-Me alegra que estemos haciendo esto.- Dijo Jiyong disminuyendo el volumen de la música en el coche.

Dara apartó la vista de la ventana para mirar a su novio.

-¿Hacer qué?

-Esto. Ir a cenar a casa de tus padres.- Dijo. Él la miró brevemente antes de volver su mirada a la carretera.- Hemos estado distanciados últimamente. Sé que he estado ocupado con alguno de esos proyectos, pero el próximo semestre deberá ser menos pesado hasta la graduación.

-Sí.- Dijo Dara, volviéndose de nuevo a la ventana.

Su estado de ánimo se había agriado toda la tarde. Comenzó con una invitación de última hora para cenar pero ella no había querido salir. Primero le había llamado su madre y, a continuación, Jiyong.

Se había iniciado una lucha sobre si ir o no en el auto de Jiyong. Dara pensó que era ridículo conducir cuando su familia vivía cerca de la parada del metro, pero Jiyong quería mostrar su nuevo sistema de estéreo y algunas otras “cosas” que no entendía bien. Por lo tanto, cedió a eso también.

Ahora, quedaron atrapados en el tráfico, y Dara estaba demasiado ocupada sopesando los pros y los contras de saltar del coche y que Jiyong llegase solo a reunirse con su familia.

-¿Crees que el coche va a estar bien en la calle de tus padres?

Dara giró lentamente la cabeza en su dirección.

-¿Qué?

-Bueno.- Jiyong se acomodó en su asiento.- Sólo se me ocurrió que tu familia no vive en el mejor de los barrios.- Él se encogió de hombros.- Pero, es por eso que invertí en ese gran sistema de seguridad, ¿no? Estoy seguro que va a estar bien.

Dara giró sus ojos y miró a la distancia.

-Dara ¿estás bien?

-Bien.

-¿Sigues molesta conmigo por haber traído el auto? Vamos, no seas así. Sabes cómo odio tomar el metro. ¿No es esto mejor?

-¿Hablas de estar parados en el tráfico?

-Se va a despejar pronto. Además, esto no da la oportunidad de hablar. He estado pensando, tú sabes, sobre lo que sucederá después de la graduación. Me preguntaba qué pensabas acerca de ello.

-¿Sobre qué?

-Nosotros. Voy a estar en Harvard. Y tú aquí.

-¿Y?

-Bueno, pensé que quizás… Espera.- Alcanzó su bolsillo y atendió su celular.- Hey, hombre, ¿qué pasa?... No, sólo estoy con mi chica. ¿Qué pasa?... ¿Esta noche? Sí, supongo… seguro… después de la cena, ¿de acuerdo?... Bueno, así será.

Dara aguardó expectante una explicación de Jiyong después de terminar la llamada. Aunque la conversación de un lado no pintó un panorama completo, la experiencia lo hizo.

-Era Shin. Nos invitó a un bar esta noche.

-¿Y?

-Le dije que íbamos después de la cena. Genial, ¿verdad?

-No, no es genial. ¿Por qué siempre haces eso? ¿Es tan difícil preguntarme primero, incluso si quiero ir a cualquier otro lugar esta noche?

-¿Eso quieres?

-¡No!

Jiyong frunció el ceño.

-¿Por qué no? Pensé que no tenías nada que hacer esta noche.

-Ese no es el punto. Sólo que no quiero ir.

-¿Por qué? Creí que te gustaban mis amigos. Serán algunas bebidas rápidas y entonces estaremos fuera, te lo prometo. Pensaba quedarme en tu casa hoy, de todos modos.

Dara respiró profundamente y contó hasta diez. Dos segundos más tarde, estaban de nuevo en movimiento y Dara se dio por vencida. Más tarde, se prometió a sí misma. Hablaremos de esto más tarde.

La cena comenzó bastante agradable. El estado de ánimo de Dara mejoró considerablemente al llegar al apartamento de su familia, y ella empezó a creer que tal vez había sido exagerada sobre no querer ir. Después de todo, era su familia.

-¿Eso es todo lo que vas a comer?- Dijo Kyung, mirando el plato de Dara con una mirada de horror.- ¿Arroz blanco?

-No tengo hambre.- Respondió Dara.

-Pero, ¿qué pasa con el pollo?

Dara suspiró.

-Mamá, ya te lo dije. Soy vegetariana. No como carne.

-Dios, dame paciencia.- Se dirigió a Jiyong y sonrió.- ¿Tú, Jiyong?

-Oh, me encantarían algunos, gracias.- Jiyong levantó el plato y aceptó la comida con su habitual sonrisa encantadora.- Su comida en maravillosa, Sra. Park.

-¿Sandara no cocina para ti?- Kyung miró a Dara con una mirada de decepción.

-Ah, claro que sí.- Dijo Jiyong, guiñando a Dara.- Hace unas semanas me hizo… ¿Uhm, que me hiciste?

-Ramen.- Dijo Dara, sin mirarlo.

SangHyun se rió.

-Apuesto que cualquier cosa cocinada por Dara sabe como un experimento de ciencias.

Dara fulminó a su hermano con la mirada.

-Sandara, ¿por qué no haces algo de lo que te he enseñado a hacer?- Dijo Kyung, frunciendo el ceño profundamente.- Una buena sopa de pollo o de camarones.

Dara giró los ojos.

-Entonces.- Dijo Jeong, en cuanto a Jiyong.- Felicitaciones por entrar en Harvard.

-Gracias, Sr. Choi.

-Tus padres deben estar muy orgullosos.- Dijo Kyung sonriente.

Jiyong sonrió.

-Sí, lo están.

-Creo que tendrás la intención de realizar una gran cantidad de viajes por allá.- Le dijo Kyung a Dara.- Será difícil separarse después de todos estos años juntos.

Jiyong asentía con la cabeza, revolviendo los alimentos con su tenedor.

-Sí, efectivamente estaba pensando que tal vez, si Dara mantiene sus calificaciones, puede ser transferida el próximo año.

Dara miró bruscamente a Jiyong.

-¡¿Qué?!

-Bueno, sólo espero que puedas convencerla de estudiar algo más práctico.- Dijo Jeong.- Todo esto del negocio del arte está muy bien para un hobby, pero gastar dinero para una educación al respecto…- Él negó con la cabeza.

-Con todo el debido respeto, señor, apoyo a Dara en su decisión de estudiar arte. Quiero decir, si eso es lo que quiere.- Él sonrió tomando la mano de Dara. Ella estaba demasiado aturdida para comentar.- Si todo va bien, vamos a estar casados en el momento en que me gradúe de la Escuela de Derecho. Me encantaría iniciar una familia.

-Tienes que terminar la escuela primero.- Dijo Kyung.

-Por supuesto.- Jiyong estuvo de acuerdo.- No lo haría de ninguna otra manera.

Dara abrió la boca para hablar pero no pudo emitir sonido alguno. ¿Transferencia? ¿Matrimonio? ¿Una familia? Vio parpadear su vida ante sus ojos y ella ni siquiera había terminado de cenar todavía.

-Así que… ¿Siwon no está aquí? Quería mostrarle novedades de mi coche.

El silencio cayó como una manta sobre la mesa.

Jeong aclaró su garganta.

-Ya no estamos en contacto con él.

-Resulta que el Todopoderoso Siwon es la Reina Gay.- Dijo SangHyun con burla.

-Hyun…- Advirtió Kyung.

-¿Qué? Es cierto. Es probable que esté fuera en algún lugar probándose vestidos.

-¡Basta!- Jeong golpeó su mano sobre la mesa tan fuerte que sacudió la vajilla.- Esto no es un tema para discutir en la mesa.

Dara se mordió el labio y deslizó su mano por debajo de la de Jiyong. ¿Cómo podían ser tan crueles como para despedir a Siwon así? ¿Y cómo van a sentarse a discutir su futuro como si el chico no existiera? Pero lo más importante. ¿Por qué se los permitía?

De repente, y con toda claridad, recordó por qué no había querido ir esa noche.

-¡¿Por qué diablos no me lo dijiste?!- Gritó Jiyong golpeando con sus puños el volante.- ¡No habría hablado de eso si lo hubiese sabido!

-¡No es asunto tuyo!

-¿No es asunto mío? Me hiciste parecer un idiota ahí, Dara. Jeong estaba enojado…

-Esto puede ser como un choque para ti, Jiyong, pero el mundo no gira alrededor de ti, ¿de acuerdo? Y las cuestiones personales de mi familia no son de tu preocupación.

-¿No es de mi preocupación? ¡¿No es de mi preocupación, Dara?! ¡Estamos prácticamente casados!

-¡No, no lo estamos! Y eso es otra cosa, ¿de dónde sales a decirle a mi familia que puedo transferirme a Harvard? No quiero hacerlo.

Jiyong se encogió de hombros, echando un vistazo en el espejo retrovisor antes de adelantarse a alguien.

-Tienes posibilidad de entrar. Quiero decir, sé que es una posibilidad remota, pero me imagino que con una acción afirmativa se puede.

-¿Qué?

-Lo siento, es sólo que como minoría tienes una mejor oportunidad que todos los demás. Eso es lo que quise decir.

-Muy bien. Para el coche, Jiyong.

-¿Qué?

-Detén el maldito coche o te juro que voy a saltar fuera de él y en el tráfico.

Jiyong se vio obligado a parar en el lugar disponible más cercano.

-Vamos a hablar de esto.

Dara iba a medio camino de la puerta.

-No hay nada de qué hablar. En lo que a mí respecta, tú y yo terminamos.- Dejó que el sonido de la puerta cerrada marcara su enojo.

Dara sabía que no había terminado una relación de dos años y medio. No termina con la proclamación de cinco palabras y una salida apresurada. Sabía que le iba a llamar, y si no llamaba, entonces ella lo iba a hacer. No había terminado, pero estuvo cerca. Había casi terminado, que, de alguna manera, era bastante bueno. Podía sentirse aliviada de que había tenido las agallas para defenderse a sí misma ese segundo antes de haber huido.

No deseaba ser una cobarde. Para todos lo de Siwon estaba oculto, al menos había sido lo suficientemente valiente para, eventualmente, proceder a limpiar, para ser sincera, para hacer frente a sus temores. Deseaba verse a sí misma de algún modo valiente. Ta vez, esta noche, ha sido un paso hacia esa dirección.

El apartamento estaba oscuro, vacío, cuando Dara giró la llave. Se sintió aliviada de no tener que hacer frente a su compañera de habita