Capítulo 8
Black Ice (Hielo Negro)
Sola en el cuarto de herramientas, me quedé quieta en un lugar, mi corazón latiendo erráticamente. Luego arrastré mi espalda por la pared hasta quedar sentada en el suelo. Esta vez no me molesté en la sangre en el pavimento. Mi mente daba vueltas. No había insulina. Porque Jessica no era diabética. Masy debió darse cuenta.
Encontró el equipamiento, así que debió haber estado buscando el Wrangler. Mintió sobre haber encontrado la insulina, pero no pude entender por qué. Consideré que tal vez Masy quería contármelo. Recordé las palabras exactas, el tono de su voz, el lenguaje de su cuerpo. Una mano descansaba en el borde de la puerta, casualmente había planteado el tema de la insulina, pero allí había deliberación. Como si hubiera intentado tranquilizarme.
Tu secreto está a salvo conmigo. Por ahora.
Sentí una repentina necesidad de dejar sola a Masy. Tenía que pensar el por qué me estaba cubriendo, qué era lo que querría de vuelta. Froté mi frente con la palma de mi mano. También debía prepararme. Cuando paró de nevar, nos estábamos yendo. Nuestro equipo nos guiaba hasta la ladera de una montaña a la que nunca había ido. Saqué el mapa de Siwon, intentando que no se me rompiese en los bordes desgastados. Luego me deslumbré por la línea de luz que brillaba debajo de la puerta. Cuidadosamente estudié las marcas que habían hecho en el mapa, las rutas de senderismo, cuevas, arroyos, chozas abandonadas, cada lugar que Siwon había recorrido y estudiado meticulosamente.
Rápidamente identifiqué Idlewidle y la autopista. Cuanto más miraba el mapa, más segura me encontraba del lugar donde estábamos. Siwon marcó una cabaña al sur de uno de los lagos más grandes, lejos de la carretera principal, y escribió “vacante/amueblado/electricidad.” Si el lugar era en donde estábamos, entonces habíamos conducido demasiado lejos.
Había pronosticado a Idlewidle a cinco millas. Paré. ¿Qué pasaba si en vez de guiar a Masy y a Yul a la autopista, en realidad las arrastrábamos con nosotras a Idlewidle? Pero Idlewidle estaba más alto que los otros lugares, e inmediatamente dudarían si las llevara cuesta arriba. Por ahora las había llevado a la carretera, lejos de Idlewidle y aún más de Siwon. Mirando por la ventana, me dije que en cuanto la nieve parase y el cielo se despejase, las estrellas se verían y el mundo no se vería tan desesperanzado y lleno.
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