Dara estaba impaciente en el camerino de Bom, o lo que Bom llamaba su camerino, pero para Dara se sentía más como el armario de un conserje. Reacción diplomática de “acogedor”, y podría haber sido bastante cierto si no fuera por la ropa al azar y las perchas esparcidas por el suelo, o el extraño olor que emanaba de una bolsa misteriosa en la esquina.

-Te mueves mucho.- Dijo Bom, con total naturalidad.- El camerino de CL es enorme. Lo vi el otro día. En serio, enorme. Tiene prácticamente una sala de estar en él. Uno así será mío.

Dara se limitó a asentir en silencio, deseando que Chaerin pasara por ahí.

-Entonces…- Continuó Bom, buscando en la bolsa pequeña en su regazo.- Necesito tu opinión sobre algo.

-¿Eh?

-¿Qué sabor de brillo labial crees que a CL le guste más?- Bom levantó varios tubos de colores.- Tengo cereza, mango, naranja, fresa, manzana…

-Manzana.- Dijo Dara automáticamente.

Bom se volvió hacia ella.

-¿Sí?

Dara quería patearse a sí misma.

-O… de fresa.

-No eres de ayuda.- Bom arrojó los tubos de nuevo en la bolsa y se sentó en la silla. Sólo había una silla en la sala, ya que sólo una silla encajaba ahí. Habían acordado turnarse.- Estar esperando ha de ser la parte más molesta de la filmación.- Suspiró y luego se iluminó.- Así que… ¿no vas a decirme acerca de tu amante misteriosa todavía?

-Esta noche.- Dara prometió.

-¿Por qué no ahora? Eres tan exasperante con este tema. ¿Puedo al menos hacer preguntas?

-Claro.- Dara estaba feliz con hablar de Chaerin, aunque sea indirectamente.

-¿Cómo es ella en la cama?

Fue totalmente sorprendente que Bom comenzara con una pregunta así, y Dara se ruborizó.

-No lo sé… todavía.

-Oh, no, no.- Dijo Bom, sacudiendo a cabeza.- ¿No han dormido juntas todavía? ¿Por qué no lo han hecho?

¿Por qué no lo habían hecho?

Dara no sabía las razones de Chaerin. Ni siquiera sabía si Chaerin tenía algunas razones. La actriz siempre parecía contenta de dejar que Dara marcara el ritmo.

-No estoy lista.- Es lo que le dijo a Bom, y realmente era la verdad.

Quería hablar con alguien acerca de todo esto primero. Necesitaba divulgar todos los detalles de los últimos meses y ordenar a través de todas las piezas. Necesitaba que Bom la perdonara por haberle mentido, la abrazara y le dijera que enamorarse de una estrella de cine encerrada en el closet era una buena cosa. No sabía por qué, pero consideró importante no tener todos esos secretos que pesaban sobre ella.

Bom parecía que quería protestar contra la noción misma de no estar preparada para el o, pero Dara se libró de ello por un golpe en la puerta.

-¡Adelante!

La puerta se abrió y apreció Minzy, y Dara no podía dejar de mirar hacia atrás para ver si Chaerin estaba cerca.

-Hey, estoy buscando a Marshall, ¿lo has visto?- Minzy dirigía la pregunta a Bom, pero miró curiosamente a Dara.

Fue entonces que Dara notó que Minzy tenía un pedazo de papel en la mano y que estaba instando a Dara que lo tomara con discreción.

-No, él vino por aquí antes para asegurarse de que yo estaba aquí, pero no lo he visto desde entonces.

Dara hizo un agarre rápido del papel cuando estaba segura de que Bom no estaba mirando. No podía imaginar lo que estaba escrito en él, pero tenía una buena sensación de que sabía de quién era.

-Bien, bien. Si lo ves, dile que estoy buscándolo, y que aún me debe veinte dólares.

-Lo haré.

Minzy sonrió en dirección a Dara y salió.

Dara luchó contra el impulso de abrir la nota en ese mismo momento.

-¿Quién es Marshall?

-El asistente de la directora.

Dara asintió con la cabeza como si eso significara algo para ella.

-Es tu turno para sentarte en la silla mágica.- Anunció Bom, poniéndose de pie.- Voy a la habitación de las actrices. Vuelvo en un segundo.

Dara estaba inmensamente satisfecha por el momento de Bom. Esperó hasta que la puerta se cerró antes de desplegar el papel. Decía simplemente “Te extraño” y había un dibujo indescifrable vagamente parecido a un pollo. O un perro. Dara sonrió y se quedó mirando estúpidamente las palabras.

Buscó su teléfono. Como no tenía a nadie quien actuara como su mensajero, tendrá que enviar un mensaje de texto.

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-…Este maravilloso invento conocido por algunos como “celular”, ahora viene con servicios fascinantes de la élite tecnología, como llamar o enviar mensajes de texto. Estos mensajes atraviesan las montañas e instantáneamente aparecen en la pantalla de dispositivo receptor, eliminando así la necesidad de herramientas antiguas como la pluma y el papel.

Las burlas de Youngbae sólo servían para hacer sonreír a Chaerin.

-¿Crees que fue tonto?

-Sí, pero probablemente creerá que eres adorable por el dibujo de la… uhm… oveja.

-Conejo.

-No tienes idea de cómo se ve un conejo, ¿verdad?- Él se recostó en los cojines del sofá y se cruzó de brazos, mirándola pensativo.- Te ves diferente.

Chaerin alzó las cejas.

-¿Diferente cómo?

La estudió, sus ojos cafés se redujeron en la concentración. Después sonrió.

-Te ves feliz.

Ella sonrió.

Feliz. Sí. Era sin duda eso. Pensar en Dara la hacía sentirse más liviana, más brillante, entusiasmada con nada y con todo. Cada momento lo sentía como rebosante de posibilidades. Era una tontería, lo sabía, y probablemente ingenuo dejar sólo ver el lado positivo de las cosas. Había problemas de todo esto, más oscuros, más serios sobrevolando la zona, pero era difícil prestarles atención. No quería pensar en lo que pasaría. Estaba cansada de sentir miedo. Dara era suya y quería aferrarse a eso durante el tiempo que durara.

Minzy entró a la habitación, y el ritmo cardiaco de Chaerin se aceleró. A pesar de su optimismo, que se basaba principalmente en la certeza de sus propios sentimientos, aún quedaba un rastro de duda que surgía de su frustrante incapacidad de leer la mente de Dara. Se sentía con miedo por la nota que había enviado a Dara, había sido muy débil y tal vez Dara en este mismo momento estaría reconsiderando sus sentimientos acerca de Chaerin.

-¿Y bien?

Pero Minzy estaba en el proceso de saltar al sofá por encima de Youngbae. Un movimiento que Chaerin encontró poco práctico, ya que no había suficiente espacio para caminar alrededor de su amigo. Youngbae había levantado la pierna para bloquearla y Minzy prácticamente estaba tirada sobre él, con las piernas aterrizando en su estómago. Youngbae gritó sonando algo dramático y Minzy se rió.

Chaerin brevemente se preguntó si estaban de nuevo juntos.

Minzy se giró de modo que quedó en el sofá. Sus piernas estaban todavía en Youngbae. Miró a Chaerin, como si recordara que estaba ahí.

-Tu nota fue entregada con éxito, Romeo. En realidad, fue bastante divertido. Como estar de regreso en la escuela secundaria.

Chaerin se estremeció ante eso, tenía la esperanza de que Dara no haya pensado que era infantil. Comenzó a preguntar si Dara había dicho algo, pero su teléfono la interrumpió. Lo buscó y vio que tenía un mensaje de Dara.

“Gracias por el dibujo del… uhm… lo que se suponía que era. Es realmente lindo. Pensé que también deberías saber que me muero por besarte”

-¿Está ruborizada?- Youngbae preguntó.

-Ella lo está.- Dijo Minzy.- Qué linda.

-Amor de adolescentes.

Chaerin leyó el mensaje de nuevo y puso el teléfono a la distancia. Ella sonreía sin siquiera darse cuenta.

-Cállense.

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Dara caminaba junto a una chica rubia del equipo de la película que se presentó como Cylon.

-Ese no es mi verdadero nombre, obviamente, pero el apodo es una larga historia. ¿Quieres oírla?- La chica no esperó la respuesta antes de lanzarse en una complicada historia conexa sobre una tostadora. Dara tuvo problemas para seguir la historia, así que sólo se calló y se echó a reír cuando lo sentía oportuno.

Mientras escuchaba, miró a su alrededor en busca de Chaerin, pero no la vio entre la gente caminando. Centró su atención en la actividad a su alrededor, observando a los miembros del equipo, ya que se movían, reordenando las luces y gritándose los unos a los otros. Podía ver la barra que Chaerin le había tratado de hacer visualizar la noche anterior. Se veía sorprendentemente extraña en el centro de la sala, con dos paredes que faltaban y la gente caminando a través de ella, arrastrando cables, cambiando las sillas alrededor. Vio a alguien sentada en una de las mesas, y se dio cuenta que era Jessica.

Dara se había olvidado de Jessica, o por lo menos, había olvidado los sentimientos de celos que Jessica despertaba en ella. De repente se le ocurrió que no tenía idea de dónde estaban las cosas entre la directora y Chaerin. Ella sintió una punzada de miedo. Estaba tan aliviada de que Chaerin y Jessica no habían dormido juntas que había asumido automáticamente que significaba que Chaerin no estaba interesada. Pero habían estado en una cita. Habían estado en una cita y luego Dara se le había arrojado a Chaerin.

Cylon la llevó a una fila de sillas que habían sido colocadas cerca de las cámaras y entregó a Dara un auricular. Luego se detuvo.

-¿Así que eres amiga de Beck?

Dara miró, decidiendo hacer caso omiso de sus preocupaciones por el momento.

-¿Te refieres a Bom?

-Correcto, lo siento. No la conozco muy bien.- Miró a su alrededor y luego se inclinó más cerca.- ¿Has conocido a CL?

La forma en que dijo el nombre de Chaerin sobresaltó a Dara momentáneamente, recordándole que CL, su CL, en realidad no era suya en absoluto, sino más bien alguien que pertenecía al reino de lo adorado y admirado, un lugar donde ella no existía.

-¿Tú lo has hecho?

Cylon parecía haber estado esperando la pregunta. Ella sonrió.

-Le he llevado el café antes y ella dijo que le encantaba cuando lo hacía. No dijo por qué, pero sé que es porque ninguno de los otros asistentes pone suficiente azúcar a su taza.- Bajó la voz.- Su novio es tan y. ¿Lo has visto?

Dara sólo asintió con la cabeza, resultándole extraño este otro mundo entero de Chaerin del que ella no era parte. En este momento fácilmente podría creer que lo había imaginado todo, que Chaerin no era más que una extraña, una víctima de una fantasía elaborada. Lanzó el pensamiento a un lado a la distancia por su bien, y continuó la conversación.

-Sí, es y.

-¿Quién es y?

Dara volvió la cabeza para encontrar que Minzy se acercaba a ellas y la miraba con curiosidad. De inmediato se sintió avergonzada.

-Dong Youngbae.- Dijo Cylon fácilmente.- Pero supongo que lo sabes.- Se rió, como si ella no encontrara incómoda la conversación.- Debo volver al trabajo. Encantada de conocerte, Danee.

Dara comenzó a corregir, pero ella decidió que no valía la pena el esfuerzo. Además, estaba ansiosa por dar marcha atrás en su comentario anterior. Cuando Minzy se sentó junto a ella, le dijo:

-No creo realmente que Youngbae sea y.

-¿No?

Dara saltó ante el sonido de una voz masculina.

Oh, Dios…

Youngbae había llegado por detrás, y ahora tenía el ceño fruncido. Ella estaba avergonzada.

-No, eres y, sólo quise decir… yo sólo estaba…- No tenía idea de cómo terminar la frase.

-¿…Tratando de negar tu enorme atracción por mí?-Él sonrió.- Entiendo. Soy difícil de resistir.

Estaba burlándose de ella, ofreciéndole una salida a la situación embarazosa y Dara estaba agradecida. Le tomó la señal y suspiró.

-Supongo que tendré que aprender a controlarme de alguna manera.

Se inclinó y le susurró.

-Eso está bien, porque de otro modo Chaerin me va a matar.- Guiñó un ojo y se alejó para poder tomar asiento al lado de Minzy.

Dara se echó a reír, en su mayoría por reflejo. Estaba demasiado aturdida para sentir otra cosa. No estaba preparada para lo bueno que se sentía tener su relación con Chaerin reconocida. Las palabras de Youngbae le hicieron sentir que podía respirar.

-Lo que significa que estamos aliviado de que, ya sabes, por fin dejara de suspirar por ti, estaba haciendo el ridículo.- Youngbae sonrió.

Dara no estaba segura de qué hacer con eso.

-¿Suspirar? Yo fui la que me tiré sobre ella.

Youngbae estaba inclinado sobre el brazo de la silla, casi cayendo en el regazo de Minzy.

-¿En serio? Cuéntanos más sobre eso.

Minzy le golpeó en la cabeza.

-Lo que quiere decir es que estamos contentos de que todo haya salido bien.

Youngbae se frotó la cabeza y frunció el ceño ante Minzy.

-Eso no es así…

Dara perdió el resto de la conversación, totalmente distraída por el hecho de que Chaerin apareció caminando ante su vista. Se quedó sin aliento al verla. Alrededor de la actriz habían como cuatro personas qu