No lo entiendo, si me equivoque en algo ¿por qué no me lo dijo? si la lastime o la hice sentir mal en algún momento ¿por qué no me lo dijo? si, estar conmigo era demasiado duro para ella ¿por qué no me lo dijo? Si se enamoró de alguien más, si su corazón dejo de latir por mí, como lo hace el mío por ella, pensé que me lo diría, que aun en el peor escenario posible, tendríamos la confianza para decirnos esto, aun cuando yo no fui del todo sincera respecto a mi trastorno. Pero de algo puedo estar segura, siempre fui sincera con mis sentimientos, porque yo la amo y siempre lo hare.

Para Eunjung todo parecía estar pasando en cámara lenta, Jiyeon entrando por la puerta, las demás chicas de T-ara observándolas alternadamente, Hyomin levantándose. El vaso lleno de jugo de uva estrellándose contra el suelo, los vidrios esparciéndose y sus pies mojándose. La voz de la presentadora de la TV era un eco ya lejano en su mente. Abrió los ojos, alzo la vista con miedo y vio a los ojos a Jiyeon, que ahora se encontraba mucho más cerca. Sus ojos alargados y dulces, la miraban de frente directamente y perforaban cada centímetro de su corazón, lo destrozaban. Eunjung buscaba en esos ojos una señal , un indicio de que todo era mentira, de que lo que decían en la televisión era mentira, pero no lo encontró, lejos de eso, lo único que encontró fue culpa, mucha culpa.

"Nunca te eligen ¿por qué te sigues mintiendo a ti misma? Nunca te van a elegir, nunca te van a querer"

Todo volvía a su cabeza,  nuevamente, pero esta vez no era como cuando Qri la golpeo en China, esto era diez veces o mil veces peor. Porque no estaba repitiendo el pasado con Hwayoung y el miedo a perderlo todo, estaba reviviendo sus peores recuerdos, aquellos que solo Jiyeon podía despertar en ella, tal como lo hizo hace tres años. Aquellos recuerdos que se prometió enterrar junto con su amor por Jiyeon, porque si había algo que ella sabía muy bien era que desde el momento en que conoció a la menor en los salones de ensayos de Core Contens Media, se había enamorado irremediablemente y aunque todavía era menor y no se conocían bien, había algo en esa casi niña de ojos alargados y dulces que lloraba porque la habían regañado al bailar, que la hacía querer abrazarla y nunca más soltarla. Su forma de llamarla "unnie”, su mueca al enojarse o hacer pucheros, todo aquello le resultaba irresistible, hacía que su corazón se agitara cada vez que la veía. Y esa niña, cada día se fue convirtiendo en su mejor amiga en el grupo y a medida que el amor crecía, los miedos también. Miedo a lo que dirían las demás chicas de T-ara, a lo que diría el CEO, a lo que diría el público, sus padres y principalmente a Jiyeon. Si ella la rechazaba ¿qué haría?

Hace tres años, cuando comenzaba  a aceptar su amor por Jiyeon, cuando se intentaba convencer a si misma que debía seguir con Jang Woo para olvidarse de Jiyeon y  se arrepentía y maldecía por haber usado a Hyomin para ahogar su deseo por la menor y haberla lastimado. Cuando aún no se sentía lista para asumirlo y luchar por ella, todo se derrumbó. Por su culpa y la de Hwayoung todo se fue de sus manos, todo se desvirtuó y se sintió odiada como nunca lo había hecho. O eso creía, porque hubo un tiempo en que si sintió así y eso lo descubrió en ese tiempo.

Lo que comenzó con el odio de los fans ahora convertidos en anti-fans, con la gente repudiándola en la calle continúo con el desprecio y el vacío de Jiyeon y eso era más de lo que podía soportar su frágil mente. Los recuerdos venían de a poco y contaminaban su mente, eran como alfileres clavándose en su cerebro, todos los días un poco más. Sentía que algo estaba mal, comenzó a tener sueños que no eran propios de ella, se veía de niña, porque aunque no podía reconocerse del todo así de pequeña, ya que no tenía fotos de ese tiempo, podía sentir que era ella a quien golpeaban en sueños, a quien le gritaban cosas horribles, a quien dejaban de lado. Y así comenzó para ella, primero fueron pesadillas, luego de a poco las voces en su mente, pero no siempre, si pensaba en otra cosa o simplemente las ignoraba, podía llegar a estar normal frente a todos. Pero su autocontrol termino un día, en que ella la rechazo. Jiyeon le negó en la cara haberla amado alguna vez, la desprecio y la hizo sentirse menos que nada. De ahí en más, todas y cada uno de los desplantes, rechazos y palabras duras de Jiyeon provocaban en Eunjung un ataque.

Luego del primer ataque vinieron los psiquiatras y psicólogos, vino la compania y el apoyo incondicional de Hyomin. Pero nadie podía saber aquello que s