MinHo nunca tendrá buenas ideas

Mr. Brightside; MinSung

Canción:

Chasing Pavements; Adele

 

Dentro del viejo club, que había regresado a ser el almacén de deportes, cada uno estaba sumido en su propio mundo con el fin de evadir por completo las primeras clases del día.

—¿MinHo?

El chico, emitiendo un sonido sin apartar la vista de los dedos que creaban acordes en la guitarra, esperó a que HyunJin le preguntara.

—Ya que estabas con…, uh- JiSung…, ¿Eso significa que ya no eres virgen?

Un balón de baloncesto se estrelló en su cabeza.

—Lo tomaré como un no.

Mientras MinHo seguía con su práctica con Cessi, JeongIn dibujaba a Lily- quien, ubicada sobre el escritorio de Chan que nunca se llevaron, posaba.

—¿Cuándo podré ver el dibujo? —consultó Lily.

—Cuando termine.

Chan se asomó sobre el hombro de JeongIn y obvió lo que esperaba: un fénnec dibujado en la misma pose de Lily.

En eso, pareciendo un acto de violencia entre ellos, el entrenador Connor entró al almacén y miró al gran grupo con descaro. —¡¿Qué hacen acá?!

—Capeamos las clases —respondió MinHo.

HyunJin le regresó el balón a la cabeza.

—Los quiero a todos fuera —ordenó, apuntando hacia el pasillo—. Si los vuelvo a ver por acá, les acusaré con el director- ¡¡¡Y el que sea que tenga la llave, que me la regrese!!!

—Profesor- ¿Tendremos que sacar todo? —preguntó Chan, sacando la llave del club de su llavero—. El escritorio es mío…

—Sáquenlo —ordenó de nuevo—. Y a la figura de cartón también.

—Choi WooShik-ssi va a salir de la cueva —comentó YiSu, tomando la figura desde el lado.

El resto de los chicos, mirándose las caras, terminaron por ganarse en cada extremo del escritorio y, haciendo fuerza, levantaron el pesado mueble para correrlo hacia el pasillo. Ni con los jadeos ni quejas el entrenador Connor pareció mostrar compasión por ellos.

Después de que el entrenador sacara las cosas para su clase y cerrara el almacén con fuerza, los nueve chicos quedaron botados en el pasillo, junto con el escritorio de Chan y la figura tamaño real de Choi WooShik.

—Me iré a estudiar —anunció Lily, tomando sus cosas para irse a la biblioteca—. Los exámenes no se pasarán solos- por eso necesito estudiar.

—Yo te acompañaré —escapó YiSu, dejando la figura sobre Felix para poder huir con ella.

¿Por qué ellas huían?

Bueno, había una conversación dentro del grupo que tenía que ser tocada.

—¿Por qué no nos dijiste? —preguntó ChangBin, rompiendo con la tensión.

MinHo lo miró de soslayo, sentado arriba del escritorio y aún manteniendo su mirada en su guitarra. —¿Qué cosa?

—Lo de JiSung.

—HyunJin supo primero que se fue de su casa.

—Sabes que no hablo de eso.

Bufó, pero ni siquiera le dirigió la mirada. —Escúpelo ahora.

—Llevas siete meses de relación con un chico- ¿Por qué no nos mencionaste que eras gay?

—Porque no soy gay.

—Estabas con un chico.

—Eso no te hace necesariamente gay —comentó Felix, sentado en el suelo, abrazando sus rodillas y mirando a la nada mientras escuchaba con atención la conversación—. Puede ser biual, panual…

—JiSung dice que soy aual, pero no hablaré de mi pene con ustedes.

Chan, interesado, levantó la mirada. —¿En serio? —MinHo lo miró y se encogió de hombros—. ¿Y cómo…?, ¿Por qué no…?

—Porque era raro. Extraño. Y no tenía a nadie con quién hablarlo —se justificó. Apuntó inicialmente a Felix con la cabeza—; de ti me enteré hace un mes —y apuntó a Chan—, y contigo también. No tienen por qué condenarme si es que me acuesto con sus madres.

—Pero- ¿Por qué no nos contaste? —repitió ChangBin. MinHo pudo vislumbrar la sombra de la personalidad de SeungMin en él, y se sintió aterrado porque ese chico específico no estaba comentando algo al respecto—. Tú…, te conocemos desde la infancia, hombre- ¿Por qué-

—¿Por qué mierda tienes un problema conmigo, si Chan es igual de molusco que yo? —encaró.

—Porque él no estuvo con- con JiSung.

—Entonces el problema es el chico.

—El problema es que es todo de repente.

—Coincido —apoyó HyunJin—. Pero…, eh…, no tanto.

Todo el grupo lo miró. —¿Eh?

HyunJin hizo un vago movimiento de manos sobre MinHo. —Siempre fuiste raro- no sé cómo explicarlo, pero que hayas salido así parecía obvio.

—¿Así cómo?

—Desviado —respondió Felix con amargura.

—No- no quiero decir eso —se apresuró en agregar HyunJin, sabiendo que estaba metiendo la pata—. Es decir…, ayer… (—MinHo voy a contarlo. —Adelante), ayer fuimos a ver a MinHo después de que fuimos con JiSung a buscar sus cosas y- y el regreso…, no lo sé, me resultó todo obvio.

—¿A qué te refieres con obvio? —le cuestionó ChangBin—. Yo ni siquiera- ni pensaba-

—Ni idea de cómo funcionan las parejas gays, pero dioooos —HyunJin abrió su boca—. Qué dramático.

MinHo seguía sin tomárselo de la mejor manera, especialmente cuando alguno de los chicos se rieron en base a ello. —¿Qué?, ¿Te pareció mucho verlo triste cuando huyó de casa o algo así?

—En especial cuando me dijo que quería verte y lloró cuando se despidieron- incluso cuando me dijo que su habitación fue desordenada por su madre no se veía tan afectado —dijo, intentando no sonar tan ofendido por el ataque de MinHo—. Es como si hubiese sido- no sé, muy serio para él.

—HyunJin-

—Déjame terminar, hombre- dios santo, ¿Cómo te tienen paciencia? —preguntó al aire.

—Anda al grano, entonces.

—Iré al grano: Yuna es yo, tú eres Kaede y JiSung es MinYu. No creí empatizar con alguien que hizo lo mismo que me hizo MinYu, pero ver a JiSung llorar me hizo notar que tal vez Kaede sí se sentía mal por lo que pasó, y que MinYu tuvo que sentirse peor porque, si soy iluso, realmente me quiso en algún momento.

La analogía era tan idílica como para ser real. ¿Cómo es que HyunJin pudo entenderlo tan fácilmente?, no se veía molesto- sí un poco prejuicioso o reacio, pero no estaba tan cerrado a la idea comparado a lo que alguna vez MinHo creyó, casi un año atrás, de que le gustara otra persona.

Al terminar de hablar, HyunJin se mantuvo un poco sereno y conmovido por ello. MinHo, por su parte, frunció los labios- no quería que sus amigos hablaran del tema, lo hacía sentir tan…

—¿En serio tú y JiSung terminaron? —le preguntó ChangBin a MinHo.

MinHo, sintiéndose increíble de cómo ChangBin seguía dándole vuelta al asunto. ¿No había algo más grande que su relación con JiSung- como, por ejemplo, la vida del mismo JiSung?

—Y yo qué sé —masculló.

—Eres parte de la relación.

—Diré que terminamos porque es lo que JiSung necesita —sentenció, perdiendo cada vez más la paciencia—. Ya lo dije. JiSung tiene que recomponerse y todas esas mierdas- no necesita de mí para hacerlo, ¿Okey?

—MinHo… —Chan, alzando su mano para poder palmear el brazo del chico y llamar su atención, le llamó con una suavidad que hizo a MinHo hervir la sangre—. ¿Por qué no nos cuentas todo, por favor?, estamos confundidos.

—¿Todo? —cuestionó con vehemencia—. ¿Qué sería todo para ti, querido Chan?

—Tal vez, desde que te encontraste con él y Yuna en el puente de besos, el año pasado.

MinHo no quería. La situación no era de él, era de JiSung. ¡¿Por qué no podían entenderlo?!

Enojado, MinHo se bajó del escritorio y guardó a Cessi en su estuche. —Llevábamos siete meses de relación. Él engañó a Yuna conmigo. No hemos coiteado y él se fue.

—Conjugaste mal la pala-

—¡Sé que conjugué mal la palabra, JeongIn! —explotó—. Si tienen huecos argumentales- rellénenlos con su cabeza. No quiero hablar más del tema, ¿Okey?

¿Por qué ellos no podían ser buenos amigos?, MinHo se sentía completamente enrabiado por ello.

Sin embargo, como si fuera una pequeña compañía, Felix le alcanzó y le abrazó el brazo.

—¿Tú qué? —cuestionó.

—Te hago compañía —comentó con suavidad, mirando hacia el fondo del pasillo—. A mi tampoco me gusta estar solo.

HyunJin, por su parte, tuvo que mantener su cabeza en sus pies por un instante durante todo lo sucedido el fin de semana.

Él no esperó ser la persona más cercana con JiSung, pero tampoco negaría la oportunidad de el chico querer refugiarse en él y buscar ayuda. Se había enterado de tantas cosas que dudaba que MinHo estuviese enterado, y por la sensibilidad que el chico tenía también vacilaba en creer que podría contarle en los siguientes días.

—¿Crees que debo hablar con MinYu de lo que pasó?

Preguntó HyunJin en medio del receso, mirando a todos los estudiantes pasar por el pasillo del llanto.

JeongIn, quien lo acompañaba silenciosamente a un lado, le miró. —¿Qué, específicamente?

—Que ella haya terminado conmigo y que Nako haya regresado a Japón —le recordó—. MinHo y YiSu dijeron que estaban juntas- o algo así. ¿Crees que debería mencionarlo?

—Creo que, si no trae nada beneficioso para ti, ni siquiera deberías tocar el tema —opinó, rasgando la hoja de su libreta para entregársela a HyunJin—. Ten, un dibujo. Pero, si quieres estar con la consciencia tranquila, puedes hacerlo.

—Me haces sonar como un egoísta —comentó, viendo el dibujo: una versión de él en un zorro del desierto.

—Entonces dale otra perspectiva: puedes intentar entenderla y ser su amigo —JeongIn apuntó con su barbilla hacia el grupo de amigas de Yuna que había pasado frente a ellos—. Puedes ser como ellos, aunque no creo que sea un buen ejemplo. MinHo y Yuna quieren despellejarse vivos.

HyunJin lo meditó, tomando en consideración las palabras. Yeji le había mencionado que le había dicho a Yuna lo escuchado, y, además, para HyunJin le fue inevitable no contarle lo que pasó en el trayecto.

Esperaba confiar en que su hermana tendría más complicidad con él que con su amiga.

—¿Sigues enamorada de ella? —consultó JeongIn de la nada.

—Bueno- fue mi primera novia y chica que me gustó en serio. Y la primera que me la chupó, cabe agregar.

JeongIn se mantuvo en silencio antes de soltar un suspiro. —Entonces- no seas un idiota.

—¿A qué te refieres?

—Quiero ir donde YongBokkie.

Cuando el muchacho se alejó, HyunJin pensó que JeongIn se refería a su actuar con MinYu.

Encaminándose hacia su salón, vio a MinYu conversar con ese chico con el que estuvieron en su casa una vez (¿DonSoo?) y, carraspeando para llamar la atención, ambos lo miraron.

—¿Puedo hablar contigo? —le preguntó HyunJin.

MinYu, abriendo y cerrando la boca, terminó por asentir.

Se la llevó de nuevo hacia el pasillo viejo, salvo que sin entrar a su club. Revisó el taller para ver si alguien se encontraba ahí, y al contemplar que YiSu seguía trabajando en los vestidos, se sintió resguardado.

—¿Qué sucede? —consultó MinYu, aunque su voz era tan delgada como la de un hilo.

 ¿Cómo comienzo esto?

—Desde hace tiempo que me gustas —empezó, aunque por el rostro de pánico que cambió la chica, supo que lo había hecho mal—. Y…, y me sentí muy contento por estar en una relación contigo- te amo, MinYu, pero sé que…, me enteré de que estabas con- ¿Nako?, ¿Tu amiga Kaede?

MinYu palideció como papel. Abrió hasta el suelo la boca y dio un paso hacia adelante.

—¡HyunJin!

—No- está bien, está bien —la atajó, antes de verla desfallecer—. No lo he dicho- está todo bien.

—No- HyunJin, no sabes lo que… —los ojos de ella se llenaron de lágrimas, y movió su mano con grandes intenciones de querer golpearlo—. Esto…, no…, ¿Quién…?

El corazón de HyunJin se estrujó. —¿Te siente muy mal eso?

—¿Qué?

—No sé cuál fue tu relación con Nako, MinYu, pero sé que te sientes mal…, ¿No es así?

Él no esperaba que se abriera, ni mucho menos tenía la intención de entablar una amistad con ella porque sería lo suficiente doloroso para HyunJin. No obstante, no quería que ella se sintiera sola, especialmente por ver cómo MinHo se estaba mostrando.

—No tenias que saberlo… —empezó ella, hablando en susurros—. Realmente lo siento…

No quería tomar sus disculpas porque MinYu no lo merecía. Tampoco estar ahí junto a él para hablar sobre los problemas amorosos de ella.

Pero, dentro de el amor que había en él hacia ella, podía ser un consuelo temporal.

—Está bien… —mencionó, tomándola de los brazos para que lo abrazara—. Está bien…

No estaba bien, pero su amabilidad ni consciencia lo dejarían tranquilo si es que dejaba pasar eso.

Después del arrebato de MinHo, el grupo no volvió a tocar el tema.

Lily, en un ataque de desenfreno al ver que todo su horario de estudio (que había dependido parcialmente de JiSung) se había desorganizado, MinHo tomó la valentía de reemplazar su lugar como tutor en el grupo de estudio durante las tardes para los grados menores. No obstante, MinHo no tenía el talento natural de docente que ChaeWon y JiSung tenían, por lo que los chicos (con una confianza que ni él se imaginaba) se quejaban a viva voz.

Su desinterés por lo que estaba sucediendo lo sucumbió tanto que prefirió dejar sus orejas tapadas con sus auriculares y prestar atención más a la música de su reproductor que a su medio. Yuna no le dirigía la palabra ni la mirada, y mucho menos el grupo de ella. MinHo no sabía cuánto podría saber de ellos, pero por como Lia no se ha acercado a él ni le ha mensajeado, supuso que ella ya estaba enterada de lo sucedido.

¿Cuántos más lo habrán estado, por culpa de Yuna?

El rencor lo estaba comiendo vivo, en especial el temor.

Nadie lo había atacado. Nadie le había hecho un comentario al respecto. Pero creía sentir las miradas de las personas a sus espaldas porque todos, en algún punto, tuvieron que enterarse que el chico llavero engañó a su novia con el vocalista de una fracasada banda.

¿Qué podría hacer él al respecto?

—¿Te importa si saco un par de flores? —preguntó MinHo a su madre, durante una tarde en la que él seguía con la construcción de la parra.

SooYoung, jardineando como pasatiempo, asintió. —¿Para qué es?

—Las flores de la chica que se suicidó están marchitándose, y no veo a nadie con intenciones de querer cambiarlas —explicó.

—Seguro. Pasa mañana antes de la escuela y te tendré un ramo.

MinHo sentía vergüenza al hablar con sus padres sobre JiSung. Un día, el chico estaba cenando con ellos y conociéndolos, permitiendo a MinHo salir poco a poco del clóset con sus padres- y, otro día, ellos tuvieron que presenciar en silencio como MinHo regresaba a la casa y les informaba lo sucedido con el chico.

Se sentía un imbécil, aunque ni siquiera era su culpa- no obstante, cierta parte de su corazón estaba naciendo el rencor.

Pero cuando el sentimiento lo predominaba, y una de las canciones que JiSung le había dedicado aparecía espontáneamente en su reproductor, MinHo se tenía que convencer de que esta situación no se trataba de él.

No, era de JiSung.

JiSung está mal.

JiSung. JiSung. JiSung.

Él es su prioridad.

Un domingo, una semana después de lo sucedido, MinHo se encontró en el trabajo.

—Podría aliarse con las fanbases del kpop para poder traer los discos en la semana de lanzamiento —propuso MinHo a HanSoo, ambos sentados en la caja mientras la mayor revisaba el presupuesto anual para el siguiente año—. Entonces- las que son de pueblo, podrán entregar una pequeña comisión y recibir en descuento el disco- en especial con las mierdas que les gustan a ellas.

—¿No sería un poco arriesgada la idea? —preguntó.

—No lo sé. Puede intentarlo con BTS- ellos se venden como si la economía dependiera de ellos.

HanSoo concordó en su punto, y MinHo dejó de prestarle atención cuando un chico se acercó a preguntarle sobre un disco.

Ella terminó de trazar el presupuesto y, tras meditarlo un largo momento, palmeó el brazo del chico cuando su cliente se fue. —¿Qué opinas en que te contrate?

MinHo, sin entender a primera instancia, se encogió de hombros. —No sé qué hago ahora, sinceramente.

—No, MinHo- me refiero, contratarte después de la escuela. Con un sueldo fijo y un contrato.

Oh, eso no se había pasado en ningún momento por la cabeza del chico.

—¿En qué posición? —preguntó.

—Secretario del gerente, por supuesto, y seguir en caja —propuso—. Memorizas bien las entregas, y sabes de música.

MinHo lanzó una pequeña risa sarcástica. —¿No me pides eso por pena?

HanSoo frunció el ceño. —¿Por qué por pena, MinHo?

—JiSung se fue y de repente todos mis amigos me tienen lástima.

El silencio los acompañó un poco- en especial cuando una señora llegó para pedir un vinilo personalizado que había encargado. HanSoo parecía realmente sorprendida por lo dicho, porque esporádicamente alzó una mano y palmeó el hombro del chico. —Lo siento.

—¿No lo sabías?

—No. Por eso no había visto a JiSung en la escuela.

—Da igual —le restó importancia, sacando su mano de él—. Sabía que pasaría.

—Bueno- sí.

—Entonces…, ¿No me das el empleo porque te doy pena?

Ella se encogió de hombros, y esbozó una sonrisa. —La mayoría de mis trabajadores son de medio tiempo. Y como a ti te veo más seguido, te siento más responsable.

—Ni siquiera termino la escuela.

—Lo sé, pero tienes mejor memoria.

MinHo sonrió ante ese halago, bajando tímidamente la mirada antes colocarla fuera de la tienda. —Ni siquiera sé si iré a la universidad.

—Tómalo como un plan de respaldo, ¿Vale? —alentó—. Aunque cuando tengas los resultados, las universidades se pelearán por ti.

—No lo creas.

—¿Por qué no?

—Vivo en un pueblo en medio de la nada, no tengo un currículum tan impresionante como para cautivar a alguien.

—¿Y eso te acompleja?

MinHo se encogió de hombros. —Solo cuando sale el tema, ¿Sabes?, si mañana llegasen los resultados del suneung, créeme que no tendría idea de qué estudiar.

—¿Y no hay nada que te llame la atención?

—Mi atención en estos últimos días se ha centrado en cuidar gatos y construir parras. No sé si necesite un título para hacer eso.

Él ni siquiera había pensado sobre el suneung. Para su mente, eso seguía siendo un acontecimiento bizarro- casi como una pérdida de tiempo dentro de su diario; al no tener certeza de qué hacer después de la escuela, los exámenes parecieron ser una pérdida de tiempo.

Pero trabajar con HanSoo…, eso le animaba más que pensar en la universidad.

Con la música en sus oídos, escuchando Enchanted de Taylor Swift (porque nada lo detendría de escucharla), se regresó en bicicleta desde su trabajo hacia el pueblo. No tenía ningún panorama en la tarde, salvo que hacer pulseras mientras cuidaba a los gatos bebés en casa de su abuela, por lo que tendría que prepararse en la creación de algo que lo despejara realmente; tal vez los libros que su madre le regaló una vez sirvan de guía para la creación de guantes o-

Alto. Frenó en seco cuando reconoció la calle que dirigía a la casa de JiSung.

¿Por qué frenas, idiota? Se dijo a sí mismo, queriendo retomar el camino a casa. Aunque… solo una mirada.

Giró su cabeza por el bajo de la calle, y notó que frente a la casa de JiSung no se encontraba el auto de su madre.

Oh, dios…

Bien- no tenía por qué hacer algo al respecto, ¿No?, aún cuando traviesamente se coló en sus pensamientos la voz de HyunJin diciendo que la madre de JiSung había desordenado su habitación. ¿Qué pasaba si botaba sus cosas?, entonces JiSung no tendría nada…, pero él no tenía por qué regresar, ¿Cierto?

Y mientras su mente renegaba el querer ir, MinHo se paseó un par de veces frente a la casa vacía- convenciéndose en ir o no.

Al diablo.

Pero era a mitad de día, ¿Alguien podía verlo?

Se paseó una vez más por la calle, revisando en el interior de las casas si es que había alguna señal. La calle estaba silenciosa, y era un domingo después de almuerzo- tal vez todos se encontraban durmiendo.

Estacionando su bicicleta en la vereda del frente, MinHo se encaminó- entró a la yarda de la casa y, revisando una vez más su entorno y asegurándose de que no había nadie en la calle, subió la enredadera hasta el dormitorio de JiSung.

¡¿ESTÁS IDIOTA?!

Entró en pánico cuando demoró en abrir la ventana, y tuvo que zambullirse dentro de la casa al notar que un vecino abrió la puerta.

La cortina estaba cerrada, pero aún podía divisar el interior del dormitorio: efectivamente, todo estaba destrozado.

—Oh, mierda…

La cajonera del clóset se encontraba abierto y había ropa por todas partes. La mesa de noche estaba volcada. La cama estaba sin tapas y fuera de lugar. Todo el suelo se mezclaba entre vidrio, objetos, libros y pequeñas memorias de JiSung que hacían identificar que eran de él fácilmente.

Vio un libro- el libro bajo una mata de ropa y vidrio. Sacudió un poco las pequeñas motas brillantes para divisar la portada negra y roja de La Lingüística y la Moral, con un par de hojas dobladas y banderas que habían servido de apunte esparcidos y desordenados.

—¿Y ahora qué?

MinHo había entrado impulsivamente. ¿Qué iba a hacer ahí adentro?, no podía ordenar la habitación, ni siquiera podía decírselo a alguien porque lo tomarían como un loco obsesivo, y-

Ruido. El auto de la madre de JiSung sonaba con fuerza, lo que significaba que ella había llegado.

—Mierda- mierda- mierda.

Se asomó por la ventana y observó a través de sus cortinas. Un vecino se encontraba regando su antejardín y saludó a la madre de JiSung cuando ella se bajó del auto, pero ella lo ignoró completamente. Ella portaba un montón de cajas y bolsas de basura bajo su brazo, y se veía sumamente furiosa.

MinHo no podía bajar porque ella lo vería, y mucho menos cuando ella entrase a la casa porque el vecino lo delataría. Su pulso comenzó a acelerarse cuando la sintió hablar y subir las escaleras- iba al dormitorio; MinHo solo atinó en esconderse debajo de la cama.

—HeaJung, te estoy hablando en serio —la imponente voz de SunHee sonó en el dormitorio, ignorando por completo la ventana abierta. MinHo podía ver los pies de ella pasar sin cuidado sobre las cosas de JiSung—. Si no me dejas hablar con él, llamaré a la policía.

¿Cuántas veces tengo que decirte que es él el que no quiere hablar contigo? —otra voz resonó, presuntamente de la llamada que ella estaba haciendo. El celular sonaba demasiado cerca de donde estaba MinHo, por lo que creyó que SunHee había dejado el teléfono sobre la cama mientras ella se paseaba—. ¿Por qué él debe hablar contigo?

¡Porque soy su mamá!, ¡Debe echarme de menos y tú ni siquiera le das la oportunidad para que me hable!

¡¿Con qué maldito desca…- no, mi vida, apártate de ahí- Hannie- ¡Hannie!

¡¿Está mi hijo ahí?!, ¡JiSung!, ¡Déjame hablar con JiSung!

Cállate y- JiSung —en el otro lado de la línea, se parecía no poder escuchar a SunHee—. Hannie, ¿Puedes llevarlo arriba? Uf- gracias.

MinHo vio las pantuflas de SunHee casi meterse de bajo de la cama para agarrar con rapidez el celular. —¡¿Por qué demonios no me dejas hablar con mi hijo?!

No tienes el derecho de hacerlo —espetó HeaJung con rabia—. ¿Cómo puedes exigir hablar con él cuando llegó en ese estado, SunHee?, pesaba menos que una pluma, está con una jodida ulcera en el estómago y- ¡Mierda!, ¡Tenía sus manos quemadas!, ¡¿Entiendes la gravedad de eso?!, ¡¿Qué mierda le hiciste?!

¡Yo no le hice nada, HeaJung!, ¡Fue un accidente!

MinHo no debía de por qué enterarse de eso.

SunHee, paseándose con rabia, abrió una bolsa de basura y MinHo la vio colocar la ropa ahí. Ella nunca se dio cuenta, pero MinHo notó que también estaba metiendo parte de su propia ropa que JiSung le había robado a la bolsa.

Escúchame —la voz de HeaJung intentó sonar más tranquila—. Tienes dos opciones: o nos dejas tranquilas, o vienes y solucionamos las cosas acá.

Es que él nunca tuvo que irse-

Ya está siguiendo un tratamiento acá- ¿Sabes lo atacada que estuvo KiungMi por el estado en que llegó tú hijo? —enfatizó en las últimas dos letras—. Es completamente inhumando, SunHee…, ¿Por qué nunca nos dijiste que necesitabas ayuda?

¡No necesito ayuda!

Por favor…, SunHee…, obsérvate y-

¡No! —espetó con fuerza, tanto que asustó a MinHo—. Escúchame- ¡Si JiSung ni llega a mi casa al final del día, botaré todas sus cosas!

¡No puedes hacer eso, por la mierda!

¡Puedo hacerlo!, ¡JiSung es mío y todas sus cosas también!

Ni MinHo ni SunHee pudieron escucharon lo que HeaJung había mascullado en la otra línea, hasta que se escuchó el sonido de una puerta cerrarse.

¡Estás completamente demente!, ¡Voy a acomodar toda mi vida para poder sanar al chico que tú dañaste!, ¡¿Oíste?! —advirtió—. ¡JiSung se quedará acá!, ¡Y no me importa cambiar a KyuBok del jardín de infantes a uno estatal para poder recomponer sus cosas!

¡¡¡No puedes hacerme esto!!!

¡Sí puedo!, ¡Y no creas que te denunciaré después de todas estás cosas! —una vez más, HeaJung se calló para tomar aire y hablar con más tranquilidad—. Te llamaré cuando salgan los resultados del suneung, ¿Vale?, así veremos la universidad de JiSung.

Hermana…

¡No!, es que- no puedo creer lo que hiciste… —la voz de HeaJung sonaba tan frágil que hizo a MinHo querer llorar—. En serio…, SunHe…, no te reconozco.

—Porque no tuviste que pasar por lo que yo pasé.

SunHee-

Click. La madre de JiSung había cortado la llamada.

MinHo la sintió sentarse sobre la cama y sollozar por un rato, con su rostro tapado y completamente inerte de lo que estaba pasando. MinHo nunca había sentido tanta repulsión y pena por una persona al mismo tiempo.

Lo que pareció ser una eternidad después, SunHee salió del dormitorio. MinHo tomó eso como la oportunidad de escape.

Mierda, mierda, mierda.

Prometía que la madre de JiSung eliminaría todas sus cosas- por supuesto que veía atreverse. ¿JiSung habría permitido eso?

Ni idea, porque él no está acá.

En un arriesgado acto, MinHo tomó una de las cajas que dejó SunHee en la habitación y comenzó a guardar las cosas que consideró importante: el libro de JiSung, unas fotografías que sobresalían de su roto cuadro de cosas que MinHo ni siquiera tenía idea; guardó un par de hojas, su reproductor, y prácticamente todo lo que vislumbró que creía poder ser parte de JiSung.

Por la mierda, pensó con recelo. Todo esto es tan drástico…

Sintiendo una vez más los pasos fuera del dormitorio, MinHo se lanzó por la ventana. Apegó lo más que pudo la caja con su brazo mientras que con el otro hacía la fuerza para bajar seguro por la enredadera al primer piso, pero al tocar el suelo, supuso que no había pasado invicto.

Montó su bicicleta, ignorando la pesada y extraña mirada que el vecino le brindaba, y pedaleó hasta el lugar más cercano que pensó: la casa de SeungMin.

—Metí la pata —fue lo primero que expresó MinHo.

SeungMin lo miró de pies a cabeza. —¿Eh?

—Déjame entrar —pidió, intentando entrar con la caja.

—MinHo- es domingo —le recordó—. Los domingos son de YiSu.

—Ah- genial. Eso significa que no tendré que hablarte directamente.

Sin piedad, MinHo empujó a SeungMin y se sacó sus zapatos para encaminarse hacia la habitación del chico.

—¡Hola, tía! —saludó a la madre de SeungMin.

—Hola, MinHo —correspondió, tejiendo.

—No- MinHo —SeungMin intentó atajar al chico cuando lo vio abrir la puerta de su habitación—. No-

—¡¡¡MinHo!!!, ¡¡¡¿Qué mierda?!!!

—YiSu, necesito tu ayu- deja de gritar, ni siquiera tienes mucho pecho- como sea-

Rápidamente, SeungMin cerró la puerta del dormitorio cuando vio a MinHo dejar la caja sobre la cama. —¿Qué mierda hiciste ahora?

—Bien- en mi defensa, todo lo que hice entra en los parámetros normales de la ley —se apresuró en decir MinHo, sentándose junto a la caja mientras veía a la pareja—. Y hay solamente un testigo, pero puedo correr suerte y-

—MinHo —interrumpió SeungMin—. Dime que hiciste. Ahora.

Después de un explicativo resumen en donde mezclaba oraciones e imitaba acentos raros para dramatizar la conversación que escuchó, YiSu agarró una almohada de la cama de SeungMin y golpeó al chico.

—¡¿Cómo se te ocurre allanar una casa?! —exclamó ella entre golpes. MinHo estaba tan rendido que ni siquiera lo evitaba—. ¡De pura suerte no te sigue la policía!

—No es como si hubiese hecho algo tan grave-

SeungMin, igual de impresionado que YiSu por el relato, le sacó la tapa a la caja para ver su interior.

—Allanaste propiedad privada y robaste cosas de una casa, no sé si eso te suena ilegal —siguió diciéndole YiSu a MinHo, dejando la almohada de lado—. Mierda- ¿Y en serio iba a botar todo?

—Dijo que sí- muchas cosas, en realidad.

Hurgando, SeungMin desdobló las fotografías que MinHo había guardado, observándolas por un momento antes de dejarlas donde estaban. —Una úlcera, ¿Eh?

Aunque MinHo se calló, asintió.

—¿HyunJin no se habrá dado cuenta de las manos? —consultó YiSu, igual de preocupada—. ¿Qué tan mal podrá estar?

—Lo suficiente- si es que está tomando terapia —contestó SeungMin, ubicándose al otro lado de MinHo.

—No dijo que lo estaba haciendo- solo que estaba en tratamiento —explicó MinHo.

—¿Y sabes lo que eso significa?

Incómodamente, MinHo se rascó su tatuaje en el cuello. No esperó que eso realmente pasara tan de pronto.

—¿Realmente terminaron? —consultó esta vez YiSu.

MinHo la miró. —¿Y eso qué importa?

—Bueno- porque estás mal —dijo con obviedad, apuntándolo de pies a cabeza—. Entraste a su casa a rescatar sus cosas- estás afectado.

—Por supuesto que estoy afectado, YiSu, es mi…, es mi amigo…

—Es tu novio.

—Pero no es importante eso ahora. —MinHo se giró para tapar la caja, soltando un suspiro. Alzó su mirada y se topó con los ojos de SeungMin sobre él—. ¿Y tú qué?

—Viniste para hablar de eso, ¿No? —le dijo SeungMin.

MinHo chistó. —Vine a traerles el chisme y cosas robadas, ¿Crees que hay algo más de por medio?

SeungMin, pareciendo rendido con la personalidad terca de MinHo, soltó un suspiro antes de tomar la caja y dejarla en alguna esquina del dormitorio. —Me quedaré yo con ella, ¿Vale?, conociendo a MinHo, probablemente eyacule sobre ella.

—Ay- SeungMin… —le miró YiSu.

—No, no. Tiene razón —coincidió MinHo.

YiSu, bufando, se levantó de la cama. —Iré a hacerme algo de comer.

—¿Puedes hacerme-

—No.

Y cerró la puerta.

MinHo y SeungMin no se habían quedado solos en la misma habitación desde que pelearon.

¿Por qué había ido ahí en primer lugar?, la memoria muscular de acudir donde SeungMin cuando estaba en problemas era obvio, pero no espero a que reaccionara durante el periodo en el que estaban peleados. ¿Seguían enojados?, MinHo no seguía estándolo- al contrario, la rabia se había esfumado hace tiempo para darle paso a la culpa y remordimiento; la gran culpa de haberle dicho cosas feas, y el descaro de acudir a SeungMin aún cuando le mencionó todo eso.

Era hipócrita por parte de MinHo. No estaba en el derecho de exigir consuelo por parte de él.

—¿En serio no vas a querer hablar de eso? —consultó SeungMin ahora, con un tono mucho más suave que hizo a MinHo querer vomitar—. Tienes el tiempo del mundo para hacerlo.

—¿Por qué siguen creyendo que esto puede afectarme, de alguna manera? —se preguntó MinHo.

—Porque no estás sufriendo una ruptura- es una separación.

—Y una mierda, SeungMin.

SeungMin, resignado por completo ante la actitud de MinHo, terminó por soltar un suspiro y reacomodarse en su cama. —¿Te quedarás?

MinHo, sin saber qué contestar, se quedó quieto a los pies de la cama, entrelazando sus dedos y manteniendo su mirada en el suelo. Prefería estar en silencio.

Momentos después, YiSu entró a la habitación. —Creí que estarían- no sé, enrollándose o algo por el estilo.

—Lindo… —murmuró MinHo, viendo a la chica gatear por la cama hasta ganarse junto a SeungMin.

Viendo a SeungMin estirarse para alcanzar un libro de su mesa de noche, YiSu se recostó un poco más para poder dormitar un poco. MinHo, sin saber por qué se sentía tan confundido en ese momento, se movió incómodamente por la habitación.

—Al menos tápate si vas a dormir acá —le dijo SeungMin, y MinHo demoró en entender que le estaba hablando a él.

Consideraba una pérdida de tiempo preguntarle por qué le decía eso, porque MinHo lo conocía y sabía que, si SeungMin estuviese incómodo con su presencia, ni siquiera le habría dejado entrar.

¿Por qué él estaba cediendo primero?

A los pies de la cama, MinHo dormitó un largo periodo mientras abrazaba uno de los peluches que SeungMin tenía en su cama. Sus sueños lúcidos eran una mezcla de trabajar con HanSoo en la tienda de música, continuar con la banda, estudiar en la universidad algo que él no tenía idea, JiSung y sus padres.

A la mañana siguiente, yendo a la escuela, él había pasado a buscar un arreglo floral que su madre hizo para el memorial de ChaeWon. Pensó también, en el trayecto, hacer un cartel que indicara que se estaban dando en adopción gatitos. Hana hija-del-diablo le había dicho que podía empezar con los periodos de adopciones, lo cual había sido una luz en el cielo para MinHo ya que estaba agotado de despertarse cada tres horas y-

Mierda- la mamá de JiSung.

Creyó pasar desapercibido al entrar a la escuela, pero alguien que portaba el estuche de una guitarra eléctrica con el escrito de Lee Know en todo su esplendor no era algo que fuera muy sutil para el resto.

—Ahí estás.

Y con una violencia que MinHo no estaba acostumbrado, SunHee lo jaló del brazo bruscamente para poder girarlo.

—Mierda- ¡Señora! —exclamó MinHo, asustado.

—Sé que estuviste en mi casa ayer. Regrésame las cosas —ordenó.

Finge demencia.

—¿Qué cosas? —cuestionó, intentando zafarse. El sesgo de que SunHee era una madre mayor hacía que MinHo no usara toda su fuerza—. ¿De qué habla, señora?, ¡Suélteme!

Los estudiantes que intentaban entrar a la escuela se quedaron observando el espectáculo. No todo los días una madre peleaba con un estudiante.

—No me tomes por imbécil, Lee MinHo —masculló entre dientes—. Faltan cosas de JiSung, y mi vecino dijo que te vio a ti salir de la casa por la ventana. ¡¿Qué tan putamente mal tienes la cabeza como para hacer eso?!

—¡Suélteme!

—¡Te voy a denunciar con la policía si no me entregas todo!, ¡Ahora!

—¡Usted dijo que las iba a botar, al fin y al cabo! —gritó. SunHee afirmaba con tal fuerza la muñeca de MinHo que enterraba sus uñas en ella.

Mierda- esta señora es realmente psicótica.

—¡Regrésame sus cosas, por la mierda!

—¡Señora, señora, señora!

Involucrándose dramáticamente, Yuna apareció frente a MinHo para encarar a SunHee.

—¡Suéltelo!, ¡Si fui yo!

SunHee dejó de forcejear, y MinHo aprovechó la oportunidad para zafar su brazo. Su muñeca dolía.

—¡Estás loca! —le espetó.

—¿Qué fuiste tú qué? —SunHee, bajando la voz, encaró aún más a Yuna. La chica, por su parte, dio un paso atrás enseguida, chocando con MinHo—. Yuna…, ¿Qué?

—Yo…, yo tengo las cosas de JiSung —el vacile era delatado en su voz, al igual que los temblores—. Le dije a MinHo que- que las… buscara porque J-JiSung me dijo que la-las tomara.

—¡Mentira!, ¡Porque tú me habrías avisado!

El grito repentino hizo a Yuna retroceder más, haciendo que se tropezara con MinHo. Él podía entenderla, porque esa mujer estaba realmente descarrilada.

—Dios santo —pareciendo ser una superheroína, HanSoo se interpuso también entre los dos chicos—. Señora…, Han- ¿Señora Han?, me presento: soy la señorita Min, psicóloga de la escuela.

—¡Quiero sus cosas de vuelta!

—Señora Han- por favor, sígame a mi oficina —pidió HanSoo con amabilidad, antes de girarse sobre su hombro para ver a los dos chicos—. Entren ahora.

Sin dudar, MinHo y Yuna dieron media vuelta y, caminando lo más rápido posible, se encaminaron hacia el pasillo del llanto. El silencio era tan abrumador para ellos que ninguno parecía querer dar el primer paso- o tener la intención de querer darlo.

—Tú…, tú no me pediste que hiciera eso —habló MinHo.

Yuna posó sus ojos en él. Había furia. —No jodas, Sherlock.

—¿Por qué me defendiste?

Ella se encogió de hombros.

—¿Y por qué te robaste sus cosas? —le preguntó Yuna.

—Escuché que ella iba a botar todo —dijo, aunque no sabía cómo responder sin sonar como un auténtico acosador—. Y…, no sé- no podía…

Como muestra de desespero, Yuna pasó una mano por su rostro y su cabello negro, pareciendo impasible por todo. —¿Sabes si va a volver?

Sintiéndose mal, sin saber si era por sí o por ella, negó. —Él…, se va a quedar con sus tías, y probablemente se quede con ellas el tiempo que él quiera…

—¿Y tú tienes sus cosas?

—Sí.

—¿Te pidió que las sacara?

—No.

Atreviéndose, finalmente, Yuna alzó su mirada para ver a MinHo a los ojos. Él, por su parte, pudo sentir su corazón latir desbocadamente por la pulcra tristeza que estaba emanando en ese momento.

—Hay que vaciar su casillero. ¿Te quedarás tú con ellas? —le dijo.

MinHo, atontado, negó- aunque no estaba seguro. —No lo sé- yo…, no sé.

Ella desvió su mirada hacia el pasillo, incómoda, y se acarició sus brazos. —Vale…, pero decide luego qué hacer con su casillero, ¿Okey?

En un acto de valentía, MinHo estiró su brazo para alcanzar a Yuna. Ella, molesta, abofeteó su mano y se largó por el pasillo. No tenía intenciones de querer entablar una conversación con él.

MinHo, emitiendo un profundo suspiro de decepción, se encaminó hacia el casillero de ChaeWon para poder cambiar las flores antes de dirigirse al suyo, sacándose el estuche de Cessi para dejarla adentro y abriendo su mochila para saber si tenía todo lo absurdamente necesario.

Del día anterior, MinHo había robado de la caja el libro de JiSung. No tuvo idea de por qué, ya que no leía, pero creyó que era una buena idea para perder el tiempo entre clases.

En una parte del pasillo, completamente absorto de la discusión que hubo afuera, ChangBin, HyunJin y JeongIn se encontraban hablando sobre cosas triviales cuando vieron a alguien del equipo de baloncesto con un vaso de poliestireno.

Se prepararon para lo peor- como era de esperarse. Sin embargo, el chico simplemente pasó de ellos.

Pasó de ellos.

—¿Qué mierda?

ChangBin, al ser el más temeroso de los tres, se encaminó hacia el chico y le tocó el hombro. Cuando este se giró, ChangBin cerró sus ojos por impulso.

Nada.

—¿Qué le pasa? —le preguntó el chico.

ChangBin, aún sin entender, lo miró. —¿No me lo vas a tirar a la cara?

—¿El agua? —el chico se encogió de hombros—. No lo haré, hyung-

—¿Hyung?

Mirando a sus lados, se encontró con MinGi conversando con Yeji. Rápidamente se acercó a él. —Oye- ¿Por qué ya no nos atacan?

MinGi, sin entender, parpadeó. —¿Eh?

—No nos atacan- no nos molestan ni nos lanzan agua —recapituló el chico—. ¿Por qué no lo haces?

—Sigo sin entender.

Yeji, palmeando la nuca del chico, se giró hacia ChangBin. —Una tregua- o treta, algo así. Después de lo que pasó Felix con Jeon, supongo que ya nadie quiere atacarlos.

—¿Por lo de las fotos?

—Por la pelea.

ChangBin quedó colgado. MinGi asentía ante todo lo que Yeji decía, corroborando la información.

¿Qué clase de mundo paralelo era ese?

Para MinHo, días después, pasando junto a la mañana en la que la basura hacía su tránsito, notó que, efectivamente, la madre de JiSung había botado todas las cosas restantes de la habitación.

But I miss screaming and fighting and kissing in the rain – and it’s 2:00 am and I’m cursing your name —cantó mientras bajaba el libro y bebía un poco de bebida energética. Taylor Swift seguía sonando en su reproductor—. So in love that you act insane – and that’s the way I loved you…

—Aquí estás…

Alzando la mirada, entre los estantes de la biblioteca de la escuela, MinHo vio a Chan asomarse tímidamente para sentarse a su lado.

—¿Qué sucede? —preguntó MinHo, sacándose los auriculares.

—YongBokkie estaba preocupado —contó, y MinHo bufó—. No es como si estuviera mal hacerlo.

—Yo no dije eso.

—Lo sé.

Silencio. MinHo se sentía tan incómodo que regresó a su lectura.

—¿Qué lees?

La Lingüística y la Moral —contestó, mostrando la tapa—. De los hurtos de JiSung. No me gusta- para nada, pero una vez me recomendó que lo leyera y- bueno, aquí estoy.

Chan asintió, y MinHo se sintió aún más molesto.

—HyunJin mencionó que tiene registrado el número celular de una de las tías de JiSung —comentó Chan, y MinHo solamente emitió un ruido de comprensión—. Por si le echas de menos o quieres saber cómo está- puedes llamarla.

Nah, está bien —le restó importancia.

—¿Seguro?

Seh, no hay por qué romper con su…, con su burbuja de protección —recalcó, intentando sonar lo más amable posible—. Pero si ustedes quieren saber cómo está- adelante, no tienen por qué pedirme permiso.

—Es extraño como estás intentando parecer que eso no te afecta…

MinHo se encogió de hombros. —No soy yo el que la está pasando mal.

—Deberías dejar de victimizar a JiSung, ¿Sabes?

Lo miró, y Chan supo enseguida que había tocado la vena de él. —¿Qué?, ¿Consideras que no es la víctima?

—Al contrario- pero, me refiero, estás dándole mucho lugar a JiSung dentro de ti que te dejas de lado —se explicó.

—¿Será porque él la está pasando mal? —razonó con obviedad, cerrando el libro para beber un poco de la energética. Con el líquido podría desaparecer el nudo de su garganta. Al terminar, siguió hablando—, mi rol en esta situación es mantenerme al margen de lo que JiSung en verdad quiere. No voy a sufrir porque él está haciendo algo que siempre quiso hacer.

—¿Por qué no?

—¡Porque no se trata de mí, Chan! —exclamó, aunque lo suficientemente bajo como para no llamar la atención—. Tengo que ser un buen… lo-que-sea, y apoyarlo en su decisión.

—¿Aun cuando te duela?

—Por supuesto. ¿No se trata de eso el amor? —MinHo chistó, hastiado—. ¿Por qué sigues insistiendo en esto?

—Estoy preocupado por ti, MinHo. Todos lo estamos.

—¡No es por mí!

—Además- hombre, ¿No fuiste tú mismo quien me dijo que si quería llorar por JiSung, no acudiera hacia ti? —explotó, finalmente—. ¿Qué haces aquí, entonces?

Chan se mantuvo callado un instante, y alzó una mano para acariciar la rodilla de MinHo con afecto- sin embargo, él se apartó, enojado. —Déjame. Todo esto es una mierda.

—No está mal llorar-

—¿Quién dijo que iba a llorar?, ¿Quién dijo que estoy sufriendo? —dijo, vertiendo la bebida energética y mojando todo el suelo—. Mierda…, Chan, déjame tranquilo.

—MinHo-

—Me prometí que no sufriría por las decisiones de JiSung, ¿Está bien? —encaró, finalmente, sintiéndose patético al sentir sus ojos aguarse—. Ahora- ahora no sé si rompimos, si seguimos juntos, no tengo idea- pero está bien, porque JiSung está donde sus tías y yo…, y yo no voy a llorar por él.

Una vez más, Chan se mantuvo callado. Su mirada de lástima hacía que MinHo quisiera golpearlo, pero sintió como se hacía más y más pequeño cuando Chan lo tomó del hombro. —MinHo, puedes llorar por él, ¿Lo entiendes?, no debes fingir ser fuerte por JiSung porque él no está acá.

No está acá. Porque JiSung se había ido a Gimhae y MinHo solamente estaba viviendo el natural efecto colateral de la distancia.

—Es que…, no debería… —siguió excusándose MinHo, aunque su voz cada vez se hacía más débil—. ¿Cómo mi papá…, mi papá lo hacía ver fácil…?

—Está bien… —susurró, abrazándolo finalmente—. Está bien…

—Pero- pero…, lo amo tanto, Chan…, quiero que esté bien…, ¿Por qué no puede estar bien…?

—Duele cuando la persona que amas está mal, ¿No es así? —MinHo, escondiendo su rostro en el cuello de Chan, asintió—. Pero lo va a estar, ¿Sabes?

—V-voy a tener que deja-arlo…, y no quiero…

 Seguir llorando era un poco aliviador.

. . .

I remember the night at the hotel – I was ridin’ in the car when we both fell – I’m the one on the phone as you whisper – ‘do you know how much I miss you?’

—Me caía mejor cuando se aguantaba el sufrimiento —murmuró ChangBin, siendo callado enseguida por un golpe de Felix.

Apareciendo en el taller de YiSu, Lily se asomó bajo su agenda. —Bien- hice lo cometido: presentación el veinticinco. Es hora de organizar cómo nos iremos hacia allá el veinticinco porque serán muchos instrumentos y personas en la camioneta de HyunJin, ya que no tenemos más autos y no podremos llevar todos los instrumentos y personas.

—¿Dejaron presentarnos? —consultó HyunJin, sorprendido.

—Sí- aunque tuve que vaciar todo el dinero que habíamos ahorrado de la banda para poder tener un lugar —el rostro de todos decayó—. Ah, no se preocupen, al menos no deberemos nada después.

Fue inevitable no soltar un suspiro.

I wish I could fly – I’d pick you up and we’d go back in time…

MinHo —le interrumpió ChangBin—. ¿No quieres cambiar la canción?

MinHo, en su cabeza, nadó en el repertorio de canciones que se sabía y, pareciendo al fin encontrar la adecuada, comenzó a tocar.

You’re on the phone with your girlfriend, she’s upset -she’s going off about something that you said – because she doesn’t get your humor like I do~

¿Podríamos hacer la lista de canciones para tocar ese día? —propuso Chan, al notar que la mente de MinHo se iba más y más lejos—. Adelantar un poco. Falta poco para navidad.

Feliz navidad – feliz navidad —cantó Felix—. I can feel the evil coming, but Felix never bad-

Cállate.

El tiempo seguía pasando dentro del pueblo sin que MinHo tuviera noticias de JiSung- lo prefería así, porque era una forma benéfica de poder encontrarse tranquilo sin sentir que estaba ahogando mucho al otro.

Yuna no le hablaba. Ella se había quedado con las cosas del casillero de JiSung. MinHo lo había preferido así, en especial cuando leía el libro favorito de él y no entendía nada de lo que explicaban.

El tiempo seguía pasando, y eso estaba bien.

—Oye- Kim JongKook de supermercado.

Por alguna razón, MinHo fue el único que giró su cabeza ante el llamado. San se encontraba parado en la puerta del taller de YiSu.

—¿Y tú qué? —le preguntó MinHo.

San le hizo una señal con la mano, y MinHo, en su disgusto, dejó a Cessi sobre la mesa donde una de las chicas se encontraba trabajando y caminó junto a él en silencio por el pasillo del ala vieja, saliendo hacia el patio exterior y presenciar el entrenamiento del equipo junior de béisbol.

—¿Qué quieres? —le preguntó MinHo.

—Yuna no nos ha hablado sobre la ida de JiSung —empezó San, y el corazón de MinHo se detuvo—. Dijo que él se fue donde sus tías y que terminó con ella.

MinHo, sin saber qué decir, se encogió de hombros. —Te dijo la mayor parte, ¿No?

—Escúchame —comparado con el voraz tono que tendía a usar, la suavidad parecía apoderarse de él- en especial por el vacilante movimiento que hacía con sus pies—. Yo…, consideré a JiSung como mi mejor amigo por décadas antes de darme cuenta que él no me veía de esa manera. Sé que las cosas en su casa estaban para la mierda, pero al menos espero que…, no sé, saber que se encuentra bien ahora.

Un repentino rayo de terror partió a MinHo, y evitó mirar al otro a la cara. —¿Y yo sé porque…?

Fueron los segundos más eternos de su vida.

—Porque, hasta donde me concierne, eres su amigo más cercano.

MinHo suspiró de alivio. Yuna no había dicho nada.

—Tampoco sé mucho —admitió, finalmente bajando la guardia—. Huyó hacia HyunJin (—asumo que Yeji ya te contó. —Sí, lo hizo), fueron donde Yuna, terminaron, luego se fue a su casa a buscar sus cosas y- y se fue. A la mañana siguiente los papás de ellos fueron a dejarlo al terminal de buses de Seúl para irse a Gimhae con sus tías.

—Lo sé- Yeji y Yuna me dijeron eso.

—Y…, uh- la mamá de JiSung botó sus cosas. Me enteré que llegó allá con su peso bajo y sus manos quemadas- no sé con qué ni en qué momento, pero sus manos…, sí…

San se mantuvo en silencio, comprendiendo las palabras.

—También escuché que tuvo una úlcera- a causa del estrés, supongo. Y está en tratamiento…, en qué, específicamente, no sé, pero lo está.

—Genial.

—Y Yuna…, ¿Nada?

San negó. —Nos dijo que…, que él la engañó- pero no ha hablado del tema.

—Sí- yo tampoco sé de eso.

—¿Seguro?

MinHo asintió.

Iugh, mierda- ¿Por qué todo esto es tan sensible?, quiero vomitar…

—Me voy- tu sentimentalismo me pone de los nervios —se despidió MinHo, ingresando de nuevo al pasillo.

Mierda- ¿Cómo es que la ida de JiSung había afectado tanto?, ¿A cuántas personas JiSung tenía en su círculo que él nunca lo notó?

Tal vez si JiSung se hubiese abierto un poco habría podido construir su red de apoyo con ellos, y así él…

Basta, se dijo mentalmente. Deja de pensarlo. Ya se fue.

Chan y ChangBin se habían retirado para seguir con los ensayos de la obra, y MinHo notó a Felix un poco sublevado porque había tomado a Cessi para cantar What’s make you beautyiful de One Direction en tono grave, acompañado por las chicas del taller.

—Un montón de fangirls —juzgó MinHo—. Me dan asco.

—Le chupas el pene a los idiotas de U2, cierra la boca —le insultó YiSu.

Momentos después, la campana que daba finalizada la jornada escolar sonó, y MinHo no tenía idea de qué hacer esa tarde.

—¿Vamos a la galería? —propuso HyunJin, estirándose en su asiento—. Tengo hambre.

—¡Sí, sí! —Felix, exaltado, asintió—. Y…, quiero presentarles a alguien.

El grupo compartió una mirada cómplice. Las chicas restantes del taller salieron al baño por lo que, con emoción, Felix saltó de un lado a otro.

—YongBokkie… —lo llamó HyunJin—. ¿Qué sucede?

Aunque en su mirada se notaba vacilante, Felix esbozó una sonrisa más grande. —M-me vinieron a ver…, para pasar las fiestas de navidad.

No había que ser un gran genio para saber quién era, pero JeongIn nunca se excusó de preguntar—: ¿Quién?

MinHo y Felix salieron primero. Al tener el prejuicio naciendo en todas partes, Felix hacía su máximo esfuerzo en poder calmarse; no obstante, MinHo no negaría cuánta ternura le causaba en ver al menor así.

Salieron de la escuela y, como si el único rayo de sol del día nublado hubiese aparecido de forma destinada, un chico fumador apoyado en la baranda peatonal que separaba la vereda de la calle sonreía ladinamente como si hubiese sido un personaje cliché sacado del libro, acompañado de la pequeña hermana de Felix.

—MinHo- MinHo- MinHo —Felix palmeó reiteradas veces el brazo del chico mientras estiraba el otro para apuntar al muchacho—. Él es mi- uh- como-sea, Jung WooYoung.

WooYoung, sonriendo ante el apodo, estiró su mano hacia MinHo. —Soy su como-sea.

Yo él…, el amigo solamente —correspondió, sorprendiéndose de la confianza del otro por agitar su mano—. Lee MinHo.

—¡MinHo, MinHo! —exclamó la pequeña Olivia, y, por inercia, MinHo le correspondió.

Aunque Felix no pudiera apaciguar la felicidad que su rostro destilaba, MinHo si lo vio autocontrolarse al ver a su novio ahí.

—¿No hiciste cuarentena? —preguntó MinHo cordialmente a WooYoung, mientras tomaba las cosas de Felix porque Olivia quería ser cargada en su espalda.

—No- por las vacunas y esas mierdas se ha sido más fácil el tránsito —contestó, sacando una cajetilla de su chaqueta-de-cuero-negra y ofreciéndole un cigarro a MinHo—. ¿Quieres?

—Claro —MinHo seguía sintiéndose impresionado. Sin embargo, podía notar su encanto y por qué Felix le gustaba.

WooYoung, palmeando por todo su pecho y sus bolsillos, miró a su alrededor. —No encuentro mi encendedor…

—Oh- tengo uno —murmuró, intentando buscar el objeto en su propia mochila.

—… se lo pasé a Dorian, creo.

MinHo se congeló.

—¿Eh?

Apareciendo repentinamente por el otro lado, el muchacho que no había cambiado para nada, y que tampoco se veía contento de ver a MinHo ahí.

—Uh- hombre —WooYoung habló—. Se te cayó el cigarro.

—Sí- acabo de acordarme que- uh, participo en una obra —se excusó rápidamente, casi tropezando consigo y entregándole a Felix sus propias cosas. Dorian ni siquiera había formulado algo—. Y- sí. Nos vemos al rato.

Suave como la mantequilla, se felicitó mentalmente.

Si navidad estaba cerca, ¿Por qué se veía todo tan catastrófico?

 

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Comments

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Missanion
#1
Chapter 11: Estos chicos me estresan.
Missanion
#2
Chapter 10: Bueno. Primero, Lo positivo es que Mingi y San si quieren a Jisung peeeero,en lugar de enojarse también con Yuna sólo lo hacen con Minho? ?o sea...es la chica la que se le esta insinuando todo el tiempo pero es la culpa de Minho quien la rechaza absolutamente todo el tiempo? ?
Segundo, la verdad es que Jisung es bastante egoísta y particular. Sólo piensa en él mismo y no valora o no le interesa el cariño que recibe. No se preocupa por mantener sus amistades, creo que los cambiaría a todos por un 10 en sus exámenes. Así de egoísta me parece.
Missanion
#3
Chapter 9: La mamá de Jisung tiene problemas mentales.
Minho me dio mucha ternura en éste capítulo!!! Jisung no estaba ni cerca de tener una erección en absoluto. En eso estaban iguales los dos,se concentraban más en sus acciones que en el momento y no lo disfrutaban. Minho por ser su primera fez y por los nervios y Jisung creo que el realidad nunca disfruta nada relacionado con su noviazgo,; se engaña así mismo.
También me di cuenta que Yuna si se preocupa a su manera por Jisung, pero sigo pensando que no lo quiere del todo y que esta con el para experimentar.
Missanion
#4
Chapter 8: Bueno,al parecer los chicos si quieren a Jisung. Pensé que no les importaba pero Mingi, San y Yeosan parecen celosos de sus constantes interacciones con el grupo de Minho ;eso o simplemente no toleran al grupo de Minho y por ende no toleran ser rechazados por ellos.
Creo que Chan le dijo a Minho algo de lo que Changbin y creo hasta Félix ya se dieron cuenta. Pero claramente para él no es fácil de aceptar. Creo que ellos 3 no van a tener mayor problema si el llega a aceptarlo o comentar algo de eso a los chicos. Por Seungmin no sé, Jeongin y Hyunjin tampoco creo que lo juzguen.
Missanion
#5
Chapter 7: Awwwww, escuchan música del mismo auricular. ❤
Al verdad pensé que Jisung le iba a decir que se quede a dormir porque ya era muy tarde o que Minho se aauto- invitaría a dormir para pasar más tiempo con él. Pero no,se volvió solito a la madrugada, aunque seguramente su casa no quedaba para nada lejos ,si en 10 minutos y a paso tranquilo llegó a la casa de Jisung.
Missanion
#6
Chapter 6: Sii! Al fin estuvieron libres de las otras pestes. Por lo que dijo Hyunjin, ya me cae mal Yeji. Es la típica adolescente mimada, egoísta y que quiere ser rebelde y no hace más que estupideces.
Amo las conversaciones de Chan y Changbin, no entiendo mucho de lo que hablan pero las amo Jaja.
Missanion
#7
Chapter 5: Todo el grupo de Minho es genial. Son chicos muy buenos.
No me esperaba esa charla de "eres gay? No soy gay"en absoluto jajaja sobre todo el diálogo de Minho 😂 yo sé que él es el dueño de ese pene mágico que hará a Jisung cambiar de opinion jajajaja
Missanion
#8
Chapter 4: En realidad pienso que Minho debería aceptar ir al curso avanzado. Tiene una mentalidad muy básica y cerrada. Hacer eso le puede abrir otras puertas y tener más oportunidades académicas y laborales en el futuro pero bueno,es un adolescente de pueblo y su madre no le exige absolutamente nada,su padre obviamente no sabe de esto. Me gustaría que acepte,si ya se aburre y frustra en demasía con los contenidos que da ahora porque le resultan fáciles en exceso,imagínense a futuro.
Jisung en este capítulo en verdad da pena y hasta ganas de enojarse. Sabe que no puede fumar por el asma severo que tiene y aún así va como perrito detrás de sus "amigos" a quienes parece no importarle en absoluto su salud ni bienestar. Fumar marihuana en la escuela,en serio??? Qué tienen en la cabeza?? Claramente aire. Su novia me cae cada vez peor. Los chicos parecen ser sólo cabezas huecos y bravucones en potencia. Hasta el momento no han dañado físicamente a los chicos (si,les lanzan latas y creo que hasta piedras pero no fueron a los golpes mano a mano o una golpiza en grupo a uno solo)pero sí los acosan cuando tienen oportunidad y eso esta muy mal. Peeeeero a Jisung, teniendo conocimiento de esto,parece no importarle, así que es él quien tiene que cambiar de actitud y ponerle un alto a sus amigos,si no ,no tiene sentido.
Missanion
#9
Chapter 3: Owww, me.encantó su interacción con Felix. Jisung en verdad necesita nuevos amigos,los que tiene ahora no califican para ese título. Creo que se llevaría mucho mejor con los amigos de Minho.
Missanion
#10
Chapter 2: Primero, de dónde sacan que Minho anda hormonal con Yuna? ? De verdad hay cosas que no entiendo. Si se sabe que el anda solo o con sus amigos,nunca intentó interactuar con Yuna...entonces,por qué arrojarle agua y decirle que "le baje a sus hormonas" con Yuna? Juro que la voy a odiar si ella anda esparciendo falsos rumores de que el gusta de ella o le tiene ganas. Es ella la que lo busca y no puede evitar darle el 100% de su atención cada vez que lo ve.
Segundo, Changbin le hizo una buena pregunta a Minho. Por Qué le interesa y afecta tanto lo que Jisung piense o sienta por él? Es para que se ponga a meditar y encontrar una respuesta Jaja. Anquee con eso de que la sonrisa de Han le parece bonita y quiere verla más seguido ya tengo mi respuesta jaja