Canción:

Euphoria; Jeon JungKook

—Lo que sea que rompió mi hijo será pagado. —Saludó SooYoung, entrando a la oficina del director. —Puedo abonar en seguida.

—Señorita SooYoung, su hijo no ha roto nada —Ratificó el director Kwon con un notorio aspecto de cansancio, apuntando a MinHo—. El señor Lee le bajó los pantalones a… ¿Cómo te llamas, hijo?

—Choi MinSeok —Contestó el muchacho con su voz en hilo.

—A Choi MinSeok —El director Kwon miró a SooYoung con un notorio semblante de cansado—. Esto es intolerable para la política escolar- el acoso ual no es permitido acá.

—¡No fue acoso ual! —MinHo saltó en seguida a su defensa, completamente asustado por el término usado—. ¡Fue un accidente! ¡Solo quería bajarle los pantalones! ¡Si quisiera ver el pene de alguien me habría visto el mío-

—¡MinHo! ¡Cállate! —Su madre saltó enseguida, enojada—. ¡¿De nuevo le bajaste los pantalones a alguien?!

—¡Pero él pateó a ChangBin y a mí! —Se siguió defendiéndose él—. ¡Y de la lista de personas que nos molestan, puedo asegurar que no lo conozco!

—¡No los patee! ¡Yo me tropecé porque ustedes estaban como tontos en el pasillo! —Se justificó Choi MinSeok, igual de enojado.

—¡Mentiroso! ¡Yo te vi!

—¡Calma, calma! —El director Kwon golpeó su escritorio—. ¡Basta los dos! ¡Si sigues así, Lee, te suspenderé de la actividad!

—¿Qué actividad? —Intervino SooYoung.

Y MinHo quería alegar nuevamente, pero no podía darse el lujo de que lo suspendieran de la absurda actividad de la ONU, por lo que tuvo que morder su lengua cuando el director Kwon miró con impresión a SooYoung.

—¿Lee no le contó?

—Lo iba a hacer hoy —Masculló el chico.

—¿Te metiste a la actividad de la ONU sin avisarnos? —SooYoung miró a su hijo, impresionada—. ¿Estás de joda?

—Señorita…

—Perdón- solamente estoy impresionada —El rostro de la mujer se vio un poco más refrescante que antes, cosa que alivió levemente a MinHo—. B-bueno, ¿Entonces MinHo le bajó los pantalones a este chico porque él lo pateó?

—Así parece. Choi, ¿Por qué lo pateaste? —Se refirió el hombre al chico.

—¡No quise patearlo! ¡Yo me tropecé! —Siguió insistiendo—. ¡Si hubiese querido patearlo a propósito le habría dado en la cara!

Por dios, es igual a mí, reconoció MinHo con impresión.

—¿Y MinHo participará en la actividad de la ONU? —Su madre volvió a desviarse del tema, mirando al director Kwon—. ¿Él lo confirmó? ¿Lo dijo él o uno de sus amigos?

—¿Qué?- eh, él se inscribió voluntariamente —El director Kwon estaba desconcertado por la falta de prioridad de SooYoung—. Y mañana los padres de los participantes tendrán una reunión conmigo para organizar el tema del viaje a Seúl.

—¿Y se paga?

—La municipalidad corre con los gastos- señorita SooYoung, ¿Podemos seguir con el tema?

—Si, perdón.

—¿Al menos me conoces de alguna parte? —Preguntó MinHo a Choi MinSeok en voz baja—. ¿Por qué mierda nos pateaste?

—Ya te dije que me tropecé —Masculló MinSeok—. Tú me bajaste los pantalones porque querías.

—¡Me habías pateado a mí y a ChangBin!

—Vale, esto no está yendo a ninguna parte —Dijo el director, notoriamente confundido por la situación—. Lee, le darás unas disculpas al joven Choi por haberle bajado los pantalones.

—¡No lo haré!

—Si no lo haces te sacaré de la actividad.

Agh. MinHo odiaba cada vez más esa actividad.

—Choi MinSeok —MinHo se giró para enfrentarlo, con un notorio ceño fruncido—. Lamento haber bajado tus pantalones en público y hacer que todo el mundo viera tu pequeño gusano.

—¡Lee!

—¡MinHo!

Pero, de igual forma, indultaron a MinHo de todos los cargos.

Cuando salió de la oficina del director con su madre y MinSeok, se sorprendió de ver apoyados en los casilleros a JiSung y Rena, quienes conversaban incómodamente hasta que se dieron cuenta de la presencia de los dos.

—¿Y a ti qué te pasa? —Rena, enojada, enfrentó directamente a MinSeok—. ¿Te caíste de pequeño que golpeas a MinHo?

—¡Ya te dije que me tropecé! —Espetó él, igual de enojado.

—¡Mentira! ¡Desde hace días has estado despotricando contra él! —Acusó la chica—. Eres un infantil, inmaduro, tonto y tu pene es pequeño.

MinSeok, rojo como tomate, abrió la boca para replicar, pero terminó soltando un grito de enojo antes de largarse por el pasillo.

—Uh- ¿Lo conoces? —Consultó MinHo a Rena, quien le miró igualmente molesta.

—Es mi exnovio —Contestó ella, dejando un poco frío a MinHo—. Cree que fue tu culpa que yo me haya involucrado contigo mientras estábamos en una relación.

MinHo y su madre abrieron la boca, impresionado.

—¿E-estabas con él mientras los dos estábamos…?

—¡Por supuesto! ¿Realmente creías que yo estaría soltera?

MinHo sintió a su madre ahogar una risa en su espalda, y él no se sintió más que incómodo.

JiSung carraspeó, y MinHo le prestó absoluta atención, pero cuando notó la mirada que le estaba dando sobre la chica hizo al pelinegro soltar un lastimero suspiro.

—Ugh… ¿Rena?

—¿Si?

Que bestia.

—Lamento haberte dejado sola esa noche en casa de HyunJin —Se disculpó finalmente, rascando sus tatuajes del cuello—. No sabía- bueno, que querías estar conmigo.

—No es que quería estar contigo- lo mínimo que pedía era que si iba a estar vomitando como exorcista en el baño no estuvieses tú fumando en el patio.

—Me quedaba solo uno y- —Su madre lo empujó levemente en la espalda—. Tienes razón, tuve que haber estado contigo.

La chica, aún con sus brazos cruzados, cambió el semblante de su rostro. —Vale, acepto tus disculpas.

—Uh- bueno… gracias por hacerme un enemigo, también, supongo que esa es tu forma de vengarte.

—Te lo mereces —Ella lo miró con el ceño fruncido, antes de encogerse de hombros y relajarse—. Sigues siendo un idiota.

—Y tú una dramática.

Rena, sin importar la presencia de la adulta, levantó el dedo del medio hacia MinHo y se fue por el pasillo hasta su salón.

—No esperaba ese giro de trama —Comentó con burla MinHo.

—Ahora si que te raparé tu cabeza —JiSung dio un paso adelante, furioso con MinHo—. ¡¿Qué mierda tienes tú en la cabeza?!

—Ay, no me grites frente a mi mamá —Murmuró con falsa vergüenza.

MinHo quiso lanzar una carcajada tan sonora al ver el rostro de JiSung congelarse y notar la presencia de la mujer tras él. Pareció traspillar con sus palabras y volverse colorado por lo embarazoso que se sentía; y, ridículamente, se inclinó frente a SooYoung.

—Lamento mi lenguaje vulgar —Se disculpó JiSung enseguida—. No quería… yo…

—Es mejor que se lo diga un amigo, porque a mí no me parece escuchar —Contestó con suavidad SooYoung, inclinándose igualmente de saludo—. ¿JiSung, no?

—Si…

—Estás más delgado que cuando te vi para navidad —Comentó ella con una sonrisa—. Y eso que no fue hace mucho. ¿Cuál es tu secreto?

—Eh-

—Mamá, ¿No te irás a la casa? —Consultó MinHo, interrumpiendo la conversación.

—Necesito que me saques de la duda. ¿En qué momento te metiste en la actividad de la ONU? —La mujer se veía completamente incrédula con la noticia—. No puedo creer que finalmente accedieras; y si sigues así puede que te metas al salón avanzado y-

—Olvídalo.

—La esperanza es lo último que se pierde —Comentó—. ¿Y bien? ¿Ibas a contarme en algún momento? ¿Por qué decidiste cambiar de opinión?

A MinHo le sobre incomodaba tener esa conversación con su madre con JiSung en frente, quien no parecía tener señales de querer moverse de donde estaba.

—¿No puedo hacerlo? —Murmuró, nervioso.

—Lo hizo por mí.

Y cerró los ojos, sintiendo como la vergüenza se apoderaba de él ahora. Lo último que necesitaba era de que JiSung abriera la boca frente a su madre. Él podía lidiar con esas cosas solo.

—¿Por ti? —SooYoung no quería sonar grosera, pero estaba confundida—. ¿Tú…?

—MinHo me ha estado apoyando —Explicó JiSung, mirando a MinHo de reojo—. Me ayudó a estudiar para entrar al salón avanzado, y-y necesitaba a alguien para la actividad de la ONU y se lo pedí a él…y accedió.

Así no fue la historia, pensó MinHo con recelo, pero no se atrevía a abrir la boca.

—¿Te ayudó a estudiar? —La pregunta resultó tan ridícula que ella soltó una risa de incredulidad—. ¿En qué momento? MinHo ha estado siempre en casa y…

Para la lástima de MinHo (y de JiSung igualmente, aunque no se le notara) su madre pareció comprender la situación, y abrió la boca en forma de realización.

—¿Te ayudó a estudiar de verdad? —Ella corroboró en JiSung—. ¿Era a tu casa a la que él iba todas las noches?

JiSung asintió con fuerza, mirando el suelo. —Si, lamento haberla hecho preocuparse…

—¿Y qué dijo tu mamá con todo esto?

—Ella no sabe —MinHo vio como el rostro de JiSung drenaba todo color anterior, viéndose notablemente en pánico—. P-por favor. Sé que no debería pedirle esto, pero si ella se entera estaré acabado, por favor…

—Debería hacerlo, porque con MyungDae estuvimos muy preocupados —Frunció el ceño ella—. No sabíamos dónde él estaba… ¿Por qué no estudió contigo en un horario normal?

—Normalmente las actividades que teníamos en el día eran un gran distractor -y no solo con la banda- —Comienza a excusar JiSung nerviosamente—. En la noche teníamos una mejor concentración- además, MinHo, ¿No había una hormona de memoria que se activaba durante la madrugada que ayudaba a la retención de contenido?

No me metas en esto, idiota. —Si, tienes razón —Asintió MinHo—. Esa hormona… uh, no me acuerdo del nombre, pero ayudó mucho al estudio- además, querida madre, si notaste en mi boleta de calificaciones, obtuve mejores comparadas con el año pasado.

—Y- y MinHo me ayudó a entrar al salón avanzado —Tomó la palabra JiSung—. Yo realmente necesitaba entrar porque mi sueño es estudiar en la Universidad de Seúl- sin MinHo no lo habría logrado, señora.

—Señorita —Corrigió.

—Señorita —MinHo se burlaba feamente de JiSung en su cabeza, pero aún así se mantenía recto y apoyando al chico—. Él es un buen chico- uno genial. Me ayudó sin pedirme algo a cambio y pasó noches en vela conmigo para ayudarme en esto- además él tiene gran habilidad en la música y un sentido del humor tan divertido que-

—¿Intentas salvarlo de su castigo o me estás pidiendo permiso para casarte con él? —Se burló SooYoung finalmente.

JiSung le entregó una mirada a MinHo, de la cual el pelinegro pudo asumir que JiSung pensaba en lo parecido que eran ambos. SooYoung se mantuvo en silencio un momento después de la broma, para finalmente soltar un suspiro de resignación y sonreírle directamente a JiSung.

—No sabes lo preocupada que estuve por no saber dónde él se encontraba, JiSung, realmente no quiero pasar por ese susto de nuevo —SooYoung comenzó a hablar con severidad, antes de mejorar su tono de voz—. Y me alegra saber que mi hijo te ha ayudado y apoyado, pero no quiero que me faltes el respeto de esa forma.

—No lo haré, señorita, prometo que siempre tendré un ojo en él y si es necesario iré con usted cada vez que él haga algo… uhm, algo MinHo —JiSung asintió con seguridad, entrando en pánico—. Pero él no se meterá en más problemas- yo me haré cargo, como forma de disculparme con usted por haber sido grosero.

—¿Por qué te vas a hacer cargo? No tengo cinco años —Interrumpió MinHo.

—Me pone feliz saber que puedo contar contigo —SooYoung volvió a sonreírle a JiSung, ignorando por completo a MinHo—. Sus amigos son igual de caóticos que él- me gusta saber que alguien tiene cabeza en estos tiempos. También quiero agradecerte por motivarlo a participar en esa actividad- MinHo siempre ha sido reacio y terco; que tú lo hayas motivado significa que puede tener un poco de consciencia de la situación.

—No se preocupe —JiSung asintió nervioso, ignorando de igual manera a MinHo—, ha sido él quien me ha ayudado en todo esto.

—Puedes venir a cenar a la casa cuando quieras. MyungDae estará encantado de conocerte.

—Sería un placer, señorita.

¿Qué demonios acaba de suceder?, MinHo se cuestionó, viendo a su madre y a JiSung entrar en una conversación en la obviamente él sobraba.

—JiSung, ¿No tienes clases tú? —Consultó el pelinegro, interrumpiendo el aire que los otros dos habían formado.

—Si- yo, uh, quería asegurarme de que no te castigaron o algo así —JiSung se excusó, nerviosamente—. Bueno… Te veo más tarde.

—Adiós —Se despidió MinHo.

JiSung y SooYoung se despidieron con una ligera inclinación y JiSung se perdió por el pasillo hasta entrar a su salón, dejando finalmente madre e hijo a la intemperie.

—Me agrada —Comentó SooYoung, finalmente mirando a MinHo.

—Uh- si, a mi igual.

—Sería extraño si no.

MinHo se encogió de hombros sin entender, antes de que repentinamente se volviera tímido.

—Mamá…

—Supongo que fue verdad que estuviste estudiando —SooYoung meditó, mirando a MinHo con desconcierto—. Eres realmente extraño, MinHo.

Lo que todo hijo quiere escuchar, pensó con recelo.

—¿Eso significa que me libré del castigo? —MinHo consultó, esperanzado.

—No, ¿Por qué crees eso? Me hicieron venir en lluvia para acá porque le bajaste los pantalones al novio de tu exnovia —Apuntó.

—Ni siquiera éramos novios —Murmuró.

—Vale- aunque no entienda las relaciones de los jóvenes de hoy en día —Su madre divagó como siempre, antes de pasar una mano por su cabello—. Tu padre se pondrá contento cuando se entere que irás a la actividad.

—¿Por qué a todo el mundo le emociona eso? —MinHo cuestionó al aire, colocando sus manos en los bolsillos de sus pantalones—. No le encuentro sentido- solo es un tonto debate.

—Creí que eras inteligente, MinHo —Su madre se burló—. Eres un chico de pueblo- son pocas las instancias que tienes como para participar en estas actividades.

—Pero de qué me sirve si no tengo una malla curricular para rellenar. Participar en esto no me dará trabajo en el pueblo.

—Es el crecimiento personal, MinHo —Puso los ojos en blanco—. No todo es matemática o biología- también hay interacciones sociales que puedes aprovechar.

—Como sea- ¿Puedo quedarme esta tarde aunque sea? —Pidió MinHo—. HyunJin trajo las fotos de la vieja cámara y las estamos viendo.

SooYoung miró a MinHo de forma escéptica, pero luego de que el chico pusiera ojos de gato terminó bufando antes de asentir. —Vale, pero si está oscuro y todavía no llegas estarás aún más castigado.

—Vale.

—Y cenarás con nosotros.

—Está bien.

La mujer le dio una palmada en el hombro a su hijo antes de caminar hacia la salida, pero se detuvo a mitad de camino.

—Bonita la pulsera de JiSung —Se burló.

—¡Mamá!

. . .

—¡Llegó por quien lloraban!

Los gritos y la emoción que MinHo esperó por parte de su grupo nunca llegaron; en su reemplazo fue un incómodo silencio el que se formó junto con miradas alternas entre los miembros.

—Uh- ¿En serio? —Preguntó con sorna ChangBin.

—Por eso tocaremos a U2.

—¡Nooo!

MinHo era terco- realmente terco, y él no tocaría sin su guitarra ni aunque fuera una canción de U2. Sin embargo, volver a tocar después de días de castigo era realmente reconfortante.

Habían limpiado gran parte del almacén y, a petición de MinHo, algunas colchonetas en desuso se mantenían reposando en la esquina. Lograron abrir los ventanales que daban hacia el viejo patio y limpiaron el escritorio del viejo profesor que Chan iba a usar, aunque MinHo se sentía tentado traer el escritorio original para dar un poco más de familiaridad al ambiente.

Tocar en la escuela era un aire completamente renovado y nostálgico. La acústica no era lo mismo y mucho menos el silencio, pero era un poco más tranquilo comparado con el tiempo que estuvieron en su casa- sintiendo que realmente estaban apropiándose de un lugar, un lugar que podían tachar con su propio nombre.

—Oh, hay un forastero —Avisó JeongIn.

La banda dejó de tocar Elevation lentamente al ver a Park Dowoon en la puerta, mirándolos con una tímida sonrisa tocar las obsesivas canciones de MinHo.

—¡Hola! —Saludó—. Le pregunté a JiSung si podía hablar un tema de la banda con él, pero me desvió hacia ustedes- ¿Quién es el líder?

Chan y MinHo compartieron una mirada, ambos levantando sus cejas para que el otro diera un paso adelante; la disputa silenciosa fue tal que HyunJin terminó interviniendo, lanzándole a Chan una baqueta a la cara.

—¡Está bien! ¡Yo soy el líder!

 Chan se encaminó hacia Park DoWoon y se alejaron un momento de la puerta, dejando a todo el grupo curioso sobre la razón del por qué el presidente del centro de estudiantes lo estaban buscando.

—¿Nos pedirá que nos vayamos? —Preguntó Felix tímidamente.

—Creo que nos pedirá que toquemos para alguna mierda —Teorizó ChangBin—. No llevamos aquí ni un mes- dudo que nos saquen rápido.

—A lo mejor y ya los tienen a todos aburridos —Burló MinHo.

— Claro, porque cuando no estás involucrado la banda parece ser solo de nosotros.

—Exactamente.

ChangBin obviamente no quedó atrás y fue al ataque de MinHo, quien comenzó a correr por todo el salón.

—Bueno, si Chan se demorará… —HyunJin se encaminó hacia su mochila, la cual descansaba junto a JeongIn—. Continuaré viendo las fotos.

JeongIn, quien estaba sentado en el marco de la ventana, le hizo espacio para que sentara junto a él.

Estuvieron un rato así, con el grupo siguiendo con la vista en el álbum viejo de fotografías digital riendo de los recuerdos que brotaban de ahí. YiSu se les unió al rato, lo cual fue glorioso para el resto del grupo quienes aprovecharon de avergonzar a más no poder a SeungMin.

—¿Entonces te casaste con MinHo? —Consultó ella, sentada en el regazo del chico.

—Puedes ver que la evidencia se quemó —Apuntó SeungMin a la pantalla—. No podría soportar más de una hora casado con MinHo.

YiSu sonrió y revolvió con cariño el cabello de su novio.

—¿Qué le toma tanto a Chan? —MinHo cuestionó al aire, al ver que ya habían revisado una de las carpetas de fotografía.

—Incluso los de baloncesto dejaron de entrenar —Observó Felix sobre la cabeza del resto, como desde el pequeño gimnasio de la escuela salía el equipo de baloncesto completamente agotados y aseados.

MinHo notó como JiSung agarraba nerviosamente la correa de su bolso mientras conversaba con el capitán del equipo (del cual no tenía idea de su nombre); continuamente el chico los visualizó y comenzó a caminar lentamente hacia ellos, hasta que finalmente los alcanzó por el pasillo.

—Hola… —La voz de JiSung era un poco más baja, y estaba bastante acalorado comparado con el frío clima de lluvia. MinHo asumió que el asma doblegaba el cansancio—. ¿Siguen con las fotografías?

—Seguimos burlándonos del matrimonio falso —Contestó HyunJin—. ¿Necesitas tu laptop?

—No enseguida- espero a Yuna.

—¿Tiene taller o algo? —Consultó el pelinegro.

—Nah, reunión del centro de estudiantes —Respondió, haciéndose espacio en el marco de la ventana para poder pasar hacia el salón—. Ya saben, es vicepresidenta y… uf, ¿Puedo recostarme un rato?

—Oye, pero sálvanos de la duda- ¿Por qué Park DoWoon te buscaba? —ChangBin preguntó esta vez, mientras que el resto de la banda asentía—. ¿Estamos en problemas?

—No creo- pero no tengo idea de por qué me buscaba —JiSung lanzó su bolso hacia la montaña de colchonetas y corriendo el asiento de HyunJin de la batería se subió para recostarse—. Creo que hablan de San Valentín o algo así.

—¿Tocar para San Valentín? —A HyunJin le llamó la atención, mirando al grupo—. Pero no estará la mitad de la banda.

—Nos van a echar —Apostó ChangBin.

—Les van a pedir que toquen en algún momento —Igualó YiSu.

—Veinte billetes.

—Veinte billetes y dos almuerzos de tu madre.

—Hecho.

Y ambos estrecharon sus manos.

Se mantuvieron un rato en el mismo ambiente, viendo fotografías y comentándolas con nostalgia mientras involucraban mil y un historias vergonzosas de SeungMin para el disfrute de YiSu; el tiempo fue tan extraño para MinHo esa tarde que antes de darse cuenta Felix le estaba codeando mientras apuntaba hacia la montaña de colchonetas en la esquina.

—Tiene habilidad para quedarse dormido en cualquier lugar —Reconoció MinHo sin entender la intención de Felix.

—Si se duerme con el pelo mojado se resfriará —Explicó.

—¿Y qué quieres que haga?

Felix rodó sus ojos. —Ve a despertarlo.

—¿Por qué me mandan a mí? —Expresó MinHo con letanía, aproximándose hacia él.

—Porque tú lo adoptaste.

Tenía un punto, pero no daría su brazo a torcer.

Se aproximó hacia la montaña y notó que JiSung dormía plácidamente con su rostro mirando a la pared; MinHo lo picó levemente en la espalda para llamar su atención, pero el chico parecía tan sumido que MinHo terminó subiendo a la montaña de colchonetas para zamarrearlo levemente.

—Despierta, bestia —Susurró MinHo—. ¿Cómo puedes quedarte dormido con este ruido?

Pero JiSung no despertó, lo que hizo que MinHo sacara su arma infalible que usaba siempre para despertar a sus amigos.

Se mojó su dedo índice con la saliva y lo metió en la oreja de JiSung.

—¡YAH! —JiSung gritó repentinamente, empujando con fuerza a MinHo de las colchonetas.

—¡¿Por qué mierda me empujas?! —Exclamó MinHo, aturdido en el suelo.

—¡¿Y tú por qué mierda me despiertas?! —JiSung, enojado, se asomó por la orilla para verlo—. ¡¿Es que no tienes una forma común de despertar a la gente, pedazo de animal?!

Desagradado, MinHo se levantó del suelo para empujar a JiSung, pero antes de que él pudiera, el rubio junto a su fuerza de deportista lo tomara del cuello para recostarlo nuevamente en las colchonetas y raspar sus nudillos en la cabeza de él.

—¡Eres tan bajo que siempre vas por mi cabeza! —Chilló MinHo, intentando liberarse.

—¡Tres centímetros! —Chilló el otro, sintiendo a MinHo pizcarle los costado—. ¡Eres alto por tres centímetros!

—¿Deberíamos separarlos? —Preguntó JeongIn, mientras todo el grupo veía a los otros dos pelear.

—Nah —SeungMin negó, abrazando más a YiSu—, ya se les pasará.

—Tiempo, tiempo, tiempo… —JiSung jadeó en los brazos de MinHo, palmeando su espalda continuamente—. Déjame tomar aire…

—Estás en tu mejor momento —Comentó con gracia MinHo, apartándose de JiSung para recostarse en la colchoneta.

—No me has visto brillar —Dijo con sarcasmo el otro, tomando el aire.

MinHo esperó un momento para que JiSung se recompusiera, quien finalmente terminó soltando un profundo suspiro antes de recostarse junto a MinHo. —No sabes la pereza que tengo.

—¿Y por qué no te vas a tu casa?

—Porque le prometí a Yuna que iría a la suya… Y después tengo que estudiar- No sé cómo lo haré, Yuna me quita toda la energía —Suspiró. MinHo hizo un sonido y movimiento de cejas sugerente que produjo que JiSung pusiera sus ojos en blanco—. Eres un ertido.

—Pero hablando en serio… ¿Seguirás con ella?

Esa duda había dado vueltas en la cabeza de MinHo desde que le había contado la verdad a JiSung; nunca se atrevió a preguntarlo, ya que lo encontraba impertinente, pero ahora parecía tener el momento adecuado para zacear su curiosidad.

—Ya te dije que si… —Murmuró con cansancio—. ¿O quieres lanzarte hacia ella?

—Por favor deja de hacer ese tipo de bromas —MinHo murmuró igualmente, desagradado—. No me gusta.

—Vale, lo siento.

—No lo sientes realmente.

MinHo vio como JiSung lo miraba de forma inocente, expresando con claridad cómo se declaraba culpable antes de reír.

Se preguntaba por qué a JiSung le causaba tanta gracia la situación.

Sin embargo, antes de volver a preguntarle JiSung sobre eso, Chan ingresó a la vieja aula con el presidente del centro de estudiantes Park DoWoon y con la vicepresidenta Yuna a su lado.

—¿Qué te tomó tanto tiempo? —Le preguntó HyunJin, finalmente cerrando la laptop de JiSung a su vez que saba la tarjeta de memoria de su madre.

—¿Nos van a echar?

—¿Van a pedir que la banda toque? —ChangBin y YiSu preguntaron al mismo tiempo, sorprendiendo a DoWoon.

—¿Cómo sabían? —Consultó él mirando hacia Chan.

—No sabían —Chan, por su parte, suspiró con notorio cansancio—. Quieren que la banda toque para la graduación de los de tercer año.

—¡Si! —YiSu y SeungMin chocaron las manos.

—Finales de febrero —Asintió DoWoon.

—¿De quién fue la idea ridícula? —Masculló MinHo.

Yuna, con lentitud y timidez, levantó su mano. A su lado JiSung ahogó una risa.

—Perdón.

—Creí que sería una buena oportunidad, ya que tocaron fantástico para navidad —Comenzó a excusarse ella, un poco avergonzada—. Pero si no quieren está bien.

—Tenemos la actividad de la ONU en un par de semanas —ChangBin miró a sus compañeros de banda—. No sé si sea producente.

—Podríamos sacar algo del viejo repertorio —Opinó HyunJin—. ¿Qué demonios tocas en una graduación?

—Llegó la hora de decir adiós, decir adiós… —Canturreó con ánimo Felix.

—Puede ser la canción de Day6, Congratulation —Dio la idea SeungMin, parcialmente emocionado.

—Vas a despedir a los estudiantes, no a cantarle a tu exnovia.

—De hecho es para la fiesta de graduación —Corrigió DoWoon, incómodo—. La que se hará después de la celebración- el coro de la iglesia dijo que podría cantar para la graduación.

SeungMin y YiSu lanzaron un fuerte suspiro de decepción.

—¿Qué opinan? —Volvió a hablar el presidente, anhelante.

Nuevamente, el concurso de miradas entre Chan y MinHo se llevó a cabo a través del salón, dejando a todo el mundo mirando de un lado a otro mientras los dos chicos discutían silenciosamente sobre qué decisión tomar.

Finalmente MinHo tomó la palabra cuando vio a HyunJin elevar su baqueta.

—Será un poco complicado porque somos exigentes con los ensayos y la mitad de la banda tiene una actividad en Seúl —Explicó MinHo, incorporándose—. Así que nuestro rendimiento no será el mejor para practicar nuevas canciones.

—Puede ser cualquiera, realmente —DoWoon se encogió de hombros, sin entender realmente el problema—. No les limitaremos las canciones que quieran tocar- solamente toquen.

—¿Por cuánto? ¿Y nos pagarán?

—Oye… —Insinuó ChangBin a MinHo.

—Podemos hacerlo (si es que quieren dinero), pero debemos hablarlo con los demás delegados y el director —Contestó el presidente con su sonrisa política—. Y podrían tocar por una hora- o toda la noche, lo que ustedes gusten.

—Obviamente nos pagarán por hora —Razonó MinHo—. Así que podríamos tocar toda la noche, y dentro de la hora viene incluido los descansos.

—Está bien.

—Y el director no nos podrá censurar las canciones.

MinHo vio a DoWoon fruncir levemente los labios, y quiso reír.

—No lo hará —Confirmó finalmente el chico.

MinHo miró a Chan, quien también tenía su mirada en él; continuamente miró a HyunJin, Felix y ChangBin aún ubicados en la ventana, quienes asintieron torpemente a la petición.

—Vale —Aceptó finalmente MinHo, recostándose nuevamente en las colchonetas—. Podemos hacerlo, ¿Cuándo es la fecha?

—27 de febrero —Decretó DoWoon.

Chan, lentamente, fue hacia la pizarra de plumón del salón y escribir la fecha límite.

¡Fiesta de graduación 27 de febrero!

¡Quedan 38 días!

—Que lindo —Murmuró MinHo.

—Entonces llegamos a un acuerdo —Sonrió el presidente, antes de inclinarse levemente al grupo—. Entonces, nos vemos chicos- ¿Yuna? ¿Te irás?

—Eh, si —MinHo vio a la chica asomar la cabeza para enfrentarse a JiSung—. Voy por mis cosas y vuelvo.

—Vale —Asintió su novio.

Cuando los dos abandonaron el aula, todos soltaron un prominente suspiro.

—¿Por qué fue tan tenso todo? —Consultó incrédula YiSu.

—Ni yo lo sé —Chan contestó, echándose sobre la mesa reemplazante del el escritorio del profesor—. Supongo que será momento de que veamos el repertorio.

—¿Puede haber una de Taylor Swift? —Levantó la mano Felix.

—¿O una de Day6? —Imitó SeungMin.

—¿O Queen? —Finalizó JiSung.

—Ustedes comparten la misma neurona fanática —Comentó MinHo con sorna. JiSung hizo la intención de querer picarle las costillas, haciendo que se colocara en defensa—. ¡Deja de molestar, gusano!

—No me gusta la idea de tener que cobrar —ChangBin opinó, un poco lacónico—. Siento que si hacemos música no deberíamos cobrar por ella.

—¿No quieres una guitarra o cuerdas nuevas? —MinHo alzó su ceja juguetonamente—. O hacer un glorioso viaje a la playa.

—A mi no me molestaría —HyunJin murmuró tímidamente—. Si las lluvias continúan se pudrirán todas las verduras y mi papá no podrá venderlas.

—¿Ves, ChangBin? No te pongas comunista.

ChangBin puso los ojos en blanco ante el apodo.

Colectivamente todos comenzaron a decidir qué canción del viejo repertorio tocarían para la festividad. Chan anotaba todo en la pizarra con el plumón verde que había estado botado por meses en el lugar mientras que el resto discutía qué tocar, analizando la opción de incluir a SeungMin en algunos segmentos cuando sea necesario rotar. A pesar de que a él no le gustaba la idea por ser la primera vez que se presentaría en un escenario, Chan terminó convenciéndolo.

Aunque MinHo no lo demostrara, él estaba emocionado por volver a tocar de forma masiva, y esperaba que a pesar de que el tiempo era acotado, poder dar lo mejor de sí para esa noche.

. . .

—¡Mierda, mierda, mierda!

—¡No saques la bolsa! ¡No saques la bolsa!

—¡Me estoy mojando!

—¡No veo a mi espalda! ¡¿Voy a chocar o-

—¡HyunJin!

A pesar de que el escritorio del maestro que se encontraba en la vieja aula era bueno, no había nada que se podía comparar con el escritorio de Chan. Sus tablas eran de madera pero también tenía un fierro resistente que ayudaba al soporte, además de tener una cajonera extra a su lado donde usualmente guardaba los arreglos de las canciones. La habían conseguido en una venta de garaje hace un año atrás, en la que todos comprobaron cuán pesado podían ser los muebles antiguos.

ChangBin y Chan habían revisado el código escolar de la escuela cinco veces antes de hacer ese maquiavélico plan, el cual al finalizar la jornada académica todos fueron a casa de MinHo para robar el clásico escritorio de Chan y llevarlo hacia la escuela.

El problema era que, al igual que los otros días, la lluvia seguía cayendo, y esta vez a cántaros.

—¡Mierda! ¡¿Te encuentras bien?! —JeongIn se aproximó enseguida a ayudar a HyunJin, quien había caído de la cuneta.

—¡HyunJin!

La suave voz femenina de MinYu cargada de preocupación se hizo presente, quien cruzó la calle con rapidez mientras tendía su paraguas hacia el dúo. —¡Fue una caída fea! ¿Te encuentras bien?

—Uh-eh- obvio —HyunJin contestó con torpeza—. Solo un golpe- incluso los caracoles pueden caerse.

—Creo que tiene una contusión —Se burló ChangBin—. O hemorragia.

HyunJin chitó en dirección al chico antes de mirar a MinYu. —¿Qué haces tú por aquí?

—Me iba a mi casa —Contestó apuntando hacia la dirección que se encaminaba.

—Oh, ¿Quieres que te vaya a dejar?

—No sé si sea buena idea —Y por primera vez ella pareció notar el escritorio que iban arrastrando. La madera del mueble era protegida por una fina capa de plástico usado en las bolsas de basura, por lo que Chan se encontraba nervioso de que eso no soportara la lluvia—. ¿Un escritorio? ¿A dónde lo llevan? ¿De dónde lo sacaron?

—Muchas preguntas para este clima —Interrumpió MinHo, indicando a ChangBin y Chan para que volvieran a cargar el mueble—. Lo siento, MinYu, tenemos que irnos- ¡HyunJin!

—Ah- eh… —HyunJin se vio por un momento realmente confundido.

—Tal vez otro día —Se disculpó MinYu con HyunJin, entregándole una sonrisa—. Ahora asegúrate de no resfriarte.

—Mis plaquetas son resistentes —Balbuceó HyunJin con una sonrisa, yendo hacia su esquina del escritorio para cargarlo igualmente.

Retomaron el camino hacia la escuela, entre jadeos y tropezones que terminaron con SeungMin y JeongIn casi orinándose de la risa. Los siete chicos estaban completamente empapados con la lluvia, pero nada evitaría el dejar el escritorio en el aula.

MinHo aprovechaba esa rápida oportunidad ya que su madre se encontraba en reunión junto a los otros tutores de sus amigos junto al director y la profesora Ji, organizando el viaje a Seúl para la actividad; además, como JiSung lideraba el equipo, también tenía que estar involucrado allí.

Se llevaría una gran sorpresa cuando viera el escritorio en el aula.

—¡Ya, ya, ya!

Cayeron en la entrada de la escuela con el fin de descansar un poco.

—¿En serio sacarás fotos ahora? —ChangBin le preguntó a YiSu entre jadeos, quien los esperaba en la entrada de la escuela con su celular en mano.

—Son para el recuerdo —Canturreó ella.

—Mis plaquetas son resistentes —Se burló Chan con un tono soso, picando los lados de HyunJin.

—¡Ya!

—¿Siguen en reunión? —Preguntó SeungMin mientras se acercaba a ella. MinHo vio como SeungMin intencionadamente se frotaba el cuello con el fin de que YiSu lo acariciara, lo cual le pareció patético.

—Así parece —Contestó—. Estás mojado~

—Lo sé.

—Tengo una chaqueta en el club, podría-

—Tenemos que seguir —Interrumpió HyunJin, girando sobre sí para tomar una de las puntas del escritorio—. Dios, no tengo fuerza. Kanngie, ya que eres tan feminista, ayúdanos a arrastrar esto.

—¿Sabes que ambas cosas no tienen nada que ver? —Pero aún así ella se acercó hacia uno de los lados, preparada para arrastrar—. No quiero hacerlo.

—No me importa.

—Bien, empecemos —Lideró Chan.

Pero el arrastre de la madera y fierro contra el suelo de cerámica fue catastrófico; el fuerte chirrido del arrastre hizo que se taparan las orejas enseguida. —¡Mierda!

—Vale, ha habido peores cosas antes —Intentó consolar MinHo—. ¡Levantémoslo de nuevo!

—Dame un minuto —Felix pidió, recostado sobre el escritorio mientras jadeaba—. Esto es horrible.

—¿Y dónde consiguieron esto? —Consultó YiSu.

—Tienda de garaje- estaba barato.

—¿No había uno más liviano o qué?

Felix se estiró hacia un lado del escritorio para mostrar la cajonera. —Este tenía cajones.

—Por supuesto…

Y cuando el grupo volvió a ponerse en orden para cargar, la puerta de la oficina de dirección se abrió, dejando ver a las madres de JiSung, SeungMin, MinHo y Chan, y al padre de ChangBin. Junto a ellos también iba la profesora Ji y JiSung, quienes todos se inclinaban mutuamente.

—¿De dónde sacaron el escritorio?, por dios —Expresó la profesora Ji, agraciada.

—Son ridículos —Suspiró SooYoung, tapando su rostro.

MinHo, sobre el mueble, vio como la madre de JiSung conversaba con él un poco más alejado del grupo, y la postura intimidada que JiSung expresaba supo que no era algo bueno.

—Queremos llevarlo a la sala de la banda —Explicó ChangBin—. Viejo, ¿Me ayudas?

—¿No han pensado en arrastrarlo? —Consultó con obviedad el hombre.

—Están todos mojados… —La madre de Chan y JeongIn habló mientras se acercaba al grupo—. ¿Cómo es posible? Se van a resfriar.

—Es su castigo —Espetó la madre de SeungMin con su mismo sentido del humor, antes de ver a YiSu y cambiar su semblante por completo—. ¡YiSu! ¿Cómo estás, cariño?

Ella, utilizando esa situación como forma de escape, se acercó a la mujer. —¡Estoy bien! Hay unos diseños que quería mostrarle en la tarde.

—Ay~ vente conmigo ahora para que te calientes un rato… —Sonrió, antes de enfocar su mirada en SeungMin—. Y tú- no entras mojado a la casa.

El chico soltó un prominente suspiro mientras se echaba sobre el escritorio.

—¡Muchas gracias por venir! —Llamó la atención la profesora Ji, con todos inclinándose nuevamente—. ¡Nos mantendremos en contacto!

—Bien- SooYoung, ayúdame con esto —El padre de ChangBin se apoyó en uno de los lados del escritorio para querer levantarlo.

—Olvídalo, Seo, me hice las uñas —Contestó la madre de MinHo pasando de ellos—. ¡En media hora te quiero en la casa, MinHo!

—¡Lee MinHo!

El chico levantó su cabeza del escritorio luego de recibir el llamado. La madre de JiSung, SunHee, se encontraba aleteando a su nombre mientras que su hijo parecía pedirle que dejara de hacer eso.

—Ay- JiSung, hay que ser cortés con él- ¡Hola, MinHo!

Se acercó con lentitud hacia ellos, realmente desconfiado de la actitud de la mujer. MinHo podía contemplar el rostro sonrosado de JiSung quien parecía querer que se lo tragara la tierra.

—Hola —Saludó MinHo igual de cortés—. ¿Cómo se encuentra?

—Me encuentro bien, gracias —Sonrió la mujer—. Solamente quería agradecerte por haberte involucrado en este proyecto, no sabes lo feliz que me hace saber que te interesan este tipo de cosas.

MinHo correspondió su sonrisa, pero no tenía idea de qué decir.

—Y noté tus calificaciones- eres alguien realmente inteligente. Todavía me pregunto por qué no quieres ingresar al salón avanzado, si eres tan listo…

—No tengo mucho interés en eso —Confesó, sin saber realmente qué tono usar porque su cuerpo había adoptado una repentina postura de alerta.

SunHee miró a MinHo con una peculiar sonrisa antes de suspirar. —Bueno, no todos tienen los mismos intereses- aunque sea una lástima.

No era la primera vez que a MinHo le decían algo por el estilo, pero viniendo de la madre de JiSung no solamente era fuera de lugar, sino que considerablemente descarado comentarlo frente a su hijo.

—Pero no tiene que preocuparse por mi —MinHo soltó intentando no sonar molesto—. JiSung es realmente inteligente- por él tendría que apostar.

Repentinamente se dio cuenta que no fue buena idea, porque SunHee miró a JiSung con la contención de un suspiro antes de verlo acariciar la cabellera rubia del chico. —Algunos chicos tienen límites.

JiSung soltó un prominente suspiro por su nariz, y esbozó una leve sonrisa de amabilidad.

—Por eso tengo que esforzarme —Contestó él.

SunHee se aproximó hacia la frente de JiSung para darle un corto beso y palmear su hombro. MinHo sabía que un chico normal se apartaría ante la muestra de afecto de su madre, pero JiSung se mantenía igual de rígido que una roca, sin color en su rostro.

—Siempre puedes dar un poco más… —Murmuró ella, antes de enfocarse en MinHo—. Fue un gusto conocerte, MinHo.

—El gusto es mío —Se inclinó MinHo, realmente sin saber qué había pasado.

JiSung agitó su mano en forma de despedida y, con su madre enlazando su brazo, ambos se fueron de la escuela.

—Esa mujer es tan amarga que ni el diablo se atrevería a tragarla —Comentó la madre de SeungMin, quien junto a YiSu habían observado toda la escena—. En la reunión preguntó un montón de barbaridades… el tipo de comida, si la habitación tendría calefacción, si dormirán con algún tutor… ¿Es que está loca esa señora?

—Me siento mala madre comparada con ella —Comentó al madre de Chan y JeongIn—. ¿Seré yo muy liberal?

—Demasiado.

—No esperaba que me atacaras de esa manera —Bromeó, revisando en su cartera un cigarrillo—. Me preocupo por mis chicos, en serio, pero confío en su madurez.

—Pero tía, su hijo es Chris —MinHo comentó agraciadamente—, por otra parte, SeungMin…

—¡Epa! No dejaré que hables mal de mi novio —Apuntó amenazadoramente YiSu.

—Antes que tu novio fue mi marido, tooooonta.

Tanto la madre de Chan y JeongIn como la madre de SeungMin comenzaron a reír por la discusión que los otros dos chicos estaban formando, hasta que terminaron retirándose de la escuela.

Llevar el escritorio hacia la vieja sala de música fue toda una odisea, aún cuando el padre de ChangBin había colaborado. La fuerza de ocho hombres no era suficiente para cargar tanta historia en un mueble, y MinHo nunca le había tomado el peso a ese sentimiento hasta que vio el escritorio junto a la batería de HyunJin y las guitarras de ChangBin y Felix que le hizo sentir la nostalgia del hogar renovarse en sus ojos.

Después de eso, un fin de semana de tormenta y probabilidades de que nevara en algún punto de enero, el lunes llegó con una nueva noticia.

Él estaba en ese momento perdido en sus pensamientos, con una canción de BTS sonando a través de su mp3 mientras movía sus dedos con agilidad alrededor del hilo encerado de color azul, que con tres tiras iba formando con velocidad una pulsera básica para rellenar las nuevas que decoraban sus brazos.

A su lado, HyunJin y YiSu conversaban sobre algún tema que para los dos se les era relevante, mientras que junto a la chica SeungMin iba observando los bocetos de las nuevas prendas que ella quería hacer en el taller. JeongIn y Chan aprovechaban esa oportunidad para conversar sin defensas, ya que todos eran conscientes de la tensa situación que había en el hogar. Y Felix y ChangBin se encontraban en su propia burbuja, charlando con lentitud mientras almorzaban.

El único que faltaba era JiSung, que luego de que MinHo se acordara de su existencia lo vio cruzar el umbral de la cafetería para correr hacia la mesa.

—¡Nos dieron el país! —Anunció, dejando un sobre en blanco en medio de la mesa rectangular—. No he querido ver porque no me parecía correcto- pero aquí está.

—Quiero leer-

—Voy a leerlo —JeongIn alcanzó el sobre antes de que HyunJin pudiera estirarse, y sacando su lengua divertidamente lo abrió con cuidado.

Era una gran carta, con dos hojas que seguían explicando a grandes rasgos el proceso de la estadía del lugar, así que luego de segundos en silencio y tensión JeongIn finalmente alzó la voz, con un tono dudoso y un rostro confundido.

—¿Ru-rusia?

Los otro ocho chicos perdieron la cabeza.