Invierno era la época favorita del año de Dara. Disfrutaba de ver las decoraciones de navidad que empiezan a aparecer en toda la ciudad, y en espera de la primera nevada del año. Era la única época del año cuando Dara se sentía esperanzada, como si habría un cambio –un buen cambio- que estaba a la vuelta de la esquina, aunque solo tenía que ser paciente. Era suficiente para esperar por él. Era un tiempo de dar, de cuidar, de limpiar la pizarra y empezar de nuevo.

Invierno, sin embargo, también significa que la mayor parte del arte de Dara se sentaba en un rincón de su dormitorio, en su cuarto y sin ir a ninguna parte. Aunque su padre le enviaba fielmente sus cheques -con ellos pagaba la mayor de sus facturas y gastos- se apreciaba aún el dinero que venía de hacer algo por su cuenta. Es por esa razón que había pasado la tarde poniendo círculos en puestos de trabajo en el periódico.

Su mañana la había gastado frente a su caballete, intentando hacer con su mano algo artístico por primera vez en semanas. El resultado final había sido mejor de lo que había esperado. Suficientemente buena, como para adherirse a la pila de pinturas a la espera de ser vendidas. Pero al final, eso no es donde iba a colocarlo. Al final, se puso a un lado, pensando que quizá algún día podría ser un buen regalo para Chae.

Había encontrado extraño ese pensamiento al principio, algo de pintura y pensó en Chae cuando iba terminando, pero decidió ir con él. ¿Quién era ella para cuestionar a la inspiración?

Miraba hacia abajo en el periódico y los mucho círculos de color rojo que había colocado a la página. La otra cosa buena acerca de las vacaciones era el excedente de puestos de trabajo.

-¿Cómo va la búsqueda?- Bom preguntó de repente.

-Horrible.

-Qué alegría.- Bom vertió café en una taza, se inclinó contra el mostrador y bebió.

Dara miró la hora en el microondas y arqueó una ceja.

-¿Acabas de despertar?

-Tal vez…

-Son las tres.

Bom asintió como su fuera una perfecta normalidad.

-Estuve en el teléfono hasta tarde.

-¿Enserio?

-Dong Wook llamó.

-¿Quién?

-La estrella o.

Dara se rió.

-¿Tiene un nombre ahora?

-Él es tan profundo. No esperaba eso. ¿Sabes? Está haciendo estas cosas solo para poder llevar a cabo sus estudios en la facultad de medicina.

-¿Qué sucede si uno de sus pacientes se encuentra un video de él?

Bom sonrió.

-Se niega a que le filmen la cara. ¿Ves? Piensa en el futuro. Es un chico inteligente. También hace los servicios de escolta. Me gustaría hacer eso si fuera chico. Se les paga cientos de dólares por hora solo por acompañar a una dama rica a la ópera o alga así. Los hombres son tan afortunados.

-Tal vez debería conseguir un trabajo haciendo algo así.- dijo Dara cuidadosamente. –Estoy segura de que hay algunos hombres de edad avanzada que desean una mujer joven a su lado en público.

-Claro. No es como si fueras a acostarte con todos ellos.

Dara asintió, como si contemplara seriamente la opción.

-Bueno, eso resuelve mi problema de empleo.

-Genial. Escucha, tengo noticias increíbles.- Bom empujó varios periódicos a la cara y sentó en la mesa.

-¿Enserio? Bien, veamos de qué se trata. Dímelas.

-Resulta que la hermana de Dong Wook tiene un amigo cuyo hermano está muy dentro en el mundo del teatro, y el hermano también tiene una especie de amistad con la hermana de Dong Wook, por lo que le dices cosas y ella le dice esas cosas a él.

-Voy a pretender que capté todo.

-No importa. Le dijo a la hermana de Dong Wook que el Teatro Santivell está organizando una serie de audiciones semi-abiertas. Ahí habrá un montón de diferentes directores. Será de lujo. Así que, básicamente, para averiguar acerca de ello, tienes que conocer a alguien que sepa, o que conozca a alguien que sepa… tú sabes. No se anuncian en los canales públicos. La cosecha de desesperados actores de Nueva York estarán ahí.- Bom sonrió brillantemente.

-Imagino que eso te incluye a ti…

-Por supuesto que sí. Dong Wook me dijo que siempre y cuando sepas donde es, estás en el juego.

-Eso es realmente genial.

-Y por supuesto, tú vienes conmigo.

-¿Y por qué habría de hacer eso?

-¿El apoyo moral? Y porque eres mi amuleto de la buena suerte. En cada papel que he recibido, estuviste en la audición.

-Eso no es cierto.

-Lo es en su mayoría.

-Bien, ¿Cuándo es esta pequeña audición? Así puedo liberar mi agenda totalmente apretada.

-Dentro de dos semanas. Mediodía. Teatro Santivell.

-Hecho.

Bom rebotó en su silla.

-No puedo esperar. ¿Sabes? Dong Wook dijo que podría ser que incluso algunos directores de cine estén ahí. ¿Te imaginas?

Dara sonrió a su mejor amiga con entusiasmo. Bom tenía el talento, las miradas y la ambición. Todo lo que necesitaba era la persona adecuada para verla en el momento adecuado. Tal vez esto sería la gran oportunidad de Bom.

En secreto, confiaba que su propia gran oportunidad vendría demasiado pronto. Tomó el receptor del teléfono e hizo clic en él.

-Ha llegado la hora de programar algunas entrevistas.

-Yo te podría conseguir una en el café.

Mientras marcaba el primer número en la lista, le asintió a Bom.

-Claro, ¿por qué no?

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Chaerin en invierno siempre recordaba lo que había perdido. No podía recordar una sola Navidad de cuando su madre vivía, pero le gustaba creer que había sido feliz en ese momento. Le gustaba pensar que su padre, en ese entonces, había sido una mejor persona, alguien dedicado a su esposa y a su pequeña hija. Su abuela hubiera estado ahí también. La mansión de la familia habría sido iluminada con la alegría y las decoraciones de Navidad, en lugar de lo fría y deprimente en que se había convertido la casa.

La Navidad, podía recordar Chaerin, no había sido del todo mala, pero sus recuerdos no eran especialmente buenos. Su padre había estado ausente en algunas de ella, dejándola en compañía de Janet, Harin y su abuela, que residía en la casa de huéspedes, pero siempre se mantuvo lejos las mañanas de Navidad. Chaerin sospecha que para su abuela era difícil. Tenía una hija y un marido a quien llorar, y su recuerdo feliz para volver a examinarlos en una sesión privada.

Chaerin iba a visitarla más adelante en el día. Ellas podrían cenar y hablar de los regalos de Chaerin. Su abuela le daba algo, Siempre una sola cosa, a pesar de su infinita cantidad de dinero. El regalo de su abuela siempre era el favorito de Chaerin, no importa cuántos muchos otros había recibido en el día.

La última Navidad que Chaerin pasó con su abuela, su regalo había sido una pulsera de tobillo. Chaerin se la había puesto en el momento en que la había recibido y no se la quitó hasta el día que se abuela falleció. Ese día, se la quitó. Ese día, mientras la giraba con sus dedos, encontró, por primera vez, la inscripción: “La acción es el antídoto a la desesperación”.

Chaerin siempre había deseado citarlo, y le dolía que no hubiera sabido que la inscripción estaba ahí. Que su abuela le puso el brazalete y no le dijo nada.

En esta mañana en particular, Chaerin había retirado la pieza de la caja de joyería donde la mantuvo y sostuvo en su mano en todo el trayecto hasta el cementerio. Cada mes, cuando podía, Chaerin realizaba el mismo viaje. Una vez que había muerto su abuela, era como un ritual que Chaerin siempre esperaba. De la mano, caminaban a la lápida de su madre, ponían flores y pagaban para que mejoraran su aspecto.

Pero este día, Chaerin caminaba sola, dejó que las pequeñas gotas de lluvia cayeran en las longitudes de su chaqueta de cuero. Agarraba, en su mano derecha, el brazalete de tobillo que todavía no se ponía de nuevo. En su izquierda, llevaba un ramo de rosas de color rosa, el color favorito de su madre.

En el cementerio estaba libre de los dolientes motivos que mantenía y Chaerin agradecía la privacidad, ya que caminaba a lo largo de las hileras de las lápidas que le habían salido muy caras.

En la tumba de su madre, estaba de rodillas, en lugar de la hierba húmeda. Colocó las flores suavemente debajo de su nombre. Su abuela estaba en la lápida junto a su madre. De su bolsillo, sacó una pieza de rompecabezas. Era la última parte del rompecabezas que habían querido construir juntas, y la dejaron sin terminar. Puso la pieza en la parte superior de la tumba y se alejó un poco.

En el aire fresco por la mañana, suspiró y metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta.

-Lamento no haber podido venir a visitarlas el mes pasado.- Dijo en un susurro.- Estoy segura de que saben que hay un loco horario de filmación. Creo que irá bien esta temporada de Guardián. Cambiaron algunos de los escritores y creo que ha ayudado.- Miró por todo el lugar.- Minzy y Youngbae son pareja, lo que es agradable. Estoy segura que tendrán una de esas relaciones llenas de peleas estúpidas. Ambos son tercos y ridículos.- Sonrió un poco.- Pero son buenos el uno para el otro.

El sonido de un pájaro que volaba por encima de su cabeza capturó la atención de Chaerin por un momento. Lo miró hasta que voló fuera de su vista.

-Tomé el papel de una película gay. No estoy segura de cómo se sienten acerca de eso, pero me gusta pensar que están bien con ello. Me gusta pensar que están bien con todo. Conmigo.- Se mordió el labio mientras dirigía su atención a su abuela.- Lo siento, abuela, ya sabes, por nunca decírtelo. Creo que podría hacer frente a todos un poco mejor en estos días si estuvieras aquí para decirme qué hacer. Podría utilizar un poco de tu sabiduría- Dudó y dijo.- Tengo una amiga por correspondencia en Nueva York. Bueno, supongo que sería más amiga de un teclado… o algo así. Ella es artista.- Se dirigió a su madre por un momento. –Tanto tú como ella. Parece dulce y estoy segura de que apreciarías su talento. El problema es que le estoy mintiendo, o por lo menos, no tanto como mentir, solo no le digo toda la verdad, y quiero saber qué hacer con eso. No puedo decirle quién soy, y me parece que no puedo dejar de responder a sus correos por lo que…- Se encogió de hombros. –Estoy atrapada.

El viento sopló provocando que su cabello cayera en su rostro. Se refugió un poco con su chaqueta, y esperó que el viento se tranquilizara.

-Una parte de mí.- continuó. –Piensa que tal vez algún día seré capaz de decirle todo. Quizá algún día me sienta cómo con ella sabiendo que soy yo, y confiando en que ella no va a darse la vuelta para hacerme daño a chantajearme de alguna manera. Por mucho que no crea que lo haga, no es un riesgo que estoy dispuesta a tomar ahora. No la conozco lo suficiente bien y ella no me conoce…- Hizo una pausa, pensando las cosas. –Tengo la esperanza de que cuando sepa quién soy, ayudará para que me perdone.- Se encogió de hombros. –No es que espere que suceda. Que ella no piense diferente de mí, quiero decir.

La llovizna se inició de nuevo y Chaerin se encontró con que el cielo había oscurecido considerablemente. La lluvia seguiría, pero ella continuó.

-Y luego está la directora de la película que voy a hacer. Realmente me agradó, lo que es raro en mí… y la descubrí mirándome mucho cuando pensaba que yo no estaba prestando atención. ¿Quién sabe lo que eso significa? Mucha gente me mira. No quiero sonar a