Durante la pausa para el café, tae charló con el profesor Wodehouse y otros asistentes sobre su conferencia todos estaban de acuerdo en que les había gustado mucho y en que había respondido las preguntas de un modo admirable de hecho, más de uno expresó su sorpresa al enterarse de que era estudiante y no profesora.

Mientras su esposa disfrutaba del triunfo académico, tiffany salió fuera a tomarse el café bajo el sol de Oxford.

Dio gracias por el buen tiempo luego dio gracias porque la conferencia de tae había salido tan bien se había notado que estaba nerviosa y, por supuesto, aún tenía mucho margen de mejora, pero teniendo en cuenta que era una estudiante de doctorado de primer año, los asistentes se habían quedado impresionados en silencio, elevó una nueva oración de gracias.

A mitad de la misma, jessica se le acercó con las manos metidas en los bolsillos.

Al principio, intercambiaron frases de cortesía, pero pronto tiffany se dio cuenta de que su antigua alumna estaba inquieta.

— ¿Algún problema? —preguntó, con una voz engañosamente suave, Suave como el whisky escocés.

—No—jessica se sacó las manos de los bolsillos y se volvió hacia la puerta, pero cuando estaba a punto de volver a entrar en el edificio, se detuvo en seco.

—Joder —musitó enderezando la espalda, se volvió hacia su antigua directora de tesis— A la profesora Picton le gustaría que usted fuera una lectora externa de mi tesis.

Tiffany la miró con frialdad.

—Sí, algo me comentó.

jessica  esperó a que la profesora siguiera hablando, pero no lo hizo.

—Ejem, ¿y qué le parece la idea?

tiffany se balanceó sobre los talones.

—Lo consideraré, señora jung el tema que ha elegido es bueno y cuando trabajaba para mí estaba muy satisfecha con su trabajo si le pedí a Katherine que asumiera la dirección de su tesis fue por razones personales si no, aún seguiría dirigiéndola yo.

jessica apartó la vista, incómoda.

—tae  ha estado muy bien —dijo, cambiando de tema.

—Sí, es cierto.

—Se ha sacado de encima a hyuna con facilidad.

La cara de tiffany  se llenó de orgullo.

—taeyeon  es una mujer admirable es más fuerte de lo que parece.

—Lo sé—La mirada de jessica se endureció.

—Por lo visto, tiene mucho que decir sobre mi mujer Y a mi mujer—El tono de voz de tiffany  era cada vez más frío.

— ¿Qué está haciendo para acallar los rumores? En marzo estuve en la Universidad de Los Ángeles y la gente comentaba que taeyeon  se había tirado a su profesora para graduarse y entrar en Harvard.

tiffany  apretó mucho los dientes.

—Esos rumores son consecuencia de la lengua ponzoñosa de la señorita hyuna Me encargaré de ella, se lo aseguro.

—Sí, no tarde mucho en hacerlo.

tiffany  entornó los ojos.

— ¿Cómo dice?

jessica cambió el peso de pie, pero no se amilanó.

—Ayer, cuando llegué, oí a un par de carcamales hablando sobre taeyeon Daban por hecho que estaba muy buena y que por eso la habían invitado.

—Pues creo que su ponencia acaba de demostrar que esos rumores no tenían razón de ser Su teoría estaba bien expuesta y ha sido bien recibida Y no nos olvidemos de que, aparte de tirármela (tiffany  hizo un gesto con la mano, como si la palabra le resultara ofensiva), me casé con ella.

—Puede que sea su esposa, pero no se la merece.

tiffany  se acercó a jessica amenazadoramente.

— ¿Perdón?

Ésta enderezó la espalda lo máximo que pudo—He dicho que no se la merece.

— ¿Y cree que no lo sé?

Frustrada, lanzó la taza de café, que se hizo añicos sobre la acera.

Dando un paso más en dirección a la joven, añadió:

—Cada noche, cuando me duermo con ella entre los brazos, doy gracias a Dios por habérmela enviado cada mañana, al despertarme, lo primero que hago es dar gracias porque se casara conmigo nunca seré digna de ella, pero pasaré el resto de mi vida intentándolo.

»Fue su amiga cuando lo necesitaba, pero escuche bien lo que le digo, jessica: no me provoque.

Entre ambas mujeres se hizo un largo silencio tiffany  tuvo que hacer un esfuerzo titánico para no perder el control.

La otra fue la primera en apartar la vista.

—Cuando la conocí tenía que hablarle en susurros para no asustarla.

—Ha cambiado, Ya no es así.

—No, no lo es. —jessica encorvó la espalda—Durante la comida me estuvo hablando de Harvard le encanta el programa de estudios.

—Lo sé—La expresión de tiffany  se volvió aún más dura— Y sé que la desea, Pero que le quede claro: ella no es para usted.

jessica le devolvió la mirada.

—Se equivoca.

— ¿Me equivoco? —preguntó la profesora, dando otro paso adelante estaban a escasos centímetros de distancia y su actitud era francamente amenazadora.

—No es sólo deseo, La amo es la mujer de mi vida.

tiffany  se la quedó mirando con incredulidad.

—No puede ser la mujer de su vida ¡Es mi esposa!

—Lo sé.

La joven volvió la mirada hacia la carretera de Woodstock, negando con la cabeza.

—Conocí a una buena chica católica, bonita y dulce... el tipo de chica que puedes presentarle a tus padres el tipo de mujer que llevaba toda la vida buscando.

»La traté bien, nos hicimos amigas, y cuando una idiota se metió en su vida y le rompió el corazón, yo estuve a su lado lloró en mi jodido hombro se quedó dormida en mi jodido sofá.

tiffany  apretó los dientes con fuerza.

—Cuando acabó el semestre, se fue a Harvard, como siempre había soñado la ayudé con el traslado le encontré un trabajo a tiempo parcial y un apartamento pero cuando finalmente le confesé lo que sentía por ella, cuando por fin le pedí que me eligiera a mí, no lo hizo no porque no me quisiera ni porque fuera incapaz de sentir nada me quería, pero seguía enamorada de la imbécil que le rompió el corazón.

jessica se echó a reír sin ganas.

—Una tipa que no le conviene nada, Que se tira a todas las mujeres que se ponen en su camino; que la trata como si fuera un trapo viejo; que bebe demasiado no me extrañaría que la hubiera seducido sólo para pasar el rato.

»Que yo sepa, la tipa estuvo saliendo con una profesora aficionada al , que pegaba a sus alumnos ¿Quién sabe qué le hará a mi chica? Entonces me entero de que ella la ha dejado Y me siento exultante, porque por fin ella tendrá la oportunidad de estar con alguien que la tratará como se merece alguien que será amable con ella y nunca, nunca, la hará llorar.

»Pero más tarde me entero de que la gilipollas ha vuelto ¿Y qué hace? Le pide que se case con ella.

¡Y ella acepta!

jessica le dio una patada al suelo, frustrada.

—Y ése podría ser el jodido resumen de mi vida encuentro a la chica perfecta; pierdo a la chica perfecta por culpa de una imbécil que le rompe el corazón y que probablemente se lo seguirá rompiendo una y otra vez, y al final recibo una jodida invitación para su boda de alto copete en Italia.

A tiffany  le rechinaron los dientes antes de decir:

—En primer lugar, ella no es su chica y nunca lo será no tengo por qué justificarme ante usted ni ante nadie, aunque por respeto a mi esposa, que parece apreciarla, admitiré que me he comportado como una imbécil pero ya no soy esa mujer que ha descrito no me he acostado con ninguna otra mujer desde que estoy con ella y no pienso volver a romperle el corazón.

—Bien—jessica  arrastró los pies a un lado y a otro—Pues deje que termine el programa de estudios.

— ¿Que la deje? —La voz de tiffany  bajó hasta convertirse en un susurro— ¿Yo tengo que darle permiso?

—Tal vez ella decida dejar los estudios, o aplazarlos anímela a continuar.

Los ojos de tiffany  echaban chispas.

—Si tiene información que quiera contarme, señora jung, le sugiero que la escupa ahora.

—taeyeon  se siente culpable por poner los estudios por delante de otras cosas.

tiffany juntó mucho las cejas al darse cuenta de lo que estaba oyendo.

— ¿Se lo ha dicho ella?

—Sí y también me dijo que no tiene amigas.

—Qué oportuno ¿Se ofreció a seguir siéndolo usted?

jessica hizo una mueca.

—No, esto no tiene nada de oportuno Joder, ¿no lo entiende? La amo y, a pesar de eso, tengo que escuchar sus preocupaciones Y lo que la preocupa es hacerla feliz a usted, la imbécil que la abandonó.

—No me gusta que le haya confiado nuestras intimidades.

—Si tuviera amigas, no habría tenido que contármelo a mí de todos modos, ya he decidido que nuestra amistad no puede continuar.

tiffany  se echó hacia atrás, sorprendida.

— ¿Ya lo había decidido?

—Sí.

— ¿Se lo ha dicho?

—No podía hacerle eso justo antes de la conferencia Habría sido cruel.

— ¿Cuándo piensa decírselo?

jessica suspiró hondo.

—Ése es el problema no me veo capaz de hacerlo cara a cara cuando vuelva a Vermont le escribiré—Miró a tiffany  con rencor— ¿Satisfecha?

—No disfruto viéndola sufrir, a pesar de lo que usted cree—Bajó la vista hacia la alianza de platino con un diamante que llevaba en la mano izquierda—La amo.

Los ojos de jessica siguieron el movimiento de los de tiffany hasta el anillo de boda.

—Su amistad es importante para ella —siguió diciendo la profesora— Su decisión le dolerá.

—Es hora de pasar página.

— ¿Le dirá la verdad?

—No pienso mentir decirle la verdad no será fácil, pero lo haré.

—Eso es muy noble —admitió tiffany  con un punto de admiración en la voz—Tal vez debería intentar hacerla cambiar de opinión.

—No puede.

jessica y su antigua profesora intercambiaron una larga mirada.

—La he juzgado mal, jung  Lo siento.

—No lo hago por usted Y, desde luego, no lo hago para que acepte ocuparse de mi tesis ni para que me escriba una carta de recomendación le diré a Katherine que se lo he propuesto y que lo ha rechazado.

Y, con una inclinación de cabeza, se dirigió hacia el edificio.

— ¿Señora jung?

jessica  se detuvo y, muy lentamente, se volvió hacia la profesora.

—Pensaba leer su tesis igualmente su amistad con taeyeon  no tiene nada que ver en esto su trabajo es muy válido no necesita ayudas externas.

tiffany  le tendió la mano.

jessica se la quedó mirando unos instantes antes de acercarse de nuevo y estrechársela.

—Gracias.

—De nada.

Ambas mujeres intercambiaron una mirada que recordaba la de dos guerreras tras una batalla en la que ambos bandos han sufrido graves pérdidas.

jessica  fue la primera en hablar:

—No voy a inmiscuirme en su matrimonio pero si me entero de que le ha vuelto a romper el corazón, tendremos un problema.

—Si le rompo el corazón a taeyeon, me lo mereceré.

—Bien —dijo jessica y sonrió—Podemos dejar de tocarnos ya.

tiffany  le soltó la mano como si quemara.