurró—. ¿Estará embarazada?

—Apuesto un almuerzo a que si —le contestó YiSu desde la esquina.

—Apuesto dos a que e-

Pero la puerta del casillero fue abruptamente cerrada, mostrando el perfecto rostro del muchacho rojo de la furia.

—¡Por estas razones uno no puede vivir tranquilo! —ladró el chico hacia la chica, viendo con furia al grupo—. ¡Tú siempre buscas lugares donde todo el mundo nos escuche! ¡Te gusta exhibirme!

—Ah~, ¡No hablemos de exhibición cuando tú no tienes problemas en mostrarte con mis amigas! —chilló la otra, intentando caminar por el pasillo pero el chico la agarró del brazo.

—¡No me dejarás peleando solo!

—¡¿Qué quieres que te diga?!, ¡Tú eres el que no me quiere!

—¡Claro que te amo!

—¡Nunca lo demuestras!

—¡Te hice caldo de tortuga cuando estuviste enferma!

—¡ERA MÍ TORTUGA, MALDITA BESTIA!

MinHo pudo notar como todos los presentes en el pasillo ya no ocultaban sus miradas hacia la pareja, notoriamente entretenidos por la discusión.

—¡YO SIEMPRE HE DADO LO MEJOR DE MÍ EN ESTA RELACIÓN Y NUNCA LO HAS APRECIADO! —Aulló el chico, con MinHo creyendo que la vena de su cuello se reventaría.

—¡Claro que lo aprecio!, ¡Pero tú nunca te has mostrado conforme!

—¡¿Sabes qué, maldita loca?! ¡Quiero terminar contigo!

—¡No, no lo harás!

—¡PARA DE DECIRME QUÉ HACER! ¡TUS PADRES YA SON SUFICIENTE PROBLEMAS COMO PARA QUE TÚ SEAS UNO MÁS!

—¡TAL VEZ NO SERÍAN PROBLEMA SI NO TE HUBIERAS ACOSTADO CON MI HERMANA!

El pasillo jadeó.

—¡¿TE ACUERDAS POR QUÉ LO HICE, CIERTO?! ¡PORQUE TÚ DORMISTE CON MI PRIMO!

El pasillo jadeó de nuevo.

—Estoy cansado de ti —soltó repentinamente el chico—. Haciendo un espectáculo frente a todos solo porque tú estás loca y me sigues a todas partes.

—¡Te amo!

—¡Mentira! ¡Ya me cansaste!

—¡No podemos terminar!

—¡NO ME IMPORTA!

—¡SEOK, TÚ SABES POR QUÉ NO PODEMOS TERMINAR!

—¡CÁLLATE!

—¡PORQUE SOMOS PRIMOS!

Un silencio mortal se apoderó del pasillo del llanto, dejando caer un par de quijadas y respiraciones contenidas de forma esporádica.

Sin embargo, fue la importunes de MinHo que tuvo que poner una mano en su boca para omitir una carcajada.

El chico -Seok- miró al grupo de nueve y se encaminó hacia ellos con violencia, haciendo que todos se encogieran a si mismos.

—¡¿Se entretuvieron con el espectáculo, manga de inútiles?! —gritó el chico.

—Un poco dramático —respondió JeongIn—. Aunque predeci-

Pero HyunJin y ChangBin le taparon la boca enseguida.

Seok, con la furia de un demonio, tomó las piernas de JeongIn y lo tiró por el pasillo, para continuamente tomar la botella de coca cola de las manos de MinHo, sacudirla y abrirla, bañando a los ocho chicos con su contenido para finalmente lanzar la botella hacia la cabeza de JeongIn.

—¡Todos ustedes están muertos! —exclamó el chico, antes de perderse por el pasillo.

—¡Seok! —le llamó su novia, llorando y yendo tras de él—. ¡Seok!

El pasillo volvió a quedar en un silencio, mirando como JeongIn se levantaba del suelo, se sacudía sus pantalones y botaba la botella en el basurero de reciclaje con total tranquilidad.

—¿Tenemos tiempo para almorzar? —consultó el menor.

—¿Por qué demonios esto sabe a café? —preguntó al aire HyunJin, chupando las gotas de coca cola que caían por su cara.

El último mes había sido igual de idílico para MinHo que esas semanas entre Abril y Mayo. La moraleja de la honestidad había ayudado en sobremanera a poder llevar todas las circunstancias, haciendo que su estadía en esa tierra fuera tan cómoda como cómplice.

La inexplicable relación proporcional entre la felicidad, la calma y la ordinariez de la vida no solo mostraba cuán casual era la existencia de una relación romántica, sino que también hacía ver el bello lado de tener a una persona.

—Pensé que, al venir aquí, hablaríamos de mis sentimientos —suspiró MinHo con tono de broma, enredando sus dedos en el cabello de JiSung mientras este besaba la parte de atrás de su oreja.

—Pasamos la mayor parte del día juntos- ¿Qué no sé de ti a estas alturas? —preguntó JiSung, levantando su cabeza para verlo a los ojos.

—Entre nosotros dos, yo no soy el que guarda secretos —dijo con inocencia.

JiSung, poniendo sus ojos en blanco, soltó un suspiro mientras se recostaba junto a MinHo en la cama. —Supéralo.

—Claro que no, ¿Por qué yo soy el último en saberlo?

—No fuiste el último- y fue exclusivamente circunstancial —se excusó.

—¿Sabes?, si vas a mentirme de esa forma entonces es mejor que dejemos la relación hasta acá —se incorporó MinHo—. No puedo estar con un mentiroso.

El castaño soltó una risilla antes de estirar su brazo para tomar el de MinHo, obligándolo así a que se volviera a recostarse cerca de él. Se inclinó ligeramente hacia arriba y, con sencillez, JiSung besó a MinHo en los labios mientras que el otro se aferraba a su cintura.

¿Qué fue lo que JiSung hizo que golpeara el ego de MinHo?, él no le había comentado que participaría junto a Chan y ChangBin al desarrollo de la tonta obra navideña que Yuna había propuesto.

MinHo soltó uno de sus brazos de la cintura de JiSung para poder acariciar con sus dedos el brazo desnudo del chico, siendo esta una de las pocas veces que el chico se había dejado de ver sin jersey o sus camisetas grandes. Ante eso, JiSung bajó sutilmente uno de sus brazos para apoyarse en el pecho de MinHo y, a medida que empezaba a profundizar el beso con su lengua, su mano abajó.

Oh.

—¿Te molesta si toco por debajo? —susurró JiSung.

MinHo, tragando duro, negó.

Mierda, mierda, mierda.

JiSung metió su mano bajo la camiseta del otro, y con la misma lentitud que movía sus dedos sobre su abdomen, lo volvió a besar.

Vale, vale, vale, esto es nuevo- claro que es nuevo, ¿Por qué él no se ve nervioso?, ah, mierda, volví a caer en lo mismo, ¿Por qué estoy pensando ahora?, tendré que terminar con JiSung…

¿Puedo hacer lo mismo?, quiero hacer lo mismo. ¿Tengo que preguntarle?, él me preguntó, ¿Por qué demonios me preguntó?

—Uh- haré lo mismo —murmuró.

—Okey…

Bien- ¿Cómo hago eso?

El brazo que seguía aferrando la cintura de JiSung fue un indicio, por lo que con sutileza metió su mano bajo la camiseta por la espalda; pudo sentir en sus dedos cómo el chico se urgía ante el tacto de sus dedos, y MinHo se pregunto si él también había reaccionado de esa forma.

La piel de JiSung no era algo del otro mundo- como todas las pieles, podía suponer MinHo, sin embargo, le parecía entretenido mover sus dedos desde su espalda baja y tantear por la cintura porque podía sentir la respiración con una sutil flagelación a causa del cosquilleo.

De repente, todo pareció ser normal. La mano de JiSung no era más que un agradable acompañamiento a los besos que le daba, sintiendo también el ligero cosquilleo en su barriga en los mismos lugares donde se posaban los dedos.

Demasiado normal.

En eso, la alarma del celular de MinHo sonó, y Mayday Parade rompió la atmósfera.

—¿En serio los sigues escuchando? —susurró JiSung.

A MinHo le gustaba tener esa visión de JiSung, de ojos levemente aguados con labios hinchados, su cabello completamente desordenado y con un tono de conversación que destacaba por su lindo ánimo.

—Son buenos —contestó él, sintiéndose un poco obsesionado por la piel de JiSung, y arriesgándose a meter su otra mano para acariciarlo. Sonrió abiertamente cuando lo vio urgirse a causa de la cosquilla—. Karma.

Y, entonces, JiSung hizo algo que MinHo no estaba mentalmente preparado.

Se sentó arriba de él.

Oh.

MinHo no soltó a JiSung lo que lo hizo estar en una posición un poco intimidado- en especial cuando el chico se inclinó sobre él para besarlo con más ferocidad.

No era la primera vez que se besaban así, pero si en la que MinHo caía en cuenta de ello.

De nuevo, la alarma de Mayday Parade sonó.

—¿Cuántas alarmas tienes programadas? —rompió JiSung el beso, y MinHo pudo jurar que era la primera vez que consideraba a alguien atractivo por jadear.

—Varias- por si paso de largo —contestó MinHo un poco ido, finalmente incorporándose en la cama para poder ponerse sus zapatillas—. Querubín, no tengo para pagarte ahora, ¿Puedo dejar algo en prenda?

JiSung rio ante la referencia, y se dejó caer en la cama con fuerza. —A ti.

—Ugh, demasiado cursi para mi gusto —burló, antes de recolectar sus cosas.

Algo que MinHo le gustaba-amaba-fascinaba-volvía loco eran los besos de despedida.

Antes no los entendía- ¿Por qué demonios SeungMin tenía que demorarse tanto con YiSu cuando la iban a dejar a su casa?, se iban a ver al día siguiente, ¿Por qué no podía despegar su boca de la de ella por un momento? Sin embargo, ahora cayendo en el lado oscuro como Anakin de Star Wars, MinHo podía entenderlo.

“—Te convertiste en aquello que juraste destruir” Podía escuchar MinHo la voz de SeungMin en su oído.

Apoyándose en el marco de la ventana, MinHo obligó a JiSung a levantarse y atraerlo hacia él para poder besarlo una vez más.

—¿Mañana voy a tu casa? —consultó JiSung.

—Seguro.

—Pero entro por la puerta.

—Le quitas el romanticismo a lo nuestro, querubín.

—¿Dejarás el apodo meloso a un lado?, yo no soy de usarlos.

—No te creo —desafió el otro, colocando perezosamente sus brazos en los hombros de JiSung—. Vamos, dime algo lindo.

—No lo sé- ¿Honey?, ¿Bebé?

MinHo hizo una exagerada mueca para poder expresar su grima, y JiSung lo golpeó ligeramente en el abdomen mientras reía. —No sirves para esto.

—Lo sé.

Ahora fue el turno de JiSung en esconder sus manos dentro de la camiseta de MinHo, acariciando con sus pulgares la cintura del chico mientras le daba un beso más en la boca.

MinHo colapsaría en cualquier momento, en especialidad cuando la incomodidad de su vientre se hizo más fuerte.

—Bue-bueno- creo que tengo que irme —terminó por excusarse MinHo, separándose de JiSung para poder pasar sus piernas por el marco de la ventana—. Ya sabes, como dice Cenicienta: si me ves después de las doce, solo seré una rata con cabeza de calabaza y pies de ciempiés.

—¿Quién demonios dice eso?

Pero MinHo se largó de ahí, bajando la falsa enredadera de plantas hasta llegar al suelo, y con un suave meneo de manos se despidió de JiSung y se encaminó hacia su casa; no sin antes notar su incomodidad creciendo cada vez más.

Tengo trece años- de otra forma no entiendo cómo mierda tengo una erección después de un beso, pensó para si mismo con total vergüenza.

Llegar a casa nunca había sido un trayecto tan largo y persecutor como ese, intentando bajar su jersey lo más que podía y rezar para que a esa hora, en el desolado y diurno pueblo, nadie caminara para saludarlo.

Decir que pudo conciliar el sueño fue mentira, porque su mente había maquineado un montón de problemáticas inexistentes de las cuales hacían asustar más y más a MinHo.

o.

¿Qué es el o?

Claro que MinHo lo sabía- había aprobado con 100 biología, pero leer en un texto de estudio mientras tenías doce años no era lo mismo que tener la situación a las puertas de tu idad, y sentía que en ese momento todo estaba pasando tan rápido que lo hizo sentir miedo repentinamente.

No tiene por qué ser una insinuación ual, no todo se basa en el o, se había intentado convencer MinHo.

Sin embargo, cuando despertó esa mañana y preparó el desayuno para él y su padre, la música en la radio se sintonizó en un canal específico con una canción específica, la cual MinHo nunca le había prestado suficiente atención a ella.

Mommae de Jay Park.

¿Desde cuándo esa canción hablaba de o?

Enseguida mientras cocinaba huevos fritos cambió la radio hasta una emisora que se encontraba transmitiendo un especial de BTS, por lo que continuó con su cocina; sin embargo, el bloque terminó cuán pronto MinHo lo sintonizó cambiando a Touch my body de SISTAR.

Vale, esto debe estar bien supongo.

Pero su nerviosismo no aguantó, por lo que cambió la estación enseguida donde se encontraban transmitiendo música estilo trot.

Y al terminar de preparar su arroz, Coming of Age Ceremony de Park Ji Yoon sonó en la radio, haciendo que finalmente la apagara.

Después de tomar desayuno, salió de su casa muriéndose del frío de la mañana primaveral, disipando los pensamientos de su mente con la gran distracción del rocío mañanero que había en el pasto cerca de las ocho de la mañana.

—¡MinHo!

Rápidamente se giró, y fue embestido por una gran bolsa de basura, del cual YiSu se lo entregó descaradamente mientras soltaba un suspiro de alivio.

—No creí que lo lograría —dijo ella, arreglando una de sus coletas desordenadas—. ¿Cómo estás?

—¿Qué demonios traes acá? —cuestionó él, arreglando el estuche de Cessi en su espalda y su mochila para cargar con mejor comodidad la bolsa de basura—. No me digas- ¿Traes un cadáver?

—Vestidos de unas chicas —explicó ella—. Se los probarán y me pagarán, ¡Mi primer vestido hecho que será comprado, MinHo!, estoy tan orgullosa.

—Son más de cincuenta niñas de nuestra generación, ¿En serio harás esa cantidad de vestidos? —preguntó con impresión.

YiSu se encogió de hombros. —Dinero es dinero. Y además- me quedaron geniales.

—Te tienes demasiada estima.

—Dime, ¿Acaso mis diseños son malos?

MinHo miró a YiSu de pies a cabeza: asumió que lo único que ella tenía comprado eran sus zapatos, y que el vestido verde con la chaqueta de mezclilla estilo 2000 eran de su propia mano. —Pareces como si el árbol de navidad de Paris Hilton te hubiera vomitado.

La chica puso sus ojos en blanco. —Te odio.

—Lo sé —sonrió el otro.

Sin embargo, el ruido de un chiflido llamó la atención de MinHo: del otro lado de la calle había dos chicos que parecían ser de primer año que lo había hecho en dirección a ellos, y MinHo no habría considerado que fue para ellos si no fuera porque vio a YiSu cerrar su chaqueta de mezclilla.

—¿Tengo una cara de perra que chiflan así? —farfulló ella.

—¡Preciosura! —gritó un chico.

—¿Por qué gritan? —preguntó MinHo, viendo a los dos chicos de primero adelantar su paso mientras reían como si hubieran hecho algo grandioso.

—Porque son tontos- y se acerca el verano —contó ella, pareciendo tristemente obviada—. Por eso me agradan ustedes- no parecen cerdos detrás de las mujeres.

MinHo recordó en su momento la vez que le vieron la ropa interior a Kim DaHyun en la escuela media y sus amigos no pararon de hablar de ello por dos semanas seguidas, pero él no iba a mencionarlo.

En eso, HyunJin apareció con su bicicleta en la calle, frenando abruptamente causando que Yeji casi perdiera el equilibrio.

—¿Eres tonto o qué? —preguntó ella a HyunJin, bajando de la bicicleta—. Al menos avisa.

—Perdón —se disculpó su hermano, tomando su mochila que Yeji le tendía para sacar una botella de agua—. Holas.

—Hola —saludó MinHo y YiSu a la par.

—Hola MinHo —correspondió Yeji, aunque su tono de voz era bastante solemne a su vez que miraba de reojo a YiSu—. Me adelantaré.

Cuando Yeji se perdió por la esquina, HyunJin habló. —¿Por qué hay tensión entre ella y tú?

—No tenemos tensión —contestó enseguida MinHo.

—Tú no, tonto —y mientras bebía agua, él apuntó a Yisu con su cabeza.

—Solamente está ofendida por lo que le dije a MinGi —respondió YiSu sin parecerle importarle mucho—. La gente es muy sensible.

—¿Qué le dijiste a MinGi? —preguntó MinHo.

—Ni siquiera fue a él, fue a la maestra- le dije que, si me obligaba a hacer un trabajo más con él, me suicidaría.

MinHo eructó una gran carcajada mientras que HyunJin escupió agua por la nariz a causa de la risa

—Como sea- —YiSu volvió a mover su cabello negro para intentar no mostrarse igualmente agraciada por sus dichos antes de empezar a caminar hacia la escuela—. HyunJin, ¿Cómo te va con MinYu?

Y pareciendo ser palabras mágicas, HyunJin sonrió abiertamente hacia la muchacha. —¡Me va fascinante! Aunque no quiere presentarme a sus padres, ¿Sería muy rápido si le presento los míos?

—¿No llevan un mes? —cuestionó.

—Si, pero- no sé, ¿Qué tan rápido tienen que ir las cosas?

—Según al ritmo de ustedes.

—Ya nos acostamos, pero no quiere presentarme a sus padres —comentó al aire antes de bufar—. Es ridículo.

Si MinHo hubiese tenido agua en ese momento, también se habría atragantado.

Entonces, ¿Es normal tener o a esa edad?

En su mente repasó rápidamente la idad de sus amigos, y tras creer que de siete, cuatro ya habían revocado por completo la tarjeta de ello, concluyó que sí, era normal.

Entonces, si era normal, ¿Por qué para él era tan extraño?

—A veces las cosas son más simples así —consoló YiSu a HyunJin—. Ese tipo de cosas los involucran a ustedes dos- en cambio, presentar a la familia involucra involuntariamente a más personas.

—No sé si tienes razón- bueno, eres una chica, ustedes ven el mundo de forma distinta —se renegó enseguida el alto.

—¿Ah?, ¿Y a quién le preguntarás, entonces? ¿A MinHo? —burló ella mientras apuntaba al pelinegro.

—Oye… —MinHo la miró, ofendido—. ¿Cómo sabes que yo no sé de este tipo de cosas?

—Sudas idad —le dijo HyunJin—. Y eres un robot- no tienes sentimientos.

—Si tengo sentimientos —se defendió MinHo—. Y me he masturbado.

—¡MinHo! ¡Hay una niña presente! —saltó enseguida HyunJin, mientras YiSu reía a su vez que se sonrojaba.

—No tengo intereses en saber eso —dijo la chica con burla, palmeando el brazo de MinHo con falso orgullo—, pero es genial que te hagas amor propio de vez en cuando.

—Me desagradan ambos —MinHo masculló, antes de reincorporar la bolsa en sus brazos—. Como sea- ¿Qué tan importante es el o para una relación?, no se ve como la gran cosa.

HyunJin y YiSu compartieron una mirada de asombro. —¿Qué?

—Eso- ustedes son los únicos calientes que hablan de esas cosas indecorosas que a nuestro señor no les gusta —atacó MinHo mientras apuntaba al cielo—. ¿Qué no son católicos ustedes?, ¿Qué sucedió con el virgen hasta el matrimonio, HyunJin?

—Creí que contaba solo con mujeres.

—Eres tan machista —le dijo YiSu—. Todos los problemas de las religiones recaen en nosotras.

—Porque ustedes andan calientes por la vida —acusó—. MinYu me deja seco, ¿Cómo es que tienen energía?

—No es energía, es resistencia.

—SeungMin no tiene resistencia.

—¿Por qué SeungMin debería tener resistencia? —cuestionó ahora MinHo—. No es malo para educación física.

Una vez más, HyunJin y YiSu se miraron.

—Dime que estás de joda —HyunJin le preguntó—. Ni siquiera es taaan implícito.

—¿Qué cosa?

YiSu colocó una mano en su boca mientras que HyunJin soltaba una gran carcajada, dejando totalmente colgado a MinHo.

—¿Qué pasa? —preguntó MinHo de nuevo.

—Nada —YiSu cruzó su brazo con el de MinHo afectivamente mientras que el chico reincorporaba la bolsa—. ¿Por qué no mejor cambiamos de tema?, HyunJin, vi el anime que me recomendaste.

—¿En serio?, ¿Qué te pareció?

—Una basura.

MinHo no negaría que la conversación si lo había dejado colgado, sin embargo, no fue hasta que llegó a la escuela que notó muchas cosas diferentes.

Cosas diferentes que siempre habían estado ahí, pero que él nunca se había dedicado a observar.

Una pareja de segundo que no respetaba la moralidad y se besaban contra los casilleros; escuchó un chiste ual; un grupo de chicos estaban alrededor de un chico que mostraba algo de su celular; dos chicos de primero imitando un acto ual agarrando sus caderas; y en la pizarra de anuncios de la escuela había un lindo cartel hecho por HanSoo sobre clases de educación ual.

Mierda, ¿Por qué MinHo nunca se había dado cuenta de todo eso?

 Bueno, la respuesta era fácil:

Porque nunca se había interesado por ello.

Y ahora MinHo podía notar cuán ual era el mundo: todos parecían hablar en doble sentido, las canciones no eran más que alegorías y pudo jurar que vio la erección de alguien mientras estaba en el baño.

MinHo se preguntaba cómo es que todo había cambiado tan rápido.

—¿Qué haremos para las vacaciones de verano? —preguntó HyunJin en el club esa tarde. Cuando vio a Lily abrir la boca, la calló enseguida—. No queremos saber sobre tu próximo viaje a Sentinel del Norte.

—¡Pero es interesante! —expresó ella.

—Interesante será si regresas con vida- como sea, ¿Quién se va y quién se queda? —demandó—. Mi papá dijo que abrirá cupos de trabajo de recolección de ciruelas, sandías y melones.

—Oh, me encanta la idea —concordó ChangBin, flexionando sus brazos para mostrar- nada—. Quiero tener más brazo- Somi es fan de ese grupo de kpop y le gusta elro que tiene brazos de oso.

—¿Sigues con Somi? —consultó SeungMin con burla, sin apartar la vista de su libro.

ChangBin le pegó con el cable del amplificador de su guitarra en la pierna.

—Hermoso, ¿Quién más? —HyunJin miró al grupo—. Habrá paga. Dan colación y transporte. Además- ¡Estaré yo!

—No me convence lo suficiente —siguió SeungMin.

—¿Channie?, ¿MinHo?

—Me gusta la idea- pero papá nos quiere llevar de vacaciones —contó el chico desde su escritorio, apuntando a JeongIn con la barbilla—. Tiempo de calidad en familia.

—Tiempo de calidad en familia —repitió JeongIn con vehemencia, sin apartar la vista de su croquera.

—Trabajaré con HanSoo en la tienda de discos —contó MinHo, afinando la guitarra acústica de ChangBin—. Así que- no, gracias.

—¿YongBokkie?, ¿Qué sabes de JiSung?

—Yo no puedo —contestó el chico, y no era secreto para nadie saber que el muchacho viajaría por un par de semanas a Australia: eso lo tenía tocando las nubes—. Tampoco sé de JiSung, pero si se está preparando para el campeonato de verano, dudo que pueda.

—Son los peores amigos —expresó HyunJin.

—Ni siquiera me preguntaste a mi —SeungMin alegó.

—Perdón- SeungMin, ¿Quieres venir a trabajar conmigo a la granja?

—No.

—¡Vamos, hombre!, ¡Ni siquiera tienes panorama!, YiSu se irá con su papá, ¿Qué demonios harás todo el verano?

—Estudiar —contestó con simpleza.

—¿Estudiar? —repitió ChangBin sin creerle—. Vamos- hombre, ¿Estás de joda?

Pero MinHo pudo notar un ápice de pánico en el rostro de SeungMin; como si el chico hubiera mencionado algo que no tenía que nombrar.

—Me prometieron una giftcard si tenía una buena posición en el ranking de la escuela —respondió SeungMin, recomponiéndose—. Y yo necesito esa giftcard.

—¿De ropa?, harás que YiSu termine contigo —bromeó HyunJin.

—La amo, pero ella ya no puede hacerme más ropa —contestó desinteresadamente.

—¿Bromeas?, ¿Necesitas más ropa? —ChangBin lo molestó—. Hombre- déjame ir a asaltar tu armario para tener un poco, la mía ya me está quedando chica.

—Si quieres ir a sacar algo, no tengo problemas —contestó.

—Genial- panorama: ir a robarle la ropa a SeungMin el fin de semana.

—Yei —exclamó el resto.

—Siguen sin darme trabajadores —insistió HyunJin.

—Supéralo.

Verano; faltaban ansiosamente dos semanas para las vacaciones, y no solamente los estudiantes y maestros eran expectantes de ello: el propio clima había dejado de tener el equilibrio para irse de lleno al calor, causando que el sudor, el agua, la irritación por las temperaturas y la pereza fueran un factor que hacían gritar con desespero Julio.

—Necesito que todos tengan ingresos —anunció Lily nuevamente, mostrando su agenda que, a diferencia de la última vez, esta se encontraba de muchos posts it (cortesía de MinHo)—. Porque faltan ingresos- después del fiasco del cumpleaños del hijo de mi hermano, todavía me sorprende que nadie nos haya denunciado la página de Instagram a causa del fiasco del Doljabi.

—¿Por qué lo harían? —preguntó ChangBin, ofendido—. Lo hicimos genial.

—Genial para un perro de tres patas —expresó HyunJin—. Nos lanzaron papeles.

—Y una copa de vidrio —agregó MinHo.

—Ustedes tuvieron la culpa —apuntó ella—, quisieron tocar el opening de Shin Chan, y si no lo hubieran hecho, no tendrían la culpa.

—¿Y qué iba a saber yo de que tu familia odiaba a los japoneses? —se excusó el de pelo largo.

—Mi familia odia a los extranjeros.

—¿No dijiste que eras australiana?

—Adoptada.

—¿Y eso es una nacionalidad Coreana o qué?

—El punto —atajó Lily, mirando a Chan con seriedad—. Para tocar en el Busking deben juntar dinero, y para tocar en el Busking ne-ce-si-tan di-ne-ro.

—Okey —asintió Chan, mirando a los cuatro chicos y medio pertenecientes a la banda—. Uh- ¿Cómo lo haremos?

—Porcentaje de lo que trabajaré con HyunJin —concluyó ChangBin para si mismo—. No tengo de donde sacar más dinero.

—Yo si tengo problemas con eso —alzó la mano HyunJin—. A mi no me pagan- ya saben, nepotismo.

—Eso no es lo que significa.

MinHo, dentro de su propio mundo, soltó un suspiro y siguió afinando la guitarra acústica, con el único fin de poder mantener su cabeza ocupada en algo.

No es como si él estuviera estresado- él nunca se estresaba, pero si se sumía un poco en sus pensamientos para poder nadar en lo que eran esas humanidades llamadas sentimientos.

—¿Sigues acá? —Chan llamó su atención sutilmente, mientras el resto del grupo seguía conversando—. Te has visto bastante ido.

MinHo miró a Chan y cómo ambos se encontraban ligeramente apartados del resto, lo que lo hizo negar con simpleza. —Estoy bien, solo cansado por las clases.

—Ah… —vil mentira. MinHo nunca se cansaba de las clases—. Bien, te dejo a cargo del ensayo- ChangBin y yo iremos donde JiSung.

Él, intentando no mostrar algún rasgo ante lo anunciado, levantó su cabeza—. Vale, nos vemos al rato.

Lo único bueno que podía hacer MinHo en ese momento era despejar su cabeza, por lo que se levantó de su lugar para poder tenderle la guitarra a SeungMin. —Vamos, practicaremos algo.

—¿Quieren que los grabe? —ofreció Lily.

—Me parece genial —coincidió, sin reales ánimos de tomar a Cessi—. ¿Qué tocamos?

—Podríamos radicalizarnos y tocar algo de Nicky Minaj y -

—No.

—Así que… —ChangBin divagó en el aire mientras él y Chan caminaban hacia el gimnasio—. ¿Viaje familiar?

Chan, igual de desganado que las últimas semanas, se encogió de hombros. —Papá dice que el viaje puede reparar a la familia.

—¿Y qué opinas de eso?, no has discutido con JeongIn últimamente…

—La abue nos dijo que teníamos que llevar la fiesta en paz —contó—. Eso pareció calmar a JeongIn y- bueno, tanto él como yo tenemos miedo de que nuestros padres se separen porque no sabemos qué será de nuestras vidas.

—Muchos padres separados viven en la misma casa —recordó ChangBin.

—Sí, pero- bueno, ¿Hasta cuándo? —Chan volvió a encogerse de hombros—. JeongIn puede presionar todo lo que quiera, pero si se separan, ambos sabemos que yo me tendré que ir con mi mamá y él con su papá, y a este paso va a terminar destruyendo su relación con él y-

ChangBin notó enseguida la flagelación de Chan ante sus palabras, palmeando su hombro como una agradable muestra de afecto para que pudiera recomponerse un poco.

—No pueden hacer nada hasta que tú o JeongIn se gradúe —dijo el más bajo—. No debes ser pesimista; puede que este viaje si logre conciliar a la familia.

Se podía notar la desesperanza de Chan, pero de todas formas mantuvo la compostura hasta llegar a la biblioteca, donde en una zona bastante apartada del estudio individual, JiSung se encontraba enseñando la asignatura de química a un grupo de chicos que iban en segundo año de escuela media.

—Hola —saludaron ambos a JiSung, quien observaba en silencio como algunos realizaban ejercicios—. ¿Cuánto te falta?

Él, intentando suprimir un suspiro, miró su reloj. —No mucho- terminan con estos ejercicios y se van.

JiSung nunca supo en qué momento había llegado a eso: todo comenzó con una simple explicación básica a JeongIn, y antes de darse cuenta, ChaeWon le había pedido que reemplazara unas tutorías que ella hacía para los estudiantes de escuela media, teniendo así una sesión semanal con ese grupo.

—Mira- tengo una idea para una canción —ChangBin comenzó a contar, sacando de su mochila una libreta de composición, abriendo específicamente la página solicitada y mostrándosela a JiSung sin soltarla—. Creo que quedaría con la obra- aunque no sé de qué podría desarrollarse.

—¿No habíamos quedado de acuerdo que sería una obra de época?

—Lo pensamos —concordó Chan—, pero creímos que no llegaría al mismo público si es que maduramos el contenido- por eso se me ocurrió otra idea: fantasía de un hombre al conocer al amor de su vida en un paradero, y toda la obra se desarrolla en el qué pasaría si hubiera hablado con ella.

—Contenido profundo —reconoció JiSung.

—Sí, pero- ¿Qué tal si mezclamos la fantasía con sensaciones? Como el mundo literario —dijo—. ¿Crees que a Yuna le guste?

—A Yuna le va a encantar si es que tiene un final feliz —aceptó el castaño—. ¿Bien?, ¿Cómo haremos el guion?

—No podemos juntarnos porque Chan se va —recordó de nuevo ChangBin.

—Si- pero él es el director —dijo JiSung mirando a ChangBin—. Podemos trabajar en la idea teórica ahora, y luego para las vacaciones nosotros dos trabajamos en el guion; cuando Chan regrese él tendrá que seguir trabajando en su dirección.

—Apruebo la idea —Chan sonrió—. ¿Vamos donde Yuna ahora?

JiSung apuntó con su cabeza al grupo. —Sigo con los estudiantes.

—¿Cómo demonios llegaste a ellos? —cuestionó ChangBin.

—Créeme, hombre, antes de darme cuenta me están encalillando más y más estudiantes.

Y JiSung no tenía tiempo para ello.

Tal y como él lo había predijo: estudiar, tener novia (y alguien más), entrenar, sesión de psicólogo y clases clandestinas no hacían que su horario congeniara bien, en especial cuando los antialérgicos lo atacaban con sueño durante el transcurso de la tarde.

Trabajar con la señorita Min había sido una nueva experiencia- no es como si JiSung hubiese encontrado a alguien que lo entendiera por completo, o que estaba realmente interesado en su vida; sin embargo, había sido un poco aliviador poder contarle a alguien un poco de su vida sin que la otra persona quisiera interferir.

Era tener un secreto que se decía en voz alta.

Él no estaba seguro de si alguien aparte de MinHo sabía sobre sus visitas; no quiso contarle a Yuna porque puede que ella se lo comente a su padre y él se lo comente a la madre de JiSung (y él no quería estar en esa situación); tampoco creyó que sería importante contarle a alguien de sus amigos, y no por algún tipo de negación o privacidad- sino que JiSung simplemente consideraba que ese tipo de cosas no eran para comentarse.

La profesora Ji no había sido tan paciente como JiSung lo hubiese deseado, pero si él rendía entonces podía mantener contenta a la maestra.

Había un montón de cosas en la vida de JiSung en ese momento, pero él podía equilibrarlo.

En especial ahora que se aproximaban las vacaciones de verano.

—Hyung —le llamó uno de los chicos—. Terminé.

—Genial y- uh, no me llames así —interrumpió JiSung antes de acercarse a su cuaderno para corregirlo.

Mientras JiSung hacía correcciones generales al grupo, ChangBin y Chan comenzaron a hablar sobre el desarrollo de la obra y anotar puntos específicos para la trama. Diez minutos después, los tres se reunieron con Yuna para poder calendarizar las actividades del proyecto.

—¿No trabajaremos a contratiempo? —consultó ChangBin al notar que las fechas eran demasiado limitadas—. Digo- entre buscar a alguien que quiera hacer los personajes y-

—Tienen que hacer audiciones —interrumpió Yuna.

Los otros tres chicos se miraron a la cara.

—¡¿Audiciones?!

—¡Tenemos que permitir que el alumnado participe! —expresó ella—. ¿O qué esperaban?, no podemos simplemente limitarlos a sus grupos.

—No podemos arriesgarnos con algo así —intervino Chan—. Muchos de acá no se toman las artes en serio- y si hacemos audiciones, probablemente tendremos a otro ChangBin bailando Ringa Linga frente a todos.

—Además, el tiempo se acorta —agregó JiSung—. ¿Nos dices que tenemos que montar una obra en tres meses?, no es un poco- uh, ¿Extremo?

—Pueden tener a disposición toda la colaboración que necesiten —insistió Yuna—. Pero necesito que esto sea bajo la estructura que les digo- incluso el alcalde va a querer ver la obra antes del estreno.

Chan y JiSung soltaron un pedazo suspiro mientras se recostaban sobre los pupitres, lamentándose.

—ChangBin, ¿Por qué nos metiste en esto? —expresó Chan.

—Cumplíamos con la lista de cliché yankee —se justificó él.

—¿Qué mierda es eso?

Lo que pareció ser una sesión tensa, terminó por acortarse a distintos acuerdos y a no tocar el tema hasta que regresaran de vacaciones de verano.

—JiSung —llamó Yuna, notando que el chico se estaba largando con sus dos amigos—. ¿Te puedo robar un momento?

JiSung, fingiendo inocencia, dejó que ChangBin y Chan se fueran para quedar con ella sola en el vacío salón del Centro de Estudiantes.

—¿Qué sucede? —preguntó JiSung.

—Nada… —y con ternura, ella estiró sus brazos para pasarlos por la cintura de JiSung para poder abrazarlo—. Te eché de menos hoy.

—Uh- te pasé a buscar en la mañana —murmuró con su rostro en el pelo de ella.

—No es lo mismo… —dijo suavemente.

JiSung podía entender la función de que Yuna se ganara así con él, pero entenderlo no era corresponderlo.

A veces él miraba a Yuna y no podía evitar sentir más que pena a causa de lo que JiSung le hacía; sin embargo, una parte de él le hacía sentir culpable por no sentir realmente pena por ella.

—¿Veamos una película? —ofreció ella—. Mi papá no estará en la casa…

—No creo- debo estudiar —recordó él—, y ahora como estoy haciendo clases clandestinas…

Interactuar con ella era lo mismo que caminar en un campo minado. Los movimientos tenían que ser lo suficientemente sutiles como para poder sobrevivir, aunque eso no negaba que él no estuviera tentado con hacer explotar todo.

Sin embargo, lo que parecía ser una escena repetida de meses atrás, donde Yuna pudo haber actuado de una forma más inmadura y alegar sobre el poco tiempo que JiSung le brindaba a ella; Yuna solamente asintió con cariño.

—Está bien- pero no te sobre esfuerces —dijo.

Mierda, ¿Por qué tuvo que evolucionar?, esto me hace sentir peor persona.

—¿Te compenso una comida el sábado? —farfulló él—. Una cena.

—Me gusta la idea… —asintió ella—, e ir a tu casa después de eso…

Ah, genial.

—No nos adelantemos a los hechos —expresó él mientras se separaba sutilmente para irse—. Nos vemos mañana.

Pero la chica, sonriendo en su inocencia, tomó a JiSung de los costados del polerón abierto para poder besarlo en la boca.

Si, siento que nada de esto es cómodo.

Se separó y torpemente se fue del aula para dirigirse al club, intentando no mostrarse tan descompuesto comparado con cómo se sentía.

Tras haber alcanzado a ChangBin y Chan, regresaron al club con Adrienne de The Calling sonando de fondo; desde la puerta podía verse que Lily se encontraba grabándolos con la cámara digital mientras que JeongIn estaba sentado en el escritorio de Chan viendo a través de ella.

—Van a tener que practicar en el verano, porque la falta de práctica los hace sonar horribles —admitió Lily mientras dejaba de grabar.

—Practicamos cuatro horas al día —reclamó MinHo, mostrándole sus dedos—. Yo ya no tengo piel- tengo callos.

—No siento mis brazos~ —se quejó en voz alta HyunJin, dejando las baquetas en el tambor para recostarse en las colchonetas—. Quiero moriiiiir.

—Si vamos a ir al busking el siguiente trimestre, tienen que ser mejores —insistió la chica, desmontando la cámara para guardarla en su mochila—. ¿Cómo lo van a hacer para ensayar?

—Venir, ¿O no? —razonó HyunJin—. ¿No teníamos una copia de la entrada de la escuela?

JiSung, recordando los últimos alegatos que la secretaria le había dado, se recompuso. —Uh- bueno, me informó que no podíamos tener la llave durante las vacaciones.

—¿Qué? —cuestionó la banda.

—Sí- eh…, la escuela estará cerrada por dos meses.

Y todos lanzaron una maldición.

Los siguientes días se basaron en una búsqueda de un nuevo lugar de ensayo, yendo a primera instancia hacia los padres de MinHo para que pudieran habilitar el garaje- sin embargo, SooYoung seguía terca con la decisión; MinHo se había molestado con ella abiertamente, pero eso no lograba que consiguieran algo así que cambiaron de plan. Dejar las cosas en casa de Felix parecía ser un abuso por parte de la amabilidad de su madre (y el desagrado del tío), además de que no convenía si es que el chico iba a ir a Australia durante semanas.

HyunJin era otra opción que era fácilmente descartable: viajar todos los días hasta su casa era agotador, y a pesar de que sí tenía el espacio para ellos, seguía teniendo un gran obstáculo. Por otra parte, la madre de SeungMin no quería nada relacionado con el ruido dentro de su casa, especialmente cuando no tenía espacio para ello. Y alguien propuso el hogar de JiSung, ya que era céntrico, estaría todas las vacaciones en el pueblo y no parecía molestar mucho, sin embargo, él reclamó en voz alta que su madre probablemente lo castraría si es que dejaba que ellos tocaran su casa todos juntos

Y descartando también la casa de Chan y JeongIn, fue la casa de ChangBin que quedó como hospedaje momentáneo, aunque tenían que montar y desmontar los instrumentos ya que no había espacio dentro de la casa.

No obstante, a la par que los días de búsqueda de un nuevo hogar para la banda acaparaba la mayor parte de su atención, MinHo no podía evitar sobre pensar las exigencias uales que el mundo adolescente presentaba.

—Siento que he limpiado más mi casillero que mi propio cuerpo —comentó SeungMin al aire sin tono, sacando los residuos de postre que Felix le regalaba—. ¿Qué demonios es esto?

MinHo, levantando la vista del celular suyo y de SeungMin, miró lo que su amigo sostenía. —Uh- un pan que dejé ahí sin querer.

—Tiene su propio ecosistema —comentó, botándolo a la basura—. Como sea- ¿Encontraste lo que buscaba?

—Claro que no- mierda, tienes demasiadas fotografías guardadas —contestó el otro mientras pasaba por el táctil las fotos de la galería de SeungMin—. Realmente me había gustado esa chaqueta- quiero ver si YiSu puede hacérmela.

—Tal vez si se la dibuja puede que tenga una referencia.

—Lo he pensado, pero sabes que para el dibujo no soy la gran- ¡Mierda!

Rápidamente, MinHo bloqueó el celular mientras se sonrojaba.

—¿Qué te pasó? —le preguntó SeungMin sin prestarle atención.

—¿Por qué demonios hay fotos puercas tuyas aquí?

SeungMin lo miró sin entender a primera instancia, hasta que captó sus palabras y se sonrojó más allá de su cuello.

—Presta —le quitó el celular para guardarlo dentro del casillero y cerrar la puerta de él con fuerza—. Bórralo de tu mente.

—¡PERO-

—Tú lo sabes. Yo lo sé.

—¡SEUNGMIN!

—Supéralo.

MinHo, manteniendo su impresión, se levantó del suelo. —¿Por qué tienes fotos puercas?

—Para enviarlas —respondió el otro con simpleza.

—¿A quién?

—A mi urólogo, MinHo —pero cuando él abrió la boca para decir algo más, SeungMin lo interrumpió—. Bromeo. ¿A quién más le mandaría fotos así?

—¿Significa que YiSu también te manda-

—Completas esa frase y no tendré problemas en abrirte la garganta.

MinHo cerró su boca de golpe mientras asentía, sin poder quitar la horrible imagen de su cabeza.

¿Eso es normal entre parejas también?

MinHo seguía sintiendo que había un mundo oculto en las relaciones de las cuales él no tenía ni mención ni idea- además de sentir vergüenza cada vez que se encontraba a solas con JiSung por no saber cómo abordar el tema.

Incluso MinHo se había atrevido a mensajear y preguntarle a YeonJun sobre eso, aunque pareció que la falta de tacto del chico hizo que el otro lo terminara bloqueando.

Era el último día de clases y todo el mundo se mostraba ansioso- no era de extrañar porque todos amaban dos meses de vacaciones; sin embargo, la postura romántica que podría tener MinHo respecto a eso se iba al caño al recordar que probablemente no vería a JiSung tan seguido en esas semanas.

Pero él tenía la voluntad de esperar- por supuesto, MinHo podía dejar sus pensamientos psicópatas-uales de lado para no molestar a JiSung en su enfoque de estudios, campeonato y tonta obra de teatro escolar.

Esperaba que JiSung quisiera pasar tiempo con él.

—¿Por qué no mejor superas la cosa y vamos al club?, los niños ya deben de estar limpiando —ofreció SeungMin.

MinHo, bufando, terminó aceptándolo y caminó junto a él mientras esquivaban globos y pistolas de agua.

No salieron invictos, especialmente cuando San y YeoSang los había empapado con dos valdes de agua (aunque MinGi fue amable por darles la opción de sostener sus celulares para que no se mojaran).

Al llegar al club, lo primero que hizo SeungMin fue resbalar y caer al suelo.

—Mierda —masculló él desde el suelo.

—Cuidado —anunció JeongIn tarde mientras trapeaba, aunque no se veía realmente precavido—. El suelo está resbaloso.

—¿Bromeas, Sherlock?

—¿De dónde demonios sacaron el carrito de supermercado? —preguntó MinHo mientras entraba al salón y se sentaba sobre el escritorio. JiSung lo empujó enseguida al estar limpiándolo.

—Del supermercado —contestó HyunJin con obviedad, mientras él y Lily guardaban la batería desarmada ahí adentro—. Duh.

—Chan, si te mueves mucho me voy a matar —exclamó Felix desde los hombros de Chan, ocupándose de la limpieza de las ventanas.

—No pasa nada —bromeó Chan antes de moverse un poco para asustar a Felix, sin embargo, el chico lanzó un grito despavorido haciendo que Chan lo sostuviera de las manos—. Okey- perdón, sigue en lo tuyo.

—¿Y por qué están mojados? —le preguntó JiSung a su espalda; cuando MinHo se giró, fue inevitable no sonreír.

—Guerra de agua en el pasillo del llanto, y tus amiguitos nos atacaron —contestó el otro mientras se apoyaba en el escritorio.

—Son desagradables —farfulló, entregándole a MinHo un trapo con alcohol—. Limpia la pizarra.

MinHo hizo una mueca antes de hacer el trabajo, escuchando a ChangBin hacer el vago mientras tocaba la guitarra acústica recostada en las colchonetas.

—Adrienne…, I thought I knew you —cantó—. Once again, you used me, used me…

—¿Por qué no haces aseo? —le preguntó JeongIn.

—No fui criado para eso —respondió el chico sin interés—. Y ustedes no tienen problema con hacerlo, por lo que-

Sin embargo, JeongIn lo golpeó con la mopa en la cara.

—Bien- terminamos con esto —anunció HyunJin, mientras Lily subía (a cuestas) el amplificador de la guitarra eléctrica de ChangBin al carro de supermercado—. ¿Nos vamos enseguida y de ahí a casa de Felix?

—Apoyo —dijo ChangBin mientras guardaba su guitarra acústica en el estuche—. ¿Quién más se va ahora?

—Ya terminamos —anunció Felix mientras que Chan lo baja de sus hombros con cuidado—. ¿Alguien me acompaña a compr-

Pero Lily ya se había aferrado a su brazo. —Te puedo acompañar- conozco una buena receta de pollo al curry que queda exquisito con una salsa secreta de la familia- solamente necesitamos pollo y grasa de vaca-

—Es realmente interesante —cortó Felix con simpatía—. Pero tenemos que acatarnos a lo que haya en el supermercado.

En eso, MinYu se asomó por la puerta y saludó con una sonrisa tímida. —Hola…

—Uh- —rápidamente, MinHo notó como el semblante de HyunJin se entorpecía—. Tengo que ir a dejar esto a casa de ChangBin, ¿No te molesta si nos acompaña…?

—Oh, tranquilo, no hay problema.

Y poco a poco los chicos comenzaron a irse, dejando a JiSung en el salón (quien debía de cerrar el aula y entregar las llaves) mientras que MinHo se excusaba para hacerle compañía.

—¿Ya hablaste con la señorita Min? —consultó JiSung mientras terminaba de ordenar los productos de limpieza en la cubeta.

—Tenía pensado hacerlo mañana —contestó MinHo, abanicando su gran playera para deshumedecerla.

—¿Trabajas por contrato o qué?

—Nah, es una especie de negligencia donde me paga según los días que trabajo- pero me hace un promedio —contó—. Saca dinero de la caja cuando acaba mi día.

—Que envidia- yo necesito dinero —puchereó el otro.

—Why?, no tienes muchos egresos que digamos —dijo con sorna.

—La verdad es que quiero tener por tener- soy joven, necesito gastar dinero en cosas estúpidas.

MinHo sonrió a medida que se sentaba de nuevo en el escritorio de Chan.

—Entonces, ¿No tendrás muchos planes para las vacaciones? —preguntó MinHo con un falso tono juguetón, moviendo sus piernas como un niño—. Porque yo no tengo planes.

—Supongo que mis mañanas serán ocupadas —contestó él, dejando la cubeta de productos de aseo cerca de la puerta para continuamente acercarse a MinHo y ubicarse entre sus piernas—. Y las tardes- tengo que seguir estudiando.

—¿No podrás darme un poco de tu atención? —preguntó de nuevo, tomándolo del cuello de su playera para acercarlo—. Digo- sé que Yuna podrá pedirte de tu tiempo, pero yo-

—Yuna se va de vacaciones la subsiguiente semana —admitió, mordiendo su labio.

Al principio MinHo creyó haber escuchado mal, pero al ver como la sonrisa de JiSung se extendía, sonrió también, emocionado.

—¿Por cuánto?

—Regresa unos días antes del inicio de clases —contesto, cerrando el espacio entre ambos para besarlo.

MinHo no negaría que el nerviosismo sobre tener o lo carcomía desde adentro, pero si podía seguir viendo a JiSung todos los días y avanzar en ello, ¿Por qué debía de asustarse tanto?

De todas formas, era normal que alguien de su edad lo hiciera, ¿No?

—¿Sabes qué sería genial? —susurró MinHo sobre la boca de JiSung, acercándolo mientras lo abrazaba por el cuello.

—¿Qué? —cuestionó, aunque rio un poco al sentir el mojado cuerpo del otros en él—. Estás empapado…

—Después de tu entrenamiento y después de mi trabajo, cuando tengas menos cosas que estudiar en el día, podríamos ir a otros pueblos y-

—¿Han visto a Seung…

Como si el mundo se hubiese detenido por un momento, ambos giraron con lentitud sus cabezas mientras el miedo recorría sus espinas dorsales hasta enfocar su mirada.

—Uh… —YiSu relamió sus labios, carraspeó, y tomó de nuevo la manilla de la puerta en sus manos—. Perdón.

Y cerró la puerta.