La música suena mejor contigo

Mr. Brightside; MinSung

Canción:

Let me live; Queen

 

—¿Por qué tenemos que estar acá?

—¡Es navidad!

—Dentro de tres semanas. —Gruñe Felix mientras se abrazaba a sí mismo. No le gustaban los lugares concurridos.

—Lo que hace el capitalismo… —Suspira ChangBin a las espaldas de MinHo, con pésame. —Desde que esta galería llegó al pueblo, no ha hecho más que afectar económicamente en los ingresos de las tiendas locales.

—Bueno, si tanto te importan las tiendas locales, ¿Qué haces aquí? —Le pregunta SeungMin, aún sin apartar la mirada de la nueva Galería Comercial que tenía el pueblo.

—Mamá vio unos aretes hace poco y-, bueno, también se peleó con la señora que trabajaba con cobre. —Contesta avergonzado.

—Demasiado justo. —Le da la razón MinHo. —Esa vieja es un dinosaurio. Su perro una vez me orinó mi bicicleta.

—¿No vamos a entrar? —Pregunta YiSu con impaciencia, irrumpiendo el aire dramático que los cuatro chicos estaban teniendo.

Y para qué juzgarla, porque el otoño se estaba acabando lo que significaba que el frío estaba posándose de manera irresistible; ahora perfectamente podían estar haciendo diez grados, y mientras YiSu se encontraba abrigada hasta el cuello y seguía sintiendo frío, los otros cuatro chicos parecían realmente entretenidos viendo como la galería estaba llena de gente a causa de las compras navideñas.

Era pasado del medio día, por lo que la gente también pasaría a comer por el patio de comidas. Perfectamente el grupo pudo haber ido en otra hora, pero el tonto de Felix estaría castigado a la tarde. (—¿Cómo puedes predecir que serás castigado? —Salí sin permiso, y se me olvidó descongelar la carne.)

Se habían encontrado con YiSu por mera casualidad, y no es algo que al grupo le molestase (en especial a SeungMin), sin embargo, MinHo se sentía un poco invadido porque quería pasar la tarde comprando embarazosos regalos para sus padres, no pasar viendo como SeungMin babosea por ella.

—Bueno. —Lidera MinHo, tomando las muñecas de ChangBin y SeungMin con sus dos manos. —Al abordaje, muchachos.

Como era de esperarse, el interior estaba lleno. La estructura de la galería era de dos edificios con forma de caracol que alcanzaba los cinco pisos, con rampas para poder desplacerse mejor; y este último efecto hacía que fuese realmente complicado transitar por la galería, ya que tuvieron que subir por los dos primeros pisos del ala oeste en fila india pegados al barandal.

—¡Tienda de ropa para bebés! —Apunta ChangBin.

Los cinco se hicieron paso entre el mar de gente para ingresar a la tienda, el cual corrían con suerte de estar poco transitado.

—Compraré enseguida. —Avisa YiSu, yendo a la sección de ropa para bebes mujeres.

MinHo miró como SeungMin seguía a la chica con la mirada, bastante encandilado. Compartió una mirada burlesca con ChangBin y Felix antes de pasar su brazo alrededor de los brazos de SeungMin y silbar.

—SeungMin, hijo mío… —Le dice MinHo con un tono de voz que le hacía parecer un anciano. —Los bebés son la maravilla del nuevo mundo, pero no son agradables tenerlos. Dudo mucho que el recuerdo de tu primera vez lo vincules con un bebé—

—Eres un idiota. —Le interrumpe SeungMin. Gracias al gorro y a la frondosa bufanda de lana que traía podía apaciguar la evidencia de su vergüenza y de su sonrojo. —Apenas tengo dieciséis.

—Y mis padres también tenían dieciséis. —Bromea.

ChangBin también paseó por los aparadores revisando zapatos de bebé, e incluso se los mostró a Felix en signo de burla. SeungMin frunció los labios ante eso.

—¿Qué espera?, ¿Casarse y tener hijos con él? —Murmura SeungMin. Por la impresión de MinHo, pareció como si hubiese estado pensando en voz alta.

—¿Eh? —Le mira MinHo, desconcertado.

—Nada. —Niega en seguida SeungMin. —Nunca pensé que a ChangBin le gustaban las cosas de bebé.

—Desde que nació su sobrino ha sido suave con eso. —Se encoge de hombros MinHo, restándole importancia. —No es la gran cosa, Seung, ¿En qué te molesta?

—La gente lo está viendo raro. —Le susurra.

MinHo miró a las pocas personas presentes, una madre e hija murmuraban al ver a ChangBin y Felix conversar animadamente con zapatos de bebé en mano. Frunció el ceño ante eso, porque la verdad no había nada extraño o maculado en la interacción de dos chicos. En especial cuando YiSu se unió a ellos para conversar con el mismo tono de ternura.

—Por favor, Seung. —Dice MinHo de nuevo. —Son adolescentes. No entiendo…

Pero SeungMin solo bufó, dejando a MinHo colgado con la duda.

Cuando salieron de allí, pudieron hacerse un grupo en el que MinHo y YiSu caminaban en frente y a pocos pasos les seguía el resto de los chicos. MinHo prefirió no tocar el tema con YiSu, porque parecía incómodo para él.

—Eh, ¿Para quién es la ropa? —Pregunta MinHo con cortesía.

La chica levanta la bolsa de la tienda y la sacude con orgullo. —Mi hermana menor.

—Oh, no sabías que tenías.

—Es por parte de papá. Creí que sería cortés de mi parte llevarle un presente para las vacaciones. —Explica mientras le sonríe. —¿Y qué harás tú para las vacaciones, MinHo?

El pelinegro pudo sentir la diferencia de escuchar su nombre de los labios de JiSung con los de YiSu, y no sabía cómo enfrentarse a eso.

—Estaré en el pueblo. —Contesta rápidamente, esperando pasar desapercibido el sonrojo de sus mejillas. —No tengo mucha familia más que mis abuelos y mis padres- y mis abuelos también viven acá.

—Ah, ¿Los ves a menudo?

—Almuerzo con ellos todos los domingos.

—SeungMin me acaba de contar que pasas los domingos con HyunJin—

—¿Ahora lo entiendes?

La siguiente tienda fue la librería, donde no corrieron con tanta suerte. Estaba tan llena de gente que no terminó siendo de sorpresa para MinHo encontrarse con Yuna en su interior; el pueblo era realmente pequeño.

—¡Hola! —Saluda ella, complacida de encontrarse con él.

El encuentro fue tan repentino que hizo a MinHo congelarse en la entrada, provocando que SeungMin, ChangBin y Felix chocasen con él.

—H-hola. —Le saluda MinHo nerviosamente. No la había visto desde el día en que la suspendieron, y pasó toda la semana sin verla por eso.

Recordó su conversación con SeungMin el domingo pasado, donde este le proponía la idea de que tal vez gustaba de ella. Sin embargo, sentía sintiendo una barrera emocional hacia ella que no le hacía sentirse como SeungMin le había descrito, por lo que solamente le sonrió. —¿Cómo estás?, no te veo desde que te suspendieron.

—Me adelantaré. —Informa Felix entrando más a la librería, seguido del resto.

Yuna y MinHo se apartaron un poco de la entrada para dejar a la gente transitar. —He estado bien. —Responde ella. —El castigo fue severo. No pude ver a JiSung en toda la semana. ¡Pero ya estamos bien! —Sonríe.

MinHo ensanchó la sonrisa cortésmente. —Así me contó JiSung. ¿Estás con él?

Ella apuntó hacia el interior de la librería. —Dijo que estaba buscando algo para regalarse. Un libro de astronomía o algo así.

—Está en el club. —Agrega.

Yuna volvió a asentir. Los grandes ojos cafés de ella estaban perpetuamente en la presencia de MinHo, haciéndolo sentir más incómodo que nervioso. —Como sea, JiSung me contó que tuvo una semana genial con tu grupo.

Semana genial. MinHo pudo sentir como su pecho burbujeaba.

Si- digo, se encontró con ellos causalmente y pareció que lo adoptaron. —Cuenta con gracia. —Incluso el viernes se quedó a ver una película con nosotros después del ensayo.

Lo noté. —Dice con cierta amargura en su tono de voz. —Ese día podía verlo, él nunca llegó.

Oh, lo siento.

No importa. —De nuevo, Yuna lo deslumbró con su sonrisa. —Sungie también me contó que le harás tutorías, ¿Cómo es eso?

¡Ah!

—Si, tutorías. —Recuerda MinHo. —Aunque…Uh, no nos pusimos de acuerdo.

De hecho, cuando estuvimos en la casa de Chan y JeongIn, JeongIn acaparó a JiSung por completo.

—Vaya, eso si me parece mucho más lógico. —Canturrea la muchacha, balanceándose sobre sus talones. —Ya decía yo. No me parecía coherente que JiSung te enseñase cuanto tú eras un genio.

MinHo hizo el ademán de sonreír, pero apenas y asintió. —Bueno, él es inteligente.

—No tanto como tú. —Suelta un suspiro. —JiSung quiere entrar al salón avanzado, pero él se esfuerza tanto y hay veces que no le resulta… Llega a dar pena a veces.

Frunció el ceño ante los dichos de Yuna, sintiéndolos un poco vacíos y huecos en su máxima expresión.

—Él es bastante aplicado, además de listo.

—Entonces, ¿Por qué recurre a ti para que lo ayudes?

Se silenció ante eso; las palabras quedaron atrapadas en su garganta sin saber muy bien por qué entraría en terreno de discusión con Yuna por algo que JiSung estaba haciendo.

Sin embargo, cuando MinHo iba a responder, JiSung apareció entre los aparates con una bolsa de papel en mano.

—Listo. —Estaba notablemente sonrojado y nervioso, tanto que no se había dado cuenta de la presencia de Yuna. —¿Nos podemos ir?, estoy un poco nervioso.

—Hola, JiSung. —Le saluda MinHo, con más desánimo.

JiSung levantó la mirada de la chica hacia él y le entregó una gran sonrisa mientras sacudía su mano libre hacia él. —¡Hola!, ¿Cómo estás?

—Estábamos hablando de las tutorías que MinHo te daría. —Cuenta Yuna, omitiendo por completo la falta de estima que ella le tenía a su propio novio. —Es impresionante, ¿No lo crees?

JiSung asintió un tanto incómodo. —Si, eh- nunca nos pusimos de acuerdo.

—¿Te parece que vaya más tarde a tu casa? —Le pregunta MinHo.

Pero antes de que JiSung pudiese contestar, Felix apareció en el campo de visión, saltando hacia la espalda de JiSung para abrazarlo. —Hi, mate!

—Está llenísima esta cosa. —Murmura SeungMin llegando hacia ellos, con YiSu abrazando su brazo. —Oh- hola…

—Woah, no sabía que estaban acá. —Les dice JiSung a los chicos. —Si que está llena la librería.

—¿Qué tal si vamos al patio de comidas? —Da la idea ChangBin, apegándose también a la espalda de Felix por los empujones que la gente daba. —Y nos despejamos un poco de esto.

—No sé si es una buena idea. —Murmura JiSung.

—Uh, todavía falta mi regalo. —Murmura MinHo al mismo tiempo.

Yuna intercaló sus miradas entre MinHo y JiSung, y abrió su boca en un perfecto O. —Oh, JiSung se pone nervioso con las aglomeraciones. —Informa.

—Estoy bien—

—Dividámonos en equipos entonces. —Da la idea YiSu, mirando a Yuna incómodamente.

—Voy con JiSung a la pastelería que está en la esquina. —Dice Felix, tomando al chico del brazo. MinHo podía jurar de que se encontraba verde. —¿Alguien se une?

—La gente también me está poniendo nerviosa. —Opina YiSu mirando a SeungMin. —Me voy con ellos.

—Te acompaño.

—¿Tus regalos?

—Los compraré cuando esté menos lleno.

MinHo agarró en seguida la muñeca de ChangBin. —Somos tú y yo, camarada.

—Y yo. —Levanta la mano Yuna, mirando a JiSung. —¿Estarás bien?

—Solo quiero irme.

Felix jaló a JiSung hacia la salida, seguido de YiSu quien agarraba de la chaqueta a JiSung y a SeungMin quien la tenía tomada de la mano, dejando a los tres chicos restantes mirándose las caras.

MinHo enfocó su vista en ChangBin, y este le correspondió la mirada. Empezó a fruncir los ojos lo suficientemente notorio como para enviarle un mensaje.

Ni se te ocurra dejarme a solas con ella, dice su mirada.

ChangBin soltó una leve risa. —Bien, ¿Cuál es nuestra siguiente parada?

A beneficio de MinHo, el resto de la compra no fue tan incómoda.

—Polerones, porque joder, me estoy muriendo de frío. —Contesta MinHo para aligerar el ambiente, mientras se abraza a sí mismo.

—Eres el único que sale con camiseta y parca en pleno invierno. —Le regaña ChangBin, empujándolo suavemente.

—En retrospectiva seguimos en otoño. —Le contesta MinHo mientras le saca la lengua. —Así que apresuremos el paso para ir a la pastelería antes de que me muera de hipotermia.

Los tres salieron de la librería y subieron al siguiente piso. ChangBin y MinHo se quedaron mirando una tienda de aparatos para el hogar considerando eso como regalos para sus madres, Yuna intervino ahí tratándolos de malos hijos y de pésimos hombres.

—No pueden regalarles ollas a sus madres. —Regaña ella a ambos chicos. —Creí que ya habíamos pasado el siglo XIX.

—No estamos tan alejado de ese siglo, considerando con que ninguno de aquí tiene celular. —Contesta ChangBin.

—¿Tienes una mejor idea? —Le pregunta MinHo a ella.

Fueron hacia la otra torre de la galería, donde MinHo pudo ver en los aparates de exhibición productos de belleza que le interesó a ChangBin. A pesar de que esa torre estaba mucho más vacía que la otra, la tienda estaba llena, por lo que ChangBin se adentró a ella dejando a MinHo y a Yuna esperando en el barandal del pasillo.

—¿Cómo estás con JiSung? —Pregunta MinHo inconscientemente, intentando seguir la conversación que estaban teniendo antes.

—Estamos bien, como siempre. —Responde ella. —Hoy me dio el gusto en todo tras haberme liberado del castigo. Sé que soy muy intensa, pero me gusta cuando él me da el gusto.

MinHo asiente.

—Aunque -como te dije anteriormente-, siempre se queda estudiando, incluso las semanas anteriores se quedaba después de la escuela para seguir con ello. —Sigue contando. —Lo bueno es que me entrega los fines de semana.

—¿A ti te molesta que entre al salón avanzado? —Pregunta sin rodeos.

Yuna no pareció impresionada por la pregunta, y tampoco se molestó en dar una respuesta completa. —No puedo hacer mucho al respecto ante la decisión que tomó él, ¿Sabes?

El pelinegro sonrió. —Eso muy maduro de tu parte. Aceptar eso, quiero decir.

Yuna le levantó una ceja con una sonrisa socarrona. —¿Oh?, ¿Sabes qué es lo que hacen los chicos en el salón avanzado?

MinHo asintió. Siempre le han dado una explicación de lo que puede hacer y ser allí. —Te preparan para una universidad en Seúl.

—JiSung tiene pensado en ir, y yo no puedo detenerlo. —Suspira. —¿Y tú, MinHo? ¿Te vas a quedar en el pueblo después de la escuela?

La pregunta era demasiado inocente, MinHo creería que ni siquiera había malas intenciones en ella, pero por lo que conocía de Yuna él no podía considerar eso.

—S-supongo. —Contesta finalmente. —Me quedaré acá.

—Yo tampoco tengo planeado irme. —Ahora Yuna miraba el interior de la tienda de cosméticos. —Mi plan ideal era casarme con JiSung y vivir acá, pero ahora que se quiere ir…No sé si lo pueda esperar.

—¿No quieres estudiar algo?

—Puedo hacer un técnico acá y trabajar en el jardín de niños, no tengo problema con eso. —Se encoge de hombros. —Así que supongo que me quedaré contigo.

MinHo carraspeó para sacar la incomodidad de su interior. Se había atragantado con la idea del matrimonio (normalmente los jóvenes de su edad no estimaban el matrimonio como una opción para el futuro a corto plazo), pero lo que más le perturbaba fue su frase final.

“Supongo que me quedaré contigo.”

Creía que si hubiese sido en un aspecto normal, en el que la chica estaba soltera, sería mucho más agradable ese coqueteo. Sin embargo, ella era la novia de su amigo, y podía confirmar que dentro de su ser no había ningún ápice de atracción hacia ella.

Por un lado era bueno, por el otro, era jodidamente malo.

Cuando ChangBin salió de la tienda ya habían pasado diez minutos de conversaciones con MinHo contestando incómodamente. Subieron de nuevo por el pasillo hasta que, al fin, MinHo pudo comprarle un regalo decente a su madre (un set de pañuelos para el cuello).

Salieron de la galería y fueron rápidamente, junto a la llovizna, hacia la pastelería de la esquina del centro comercial, donde a diferencia de la galería, la pastelería se encontraba vacía salvo por el grupo de cuatro jóvenes quienes habían juntado mesas en una esquina para estar más cómodos.

—Oh, ¿Qué compraron? —Pregunta Felix. MinHo miró de reojo como JiSung estaba bebiendo un batido helado de chocolate.

—Maquillaje y ropa. —Contesta MinHo sentándose frente a Felix. ChangBin tomó la cabecera, y Yuna tomó lugar junto a JiSung.

—¿Cómo te sientes?

—Mejor. —Suspira JiSung, ahora mirando a Felix. —Lamento las molestias.

—Ah, tranquilo. —Le resta importancia. —Todos le tienen miedo a algo.

—Debería tener una cuponera y canjearla por cada vez que JiSung tiene algún problema. —Se burla SeungMin. JiSung le sonrió de vuelta y confianzudamente le dio una suave patada en la pierna al chico -ya que estaba frente suyo-. SeungMin le lanzó una mirada divertida antes de corresponderle la patada.

—¿Ya pidieron? —Pregunta Yuna.

—Solo JiSung. —Contesta SeungMin.

Luego de una pedida masiva, todos degustaron de sus pasteles en una agradable charla. O MinHo intentaba hacerla agradable, porque a pesar de que ninguno en el grupo parecía tener problemas con el otro, MinHo seguía perturbado por la conversación que tuvo con Yuna.

Tal vez estoy sacando las palabras de contexto, intentaba convencerse MinHo, yendo por la idea más lógica en ese momento. Sin embargo, se le era imposible pensar en esa idea cuando veía a Yuna lanzarle miradas mientras tenía su mano claramente en el muslo de JiSung.

Después de un rato donde todos compartieron, dispusieron en irse a casa. SeungMin y YiSu se fueron primero, tomados de las manos, mientras que ChangBin, Felix y MinHo seguían el mismo camino que la otra pareja.

—Los chicos de quinto grado hicieron una religión a mi nombre. —Sigue contando ChangBin una anécdota a JiSung -y a Yuna de paso-. —La maestra estaba horrorizada. De hecho, uno llevó un Max Steel y escribieron en su pecho mi nombre, y con una cruz hecha de ramas de árboles lo crucificaron, para cambiar el cristo de su salón por ese juguete.

—¡Es hilarante! —Carcajea JiSung. Felix y MinHo también reían por la historia, porque a pesar de que estuvieron ahí cuando todo pasó, seguía siendo sumamente graciosa. —¿Te convertiste en su Cristo?

—Más que eso, JiSung, —Y deliberadamente ChangBin pasó un brazo alrededor de los hombros de JiSung. MinHo no pudo evitar levantar una ceja ante tal atrevimiento. —Me convertí en su Dios.

JiSung volvió a lanzar una carcajada ante la afirmación. Felix también sonrió, pero MinHo se sintió repentinamente incómodo.

Cuando llegaron a casa de Yuna, la chica se despidió con un jugoso y desanimado beso (MinHo se preguntó si esa combinación emocional era posible) antes de entrar a casa, donde su padre lo esperaba con un tosco rostro que daba miedo.

—Eres muy valiente para tenerlo como suegro. —Le comenta Felix a JiSung, tras ver la mueca del hombre. —¿Cómo lo haces?

—Entro en modo automático. —Contesta sarcásticamente el chico, ganándose unas risas del otro.

MinHo también quería colaborar con algo, pero desde que estaba en la pastelería se sentía repentinamente incómodo y desplazado de la diversión de JiSung, como si no tuviese suficiente con él.

WOAH, se grita mentalmente, ALTO AHÍ, MINHO. ALTO. AHÍ.

¿QUÉ DEMONIOS?

Eres lo suficientemente atractivo y volátil como para que alguien te reemplace tan indiscriminadamente- espera, ¡¿Por qué demonios tendría que reemplazarme?!

Muy bien, muy bien, apliquemos lo que vimos en silogismos:

Premisa uno: JiSung es mi amigo.

Premisa dos: Yo soy amigo de los chicos.

Conclusión: JiSung es amigo de los chicos.

¡Fantástico!

Entonces, ¿Por qué me siento tan fuera de lugar?

Él era lo suficientemente inteligente como para considerar obvia la teoría de Newton o las fórmulas de física; que todos los antecedentes de su país lo llevasen a tener una guerra civil, dividiendo Corea en dos partes; que la lluvia caía de arriba hacia abajo; que John Lennon era un violentista. Todos esos factores y aún así él no podía encontrar la obviedad en sus celos.

El grupo caminó hasta la casa de JiSung, donde él los despidió con una agradable sonrisa a ChangBin y a Felix, antes de girarse hacia MinHo.

Cuando JiSung lo vio, MinHo sintió que le estaba dando la corriente.

—Entonces… —JiSung se balanceó burlescamente sobre sus talones, mientras inclinaba su cabeza para verlo. —¿Vendrás o…?

MinHo se atragantó con su saliva, y le costó formar una frase coherente en su cabeza para poder expresarla. —Eh- voy por mis cosas y vengo al rato.

JiSung asintió y se adentró a su casa.

ChangBin y Felix compartieron una mirada antes de lanzar ruidos de besos mientras aullaban como lobos en celo. —¡Uy!

—¿Qué? —Los mira MinHo, ofendido.

—Pareces una colegiala. —Se burla Felix.

MinHo le entregó una mala mirada mientras sacaba su billetera y la abría: solo había un recibo ahí. —Hello, por supuesto que soy una colegiala.

—¿Iremos donde Chan o alguna parte? —Intenta ChangBin desviar el foco de conversación. MinHo se puso nervioso por eso.

—Tengo que ir a mi casa. —Apunta MinHo. —Tengo tutorías.

. . .

Pensó en avisarle a su madre sobre ir a casa de JiSung, pero supuso que por ser una persona nueva ella le interrogaría incómodamente y MinHo no estaba en ánimos de querer contestar preguntas de cosas que ni él sabía, por lo que esperó a que terminasen de cenar para encerrarse en su habitación con la excusa de que estaba cansado. Como tanto a su padre como a su madre no le interesaba en realidad, lo dejaron ir.

Preparó un bolso con lo necesario: sus vagos apuntes, sus textos de estudio y hasta un cd con música buena para poner en el estéreo que JiSung mantenía en su habitación para que se culturizase un poco más; y salió por la ventana.

Rogó en su interior que ningún vecino lo hallase visto fugándose de casa de una manera tan incordia.

Caminó rápidamente por la acera, viendo que la noche ya estaba estrellada, y canturreó por los siguientes diez minutos que le tomó llegar a casa de JiSung.

Golpeó la puerta un par de veces y pudo percibir el sonido del volumen del televisor muy alto. MinHo se preguntó sobre cómo podrían estudiar con tanto ruido. Tuvo que golpear una segunda vez para poder ser escuchado, y pasaron momentos antes de que JiSung le abriese la puerta.

—¡Hola! —Por alguna razón, se veía realmente sorprendido. —Creí- bueno, pensé que ya no venías.

—Dije que venía al rato, ¿No? —Sonríe MinHo con una comisura.

—Si, pero pensé que sería como a las ocho. No a las diez treinta.

MinHo barrió visualmente a JiSung: el chico llevaba un buzo y una playera de Aerosmith de color púrpura que le quedaba notablemente grande. —¿Ese es tu pijama?

Observó cómo las mejillas de JiSung se sonrosaban, a su vez que negaba. —Es para estar en casa…, ven, entra.

A pesar de que JiSung cerró la puerta tras la espalda de MinHo, este no lo dejó moverse por un momento. El anaranjado se asomó por el marco de la sala y notó como su madre se encontraba absorta por el televisor, dándoles la espalda; miró a MinHo de nuevo y con su dedo índice puesto en sus propios labios, le indicó que caminase sigilosamente hasta la escalera.

No era la primera vez en la que MinHo iba a casa de JiSung, pero no estaba familiarizado con el entorno tampoco. Había ido confiadamente hacia una de las habitaciones creyendo que era la de JiSung y este tuvo que jalarlo del gorro del jersey para hacerle cambiar de dirección.

—Lamento eso. No puedo recibir visitas tan tarde. —Se disculpa finalmente el chico, cerrando la puerta con pasador a su espalda. —Aunque si eres tú…, dudo que me meta en problemas reales.

—Me siento halagado. —Le dice MinHo mientras deja su mochila en el suelo y se lanza a la cama de JiSung.

—¡Quítate los zapatos, dios santo!

—Llorón. —Aún así, MinHo se saca sus zapatillas. —Bien, ¿Me contextualizas y estudiamos?

Del escritorio blanco de JiSung, el chico sacó una hoja de oficio bastante colorida y escrita con kanjis perfectamente alineados.

—El diecinueve comenzamos con Matemáticas y un examen del electivo (en mi caso: Biología y Química) —Explica JiSung, sentándose frente a él mientras MinHo inspeccionaba el calendario. —El veinte tenemos de lengua, estudios sociales e inglés. El veintiuno de música y artes. El veintidós de literatura y educación física. Y el veintitrés tengo ciencias generales y filosofía.

—Si no me lo hubieses avisado te juro que no me habría acordado. —Confiesa MinHo, consternado por la organización de JiSung. Apartó la hoja para dejarla sobre la mesita de noche y alcanzó su mochila para observar sus cosas. —Bueno, JiSung, podemos comenzar con un repaso general- aunque necesitaré de tus apuntes de tu electivo para poder ayudarte en ello con antelación…

Hurgó en su mochila hasta sacar el texto de estudio general de matemáticas que la escuela otorgaba, y lo lanzó sobre su mochila para comenzar a ojearlo. —¿Qué opinas?

Levantó su mirada del texto para ver a JiSung, quien tenía su mirada penetrante sobre él de una forma muy intensa, produciéndole nervios.

—¿Qu-qué sucede? —Pregunta MinHo, con voz temblorosa.

—Me sorprende que hayas accedido tan fácilmente. —Contesta, lacónico. —Creí que…, no, olvídalo.

—Dime. —Insiste el pelinegro, sonriendo traviesamente. —¿Qué sucede?

JiSung suspiró antes de contestar. —Por lo que decían los pasillos creí que eras un hueso más difícil de roer, pero por cómo estás ahora…

—¿Qué? —MinHo le miró, sorprendido. —¿En serio creías que yo no te ayudaría a estudiar?

—Bueno, más que yo es el a cualquiera. —Dice a su vez que se apuntaba. —No te veía como el tipo de persona que ayudase a cualquiera.

—Pero tú no eres cualquiera, JiSung. Eres mi amigo.

—Normalmente las amistades no nacen de una propuesta; nacen de la química entre dos personas. —Explica.

—Ah… —MinHo levantó las cejas. —¿Cómo tú y mis amigos, desgraciado?

Ante la insinuación, MinHo nunca pensó que vería a JiSung sonrojado de la vergüenza; el chico bajó la mirada mientras pasaba una mano por su otro brazo, subiéndolo y bajándolo lentamente. —Ellos son geniales.

—Por eso son amigos míos. —Dice fogoso. —Son geniales porque son mis amigos.

—Eres un egocéntrico.

—Y aún siéndolo, te gusta eso de mí. —Suelta confianzudamente, antes de caer en cuenta en sus palabras y sonrojarse instantáneamente. —M-me refiero, gustar gustar como amigos, no como otra cosa- no estoy insinuando nada- me refiero- quiero decir-ah…

Pero JiSung rio por ello. Le parecía encantar que MinHo fuese un tonto porque reía de una manera particular que MinHo lograba sentirse un poco más íntimo con él. —Eres un imbécil.

—¿Por qué no estudiamos? —Dice entre dientes el pelinegro, rascándose su tatuaje.

JiSung llevó su texto de estudio de matemática general y comenzó a trabajar con MinHo. El pelinegro pudo apreciar que el texto de JiSung estaba lleno de garabatos, rallones y apuntes entre ejercicios para no pasar por alto nada; en cambio, el texto de MinHo estaba limpio, casi vacío, salvo por un par de ejercicios resueltos que habían sido solicitados obligatoriamente por el profesor.

Estuvieron sumidos en una burbuja de concentración por aproximadamente dos horas, la cual fue infructuosamente rota por la mamá de JiSung anunciándole que se iría a dormir. JiSung fue lo suficientemente inteligente como para ir donde su estéreo y poner un poco de música de ambiente para que la voz de MinHo no resonase tan fuerte.

—¡Ah, no! ¡Alto ahí! —Le detiene MinHo a JiSung tras verlo sacar un CD de su estantería: Grandes éxitos británicos de los ochenta. —No quiero escuchar nada proveniente de Queen.

—¿Qué? —JiSung se veía ofendido. —¿Por qué…?

—Eres un normie. —Le insulta, volviendo a hurgar en su mochila. —¿Cómo si quieras puedes soportar a ese grupo?

—Literalmente tienes la red special de Bryan May. —Apunta JiSung. —¿Quién te crees que eres?

—Admiro a Bryan May como artista, pero Queen en general es bastante malo-¡Aquí está! —MinHo sacó de su mochila una carcaza de CD junto a un disco virgen que tenía escrito Lista especial del fantástico Lee Know para cantar en la ducha, fue hacia JiSung y se lo tendió. —Ponlo, para que te culturices.

JiSung quería volver a su estudio rápido, por lo que solamente rodó los ojos y colocó el CD de MinHo. Lo primero que sonó fue Sweetest thing de U2.

—¿Es una compilación de los mejores éxitos de U2? —Pregunta JiSung, mirando a MinHo con expresión anonadada.

—Hay un poco de Se So Neon, David Bowie, Meat Loaf y Day6. —Cuenta MinHo mientras JiSung regresaba a la cama.

—¿Day6? —JiSung lo miró sin creérselo. —¿En serio?

MinHo se encogió de hombros. —Puede que su empresa sea rara pero-uh, son buenos.

Estuvieron escuchando la compilación de MinHo (y este quiso esconder su cabeza en el suelo cuando apareció una canción de Stray Kids -grupo que MinHo detesta- por la lista.)

—Creí que no te gustaban.

—No sé por qué está eso ahí. Te juro que no fui yo.

Fue cuando el reloj marcó las dos de la madrugada cuando JiSung vio de nuevo la hora en su estéreo. Habían pasado de las matemáticas a Lengua, por lo que el tiempo se había pasado rapidísimo.

—¡Por Dios!, MinHo, ¿No tienes que irte a casa? —Pregunta JiSung, preocupado.

MinHo bostezó mientras negaba. —Ni siquiera se han dado cuenta que no estoy en casa. Tranquilo.

—¿Cómo que no se han dado cuenta? —Le mira, consternado.

El pelinegro se encogió de hombros sin saber muy bien qué contestar. —No se preocupan mucho por mí, y eso está bien- creo.

—No lo está. —Insiste. —Los padres deben estar al pendiente de sus hijos- o al menos saber dónde se encuentran un lunes a las dos de la madrugada.

—Los míos son especiales, ¿Si? —Dice a su vez que deja el texto de estudios a un lado y se estira sobre la cama, pasando a llevar con sus piernas las piernas de JiSung. —Querían una niña y-bueno, salí yo. Tras eso yo supongo que perdieron el interés de tener un hijo.

MinHo pudo ver como la mirada de JiSung pesaba en él, como si le tuviese pena de alguna manera. Le entregó una sonrisa tranquilizadora y le pidió que no se perturbase por eso. —Ha sido así toda mi vida, y he conseguido grandes ventajas sobre eso.

—¿Y no los echas de menos?

—No voy a conversar de eso ahora. —Le apunta MinHo indiscriminadamente con el dedo. —¿Y tú?, ¿Crees ser normal con tu madre?

—Oh, por supuesto que no. —Suelta enseguida. —Mi madre está loca, esto te lo afirmo. De pequeño me inventó un montón de enfermedades y me redujo la alimentación a tal punto que era lacto-ovo vegetariano. —MinHo sintió un escalofrío recorrerle por la columna vertebral. —Después me enfermé de verdad y me dio anemia. Mi madre sigue siendo exigente con la comida, pero al menos puedo comer de todo menos carne.

—Que cruel de parte de tu madre obligarte a ser vegetariano. —Comenta MinHo, aterrado. —No podría vivir sin ramen de pollo.

JiSung frunció el ceño ante eso. —Soy vegetariano por opción.

Ah.

—¿Y por qué tu madre es así? —Intentó mandar el tema de la alimentación a otra parte MinHo.

—La muerte de mi padre. —Contesta, apuntando con su barbilla la fotografía que tenía del hombre en el velador. —Murió de un cáncer producido por el estrés. Mi madre creyó que fue porque no se cuidó en la adolescencia, así que hace eso conmigo.

—Y se ve agradable…

JiSung se encogió de hombros ante eso, como si no fuese la gran cosa. —Lo es, solamente es un poco…intensa en otras cosas.

MinHo notó como a pesar del semblante desinteresado de JiSung este se removía incómodo. —¿Quieres seguir estudiando lenguas?

—Quiero burlarme de tus gustos musicales.

MinHo regresó exactamente a las cuatro y cuarenta y cinco de la madrugada, y alcanzó a dormir al menos unas tres horas antes de que su despertador sonara para ir a la escuela. Se sentía agotado.

Tal vez en el transcurso de los demás días podría acostumbrarse, pero ahora solamente quería dormir. Sin embargo, su responsabilidad como estudiante se lo impedía, por lo que se cambió de ropa (porque ni siquiera había dormido con pijama) y se colocó la prenda más cómoda posible para poder ir a la escuela.

Al llegar a su salón sintió que se encontraba en modo automático, y se sorprendió de no haber caído dormido en la aburridísima clase de biología. Sintió como el peso de sus hombros era cada vez más fuerte y, para el tercer bloque, su cabeza chocó con el escritorio para quedarse profundamente dormido.

No supo cuanto tiempo estuvo así, con la frente pegada sobre su limpio cuaderno hasta que sintió un murmuro en lo más lejano. Afinó su oído para poder saber qué era el murmullo hasta que levantó su cabeza y, con sus ojos hinchados, vio a JiSung sentado frente suyo.

—¿Qué haces aquí? —Pregunta MinHo con la voz ronca. —¿Y por qué te ves tan fresco…

—¿Cómo una lechuga? —Completa JiSung con una sonrisa. Del bolsillo de su cazadora negra sacó lo que a MinHo le pareció un mp4 con auriculares delgados, entregándole uno a MinHo. —Escucha.

MinHo no le cuestionó y tomó el auricular para posarlo en su oído.

Take a piece of my heart,

Take a piece of my soul.

Let me live.

—¿Es Queen? —Pregunta MinHo, fingiendo una mueca de disgusto.

—Yo te voy a enseñar algo de cultura. —Contrapone JiSung, sonriéndole.

—¿Sabes que somos coreanos y, por ende, esta no es nuestra cultura? —JiSung le pateó bajo la mesa juguetonamente mientras reía. MinHo le correspondió con una sonrisa. —¿Vas a meterme a Queen -literalmente- por los oídos para que me gusten?

—Dudo mucho que pueda metértelos por la boca. —Juguetea. —O si habrá alguna forma…

Ahora MinHo le pateó de vuelta.

—Solo escucha la canción. —Le pide JiSung, subiendo el volumen. —Esta canción es fantástica.

A MinHo no le gustaba Queen, y había hecho el esfuerzo para que si le gustasen; había algo en su música en particular que no podía tragarla por completo, por lo que, como el buen adolescente que era, se dedicaba a desestimarla la mayoría del tiempo.

Sin embargo, ahora veía directamente a JiSung cantar la canción mientras buscaba en su mp4 más canciones de la banda para querer convencerlo, sonriéndole de tanto en tanto. Solo con JiSung parecía disfrutar Queen.

Why don't you take another little piece of my heart?

Why don't you take it and break it and tear it all apart?

All I do is give and all you do is take

Baby, why don't you give me a brand new start?

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Comments

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Missanion
#1
Chapter 11: Estos chicos me estresan.
Missanion
#2
Chapter 10: Bueno. Primero, Lo positivo es que Mingi y San si quieren a Jisung peeeero,en lugar de enojarse también con Yuna sólo lo hacen con Minho? ?o sea...es la chica la que se le esta insinuando todo el tiempo pero es la culpa de Minho quien la rechaza absolutamente todo el tiempo? ?
Segundo, la verdad es que Jisung es bastante egoísta y particular. Sólo piensa en él mismo y no valora o no le interesa el cariño que recibe. No se preocupa por mantener sus amistades, creo que los cambiaría a todos por un 10 en sus exámenes. Así de egoísta me parece.
Missanion
#3
Chapter 9: La mamá de Jisung tiene problemas mentales.
Minho me dio mucha ternura en éste capítulo!!! Jisung no estaba ni cerca de tener una erección en absoluto. En eso estaban iguales los dos,se concentraban más en sus acciones que en el momento y no lo disfrutaban. Minho por ser su primera fez y por los nervios y Jisung creo que el realidad nunca disfruta nada relacionado con su noviazgo,; se engaña así mismo.
También me di cuenta que Yuna si se preocupa a su manera por Jisung, pero sigo pensando que no lo quiere del todo y que esta con el para experimentar.
Missanion
#4
Chapter 8: Bueno,al parecer los chicos si quieren a Jisung. Pensé que no les importaba pero Mingi, San y Yeosan parecen celosos de sus constantes interacciones con el grupo de Minho ;eso o simplemente no toleran al grupo de Minho y por ende no toleran ser rechazados por ellos.
Creo que Chan le dijo a Minho algo de lo que Changbin y creo hasta Félix ya se dieron cuenta. Pero claramente para él no es fácil de aceptar. Creo que ellos 3 no van a tener mayor problema si el llega a aceptarlo o comentar algo de eso a los chicos. Por Seungmin no sé, Jeongin y Hyunjin tampoco creo que lo juzguen.
Missanion
#5
Chapter 7: Awwwww, escuchan música del mismo auricular. ❤
Al verdad pensé que Jisung le iba a decir que se quede a dormir porque ya era muy tarde o que Minho se aauto- invitaría a dormir para pasar más tiempo con él. Pero no,se volvió solito a la madrugada, aunque seguramente su casa no quedaba para nada lejos ,si en 10 minutos y a paso tranquilo llegó a la casa de Jisung.
Missanion
#6
Chapter 6: Sii! Al fin estuvieron libres de las otras pestes. Por lo que dijo Hyunjin, ya me cae mal Yeji. Es la típica adolescente mimada, egoísta y que quiere ser rebelde y no hace más que estupideces.
Amo las conversaciones de Chan y Changbin, no entiendo mucho de lo que hablan pero las amo Jaja.
Missanion
#7
Chapter 5: Todo el grupo de Minho es genial. Son chicos muy buenos.
No me esperaba esa charla de "eres gay? No soy gay"en absoluto jajaja sobre todo el diálogo de Minho 😂 yo sé que él es el dueño de ese pene mágico que hará a Jisung cambiar de opinion jajajaja
Missanion
#8
Chapter 4: En realidad pienso que Minho debería aceptar ir al curso avanzado. Tiene una mentalidad muy básica y cerrada. Hacer eso le puede abrir otras puertas y tener más oportunidades académicas y laborales en el futuro pero bueno,es un adolescente de pueblo y su madre no le exige absolutamente nada,su padre obviamente no sabe de esto. Me gustaría que acepte,si ya se aburre y frustra en demasía con los contenidos que da ahora porque le resultan fáciles en exceso,imagínense a futuro.
Jisung en este capítulo en verdad da pena y hasta ganas de enojarse. Sabe que no puede fumar por el asma severo que tiene y aún así va como perrito detrás de sus "amigos" a quienes parece no importarle en absoluto su salud ni bienestar. Fumar marihuana en la escuela,en serio??? Qué tienen en la cabeza?? Claramente aire. Su novia me cae cada vez peor. Los chicos parecen ser sólo cabezas huecos y bravucones en potencia. Hasta el momento no han dañado físicamente a los chicos (si,les lanzan latas y creo que hasta piedras pero no fueron a los golpes mano a mano o una golpiza en grupo a uno solo)pero sí los acosan cuando tienen oportunidad y eso esta muy mal. Peeeeero a Jisung, teniendo conocimiento de esto,parece no importarle, así que es él quien tiene que cambiar de actitud y ponerle un alto a sus amigos,si no ,no tiene sentido.
Missanion
#9
Chapter 3: Owww, me.encantó su interacción con Felix. Jisung en verdad necesita nuevos amigos,los que tiene ahora no califican para ese título. Creo que se llevaría mucho mejor con los amigos de Minho.
Missanion
#10
Chapter 2: Primero, de dónde sacan que Minho anda hormonal con Yuna? ? De verdad hay cosas que no entiendo. Si se sabe que el anda solo o con sus amigos,nunca intentó interactuar con Yuna...entonces,por qué arrojarle agua y decirle que "le baje a sus hormonas" con Yuna? Juro que la voy a odiar si ella anda esparciendo falsos rumores de que el gusta de ella o le tiene ganas. Es ella la que lo busca y no puede evitar darle el 100% de su atención cada vez que lo ve.
Segundo, Changbin le hizo una buena pregunta a Minho. Por Qué le interesa y afecta tanto lo que Jisung piense o sienta por él? Es para que se ponga a meditar y encontrar una respuesta Jaja. Anquee con eso de que la sonrisa de Han le parece bonita y quiere verla más seguido ya tengo mi respuesta jaja