Siwon me trajo caldo de pollo y pan para la cena. Luego se fue a despertar Jessica. Cuando la vi aparecer en la parte superior de las escaleras, no pude contenerme a mí misma. Me apresuré en hacer a un lado la bandeja con mi cena, arrojé lejos mis mantas, y corría hacia ella. El aturdido y drogado esmalte en los ojos de Jessica se despejó cuando me vio corriendo por los escalones hacia ella. Para el momento en que lancé mis brazos a su alrededor, Jessica ya estaba sollozando ruidosamente.

   —Pensé que iba a morir —jadeó—. Pensé que estabas muerta con seguridad.

   —Nadie está muerto —dijo Siwon, y casi podía oírlo rodar los ojos ante nuestro escaparate emocional.

   —No tenía ningún alimento —me explicó Jessica—. Me dejaron en la cabaña para que muriera. Y lo habría hecho, si Siwon no me hubiera encontrado.

   —Por supuesto que te encontré —señaló Siwon.

   Dije—: Ace me dijo que te dejó dos barras de muesli y una cantimplora, sin embargo, ¿no?

   Una rápida mirada culpable a su hermano reveló que Jessica había dejado esa parte fuera.

   —¡Sí, pero era apenas nada! No es suficiente para que dure dos días. Además, las barras de muesli estaban rancias y tuve que obligarme a comerlas.

   Por una vez, el melodrama de Jessica no me molestó. La abracé con más fuerza.

   —Estoy tan contenta de que estés viva y a salvo.

   —Siwon y yo tratamos de llamar a la policía, pero la línea telefónica es baja y el teléfono de Siwon no está recibiendo servicio — me informó Jessica—. Así que Siwon va a encontrar a Yul y Ace y traerlas él mismo. Arresto ciudadano, ¿no, Siwon? Ellas están a pie y Siwon tiene una moto de nieve. Le dije a Siwon que su plan es salir de la montaña y secuestrar un coche, y él va a salir mañana a primera hora a patrullar las calles. No se saldrán con la suya en esto.

   —Pero Yul… —empecé aturdida.

  —Voy a usar toda la fuerza que tengo para detenerlas —dijo Siwon—. Una cosa es segura. No van a dejar los Tetons, a menos que estén atadas en la parte trasera de mi camioneta.

   Parpadeé hacia Siwon. ¿Por qué estaba hablando como si Yul estuviese viva? Él disparó a Yul y quemó el cuerpo. Lo había visto hacerlo.

   —Siwon encontró la moto de nieve abandonada al borde del camino, ¿no fue eso afortunado? —Continuó Jessica—. Tenía las llaves en el encendido y todo. Había una radio en el mismo, y Siwon piensa que la moto de nieve probablemente pertenecía a un guardabosques. Trató de usar la radio para pedir ayuda, pero había sido destruida.

   —Afortunado —murmuré en acuerdo, un leve escalofrío pasando por mi espina dorsal. Siwon tomó la moto de nieve de la cabaña de patrulla del guardabosque. Entonces, ¿por qué no estaba corrigiendo a su hermana? ¿Por qué estaba mintiendo? ¿Siwon iba a fingir que no había matado a Yul? Seguramente la policía lo entendería. Yul era un criminal. Y de todos modos, Siwon disparó a Yul en defensa propia. Sólo que no lo había hecho. Como Tae me había recordado demasiadas veces para contarlas, Yul había estado desarmada cuando Siwon apretó el gatillo.

   Me fui a la cama entumecida, pero no de frío. Siwon me había seguido de cerca toda la noche, y fiel a su palabra, se había negado a dejarme dormir hasta que la temperatura de mi cuerpo se deslizara a un nivel seguro. A pesar de que había visto a Siwon comprobar las cerraduras de las puertas, tenía miedo a la oscuridad, y de lo que podría tratar de entrar mientras dormía. Tae estaba allí en el bosque. Y aun cuando una puerta cerrada podría retardarla, podría no detenerla. Su futuro dependía de la destrucción de la evidencia que probaba que era una asesina. Tenía una corazonada, ahora mismo, de que Tae se estaba sintiendo muy decidida.