La cita había estado bien, para sorpresa de Chaerin. Mino no era ni aburrido, ni ensimismado y Chaerin comenzó a entender cómo se puede acabar en una relación, después de todo. Si hubiera estado remotamente interesada en él físicamente, podría haber accedido a la segunda cita. Y tal vez una tercera.

-Tengo que pedirte una disculpa, CL.- Dijo Mino mirando incómodo por primera vez en toda la noche. Sus ojos oscuros se precipitaron nerviosamente.

Chaerin comenzó a preguntarse si había sido un error de él todo el tiempo. Tal vez era un estafador, o alguien del FBI. Quizá el verdadero Song Mino fue atado y amordazado en el maletero de un choche en alguna parte.

Chaerin dejó su copa y consideró a su cita, con lo que se esperaba una curiosa-pero-no expresión de pánico.

-Sé que nuestras madres lo planearon, y estoy verdaderamente honrado de que hayas querido salir en una cita conmigo, teniendo en cuenta lo que eres y todo. Y me doy cuenta de que esto debe hacerme parecer un idiota en treinta diferente países. Quiero decir, ¿Quién no quiere salir con CL, verdad?-Él tomó su bebida y la terminó antes de continuar.- Es que todo… mi última relación… ella y yo estábamos muy enamorados y yo… sigo aún enamorado de ella. Dios sabe que así es. Ella rompió mi corazón de todas las maneras imaginables.- Respiró hondo, encontrándose con su mirada.- Quería decirte que eres tan bonita que me siento horrible de haber estado de acuerdo con esta cita, cuando sé que no he terminado aún con SooHyun.

Chaerin se relajó y le ofreció una simpática sonrisa.

-Te entiendo completamente.- Dijo y se alegró cuando le regresó la sonrisa.- ¿Por qué no podemos disfrutar el resto de la cena y por lo menos podemos decir a nuestras respectivas madres que lo hemos hecho, sin avergonzar a cualquiera de los dos apellidos? Eso es lo que realmente importa, de todos modos.

Mino se echó a reír.

-Es verdad.- La miró pensativo y de repente le dijo:- Perdóname por preguntar, pero, ¿por qué estás sola? No me puedo imaginar la cantidad de hombres que quisieran llevarte a cenar.

Chaerin bajó la mirada y se sintió incómoda, como si pudiera ser capaz de adivinar lo que era sólo mirándola.

-Me imagino que soy muy exigente.

Él asintió, como su hubiera dicho algo sabio.

-Eso es bueno. No te conformes. Yo he salido con demasiadas mujeres. Mujeres aprobadas por mi familia, por supuesto. Estaba muy seguro que por lo menos una de todas ellas sería la elegida. Pero no fue así. Luego empecé a trabajar y ya sabes, el loco horario del hospital no me dejaba espacio para una gran vida social. Y un día, después de que había renunciado a encontrar a alguien, ahí estaba ella: SooHyun. Fue un desastre desde el principio.- Sacudió la cabeza tristemente y se encogió de hombros.- Pero sabes que no puedes dejar a quien amas, ¿verdad?

Su teléfono celular sonó al segundo en que Chaerin llegó a su casa y una imagen de Minzy escondida en los arbustos cruzó su mente antes de contestar.

-Tienes un manejo impecable de mi tiempo, ¿estás acechándome?

 -Siempre.- Se oyó la voz de Minzy.- Con lo que me pagas he financiado todo mi arsenal de herramientas. Gafas de visión nocturna, binoculares. He oído que algunos estudiantes llegaron con un tipo de camuflaje. Estoy poniendo una pre-orden.

Chaerin se quitó los tacones y se los llevó al dormitorio. Le dolían sus pies y estaba ansiosa por ponerse algo cómodo.

-Supongo que significa que no es necesario que te llene en detalles sobre la cita de esta noche, porque estoy segura de que ya la has grabado. Avísame cuando esté en Youtube.

-Pareces estar de buen humor.- Señaló Minzy.- No pudo haber sido un desastre total.

Chaerin se sentó en la cama y se frotó los pies.

-No lo fue. Fue bastante agradable, de hecho.

-¿Eso significa que estás pensando en salir con él?

Chaerin giró los ojos.

-Sí. Una noche con un hombre con quien podía hablar y de repente me di cuenta de que había vivido con un error. ¡Estoy curada! ¡Arriba los hombres!

Hubo una pausa antes de que Minzy respondiera.

-Realmente no puedo saber si estás bromeando o no.

-Voy a trabajar en mi frase clave la próxima vez. En cualquier caso, la cita estuvo bien. Comimos, hablamos, me dijo todo sobre la mujer de la que está enamorado y yo lo escuché. Pagó la cuenta. Abrió la puerta para mí. Y después me trajo a casa.

Minzy se echó a reír.

-¿Enserio?

-Totalmente.

-¿Enamorado de alguien más?

-Sí. SooHyun. Ella suena como una buena chica. Inteligente también. ¿Sabías que fue la mejor estudiante en la secundaria? Incluso obtuvo una beca para la universidad, pero su padre se enfermó de manera que tuvo que quedarse por aquí y ayudar a la familia.

-Wow, realmente te informó sobre ella.

-Oh sí. Incluso vi sus fotos de bebé. Ella lo tiene muy mal. Pobre tipo. Fue muy bonito. Si hubiera sido hetero, o al menos biual, me hubiera molestado mucho que su corazón tuviese dueña.

-Bueno, todo salió de lo mejor.

-Absolutamente. Esa fue la última vez que estoy de acuerdo en ir a una cita a ciegas.- Se movió para encender la lámpara en su mesita de luz.- Por lo tanto, ¿para qué más llamaste? ¿Sólo para acosarme?

-En parte. Quería decirte que terminé de leer el guión.

Chaerin acercó el teléfono a la otra oreja.

-¿Sí? ¿Qué te parece? Sé honesta.

-¿Honesta? Bueno, honestamente creo que es genial, Chaerin. Creo que si renuncias a este papel, te vas a arrepentir algún día. Una parte tuya siempre ha querido este tipo de papel desde que te conozco.

-¿Enserio?

-Y este personaje, Elizabeth… no me puedo imaginar a ninguna otra persona interpretándola. Esto podría ser una buena oportunidad en tu vida. ¿Por qué descartarla por tu vida personal? Es simplemente actuación, ¿no?

Solo actuación, pensó Chaerin. Correcto.

-Tendré una reunión con la directora mañana, ¿verdad?

-Sí, era la otra razón por la que te llamaba, para recordártelo. Yo te envío por correo electrónico los detalles y las instrucciones para el restaurante. Almuerzo está bien, ¿verdad? Sugirió almuerzo y pensé que no te importaría.

-Almuerzo está bien. Gracias Minzy.

-Es un placer. También te adjuntaré una foto de ella que he encontrado en Internet para que sea más fácil su reconocimiento. Supongo que ella sabe quién eres, pero por si acaso.

-Eres la mejor.

-Lo sé. Por lo tanto, escucha. Él me llamó.

-¿Batman?

-Youngbae…

Chaerin sonrió.

-¿Y?

-Tuvimos una muy, muy larga conversación. Estoy hablando de mucho tiempo. Le grité. Él me gritó. Le colgué. Él me colgó. Tomamos turnos llamándonos de vuelta. Fue muy dramático, pero creo que vamos a estar bien. Espero que las cosas vuelvan a la normalidad.

-Suena muy bien. Me alegro de que ustedes lograran arreglar las cosas.

-Gracias por llamarlo idiota y decirle que me llamara. A veces es necesario escucharlo.

-Oh, no te preocupes. No es la primera vez que lo he llamado idiota y probablemente no será la última.

Minzy soltó un bufido.

-Ya lo creo. Escucha, también hablamos sobre tu extraña llamada telefónica acerca de la homofóbica artística en Nueva York. ¿Existe alguna posibilidad de que nos ilumines con detalles?

-¿Estás diciendo que no creíste que estaba escribiendo un cuento?

-Bueno, te diría que sí… pero estaría mintiendo.

-Grandioso.

-¿Y?

-¿Qué?

-¿Quién es ella?

-¿Ella quién?

-La artista…

-¿Qué artista?

-¡Chaerin!

Chaerin sonrió en el teléfono.

-Estás obsesionada con esto.

-Sólo quiero cortar tiempo. No puedes esconderte… ¡Oh, Dios mío!

-¿Qué?

-¡Es la artista! La que hizo la pintura que tenía en mi carrito recorriendo todo Los Ángeles. ¿Qué hiciste? ¿La llamaste?

Chaerin había olvidado que era fácil cuando juntabas todas las piezas.

-No la llamé.- Dijo con impaciencia.- Y no saques las cosas fuera de proporción. No es nada. Le escribí en su correo electrónico para decirle que me gustó su pintura. Eso es todo.

-¿Eso es todo?- Minzy sonaba dudosa y a Chaerin eso no le gustó.

-Sí, eso es todo. ¿Qué otra cosa sería?

-No lo sé. ¿Por qué querías saber si ella es homofóbica?

Chaerin suspiró, un dolor de cabeza comenzó a nacer en su sien.

-No lo sé. No es por alguna razón.

-¿Sabe quién eres?

-No.

-¿No le dijiste quién eras?

-¡No!

-Entonces, ¿quién piensa que eres?

-Chae.

-¿Chae quién?

-Sólo Chae.

-¿Y no es extraño pensar en eso cuando tu correo electrónico dice Lee Chaerin?

Chaerin dudó y Minzy empezó una risita.

-Oh, no. ¿Hiciste una nueva dirección?

¿Era su ayudante psíquica? Se puso nerviosa por la conversación.

-No quiero hablar de esto.

-¿Por qué no?

-Porque no es nada. Y hablar de ello lo hace parecer como algo y se me hace incómodo.

-Lo siento.

-Y no se lo digas a Youngbae.

-Oh, vamos. Esto es demasiado bueno para no hacerlo.

-¡Minzy!

-Tengo otra llamada. Probablemente Youngbae. Hablo contigo mañana. ¡Disfruta de tu almuerzo!

El teléfono se quedó en silencio y Chaerin se encogió de hombros. Trató de mantener esto en secreto. Debería haber sabido que despertaría sospechas. Ellos no eran nada si no entrometidos.

Resignada, dejó caer el teléfono en la cama y se dirigió al armario para cambiarse.

Mañana sería otro día y había decisiones importantes que tomar.

Chaerin despertó a la mañana siguiente, con ganas de leer el último mensaje de correo de Dara. Sentía una mezcla de emociones mientras leía: pánico al pensar que Dara quería saber más sobre ella; ira contra el novio de Dara por haberla engañado; tristeza de que Dara se sintiese culpable de alguna manera; y otras cosas que no tenían un nombre.

Se sentó de nuevo en su silla, bebiendo un refresco como desayuno, y contempló sus opciones.

No escribir de nuevo sería insensible, reconoció Chaerin, aunque si escribía de nuevo solo podía conducir a un gran número de complicaciones. Las complicaciones que había previsto, pero decidió ignorar. Deberí