cap 28

El Infierno de Taeyeon

Varias horas después de la vista, tiffany  estaba sentada en su casa, envuelta en las sombras la única luz de la estancia era la de las llamas azules y anaranjadas de la chimenea de gas estaba absorta pensando en taeyeon  Completamente rodeada por sus recuerdos y su fantasma.

Al cerrar los ojos, habría jurado que podía olerla, que oía su risa acercarse por el pasillo su dormitorio se había convertido en una especie de capilla; por eso no se atrevía a acostarse y permanecía frente a la chimenea no podía soportar ver las fotografías en blanco y negro de las dos, en especial la más grande, la que colgaba sobre el cabezal de la cama la que mostraba a taeyeon  en toda su magnificencia, tumbada boca abajo, dejando expuesta la espalda, sólo parcialmente cubierta por una sábana ella la miraba con adoración, con el pelo revuelto y una sonrisa saciada, satisfecha...

En cada habitación la asaltaban sus recuerdos algunos eran felices, otros dulces y amargos a la vez, como el chocolate negro Fue al comedor a servirse dos dedos de su mejor whisky escocés y se lo bebió de un trago, disfrutando del ardor que le quemaba la garganta Trató desesperadamente de no pensar en tae, de pie ante ella, recriminándole su actitud clavándole un dedo en el pecho.

«Se suponía que me amabas, tiffany  Se suponía que tenías que ayudarme a caminar por mí misma. Y en vez de eso, llegas a un acuerdo con ellos, Tú trabajo a cambio de nuestra relación»

Al recordar su mirada dolida, tiffany  lanzó el vaso contra la pared El suelo quedó cubierto por trozos de vidrio, afilados como carámbanos rotos, que brillaban a la luz de las llamas sabía lo que tenía que hacer; sólo necesitaba encontrar el valor para hacerlo Sin soltar la botella, se dirigió al dormitorio como quien va al patíbulo Dos tragos más tarde, fue capaz de colocar la maleta sobre la cama Sólo recogió las cosas básicas y no se molestó en doblar la ropa reflexionó sobre el dolor del destierro Pensó en las lágrimas de Ulises al estar tan lejos de su hogar, de su esposa, de su gente ahora entendía lo que era eso.

Cuando acabó de hacer la maleta, echó la foto que tenía sobre la cómoda encima de la ropa acariciando con un dedo la cara de su amada, bebió otro trago antes de tambalearse hacia el despacho hizo un esfuerzo para no mirar la butaca de terciopelo rojo Si cedía a la tentación, vería a tae, enroscada como un gato, leyendo un libro se estaría mordisqueando el labio inferior y sus adorables cejas estarían fruncidas por la concentración ¿Alguna mujer habría amado, adorado, venerado más a otra mujer?

«Como Dante», pensó.

Y en ese instante la sobrevino la inspiración Abrió uno de los cajones del escritorio era el cajón de los recuerdos, donde guardaba la ecografía de Maia, junto con los escasos recuerdos que conservaba de su niñez —el reloj de bolsillo de su abuelo, algunas joyas que habían pertenecido a su madre, el diario de ésta y alguna fotografía— Eligió una foto y un grabado antes devolver a cerrar el cajón con llave deteniéndose sólo para abrir la caja de tercio pelo negro y sacar el anillo, se dirigió a la puerta.

El frío de la noche de Toronto la serenó un poco mientras caminaba a grandes zancadas hacia su oficina esperaba encontrar allí lo que necesitaba.

El edificio del Departamento de Estudios Italianos estaba a oscuras al encenderla luz de su oficina, la asaltaron los recuerdos recordó el primer día que tae  había ido a su despacho y lo tremendamente maleducada que había sido con ella recordó la otra vez, después del desastroso seminario, en que ella se había quedado en la puerta y le había dicho que no era feliz y que no quería a jessica Se frotó los ojos con los puños, como si eso fuera a hacer desaparecer las imágenes.

Llenó su cartera de piel con los documentos imprescindibles y unos cuantos libros tras rebuscar por los estantes, encontró el que había ido a buscar Soltando un suspiro de alivio, escribió unas cuantas palabras, añadió la foto y el grabado como marca páginas, apagó la luz y cerró con llave.

Todos los miembros del profesorado tenían llave de la oficina de la señorita Jenkins, ya que allí se encontraban los casilleros dejó el libro en uno de ellos y acarició cariñosamente el nombre de su propietaria comprobó satisfecha que no era el único libro que había en los casilleros y, con el corazón encogido por el dolor de la separación, se marchó.

jessica jung  estaba enfadada Su rabia iba dirigida contra la mujer más malvada del planeta, taeyeon kim, que, tras haber maltratado en público y seducido en privado a su amiga, la había abandonado si jessica  hubiera sido fan de Jane Austen, habría comparado a la profesora con el señor Wickham o con Willoughby pero no lo era.

Le costaba un gran esfuerzo no ir a buscar hwang  para darle la paliza que llevaba meses buscándose jessica se sentía muy traicionada tae le había dicho que estaba saliendo con una mujer que había ido a Oxford.

¡tiffany  Había ido Oxford!

Tal vez ella quería que jessica lo descubriera, pero no se había atrevido a darle más información ¿Quién se iba a imaginar que Dani era la profesora hwang? jessica la había insultado un montón de veces y le había contado a tae secretos de su relación con la profesora Singer Y mientras jessica le contaba esos secretos, ella se acostaba con ella No le extrañaba que le hubiera negado que Dani le había mordido en el cuello.

Cerró los ojos, asqueada al imaginarse a la profesora hwang  cometiendo actos depravados con ella con tae  y sus manos preciosas tae que era dulce y amable y que se ruborizaba con tanta facilidad tae, que no podía pasar junto a un pobre sin darle limosna le dolía darse cuenta de que la dulce señorita kim  había compartido la cama de una monstruo que se excitaba con el dolor, que había sido una juguete de la profesora Singer.

Aunque tal vez eso fuera lo que ella deseaba Tal vez ella y tiffany hubieran invitado a Ann a su cama al fin y al cabo, tae había elegido a Soraya Harandi para que la defendiera ante el comité suponía que eso significaba que mantenía contacto de algún tipo con la profesora Singer evidentemente, su amiga no era lo que aparentaba ser aunque sus sospechas variaron cuando, el lunes después de la vista, se encontró con hyuna, que salía del despacho del profesor Martin—jessica—la saludó con aire de suficiencia, ajustándose el caro reloj que llevaba en la muñeca.

Ella señaló con la barbilla la oficina del catedrático— ¿Algún problema?

—Oh, no —respondió ella con una exagerada sonrisa— Tengo la sensación de que la única persona que tiene problemas en estos momentos es hwang  Ya puedes empezar a buscarte una nueva directora de tesis.

— ¿De qué estás hablando? —preguntó ella, entornando los ojos.

—Pronto lo averiguarás.

—Si hwang  deja de ser mi directora, también dejará de ser la tuya, Si es que todavía lo era.

—No, ella no me dejará a mí, Soy yo la que la dejo a ella Voy a ir a Columbia el curso que viene.

— ¿No es allí donde estudió el profesor Martin?

Echándose a reír, hyuna  se marchó—Dale recuerdos a taeyeon  de mi parte, hazme ese favor.

jessica la persiguió y la hizo detenerse, agarrándola del brazo— ¿De qué estás hablando? ¿Qué le has hecho a tae?

Ella se soltó bruscamente y le dirigió una mirada asesina—Dile que eligió a la mujer equivocada.

Y hyuna se alejó, mientras una sorprendida jessica la observaba, preguntándose qué demonios habría hecho.

taeyeon  no respondía a los mensajes ni a los correos electrónicos de jessica  Así que, el miércoles después de la vista, se plantó frente al portal de su casa y llamó al interfono.

No hubo respuesta.

Sin rendirse, esperó hasta que un vecino salió del edificio entonces, jessica  se coló dentro y llamó a la puerta de ella varias veces, hasta que una vocecita respondió: — ¿Quién es?

—jessica.

Oyó lo que le pareció la cabeza de tae chocando contra la puerta—Sólo quiero asegurarme de que estás bien, ya que no respondes a mis mensajes—Tras un instante, añadió—: Te he traído el correo.

—jessica, no sé qué decir.

—No hace falta que digas nada sólo déjame ver que estás bien y me marcharé.

La oyó arrastrar los pies, inquieta, al otro lado de la puerta—taeyeon —dijo suavemente—, sólo soy yo.

Finalmente, la puerta se abrió—Hola —saludó jessica.

Su amiga estaba tan cambiada que le costó reconocerla parecía una niña estaba muy pálida y se había recogido el pelo en una coleta alta se la veía ojerosa, con los ojos vidriosos y muy rojos parecía que no hubiera dormido desde el día de la vista— ¿Puedo pasar?

Ella abrió la puerta un poco más y jessica entró en el diminuto apartamento nunca lo había visto tan desordenado había platos sucios por todas partes, la cama sin hacer y la mesita plegable a punto de hundirse bajo el peso de tantos libros y papeles. Tenía el portátil encendido, como si la hubiera interrumpido mientras trabajaba—Si has venido para decirme que soy idiota, no creo que ahora mismo pueda soportarlo. —Trató de sonar desafiante.

—Me enfadé al enterarme de que me habías estado mintiendo —jessica se pasó el correo de tae de una mano a otra y se rascó la mejilla—, pero no he venido para hacerte sentir mal no me gusta verte sufrir.

Ella bajó la vista hacia los pies, que llevaba cubiertos con calcetines de lana de color lila—Siento haberte mentido.

jessica  carraspeó—Toma, te he traído el correo de la universidad tenías varias cosas en el casillero.

Ella la miró preocupada.

jessica  levantó una mano tranquilizándola—Sólo son un par de folletos y un libro de texto.

— ¿Por qué me envían un libro de texto? Yo no doy clases.

—Los representantes de libros de texto dejan ejemplares en los casilleros de los profesores si les sobran, dejan también alguno para los estudiantes de posgrado Una vez me regalaron uno sobre política renacentista ¿Dónde quieres que lo deje?

—En la mesa, gracias.

jessica  así lo hizo, mientras tae recogía platos y vasos de todos los rincones y los amontonaba en el fregadero— ¿Y el mío sobre qué trata? —Preguntó ella, por encima del hombro— ¿No será sobre Dante?

—No, Se titula El matrimonio en la Edad Media: amor, o y lo sagrado —leyó jessica.

tae  se encogió de hombros el título no le resultaba demasiado sugerente—Se te ve cansada —comentó jessica, con una mirada comprensiva.

—La profesora Picton me ha encargado hacer un montón de cambios en el proyecto estoy trabajando sin parar.

—Necesitas aire fresco ¿Por qué no vamos a comer? Pago yo.

—Me queda mucho por hacer.

jessica  se acarició la barbilla con la mano—Lo que tienes que hacer es salir un rato este lugar es deprimente parece la casa de la señorita Havisham.

— ¿Te convierte eso en Pip?

jessica  negó con la cabeza—No, me convierte en una imbécil que se mete en la vida de los demás.

—Pues entonces, te pareces bastante a Pip.

— ¿Tienes que entregar el trabajo mañana?

—No, La profesora Picton me ha dado una semana más de plazo supuso que no podría entregarlo el uno de abril por... todo lo sucedido. —Hizo una mueca.

—Pues vamos a comer en metro, nos plantamos y volvemos de la calle Queen en un momento.

tae la miró con preocupación— ¿Por qué eres tan amable conmigo?

—Porque soy de Vermont Allí todos somos amables —respondió con una sonrisa— Y porque ahora mismo necesitas una amiga.

Ella le devolvió la sonrisa, agradecida—Nunca he dejado de pensar en ti —admitió jessica, con una mirada tierna.

tae  fingió no entender su declaración—Me visto en un minuto—Ambas bajaron la vista hacia su pijama de franela.

—Bonitos patitos de goma —se burló jessica.

Avergonzada, ella abrió el armario en busca de ropa limpia llevaba una semana sin hacer la colada, por lo que sus opciones eran limitadas, pero encontró algo presentable para una comida informal mientras se cambiaba en el baño, jessica se dedicó a ordenar un poco ni se le ocurrió tocar sus papeles del trabajo, pero estiró un poco la cama y puso en su sitio cosas que estaban por el suelo cuando acabó, guardó el libro de texto en un estante y, sentada en una de las sillas plegables, revisó el correo tiró la propaganda a la basura y apiló lo que parecían facturas en un montón se fijó en que no había ninguna carta de carácter personal—Gracias a Dios —murmuró.

Después de vestirse, tae se tapó las ojeras con corrector y se aplicó un poco de colorete en las mejillas satisfecha de no parecerse ya a la señorita Havisham, salió del baño y se sentó frente a jessica.

Ella la recibió con una sonrisa— ¿Lista?

—Sí —respondió, abrazándose a sí misma— Seguro que tienes cosas que decirme puedes soltarlas ya y nos lo quitamos de encima.

jessica  frunció el cejo y señaló la puerta—Podemos hablar mientras comemos.

—Me ha abandonado —soltó, apenada.

— ¿No crees que es lo mejor que te podía pasar?

—No.

—Por favor, taeyeon, esa tipa te sedujo para pasar el rato y luego te dejó en la estacada ¿Qué más quieres que te haga para olvidarte de ella?

— ¡Eso no fue lo que pasó!

jessica la miró, sorprendida por su súbito arranque de todos modos, la prefería enfadada que triste—Deberías ponerte un gorro, Hace frío.

Poco después, estaban en la calle, camino de la parada de metro de Spadina— ¿La has visto?

— ¿A quién?

—Ya sabes a quién, No me hagas decir su nombre.

jessica  resopló— ¿No prefieres olvidarla?

—Por favor.

Al mirarla, vio que su preciosa cara estaba contraída en una mueca de dolor.

Deteniéndose, le dijo: —Me la encontré unas horas después de la vista, cuando salía del despacho del profesor Martin desde entonces, no he hecho otra cosa que trabajar en mi tesis si hwang renuncia a supervisarme, estoy jodida.

— ¿Sabes dónde está?

—En el infierno, espero —respondió ella animadamente— Martin nos envió un correo electrónico a todos los del departamento informando de que hwang se había tomado una excedencia hasta el final de este semestre Supongo que lo recibiste.

tae  negó con la cabeza.

jessica  la miró atentamente—Deduzco que no se despidió de ti.

—Le dejé unos cuantos mensajes, Ayer por fin se dignó responderme.

— ¿Qué te dijo?

—Que se había acabado y que dejara de llamarla ni siquiera me llamó por mi nombre sólo un mensaje de dos líneas desde su cuenta de correo de la universidad, firmada con «Saludos, Profa. tiffany hwang».

—Qué cabrona.

tae  hizo una mueca, pero no la defendió—Tras acabar la vista, me dijo que yo era incapaz de entender mi propia aflicción.

—Gilipollas pretenciosa.

— ¿Cómo?

—Te pisotea el corazón y luego se pone a citar a Hamlet ¡Increíble! Y encima locita mal, la idiota.

tae parpadeó sorprendida—No reconocí el verso, Pensaba que eran sus palabras.

—Shakespeare era otro gilipollas pretencioso probablemente por eso no notaste la diferencia es un verso del discurso de Gertrudis sobre la muerte de Ofelia.

Escucha: Y su corona de plantas y ella misma cayeron en el lloroso arroyo sus ropas se extendieron y durante unos instantes, la sostuvieron sobre el agua como si fuera una sirena.

Mientras tanto, cantaba viejas melodías como una criatura incapaz de entender su propia aflicción, o como si el agua fuera su elemento natural.

Pero pronto sus vestidos, cargados de agua, la hundieron hasta el fondo pantanoso del arroyo, y la música se apagó para siempre.

tae  palideció— ¿Por qué me diría algo así?

jessica  repitió su lista de insultos favoritos dirigidos a la profesora—No te pareces en nada a Ofelia ¿Crees que hwang  temía que pudieras...cometer un disparate? —A medida que los versos de Shakespeare le iban viniendo a la mente, se había ido preocupando cada vez más.

Ella la miró sorprendida—No, no lo creo murmuró algo sobre que creía que estaba cometiendo un suicidio académico.

jessica  se tranquilizó un poco—Hay algo más que quería comentarte, Hablé con hyuna.

tae  se mordió la parte interior de la mejilla antes de animarla a continuar con una inclinación de cabeza—Me dijo que se alegraba de que hwang se marchara. Y me habló de ti.

—Siempre me ha odiado.

—No sé qué se trae entre manos, pero yo que tú iría con cuidado.

 

La mirada de ella se perdió en la distancia—No puede hacerme más daño, Ya he perdido lo que más quería.

 

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Comments

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Karly34 #1
No te encuentro en wattpad :;(
yeye_AlcTae #2
Yo igual tengo un hueco enorme apartir del capitulo 25 no se que paso ahí :cc
Jeesica27
#3
Chapter 25: Holaaaaa, oye quería decirte que desde el capitulo 25 la historia tiene un hueco increíble y no sale los capitulos donde Tae y Phany fueron a Florencia y así
Un saludo, me quiero terminar esta historia para ver la pelicula xd
Cass_Addiction19 #4
<3
natovida #5
Chapter 142: Gracias por la historia! Espero que la proxima sea de misterio o algo asi
gea_ly
#6
Por mi parte no me e saltado ningún capitulo ,li volvi a revisar y lo llevo bien
natovida #7
Chapter 36: Tengo huecos en la historia
natovida #8
Chapter 33: Quien putas es Paulina??? Me perdi!!!
diamond09
#9
Chapter 29: Por alguna razón siento q nos saltamos capítulos... ??? o asi va la historia?