No podía creer todo lo que Jiyeon me estaba contando, ¿Lee Dong Gun la había amenazado? ¿Y nuestro CEO también era parte de ello? , eso me dejaba sin habla y aun mas sabiendo que ella tuvo que pasar por todo esto sola, la escuche atentamente mientras estamos sentadas en el cómodo sillón de cuero negro viendo  como todo el peso que llevaba en sus hombros de a poco se iba disipando, los ojos de mi hermosa Dino comienzaron a humedecerse  " Unnie... ¿por qué siquiera pensaste en dejarme? ¿Por qué hiciste eso?" Me dijo, y aunque no lo hace directamente sé que habla sobre cuando quise suicidarme, no la permito seguir y la abrazo. Comienza a llorar en mi hombro y a darme pequeños golpes con su puño cerrado en el pecho.

-no hagas eso Unnie- me dice sin separarse de mi hombro

-¿qué cosa Jiyeon-ah?- le pregunto

-sonreír- me contesta

-¿cómo sabes que estoy sonriendo?- digo frunciendo el ceño,

-no tengo que verte para saber que estas sonriendo, no lo hagas cuando hablo de esto, pareciera que te gusta hacerme sufrir.- se queja separándose de mi hombro y frunciendo adorablemente sus labios.

Ahora sí, no puedo contener mi sonrisa y veo como se enoja aún más "aisshh" se queja con otra mueca y gira su rostro, lo tomo entre mis manos y la obligo a mirarme, aunque intenta desviar su mirada.

- no sonrió porque me guste hacerte sufrir, ni sonrió por que recordar ese momento me traiga alguna alegría, sonrió porque aun con todo lo que sucedio estoy aquí, contigo, puedo abrazarte y decirte cuanto te amo Jiyeon-ah, porque cuando intente suicidarme, solo deje que me gobernaran mis miedos y no era yo, mi verdadero yo es demasiado egoísta como para dejarte ir tan fácil, estando consciente nunca te dejaría ir Jiyeon-ah. Nunca.- le confieso las palabras que no tuve oportunidad de decir la última vez y estas salen como un torrente sin fin de mi boca- Perdóname, por esa maldita parte de mí que quiere alejarse de ti, porque no entendía lo que estaba pasando, porque creía que me habías traicionado y dejado sin explicaciones. Lo siento, de verdad Jiyeon-ah, lo siento. - ahora quien sonríe es ella, acaricio sus mejillas con mis pulgares- No sé cómo controlarme cuando me sucede.- digo tristemente

-Unnie..- dice Jiyeon de nuevo casi al borde de las lágrimas- hay algo que desde el otro día no deja de volverme loca, ¿tus ataques son mi culpa? -- su voz se quebraba con cada palabra que pronunciaba.

- no, no quiero que pienses eso - le dije acercando aún más su rostro al mío- no es tu culpa Jiyeon-ah, mis traumas son solo míos. ¿Sí?

- Boram Unnie me lo dijo,  no me mientas- dice bajando su vista - sé que por eso ahora todas me odian. Siempre lo fueron ¿no es así?

Solté su rostro de manera algo brusca y me levante de golpe, me miro asombrada desde su lugar. Revolví mi cabello algo molesta y la mire fijamente unos segundos -¿ por qué Boram  se atrevió a decirle algo tan horrible a Jiyeon? no era justo con ella- buscando las palabras exactas para expresarme. No estaba molesto con ella, claro que no, lo estaba conmigo, por no haber podido darme cuenta de esto mucho antes, porque me encerré en mi propio dolor y no quise ver la salida que se abría a mis pies, frente a mí.

- los días que estuve sola en el hospital entendí algo muy importante que no pude entender en todos estos años de tratamiento psiquiatrico,en parte por no ser sincera, mi amor por ti no es lo que me lastima Jiyeon-ah. Me lastiman mis propios recuerdos, mi propio pasado. Y la razón por la cual tus desplantes o todo lo que hagas me hiere aún más que lo que hacen las demás personas, es porque me das felicidad con solo estar presente, cualquier cosa que hagas genera una reacción diez veces peor que cualquier otra persona que yo quiera en el mundo, porque tú eres lo que más amo Jiyeon-ah-- Jiyeon quiere interrumpirme pero la detengo con mi mano -Pero eso solo sucede porque mis propias cicatrices  se fueron reabriendo este último tiempo , tu amor solo puede hacerme más fuerte. Lo necesito Jiyeon-ah, necesito tu amor para seguir adelante. Entonces cuando pueda superar todos mis miedos podre amarte completamente, pero hasta ese momento ¿me ayudaras a amarte con los pedazos de mi misma que pueda darte? ¿Me ayudaras a nunca dejarte? ¿A ser más fuerte? ¿Me ayudaras a curarme?- Jiyeon aún me mira con los ojos llorosos y la veo titubear cuando extiendo mi mano hacia ella, esperando que la tome y nunca la suelte, nunca más.- ¿por favor?- le pregunto una vez más.

Jiyeon toma con algo de duda mi mano y nos quedamos unos segundos mirándonos a los ojos, puedo ver cómo piensa en todo lo que le dije y su mirada va cobrando fuerza hasta que se levanta sin soltarme y me abraza rodeándome con sus delgados y delicados brazos por la cintura, entierro mi rostro en su cuello aspirando su perfume que se mezcla con el aroma de su piel.

-te amo- me dice separándose un poco y mirándome a los ojos mientras unas pequeñas lagrimas caen por sus perfectas pestañas corriendo su maquillaje

- no me dejes Jiyeon-ah, hagamos esto juntas. Luchemos contra todo esto juntas, pero no me dejes.- le digo apoyando mi frente en la suya, sintiendo su cálido aliento en mi rostro- te amo.

Ella asiente mordiéndose los labios y como si de los polos opuestos de un imán se tratasen comenzamos acercarnos aún más, nuestras bocas están tan cercas que puedo sentir el sabor de sus labios aun sin probarlos, cuando por fin nuestros labios se juntan maldigo a mi mente por recordar tan mal lo que se siente besarla, mis recuerdos no le hacen justicia a la realidad, mis brazos que hasta ahora de