Capítulo 41
Black Ice (Hielo Negro)
Una suave lluvia salpicaba la ventana de mi habitación, cayendo en diagonal debajo de las farolas al exterior. Al menos no era nieve. Seis días habían pasado desde que había salido volando de la montaña en el helicóptero del Señor Choi. Me había enterado de que un guardabosque había encontrado mi Wrangler abandonado a un lado de la carretera, y había informado al Departamento del alguacil del condado, quien entonces le había informado a mi padre y a los padres de Jessica de que nosotras nunca habíamos llegado a Idlewilde. Sin esperar a que el sheriff organizara una búsqueda, el Señor Choi inmediatamente contrató a dos voluntarios de búsqueda y rescate, y habían volado en su helicóptero para buscarnos.
Me preguntaba si el Señor Choi hubiera estado tan ansioso de llegar a Idlewilde si hubiera sabido lo que encontraría. Después de que había sido tratada en el hospital por hipotermia y deshidratación, había dado mi reporte completo a la policía. Les había dicho donde encontrarían el mapa de Siwon. Había explicado donde encontrarían el cuerpo de Im Yoona. El Señor y la Señora Im habían salido a recuperar el cuerpo de su hija, y el suceso había sido transmitido por cada estación de noticias local. No lo miré. No podía mirar a los Im y no recordarla a... ella. No había hablado con Jessica desde esa noche en Idlewilde. Su móvil estaba apagado, y ni siquiera estaba segura de que ella y sus padres estuvieran en la ciudad. Las luces de la casa de los Choi estaban apagadas también. O tal vez eso era para disuadir a los reporteros de noticas a acampar en su césped. No sabía que diría cuando viera a Jessica de nuevo. Le había hablado a la policía sobre Siwon.
Ella lo vio como una traición, lo sabía.
Toda su familia lo hacía. Por mi culpa, los secretos de Siwon habían salido al descubierto. En cuanto a Tae, no me permití el querer saber. Había escapado hacia el bosque sangrando, maltratada y sin suficiente ropa. Se enfrentó a la exposición, al hambre y a la captura. Sus probabilidades de supervivencia eran mínimas. ¿Un excursionista se tropezaría con su cuerpo congelado por semanas a partir de ahora, y luego escucharía sobre su muerte en las noticias? Cerré con fuerza los ojos y vacíe mi mente. Dolía bastante el querer saber. Bajé las escaleras por un tentempié para ir a la cama, contenta de encontrar a mi hermano, Ian, apoyado sobre el mostrador de la cocina, masticando un sándwich de mantequilla de maní.
Ian y yo generalmente peleábamos, pero había sido extrañamente dulce conmigo desde que llegué a casa, y en realidad estaba esperando con impaciencia su compañía esta noche. Ian untó mantequilla de maní en otra rebanada de pan, la dobló por la mitad y se la embutió toda dentro de la boca.
—¿Quieres uno? —gruñó.
Asentí, pero tomé el tarro por mí misma y el cuchillo para hacerme el sándwich. Ian abrió los ojos con sorpresa mientras esparcí mantequilla de maní suavemente sobre el pan.
—¿Realmente sabes cómo hacer uno? —dijo.
—Deja de ser melodramático.
—Papá me dijo que hiciste tu propia colada hoy. ¿Es cierto? — preguntó, abriendo los ojos con fingida sorpresa—. ¿Quién eres y que has hecho con mi hermana?
Puse los ojos en blanco y me apoyé sobre la encimera.
—En caso de que no lo haya dicho últimamente, me alegra que seas mi hermano mayor. —Le di una palmada cariñosamente en la cabeza—. Incluso cuando me insultas.
—¿Quieres ver una película?
—Sólo si primero te cepillas los dientes. Es muy repugnante cuando tu aliento huele a mantequilla de maní y palomitas de maíz.
Suspiró.
—Justo cuando pensaba que habías cambiado.
Nos dejamos caer sobre puffs enfrente de la televisión e Ian la encendió. Las noticas de las diez estaban en pleno apogeo.
Una reportera dijo—: Choi SIwon es detenido por cuatro cargos de asesinato en primer grado y dos cargos por intento de asesinato en el Centro de Detención del Condado de Teton. Las fuentes dicen que sin duda será encontrado incompetente para ser juzgado. Sufrió una grave lesión cerebral durante un intento de suicidio poco antes de su detención y se espera que sea entregado a un hospital mental del Estado para un tratamiento adecuado.
—¿Quieres que lo apague? —preguntó Ian, con una mirada de preocupación. Le hice señas para que hiciera silencio y me incliné hacia adelante, mirando fijamente la señal a la que la estación había cambiado brevemente. Era una transmisión a distancia de Siwon siendo empujado hacia el centro de detención en una silla de ruedas. Los reporteros y camarógrafos se presionaban tan cerca de él como la policía lo permitía, tomando fotografías y acercándole micrófonos, pero mis ojos se movieron hacia una mujer alejada de la multitud. Ella estaba usando un abrigo de plumas de ganso y unos vaqueros oscuros que parecían nuevos. Mis manos empezaron a sudar. Su cabeza estaba inclinada hacia abajo, protegiéndola de las cámaras, pero casi se parecía a… La reportera continuó—: Choi se graduó en la escuela secundaria de Pocatello Highland el año pasado y les dijo a familiares y amigos que estaba asistiendo a la Universidad de Stanford este año. La oficina de admisiones de Stanford confirmó que Choi envió una solicitud a la universidad, pero no fue aceptado. El padre de Choi Siwon, un Contador Públ
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