cap 16

El Infierno de Taeyeon

Los alumnos del seminario permanecieron sentados en el aula, súbitamente silenciosa, atónitos. La mayor parte de ellos no eran expertos en Dante y no tuvieron problema en aceptar el altercado como un debate entretenido, aunque algo aberrante. Todo el mundo sabía que los académicos se apasionaban mucho cuando discutían sobre su materia. Al parecer, algunos, como taeyeon o la profesora Hwang, eran más apasionadas que el resto se veía venir que el seminario de ese día iba a acabar en desastre aunque jessica había presenciado cosas peores durante el seminario de la profesora Singer sobre métodos de tortura medieval el semestre anterior un curso que había resultado ser más... práctico de lo que cabía esperar cuando los estudiantes se convencieron de que el enfrentamiento se había acabado y de que no habría segundo asalto (ni palomitas), empezaron a marcharse. Los últimos en salir fueron hyuna, jessica y taeyeon tras fulminar a taeyeon con la mirada, hyuna salió en busca de La Profesora como un patito detrás de su madre.

Jessica cerró los ojos y gruñó— ¿Tienes tendencias suicidas?

— ¿Qué? —taeyeon parecía acabar de despertarse de un sueño.

— ¿Por qué la has provocado de esa manera? ¡Está buscando una excusa para librarse de ti! Ella empezó a darse cuenta de la magnitud del lío en que se había metido. Era como si, durante la clase, se hubiera convertido en otra persona. Había soltado veneno y rabia por la boca sin acordarse de que no estaban solas. Y en esos momentos se sentía desinflada como un globo pinchado después de una fiesta de cumpleaños. Recogió sus cosas lentamente, preparándose para lo que sabía que iba a ser una conversación difícil y desagradable con La Profesora en su despacho—Me parece que no deberías ir —le dijo jessica.

—No quiero hacerlo.

—Pues no vayas. Envíale un correo electrónico. Dile que estás enferma. Y que lo sientes.

Taeyeon se lo planteó seriamente durante un momento era muy tentador. Pero sabía que su única posibilidad de salvar su carrera académica pasaba por echarle... ovarios y aceptar el castigo que tiffany quisiera imponerle. Después ya se ocuparía de recoger los trocitos de su vida personal. Si era posible—Si no voy se enfurecerá aún más. Tal vez me expulse directamente. Necesito los créditos del seminario si quiero graduarme en mayo.

—En ese caso, te acompañaré. Es más, hablaré con ella antes que tú —dijo jessica, enderezando la espalda y flexionando los brazos.

—No, tú tienes que mantenerte al margen. Iré, me disculparé y dejaré que me grite todo lo que quiera. Cuando hayamos saldado cuentas, tendrá que dejarme ir.

—«La compasión debe entregarse voluntariamente» —murmuró jessica, citando a Shakespeare, porque las palabras de tae le recordaron a El mercader de Venecia—Aunque La Profesora no sabe mucho de compasión. ¿Se puede saber a qué ha venido todo eso? Dante nunca tuvo una amante llamada Paulina.

Taeyeon parpadeó varias veces—Leí un artículo sobre Pia de Tolomei. Paulina era uno de sus apodos.

—Pia de Tolomei no fue amante de Dante. Tienes razón en que se rumorea que tuvo varias, incluso hijos ilegítimos, pero me temo que, en esto, Hwang tiene razón. Nadie cree que Pia fuera amante de Dante. Nadie.

Taeyeon se mordió el interior de la mejilla—Pero no me dejaba explicarme y me ha puesto nerviosa. Al final, he explotado.

—Oh, sí, has explotado. De eso no cabe duda. Si fueras cualquier otro alumno, te estaría dando palmaditas en la espalda y pensando que Hwang se lo tenía bien merecido. Es una idiota y una engreída. Pero en tu caso sabíamos que no te iba a dejar pasar una—jessica negó con la cabeza—. Deja que hable con ella.

—Es tu director de tesis. No es sensato que lo hagas enfadar. Si se pasa con los gritos, me marcharé y le pondré una denuncia por acoso.

Jessica la miró con preocupación—Esto no me gusta nada. Está furiosa.

—No puedo negarme Ella es la profesora malvada y yo la pequeña alumna indefensa. Tiene todo el poder.

—El poder tiene efectos muy raros en la gente.

— ¿Qué quieres decir con eso?

Jessica asomó la cabeza para asegurarse de que no había nadie escuchando en el pasillo—Hwang es una ertida. Estuvo liado con la profesora Singer y eso significa que... —Se detuvo de repente y negó con la cabeza.

— ¿Qué significa, jessica?

—Si te ha estado acosando, o tratando de obligarte a hacer ciertas cosas, avísame y te ayudaré a poner una denuncia.

Tae la miró sin entender—No, nada de eso. Es una tipa malhumorada a la que no le gusta que le contradigan, pero no hay nada siniestro aquí. Me tragaré el orgullo, iré a su oficina y, con suerte, no me expulsará.

—Espero que tengas razón. Siempre se ha comportado con mucha profesionalidad con los alumnos, pero contigo parece otra persona.

Jessica la acompañó hasta el despacho de La Profesora y llamó a la puerta Hwang abrió en seguida, con los ojos brillantes y duros como el lapislázuli— ¿Qué quiere? —le preguntó a jessica, sin apartar los ojos de taeyeon.

—Sólo un minuto de su tiempo.

—Ahora no. Mañana.

—Pero profesor, yo...

—Mañana, señora Jung. No me presione.

Jessica le dirigió una mirada preocupada a taeyeon mientras le decía «Lo siento» en voz baja tiffany esperó a que la chica desapareciera por la esquina del pasillo, antes de apartarse y permitir que taeyeon entrara en el despacho. Tras cerrar la puerta, se dirigió a la ventana «Los que entráis aquí, abandonad toda esperanza...» El despacho de La Profesora estaba oscuro, iluminado sólo por la lamparita de sobremesa. Había corrido las cortinas y estaba lo más lejos posible de ella, frotándose los ojos con los dedos manchados de tinta taeyeon se puso la mochila ante el pecho y la abrazó con fuerza, como si fuera un escudo como ella no decía nada, se entretuvo mirando a su alrededor lo primero que llamó su atención fue una silla. Era la incómoda silla de Ikea en la que le había dicho que se sentara durante su primera y fatídica entrevista, en setiembre. La silla estaba rota, hecha pedazos y esparcida por toda la alfombra persa los miró alternativamente a ella y los trozos del mueble «Ha roto una silla. ¡Ha hecho pedazos una jodida silla metálica!» tiffany abrió los ojos y, en sus profundidades, taeyeon vio una calma extraña y amenazadora la dragona estaba en su cueva y ella iba desarmada—Si fueras cualquier otra persona, ya te habría expulsado— taeyeon empezó a temblar en cuanto oyó su tono de voz. Era engañosamente suave y calmado, como la seda deslizándose sobre la piel. Pero, por debajo, era duro y frío como el acero y el hielo— Lo que acaba de pasar ha sido la exhibición de comportamiento infantil más desagradable que he tenido que presenciar. Tu falta de respeto es absolutamente inaceptable. Y no tengo palabras para expresar lo enfadada que estoy por lo que has dicho sobre Paulina. No vuelvas a hablar de ella nunca más. ¿Me explico? —Taeyeon tragó saliva para responder, pero no pudo hacerlo—He preguntado si me explico —gruñó ella.

—Sí.

—Me estoy controlando haciendo un gran esfuerzo. Te aconsejo que no me provoques. Y me gustaría que te defendieras sola y no manipularas a jessica para que te rescate de tu propia estupidez ella ya tiene su ración de problemas— taeyeon clavó la vista en la alfombra, evitando mirarla a los ojos, que parecían brillar en la oscuridad—Creo que querías que perdiera el control, que me enfadara y montara una escena para tener una excusa para salir corriendo. Querías que me comportara como todas las demás imbéciles que te han maltratado en la vida. Bueno, pues entérate, yo no soy una maltratadora y no voy a comportarme como una sola para estar a la altura de lo que esperas— taeyeon miró de reojo hacia los restos de la silla—una buena silla sueca que no le había hecho daño a nadie en su corta vida— y luego volvió a mirar a La Profesora, pero no discutió.

Ella se pasó la lengua por los labios— ¿Todo esto te parece un juego? ¿Qué pretendes? ¿Quieres enfrentarnos como si jessica y yo fuéramos personajes de una obra de Prokofiev? Ella es Pedro y yo soy la loba. ¿Qué eres tú? ¿El pato?— taeyeon negó con la cabeza—Lo que ha pasado hoy en el seminario no puede volver a suceder, ¿lo entiendes?

—Sí, profesora—taeyeon intentó abrir la puerta, pero estaba cerrada con llave—Pediré disculpas delante de toda la clase.

— ¿Para qué aumenten los chismorreos? No, mejor que no. ¿Por qué te has negado a hablar conmigo? Una llamada de teléfono. Un encuentro. Habría aceptado hacerlo a través de la puerta cerrada si me lo hubieras pedido. ¡Por el amor de Dios! Y en vez de eso, decides comunicarte conmigo ¡en medio del jodido seminario!

—Has dejado un sujetador en mi casillero. He pensado que...

— ¡Usa la cabeza! —exclamó ella—. Si te lo hubiera enviado por correo, habría dejado una prueba en papel. Habría sido muy comprometedor. Y no iba a dejarte el iPod en el porche durante una tormenta—taeyeon no entendió el cambio de tema, pero no dijo nada—Yo soy responsable de haber empezado este desastre al cambiar la clase, pero tú eres responsable de la debacle final. Tu respuesta ha sido una especie de bomba de hidrógeno. No vas a abandonar el curso, ¿me oyes? No vas a dejar la universidad. Vamos a actuar como si esta hecatombe nunca hubiera ocurrido y a rezar para que el resto de alumnos esté demasiado ocupado con sus asuntos para darse cuenta de lo que ha pasado—tiffany le dirigió una mirada impasible—Ven aquí —dijo, señalando un espacio despejado en la alfombra—Ella dio varios pasos al frente— ¿Has devuelto ya la beca?

—Aún no. El director del Departamento de Estudios Italianos está enfermo.

—Pero ¿has pedido cita con él?

—Sí.

—Así que pediste cita con el director, pero no te molestaste en enviarme a mí un mensaje de dos palabras cuando estaba desesperada por saber cómo te encontrabas —refunfuñó— taeyeon parpadeó—Cancela la cita.

—Pero no quiero el dinero...

—Vas a cancelar la cita, a aceptar el dinero y a mantener la boca cerrada. Tú has organizado este desastre; ahora me toca a mí recoger los pedazos. —Con una mirada sombría, añadió—: ¿Está claro? — Taeyeon contuvo el aliento y asintió a regañadientes—El correo que me enviaste fue una vergüenza. Una auténtica bofetada después de todos los mensajes que te dejé. ¿Llegaste a escucharlos o los borraste directamente?

—Los escuché.

—Los escuchaste pero no te los creíste. Y, desde luego, no los respondiste. Usaste la palabra «acoso» en tu correo. ¿Qué pretendías?

—Eh... No lo sé.

Tiffany se acercó hasta quedar a pocos centímetros de ella—Es muy posible que alguien ya haya sido alertado sobre el contenido del mensaje. Incluso después de haberlo borrado, cosa que ya he hecho, pueden seguirle la pista. Un correo electrónico deja una huella imposible de borrar, erika no vuelvas a hacer algo así nunca más. ¿Está claro?

—Sí.

—Eres la única persona capaz de alterarme de esta manera. De todas las maneras— Ella miró de reojo a la puerta, deseando huir—Mírame —susurró ella cuando lo hizo, tiffany siguió hablando: —Voy a tener que hacer control de daños. Acabo de hablar con hyuna y ahora, gracias a ti, voy a tener que hablar también con jessica, hyuna es un peligro público, pero jessica era una buena ayudante de investigación.

« ¿Era?»—Por favor, no lo despidas. No es culpa suya. Me aseguraré de que no le diga nada a nadie. Por favor.

— ¿Es a ella a quien quieres? —preguntó tiffany. Su voz se había vuelto un murmullo glacial-tae jugueteó con la mochila—Respóndeme.

—Lo intenté.

— ¿Y?

—Y nada.

—No es lo que parecía cuando os he visto abrazadas ante los casilleros. No es lo que parecía cuando ha llamado a la puerta como una dama, dispuesta a protegerte. ¿Por qué no eres capaz de admitir lo que quieres, Erika? ¿O es que sólo respondes si te llaman Conejito? —preguntó, supurando sarcasmo—Ella abrió mucho los ojos, pero no dijo nada. No sabía qué decir—Bien me rindo —añadió tiffany, señalando la puerta con la mano de un modo despectivo—jessica gana.

El cerebro de taeyeon tardó unos segundos en procesar lo que había oído. Podía marcharse. Con la cabeza gacha y los hombros encogidos, se dirigió hacia la puerta. Parecía una mariposa a la que le hubieran arrancado las alas pero no la había expulsado del seminario ni de la universidad. Había perdido cosas mucho más importantes, pero algo era algo tiffany permaneció inmóvil mientras ella buscaba a tientas la cerradura por debajo de la mochila cuando la vio tratar de girar la llave sin conseguirlo, soltó un gemido se acercó y le rodeó la cintura con un brazo para abrir la puerta, acariciándole la cadera al ver que no se encogía por el contacto, le dijo al oído: —Entonces, ¿toda esta agonía ha sido en vano? —taeyeon sintió el calor del cuerpo de tiffany a su espalda irradiaba de su pecho y se extendía por sus hombros, provocándole un estremecimiento— ¿Nos has expuesto a los chismorreos maliciosos por nada?

—Has sido muy cruel.

—Tú también.

—Me has hecho daño.

—Y tú a mí. ¿Satisfecha con la venganza? —siguió susurrando tiffany su cálido aliento le acarició la mejilla—Has dejado de ser un conejito y te has transformado en una gata furiosa. No lo niego, hoy me has clavado las uñas bien clavadas. Me has hecho sangrar con cada palabra. ¿Estás contenta? Me has humillado delante de mis alumnos sacando todos mis pecados a la luz. Ha sido una auténtica hoguera de las vanidades y has sido tú quien ha encendido la llama le acercó los labios un poco más a la oreja, provocándole un nuevo escalofrío—Eres una cobarde —susurró.

—No lo soy.

—Eres tú la que se marcha.

—Me lo has dicho tú has dicho que me vaya con jessica.

— ¡Maldita sea! ¿Haces todo lo que te dicen? ¿Dónde se ha escondido la gatita furiosa?

—No soy más que una estudiante, profesora Hwang tú tienes todo el poder. Podrías... destruirme.

—Bobadas. ¿No lo dirás en serio? ¿Piensas que esto son jueguecitos de poder? —Le arrancó la mochila que sujetaba con los dedos agarrotados y la tiró a un lado. Luego la obligó a volverse y le sujetó la cara entre las manos— ¿De verdad crees que sería capaz de destruirte, con nuestra historia?

—No soy yo la que tiene problemas de memoria. Y no, claro que no estoy satisfecha. ¿Crees que era esto lo que buscaba? Soy muy infeliz. Cuando finalmente te encuentro, después de todos estos años, ¡has cambiado tanto que apenas te reconozco!

—No me has dado la oportunidad de demostrarte cómo soy en realidad. ¿Y cómo voy a saber lo que esperas de mí si no hablas conmigo? ¡No me explicas nada!

— ¡A gritos no vas a conseguir que hable contigo!

Tiffany le aplastó la boca con la suya, brevemente pero con mucha pasión, antes de volver a susurrarle al oído: —Habla conmigo —le ordenó, acariciándole el lóbulo de la oreja con los labios taeyeon permaneció en silencio, sintiendo cómo la energía fluía entre las dos como una serpiente de furia y de pasión devorándose a sí misma—Dime lo que quieres o márchate—Al ver que ella no respondía, tiffany se apartó lentamente ella sintió su ausencia de inmediato y habló sin filtrar las palabras: —Nunca he querido a nadie más.

Tiffany la miró a los ojos antes de besarla sus labios se unieron con firmeza, juntando sus alientos, sus bocas húmedas y resbaladizas tiffany le acarició la mejilla y la oreja antes de sujetarla por la nuca mientras le aprisionaba la boca con la suya, le acariciaba la piel, para tranquilizarla sus labios flotaban juntos, deslizándose, devorándose entre sí. Tras unos instantes, ella le echó la cabeza hacia atrás rogándole sin palabras que separara los labios taeyeon no respiraba. Era imposible. Las sensaciones eran demasiado intensas: el sabor a licor de menta, el aroma de chanel, su aliento, que la consumía. Ante la falta de respuesta de ella, tiffany le recorrió el labio inferior explorándolo con precaución, antes de apoderarse de él hábilmente y de metérselo en la boca taeyeon ahogó una exclamación ante la sensación, extraña y tan íntima tiffany jugueteó con su labio entre los suyos. Todo era nuevo, pero al mismo tiempo curiosamente familiar. Labios, dientes, el dulce juego de la lengua. La pasión permaneció, pero la rabia se transformó en energía eléctrica que ardió y chisporroteó a su alrededor cuando taeyeon por fin respondió a su invitación y se abrió a ella.

Tenía la mandíbula muy tensa. Al notarlo, tiffany empezó a acariciársela para relajarla. Al ver que lo lograba, se volvió más atrevida. Le acarició el labio inferior con la lengua antes de tirar de él y penetrar en su boca. El primer contacto fue tímido, como si sus lenguas fueran viejos amigos que se reencontraban. Pero en seguida se volvió sensual y erótico, como el de dos amantes. El calor se apoderó de ellas y el baile de dos se convirtió en un tango de uno fue mucho mejor de lo que tiffany podría haber imaginado mucho mejor que cualquier sueño porque ella era real. Beatriz era real. Y mientras sus labios estaban unidos y le exploraba la boca con la lengua, ella era suya, en cuerpo y alma. Aunque sólo durara unos momentos «Tan dulce —pensó tae—. Tan cálido.» Tiró de ella para acercarla más. Le enredó las manos en el pelo y quedó aprisionada entre su cuerpo y la puerta tiffany movió la mano que le sujetaba la nuca y le protegió con ella la cabeza, para que no se golpeara contra la puerta, mientras gemía «Gime por mí. Soy yo la que la hace gemir.» Era un gemido intenso, fiero y erótico taeyeon recordaría ese sonido y esa manera de vibrar contra su boca durante el resto de su vida sintió la sangre correr por sus venas, caliente y espesa, haciendo que su piel se ruborizara. Nunca había deseado nada con tanta intensidad como sentir sus brazos alrededor de su cuerpo y sus labios contra los suyos jessica no existía. Ni hyuna. Ni la universidad. Sólo ellas.

Los labios de tiffany se apoderaron de su boca. La poseyeron. Un fuego se encendió cuando sus cuerpos entraron en contacto, curvas suaves contra más curvas taeyeon trató de respirar, pero no fue suficiente la cabeza empezó a darle vueltas estaban tan juntas que tiffany habría jurado que podía sentir el corazón de ella a través de la camisa deslizó la mano por debajo de su blusa para tocarle la piel de la parte baja de la espalda volvió a gemir cuando su mano alcanzó ese valle y lo reclamó no necesitaba verlo para saber que era precioso taeyeon empezó a respirar entrecortadamente le faltaba el aire tiffany no quería detenerse. Quería seguir, llevarla hasta el escritorio y tumbarla encima para acabar lo que habían empezado. Quería explorar cada centímetro de su piel. Mirarla a los ojos mientras su cuerpo le revelaba sus secretos. Pero la prudencia ganó la batalla y fue deteniéndose lentamente, aunque todo su ser protestaba a gritos ante el dolor de la separación.

La abrazó con fuerza, sin dejar de protegerle la cabeza y le dio tres castos besos en la boca abierta. Luego le acarició el cuello con los labios, muy suavemente, descendiendo hasta llegar al punto donde el cuello se unía con el hombro. Con un último beso bajo la oreja, más una promesa que una despedida, se detuvo del todo le acarició los brazos de arriba abajo y le apoyó las manos en las caderas, donde trazó intrincados dibujos con los pulgares, animándola a abrir los ojos. Casi podía oír el corazón de ambas latiendo frenéticamente pero al unísono, en el silencio de la oficina tae la afectaba hasta ese punto. Le hechizaba la carne y la sangre. Bajó la vista hasta sus labios, aún entreabiertos, y volvió a besarlos con reverencia. Ella no reaccionó tiffany la examinó, empezando a preocuparse—tae, cariño, ¿estás bien? El corazón de tiffany se detuvo cuando ella se desvaneció entre sus brazos no se había desmayado era la suma de las sensaciones tan intensas y la falta de una comida en condiciones pero taeyeon sabía que estaba segura entre los brazos de tiffany, que nunca la dejaría caer y que le estaba susurrando palabras dulces al oído le acarició la cara con las yemas de los dedos. Al no obtener respuesta, le besó la frente— ¿Beatriz?

Ella abrió los ojos— ¿Por qué me llamas así?

—Porque es tu nombre —murmuró tiffany, acariciándole el cabello— ¿Estás bien?

Tae respiró hondo—Sí, eso creo—Ella volvió a besarla en la frente de pronto, ella se acordó de su enfado y de su mirada, dura y brillante—Esto está mal. Eres mi profesora. Me he metido en un lío—Trató de liberarse de su abrazo, pero cuando tiffany no se lo permitió, se apoyó contra la puerta» ¿Qué he hecho? —se preguntó, llevándose una mano temblorosa a la frente.

Fulminándola con la mirada, ella la soltó—Me decepcionas, tae. Deberías saber que nunca se lo contaría a nadie. Te prometo que haré todo lo que esté en mi mano por protegerte—Recogió la mochila del suelo y se la cargó al hombro sujetando el maletín con una mano, le rodeó la cintura con la otra, pegándola a su costado— Ven conmigo.

—jessica me está esperando.

—Que se joda— Ella parpadeó—Para ella sólo eres una mascota —dijo tiffany.

—No soy una mascota, soy su amiga ella es mi único amiga en Toronto.

—A mí me gustaría ser tu amiga—tiffany bajó la mirada hacia sus ojos—Y voy a hacer todo lo que esté en mi mano para mantener a mi amiguita muy cerca y asegurarme de que no vuelve a salir corriendo.

—Esto es... complicado. Y peligroso. —tae se ordenó olvidarse de la sensación de los labios de tiffany sobre su boca y centrarse en sus problemas insalvables. Pero era imposible, sobre todo porque los sonidos de ella mientras la besaba seguían resonando en sus oídos.

—No te pareció complicado ni peligroso cuando bailabas en mi apartamento, vestida con mi ropa interior. No te pareció complicado cuando dejaste una bandeja de desayuno en la nevera, acompañada con lo que sólo puede describirse como una carta de amor. ¿Por qué es todo más complicado ahora que te he besado?

—Porque nos han... descubierto.

La expresión de tiffany se endureció—No, no nos han descubierto. Aparte del correo electrónico, la única otra prueba es la discusión, que puede interpretarse de muchas maneras. Nuestros enemigos tendrían que aportar pruebas. Lo negaremos todo.

— ¿Es eso lo que quieres hacer?

—No veo una mejor alternativa. Además, durante la clase no estábamos manteniendo una relación se agachó para recoger unas llaves del suelo.

— ¿Son tuyas?

—Sí—tae alargó la mano.

— ¿La «P» es de Princeton o de qué? —bromeó ella, haciendo oscilar las llaves delante de sus ojos—taeyeon se las arrebató de la mano con una mueca y las guardó en la mochila tiffany sonrió ante su reacción—Espera un momento. Quiero asegurarme de que jessica no está esperando con un rifle para dispararle a la loba y salvar al pato—Tras un rápido vistazo al pasillo vacío, dijo—: Vamos, iremos por la escalera la empujó para que saliera del despacho y cerró la puerta con llave— ¿Estás bien? ¿Puedes ir andando? Podemos atravesar por Victoria College y subir por la calle Charles. O puedo llamar a un taxi —susurró, sosteniéndole la puerta de la escalera.

— ¿Adónde me llevas?

—A casa—taeyeon se relajó durante un segundo—A mi casa. Conmigo —especificó ella, acercándose mucho a su cara.

—Pensaba que te alteraba de todas las maneras posibles.

Tiffany enderezó la espalda—Lo haces. No sabes hasta qué punto. Pero son las seis de la tarde y estás muerta de hambre. No voy a llevarte a ningún sitio público después de lo que ha pasado. Y no puedo prepararte una cena en condiciones en tu casa.

—Pero sigues furiosa lo veo en tus ojos.

—Y tú también estás furiosa conmigo, estoy seguro. Pero confío en que lo superemos. En estos momentos, cada vez que te miro, sólo puedo pensar en besarte la soltó y empezó a bajar la escalera.

—jessica podría llevarme a casa.

— ¿Quieres que te lo repita? Que le den a jessica. Eres mi Beatriz. Me perteneces.

—tiffany, no soy tu Beatriz. No soy la Beatriz de nadie. Los delirios tienen que acabar.

Ella le puso una mano en el brazo para detenerla—Nadie tiene el monopolio de los delirios.

Nuestra única esperanza es dedicar el tiempo que necesitemos a descubrir quiénes somos en realidad y decidir luego si es una realidad con la que ambos podamos convivir» Estoy harta de estar enfadada contigo. Durante estos diez días, he pasado tanto tiempo enfadada que tengo enfada para el resto de mi vida. No necesito más. Vamos a sentarnos y a mantener la conversación que debimos tener hace diez días. Y no pienso perderte de vista hasta entonces. Fin de la charla. Con una mirada, taeyeon se dio cuenta de que no le serviría de nada discutir.

Mientras tiffany la guiaba por una puerta lateral y por detrás del edificio, sacó el móvil y le envió un mensaje a jessica, sintiéndose culpable. Le dijo que estaba bien, pero que se sentía demasiado avergonzada como para hablar con nadie, por lo que se iba a casa jessica había estado esperando a taeyeon escondida junto a los ascensores. Se había acercado un par de veces a la puerta de la oficina de Hwang, pero no había oído nada. No quería provocar la ira de La Profesora montando guardia frente al despacho en cuanto recibió el mensaje, volvió corriendo allí, pero ya no encontró a nadie. Bajó la escalera a la carrera, esperando alcanzarla tiffany entró detrás de tae— ¿Has comido este mediodía?

—No me acuerdo.

— ¡erika! ¿Y esta mañana?

—Me he tomado un café...

Tiffany maldijo entre dientes—Tienes que cuidarte mejor. No me extraña que estés tan pálida. Ven la llevó hasta la butaca de terciopelo rojo del salón y la hizo sentarse, levantándole los pies con delicadeza y colocándoselos sobre la otomana.

—No hace falta. Puedo sentarme en la cocina, contigo.

Ella le dedicó una mirada firme pero cariñosa mientras encendía la chimenea de gas. Luego le acarició la cabeza, apartándole el pelo de la cara—Donde están mejor las gatitas en un día como éste es acurrucadas junto al fuego. Estás más cómoda aquí que en un taburete. Voy a prepararte la cena, pero necesito salir un momento a comprar un par de cosas. ¿Puedo dejarte sola?

—Por supuesto, tiffany. No soy una inválida.

—Si tienes demasiado calor, dale al interruptor y el Averno se apagará—Tras darle un beso de despedida en la coronilla, se dirigió hacia el vestíbulo—Prométeme que no te marcharás antes de que vuelva.

—Te lo prometo—taeyeon se preguntó si realmente estaba tan preocupada como parecía recordó lo sucedido en el aula del seminario y luego en su despacho se preguntó si sería la falta de comida lo que había hecho que se desvaneciera o si habrían sido los besos de tiffany no sería la primera vez que la afectaba de esa manera cerró los ojos un segundo mientras el fuego ardía en la chimenea y se quedó profundamente dormida el sonido de una voz femenina, apasionada y cargada de sentimiento, flotaba en el aire taeyeon reconoció la canción antes de abrir los ojos era Edith Piaf y su Non, je ne regrette rien una excelente elección al abrir los ojos, se encontró con que tiffany la estaba contemplando con una sonrisa parecía un ángel caído un ángel de pelo oscuro, una boca hecha para pecar y unos ojos cafés y penetrantes se había cambiado de ropa llevaba pantalones negros y camisa negra, con las mangas remangadas, dejando a la vista unos poderosos pechos— ¿erika? —La invitó a acompañarla, ofreciéndole la mano ella se la cogió y ella la guió hasta el comedor, donde había puesto la mesa tae se fijó en el mantel de hilo blanco y los candelabros de plata en la vajilla de porcelana, las copas de cristal, la cubertería de plata y lo que parecía ser una botella de champán francés «Veuve Clicquot Ponsardin vintage 2002», leyó en la etiqueta— ¿Te gusta? —le preguntó tiffany a su espalda, acariciándole los brazos.

—Es precioso —susurró ella, observando la botella con desconfianza.

—Permíteme. —tiffany le separó la silla y, cuando ella se sentó, le dio la servilleta— He hecho un segundo intento con las flores. Por favor, no las destroces como las otras —dijo, sonriendo irónicamente y señalando el ramo de jacintos lila que había colocado en un jarrón alto, de estilo moderno—.Si te portas bien, te dejaré leer la tarjeta —añadió, sirviéndole una copa de champán. Sin esperar a ver cómo lo probaba, regresó a la cocina.

Mirando por encima del hombro para asegurarse de que no la estaba vigilando, tae sacó la tarjeta del centro del ramo y leyó:

Querida erika:

Si quieres saber lo que siento por ti, sólo tienes que preguntármelo.

Tuya, tiffany

«Petulante cabrona», pensó, devolviendo la tarjeta a su sitio mientras estaba allí, esperando enfadada, varias cosas captaron su atención tiffany había elegido a Edith Piaf como música de fondo en esos momentos, estaba cantando La vie en rose el mantel, la vajilla, el champán, las flores... no se había tomado tantas molestias con Lucy ambas estaban encendidas, en llamas, tras la tremenda discusión en el aula y la pasión en el despacho. Los besos que se habían dado... A taeyeon nunca la habían besado así, ni siquiera ella Se estremeció al recordarlo Era una sensación nueva, pero no desagradable «Preliminares.» Era consciente del esfuerzo que le había supuesto a tiffany dejar de besarla había tenido que luchar contra sí misma en aquel momento, la tensión ual entre las dos había sido palpable sabía que tiffany era una mujer muy ual, a la que nunca le faltaba compañía femenina. Y ahora que la había probado estando serena, seguía deseándola era una sensación abrumadora, ser deseada por una criatura tan sensual se sentía como Psique siendo cortejada por Cupido no podía negar la atracción que sentía por ella ni los estremecimientos de deseo que le recorrían el cuerpo cada vez que la besaba pero a taeyeon no le gustaba compartir a su pareja, así que todas las demás consideraciones, románticas o uales, dejaban de tener importancia. Pero pensó que la ensalada era un poco pronto para confidencias cuando tiffany se sentó a su lado a la cabecera de la mesa y alzó su copa para brindar con ella, taeyeon se dio cuenta de que ella no estaba tomando champán— ¿No tomas Veuve Clicquot? —le preguntó, incrédula.

Tiffany sonrió y negó con la cabeza—Non, seulement de l'eau ce soir, mon ange— taeyeon puso los ojos en blanco al oírla hablar en francés y no precisamente porque su pronunciación fuera mala—Sé que te costará de creer, pero no bebo constantemente. Sin embargo, no espero que te acabes la botella tú sola. Guardaremos lo que sobre y prepararemos Mimosas para desayunar taeyeon levantó las cejas. « ¿Para desayunar? Estás muy segura de ti misma, Casanova.» —He buscado una botella de la cosecha de 2003, pero no he encontrado ninguna, así que tendremos que conformarnos con una del 2002 taeyeon tardó unos segundos en comprender la trascendencia de la fecha cuando lo hizo, se ruborizó y se miró las manos tiffany la miró por encima de su plato de ensalada, pero no dijo nada había esperado una respuesta; no obstante, asumió que estaba abrumada por los acontecimientos del día «Está nerviosa; está temblando y se ha ruborizado.» De vez en cuando, tiffany alargaba la mano y le acariciaba la muñeca para tranquilizarla. Cuando sus miradas se cruzaban, élla dejaba de hacer lo que fuera que estuviera haciendo para dedicarle una sonrisa de ánimo esperaba que en algún momento ella se decidiera a hablar, pero en vez de eso, tae bajaba la cabeza y miraba el plato hasta que empezaron a sonar los acordes de una canción: Bésame, bésame mucho... tiffany la observó con atención cuando tae, que se había ruborizado aún más, la miró, ella le guiñó un ojo— ¿Recuerdas esta canción?

—Sí.

— ¿Qué tal llevas el español? —le preguntó expectante.

—No lo llevo.

—Es una lástima. La letra es muy bonita Sonrió con melancolía y ella apartó la vista tiffany cantó algunas de las frases de la canción cuando no estaba cantando, la observaba atentamente, sin perderse detalle del movimiento de sus ojos, de cómo se retorcía las manos, del rubor de su piel cuando la canción acabó, ella volvió a sonreír, se levantó y le dio un largo beso en la coronilla. Luego recogió los platos de la ensalada, le rellenó la copa y sirvió el primer plato: Spaghetti al limone, con alcaparras y langostinos. Era un plato poco habitual y uno de los favoritos de tae. Le extrañó que tiffany hubiera elegido prepararlo. Tal vez Lucy... Negó con la cabeza. Aquello era entre tiffany y ella, y punto. Excepto por el espectro de Paulina, que los estaba atormentando a ambas.

—No eres la misma mujer que conocí en el huerto —dijo ella finalmente, cuando el champán le soltó la lengua.

Tiffany dejó el tenedor en el plato y juntó las cejas—Tienes razón. Soy mucho mejor ahora.

Taeyeon se echó a reír con amargura—Imposible Ella fue muy amable y cariñosa conmigo. Nunca me habría tratado con la frialdad con que tú lo has hecho.

—No sabes lo que estás diciendo —replicó ella, con los ojos brillantes—Nunca te he mentido. ¿Por qué iba a empezar a hacerlo ahora?

Ella se ruborizó, pero esta vez a causa del enfado—No dejaré que tu oscuridad me consuma.

Tiffany se sorprendió por ese súbito arranque de hostilidad y estuvo a punto de pedirle explicaciones, pero en vez de eso ladeó la cabeza. Mojó un dedo en su agua Perrier y empezó a frotar el borde de la copa, lenta y sensualmente. Pronto, la melodía del cristal llegó a sus oídos. Tiffany se detuvo bruscamente— ¿De verdad crees que la oscuridad puede consumir a la luz? Es una teoría interesante. Vamos a ver si funciona. —Movió la mano ante el candelabro—. Ya está. Acabo de arrojar parte de mi oscuridad a esas velas. ¿Ha funcionado? Con una sonrisilla irónica, volvió a comer.

— ¡Ya sabes a qué me refiero! —dijo ella—. No seas tan condescendiente.

Los ojos de tiffany se ensombrecieron—No tengo ningún interés en consumirte, pero no te mentiré. Tu luminosidad me atrae. Si yo soy la oscuridad, entonces tú eres las estrellas. Y también me siento muy atraída por la luce della tua umilitate.

—No dejaré que me folles.

Esta vez, tiffany se echó hacia atrás en la silla, con una expresión de sorpresa y rechazo. En silencio, decidió que taeyeon ya había bebido bastante—Disculpa, ¿te lo he pedido? —preguntó, con una voz tan suave y calmada que ella aún se alteró más «Embustera, embustera, esos preciosos ojos cafés me están follando por entero.» tiffany sonrió con impertinencia, mirándola por encima de la copa. Se secó los labios con la servilleta y se acercó hasta que sus caras casi se rozaron—Si te pidiera algo, señorita kim, sería otra cosa—Sin dejar de sonreír, volvió a acomodarse en la silla y acabó de cenar taeyeon estaba furiosa sabía que ella no apartaba la vista de ella sentía sus ojos clavados en su cara, en su boca, en sus hombros temblorosos. Nada escapaba a sus penetrantes ojos. Era como si pudiera leerle el alma—erika —dijo ella finalmente, deslizando la mano por debajo de la mesa le agarró la muñeca y, al hacerlo, le rozó el muslo su voz era un suave murmullo taeyeon notó su calor deslizársele por la pierna hasta los dedos de los pies—Mírame— Ella trató de apartar la mano, pero tiffany la sujetó con más fuerza— ¡Mírame cuando te hablo! —taeyeon levantó los ojos hacia los suyos no eran tan amenazadores como el tono de su voz podía hacer creer, pero sí la miraban con mucha intensidad—Nunca, y cuando digo nunca quiero decir nunca, te follaría. ¿Está claro? Uno no se folla a un ángel.

—Entonces, ¿qué hace alguien como tú con un ángel? —preguntó con voz temblorosa.

—Alguien como yo la valoraría, la apreciaría. Trataría de conocerla y comprenderla. Empezaría tal vez por ser su amiga.

Ella se revolvió inquieta en la silla— ¿Una amiga con derecho a roce?

—erika —le advirtió ella, soltándole la mano— ¿Tan difícil es creer que quiero conocerte? ¿Qué quiero tomarme las cosas con calma?

—Sí.

Tiffany maldijo en voz baja y luego dijo: —Todo esto es nuevo para mí. Tus prejuicios están justificados hasta cierto punto, pero tampoco hace falta que me provoques deliberadamente.

—Todo el mundo sabe que las profesoras y las alumnas no son amigas.

—Nosotras podríamos serlo —murmuró ella, retirándole el pelo con suavidad por encima del hombro y aprovechando para rozarle el cuello—, si eso es lo que quieres—Sin saber cómo responder, tae se apartó de ella—No me dedico a seducir vírgenes, tae. Tu virtud está a salvo conmigo. —Y dicho eso, se levantó y, llevándose los platos, desapareció en la cocina tae se acabó el champán de dos rápidos sorbos «Está mintiendo. Si no me hubiera negado, me habría sonreído y habría estado desnuda y con las piernas abiertas antes de que las bragas hubieran llegado al suelo. Y probablemente me habría pedido que reprodujéramos alguna de las posturas de las fotos de su dormitorio. Y Paulina habría llamado justo en ese momento.» Cuando regresó, tiffany le retiró la copa y la botella. Unos minutos después, le llevó un café exprés servido con un trozo pequeño de piel de limón tae abrió mucho los ojos. Le costaba imaginarse a tiffany pelando limones, pero ahí estaba, una piel de limón fresca, acabada de cortar.

—Gracias. Las cápsulas de café Roma son mis favoritas.

Ella la miró con suficiencia—He pensado que ya era hora de pasar a una bebida sin alcohol, antes de que me vomitaras encima.

Taeyeon frunció el cejo. Se sentía perfectamente. Un poco más desinhibida de lo normal, pero mantenía el control de sus facultades. O eso creía— ¿Qué ponía en la nota que dejaste en el porche?

Tiffany se puso tensa— ¿No la leíste?

—Estaba enfadada.

—En ese caso, mejor que no la leyeras —dijo ella, encogiéndose de hombros antes de volver a desaparecer tae se bebió el café lentamente, tratando de adivinar qué podía haber escrito. Tenía que haber sido algo bastante íntimo, porque se había molestado se preguntó si los trozos de la nota seguirían entre las flores y si sería posible recomponerla poco después, tiffany regresó con un único trozo de pastel de chocolate y un tenedor— ¿Te apetece postre? —le preguntó, moviendo la silla para sentarse más cerca de ella demasiado cerca, de hecho—erika —insistió, con voz cantarina—. Sé que te gusta el chocolate. Lo he comprado para complacerte Cortó un trozo y se lo puso debajo de la nariz para que le llegara el aroma tae se pasó la lengua por los labios involuntariamente. Olía de maravilla. Alargó la mano para quitarle el tenedor, pero ella lo escondió—No. Tienes que dejar que te lo dé yo.

—No soy una niña pequeña.

—Pues deja de comportarte como si lo fueras. Confía en mí, por favor Ella apartó la cara, negándose a ver cómo ella se llevaba el tenedor a los labios y probaba la cobertura con la punta de la lengua—Hum. ¿Sabes?, dar de comer a alguien es un acto de profundo afecto. Te estás entregando a través de la comida. —Le colocó otro trozo de pastel bajo la nariz—. Piénsalo. Nos alimentan en la eucaristía. Nos alimentan nuestras madres cuando somos niños de pecho. Nuestras madres y padres por igual cuando somos pequeños. Nuestros amigos cuando nos invitan a cenar. Los amantes se alimentan el uno al otro cuando se dan un festín con sus cuerpos y, en ocasiones, con sus almas. ¿No quieres que te alimente? Ya sé que no quieres darte un festín con mi cuerpo, pero al menos, dátelo con el pastel cuando tae no respondió, tiffany se echó a reír y siguió comiéndose la tarta tae frunció el cejo.

Si pensaba captar su atención con ese despliegue de ografía alimenticia y excitarla hasta convertirla en una marioneta sin voluntad......había acertado la visión de tiffany comiendo pastel de chocolate era lo más erótico que había visto nunca. Saboreaba cada pedazo, lamiéndose los labios y el tenedor cada vez. De vez en cuando, cerraba los ojos y gemía, con sonidos salvajes y guturales que le resultaban dolorosamente familiares. Sus movimientos eran lentos y sinuosos no apartó los ojos de los suyos en ningún momento mientras marcaba un ritmo lento y obvio, adelante y atrás antes de que se hubiera acabado el trozo de pastel, a taeyeon le pareció que en la habitación había subido mucho la temperatura. Se notaba las mejillas encendidas, la respiración alterada y pequeñas gotas de sudor formándosele en la frente. Y más abajo « ¿Qué está haciendo conmigo? Es como si...» —Última oportunidad, tae —dijo ella, haciendo bailar el tenedor ante sus ojos ella trató de resistirse. Empezó a volverse, pero al separar los labios para negarse, tiffany le metió el pastel en la boca—Hummm —dijo tiffany y sonrió, mostrando sus perfectos dientes blancos—Ésta es mi gatita.

Taeyeon se ruborizó todavía más y se pasó los dedos por los labios, recogiendo las últimas migas del pastel tiffany tenía razón. Estaba delicioso—No ha sido tan grave, ¿no? ¿No te parece agradable que alguien se ocupe de ti? ¿Que yo me ocupe de ti? Ella empezaba a preguntarse si tenía alguna posibilidad de resistirse a su seducción sabía que le había dicho algo sobre su virtud, pero no recordaba qué tiffany le agarró la muñeca y se acercó sus dedos a la boca—Te has dejado un poco de chocolate —susurró, entornando los ojos—¿Puedo? Taeyeon inspiró bruscamente. No sabía qué pretendía hacer, así que no respondió tiffany sonrió traviesa antes de meterse los dedos de ella en la boca, uno a uno, chupándolos y pasándoles la lengua sin prisa por la yema taeyeon se mordió el labio inferior para ahogar un gemido mientras la piel se le prendía en llamas «¡Joder, tiffany!» Cuando ella se dio por satisfecho, ella cerró los ojos y se secó el sudor de la frente tiffany la observó en silencio durante lo que le pareció una eternidad—Estás exhausta —dijo de repente, apagando las velas—. Hora de acostarse.

— ¿Y nuestra conversación?

—Ya hemos hablado bastante por hoy. La conversación será larga y deberíamos tener la cabeza clara cuando por fin hablemos.

—Por favor, tiffany, no lo hagas —le suplicó ella en voz baja y desesperada.

—Una noche. Pasa una noche conmigo y, si quieres marcharte mañana, no te detendré.

Muy suavemente, la ayudó a levantarse de la silla y la apretó contra sus pechos taeyeon no dijo nada, sintiendo cómo sus últimos vestigios de autocontrol la abandonaban. Estaba agotada tiffany la había agotado y había diezmado su resistencia. Tal vez había sido el champán. O las emociones del día. O su explosivo encuentro en el despacho. No importaba la causa. Ya no tenía fuerzas para seguir resistiendo. El corazón le latía acelerado. Las entrañas se le derretían por el calor que le recorría el cuerpo. En el vientre sintió el aleteo nada sutil del deseo «Me consumirá, en cuerpo y alma.» En sus sueños, siempre le entregaba la idad a tiffany. Pero no de ese modo. No con ese sentimiento de desesperanza ni con esa mirada inclasificable en sus ojos tiffany la cogió en brazos, la llevó hasta su dormitorio y la depositó suavemente sobre la gran cama medieval encendió unas cuantas velas y las colocó alrededor de la misma, en las mesitas de noche, en el vestidor, en la cómoda, bajo el retrato de Dante y Beatriz. Tras apagar todas las luces de la casa, desapareció en el cuarto de baño taeyeon quiso aprovechar la ocasión para mirar de nuevo las fotografías en blanco y negro, pero habían desaparecido. Las paredes estaban desnudas, con la excepción de la reproducción del cuadro de Holiday. Seis alcayatas eran los únicos testigos de la previa presencia de las fotos « ¿Por qué las habrá quitado? ¿Y cuándo?» Se alegraba de que lo hubiera hecho. Estaba segura de que a la luz de las velas habrían tenido un aspecto amenazador, casi satánico, mostrando de manera cruda lo que sería su destino, ya sellado. Sería un nuevo ser desnudo, sin nombre, sin rostro, sin alma... Sólo le quedaba esperar que la última foto, la más agresiva de las seis, no fuera lo que ella tenía en mente para su primera vez ¿Sería eso lo que querría? ¿Lo que le exigiría? ¿Le arrancaría la ropa, la pondría boca abajo en la cama, se clavaría en ella... sin ni siquiera mirarla a los ojos mientras le arrebataba la idad, sin besos, sin hacer el amor...? ¿Habría sólo agresión y dominación? Lo único que sabía de sus gustos uales era lo que había visto en las fotografías. Eso y que había descrito lo que hacía con las mujeres que llevaba a su casa como «follar» A medida que el pánico se apoderaba de ella, la respiración se le aceleraba. Oyó una voz conocida en su cabeza burlándose y hablando de follar como animales.

Tiffany regresó con una camiseta de color verde cazador y unos pantalones de pijama de cuadros azul marino. Tras dejar un vaso de agua en la mesita de noche, retiró la colcha y levantó a taeyeon para volver a depositarla, esta vez, bajo las sábanas Ella se encogió, pero ella fingió no darse cuenta acercándose las piernas de taeyeon al pecho, le desató los cordones de las zapatillas deportivas y se las quitó, junto con los calcetines. Luego le acarició las plantas de los pies y los dedos, provocándole un gemido a su pesar—Relájate, erika no te resistas. Se supone que debe ser agradable Mientras le acariciaba los pies, iba murmurando de vez en cuando. En algún momento, a tae le pareció que decía la sua immagine, pero no estaba segura. Su voz no era más que un murmullo, como un suspiro o una plegaria se preguntó si se estaría refiriendo a ella o a Beatriz, y a qué dioses depravados debía de estar rezando. En silencio, les rogó que la ayudaran a escapar «Por favor, no dejéis que me consuma.» —Creo recordar que te gustaron mis shorts están en el cajón de arriba, por si quieres ponértelos. A mí me van pequeños.

Tae inspiró por la nariz—Las fotos... las que estaban aquí... ¿es eso lo que esperas de mí? Las manos de tiffany se detuvieron en seco.

— ¿De qué estás hablando? Los ojos de ella se volvieron hacia el lugar donde había estado colgada la ta foto. La expresión de tiffany pasó de la sorpresa al horror— ¡Por supuesto que no! ¿Por quién me tomas? —se defendió con un susurro ofendida—. Estás agotada. No quiero correr el riesgo de perderte una vez más, antes de tener ocasión de hablar. —Sonrió antes de continuar—: Quiero prepararte una bandeja de desayuno con perejil y gajos de naranja, no arrebatarte la idad. Desde luego, no así. —Parecía asqueada—. No soy una bárbara al ver que ella no respondía, le tapó los pies con las sábanas. Luego acabó de taparla hasta la barbilla y le dio un beso en la frente, como si fuera una niña—Tratemos de perdonarnos, por favor. Las dos nos hemos hecho daño y hemos perdido mucho tiempo. No perdamos más sacando conclusiones sin sentido Se levantó y se frotó los ojos—Aunque sé que es posible que mañana no haya cambiado nada —murmuró, perdido en sus pensamientos. Volviendo a la realidad, sonrió y le dijo—: Llámame si necesitas algo.

Mientras tae daba vueltas, sola en la cama, ella escuchaba música. Aunque ella no reconoció la canción, el sonido de unos arpegios que recordaban una cascada la ayudó a conciliar el sueño. Más tarde, esa misma noche, tiffany estaba tumbada en la cama de invitados, cubriéndose los ojos con un brazo, a medio camino entre el sueño y la vigilia, cuando notó un movimiento a su izquierda. Un cuerpo cálido avanzaba hacia ella y tiraba de las sábanas el cuerpo se metió en la cama y se pegó a su costado. Notó unos rizos largos y suaves acariciarle los pechos, ahora desnudos. Oyó un suspiro satisfecho cuando un brazo le cubrió los abdominales y se quedó descansando allí tiffany besó la cabeza que estaba apoyada en sus pechos y luego, con mucha cautela, le rodeó los hombros con un brazo y le apoyó la mano en la parte baja de la espalda, por debajo de la camiseta, hasta entrar en contacto con su piel suave y cálida. Notó unos hoyuelos justo por encima de la goma de los shorts, que le iban demasiado grandes el cálido cuerpo volvió a suspirar y le dio a ella un suave beso en el cuello—He tratado de mantenerme apartada —murmuró—, pero no he podido.

—Y yo he tratado de no lamerte el chocolate de los dedos —replicó tiffany, con una voz que quería ser traviesa, pero no podía ocultar la tristeza—, pero no he podido.

—Hum —dijo ella, medio dormida, al recordar el chocolate—. ¿Por qué has descolgado las fotos de la habitación?

Ella se movió inquieta—Porque me daban vergüenza.

— ¿Y antes, no?

—Eso fue antes de que decidiera llevar un ángel a mi cama.

Unas manos soñolientas pero curiosas le acariciaron los pechos, explorándola con suavidad, castamente. Dos alientos se unieron en la noche, salpicados por algún suspiro ocasional. Los latidos de dos corazones se sincronizaron al reconocerse la una a la otra. Y dos mentes atormentadas por fin encontraron reposo.

Justo cuando tiffany se estaba quedando dormida, la oyó hablar en sueños. No eran palabras. Eran sonidos cada vez más asustados, que culminaron con la pronunciación de un nombre que no había oído hasta ese momento: —katy.

 

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Comments

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Karly34 #1
No te encuentro en wattpad :;(
yeye_AlcTae #2
Yo igual tengo un hueco enorme apartir del capitulo 25 no se que paso ahí :cc
Jeesica27
#3
Chapter 25: Holaaaaa, oye quería decirte que desde el capitulo 25 la historia tiene un hueco increíble y no sale los capitulos donde Tae y Phany fueron a Florencia y así
Un saludo, me quiero terminar esta historia para ver la pelicula xd
Cass_Addiction19 #4
<3
natovida #5
Chapter 142: Gracias por la historia! Espero que la proxima sea de misterio o algo asi
gea_ly
#6
Por mi parte no me e saltado ningún capitulo ,li volvi a revisar y lo llevo bien
natovida #7
Chapter 36: Tengo huecos en la historia
natovida #8
Chapter 33: Quien putas es Paulina??? Me perdi!!!
diamond09
#9
Chapter 29: Por alguna razón siento q nos saltamos capítulos... ??? o asi va la historia?