Prismas de colores para las emociones de un chico

Mr. Brightside; MinSung

Canción:

Mixtape: Oh; Stray Kids

—Hola- disculpe, ¿Usted puede calentar mi comida?

—¿Disculpa? —ChangBin miró al chico frente a él, quien le tendía un tupper de vidrio con cordialidad.

—Ah- ¿no es de acá? —el chico que tenía la insignia de una escuela pública en su camisa miró a ChangBin con sorpresa, antes de acercarse lentamente a él—. ¿Puede- usted- por favor- calentar- en- el- microondas- mi- comida?

—¡No! —gritó ChangBin, apartándose de él para regresar a su grupo, completamente ofendido—. ¡Es la tercera vez que me confunden con un mesero! ¿Pueden creerlo? ¿Tanto lucimos como uno?

—Creo que sería una buena idea postular al director la idea de tener algún tipo de uniforme para este tipo de casos —razonó Chan, ordenando las mangas de su camisa bajo su chaleco negro—. Una chica que representaba a China me preguntó si sabía cuál sería la cena de hoy.

—¿Le dijiste algo racista?

—Claro que no, hombre- ¿Quién crees que soy? —lo miró ofendido—. Pero- bueno, le mentí. Bromeé un poco y le dije que habría sopa de perro con patas de gallo como aperitivo.

—Dime que te creyó.

Chan apuntó hacia una esquina, donde la chica específica de Chan se encontraba hablando con rostro muy perturbado a su profesora.

—Espero que sí —dijo—. ¿Has visto a SeungMin?

—Está con los chicos —apuntó hacia una esquina.

Estaban SeungMin, JiSung y MinHo junto a HanSoo discutiendo algún tema con un huevo cocido en la mano de MinHo; sin embargo, gracias a la expresión de SeungMin y de la maestra parecían estar presenciando una conversación perturbadora entre JiSung y MinHo.

—Oigan —HanSoo llamó a los dos con voz cansada—. No es así como funcionan las cosas…

—Pero- ¿Desde hace cuánto que el huevo está cocido? —le preguntó MinHo a la mujer, con una seriedad que contagia la complicidad de JiSung—. En serio, creo que esto puede producir mozzarella, profesora.

—No- sí, chicos, estoy de acuerdo con ustedes, pero eso no causa mozzarella —intentó corregir ella, y por lo visto parecía que era reiterado—, es salmonella.

—La salmonella se produce por los salmones —contestó JiSung.

—No- JiSung.

—¿En qué están? —susurró ChangBin a SeungMin, quien comía pareciendo querer cometer un asesinato con sus palillos.

—Me di cuenta de que ambos se potencian negativamente —respondió, apuñalando con sus palillos al pote de legumbres y huevo—. En serio- cuando están juntos se vuelven idiotas.

—No creo que sea para tanto… —Chan intentó disuadir.

—Si la salmonella es la enfermedad que causa el huevo, ¿Entonces qué es la mozzarella? —preguntó MinHo a ella.

—Es un queso.

—¿Enfermedad por el queso?

—Eso es intolerancia a la lactosa.

—Tal vez yo sea intolerante a la lactosa —opinó JiSung, dirigiéndose hacia MinHo.

—No, tú eres hipocondriaco —contestó este.

—¿Eres hipocondríaco, JiSung? —consultó HanSoo con sorpresa.

—Ojalá mi asma fuera falsa —suspiró—. Podría reír sin creer que me voy a morir.

—Si te comes este huevo puedes morir por hipocondríaco —insistió MinHo.

—¿Puedo morirme de mozzarella si me como un huevo?

—El huevo no es un lácteo- y es salmonella —repitió la psicóloga, cansada.

—Psicópatas —sentenció SeungMin—. Son unos putos psicópatas.

Chan y ChangBin no pudieron evitar soltar una risa, pero poco a poco la del australiano se apagó para darle paso a la preocupación. —Tengo que contarles algo- JiSung, MinHo, vengan.

Decirlo cerca de HanSoo no parecía ser un buen plan, por más que él quisiera hacerlo, pero tenía que seguir respetando la voluntad de Felix al querer mantener las cosas en silencio.

—¿Quién murió? —preguntó MinHo, bostezando.

Ya se habían alejado lo suficiente de la psicóloga, permitiendo que hablara con tranquilidad. —Bueno- es sobre Felix—. Aclaró al inicio el chico, a la par que miraba a SeungMin en busca de apoyo—. Le robaron sus zapatillas.

—¿Qué? —exclamaron los otros tres.

—Según JeongIn y YiSu, vieron a dos chicos de su salón quitarle sus zapatillas —explicó, un tanto apenado—. Y JeongIn quiso acusarlos, pero Felix se negó- y según los mensajes que me ha mandado HyunJin, están peleados.

—¿Por qué te mandan mensajes? —cuestionó ChangBin.

—¿Te enteras de que le quitaron las zapatillas a YongBokkie y lo primero que preguntas es eso? —cuestionó MinHo.

—Bueno- ¿Tú no tienes curiosidad de saber por qué tiene señal?

—Uh-

—¿Los van a acusar? —interrumpió JiSung, y frunció el ceño cuando Chan negó—. ¿Qué harán? ¿Qué haremos?

Una vez más, Chan miró su celular pareciendo no muy seguro de querer continuar. —HyunJin propuso un plan para recuperar sus zapatillas, y según sus últimos mensajes… no creo que resulte bien.

—Recuerda que no pueden castigarlo —apuntó MinHo al celular—. La banda es parte de la escuela ahora- si se mete en algún rollo tendremos problemas con la fiesta de graduación.

—Vale- si- puede que tal vez -solo tal vez- haya dicho algo que los alentara… —murmuró el australiano con culpabilidad, dejando a los otros tres desconcertados.

—¿Qué?

—Ataque indirecto. Chan dijo que atacara a los tontos de forma indirecta —explicó SeungMin con notorio hastío—. No sé cómo van a solucionar este problema.

—¿Podríamos llamarlos? —opinó ChangBin.

MinHo le quitó el celular a Chan y llamó a HyunJin deliberadamente; y antes de que el australiano pudiera decir algo o notar lo que estaban haciendo, HyunJin ya había contestado la llamada.

—¡Hola! ¿Cómo van?

La voz era muy femenina para ser de HyunJin.

—¿Pequeña coneja? —MinHo preguntó, extrañado y viendo a SeungMin palidecer—. ¿Por qué tienes el celular de HyunJin?

—Se está cambiando de ropa.

ChangBin tuvo que apoyar a SeungMin para que no colapsara.

—SeungMin se está muriendo.

—¡Ah! ¡No malinterpreten! —comenzó a decir ella—. Se rompió la matriz de agua que estaba en los vestidores de los chicos y HyunJin se empapó- y la escuela le dio ropa de cambio mientras evalúan si continúan las clases o no- ya saben, por el corte de agua.

MinHo vio el alma de SeungMin regresar a su cuerpo.

—¿Dónde están JeongIn y Felix? —preguntó Chan—. ¿Y cómo demonios se rompió la matriz?

Larga historia- y Felix ha ignorado a los chicos toda la mañana, y ahora JeongIn está con MinYu en busca de alguna señal de las zapatillas.

—¿MinYu? —ChangBin cuestionó con burla—. ¿Por qué?

—HyunJin le pidió ayuda a Rena y a MinYu para que lo ayudaran a ubicar las zapatillas ya que ellas son amigas de un par de chicas del salón de Felix, pero Rena tuvo un lío con su exnovio por lo que no pudo colaborar- así que mientras esas chicas estaban indagando quienes eran los chicos, MinYu y JeongIn están revisando las mochilas.

—¡¿Bromeas?! —exclamaron los cinco.

—Había que ser eficientes mientras estaban en educación física.

—¿Y ustedes se saltaron las clases? —cuestionó SeungMin esta vez, tomando el celular—. ¿Estás demente?

—El plan ha ido de maravilla- casi todo fue improvisación —y ella sonaba orgullosa de ello, causando que SeungMin pusiera los ojos en blanco.

—Si los atrapan no solo van a regañar a JiSung porque ustedes son chicos de la banda, sino que podrán afectar al dinero que ganaremos en la fiesta —recordó MinHo.

—¿Puedes dejar de pensar en el dinero por un momento? —JiSung le miró, antes de hablar a través del micrófono—. YiSu, si tienen algún problema con eso, háblalo con Yuna. Ella puede ayudarlos a buscar a los chicos.

Yuna está escupiendo fuego —dijo ella, con tono temeroso—. El plan inicial era que HyunJin le pedía ayuda a Yeji con esto, pero ella se negó porque Yuna tiene a todo su grupo trabajando para la fiesta de graduación para los de tercero- horrible. No queríamos sobrecargarla más.

ChangBin palmeó el hombro de JiSung en signo de pésame, y MinHo no pudo evitar alzar una ceja por eso.

—Hey- —SeungMin volvió al celular—. Por favor paren de jugar al 007, causarán que Felix se enoje más con ustedes y se meterán en problemas.

—No puede enojarse más de lo que está —canturreó.

—¡YiSu!

—¡Vale!, ustedes están allá jugando a las mentiras- déjenos a nosotros recuperar las zapatillas y buscar quién demonios molesta a Felix —dijo, notoriamente molesta—. JiSung, tú que estuviste en el mismo salón que Felix, ¿Tienes alguna idea…?

Los cuatro miraron al chico sincronizadamente, y se le fue inevitable para JiSung no sonrojarse. —Eh- me van a odiar por lo que diré…

—No tiene idea —interrumpió MinHo—. JiSung es un desconsiderado con su amigo.

—¡Nunca noté que alguien lo molestaba cuando empezó a sentarse conmigo! —se defendió.

—Lo que tú digas, traidor.

—¡En serio lo siento!

—¡YiSu! ¿Sigues hablando con los chicos? —se escuchó la voz de HyunJin aparecer desde la lejanía—. ¡No les cuentes lo que pasó!

—Ups.

—¡YiSu! ¡La idea no era molestarlos con esto!

—Le robaron las zapatillas a Felix —Chan intervino—. Claramente no es una molestia para nosotros.

—Ustedes preocúpense de mentir y lanzar fusiles —se escuchó a HyunJin tomar el celular—. Nosotros tenemos todo bajo control.

—Rompieron una matriz de agua.

No la rompimos. Se rompió s-o-l-a —ratificó—. Además, ustedes no pueden probar. YiSu, ¿Quieres despedirte de SeungMin?

—No.

—¡¿En serio?! —exclamó el nombrado.

—¡Nos vemos, idiotas! —se despidió HyunJin.

Y cortó.

El silencio los abordó un poco a los cinco, dejándolos desconcertados por la cantidad de información que habían recibido en poco tiempo.

—Dejemos que ellos se ocupen de esto —terminó concluyendo Chan, guardo su celular en su bolsillo—. Si de aquí a mañana no tenemos noticias (o tenemos malas noticias) le contaremos a la profesora Ji y a la señorita Min, ¿Vale?

—Vale —asintieron los otros cuatro.

—En serio no tenía idea —volvió a explicarse JiSung, con notorios rasgos de culpabilidad—. Sé que lo molestaban (bueno, como a todos ustedes), pero no sabía que lo hacían chicos de nuestro salón… Él se sentaba al fondo y yo al frente, y soy un poco intenso cuando se requiere al estudio y-

—Lo sabemos —volvieron a corear los cuatro, recordando colectivamente las veces en las que estudiaron ese mes y cómo JiSung no solamente se cerraba en su mundo, sino que no notaba lo que pasaba a su alrededor.

—¿Sucede algo? —HanSoo intervino, acercándose a ellos de repente—. ¿Por qué están en conjunto? ¿Planean fugarse a la noche?

—Lo más lejos que saldremos vestidos así será al café con piernas de la esquina —bromeó MinHo, incomodando a los otros chicos por la confianza.

—Te deportarán por menor de edad —dijo ella con ferocidad, golpeando con su dedo la mejilla de MinHo—. Están ordenando el salón en este instante, y les advierto desde ya que no estarán muy cómodos.

—¿Por qué? —ChangBin pregunta, curioso—. ¿Nos ordenarán por equipos? Conocí a una chica ministra del interior de Francia que me dejó flechado y-

—No —Chan lo interrumpió, poniendo su mano en el hombro del chico—. Simplemente… no.

Cinco minutos después, los ochenta y cinco estudiantes de diversas escuelas de Corea estaban ordenados en mesas en forma de U por todo el salón, causando que todos los equipos estuvieran apretujados, uno casi encima del otro.

—¿Esto aunque sea respeta el aforo? —preguntó SeungMin, intentando no tocar a la persona que estaba a su otro lado, causando que se subiera casi al regazo de Chan.

—Imagina si uno tiene el bicho este —dijo MinHo, quien al ser secretario estaba junto a JiSung, quien era el centro—. Todos contagiados y con cuarentena de quince días de nuevo.

—Por favor no, no traje tanta ropa interior —expresó ChangBin con dramatismo, recostándose sobre el hombro de MinHo.

—¿Al menos usaste ropa interior? —burló.

—Oye-

—Miren, miren —JiSung interrumpió la disputa, palmeando el brazo de Chan y MinHo—. Ahí está Park JinYoung.

El hombre era de aspecto raro, especialmente por el gorro negro que era más grande que su cabeza.

—¿Y ese loco qué? —SeungMin preguntó.

—Delegado de Corea de la ONU—explicó JiSung—. También es el moderador principal. Si hay alguien a quien tenemos que agradarles, es a él.

—¿Y quieres agradarle? —le preguntó ChangBin.

Pero JiSung no contestó, solamente sonreía.

—Quieres agradarle… —repitió ChangBin, borrando su sonrisa burlona—. ¿Cierto?

—Bien, recuerden la táctica —dijo JiSung—. La prioridad es mañana. Hoy podemos mantener un perfil bajo y seguir con la línea del debate. Formaremos alianza con lo necesitado.

—Vale.

Park JinYoung y los otros cuatro moderadores-jueces de la jornada se inclinaron a los estudiantes mientras ellos los imitaban, antes de que el hombre comenzara a dar un discurso con su micrófono abierto sobre la importancia de las relaciones sociales y las instancias de disputas.

MinHo tenía su cabeza en otra parte del planeta. A diferencia de JiSung, quien sí tenía costumbre de trasnochar, MinHo era una persona que necesitaba aunque sea seis horas de sueño, por lo que se le era un poco pesado pasar como mínimo cuatro horas ahí sentado viendo a los demás pelear.

—Este tipo de oportunidades forjan a los futuros ciudadanos que el país de Corea tendrá —continuó Park JinYoung con su discurso—. Pero no solamente la instancia de aprendizaje, sino que también se enfrentarán a distintos chicos de distintos lugares… Por ejemplo, tenemos presente chicos de Daegu, Busan, de pueblos fueras de Seúl- de un montón de lugares que nosotros no estamos acostumbrados a interactuar.

—¿Si nota el viejo que seguimos compartiendo patria? —susurró MinHo a JiSung.

—Rusia, tiene el micrófono encendido —anunció una de las moderadoras.

—Perdón… —murmuró con vergüenza él mientras estiraba para apagar el micrófono, con la risa de sus amigos de fondo.

. . .

—Si el Reino Unido quiere guerra, entonces le daremos guerra —decretó el presidente de China—. Pero las cosas pueden solucionarse de forma más diplomática.

—La alianza que Reino Unido ha presentado junto al resto de los países de la Unión Europea no creo que beneficie a los dos países —dijo el chico de chaqueta divertida de Inglaterra, que parecía ser el representante de Reino Unido de igual forma.

—Latinoamérica es nuestro aliado —afirmó Estados Unidos.

—Tenerlos bajo amenaza económica y militar no es tener alianza —le dijo España.

—¿No es un poco exagerado meter a todos los países en este conflicto bélico de tres países? —opinó Irlanda del Sur—. Nosotros nos abstenemos de la colaboración para la guerra.

—Eres perteneciente de la Unión Europea, no puedes abstenerte —apuntó Inglaterra.

—La amenaza de guerra fue esporádica- obligan a involucrar a los países bajos cuando aún siguen recuperándose de la guerra fría.

—Todos estuvieron presentes el acuerdo que Reino Unido y la Unión Europea decretó minutos atrás para este caso —recordó Inglaterra, mirando hacia su secretario quien, entre desordenes de hojas y atlas, tendió una hoja escrita en imprenta—. “La alianza económico, política y militar que presenta el Reino Unido con la Unión Europea atenúa su lealtad con todos los países que constituyen estas dos congregaciones.”

—Si, lo escuchamos todos —interrumpió nuevamente Irlanda del Sur. La chica era demasiado suspicaz para el gusto de MinHo—. Pero fue un acto totalitarista- ni siquiera pidió opinión respecto a los países bajos, solamente actuó bajo el mandato de un consenso previamente solucionado antes del debate. No fue transparente.

—Fuimos lo más transparente posible —Fue Irlanda del Norte quien hablo, que el chico representante tenía una sonrisa de gato que le daba a su contraparte—. Países bajos no apelaron en contra de ello.

—¡No pueden hacerlo! ¡Los tienen contra la espada y la pared!

—No es ilegítimo —reafirmó.

—No tenemos ni los recursos económicos ni militares para cooperar con esta guerra —habló esta vez el representante de Ámsterdam—. Estamos igual que los países latinoamericanos que Estados Unidos intenta reclutar.

 —Gracias —acentuaron sarcásticamente México y Colombia.

—Seamos diplomáticos, por favor —expresó nuevamente Irlanda del Sur—. Todo esto se está llevando a cabo por un conflicto interno del Reino Unido con China y Estados Unidos. Ellos pueden solucionar sus problemas de forma pacífica sin necesidad de recurrir a la violencia.

—Estamos acá porque están recurriendo a la violencia —Irlanda del Norte contestó—. El armamento de Reino Unido es para respetar.

—¡¿Acaso has visto a China, aunque sea?! —expresó esta vez el diplomático de Irlanda del Sur—. Solamente traerá consecuencias devastadoras para el continente si continúan con esto.

—¿Y China no presentará ninguna alianza? —consultó esta vez Inglaterra.

Finalmente, los chicos pasaron a acción.

JiSung había estado en el centro, probablemente durmiendo con los ojos abiertos como también prestando atención a cada uno de los movimientos, mientras que MinHo de tanto en tanto le mostraba sus dibujos que caricaturizaban la disputa. ChangBin había estado revisando una y otra vez junto a MinHo sus propios habitantes y manejos de políticas internas y, finalmente, Chan y SeungMin no habían hecho más que jugar con sus lápices.

Habían sido tres horas desde que había comenzado el debate, y ellos solamente esperaban la hora de la merienda.

A MinHo le había sorprendido la dedicación de todos, por supuesto. Era increíble como algunos llevaban banderas de sus países representantes o escudos como signos de amenaza; también la formalidad de la vestimenta había sido un poco fuera de lugar, cosa que MinHo había relacionado por ser parte de todo el espectáculo que llevaba el debate.

Cuando Inglaterra hizo la consulta, tanto Chan como JiSung abrieron los ojos hacia la mesa donde estaban ubicados los cinco representantes del país, quienes revisando apuntes terminaron por suspirar.

—No necesitamos alianza para una guerra. Tenemos armamento perfecto.

JiSung escribió algo que MinHo no alcanzó a divisar sobre la hoja y se la entregó a Chan. Por la mirada que el australiano le había dado parecía ser una idea descabellada, pero bajo la insistencia terminó accediendo.

—Uh- hola —saludó nerviosamente, haciendo que SeungMin se palmeara la frente—. Rusia está más que feliz en hacer alianza con China y Estados Unidos en una presunta guerra con Reino Unido.

Los otro ochenta estudiantes jadearon de la impresión, incluso algunos profesores presentes y los moderadores quedaron pasmados ante eso.

—¿Aunque sea sabes de lo que estás hablando? —consultó Inglaterra—. Es casi un acto antihistórico.

—¿Realmente nos llamas a nosotros antihistóricos cuando literalmente Estados Unidos está haciendo alianza política y militar con China? —fue SeungMin quien habló en el micrófono, ganando algunas risas y una mirada por parte de JiSung.

—Rusia quiere presentar su alianza con China —volvió a reafirmar Chan, mirando hacia la bancada roja—. Pero este tratado tiene sus costos.

—¿Económicos? —consultó China.

—Militares. La disposición de mis personas son las mismas que ustedes tendrán conmigo —expresó Chan, siguiendo con lo que JiSung le había señalado horas atrás.

—Es una jugada muy arriesgada para un acto tan altruista —intervino Estados Unidos, desafiante—. No le conviene.

—Pueden tomar este acto desinteresado como parte de la ayuda que necesitan —fue esta vez JiSung quien tomó el micrófono—. Tomando en consideración que si Estados Unidos usa a los países latinamericanos que están bajo su régimen económico no causará más que un levantamiento revolucionario en ellos a causa de la repetición de hechos de como fue en la década de los setenta —dijo—. Y será lo mismo con los países bajo la Unión Europea- la historia ha demostrado lo que hace la guerra, y nadie quiere colaborar con ella.

—Tener a Rusia de alianza no es un acto de rebeldía —intervino la diplomática de Francia—. Tampoco de enemigo- ni como lo es con China y Estados Unidos.

—¿Hay alguien que esté de nuestro lado? —expresó Inglaterra.

—España e Italia reafirman su posición junto a los países que firmaron el tratado anterior de la Unión Europea —reafirmó España, mirando sobre su hombro a Rusia—. Pero queremos ratificar que China, Estados Unidos y Rusia esperan siempre un momento para entrar en conflicto- realmente no es una buena idea entrar en guerra ahora- especialmente con lo que pasa en el sudeste asiático.

—Queremos recordar que el caso del sudeste asiático no cuenta en la posición del debate —recordó Park JinYoung, interviniendo como rol de moderador—. Así que no hay por qué incluir el caso.

—Inevitable no incluir el caso si él está involucrado —expresó ella, enfatizando en él para apuntar a Estados Unidos. MinHo casi estalló de carcajadas por el dramatismo—. Estados Unidos no merece estar involucrado en otra guerra- tanto para ellos como para nosotros, si esto se desarrolla de forma bélica entonces Estados Unidos se hundirá junto al resto de nuestros países de Europa. China será la sobre potencia mundial.

—¿Y ese cuál es el problema? —consultó China.

Los chicos tuvieron que aguantar una risa.

—¿Estados Unidos está cuestionando la alianza de Rusia con ellos? —consultó Park JinYoung en el micrófono.

—Creo que tenemos un registro histórico sobre la relación de estos dos países —recalcó con sarcasmo España.

—Las ganancias de la guerra bélica será repartidas a justa medida —volvió a decir esta vez SeungMin—. Económicamente quedaremos devastados con la mantención e inversión de armamento de guerra, pero colaborando con mis países aliados supongo que podremos como país recuperarnos luego de la victoria.

Pero a SeungMin le cayó una bola de papel desde una de las bancadas opuestas: Irlanda del Norte, específicamente.

—¿Quieres morir? —SeungMin amenazó.

—No se tiren papeles —recordó un moderador.

Tarde. MinHo ya había arrancado una hoja de su cuaderno y la lanzó con fuerza hacia el economista de Irlanda del Norte.

—¡Rusia!

—Te tiraré un misil si es que no te aburres —tomó el micrófono MinHo, ganándose un golpe en la cabeza por parte del folio de JiSung.

—China acepta la alianza —afirma el presidente de China finalmente, levantándose para inclinarse hacia JiSung.

La presidenta de Estados Unidos, completamente en contra de la decisión, terminó resignándose y levantándose a la par.

—¿Anotaste eso? —Chan le preguntó a MinHo.

—Si, aquí está mi dibujo —mostró el pelinegro con orgullo como dos hombres de palo se daban la mano.

—Eres un fracaso.

JiSung volvió a golpear a MinHo en la cabeza con el folio, y MinHo lo pateó bajo la mesa.

—Si Rusia se une a la guerra, me retiro de la alianza —nuevamente, Ámsterdam dio un paso atrás—. No tenemos intenciones de salir perdiendo nuevamente.

—Ni yo —dijo Alemania—. Olvídenlo. Ya estuvimos ahí y no queremos repetirlo.

—Pero si somos alianza —Estados Unidos dijo.

—Ya, y antes también y miren como terminó todo.

—¿Ya se olvidaron de Cuba? —España preguntó.

—¿Ya se olvidaron de la década de los setenta? —Colombia burló.

—Además, Rusia —Inglaterra intervino, mirando a la bancada de los chicos—. No creo que sea necesario que ustedes se involucren si no tienen tratados de Libre Comercio.

—Involucra a países con crisis económicas para que peleen en una guerra y critica que nosotros nos involucremos en ella —sonrió JiSung, intentando no sonar burlesco—. Estamos en nuestro derecho de actuar.

—La Convención de Viena decreta que-

—No somos estado firmante de la Convención de Viena —interrumpió JiSung; y MinHo junto a ChangBin colocaron su pulgar en su nariz y movieron sus dedos en signo de burla al otro equipo—. Pero ya nos estamos centrando mucho en nosotros, ¿No?, ni siquiera somos países protagónicos- Inglaterra, ¿No quiere seguir declarando la guerra?

Inglaterra pareció consternado en un momento, y miró a sus países aliados del Reino Unido antes de mirar a Park JinYoung.

—Vale, con esto llevamos casi tres horas de discusión y aún no ha habido consenso —interrumpió el hombre, mirando a los demás estudiantes.

—Ya estamos formando aliados para la guerra —opinó Irlanda del Sur.

—Si- idealmente no es lo que se espera en este tipo de actividades —el hombre parecía realmente decepcionado—. Tengamos un recreo de treinta minutos y luego regresamos, ¿Está bien?

Algunos estudiantes salieron de la gran sala mientras que la mayoría se quedaba en sus bancadas. Para mayor comodidad MinHo y Chan terminaron sentándose en la mesa para poder conversar con el grupo.

—Cuando pedí que hicieras apuntes, realmente no esperaba un comic —JiSung dijo mientras leía los apuntes de MinHo, los cuales tenían escrito sobre todo lo cometido en la sesión “PRIMERA RONDA”—. Tú me odias, ¿Cierto?

—Vamos, así es más fácil leerlo —MinHo apuntó con orgullo a uno de los hombres de palo que había hecho—. Mira, te hice a ti- tienes más mejillas y una cola de ardilla.

—Encantador.

—Y Chan tiene una cola de canguro —apuntó también—. Soy un gran dibujante, ¿No?

—Ni de chiste.

—¿Qué se supone que haremos ahora? —preguntó SeungMin, cambiando de tema—. Somos alianza con Estados Unidos y China- lo cual realmente es una idiotez. ¿No íbamos a hacer alianza con Reino Unido?

—Lo sé, pero así se harán las cosas más fáciles —JiSung dijo, para de repente su mirada perderse en un par de chicos cerca de la puerta—. Uh, Estados Unidos y China nos llaman- Chan, ve.

—Tú eres el presidente —le dijo él.

—Tú el diplomático —palmeó el muslo de Chan con cariño para que este, luego de dar un suspiro de derrota, se bajara de la mesa para ir hacia los otros dos países.

—¿Y qué les digo?

—Tú sabrás qué hacer —sonrió JiSung con confianza.

—Todavía no entiendo la jugada que quieres hacer —repitió SeungMin, viendo a Chan alejarse.

—Ni yo —ChangBin contestó, pero no estaba realmente prestando atención a la conversación.

—Si haremos este tipo de cosas, entonces la haremos bien, ¿No creen? —contestó el rubio mientras secaba sus palmas en su pantalón negro—. Bien, supongo que solamente cerraremos y terminaremos con la jornada… ChangBin, ¿Estás aunque sea prestando atención?

—Me gusta la diplomática de Estados Unidos —apuntó él hacia la muchacha que conversaba con Chan a la distancia.

—Genial, ¿Qué te pareces si vas a hablar con los de Grecia también? —ofrece JiSung—. También con Ámsterdam- y con Irlanda del Sur; también con México y Colombia. SeungMin, ¿Puedes ocuparte de los últimos dos?, yo iré con MinHo a Montenegro y Alemania.

—Aléjate de Alemania —advirtió ChangBin.

—¿Por qué quieres que conversemos con ellos? —SeungMin se veía realmente confundido—. ¿Qué planeas hacer?

—Alianza para que el Reino Unido caiga —contestó con simpleza el rubio, sonriendo traviesamente—. ¿No es ese el fin del debate? ¿Ganar?

—¿Y de qué quieres que hablemos?

—Lo que sea- nada referente al debate, espero. Sean agradables y actúen normal —dijo, levantándose de su asiento antes de palmear también el muslo de MinHo—. Vamos, tenemos que hacer.

MinHo no era nadie como para no hacerle caso, además de que estaba muerto de sueño, por lo que con su cuaderno en mano siguió el paso de JiSung hacia fuera de la sala mientras que ChangBin y SeungMin iban a hacer su parte.

—Ya que te hiciste amigos con los chicos de Montenegro, ¿Puedes hablar con ellos sobre algún tema? —consultó JiSung.

Las alarmas en la cabeza de MinHo sonaron repentinamente, y demoró un poco en formular una respuesta concreta, —Uh- ¿Qué tema?

—No sé, ¿Continuar con lo que habían hablado anteriormente? —opinó—. Te veías muy entretenido- además de que cambiaron número.

Si…, por supuesto que no.

—Aún no entiendo, ¿Por qué quieres que entablemos conversaciones? —intentó desviar levemente el tema MinHo, mientras fingía buscar a los dos chicos.

—Fue idea de HanSoo, en realidad —admitió JiSung—. ¿Qué es lo que une a todo los adolescentes de nuestra edad?

—La pena.

—Exacto, el alcohol.

La idea finalmente llegó en MinHo, y no pudo evitar sonreír de bochorno ante la declaración de JiSung.

—Eres un psicópata —expresó el pelinegro con orgullo, pasando deliberadamente un brazo alrededor de los hombros de JiSung—. Estás realmente loco.

—En mi libro “La Lingüística y la Moral” siempre habla sobre cómo las interacciones de las personas en el área casual intervienen mucho en las relaciones profesionales —explicó JiSung, igualmente orgulloso de su plan—. Nosotros a esta edad nos sigue costando distinguir entre relaciones profesionales y relaciones casuales, por lo que si intervenimos a estas personas desde el área casual, tendremos un poco de ventaja en el área profesional.

—Una lástima que te cueste hablar con seres humanos —bromeó MinHo—. Agradece que tienes a una persona tan fantástica como yo a tu lado.

—Dudo que agradecer sea la palabra correcta —burló, ganándose un leve empujón.

Al llegar con el grupo de cinco de Montenegro, se le fue mucho más sencillo a MinHo entablar una conversación con YeonJun y Soo, quien parecía estar en el mismo nivel de interacción que MinHo, por lo que fue sencillo entablar una conversación de grupo mientras que JiSung permanecía callado bajo el brazo de MinHo.

—¿Entonces pasaron parte del primer día drogados? —TaeHyun fue el que preguntó con sorpresa, quien para MinHo era igual de animado que él—. Hombre~, ¿No te queda alguno?

—Creo que todavía hay- no hemos querido tocarlos desde que fallecimos el primer día —admitió MinHo con sorna—. ¿Quieres uno?

—¡Claro! —y el chico golpeó al rubio a su lado—. Te dije que alguien estaría igual que nosotros.

—Es ilegal —el chico (que MinHo reconoció de nombre como Kai o algo así) recalcó—. Esto es ilegal. Tendremos muchos problemas si haces esto.

—Vamos, solamente es un brownie —tranquilizó MinHo.

—No- no es solamente un brownie —YeonJun, quien parecía entender todo lo que pasaba, aguantó una risa—. Este desquiciado trajo licor creyendo que podría compartirlo.

—¿Y por qué cree mal? —MinHo preguntó—. Yo también tengo un par de billetes por si necesitamos más.

—¿Estamos en el mismo canal? —Kai intervino—. Nos van a matar- y somos menores de edad.

—No tiene por qué ser algo grande- podemos ser los diez solamente —MinHo miró de reojo a JiSung, con quien había entablado una pasiva conversación con Soo. JiSung miró a MinHo igualmente y asintió levemente—. Aunque, eso sí, nuestra habitación no es tan espaciosa.

—Uh… ¿Sabes cuál es espaciosa? —TaeHyun dijo, y la mirada de Kai decayó.

—No…

—Los de Inglaterra —habló por primera vez un chico silencioso, el cual MinHo reconoció como Beomgyu por ser el presidente de Montenegro—. Ellos vienen de una escuela privada- deben de saber qué hacer.

—¿Escuela privada? ¿Inglaterra? —MinHo preguntó con falsa impresión—. ¿Y ustedes creen que…?

—Tendríamos que preguntar —dijo TaeHyun—. Una amiga de una prima está ahí- denme un minuto.

—Hermano, no- —pero ya había sido tarde para Kai, TaeHyun ya se había ido de ellos.

—Pero no creo que haya brownies para todos —murmuró MinHo repentinamente.

—Ah- —JiSung interrumpió levemente su conversación con Soo para mirarlo—. Yo… escuché a la chica de Irlanda del Sur que trajo algo… ya sabes…

—Y yo pensé que era estirado —YeonJun murmuró a Kai.

—Beomgyu también trajo —habló Soo con aegyo mientras apuntaba al chico, que realmente permanecía ausente—. ¿Por qué creen que está así?

—Esto es caótico —expresó Kai.

—Pero podríamos invitar a Irlanda del Sur si es que les apetece —dice MinHo, mirando a YeonJun—. Ya saben, mientras más, mejor.

—Pero tiene que ser silencioso si no quieren que nos atrapen —dijo Soo.

—¿En serio creen que los maestros estarán pendientes? —burló YeonJun—. Lo único que harán será salir.

—Podríamos pedirle a HanSoo que los convenza de hacerlo —susurró JiSung a MinHo—. ¿Qué te parece?

—Es volar muy alto hacer eso- y HanSoo ya nos tiene amenazado —contestó MinHo.

—Hm… —JiSung frunció los labios levemente antes de ver a los otros chicos, quienes mantenían igual de expectante su mirada en ellos—. Supongo que tendremos que escabullirnos.

—¿Es un trato? —preguntó YeonJun—. Tenemos que ver si Inglaterra cederá su dormitorio…

—Si no lo hace lo hacemos en el nuestro —dice Soo—. No tenemos problemas- es el 1902 del to piso, ¿Lo hacemos a las diez?

—Vale —hasta MinHo estaba sorprendido de lo fácil que había sido la solución, pero no iba a comentar algo en contra.

Por cortesía JiSung y MinHo conversaron un par de minutos antes de que se retiraran, con un dulce sabor en la boca.

—Esto es causa del destino —decretó JiSung finalmente—. De otra forma no me lo explico.

En todo ese tramo MinHo no había sacado su brazo alrededor de JiSung. Sentía la inminente necesidad de querer tocarlo constantemente, lo cual era un acto muy peligroso considerando el lugar en donde se encontraban.

—Tengo hambre —se justificó él—. ¿No hay comida?

—Asumo que debe haber en las cocinas —murmuró él. A MinHo se le encendieron los ojos ante una idea, causando que el rubio negara—. No- MinHo, no porque parezcamos garzones significa que podemos robar comida.

—¿Por qué siempre piensas mal de mi, tonto? —preguntó el chico con falsamente ofendido—. Solo decía que fuéramos a pedir comida- pero parece que tu aire revolucionario está rondando por tu cabeza, ¿Eh?

MinHo sintió un batir de mariposas en su estómago cuando vio a JiSung sonrojado.

—Imbécil.

Aunque cuando solicitaron un poco de snack en la cocina para ellos y su grupo, JiSung, no parecía de acuerdo con querer comer algo.

—Supongo que comeré cuando regresemos al dormitorio —se explicó—. Dejé mis barras arriba.

—No seas idiota —los cocineros le habían entregado a MinHo una bolsa de plástico lleno de pequeñas empanadas con diversos rellenos, por lo que el chico tomó uno y lo tendió hacia la boca de JiSung—. Come.

—MinHo…—

—Vamos, no quiero que te desmayes por el hambre. Y tu mamá no está acá para limitarte.

JiSung frunció el rostro un momento, luciendo como si tuviera un conflicto interno. MinHo ansiaba para que JiSung comiera.

—Mi mamá no me limita con la comida- ya no —ratificó el chico finalmente, tomando una empanada de aceitunas para comer.

Ambos querían creer eso.

—Oye- ¿No tienes sueño? —MinHo cambió repentinamente de tema, empezando a caminar de regreso al salón—. Siento que caeré en coma.

—No estás acostumbrado a trasnochar —explicó JiSung—. Tranquilo- pronto le agarrarás el truco.

—Pasar noches estudiando… Nah, no es mi estilo.

—Pero si para escaparte —burló.

El pelinegro mantuvo su mirada en él, compartiendo un leve contacto visual, hasta que sonrió. —Es diferente. Nunca rechazaría una escapada.

—Bueno… —JiSung apartó su mirada para divagar—. Fue… agradable.

Nuevamente, un golpe de realidad pegó a MinHo en la cara, pero esta vez no había sido de forma negativa- no, ¿Acaso él…?

—¿Tú crees? —preguntó, sintiendo una burbuja de felicidad en su estómago.

—Estaba muerto de nervios- no podía dormir —admitió, para nuevamente mirar a MinHo a los ojos—. Así que, no solo tú haciéndome compañía, sino que… contarme cosas de ti…, no sé, fue tranquilizante.

Añ~, JiSung, las personas normales no hablan de esas cosas —MinHo intentó disipar la vergüenza que estaba sintiendo en ese momento—. Normalmente… hay un acuerdo silencioso en el que las cosas que se hablan en la noche no se traen a colación después.

—MinHo, solo fue una noche- ni siquiera tuvimos o o algo parecido —aunque JiSung se veía igual de nervioso que él—. Madura.

—Madura tú.

Pero MinHo vio como JiSung se incapacitó de replicar, en cambio, solo mantuvo su mirada en sus ojos.

Oh.

MinHo ya no sentía palpitaciones, solamente sentía burbujas estallar en su pecho mientras cosquilleaban en su garganta para que soltara una risa.

Él no era alguien que era monótonamente triste. Le gustaba bromear, le gustaba hacer reír a las personas y sobre todo le gustaba reír también; amaba sentirse feliz porque era una sanación real de su neutralidad y ordinariez de vida. Sin embargo, en ese preciso momento, la felicidad de MinHo que iba acoplada con la vergüenza y con el nerviosismo era algo sumamente llamativo para él.

Era la primera vez que sentía algo así. Sabía lo que significaba, y en esa instancia MinHo no parecía estar asustado.

De todas formas fue negligente —siguió MinHo, intentando que su voz no sonara temblorosa o torpe—. Ya sabes, con este bicho dando vueltas y salir deliberadamente…

—¿Eres tonto? —burló JiSung, empujándolo suavemente—. Si no quieres salir conmigo dímelo desde ya.

—No dije eso —se precipitó—. No es como si quisiera que terminara ahí.

Vio a JiSung remojar sus labios y sonreír levemente.

Si. Si. Si.

Parecían un par de niños; toda la situación era ridícula.

MinHo era tonto con las emociones. No sabía cómo leerlas. Nunca aprendió a entender una habitación y nunca estuvo cercano al amor.

Sin embargo, él podía apostar que, lo que sea que él estuviera sintiendo en ese instante, JiSung se sentía igual.

Y eso no daba cavidad para el terror.

. . .

JiSung había tenido muchos momentos en los que se había sentido mal; en los que desistía emocionalmente de la pena para poder entrar a la neutralidad y dejarse llevar por las circunstancias de la vida.

Pero en ese instante, con MinHo apoyando su espalda en su hombro mientras hacía ridículos dibujos sobre las anotaciones con Estados Unidos narrando el tratado que había firmado Rusia con China y él- JiSung se sentía un poco desbordante.

Desbordaba confusión, ansiedad y culpa.

No entendía lo que estaba pasando; era como si todo el mundo supiera algún secreto que él guardaba y que nadie quería confesar que lo sabían. Había señaléticas por todas partes de la situación y JiSung fingía ceguera solo para no asumirlo.

Habían sido semanas, desde el inicio de trimestre que sabía lo que sucedía; pero JiSung solamente lo aplazaba, y lo aplazaba, y lo aplazaba…

Pero eso no terminó bien- no, claro que no. Llenó el vaso con agua como señal de ignorancia a sus propias emociones para hacer que estos se desbordaran, logrando caos.

¿Cómo pudo ser tan tonto?, desde el primer momento supo que nada sería normal- porque las historias no comienzan así, las historias no se fuerzan, la amistad no se encamina, solamente se vive; y ellos… ellos habían marcado un trayecto en dirección a un punto final que, si JiSung rezaba, ninguno de los dos sabía cuál era la meta.

¿Cuál era la jodida meta?

La vida de JiSung ya estaba siendo un caos. Sus amigos más viejos lo odiaban; su novia gustaba de otro chico; su madre lo estaba consumiendo desde las entrañas; y cada día que pasaba a JiSung le costaba mirarse al espejo y reconocerse por el nombre.

La única calma y normalidad que JiSung había tenido era MinHo y su grupo. Lo único que lo hacía sentir como un adolescente ordinario.

Empero, sentimientos en la puerta de la casa del otro solamente producía que terminara en un estado catatónico de su pulcra emoción incomprendida.

Mentira- no era incomprendida.

Y eso era lo peor.

—Mira —susurró MinHo, girando su cuaderno levemente para mostrar su dibujo a JiSung.

El pelinegro no sabía dibujar, eso era un hecho, pero si había hecho una caricatura divertida de Park JinYoung que le hizo poner su mano en la boca para no soltar una carcajada.

MinHo era cálido. Era una oleada de calor agradable que era necesaria en las temporadas de invierno.

¿Tan malo sería dejarse llevar un poco?

—¿Rusia?

JiSung levantó abruptamente su cabeza del cuaderno de MinHo para mirar a Inglaterra, quien lo miraba esperando decir algo.

¿Qué demonios pasó?

—A pesar de que no estamos a favor de una guerra, si nos gustaría mantener la advertencia —fue Chan quien rescató la situación para JiSung, haciendo que el rubio le entregara una mirada de agradecimiento—. Por favor, tomen en consideración las ganancias y pérdidas de esto.

—Reino Unido —Francia habló de nuevo en el micrófono—. Por favor, replantéense esto.

—Están faltando el respeto a los tratados respecto a la guerra que se firmó durante la Segunda Guerra Mundial —recordó España.

—Alemania también y sigue siendo país —dijo Irlanda del Norte.

Rusia aguantó las risas igualmente.

—Les daremos un ultimátum para mañana —terminó decretando China, mirando a los oradores—. Si Reino Unido no se retracta, entonces atacaremos.

—Genial, nos fuimos a guerra… —dijo una de las oradoras con sarcasmo.

—Siendo pasada de las cinco de la tarde, damos por finalizado el primer día de la actividad —terminó hablando con resignación Park JinYoung al micrófono.

—¿Por qué presiento que somos el peor grupo que ellos se han enfrentado? —cuestionó ChangBin con gracia, mientras el bullicio del salón aumentaba cuando los estudiantes comenzaron a hablar entre ellos—. ¿No teníamos que irnos a guerra, acaso?

—Si este tipo de actividades ven a los estudiantes como futuros delegados de la Organización de las Naciones Unidas y ven como encuentran fructuoso ir a guerra… supongo que es una decepción —comentó SeungMin mientras se recostaba sobre la mesa.

—“Fructuoso” —burló MinHo—. ¿Te comiste un diccionario, acaso?

—Perdón, déjame cambiar el switch de preparado para pelear con formalidad a preparado para pelear con puños.

—Me parece bien.

En eso, el celular de Chan vibró. Todos se asomaron sobre su pantalla al notar que era una fotografía la que había sido enviada.

—Eso- ¿Eso es el Centro de Salud del pueblo? —consultó SeungMin, perturbado.

La fotografía era una selfie de HyunJin, JeongIn y Felix; los tres estaban sentados en el ala de urgencias del Centro de Salud del pueblo alzando su pulgar derecho, tanto JeongIn como HyunJin estaban empapados, y la muñeca de JeongIn estaba rodeada de una compresa fría. De fondo, un par de asientos más alejados se podía divisar a YiSu igual de empapada y recostada sobre el hombro de quien JiSung presumió era su madre.

—Ahí está HyunJin —apuntó MinHo con una sonrisa—. Ah~, lo eché tanto de menos.

—“Misión cumplida” —leyó Chan el pie de foto—. ¿Qué…?

—Permiso… —SeungMin se levantó de la mesa—. Tengo que ir a hacer una llamada.

—Yo igual —imitó Chan.

ChangBin, MinHo y JiSung intercambiaron unas miradas antes de encogerse de hombros.

—Después nos contarán —acertó ChangBin.

Seh —coincidieron los otros dos.

Una vez que los tres regresaron al dormitorio, sacándose lentamente sus prendas, visualizaron a SeungMin sentado en la ventana mientras fumaba un cigarrillo y conversaba por el teléfono.

—Realmente lo siento, no quería que pasara esto —escucharon a SeungMin—. Si- lo sé, no pensé que… No, en serio son buenos chicos… Es inevitable sentir culpa, es YiSu de quien hablamos… ¿Pero no se rompió nada?... Ah…, si, el lunes estaré allá a primera hora… Si, gracias, adiós.

—¿Y? —MinHo preguntó interesadamente, yendo a recostarse a su cama—. ¿Y Chan?

—Lo dejé en la recepción- estaba hablando con la madre de YiSu —explicó, mirando al resto de los chicos—. Según lo que ella sabe, HyunJin, JeongIn y YiSu se cayeron al río (no me pregunten cómo ni por qué), JeongIn se fracturó la muñeca en la caída y YiSu la pierna- ambos se golpearon con las piedras.

—Que doloroso —se preocupó ChangBin—. ¿Y ahora…?

—Están esperando a que el médico los atienda —suspiró SeungMin junto al humo de su cigarro—. JeongIn está somnoliento porque le pusieron un calmante, y dijo que Felix ha estado llorando desde que llegó a la sala de urgencias.

—¿Y recuperaron las malditas zapatillas? —consultó MinHo.

SeungMin asintió, elevando una sonrisa culpable. —Algo bueno hicieron.

—Genial —MinHo se sacó sus zapatillas y su chaleco negro, para desabotonar su camisa y quedar solamente en su musculosa negra—. Bien- los chicos de Montenegro nos invitaron a su dormitorio a la noche —explicó recostándose bajo el cobertor de la cama—. ¿Podemos dormir el tiempo que nos sobra?

—Adelante —JiSung cedió, viendo como todo los chicos parecían acomodarse para dormir.

Eso pareció alivianar un poco la tensión en JiSung, especialmente cuando vio a Chan entrar al dormitorio y le explicó nuevamente lo sucedido.

Como todos cayeron dormidos, JiSung tomó esa instancia para estar un poco consigo mismo y darse un extenso baño en la majestuosa bañera que el dormitorio tenía. Se sentía bastante cansado mentalmente y lo único que quería hacer era dormir, pero debía mantenerse despierto para la noche.

Mientras disfrutaba del baño, aprovecho de poder revisar Naver y perder el tiempo ahí- tanto hasta que una llamada de su madre entró.

—¿Mamá? —saludó JiSung, intentando no elevar la voz—. Hola, ¿Cómo estás?

Pusieron una antena en el pueblo, cariño —explicó ella al instante—. ¿Cómo va el encuentro? ¿Ya ganaste?

—No somos país protagónico, así que nosotros no ganamos —explicó por enésima vez JiSung—. Pero vamos bien, hicimos-

Lindo- ¿Estás haciéndolo bien?, ¿Crees que puedes hacerlo?

JiSung frunció levemente sus labios. —Si, creo que puedo.

¿Estás seguro?

Nuevamente, JiSung asintió para sí mismo. —Estoy con MinHo, ¿No?, él puede rescatar al equipo si flagelo en algo.

Tienes razón —y él pudo sentirla sonreír—. Aprende de él. Puedes ser mejor.

—Yo también me estoy esforzando —dijo—. Soy igual de capaz.

Ay, cariño, no puedes compararte —la voz de ella era de notoria lástima—. Pero está bien que te esfuerces.

Siempre lo hago.

—No confundas tu trabajo mediocre con el esfuerzo. ¿Ahora estás siendo mediocre o te estás esforzando?

—No lo sé- mamá, no estoy en situación para poder hablar de esto ahora-

¿Por qué? —consultó con vehemencia—. ¿Qué estás haciendo?, ¿Te fugaste del hotel?, voy a llamar a tu profesora para-

Estoy en el dormitorio solamente- acabamos de terminar la actividad —dijo nuevamente—. Estoy… estoy descansando.

—Entonces trabajaste de forma mediocre- JiSung, no llegarás a ninguna parte así.

Realmente me estoy esforzando.

—No lo estás haciendo, cariño.

Quería replicar algo más, algo un poco más violento para poder callarla; no quería entrar en la sumisión de nuevo, no cuando estaba viviendo una gran experiencia ese día.

Pero no podía. Tenía miedo.

—Seguiré esforzándome —terminó por decir JiSung—. Te haré sentir orgullosa.

La cordura de JiSung oscilaba siempre en un actuar real como en un actuar falso. Su mente siempre divagaba en esos dos escenarios y, como ahora, olvidaba cuál era el que estaba en el mundo tangible.

No quería ceder a sus emociones negativas, pero esto solo conllevaba que su pecho doliera infernalmente.

Una vez que salió del baño, los cuatro chicos habían caído muertos en sus camas. Mientras se secaba la toalla con su cabello comía una barra de cereal sentado en la ventana, viendo como el sol se ocultaba entre los edificios y las personas iban en dirección a sus hogares en tumultos y tumultos de propensos contagios.

El ruido de los autos era fuerte, al igual que el transporte público; el bullicio de las personas parecía estar sobre toda la ansiedad de la modernidad. Pero, en un momento, todo pareció opacado cuando JiSung escuchaba desde la lejanía una radio sonar.

Probablemente era del piso de arriba o el de al lado, pero al música espontánea lo ayudó a calmar un poco su temor de insignificancia dentro de la realidad.

No supo medir el tiempo de hipnotización que tuvo con la ciudad de Seúl hasta que Chan se asomó en su vista.

—¿Por qué tan melancólico? —Chan se acercó a él, sentándose en el otro lado de la ventana.

—¿Dormiste bien? —consultó JiSung, revisando su reloj de muñeca—. Podemos pedir la cena.

—Si, y asumo que tú no lo hiciste —apuntó a la cabellera mojada del otro.

JiSung sonrió avergonzadamente mientras dejaba la toalla en su regazo. —Me quedé pegado con la gente.

—Ah… Ya están todos regresando a casa —observó—. Aunque son pasada de las nueve- asumo que antes hubo más, ¿No?

JiSung asintió. Por un momento él sentía que estaba hablando con algún tipo de terapeuta espontáneo.

—El otro día tuve que leer un artículo sobre cómo la vida ha ido más rápida desde la década de los noventa —contó JiSung—. ¿No te parece eso?

—¿Qué la vida va más rápido? —cuestionó, antes de divagar con su asentir—. Probablemente. No he vivido mucho para compararla. ¿Te gustaría que fuera más lenta?

—Me gustaría que fuera a mi ritmo —razonó—. ¿Y a ti?

—También- aunque en el pueblo siento que la vida pasa lenta —confesó—. Desde que llegamos han sucedido tantas cosas, pero en el pueblo… no lo sé, lo echo de menos.

—¿Al pueblo?

—Si, y a HyunJin, a Felix y a JeongInnie… —sonrió con nostalgia—. Aunque él siga enojado conmigo. ¿Te ha dicho algo?

JiSung negó. —Pareció contento con el regalo que le diste para su cumpleaños.

—Él ama dibujar- lo iba a recibir feliz independiente de quien se lo daba —explicó—. Sé que sigue enojado. Y estará aún más enojado porque lo dejé solo nuestros padres.

—¿Pelean constante?

—Es más JeongIn con su padre que con mi madre —explicó Chan—. No creo que te lo haya contado, pero su papá hizo un par de cosas antes de conocer a mi mamá y según JeongIn lo está volviendo a hacer ahora.

JiSung no conocía mucho la familia de ambos desde la perspectiva de Chan, y JeongIn tampoco era muy hablador en ese tema- si, era abierto con sus emociones, pero no tanto con las situaciones.

—Si, eso lo sé… —murmuró JiSung—. Y está enojado contigo porque no haces nada.

—No es mi lugar, ni en la pelea de mis padres ni en la que tiene JeongIn con su papá —intentó justificarse, aunque JiSung lo pudo ver suspirar de la culpa—. Ya quiero volver.

A JiSung le sorprendía la conexión que Chan tenía con su familia, especialmente con JeongIn.

Ambos le habían contado una vez cómo había sido su relación de pequeños, y no había sido más que peleas y celos por parte de ambos; no fue hasta que JeongIn entró a la escuela en primer grado que Chan sintió la sensación de hermano mayor en él, y JeongIn no lo consideró como familia hasta que se acostumbró a verlo.

JiSung lo envidiaba por completo.

—Solo dos días —consoló JiSung—. Aquí en Seúl la vida pasa rápido- ni te darás cuenta cuando montemos el autobús de vuelta al pueblo.

Al pasar el tiempo y la radio de alguna habitación seguía sonando, SeungMin se les unió en una conversación desde la cama de MinHo, a quien molestaba en su sueño haciendo trenzas en su sueño.

Fue cuando ChangBin despertó que un mensaje llegó al celular de MinHo, quien bajo el cobertor lo revisó.

—Van a estar en el dormitorio de Inglaterra —murmuró MinHo contra la almohada—. Octavo piso, habitación 1341.

—¿No nos meteremos en problemas? —consultó ChangBin.

—No sé- YeonJun me dijo que estaría la niña de España que te gusta —dijo.

—¿No era Estados Unidos? —murmuró SeungMin.

—Yo creí que era de Francia… —correspondió JiSung.

Luego de encargar una cantidad de comida lo suficiente como para no embriagarse, el resto de los chicos tomó una ducha y, pasada de las diez, salieron de a dos del dormitorio hasta las escaleras de emergencias para subir un piso más. No demoraron más de cinco minutos hasta llegar a la puerta de Inglaterra.

Cuando les abrieron, había sido el chico de Irlanda del Norte quien sonreía.

—¡Si están acá! ¡Los traidores! —burló, haciéndolos pasar rápidamente.

Chan tendió el tupper de brownies que quedaban, pero rápidamente se dieron cuenta de que no alcanzaría para todos.

Estaban los cinco de Montenegro, JiSung pudo reconocer, como también los de Inglaterra, ambas Irlandas y Estados Unidos.

—No está la chica de China que me gusta —murmuró ChangBin.

—Pero ahí está Estados Unidos —Chan lo empujó por los hombros hacia ella—. Vamos a hablarle.

—Hay un celular pasando para que agreguen música —indicó el chico de Irlanda del Norte—. Los tragos fueron dados por Montenegro-, si quieren ir a quemar vayan a la ventana, y ya vienen algunos de otros países con algo también.

El dormitorio era grande, pero JiSung no sabía si lo suficiente como para mantener a tantas personas dentro.

—¿Vamos a fumar? —le preguntó SeungMin a MinHo.

—Creo que beberé un poco —apuntó hacia una de las camas donde había un grupo de chicos repartiendo soju en vasos de shot—. ¿JiSung?

—Te acompaño —asintió. No creía que sobreviviría otra noche si se acercaba al humo.

La habilidad que tenía MinHo para entablar conversaciones tan fácilmente era algo que a JiSung lo sorprendía, y permitía burlarse de si mismo cuando MinHo lo presentó como “su amigo silencioso que empezará a hablar si le dan de beber.”

El juego de ese grupo en específico era saltar números pares hasta llegar al décimo y cambiar a saltar números impares. Un juego fácil y rápido de emborrachar.

A pesar de que a JiSung le gustaba más la veladas en donde podía conversar, tuvo que abstenerse de su gusto para poder beber junto al resto del grupo para poder entrar en sincronía. Él consideraba que no era necesaria tanta conexión de su parte, considerando que por el mero hecho de estar todos encerrados en una misma habitación ya había generado algún tipo de vínculo superficial.

Algunas personas llegaron y se les unieron con emoción; apagaron las luces para tener la única iluminación el televisor que emanaba imágenes psicodélicas con diversas luces que a penas permitía la visión dentro del dormitorio.

—Cincuenta y tres.

—Cincuenta y cinco.

—Cincuenta y siete.

—Cincuenta y nueve.

—Sesenta y uno.

—¡Bebe!

JiSung lanzó un falso suspiro de derrota antes de sonreír y tomar el shot de soju, el cual rápidamente fue llenado por uno de Montenegro.

—Iré por una cerveza —avisó MinHo, levantándose de la cama y rápidamente tambaleándose—. No quiero emborracharme enseguida.

—Ya lo pareces —burló una de las chicas.

—¿Hannie?

—Jugo de naranja —pidió—. Quiero mezclar esta mierda o sino moriré rápido.

—Vale, sigamos. Dos.

—Cuatro.

—Seis.

—Ocho.

—Once.

—Trece.

MinHo apenas podía ver donde iba. En alguna parte del suelo habían llenado con vasos rojos y los hacían voltear para saber qué había abajo, mientras que cerca de la ventana estaba SeungMin fumando marihuana con Chan y, si su vista no estaba mal, sentados en la cabecera de cama estaba ChangBin con alguna chica que no podía reconocer.

—¡MinHo! —le saludó YeonJun—. ¿Quieres unirte?

—Estamos jugando allá —apuntó, tomando una botella de cerveza y una botella pequeña de jugo de naranja—. ¿Vas bien?

—Si —apuntó divertidamente a Soo, quien emocionada conversaba con TaeHyun para hacer un karaoke en ese instante—. ¿Y el chico?

—Ah… —MinHo no pudo evitar sonreír y moverse como un tonto. Se sentía levemente mareado y divertido, como si pudiera reírse de si mismo—. Si, estamos bien.

—TaeHyun trajo unas cartas graciosas, únanse a nosotros —insistió.

Y MinHo asintió, regresando en busca de JiSung para llevarlo haca otra cama.

La cama estaba frente del televisor, por lo que tenían un poco más de visión con lo que pasaba allí. Habían usado un bolso como mesa donde había diversas cartas específicas desparramadas junto a un mazo al lado de ellas, y a MinHo le costó entender que estas ya tenían algo escritas.

En el grupo MinHo pudo divisar a cuatro chicas y a tres chicos (cinco incluido con ellos dos); si los cálculos los llevaba bien, MinHo adivinaba que de una u otra forma saldría con alguien involucrado de ahí.

—Ellos son de Rusia —presentó YeonJun, mientras que JiSung se sentaba en la cama y MinHo apoyaba su torso en las piernas del otro para recostarse en el pecho de él. Había sido un acto tan natural que no se había percatado hasta que JiSung lo tomó del hombro—. Así que- bueno, ellos empiezan.

MinHo estiró su mano hacia el mazo y vio su carta; cuando vio a la chica dibujada ahí pensó lo peor, pero cuando leyó en voz alta se dio cuenta de lo que quería decir.

—“Bebes el vaso de las niñas.” —suspiró de alivio, antes de mirar a las cuatro chicas y sonreírles—. Lo siento, reinas.

—Reinas —repitió JiSung con sorna.

Los tragos que ellas tenían eran diversos. MinHo presumió que se emborracharía aún más rápido.

JiSung estiró su mano sobre el hombro de MinHo para tomar del mazo y ambos leyeron la carta, y MinHo quiso soltar una gran carcajada burlesca.

—¡Cambio de idioma! Dos rondas sin poder hablar coreano —explicó MinHo mientras dejaba su carta en la otra montaña.

Shut up —sentenció el chico mientras el resto reía.

Las cartas habían sido más graciosas, aunque no tanto cuando uno de los mazos decretó tener que jugar a pasar un papel por sus bocas- fue gracias a un chico que estaba sentado de YeonJun que temió levemente de alguna cosa que pidió que entre cada chico hubiese una chica. Inicialmente MinHo lo había agradecido, pero cuando volvió su turno y le tocó beber desde el cuerpo de la persona de su derecha su diversión se acabó.

—Tengo que grabarlo —JiSung tanteó en su celular para poner la cámara con flash.

La chica, divertida y descolocada de si, se abrió levemente la blusa y se recostó sobre la cama. MinHo se veía realmente nervioso, y no parecía estar seguro de querer hacer eso. Miró a JiSung en busca de ayuda, y este lo observó sobre su celular y, con un movimiento de sus cejas, MinHo terminó entrando en confianza.

Ah, pensó él, ¿Ahora dependo de él para tomar mis decisiones?

Vertió un poco de su soju en el abdomen de la chica y lamió; estaba tibia y ella se urgió enseguida al contacto de su lengua. Al separarse, MinHo solamente se acomodó tímidamente de nuevo en su lugar inicial, con JiSung moviéndose levemente sobre él de forma protectora.

—¿En serio lo grabaste? —preguntó MinHo.

—¿Quieres verlo? —bromeó él.

—¡Rusia! —YeonJun advirtió entre risas. MinHo apostaba que estaba drogado.

JiSung tomó nuevamente una carta, pero enseguida la dejó en el mazo.

—No —negó enseguida—. “Quince segundos de beso”, tengo novia.

—Novia —YeonJun no era para nada sutil, tanto que se impresionó a MinHo e imploró que su lengua no soltara nada—. Oh…

Buuu… —exclamó una de las chicas—. Eras tan lindo.

—Al menos no está muerto —dijo otra.

—Nooooo… —JiSung exclamó con dramatismo—. Soy hombre leal.

En la misma pereza, MinHo se levantó para abrazar los hombros de JiSung. —Yo soy el encargado de mantenerlo al margen.

—No necesito que me controlen —JiSung le dijo.

—Claro, porque ella es la mujer de tu vida.

Las palabras salieron tensas y ácidas, pero por la mirada de JiSung ambos no pudieron evitar soltar una carcajada, encerrándolos de nuevo en una burbuja de intimidad que solo ambos entendían.

De repente, el clima fue roto cuando una desafinada nota en alto sonó repentinamente. Todos giraron frente al televisor y MinHo tuvo que ahogar una carcajada cuando vio a SeungMin y a una chica de Irlanda del Sur cantar Congratulations de Day6 en karaoke.

—¡MinHo! —gritó Chan, mientras apuntaba al celular que daba vueltas—. ¡Anótate!

—Debo cuidar mi garganta —se excusó.

—¡Yo quiero! —JiSung levantó la mano—. ¡Yo quiero cantar!

—¡No! —SeungMin bajó su micrófono improvisado (que era una botella de agua) y apuntó a JiSung—. ¡Cantas mal!

—¡Quiero cantar! —a MinHo le gustaba que JiSung se comportara caprichoso en estado de borrachera, porque le causaba un poco más de ternura de lo que naturalmente hacía—. ¡MinHo~!

—¡Vale! —terminó resignado, con SeungMin y la chica tendiendo sus propios pseudo micrófonos—. Vale, ¿Qué quieres cantar?

—¡Queen!

—¡Ay, hijo de perra!

Disfrutaba pasar su tiempo con JiSung; se sentía tan a gusto de rondar alrededor de él, cómodo y encantado además de sentirse confiado con su actitud. Le gustaba saber que JiSung igualmente disfrutaba hacer lo mismo con él- y que, a pesar de todo, estaba ahí.

Le encantaba el sentimiento. Y le encantaba cantar Under pressure a todo pulmón mientras lo veía a los ojos.

No perdió la consciencia en ningún momento, pero probablemente, en el futuro, distintas escenas estarían borradas hasta llegar a la media noche. La única certeza es que JiSung no se apartó de él.

—Hay que terminar todo —anunció Inglaterra mientras mostraba las botellas—. ¡No podemos dejar nada!

—¡Presta acá! —JiSung alzó su mano para tomar una botella de soju.

MinHo logró rescatar dos vasos de shot de alguna parte y se apartaron hacia una distancia improbable de ser divisados. Con un suave tintineo cliquearon sus vasos antes de beber de golpe sus propios vasos.

—¿Cómo haces eso? —murmuró JiSung, al ver la facilidad que MinHo tenía para tragar—. Ese trago rápido- siempre me dio curiosidad.

—¿Quieres practicar? —MinHo curioseó, sirviendo un poco más en el vaso de JiSung—. Exhalas, y cuando inhalas abres tu garganta y dejas que el trago pase.

JiSung miró por un momento su vaso y MinHo quiso reír; elevó su pequeño vaso y, tras exhalar, tragó rápidamente. Al instante MinHo notó la mala maniobra, porque rápidamente el rubio comenzó a toser estrepitosamente tras atorarse.

—¡No! —rio MinHo mientras lo veía secarse su boca—. Eres inútil- ven.

Lo tomó de la mandíbula y lo acercó lentamente hacia él, y con la manga de su mano libre empezó a secar el rostro de JiSung aguantando la risa.

—Lo haces muy fuerte —murmuró JiSung.

—Perdón~ —canturreó.

Y de repente, con las mejillas abultadas bajo sus ojos cuales destellaban con romanticismo.

—Eres muy lindo —susurró MinHo inclinado levemente—. Tienes estrellitas en los ojos.

—No~ —JiSung levantó su mano para colocarla en el cuello de MinHo, cosquilleando—. Las estrellas están acá~

Se le fue totalmente inevitable no caer en eso.

Cuando lo besó, tardó un momento antes de notar que había sido la nariz de JiSung. Se separó levemente para poder verlo, quien seguía manteniendo su mirada en MinHo.

—¿Qué haces…? —JiSung preguntó con un hilo de voz—. MinHo…

—Yo…

La mano que JiSung tenía en el cuello de MinHo terminó sirviendo como impulso para el empuje del otro cuerpo.

—No seas ridículo —terminó por formular.

MinHo no supo en qué momento la burbuja de intimidad que había formado con él se reventó, de la misma forma en la que por primera vez él se alejó de MinHo esa noche, dejándolo solo.

¿Qué demonios…?, MinHo se preguntó, rascando con intensidad su tatuaje, ¿Qué mierda acaba de pasar?

El rechazo lo había matado, al igual que la abrupta lejanía. ¿Qué es lo que acababa de pasar, realmente?

—Hombre —antes de que MinHo se diera cuenta, ChangBin (risueño y sonrosado) lo había agarrado del hombro—. ¿Qué te pasa? Te ves del asco.

—Creo que voy a vomitar —terminó por decir.

—Vale- vamos al dormitorio.

El sentimiento lo hacía vomitar.

¿Por qué, sintiendo que se encontraban bien, parecía ser todo una mentira?

¿Nada fue real? ¿MinHo estaba tan loco que había visualizado todo?

Se había precipitado, y ahora se arrepentía. Todo lo que había pasado anteriormente fue al diablo por ese simple actuar.

Besarse, ¿Qué mierda?, MinHo se cuestionó, ¿Por qué tendría que besarlo? ¿Por qué iba a besarlo? Él tiene novia y ni siquiera… él ni siquiera…

MinHo solamente esperaba olvidar todo para mañana.

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Comments

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Missanion
#1
Chapter 11: Estos chicos me estresan.
Missanion
#2
Chapter 10: Bueno. Primero, Lo positivo es que Mingi y San si quieren a Jisung peeeero,en lugar de enojarse también con Yuna sólo lo hacen con Minho? ?o sea...es la chica la que se le esta insinuando todo el tiempo pero es la culpa de Minho quien la rechaza absolutamente todo el tiempo? ?
Segundo, la verdad es que Jisung es bastante egoísta y particular. Sólo piensa en él mismo y no valora o no le interesa el cariño que recibe. No se preocupa por mantener sus amistades, creo que los cambiaría a todos por un 10 en sus exámenes. Así de egoísta me parece.
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#3
Chapter 9: La mamá de Jisung tiene problemas mentales.
Minho me dio mucha ternura en éste capítulo!!! Jisung no estaba ni cerca de tener una erección en absoluto. En eso estaban iguales los dos,se concentraban más en sus acciones que en el momento y no lo disfrutaban. Minho por ser su primera fez y por los nervios y Jisung creo que el realidad nunca disfruta nada relacionado con su noviazgo,; se engaña así mismo.
También me di cuenta que Yuna si se preocupa a su manera por Jisung, pero sigo pensando que no lo quiere del todo y que esta con el para experimentar.
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#4
Chapter 8: Bueno,al parecer los chicos si quieren a Jisung. Pensé que no les importaba pero Mingi, San y Yeosan parecen celosos de sus constantes interacciones con el grupo de Minho ;eso o simplemente no toleran al grupo de Minho y por ende no toleran ser rechazados por ellos.
Creo que Chan le dijo a Minho algo de lo que Changbin y creo hasta Félix ya se dieron cuenta. Pero claramente para él no es fácil de aceptar. Creo que ellos 3 no van a tener mayor problema si el llega a aceptarlo o comentar algo de eso a los chicos. Por Seungmin no sé, Jeongin y Hyunjin tampoco creo que lo juzguen.
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#5
Chapter 7: Awwwww, escuchan música del mismo auricular. ❤
Al verdad pensé que Jisung le iba a decir que se quede a dormir porque ya era muy tarde o que Minho se aauto- invitaría a dormir para pasar más tiempo con él. Pero no,se volvió solito a la madrugada, aunque seguramente su casa no quedaba para nada lejos ,si en 10 minutos y a paso tranquilo llegó a la casa de Jisung.
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#6
Chapter 6: Sii! Al fin estuvieron libres de las otras pestes. Por lo que dijo Hyunjin, ya me cae mal Yeji. Es la típica adolescente mimada, egoísta y que quiere ser rebelde y no hace más que estupideces.
Amo las conversaciones de Chan y Changbin, no entiendo mucho de lo que hablan pero las amo Jaja.
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#7
Chapter 5: Todo el grupo de Minho es genial. Son chicos muy buenos.
No me esperaba esa charla de "eres gay? No soy gay"en absoluto jajaja sobre todo el diálogo de Minho 😂 yo sé que él es el dueño de ese pene mágico que hará a Jisung cambiar de opinion jajajaja
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#8
Chapter 4: En realidad pienso que Minho debería aceptar ir al curso avanzado. Tiene una mentalidad muy básica y cerrada. Hacer eso le puede abrir otras puertas y tener más oportunidades académicas y laborales en el futuro pero bueno,es un adolescente de pueblo y su madre no le exige absolutamente nada,su padre obviamente no sabe de esto. Me gustaría que acepte,si ya se aburre y frustra en demasía con los contenidos que da ahora porque le resultan fáciles en exceso,imagínense a futuro.
Jisung en este capítulo en verdad da pena y hasta ganas de enojarse. Sabe que no puede fumar por el asma severo que tiene y aún así va como perrito detrás de sus "amigos" a quienes parece no importarle en absoluto su salud ni bienestar. Fumar marihuana en la escuela,en serio??? Qué tienen en la cabeza?? Claramente aire. Su novia me cae cada vez peor. Los chicos parecen ser sólo cabezas huecos y bravucones en potencia. Hasta el momento no han dañado físicamente a los chicos (si,les lanzan latas y creo que hasta piedras pero no fueron a los golpes mano a mano o una golpiza en grupo a uno solo)pero sí los acosan cuando tienen oportunidad y eso esta muy mal. Peeeeero a Jisung, teniendo conocimiento de esto,parece no importarle, así que es él quien tiene que cambiar de actitud y ponerle un alto a sus amigos,si no ,no tiene sentido.
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#9
Chapter 3: Owww, me.encantó su interacción con Felix. Jisung en verdad necesita nuevos amigos,los que tiene ahora no califican para ese título. Creo que se llevaría mucho mejor con los amigos de Minho.
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#10
Chapter 2: Primero, de dónde sacan que Minho anda hormonal con Yuna? ? De verdad hay cosas que no entiendo. Si se sabe que el anda solo o con sus amigos,nunca intentó interactuar con Yuna...entonces,por qué arrojarle agua y decirle que "le baje a sus hormonas" con Yuna? Juro que la voy a odiar si ella anda esparciendo falsos rumores de que el gusta de ella o le tiene ganas. Es ella la que lo busca y no puede evitar darle el 100% de su atención cada vez que lo ve.
Segundo, Changbin le hizo una buena pregunta a Minho. Por Qué le interesa y afecta tanto lo que Jisung piense o sienta por él? Es para que se ponga a meditar y encontrar una respuesta Jaja. Anquee con eso de que la sonrisa de Han le parece bonita y quiere verla más seguido ya tengo mi respuesta jaja