Capítulo 1

Black Ice (Hielo Negro)
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CAPÍTULO 1

       Si moría, no sería de hipotermia. Decidí esto cuando me metí un saco de dormir de pluma de ganso en la parte trasera de mi Jeep Wrangler y la até, junto con cinco maletines con equipo, mantas de paño y lana, bolsas con revestimiento de seda, calentadores para los pies y colchonetas. Satisfecha con que nada fuera a salir volando en el viaje de tres horas a Idlewilde, cerré el maletero y me limpié las manos sobre mis shorts cortados.

      Mi teléfono sonó con la voz de Rod Stewart cantando "If you want my body," y me contuve de responder por un momento para que pudiera cantar la parte de "y piensas que soy y" junto con Rod.

     Al otro lado de la calle, la Señora Pritchard cerró la ventana de su sala de estar con un estrépito. Honestamente. No podía dejar que un perfecto tono se echara a perder.

     —Hey, chica —dijo Jessica, chasqueando su chicle a través del teléfono—. ¿Estamos en la fecha prevista o qué?

    —Un pequeño inconveniente. El Wrangler está sin espacio —le dije con un suspiro dramático. Jesica y yo habíamos sido las mejores amigas desde siempre, pero actuábamos más como hermanas. Bromear era parte de la diversión—. Tengo los sacos de dormir y el equipo dentro, pero vamos a tener que dejar atrás uno de los maletines: el azul marino con asas de color rosa.

    —Tú dejas mi bolso, y puedes darle un beso de despedida a mi hermoso dinero.

   —Debería haber sabido que jugarías la carta de la familia rica.

   —Si lo tienes, regodéate. De todos modos, deberías culpar a todas las personas que se divorcian y contratan a mi madre. Si las personas pudieran besarse y reconciliarse, estaría sin trabajo.

   —Y entonces tendrías que mudarte. En lo que a mí respecta, el divorcio es impulso.

   Jessica se rió con diversión.

   —Acabo de llamar a Bear. Él no ha comenzado a empacar todavía, pero jura que va a reunirse con nosotros en Idlewilde antes de que oscurezca. —La familia de Jessica era propietaria de Idlewilde, una cabaña pintoresca en el Parque Nacional Gran Teton, y durante la próxima semana, era lo más cercano a la civilización que conseguiríamos—. Le dije que si tenía que ahuyentar murciélagos del alero por mí misma, podía contar con unas vacaciones de primavera largas y castas —añadió Jessica.

    —Todavía no puedo creer que tus padres estén dejándote pasar las vacaciones de primavera con tu novio.

    —Bueno… —comenzó Jessica, con vacilación.

    —¡Lo sabía! Hay más en esta historia.

    —Siwon está viniendo como carabina.

    —¿Qué? Jessica hizo un ruido de arcadas.

  —Él vendrá a casa para las vacaciones de primavera y mi padre le está obligando a acompañarnos. No he hablado con Siwon al respecto, pero está probablemente cabreado. Odia cuando mi papá le dice qué hacer. Sobre todo ahora que está en la universidad. Va a estar de un ánimo horrible, y yo soy la que tiene que aguantarlo.

    Me senté en el parachoques del jeep, mis rodillas de repente sintiéndose hechas de arena. Dolía respirar. Así de la nada, el fantasma de Siwon estaba en todas partes. Me acordé de la primera vez que nos besamos. Durante un juego de escondidas a lo largo del lecho del río detrás de su casa, él había tocado el tirante de mi sujetador y metido su lengua en mi boca mientras los mosquitos silbaban en mis oídos.

    Y gasté cinco páginas registrando el evento en mi diario hasta la saciedad.

    —Él va a estar de vuelta en la ciudad en cualquier momento — dijo Jessica—. Apesta, ¿no? Quiero decir, lo has superado, ¿no?

    —Bastante superado —le dije, esperando sonar indiferente.

    —No quiero que esto sea incómodo, ¿sabes?

    —Por favor. No he pensado en tu hermano en mucho tiempo. — Entonces espeté—: ¿Qué pasa si yo mantengo un ojo en ti y Bear? Diles a tus padres que no necesitamos a Siwon. — La verdad era que no estaba preparada para ver a Siwon. Tal vez podría salirme del viaje. Fingir una enfermedad. Pero era mi viaje. Había trabajado duro para esto. No iba a dejar que Siwon lo arruinara. Había arruinado demasiadas cosas ya.

     —No estarán de acuerdo —dijo Jessica—. Él se encontrará con nosotras en Idlewilde esta noche.

     —¿Esta noche? ¿Y su equipo? No tendrá tiempo para empacar — señalé—. Hemos estado empacando por días.

     —Es Siwon de quien estamos hablando. Él es, como, medio hombre de las montaña. Espera, Bear está en la otra línea. Te llamaré de vuelta.

    Colgué y me tendí en la hierba. Inhalar, exhalar. Justo cuando por fin había seguido adelante, Siwon estaba de regreso en mi vida, arrastrándome al ring para la segunda ronda. Podría reírme por la ironía de la situación. Él siempre tenía que tener la última palabra, pensé cínicamente. Por supuesto que él no necesitaba tiempo para prepararse; prácticamente había crecido haciendo senderismo por Idlewilde. Su equipo probablemente estaba en su armario, listo en cualquier momento. Rebobiné mi memoria varios meses, hasta otoño. Siwon tenía cinco semanas de su primer año en Stanford cuando me dejó. Por teléfono. En una noche en que realmente necesitaba que estuviera allí para mí. Ni siquiera quería pensar en ello, dolía demasiado recordar cómo aquella noche había tomado lugar. Cómo había terminado.

    Después, teniendo compasión de mí, Jessica había acordado atípicamente dejarme planear nuestras vacaciones de último año, esperando que me animara. Nuestras otras dos amigas más cercanas, Rachel y Emilie, iban a Hawaii para las vacaciones de primavera. Jessica y yo habíamos hablado de pasar nuestras vacaciones con ellas en las playas de Oahu, pero debo haber estado hambrienta de castigo, porque le dije adiós a Hawai y anuncié que íbamos a empacar hacia Tetons en su lugar.

    Si Jessica sabía por qué había elegido los Tetons, tuvo la sensibilidad de no tocar el tema. Sabía que las vacaciones de primavera de Siwon coincidirían con las nuestras, al igual que sabía lo mucho que amaba el senderismo y acampar en los Tetons. Tenía la esperanza de que cuando se enterara de nuestro viaje, se invitara a sí mismo también. Quería desesperadamente pasar tiempo con él, para hacerle verme de forma diferente y que lamentara ser tan estúpido como para dejarme.

    Pero después de meses de no saber de él, por fin lo había comprendido. Él no estaba interesado en el viaje, porque no estaba interesado en mí. No quería volver a estar juntos. Dejé ir toda esperanza en nosotros y endurecí mi corazón.

    Había terminado con Siwon.

   Ahora este viaje era sobre mí. Cerré mi mente a la memoria y traté de pensar en mis próximos pasos. Siwon estaba volviendo a casa. Después de ocho meses iba a verlo, y él iba a verme. ¿Qué diría? ¿Sería incómodo? Por supuesto que sería incómodo. Me dio vergüenza que mi siguiente pensamiento fuera tan increíblemente vano: Me pregunté si había aumentado de peso desde la última vez que me había visto. No lo creía. En todo caso, la corrida y el levantamiento de peso que había hecho para preparar nuestra expedición con mochilas, había esculpido mis piernas. Traté de aferrarme a la idea de tener piernas atractivas, pero no me hacía sentir mejor. Más o menos, sentía ganas de vomitar. No podía ver a Siwon ahora. Había pensado que había seguido adelante, pero todo el dolor estaba surgiendo de vuelta, hinchándose en mi pecho. Forcé unas cuantas respiraciones profundas, componiéndome, y escuché la radio del Wrangler tocar en el fondo. No una canción, sino el informe del tiempo.

   —“…dos sistemas de tormentas previstas para golpear el sureste de Idaho. Por la noche, la probabilidad de lluvia aumentará a un noventa por ciento, con tormentas eléctricas y posibles vientos fuertes.”

   Subí las gafas de sol a la parte superior de mi cabeza y entrecerré los ojos al cielo azul que se extendía de un horizonte a otro. Ni una brizna de nube. Justo como si la lluvia estuviera en camino, y quería estar en la carretera antes de que llegara. Era una buena cosa que estuviésemos dejando Idaho y manejando por delante de la tormenta, hacia Wyoming.

   —¡Papá! —Grité, ya que las ventanas de la casa estaban abiertas. Un momento después, vino a la puerta principal. Estiré el cuello para mirarlo y puse mi mejor puchero de niña. —Necesito dinero para gasolina, papá.

    —¿Qué pasó con tu paga?

    —Tuve que comprar cosas para el viaje —expliqué.

   —¿No te ha dicho nadie que el dinero no crece en los árboles? — Bromeó, observándome con una sacudida de cabeza condescendiente. Salté hacia arriba y lo besé en la mejilla.

   —Realmente necesito dinero para la gasolina.

   —Por supuesto que sí. —Abrió su billetera con el más ligero suspiro de resignación. Me dio cuatro descoloridos y arrugados veintes—. No dejes que el tanque de gas descienda por debajo de un cuarto de su capacidad, ¿me oyes? Arriba en las montañas, las estaciones de gasolina son escasas. No hay nada peor que quedarse varado.

   Guardé el dinero y sonreí de manera angelical. —Mejor duerme con tu celular y un cable de remolque en la almohada, por si acaso.

   —Tiff…

  —Sólo bromeaba, Papá —le dije, riendo—. No me quedaré varada. —Me balanceé en el Wrangler. Se me había caído el top, y el sol había hecho el buen trabajo de calentar mi asiento.

   Irguiéndome en el asiento, comprobé mi reflejo en el espejo retrovisor. Para finales del verano, mi cabello estaría tan pálido como la mantequilla. Y tendría añadidas diez nuevas pecas a las filas de ellas. Había heredado genes alemanes del lado de mi padre. Suecos del de mi madre. ¿Probabilidades de quemaduras por sol? Cien por ciento. Levantando un sombrero de paja del asiento del pasajero, lo aplasté en mi cabeza. Pero maldición, estaba descalza. Traje perfecto de un 7-Eleven.

   Diez minutos más tarde, estaba en la tienda, llenando una taza con Slurpee3 de Frambuesa Azul. Bebí un poco de la parte superior y lo volví a llenar. Willie Hennessey, quien estaba trabajando el registro, me dio el mal de ojo.

   —Por Dios —dijo—. Sírvete a ti misma, ¿por qué no lo haces?

   —Ya que lo ofreciste —dije alegremente, y metí la paja entre mis labios una vez más antes de volver a llenarlo.

   —Se supone que debo mantener la ley y el orden aquí dentro.

   —Dos pequeños sorbos, Willie. Nadie va a la quiebra por dos sorbos. ¿Cuándo te convertiste en semejante manubrio?

  —Desde que comenzaste a robar Slurpee y pretender que no puedes hacer funcionar la bomba de gas, para que tenga que salir y llenar el tanque por ti. Cada vez que entras en la estación, quiero patearme a mí mismo.

Arrugué la nariz.

   —No quiero que mis manos huelan a gas. Y eres particularmente bueno en hacer funcionar la bomba de gas, Willie —añadí con una sonrisa halagadora.

   —La práctica hace al maestro —murmuró.

   Me dirigí descalza por los pasillos, buscando Twizzlers y CheezIts, pensando en que si a Willie no le gustaba bombear mi gas realmente debería conseguir otro trabajo, cuando la puerta de entrada rechinó. Ni siquiera oí los pasos antes de que un par de cálidas y callosas manos se deslizaran sobre mis ojos por detrás.

   —¿Adivina quién?

  Su familiar olor jabonoso pareció congelarme. Oré porque no pudiera sentir el calor aumentar en mi rostro bajo su tacto. Por un momento que se sintió eterno, no pude encontrar mi voz. Parecía encogerse dentro de mí, rebotando dolorosamente por mi garganta.

   —Dame una pista —dije, esperando sonar aburrida. O algo molesta.

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Comments

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k0309_hwang
#1
Chapter 43: Excelente un muy buen final para esta historia. El personaje de Jessica no era tan distinto a su hermano, tiene el mismo complejo de inferioridad de no ser por qué su padre la mimaba en exceso habría ayudado a Siwon definitivamente jajajaxd gracias por tu trabajo, espero con leerte de nuevo pronto.

Ya que lees casi los mismos libros que yo te recomiendo la trilogía El Despertar de Josephine Angeline. Es una de mis favoritas ojalá y te tomes el tiempo de echarle un vistazo :)

Hasta pronto!!!!
k0309_hwang
#2
Chapter 43: Excelente un muy buen final para esta historia. El personaje de Jessica no era tan distinto a su hermano, tiene el mismo complejo de inferioridad de no ser por qué su padre la mimaba en exceso habría ayudado a Siwon definitivamente jajajaxd gracias por tu trabajo, espero con leerte de nuevo pronto.

Ya que lees casi los mismos libros que yo te recomiendo la trilogía El Despertar de Josephine Angeline. Es una de mis favoritas ojalá y te tomes el tiempo de echarle un vistazo :)

Hasta pronto!!!!
medkaab
#3
Chapter 43: Woo hasta ahora la pude leer y terminarla
Me gusto el final demasiado intenso todo
Odie a siwon toda la historia jaja gracias por adaptar esta historia y compartirla, si adaptas alguna otra la estare leyendo que bonito el taeny :3
KamJ95
#4
Chapter 43: Estupendo, un buen final para un historia de suspenso :3 Me encanto!
Saeko11
#5
Chapter 43: Woooooooow que historia estuvo maravillosa!!!! Que final y que epílogo muero!
excelente adaptación!!! Gracias por compartirla!
Y gracias por no dejarnos a la deriva sino que preferiste terminarla!
Yo también quiero una Tae <3
Estaré pendiente por si encuentras otro libro que adaptar!
gea_ly
#6
Chapter 42: enserio adi termino asi ahh ..no manches
Saeko11
#7
Chapter 32: Oooooh mi pobre tae!!!! Ya tiffany empezó a dudar de Siwon Hahaha
Gracias por estos nuevos caps!
k0309_hwang
#8
Chapter 31: Wooo cuantas actualizaciones :O Eres así siempre con tus fics?? ... me vuelvo tu fan! jejeje.... Esperare a que lo termines todo para leerlo completo por que con lo que ya llevo tengo los nervios en su nivel mas tenso.

Tienes pensado alguna otra historia? ( sin tanto suspenso y thriller :3)
medkaab
#9
Chapter 24: Ooh genial ya hay mas confianza y me voy dando cuenta que tae no tiene nada que ver con las muertes o talvez si pero indirectamente quien sabe gracias por actualizar espero el proximo cap.
Dwarf0807 #10
Chapter 22: Ya nos dimos cuenta que Tae guarda algo, pero no creo que sea la asesina de esas personas. Ahora, Siwon esconde muchas cosas, y no es una blanca palomita. Mató sin pensarlo 2 veces.