La pantalla del teléfono de CL se apagó después de unos segundos y finalmente Dara comenzó a apartar la mirada. Su mente se cerró y un disco rayado se hizo cargo de ella. Oh, Dios mío, fueron las únicas palabras que pasaban por su mente. El corazón le martilleaba en el pecho mientras sacó su teléfono de nuevo. Con dedos temblorosos apretó los botones.

“Llamando a Chae…”

No se molestó en poner el teléfono a la oreja. Simplemente vigilaba al de CL, pensando que quizás había sido una coincidencia. O un truco de luces. O la prueba de que necesitaba comprarse unos lentes.

Pero entonces, ahí estaba. Una canción con una melodía que no reconocía.

“Llamada entrante de Dara.”

-Oh, Dios.- Dijo en voz alta.

Su mente estaba rápidamente juntando las piezas del puzle.

El que Bom consiguiera un papel en la película. La similitud en sus voces. CL leyendo Harry Potter. La falta de correos. La vacilación de Chae al hablar sobre sí misma.

CL estaba caminando de regreso, y Dara miró justo a tiempo para ver a la actriz congelarse a medio camino. La comprensión iba naciendo. Durante mucho tiempo, no dijeron nada. El teléfono en el mostrador de la cocina seguía sonando.

Dara apagó su teléfono y el silencio cayó sobre ellas.

-Estaba a punto de decirte.- Dijo CL suavemente.

Fragmentos de mensajes de correo y conversaciones telefónicas pasaron de repente a través de la mente de Dara.

¿Todo eso había sido… CL?

Se sentó de nuevo en el taburete, ya que realmente lo consideraba imposible.

No había ninguna Chae.

Eso fue lo que la conmovió.

Nunca había existido una Chae.

Esto era indescriptible. Y todavía no podía formular ninguna palabra.

CL dio el primer paso.

-Dara… yo…

No había nada después de eso y Dara se obligó a mirar hacia arriba, para mirar a CL que se atrevió a continuar.

-No sé por dónde empezar.- Dijo CL.- Pensé que se me vendría algo una vez que estuvieras frente a mí, pero…

El silencio era insoportable, pero Dara no sabía qué decir. Apenas sabía lo que sentía.

-Nunca quise mentir.- CL empezó de repente.- Me enamoré desde ese día en el Central Park cuando vi tu dibujo sobre la mesa. Yo… nunca he sentido que quería tener tanto algo antes. Y lo llevé a casa y lo enmarqué, y sé que puede sonar a locura pero, me hizo sentir… no sé. Me hizo sentir mejor; menos sola. Y pensé que te gustaría saber que me encantó. Solo que yo no podía decirte quien era porque no me lo hubieses creído. Y porque tengo algo con eso de la privacidad, también. Todo lo que quería era que tú supieras que había significado algo para mí, haber creado ese dibujo. Me ha afectado, de alguna manera.

Dara solo miraba a la actriz porque no podía reaccionar. Las palabras la fueron hundiendo.

Todo lo que podía pensar en ese momento era que había tenido una amiga en California, y ahora… ¿Qué? ¿Dónde quedaba ella?

-Sé que debes pensar que soy una persona horrible.- CL continuó.- No había esperado que el correo siguiera a algo tan…- Ella dejó la frase colgada y recogió otra.- No quería que el hecho de que soy CL alterara la forma en que me vieras.

CL se veía tan dolida que Dara miró a otro lado por temor a querer reconfortar a la actriz. Sentía demasiadas cosas a la vez. Sentía una avalancha de ira, tristeza y una persistente sensación de pérdida. En su mayoría se sentía cansada. Como quedarse dormida y despertar días más tarde un poco cansada.

-Por favor, di algo.

La voz de la actriz era suave y suplicante, y Dara se obligó a echar otro vistazo a CL.

-Creo que debería irme.

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-Por favor, no.- Ella sonaba patética incluso a sus propios oídos. No podía empezar a imaginar cómo sonaba para Dara.

Esto no era en absoluto cómo había previsto Chaerin las cosas. No se suponía que Dara debía