Dejandose llevar (corregido)
Lo que nunca dijimos (Corrigiendo)Una semana había pasado desde que el CEO les había comunicado sobre la gira por China y desde que habían empezado a ensayar con todas sus fuerzas, incluida Eunjung quien además seguía promocionando su disco solista, ahora se le sumaban los ensayos para la gira y de la nueva canción que presentarían en agosto, por lo que estaba realmente agotada y esto tenía muy preocupada a la joven Jiyeon.
Eran pasadas la medianoche y la maknae del grupo se encontraba en la cocina del departamento que todas compartían tomando un vaso con agua prácticamente a oscuras, ese día no había visto a Eunjung y lo poco que hablo con ella no le alcanzo para apaciguar la preocupación que hace días llevaba y malograba su humor. La menor suspiro pensando en todo esto , no le quedaba más que esperar a que su mayor estuviera bien, resignada dejo el vaso vacío sobre la encimera de granito y cuando estaba por marcharse hacia su habitación escucho el sonido de desbloqueo de la puerta principal lo que indicaba que alguien estaba ingresando en la casa. Las luces de la entrada se encendieron y pudo ver que quien entraba era Eunjung, quien al estar mirando hacia abajo dejando sus zapatos en la entrada no vio a la menor parada en medio de la cocina. Jiyeon estaba en pijama, despeinada y con rastros de lagañas en los ojos lo que la hizo sentirse horrible y con vergüenza de su estado, no quería que la mayor la viera así por lo que inmediatamente se inclinó escondiéndose detrás de la encimera.
Eunjung atravesó la sala arrastrando los pies debido al cansancio y sobándose el cuello mientras lo giraba para descontracturarse un poco, se dirigió a la cocina y con los ojos entrecerrados, tomo uno de los tantos vasos que siempre habían sobre la mesa de la cocina, todos perfectamente apilados en pirámide, producto de la obsesión de Soyeon de mantener un orden estricto en el hogar y saco agua de la canilla de la heladera. Cuando se disponía a beber vio algo casi a su lado, en los pies. Entre el susto y la sorpresa dejo escapar un leve grito. El vaso que sostenía se le resbalo de las manos y termino estrellándose en el piso provocando que decenas de pedacitos de vidrio cubrieran el piso.
-Jiyeon-ah! ¿Por qué me asustas de esa manera?!!!- exclamo la mayor
-yo, lo siento Unnie, no quería asustarte es que...AAYY! - Jiyeon se levantó pero al hacerlo se hizo una pequeña cortada en la planta del pie debido a los vidrios y a su mala costumbre de caminar descalza por la casa sin usar las pantuflas.
-¿qué sucedió?
-me corte Unnie, perdón no quería molestarte por eso no te dije que estaba aquí, lo siento.- dijo Jiyeon agachando la cabeza.
-eso no es lo importante ahora, luego te regaño por el susto, ¿estás bien?- dijo preocupada Eunjung
-sí, si estoy bien , no te preocupes Unnie - contesto la menor poniéndose de pie pero estaba todo lleno de vidrios y el piso se había manchado con unas pocas gotas de su sangre.
-babo, ¿cómo puedes estar bien si estas sangrando?, espera aquí- Eunjung fue hacia la entrada y busco un par de pantuflas- toma, póntelas, no camines más descalza- dijo poniendo el calzado delante de la chica, cuando Jiyeon se calzo Eunjung la tomo de la muñeca y la llevo hacia uno de los sillones, la dejo allí mientras iba al baño en busca del botiquín de primeros auxilios.
-Unnie...- Jiyeon sentía sus mejillas arder de la vergüenza.
-shhh…que esto ya parece un drama de televisión y estoy haciendo el papel del oppa, con lo que me molesta hacer eso.- contesto algo molesta Eunjung, mientras curaba a Jiyeon y le ponía una venda delicadamente.
Jiyeon sonrió ante las palabras de su Unnie y le acaricio el pelo delicadamente mientras se encontraba a la atura de sus pies.
-ya está! ahora me ire a dormir, que descanses Jiyeon-ah y..- pero Eunjung no pudo terminar su frase pues se vio interrumpida por el abrazo de la menor. La pelirroja quería irse inmediatamente, su pecho había comenzado a latir desenfrenadamente desde el instante en que tomo de la muñeca a la menor, pero debía controlarse, no era correcto.
-sé que no te gusta escucharlo pero amo pensar en ti como mi oppa, porque eres quien quiero que me cuide siempre y proteja de todo y de todos, por eso eres mi oppa, Eunjung-ah. - dijo Jiyeon al oído de la mayor. Poco a poco fue deshaciendo el abrazo pero mantuvo sus manos sobre los hombros de la mayor quedando a centímetros de sus carnosos labios.
Eunjung no sabía qué hacer, se encontraba tan cerca de la menor, ella era tan dulce y a la vez tan increíblemente provocadora que aunque estuviera en pijama y totalmente despeinada podía enloquecer a cualquier persona y para su desgracia ella tampoco era inmune a sus encantos, Jiyeon desarmaba todas sus defensas. "aiiishhhh Jiyeon-ah , otra vez no, no me provoques, por favor, no quiero equivocarme de nuevo. Pero eres tan hermosa y sensual, aun así vestida me dan ganas de hacer cualquier cosa menos abrazarte" se debatía la mayor internamente mientras se mordía el labio inferior. "no Ham Eun Jung, prometiste no volver a caer en la tentación. Pero un poco , tan solo un poco ¿no haría daño no? hace tantos años que no pruebo esos labios, casi olvido su sabor" . Eunjung no sabía qué hacer, solo una vez había probado ese dulce sabor de la menor y recordar ese momento la hacía temblar, había sido tan fugaz y tener la posibilidad de volver a tenerlos la estaba volviendo loca . Pero Jiyeon no ayudaba a que se decidiera, pues ahora la miraba fijamente mientras le sonreía tímidamente, con ese brillo en los ojos que tanto le gustaba ver, negros y profundos.
-LOS VIDRIOS!- exclamo la pelirroja repentinamente y se separó totalmente de Jiyeon, la cual se quedó mirándola sorprendida, Eunjung se levantó rápidamente del suelo y se fue hacia la cocina- si no limpio esto ahora alguien más podría lastimarse y seguro Soyeon Unnie comienza a gritarme por ser descuidada, ya sabes como es.
Se notaba que en su voz que estaba nerviosa, muy nerviosa. Por su parte Jiyeon esperó pacientemente a que la mayor terminara de limpiar todo sin hacer un solo ruido, aun sentada en el sillón, con sus labios hacia una graciosa mueca, algo fastidiada por sentirse rechazada.
- Jiyeon-ah ¿porque no fuiste
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