Canción:

Trivia: Love; BTS

—Y entonces este chico fue y tacleó al chico de mi equipo por la espalda —contó JiSung.

—¿Lo penaron?

—Mejor- lo sacaron —sonrió, emergiendo un cosquilleo de felicidad—. El equipo se levantó contra el árbitro y los descalificaron.

MinHo correspondió tanto la sonrisa como el cosquilleo, sintiéndolo palpar en su garganta. —Así que quedaron en el campeonato de verano.

—Lo cual es una pereza porque eso significa que tendré que quedarme en el pueblo para las vacaciones —admitió, con falsa letanía—. Si me hicieran escoger entre quedarme los tres meses en Gimhae con mis tías o pasar el verano acá- créeme que me iría allá.

—Vamos~ —MinHo alzó la manga de su playera hawaiana para mostrar el parche en su brazo—. No me vacuné para quedarme acá.

—Así que irán-

—Iremos.

 —Iremos al Busking —reconoció JiSung, sonriendo—. Eso me parece genial- dije que quería ir a Gangnam porque ahí estuvo Ateez.

—¿Supiste que están participando en Kingdom?

—Me enteré por- como sea, también está ese grupo…

—Ugh, espero que pierdan- no valen la pena.

—Opino lo mismo- ah- no te conté, ayer me enteré de algo gracioso.

—Dime.

—¿La chica con la que ChangBin se enrolló en Seúl?, no solo es hermana de Chaeryeong, sino que es la novia (o, bueno, ex) de San.

—¡Estás de joda!

MinHo había esperado la interacción un poco más incómoda después del extenso silencio en el cual ninguno había sabido cómo lidiar; empero, después de un par de palabras cordiales, la naturalidad de ambos volvió a elevarse como si todo lo sucedido semanas atrás no hubiese ocurrido.

Y, de hecho, MinHo podía atreverse a sentir que estaban construyendo el mismo mundo que habían creado mientras estaban en Seúl.

Sin embargo, aún sintiendo la felicidad y el nerviosismo en cada rincón de su cuerpo, su mente se alertó repentinamente.

¿En qué problema me metí?

Su plan había sido superarlo- superar a JiSung de todas las formas posibles para así poder apreciar la amistad que era lo único que el castaño podía brindarle.

Sin embargo, con las palabras dichas por JiSung, MinHo no podía estar seguro de eso.

“—Si y- antes, con los celos, no podía entender qué era lo que tenías tú que no tuviera yo- no podía entender por qué ella gustaba de ti. Pero ahora- ahora yo lo entiendo. ¿Sabes?, puedo verlo y- y puedo sentirlo.”

¡¿Qué demonios quería JiSung decir con eso?!

Y MinHo le había correspondido las palabras como si no tuvieran ningún peso en si mismo. Por dios, ¡¿Cómo pudo ser tan impulsivo?!, si JiSung no se refería de la misma forma en la que MinHo lo estaba haciendo eso significaba que se había expuesto, y que, en esos momentos, en donde se sentía como un tonto total, no había sido más que imaginación suya.

Tal y como en Seúl.

Oh, dios, estoy traumado, se burló de sí mismo.

Empero, MinHo no era el único que estaba atormentándose, porque mientras JiSung hablaba sobre banalidades que MinHo le contestaba, en su mente no podía parar de maquinear distintas vías de escape de ese escenario.

¡¿Y ahora qué hago?!

Su lengua se había deslizado sola- la presión de la emoción que sentía por MinHo había hecho que JiSung terminara confesándose como si nada, como si eso no trajera consecuencias mucho más grandes que la pseudo tranquilidad que estaba viviendo en ese instante.

Soy un tonto, pensó. Yo solo estaba desesperado por saber si la razón por la que MinHo había hecho todo eso había sido por amor- y terminé delatándome. ¡Soy un idiota!

Aunque MinHo había contestado a lo que JiSung había mencionado. Lo había contestado con paciencia y meditación, como si hubiese estado re escuchando las palabras una y otra vez antes de dar una respuesta.

Y, ¿Acaso MinHo le había correspondido?, ¿O acaso todo estaba dentro del catálogo del bromance?

Hasta el día de hoy, JiSung seguía perturbándose sobre si sus sentimientos por MinHo eran reales o solamente era una extraña manifestación de amistad que JiSung nunca había vivido antes. También se asustaba al pensar que su relación con MinHo no era más que una obsesión por alcanzar la idea de la libertad que el pelinegro le estaba dando- o eso había concluido JiSung bajo su libro “La Lingüística y la Moral”, en donde cada relectura le habría un hoyo en su cabeza haciendo que cuestionara todo nuevamente.

Por dios, ahora estoy viviendo el síndrome de la cenicienta, pensó JiSung, intentando no entrar en pánico.

Sin embargo, pareciendo que el universo estaba de lado de ambos chicos, Chan golpeó el ventanal del salón.

—¡Hey! —gritó desde el otro lado del ventanal—. ¡Nos dejaron irnos temprano! ¡Queremos ir a comer!

—Ah… —MinHo miró a JiSung sin saber qué decir realmente—. ¿Vamos?

—No puedo —JiSung contestó con su mismo desconcierto—. Nos van a tomar las medidas para la inscripción al campeonato- y supongo que…, uh, bueno.

De repente, MinHo cayó en cuenta en lo que JiSung quería decir.

Yuna…

—Por supuesto —asintió MinHo, intentando no sonar más borde de lo que quería—. Ve con Yuna.

—Pero- MinHo…

MinHo se detuvo en su andar para ver a JiSung, quien parecía un poco pálido por el repentino azote a la realidad que ninguno había realizado. Sin embargo, la presencia de Chan mirándolos detrás del ventanal parecía intimidarlos a ambos.

—¿Podemos hablar otro momento? —el tono de voz por el cual JiSung se refería era demasiado ligero—. Con la… ¿Con la cabeza más fría?

Bien, esa era la oportunidad idílica para correr.

—Seugo- seguro —asintió él, trabándose su lengua—. Claro- bien.

—Bien —imitó, para poder sonreír ligeramente.

No sonrías también, no sonrías también, no sonrías también.

Tarde. El cosquilleo de felicidad había vuelto a esparcirse por todo su cuerpo.

El jaleo que sentía en él para no irse era fuerte, pero su fuerza de voluntad para comer algo lo era aún más.

Cargando el estuche de Cessi en su espalda, MinHo salió por la ventana mientras Chan se despedía de JiSung y de Choi WooShik.

Inicialmente, ambos se habían sumido en un silencio donde ninguno irrumpía- lo cual era cómodo ya que así MinHo podía seguir flotando ilusamente en sus pensamientos.

Pero- claro, MinHo había llegado al aula por una razón.

—Así que- están diciendo que estuviste con alguien para la fiesta de graduación —comenzó Chan—. No es como si me incumbiera o algo así- es solo que, bueno, hay algunos vacunadores que están diciendo que era la novia de uno de tus amigos, y como ninguno tiene una relación estable…

—Si- yo…, uh, esa fue la razón por la que me peleé con JiSung —finalmente admitió, retomando la conversación que habían dejado en el aire momentos atrás. MinHo no debería de sentirse nervioso porque Chan ni siquiera lo estaba mirando a la cara—. Aunque no fue tan así como las personas dicen- uh, pero quiero contárselo a ustedes de una vez para dejar ir este tema.

—Está bien —asintió—. Lo entiendo.

—Y no quise hablar del tema porque…, bueno… —MinHo no sabía qué decir al respecto.

La razón por la cual inicialmente no le había contado a sus amigos había sido por todo lo que implicaba besar a la novia de JiSung: el lío que quería dejar atrás y sus sentimientos por él. Porque haciendo las preguntas correctas MinHo podría divulgarse.

—No quería involucrarlos —terminó por contestar, intentando sonar convincente—. Había sido un problema entre JiSung y yo…, no quería que las cosas se volvieran extrañas.

—¿Y crees que sea correcto contar lo que sucedió sin JiSung presente? —consultó el otro con inocencia.

MinHo se encogió de hombros. —Así no será tan incómodo.

—Entonces- ¿Tu plan funcionó? —Chan soltó una ligera risa mientras palmeaba el hombro de MinHo—. ¿En serio funcionó?

—No- yo…, lo contaré cuando nos reunamos.

Llegando al pasillo principal, los dos notaron como sentados en el suelo y apoyados en los casilleros se encontraba SeungMin, YiSu y ChangBin (quien el último se encontraba recostado en el regazo de SeungMin), donde la pareja hablaba en voz baja mientras el chico abanicaba el rostro de ChangBin.

—Hola —saludó MinHo, evitando la mirada de la pareja—. ¿Nos vamos?

Se encontraron con HyunJin y Felix fuera de la escuela, y HyunJin no perdió el tiempo en preguntarle a MinHo sobre el rumor. Sin embargo, el chico se mantuvo en silencio con una nube rondando sobre su cabeza cargada de culpa hasta llegar a la alameda del pueblo, donde tras sentarse en el césped juntaron dinero entre los siete y compraron frituras en bolsas junto a una gran bebida para compartir.

—Bien- —HyunJin palmeó sus manos para llamar la atención de MinHo—. Cuenta el chisme- ¿A quién besaste y por qué besaste?

—Eres tan insensible —le dijo ChangBin.

—¿Qué?, salgo del gimnasio con un MinHo casanova- eso es algo que no se ve todos los días.

—Para hacer un resumen —MinHo contestó—. Uh- Yuna me besó, JiSung y YiSu me vieron -no, no besé a YiSu, puaj- y- bueno, me acobardé en contarle a JiSung porque no sabía si Yuna le había dicho porque no quería arruinar la relación de ellos (—¿Estás de joda?) y- ya que, no quería que JiSung se enojara conmigo.

—Pero se enojó —HyunJin intervino, con Felix asintiendo a su lado—. Porque- perdón, pero era raro no verlos juntos como siempre porque-

—Sí, sí, somos almas gemelas y todo eso —bromeó sin ánimo—. Cuando le conté él se enojó conmigo (—Obvio), pero no terminó con Yuna. Ahora- para el cumpleaños de HyunJin nos reconciliamos y todos felices, no pasó nada.

—Espera —Felix lo interrumpió—. Si no pasó nada- ¿Por qué demonios JiSung me preguntó sobre tu plan?

—¿Le hablaste de tu plan? —Chan le preguntó a MinHo, riendo sin creérselo.

—Uh- sí, creo que me olvidé mencionárselos…

—¿Qué plan? —como si de una niña perdida YiSu miró al resto de los chicos. SeungMin se lo contestó susurrándole al oído y el rostro de la chica se sonrojó—. Oh- ¿Estás de joda?

—¿Sabes?, me siento muy desnudo ahora —intentó bromear MinHo, con sus orejas hirviendo mientras escondía su rostro entre sus manos—. ¿Por qué tenemos que ser un grupo tan grande?, yo era feliz con Chan y JeongIn…

Pero la desgracia de MinHo pareció alegrar al grupo, porque todos estallaron en una burlesca carcajada que derivaba entre rostros tapados para no mostrarse descortés como lo eran Chan y YiSu, y otros quienes se habían recostados en el césped como ChangBin y HyunJin mientras lagrimeaban de la risa.

—No es para que se rían —murmuró MinHo.

—¡Es tu karma! —apuntó Felix sin pudor—. ¡Te lo dije en su momento- la mentira tiene pies cortos! ¡Este es tu karma!

—No puedo creer que hiciste todo eso —ChangBin suspiró mientras se secaba sus lágrimas—. Realmente eres- no…

MinHo quería que la tierra lo tragara y lo escupiera en la Antártica. Tendrá que vivir el resto de su vida con tal humillación cargando en su espalda.

—Pobre JiSung… —siguió suspirando HyunJin para soltar la risa—. Fue víctima de un idiota como tú…

—Le arruinaste la vida —a diferencia del resto del grupo, SeungMin se veía un poco más apagado, pero mantenía la línea burlesca—. Pobre JiSung…

—Bien, pero- alto —Chan llamó la atención—. ¿Por qué el tema salió a flote ahora?

—Unos chicos que estaban vacunando vieron todo —contestó SeungMin—. Y Yuna discutió con MinHo.

—¿En serio?

—Creyó que yo lo había dicho —respondió el pelinegro—. Aunque no discutimos, solamente…

Las palabras de Yuna volvieron a rondar en su cabeza produciendo que sintiera el enojo nuevamente. —Solamente ella se comportó como una tonta —soltó con recelo.

El repentino cambio de humor de MinHo llamó la atención al grupo, causando que poco a poco la risa se apagara.

—¿Por qué la molestia? —preguntó HyunJin—. ¿Porque ella te besó?

MinHo casi se precipitó a contar toda su molestia, porque la mirada tan soberbia y altiva de la muchacha cuando se trató de JiSung no había hecho más que hervir la sangre de MinHo. Pero MinHo debía de controlarse.

—No encuentro razonable que JiSung y Yuna siguieran juntos —desvió MinHo, abrazando sus piernas—. Ella lo engañó prácticamente-, ¿Por qué JiSung no la bota?

—No es algo de lo que debas involucrarte —dijo Chan.

—Más —agregó SeungMin. MinHo le levantó el dedo del medio.

—Como los buenos amigos que somos de JiSung, no debemos intervenir en su relación —continuó el australiano—. Si después de todo, JiSung quiere continuar con Yuna, él está en su derecho y nosotros lo apoyamos.

—No entiendo cómo JiSung tiene el corazón para hacer eso —expresó ChangBin mientras se recostaba en el hombro de HyunJin—. Cuando Kang HyeWon me engañó con mi amigo en la escuela media, yo estuve llorando un mes por ella.

—¿Un mes? —HyunJin burló—. ¿Estás seguro de que no fueron tres?

—¿Tuviste novia? —SeungMin y Felix le preguntaron.

—Los odio a todos.

La atención de humillar a MinHo terminó por desviarse en otra conversación mucho más colectiva, haciendo que el chico se aliviara momentáneamente de la tensión que se había sometido en el día.

Dios…, pensó. ¿Por qué me tienen que pasar estas cosas a mí?

Pero las palabras que JiSung le había dicho lo desviaron de todo tipo de emoción previa, haciendo que simplemente sintiera su estómago un millar de mariposas batiendo desesperadamente. Aunque la linda sensación se fue al instante cuando cayó en cuenta de algo.

JiSung no va a terminar con Yuna.

Si él no había terminado con ella a causa de un beso, ¿Por qué JiSung terminaría con Yuna por sus sentimientos?

MinHo temía en preguntarle nuevamente a JiSung sobre eso, pero también temía ser directo y decirle con franqueza cuán loco lo volvía; porque tal vez las palabras de JiSung no fueron más que una línea que podía malinterpretarse o que lo había dicho con otra intención.

Pero JiSung me dijo que hablaríamos en otro momento, recordó, con la mente más fría.

¿Tal vez, en esa conversación, JiSung se retractaría de sus palabras?

Eso podía aliviar por un momento a MinHo, porque si JiSung realmente gustaba de él, MinHo no sabría qué hacer.

Rápidamente sacó de su mochila su celular, y abriendo el chat de conversación donde YeonJun le estaba contando cómo su lonchera había caído al andén y fue aplastado por el tren, tecleó con rapidez.

Creo que me confesé y parece que me correspondió <<

Tengo miedo <<

En seguida, un mensaje apareció.

>> ¿En serio te cuento sobre mi tragedia y tú me sales con eso?

Te hablo más tarde <<

>> Bastardo egoísta- más encima me dejas con la duda.

Después de una agradable tarde con el grupo, cada uno se separó para ir a sus propios hogares- salvo SeungMin, que de una mirada MinHo supo que querían hablar con él.

—Entonces estaba pensando comprar más tela- pero mi mamá ya no quiere que lleve porque no la estoy usando —contó YiSu en su conversación con SeungMin, mientras MinHo caminaba a una distancia tras de ellos sin saber qué decir—. Tampoco es como si tuviera mucha-

—Has estado durmiendo sobre ella estas últimas dos semanas —SeungMin interrumpió—. Estoy de acuerdo con ella.

—Como sea- ¿Puedo dejar unas telas en tu casa? —pidió ella, mientras juntaba sus palmas frente a ella—. Solo serán por unos pocos días- aunque tengo que ir a la escuela a buscarlos.

SeungMin miró a MinHo sobre su hombro antes de asentir.

Una vez que llegaron a la escuela, SeungMin y MinHo esperaron a YiSu en las rejas peatonales de la calle, en un silencio que el pelinegro no sabía interpretar.

—¿Qué quieres decirme? —preguntó MinHo, yendo directo al grano—. Te comportas sensible y eso me asusta.

—Sabes que te considero como un amigo, ¿No?

—No jodas- ¿En serio?

—Después de todos los años juntos, puede que tal vez me agradas —dijo en línea de broma, aunque su rostro se mantenía serio—. Como sea-, es solo que…, ¿Estoy preocupada por YiSu?

—Uh, ¿Le pasó algo?

—No, es solo que-, cuando KwangSu me dijo que había escuchado que te habías besado con la novia de tu amigo- no pensé en JiSung —admitió—. Y como estos últimos días has estado juntándote con ella- yendo al taller y esas cosas, yo pensé que- bueno, es una idea tonta, pero de todas formas…

MinHo sintió como un gran peso cayó en su estómago.

—¿Quieres que me aleja de ella? —preguntó al instante MinHo—. No tengo problema en hacerlo- puedo eliminarla de mi lista de amigos en Facebook si quieres-

—No te puedo pedir eso- sería ridículo —dijo—. Además de que le agradas- y- ¿Sabes qué?, olvida lo que dije, esto es una estupidez.

—Veamos, hombre —MinHo lo empujó con su codo—. Se determinado, ¿Qué quieres decirme?, ¿Quieres que me aleja de ella o algo así?

—Estoy celoso —admitió finalmente, y MinHo nunca creyó que vería a SeungMin sonrojarse hasta el cuello mientras intentaba en desespero mantener su imagen desinteresada—. Incluso pensé que ustedes…, uh…

Al entender lo que SeungMin se refería, en un acto de desespero, MinHo tomó a su amigo por los hombros y le dio una fuerte bofetada en el rostro.

—¿Y el golpe por qué? —SeungMin preguntó, sobando su rostro.

—Mírame a los ojos —MinHo lo acercó a su rostro dramáticamente—. Hablaba con ella porque era mi único consuelo para hablar sobre el lio dramático del cual me metí porque ella también lo había visto- pero créeme, todo lo que sabes es lo que ella sabe. ¿De dónde demonios te nació la idea?

—Nunca conversaste con una chica antes que YiSu —contestó—. Entonces…, bueno, creí que ella te gustaba o algo as-

MinHo le dio otra bofetada a SeungMin, y él se la regresó.

—Me alegra saber que estamos en la misma línea —SeungMin lo abrazó por los hombros, mientras MinHo colocaba una cara de asco.

—¿Qué es esto? ¿Muestra de afecto?, por favor, déjame ir.

SeungMin puso sus ojos en blanco ante eso, separándose finalmente de MinHo.

—Pero- en serio —el pelinegro retomó—. Ella…, es una amiga para mí. Puedo ver a JeongIn o a Felix en ella.

—Es agradable oír eso —SeungMin asintió, antes de suspirar—. Supongo que no mencionarás esto, ¿Cierto?

—Claro que no.

—Listo~ —apareció YiSu por la entrada de la escuela, cargando aparte de su mochila un bolso con telas que tendía a SeungMin—. Puedes llevártelo.

—SeungMin te celaba conmigo —anunció MinHo a la chica, antes de huir de escena junto a una fuerte patada de SeungMin en su espalda.

. . .

—And then I saw your face —cantó MinGi—. And I’m a believer- WOAH!

—Considerando el tiempo que hemos estado expuestos al sol- creo que sería mejor que vayas a dormir —San le palmeó el hombro.

—O cállate —YeoSang agregó.

—No me dejan ser feliz.

JiSung esbozó una ligera sonrisa ante el maltrato verbal que ejercían hacia MinGi, pero no se sentía con ánimos de involucrarse.

Tenía que llegar a casa a estudiar- organizarse con una exposición oral que tendría con otro compañero del salón, mañana tendría que fotocopiar unas guías de trabajo para SeungMin, y le había prometido a HyunJin y a JeongIn hacerle unos ejercicios de química para que practicaran…

Aunque, en ese momento, JiSung solamente quería dormir.

Tras despedirse de sus amigos y se encaminó hacia sus casas, las palabras del entrenador Connor comenzaron a hacer ruido en sus oídos como acoso.

“—Estás bajo el peso indicado por tu masa corporal- en la tabla de tallaje incluso puedes estar considerado desnutrido…, por favor, si no puedes ir a un nutriólogo, avísame.”

Avisar, JiSung pensó en las palabras como una falta de empatía y un pobre intento de querer ayudar en algo donde no se necesitaba ayuda.

Vamos, no pienses así, se atajó rápidamente. Él solo está preocupado- se preocupa de tu salud.

“Se preocupa por el equipo, que vaya a joder a otra parte.”

Si no estoy en el equipo, mi currículum se achica.

“Entonces, ¿Vas a soportar el acoso de un hombre mayor que está obsesionado por tu peso?”

Tienes razón- yo no estoy mal, solamente estoy un poco bajo de mi peso…, ni siquiera se me nota en el cuerpo.

“Son exagerados.”

Si, son-

No, no lo son.

Está preocupado.

“No está preocupado.”

Tengo que contarle a mi mamá.

“Será una pérdida de tiempo.”

Mejor perderlo ahora.

Al llegar a casa, encontró a su madre en su clásica posición frente al televisión viendo un dorama que pasaban a esa hora de la tarde, completamente absorta del resto del mundo.

—He llegado —anunció JiSung, encaminándose hacia ella para tomar asiento en uno de los sofás duples que tenían—. Ganamos.

SunHee le miró y elevó su sonrisa alegórica. —Sabía que ganarían.

No hay por qué decirle que fue por descalificación.

—Si y-, ya que pasamos al campeonato de verano, no podré ir a Gimhae —contó, y por la mirada que le dio su madre parecía que no fuera mucha pérdida—, y también nos midieron para las inscripciones y- bueno, el entrenador Connor dijo que estaba bajo mi peso ideal.

De repente, JiSung sintió la incomodidad posar en su cuerpo cuando su madre lo inspeccionó de pies a cabeza. —¿Está seguro?

JiSung limpió el repentino sudor de sus manos en sus pantalones y asintió. —Sí- me recomendó que fuera a ver a un nutriólogo, porque si sigo bajando yo…

—No creo que afecte algo si bajas más, y tampoco se nota tu bajo peso —SunHee le interrumpió antes de volver a mirar al televisor—. Creo que tu entrenador no te quiere en el equipo y está buscando excusas para sacarte.

—Ah…, probablemente —accedió, aunque se esforzaban para negar la idea—. Pero- ¿No cree que sea mejor ir a uno?, solo para descartar…

—No, no vamos a perder tiempo y dinero en eso —dijo.

—Pero en el hospital pueden hacérmelo gratis —insistió con suavidad.

Cállate.

—Ya dije que no.

—Bueno… —JiSung se levantó del sofá para seguir limpiando sus manos en sus piernas—. Me iré a bañar.

—Está bien.

Se sentía de nuevo en un espacio neutro, moviéndose como un simple objeto dentro de una realidad que no parecía pertenecer a la suya.

¿Era su madre quien le estaba quitando los rastros de humanidad?

Temía que así fuera, porque lo que más le gustaba a JiSung de la vida eran las sensaciones que te hacían sentir real.

Sentía una obsesión y goce del trabajo duro- le gustaba sufrir con su estudio, con los exámenes y tareas, porque una vez que era premiado por ello podía sentir la satisfacción de aligerarse tras haber hecho un buen trabajo.

También le gustaba reír- le gustaba reír mucho; le gustaba sentirse un poco a desahogado de la densidad de su mente para recordar cuánto le gustaba la música y los libros, como también cuanto le gustaba la vida al aire libre.

A JiSung le gustaban muchas cosas, pero podía sentir como poco a poco la barra de energía de la realidad se iba disminuyendo hasta entrar en modo automático.

Después de tomar una ducha donde evitó por completo mirar su cuerpo, se preparó para hacer todo lo debido en su mente- pero su atención fue desenfocada por el libro de tapa negra y letras rojas que descansaba en su mesa de noche.

La Lingüística y la Moral.

Como si de una atracción de consuelo se tratase, JiSung se aproximó hacia su libro para poder releerlo una vez más en su escritorio, revisando sus antiguas anotaciones y apartados donde razonaba consigo mismo sobre distintos aspectos de la emocionalidad y la realidad.

“(…) Y, cuando sientes la libertad en tus dedos, te enamoras de la idea de vivir;

Tomarás las riendas de la existencia cuando denotas que bajo tu lengua encuentras la llave de la vivencia, y de cómo el daño social solamente se ha convertido en parte de tu memoria a causa de las palabras que usas(…)

Dentro del grupo gregario, las reglas de límites de identificación harán que tu placer por la vida se vea limitada bajo la coexistencia de los mandatos mayores (…) y, al saber la fórmula de sus mandatos, encontrarás X en las ecuaciones que te ayudarán a escapar.

Pongámoslo como un juego: el laberinto que te construyeron con las palabras hicieron que las paredes fueran más duras a través de cada entonación mal intencionada- y, como en todos los libros de la vida, tienes la opción de quedarte en el laberinto en busca de la salida.

O puedes simplemente derrumbar las paredes de él porque, ni más ni menos, son solo palabras.”

Fue la última frase en la cual, ya destacada con un neón naranjo, JiSung cayó en cuenta de algo.

MinHo.

¡SANTA MIERDA!, JiSung quería lanzarse por la ventana. ¡¿POR QUÉ MIERDA ABRISTE LA BOCA?! ¡TIENES NOVIA, IMBÉCIL!

“Probablemente malinterpretaste todo-”

¡TÚ CÁLLATE!

JiSung no tenía idea en qué problema se había metido. ¿Por qué, en ese momento, le había parecido buena idea decir esas cosas?; él estaba en una relación estable- bueno, estable como su salud mental, pero estable de todas formas.

Él había estado jugando a la esperanza y la confianza de unas palabras- palabras que él no tenía idea de por qué rondaban siempre en su mente. La satisfacción de saber que MinHo sentía algo por él no solo lo elevaba del suelo peligrosamente alto, sino que a la vez le hacía sentir joven de nuevo.

No podía… sea lo que sea que MinHo quisiera, JiSung no podía dárselo. MinHo no tendría la paciencia, tampoco tendría el… aprecio suficiente como para poder esperarlo o aguantarlo; MinHo no se veía una persona capazmente de entender la sensibilidad de JiSung en un aspecto emocional, y mucho menos él quería quitarle los años de juventud al pelinegro por su maldita tristeza.

“Por Dios, hablas como si Yuna no existiera.”

Ya no quiero a Yuna, contestó; desde hace tiempo que JiSung no quería a Yuna.

Sin embargo, su mente se detuvo de nuevo-

¿Por qué estoy cuestionando todo esto?, se dijo. MinHo…, no sé qué quiere él- no creo que quiera algo- no, ¿Por qué querría algo conmigo?, él solamente…, solamente…

. . .

—Bien, abuela, ¿Cómo me irá en el amor?

La abuela de JeongIn y Chan giró las cartas de tarot que HyunJin había escogido para leerlas. Y HyunJin se sentía nervioso por el acto de meditación de ella.

—Te tienen en la mira —reconoció la abuela con su clásica voz rasposa—. No te lo voy a negar- sigue dudando, pero si exteriorizas tu emoción podrás lograrlo.

—¿Lograr que cosa? —HyunJin se emocionó—. ¿Tengo oportunidad con MinYu?

—Tienes que ser directo —dijo—. Si no muestras seguridad, no podrás lograrlo.

—¡Bien! —HyunJin palmeó la mesa del comedor, asustando a la madre de sus amigos—. Es oficial- le pediré una cita hoy.

—Intenta no meterte en una pelea esta vez —bromeó la madre.

—¡Tía!

—Aunque las cartas no me dicen que sea ella… —murmuró la abuela para si misma, pero no logró ser escuchada por nadie por un fuerte grito que el padre de familia dio.

—¡No me faltas el respeto de esa forma!

—¡No estoy faltándote el respeto!

—Creo que es hora de que se vayan —la mujer, apenada, se levantó del comedor para poder ir hacia una de las habitaciones de la casa, pero su suegra lo detuvo.

—Déjalos —dijo con severidad—. Kho tiene que aprender.

—No pueden pasar peleando toda la vida —la señora Ann dijo con molestia.

—No será toda la vida si tu marido sigue comportándose así.

HyunJin presionó sus labios con incomodidad al ver a la señora Ann volver a tomar asiento en el comedor, pareciendo realmente enojada y apenada por la escena.

—¡Maldito mocoso-! ¡¿Qué quieres de mí?! ¡Dime!

—Papá, debes calmarte un po-

—¡Tú te callas, Christopher!

—¡Cállate tú! —JeongIn gritó de nuevo, y HyunJin pudo notar el desespero—. ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Eres el peor!

—¡¿Qué te dije de faltarme el respe-

Pero fue callado por un fuerte portazo. HyunJin presumió lo que se venía, por lo que se inclinó ante las dos mujeres antes de tomar su bolso y encaminarse hacia la puerta, justo a tiempo para ver a JeongIn rojo de la ira pasar por él para salir de la casa, seguido por Chan quien cargaba ambas cosas.

No demoraron mucho en alcanzarlo, ya que JeongIn no corría, y tropezaron consigo mismos cuando el chico se sentó en la cuneta de la vereda y se tapó sus oídos mientras cerraba sus ojos y murmuraba cosas inaudibles.

—JeongIn- —Chan intentó acercarse a él, pero JeongIn le dio un fuerte manotazo para que lo apartara.

—¿Por qué sigues evitando pelear? —JeongIn le espetó enseguida—. ¡¿Por qué no le hablas?! ¡Deja de ser tan tibio!

—No son cosas que nos involucran- somos sus hijos —Chan insistió, enojado—. Ellos tienen que tomar las decisiones-

—¡No, no somos sus hijos! —gritó, aunque intentaba mantener un tono moderado—. Tu eres hijo de tú madre y yo soy hijo de mi padre- y yo la estoy defendiendo más de lo que tú, como su hijo, lo haces.

Las palabras de JeongIn afectaron a Chan, HyunJin lo pudo ver gracias a sus ojos cristalizados y fuerte mordedura de labio para poder controlarse.

—Chan-

—Déjame solo —le dijo a HyunJin, antes de darse vuelta para perderse por la calle.

JeongIn pareció instantáneamente arrepentido de sus palabras, pero lo dijo, solamente pasó furiosamente una mano por su mejilla para poder limpiar su lágrima. HyunJin no lo pasó por alto, por lo que se sentó a su lado.

—Fuiste duro —HyunJin le dijo.

—¿Y a mi qué? —JeongIn contestó con su voz temblorosa, abrazando con fuera sus rodillas—. Mi papá le falta el respeto a su mamá cada vez que puede- y Chan no hace nada, ¿Cómo puede permitir eso?, él es el idiota- y mi papá igual.

—Peleas con él todos los días —recordó—. ¿No te cansas?

—No seas exagerado- no son todos los días —dijo con voz nasal—. Después- después mi papá va a estar llorando porque la mamá de Chan no le dirige la palabra…, y volvemos al ciclo como siempre.

La primera vez habían sido hace cuatro años atrás, y HyunJin lo recordaba a la perfección: JeongIn y Chan habían llegado a la escuela tocados, en silencio y bastante alejados del otro; pasaron dos horas antes de que se enteraran de que el padre de JeongIn había engañado a la madre de Chan a propósito en un viaje de trabajo.

Habían sido días tensos, porque todos creían que se separarían y que Chan regresaría a Australia. Sin embargo, eso no pasó.

Pero la situación volvió a repetirse.

Y se repitió.

Repitió.

Repitió.

Y JeongIn ya se había cansado.

—No puedes echarle la culpa a Chan —HyunJin insistió—. Es tu madre quien-

—No me importa —JeongIn le cortó—. Yo ya estoy cansado. Voy a hablar con mi mamá para que me haga un espacio.

—¿Tu mamá…?

—Mi mamá —repitió—. La que me parió, ¿Cómo quieres que te lo diga?

—Vale…

HyunJin sabía que JeongIn estaba hablando bajo un arrebato inconsciente de rabia, y que probablemente olvidaría la mitad de las palabras que mencionó en ese momento. Sin embargo, eso no lograba evitar que HyunJin se sintiera triste por sus amigos y un poco asustado por saber que JeongIn quería irse a vivir con su madre biológica.

Una vez más, JeongIn tapó sus oídos mientras comenzaba a murmurar un par de cosas, y HyunJin se mantuvo a su lado todo el tiempo que el chico lo necesitaba.

Para cuando JeongIn se recompuso, pasaron alrededor de cuarenta minutos con HyunJin iniciando conversaciones banales con el chico para poder alejarlo de su malestar, para finalmente emprender su camino en dirección a la escuela en una hora muy atrasada.

—Y entonces tu abuela me dijo- para de morderte las uñas —HyunJin palmeó la mano de JeongIn antes de seguir hablando—. Me dijo que tenía que ser más seguro con mis decisiones, así que invitaré a salir de verdad a MinYu.

—¿No que no te dirigía la palabra? —JeongIn consultó, desinteresado—. No es una buena idea si no te dirige la palabra.

—Le explicaré lo que pasó ese día- además, ya me disculpé con Yeji por haberla tratado mal —explicó.

—Mentira- no lo hiciste.

—¡Sí lo hice!

—Decirle “lamento haberte regañado en voz alta” no es una disculpa adecuada.

—¡Ella lo aceptó!

JeongIn puso sus ojos en blanco, y se detuvo abruptamente tras ver la entrada de la escuela.

—Por la mierda, es la loca- ¿Por qué tienen que pasarme estas cosas? —JeongIn expresó mientras agarraba a HyunJin de su chaqueta, antes de morderse el costado de sus uñas.

—Sigo sin entender tu problema con Lily —dijo HyunJin, palmeando de nuevo la mano de JeongIn—. ¿No la regañarán por estar afuera?, nosotros ya estamos llegando tarde…

—Tal vez está aquí porque teníamos que hacer un trabajo en parejas —contestó JeongIn—. Y no lo hicimos.

—¿Por qué no lo hicieron?

—Porque no quería trabajar con ella.

HyunJin quiso aguantar una carcajada por el desprecio que JeongIn tenía hacia Lily- lo cual era una lástima porque desde que se enteraron de que ella también era australiana, Chan prácticamente la había adoptado nuevamente.

—Podemos entrar por el jardín de la señora Oh —dio la idea HyunJin—. Aunque nos va a llegar un regaño.

—No me importa.

Cuando HyunJin entró finalmente a su salón, recibió un gran regaño por parte de su maestro de literatura y le ordenó tomar asiento en silencio mientras realizaba una copia sobre “no debo llegar tarde”, del cual harían que las hojas se multiplicaran cuando informasen que el chico ni siquiera había registrado su entrada.

Al igual que los días anteriores, HyunJin vio tímidamente hacia el otro lado del salón, donde MinYu se encontraba sentada en un asiento doble con una chica. Ella pareció sentir la mirada de HyunJin, porque con lentitud lo miró y le entregó una sonrisa amable.

Bien- es hoy o nunca.

Después de la clase y el magno regaño que recibió HyunJin, se apresuró en la búsqueda de la chica por la escuela- quien la encontró conversando con una chica que él no conocía en la mitad del pasillo.

—Hola —saludó HyunJin a las dos chicas—. MinYu, ¿Puedo hablar contigo?

Ella, un poco desconcertada, miró a su compañera antes de asentir. La otra chica no parecía tener intenciones de irse.

—Eh… —¿Por qué demonios no te vas?, HyunJin se ponía cada vez más nervioso—. Yo…, quería hablar sobre la última vez que salimos.

—Ah… —ella abrió ligeramente la boca—. Sí…, ¿Qué sucede?

De repente, el pánico comenzó a repercutir en el cuerpo del chico. ¿Estaba bien lo que iba a hacer o no?

Un par de metros más allá, MinHo se encontraba escondido detrás de la puerta de su casillero viendo la interacción que HyunJin tenía con MinYu.

—¿Qué observamos? —susurró JiSung a su espalda.

MinHo sintió una corriente eléctrica de nerviosismo en su espalda. —Eh- HyunJin y MinYu.

—Ah… —JiSung se asomó por el hombro del chico para ver también—. ¿Qué le va a decir?

—Si tú no sabes, yo tampoco —ratificó—. ¿Qué crees que sea?

—¿La estará invitando a salir?

—O tal vez se está confesando.

La palabra hizo que ambos se sonrosaran, aunque ninguno se diera cuenta.

Intentando desconcentrar su mente de la presencia de JiSung en su espalda, MinHo notó como metros más allá, detrás de la pareja, se encontraba SeungMin, YiSu y ChangBin mirándolos de la misma forma que MinHo y JiSung lo hacían.

—Uh- ¿Será mal momento hablar ahora? —MinHo susurró hacia JiSung, al ver que HyunJin no se movía de su estado.

—Eh- no sé… —contestó JiSung bajo el mismo tono—. Hay muchas personas…

—Sí- claro, tienes razón.

—Pero-, ¿Tú…? —la voz de JiSung estaba cargada de vacile—. ¿Tú qué…?

—Lo que tú quieras —se apresuró a decir MinHo.

—No- yo quería decirte eso —JiSung chistó su lengua—. Así no llegaremos a ningún lado.

—¿Eso significa que sí…- es decir, ¿Tú de verdad…?

—Yo… —MinHo se giró finalmente para ver a JiSung en su espalda, bastante nervioso y torpe con sus palabras—. O sea- sí, me refería de verdad, ¿Tú…?

—Yo igual —se apresuró a decir JiSung, y MinHo pudo ver como se encontraba un poco feliz—. Pero yo no…, no tuve que haberlo dicho.

Eso hizo a MinHo decaer bruscamente, sintiendo como sus emociones se drenaban. —¿Qué?

JiSung, por su parte, se sintió tonto tras haberlo dicho directamente sin algún tipo de sensibilidad de por medio, pero había estado toda la noche nervioso que no podía esperar.

—Estoy en una relación —recordó JiSung, y MinHo se maldijo cuando lo mencionó—. Y yo- yo realmente no te quiero hacer pasar por algo como eso.

MinHo miró hacia todos sus lados y notó que nadie les prestaba atención, y también veía como HyunJin seguía sin hablarle a MinYu.

—Yo lo esperaba —susurró—. Es tu novia- pero en realidad, no tuviste que habérmelo dicho-

—Es que era imposible no hacerlo —JiSung se apoyó en el casillero cerrado—. Tú…, esto ya me estaba consumiendo, pero yo no esperaba que tú…

El chico relamió sus labios. —Cl-claro que sí- digo, era obvio.

—¡MinYu!

Ambos chicos volvieron a girar para ver a HyunJin, al igual que el otro trío que se encontraba metros alejados de ellos.

—Yo…, cuando tuvimos ese fracaso de cita doble —comenzó—, yo no quería que fuéramos nosotros los sujeta velas.

—¿HyunJin?

—Yo quería que ellos lo fueran —admitió—. Yo…, ¿Quieres salir conmigo, en serio?

—¿En serio? —MinHo escuchó a MinYu repetir—. Digo…, ¿Una cita de verdad?

—¡Sí!

A pesar de que no todos estaban prestándole atención, MinHo sintió como el silencio se prolongaba que lo ponía ansioso- tan ansioso que sentía que haría lo mismo.

—Está bien —terminó por contestar la chica—. Claro, HyunJin.

MinHo vio a SeungMin, YiSu y ChangBin suspirar de alivio mientras que HyunJin lucía como si se fuera a desmayar ahí mismo.

—¿A qué te refieres conque era obvio? —JiSung preguntó a su espalda—. ¿Qué era obvio?

Oh, dios, MinHo temía ser tan idiota siempre, pero se sentía tan desbordado como correr en cuesta abajo.

—Que me…, que me gustabas —confesó en voz baja, y usando toda su valentía para girarse y mirarlo a la cara—. Y yo- ayer me preguntaste por qué había hecho todo eso, y fue porque- fue porque tú- tú me gustas.

Una cálida y deliciosa sensación se esparció por el cuerpo de JiSung tras escuchar esas palabras, como sintió que su mente comenzó a irse poco a poco de su cerebro para poder dejar en reemplazo su corazón acelerado y emocionado.

¿Qué hago?, pensó JiSung en desespero. No quiero arrastrarlo en mi mierda…, no quiero que se sienta mal.

Pero no quiero arrepentirme.

—Tú igual —JiSung contestó, a la par que la campana que daba inicio al segundo bloque de clases sonaba—. Tú igual me gustas.

¡¡¡ESTO ES GENIAL!!!, pensó MinHo. ¡¡¡SÍ!!! ¡¡¡WOAH!!! ¡¡¡TRÁIGANME A JESUCRISTO QUE CON ESTA EUFORIA PUEDO PONERLO EN SU LUGAR!!!

Pero, contradiciendo a sus pensamientos, MinHo tosió para recomponerse y cerrar su casillero.

—Vale —dijo, intentando no hacer que su voz sonara temblorosa—. Entonces- uh, ¿Te veo en el club?

—Sí —JiSung se contenía igualmente—. Si ves a JeongIn o a HyunJin- diles que los ando buscando- no quiero romper la burbuja de felicidad del chico.

Aunque en ese momento, no solo HyunJin se encontraba flotando.

. . .

—Le quité la cámara a mi hermano porque yo no tenía cámara, pero mi hermano sí —Lily contó mientras ubicaba en un trípode una cámara digital—. ¿Qué canción van a presentar para tocar?

MinHo, viendo al resto de sus compañeros ubicándose en sus instrumentos, se miraron sin saber qué contestar.

—Uh- ¿U2? —dijo MinHo.

—No —ChangBin interrumpió al instante—. Si queremos hacernos conocidos, tenemos que tocar canciones conocidas.

—Podríamos hacer interpretaciones de los grupos que participarán en Kingdom —opinó Felix—. ¿Sabemos alguno de ellos?

 —¡iKon! —dijo ChangBin—. Why, why, why, ¿O no?

—¿En serio la sabemos? —MinHo se vio sorprendido—. Ni siquiera me acordaba.

—Bien, practiquemos —ChangBin lideró, mientras MinHo buscaba la letra por internet—. HyunJin, marca el ritmo.

Pero HyunJin seguía en las nubes.

—¿Alguien puede traerlo a la tierra? —preguntó ChangBin.

JeongIn, sentando en las colchonetas, se aproximó hacia HyunJin y golpeó su cabeza con su croquera.

—Gracias.

—Bien- —HyunJin, retomando su modo baterista, comenzó a girar las baquetas en sus manos—. ¿Qué tocamos?

—Why, why, why de iKon —respondió Felix.

—¿En serio nos la sabíamos?

HyunJin empezó a marcar el ritmo y empezaron a tocar; MinHo no recordaba mucho la letra y agradecía no tocar a Cessi en ese momento porque apostaba en tampoco recordar los acordes, por lo que cantó según a su memoria. Aunque, para el vacile suyo, Lily se veía satisfecha con la canción.

—Deben aprenderse una canción de otro grupo que participe en Kingdom —MinHo escuchó sobre la música a Lily decirle a Chan—. Así, cuando se aprendan canciones de otro grupo, podrán subir videos con ellos en forma de promoción subiendo videos.

—¿Sería de forma semanal? —consultó Chan.

La chica, sacando de su mochila una libreta de color rojo, mostró a Chan lo que parecía ser un horario de planificación. —La constancia apremia.

—No entiendo.

—Subir videos de canciones aleatorias serán genial- porque cuando suban canciones aleatorias podrán mostrar sus fortalezas —explicó—, así se difundirán más y podrán tener más presentaciones, gracias a la difusión.

—A- ¿Agendaste una presentación en el Busking? —Chan miró, impresionado.

—¡Si!, para eso deben de haber llegado, aunque sea haber alcanzado cincuenta seguidores- como mínimo los cincuenta —ratificó.

—Queríamos ir uno de estos fines de semana al Busking —contó—, para ver el ambiente y esas cosas.

—¡Yo iré! —dijo con emoción—. ¡Iré yo también!

—Uh- no muchos padres dan permiso para que sus hijas salgan con un montón de chicos a Seúl…

—Tranquilo, tengo catorce hermanos- y no me prestan atención porque tengo catorce hermanos —sonrió ella.

Lo que parecieron ser tres repeticiones de canciones eternas, Lily grabó la presentación, intentando no delatar mucho que se encontraban en un ex almacén de deportes.

—A Lee Know le falta más sentimiento —Lily opinó mientras revisaban todos juntos la grabación—. Porque los sentimientos que Lee Know muestra no son los pedidos- ¿Nunca te han rompido el corazón?

—¿Qué clase de pregunta es esa? —respondió MinHo, sintiéndose atacado—. ¿Por qué nadie habla de lo feliz que se ve HyunJin en el fondo?, incluso yo me siento más feliz al verlo.

Y era verdad, porque al terminar de tocar HyunJin volvió al modo anterior.

—Necesitamos más sentimientos de ruptura —Lily insistió—. Porque es una canción de ruptura- ¡Necesitamos interpretación!

—¿Quién murió y te hizo líder? —MinHo le preguntó, para luego mirar a Chan—. ¿Por qué ella está dirigiendo todo?

Chan, en su debilidad por ella, se encogió de hombros.

—¡De nuevo! —demandó Lily—. ¡Necesito tristeza, Lee Know! ¡Para que interpretes tristeza!

—Vale, vale…

—¿Y qué hay de nosotros? —ChangBin le preguntó a Lily, apuntándose a él y a Felix.

—Ustedes ya se ven como si les hubieran partido el corazón doce veces —ella sonrió—. Y como se ven descorazonados, ¡Sigan así!

ChangBin y Felix compartieron una mirada antes de volver a su lugar.

HyunJin marcó nuevamente el ritmo, y el grupo empezó a tocar.

Sin embargo, MinHo se perdió enseguida tras notar tras la ventana cómo JiSung caminaba por el pasillo para poder ingresar al club por el ventanal.

—¡Lee Know! —MinHo quiso haber pasado desapercibido, pero Lily le llamó enseguida la atención tras la cámara—. ¡No te desconcentres! ¡Profesionalismo!

—Lo siento, lo siento… —se disculpó, sonrojándose hasta el cuello.

De nuevo, el cosquilleo de felicidad se abarcó en su cuerpo y se le fue imposible cantar una canción de ruptura cuando se sentía el chico más afortunado del mundo.

Y, por su parte, JiSung se había sentido desconcentrado todo el día. No era una sensación muy eficiente para su situación, pero aún así no se sentía temeroso ante la idea.

O, bueno, en lo que podía sentir miedo, porque había evitado a Yuna todo el día.

Temía que, al verla, se retractaría de haberse confesado (finalmente) a MinHo, porque viéndola, recordaría todo lo que estaba predispuesto a hacer para poder satisfacer a su madre.

Pero en ese momento, viendo a MinHo cantar en el micrófono improvisado una canción de melancolía mientras gozaba con la banda, JiSung podía vivir bajo sus propias decisiones que lo hacían feliz.

Y estar ahí lo hacían feliz.

—¡Quedó genial! —Lily expresó desde el otro lado de la cámara—. ¡Ustedes son geniales, por eso quedó genial!, esto tendrá… dos o tres comentarios negativos solamente.

—Nos tienes estima —bromeó HyunJin, antes de levantarse con rapidez para tomar su bolso—. Bueno- iré a dejar a MinYu a su casa, ¡Adiós~!

—¿Y qué? ¿Terminamos el ensayo así nomás? —ChangBin preguntó al aire.

JeongIn, guardando su croquera en su mochila, miró a ChangBin. —Me voy a tu casa.

—Uh- bueno.

—Con Chan vamos a la galería —Felix anunció—. ¿Vienen?

—¡Está bien! —contestó Lily, mirando a JeongIn—. ¿Quieres acompañarnos, Jeong-

—No.

Dicho eso, el chico salió de la sala, con ChangBin alcanzando sus talones.

—No te sientas mal —Chan puso una mano en el hombro de Lily tras ver su rostro de decepción—. El problema no es contigo.

Sí lo es, pensaron el resto del grupo.

—¿MinHo, JiSung? —Felix miró a los dos chicos—. ¿Nos acompañan?

—Eh… —JiSung miró a MinHo sin saber qué responder, pero el otro se adelantó.

—Nah, me quedaré un rato —dijo MinHo—. Quiero practicar un poco y mi mamá sigue castigándome con Cessi.

—Vale- ¿JiSung?

—Supongo que le haré compañía a ese lagarto —contestó él.

Y, en un acto completamente espontáneo, Chan abrazó a JiSung por los hombros.

—Uh- ¿Okay?

—JiSung —Chan dijo con seguridad—. Eres un gran amigo.

JiSung, completamente desentendido, palmeó torpemente la espalda de Chan; y la situación no habría sido tan rara si no fuera porque Felix imitó a Chan, saltando como koala para abrazarlo.

—¿Por qué lo abrazan? —Lily le preguntó a MinHo—. ¿Lo abrazan porque se va a morir?

—Créeme que ni yo sé —admitió MinHo.

Una vez que ambos chicos dejaron de abrazar a JiSung, y Lily se despedía cortésmente de él, dejaron a MinHo y a JiSung solos en la vieja sala de música.

—Uh… —MinHo no sabía cómo comenzar, en especial porque sentía que el retorcijón que tenía en su estómago lo estaba matando.

Bien- ¿Recuerdas la conversación que tuviste con YeonJun? ¡Ponlo en práctica!

—Hola —saludó una vez más. Y fue la clásica vuelta de ojos de JiSung que hizo romper el hielo.

Hemos regresado.

—¿Quieres hablar del tema enseguida o jugaremos a ser tontos por un rato? —preguntó JiSung, acercándose a MinHo para sentarse en la montaña de colchonetas.

—Háblame de tu día, querubín —burló MinHo mientras lo imitaba—. Porque ayer me sucedieron un par de cosas.

—¿Tiene que ver con el abrazo dramático? —apuntó—. Sentí que me quedaban tres meses de vida.

—Les conté a los chicos que besé a Yuna —contó—. Después del rumor que salió a causa de los vacunadores- era mejor que se enteraran por mi boca.

—¿Y ellos qué dijeron?

—Que te arruiné la vida.

JiSung sonrió ante tal aclaración, asintiendo torpemente. —Bueno, no lo niego.

—¡Oye!

—No tienes derecho a ofenderte —le dijo—. Tú fuiste el que causó todo esto.

—Fue por una buena causa, hombre —expresó, poniendo una mano en su pecho—. No puedes ser tan malagradecido.

—Créeme, MinHo, contigo siempre seré malagradecido.

MinHo se detuvo un momento en poder apreciar la sonrisa que JiSung le estaba entregando, sintiéndose levemente orgulloso por saber que era él el que la estaba causando.

—Entonces… —JiSung comenzó, apoyando sus palmas en las colchonetas para poder balancear sus piernas en la orilla como un niño—. ¿Qué…qué piensas?

Vaya.

—Bueno… —MinHo lo imitó—, yo…, no sé que decirte, en realidad.

—Yo tampoco.

—Me- uh, me gustas —repitió, y MinHo sintió la misma sensación que cuando lo dijo por primera vez—. Me gustas así que- uhm, hazte cargo.

JiSung bufó ante la broma. —Eres un idiota.

—Tú igual.

—Tú también me gustas —dijo JiSung, intentando suprimir una sonrisa—. Qué…, ¿Qué quieres hacer?

MinHo elevó la mirada de sus rodillas para ver al otro. —¿Disculpa?

—¿Qué?

—¿Qué quieres hacer? —repitió—. ¿A qué te refieres?

—Bueno- a cualquier cosa, en realidad —JiSung se encogió de hombros—. Quieres…, uh, ¿Dejar las cosas como están y seguir siendo amigos?

El chico rio sin ganas. —¿Eso es una opción? ¿Quieres que seamos amigos?

—Estoy preguntándote, en realidad.

—Entonces, ¿No quieres?

—MinHo…

—Yo… —MinHo chistó al sentirse repentinamente impotente—. No sé, ¿Sabes?, nunca he… no he estado en esta situación. Nunca me ha gustado un chico- una persona en serio.

—¿Nunca? —JiSung elevó una ceja—. ¿Ni Rena?

—Nop.

—¿Qué hay de Lia?, saliste en una cita con ella…

—Sí…, ella es una historia entretenida- pero no- tú… —pudo sentir como repentinamente la timidez lo abrazaba, haciéndolo sentir como un niño—, tú eres la primera persona que me gusta de verdad y yo- yo, bueno, yo tengo miedo.

Miedo, ese era un concepto que JiSung conocía y podía entender con MinHo.

—¿Tienes miedo de que te guste un chico? —preguntó JiSung.

—De todo- en realidad —confesó—. Antes sí- no te lo voy a negar. Me perturbaba pensando en lo… malo que era que te gustara alguien de esa forma- que me gustara un chico de esa forma. Pero de repente…, no sé —su cohibición lo hacía tragar poco a poco sus palabras—, te vi y…, agh, esto se está volviendo realmente penoso- olvida todo lo que dije.

MinHo nunca se habría imaginado encontrarse así- con un sonrojo natural en sus mejillas y tapándose su rostro a causa de la vergüenza. ¿Por qué se desconocía tanto?

—Por eso te digo- digo que si quieres que quedemos como amigos —JiSung retomó el tema, con su voz temblorosa—. Yo no…, no quiero que estés conmigo si te sientes incómodo.

El chico se destapó el rostro con lentitud, viendo a JiSung. —¿Estar contigo? —preguntó—. Tú- ¿Tú consideras la idea de estar conmigo?

Ahora fue el turno de JiSung en avergonzarse, soltar una pequeña risa y desviar la mirada. —Era…, era solo una idea, ¿Sabes?, tonta, pero- no sé, me gustaría, aunque yo no…, yo no sé si podría…

—Ah —una vez más, como si ella no fuera importante, Yuna apareció en la mente de MinHo—. Claro- lo siento, se me olvida ella.

—Yo… —JiSung retomó, cambiando ligeramente de tema—. Tú me gustas… eres tú quien me gusta, en realidad- y desde hace tiempo he querido cortar con Yuna, pero…

“Desde hace tiempo he querido cortar con ella…”

“Desde hace tiempo he querido cortar con ella…”

“Desde hace tiempo he querido cortar con ella…”

Esas palabras quedaron inscritas en la mente de MinHo, haciendo que se emocionara enseguida.

—¿N-no te gusta ella? —preguntó—. Por qué- ¿Te gusto yo realmente? ¿En serio te gusto?

JiSung, desentendido, frunció el ceño. —¿A qué va esa pregunta?, acabo de decírtelo-

—Sí, pero- no sé, lo tomé como un ‘me gustas’ ‘tú también me gustas’- pero eso de los que le dices a tu hermano cuando te agrada —se explicó MinHo—. ¿Desde hace cuánto…?

—Uh…, no sé, ¿Un par de meses? —JiSung se sonrojó—. No es como si llevara la cuenta.

—Es que tú también me gustas.

—Lo sé, MinHo, por eso estamos teniendo esta conversación…

—Pero me gustas en serio —MinHo insistió, sintiendo un lago de adrenalina recorrer en su sangre—. Así como… de verdad.

La intensa forma en la cual MinHo se había expresado había dejado a JiSung un poco colgado, hasta que finalmente cayó en cuenta de sus palabras y no pudo hacer más que reír ante eso.

—¡No te rías! —acusó MinHo, empujándolo con su mano para que el otro cayera recostado hacia el otro lado—. ¡Oye!

—Perdón —se disculpó, secando sus lágrimas—. Es solo que… ¿Qué demonios, MinHo?

Y el pelinegro pudo tener la viva imagen de cuando le había ofrecido ser su amigo, y de como JiSung se había reventado de la risa.

No fue mucho hasta que MinHo se uniera a las carcajadas, pasando así unos minutos para soltar el nerviosismo entre las risas.

—Yo- me da miedo avanzar —admitió MinHo, una vez que JiSung apagó su risa—. Me da miedo porque- siento que realmente es algo muy vulnerable y sería muy expuesto y- ¿Qué tal si alguien lo nota? ¿O si se corre el rumor? ¿O si nuestros padres se enteran o algo así?, es realmente terrorífico, ¿Sabes?

—¿Sabes qué también es terrorífico? —preguntó JiSung con una sonrisa—. Escaparte de tu casa a mitad de la noche solo para ayudar a estudiar a alguien- y aun así lo hiciste.

—¿Y qué pasará con Yuna? —consultó—. No puedes- engañarla o algo así, ¿O sí?

—Con Yuna… —JiSung se perdió en su mente por un momento, sin saber cómo poner en palabras sus temores; sin embargo, con MinHo mirándolo se sentía demasiado optimista como para poder aterrarse—. Solo…, dame tiempo, ¿Puedes?, hay cosas de por medio que…, que necesitan ser mediadas.

—¿Mediadas?, ¿Tienen un hijo, acaso? —bromeo.

—Un pequeño conejo de peluche- y le falta una oreja.

—Boo, fracasados.

JiSung sonrió nuevamente ante eso, con su respiración entrecortada por la emoción.

—¿Qué te dijo Yuna ayer? —preguntó MinHo—. No me dijiste que…

—Me dijo que te había besado —JiSung se encogió de hombros desinteresadamente—. Yo le dije que ya sabía y- que realmente no me importaba.

—¿Puedo admitir ahora que ella, realmente me saca de mis casillas?

—Sí puedes… —rio ligeramente, antes de sentir su risa apagar para mostrar un sentimiento de incertidumbre—. MinHo…, yo también estoy aterrado.

El cambio drástico de emoción hizo a MinHo apagar su risa también, asintiendo en concordancia. —Lo sé y-, yo- pero yo no quiero que seamos solo amigos.

JiSung lo miró a los ojos, y MinHo los vio brillar una vez más.

—¿En serio no quieres?

MinHo negó, antes de volver a su postura clásica. —Me agrada ese concepto, ¿Sabes?, pero creo que del bromance hemos desplazado la b desde hace un tiempo y-

JiSung le dio un suave manotazo en el brazo mientras reía, y MinHo le correspondió el golpe riendo igualmente.

—Eres un tonto.

—No me importa- te gusta este tonto.