Chaerin había sido sorprendida por el golpe en la puerta y se había apresurado a contestar, con la esperanza de que tal vez Dara hubiera regresado a continuar la conversación. Pero era una falsa esperanza, y ella lo sabía antes de comprobar la identidad de su visitante.

Con un suspiro, abrió la puerta.

-¿Qué estás haciendo aquí?

Minzy sonrió y levantó una bolsa.

-Conseguirá ponerte realmente ebria.

-Gracias, pero no.

Minzy puso la bolsa abajo.

-Te ves como la mierda.

-Adiós, Minzy.- Chaerin cerró la puerta y comenzó a alejarse. Pero el golpe vino de nuevo.- ¡No estoy de ánimo!

-Hay que hablar de ello.- La voz de Minzy llegó desde el otro lado.

-No quiero.

-Bueno, ¿al menos puedo usar tu baño?

Chaerin dudó.

-¿Cómo sé que no estás mintiendo?

-Porque eres mi jefa y nunca soñaría con mentirte

Chaerin rodó los ojos, pero abrió la puerta.

-Que sea rápido.

Minzy se dio prisa y se dirigió hacia la cocina.

-¡Ha! ¡Tonta!- Se rió.- Pondré el vodka en el congelador.

Chaerin no se encontraba de ánimos para ello. Cerró la puerta y se dirigió hasta su dormitorio. Se arrastró a la cama y tiró las sábanas sobre su cabeza.

Tal vez si la ignoro, se irá.

Cerró los ojos en la oscuridad debajo de su edredón. Se sentía hecha un lío. Después de que Dara se había ido, leyó los mensajes de texto que Dara había enviado el día anterior. También había un montón de llamadas perdidas que deberían proceder del momento en que había estado en el teléfono con Jessica.

Dara debía sospechar algo. Y era casi inevitable que eso sucediera a la larga. Pero, ¿tenía que ser hoy?

Escuchó a Minzy en las escaleras y un momento después, los cobertores fueron lanzados a la distancia.

-Esto no es bueno.- Dijo Minzy, lanzado las cubiertas de la cama por completo.- La depresión no te conviene. Vamos. Habla conmigo.

-¿Qué debo decir?- Chaerin se arrastró sobre la cama para obtener los cobertores.- Ella me odia, que es el menos deprimente de mis pensamientos. En este punto, solo estoy esperando que me odie. Si ella me odia por lo menos eso significa que le importa. Si no me odia y entonces me abandona, ¿qué es? Indiferencia. Ugh.- Se cubrió con las mantas sobre la cabeza de nuevo.

Minzy suspiró y se sentó en el borde de la cama.

-Si ella fuera indiferente no te habría abandonado. Pudo decir… no sé… “pásame el queso”

Chaerin frunció el ceño y empujó las mantas de lado.

-¿”Pásame el queso”?

-¡No lo sé! No sé cómo suena la indiferencia.

-Pero, ¿”pásame el queso”? ¿Quién dice eso?

Minzy pensó en ello.

-¿Los ratones?

Chaerin rodó los ojos y se sentó.

-Odio esto. Quiero, decir, lo veía venir, pero…

-Dale tiempo. Ella volverá.

Chaerin sacudió la cabeza.

-No quiero creer eso. No puedo hacerlo. Es mejor si solo no tengo esperanzas.

-Mira, vas a estar actuando en la misma película con su mejor amiga, así que las probabilidades son que vas a verla de nuevo de todos modos.

Chaerin se cubrió el rostro con las manos.

-Me había olvidado de eso. ¿Qué pasa si Dara le dice todo a Bom? ¿Qué pasa si Bom se enoja y decide hacerme salir?

-Entonces vamos a tratar con ella.- Dijo Minzy con calma

Sonaba tan racional viniendo de los labios de Minzy que Chaerin no tuvo más remedio que creer. Se hundió de nuevo en su almohada.

-Estoy cansada.- Dijo, con la esperanza de que Minzy lo captara.

Minzy la miró con preocupación, pero asintió.

-Bien, pero voy dejarte el vodka.

Chaerin casi sonrió.

-Gracias por venir a comprobar si estaba bien.

-Todo por ti. Youngbae quería venir, pero su idea de animar no era más que o y ordenar una stripper. Así que le dije que podía manejarlo.

-Gracias por eso también.

Minzy hizo una pausa en su camino por las escaleras.

-Creo que ella va a volver.- Dijo y luego caminando en su camino.

Chaerin escuchó el sonido de la puerta y cuando llegó, dejó escapar un suspiro.

Dara podría perdonarla, ella lo sabía, pero era más probable que nunca quisiera hablar con ella de nuevo. Y por mucho que quisiera matarse por no hacer nada, hacer algo se sentía inapropiado. Ella no podía llamar y tampoco podría presentarse frente a la puerta de Dara. Enviar un correo era una idea tonta, y mensajes de texto era peor.

Así que se quedó esperando solo con la esperanza secreta de que todo mejorara.

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Dara despertó con el sonido de un comercial de coches en la televisión y parpadeó al ver las imágenes en la pantalla hasta que su mente empezó a aclararse. Se sentó en el sofá y se frotó los ojos por el sueño. Y entonces oyó el golpe de la puerta.

Bostezó, se puso de pie preguntándose a la vez quien podría ser. La luz en la habitación de Bom estaba apagada y la puerta estaba abierta, lo que significaba que su amiga no estaba. ¿Bom trabajó esa noche? Dara no podía recordarlo. Odiaba las siestas. El tiempo siempre se sentía raro después.

Llegó a la puerta y se detuvo con la mano en la cerradura.

-¿Quién es?- Llamó, y se preguntó si alguien en cualquier lugar con honestidad le respondería: “un asesino”.

-Es Minzy. Gong Minzy.

El nombre le sonaba vagamente familiar a la mente confusa de Dara, y la puerta ya estaba a mitad de camino antes de que ella recordara plenamente quién era.

La asistente de CL se encontraba en el pasillo, mirándola vacilante.

-Me siento realmente mal por aparecerme así.

Preguntas quedaron flotando a través de la mente de Dara.

-¿Cómo supiste dónde vivo?

-Jessica Jung me dio la dirección.- Dijo Minzy, y tuvo la decencia de sonar avergonzada por ello.

El nombre también le resultaba familiar a Dara, pero no podía recordar bien quién era.

¿Alguien de la película de Bom?

-Mira, antes de que preguntes, Chaerin no me envió aquí. De hecho, posiblemente me mataría si supiera que estoy aquí.

Dara se sentía incómoda ahí en la puerta. Casi podía escuchar la voz de su madre en su cabeza gritándole acerca de los modales.

-¿Quieres entrar?

Minzy miró agradecida y le sonrió levemente cuando entró.

-¿Está tu compañera en casa?

Dara sacudió la cabeza como cerraba la puerta.

-No, al parecer está afuera.

Minzy se veía aliviada.

-No quiero imponerme. Y probablemente ni siquiera debería estar aquí hablando contigo acerca de esto, pero pensé… pensé que quizá me podrías ayudar.

Es curioso cómo gran parte de su vida se sentía como un sueño en estos días. Dara se metió en la cocina.

-¿Deseas algo de beber?

-No, gracias, estoy bien.

Dara tomó una botella de zumo de la nevera y un llenó un vaso.

-Entonces, ¿cómo te gustaría que ayude? ¿Estás aquí como testigo de CL?

-Supongo. Ella… ella no es lo que crees.

Dara rió y puso el zumo en la nevera.

-Bueno, ya me he dado cuenta de eso.- Indicó una silla, pero Minzy sacudió la cabeza.

-Tengo que admitir que mentirte fue terrible, pero tienes que entender de donde viene eso.- Minzy comenzó.- Ella no es insensible o alguna idiota que se dedica a lastimar a la gente. La obra de arte que compró en el Central Park… ella la ama sinceramente. M