- ¿ES EN SERIO? – soo  gritó prácticamente escupiendo la tostada que había metido en su boca.

Era lunes, estábamos desayunando y esperando a siwon  para que venga por nosotras. Quien por cierto, había mantenido su promesa besando a soo  al final de la cita, lo que significo, que cuando regreso, me mantuvo despierta hasta las tres de la mañana hablándome sobre lo maravilloso que fue.

Le estaba contando sobre mí salida con seulgi, la cual había durado sólo media hora, porque sólo hablamos de cosas de la escuela, y cosas de su familia que yo estaba interesada en saber, porque seguía pensando que algo raro estaba pasando. Luego Seulgi  recibió una llamada de alguno de sus hermanas, Wendy  creo, pidiéndole que vuelva a casa porque lo necesitaban en el taller. Nos fuimos caminando, pero no antes de que élla hablase con el dueño pidiéndonos una entrevista para el lunes, después de la escuela.

Bueno, no puedes quejarte fany, fue un sábado interesante.

Yo asentí con la cabeza y soo  entrecerró los ojos.

- No tendremos que hacerle una mamada al dueño, ¿cierto? – La miré con mis ojos bien abiertos y abrí mi boca sorprendida.

- No soo, no tendremos que hacerle una mamada al dueño.- La miré mal. – Seulgi dijo que conocía a los dueños. ¿Acaso puedes confiar en élla por un segundo? Ella frunció el ceño.

- fany, yo no me fio de ellas. De ninguna. Está bien, la chica es simpática y todo... Pero siwon dijo que no nos fiemos de elloa, así que no lo hago.- Revolee los ojos.

- No me importa lo que dijo siwon, tal vez intentaba ayudar o asustarme o no me interesa. Ésta chica amigable, está intentando ayudarnos porque le agrado, y tú no dejas de pensar en lo que dijo siwon. ¿Cómo puedo yo confiar en él? Porque si somos justos, conozco tanto a siwon como a seulgi.

- Es muy diferente. – Ella me fulminó con la mirada. – Yo confío en siwon  porque lo conozco. Tú no puedes confiar en seulgi, porque no sabe nada de élla. ¿Por qué? Porque nunca habla de nada, ni élla ni sus hermanas. ¿Cómo sabemos que no son asesinas de chicas adolescentes?-

-Simplemente lo sé. Algo pasa con ellas, pero estoy segura que no son asesinas.

Deja de exagerar todo.

Di por terminada la discusión. No estaba dispuesta a que ella insultase a seulgi sólo porque no sabíamos mucho de élla y porque su preciado siwon le había dicho un millón de idioteces sobre lo peligrosas que eran. Yo no creía que Seulgi  fuera peligrosa y punto.

Pero sus hermanas fany... Dan miedo

El timbre sonó y ambas tomamos nuestros bolsos sin decir una palabra, bajamos y salimos del edificio. Soo  se abalanzó sobre siwon abrazándolo y besando sus labios muy suavemente.

Esto es asqueroso.

- Hola. – Saludé a siwon  cuando se separaron y él me saludó con su mano. Abrió las puertas de su auto para nosotras y comenzó a conducir hasta la escuela.

- ¿Qué hay de nuevo fany? – Seguía enfadada con soo  por lo que había pasado inconscientemente estaba furiosa con siwon por haber dicho esa tontería sobre los kim, lavándole el cerebro a mi mejor amiga. Soo  me miró amenazante   transmitiéndome sus pensamientos de "Ni se te ocurra decirle una palabra, déjamelo a mí."

Pero claro que yo voy a tener el placer de decírselo a siwon.

- ¿Qué hay de nuevo? – Repetí pensativa. – Bueno, el sábado salí con seulgi a un bar en el centro del pueblo, y resulta que están buscando camareras y como élla conoce a los dueños, nos consiguió una entrevista a mí y a soo para hoy en la tarde. Es emocionante. – Vi la manera en que me miraba por el retrovisor y al instante me di cuenta que estaba furioso. Soo  a su lado me fulmino con la mirada, otra vez.

- ¿seulgi kim? – Yo asentí y vi como sus manos se apretaban en el volante. – Eso es... Genial. Las felicito.

¿Qué?

- ¿Qué? – La pregunta salió sola de mi boca.

- Dije que las felicito. – Miré por el retrovisor y vi a siwon intentando forzar una sonrisa.

¿Qué clase de mierda era esta?

- ¿No estás enojado? – soo  tocó su brazo y él se volteó mirándola, sonriendo de la misma manera.

Bien, siwon  no sabe mentir, supongo que es punto para mí.

- No estoy enojado. Me resigne a que Fany  no va a hacerme caso acerca de los kim, eso es todo. – Resoplé.

Claro, ahora yo soy la mala.

- No es eso siwon, de verdad necesitamos el trabajo... – soo  habló defendiéndome y yo volví a revolear los ojos. – Sabes que quiero estar lo más alejada de ellas, dan miedo.

Oh claro, cuando yo lo digo es paranoia y estoy loca y tengo alucinaciones. Pero cuando ella o dice está bien y lo peor es que su novio sonríe. ¿Qué es lo que él sabe para decir que son peligrosas?

Apenas llegamos a la escuela abrí la puerta del auto y entré sin esperar a los tortolitos que ya me tenían harta, para ser sincera. Tomé mis cosas del casillero antes de que soo  aparezca y corrí al aula de biología.

Hasta me había olvidado que vería a taeyeon.

Como si élla pudiera haber leído que estaba pensando en élla, entró por la puerta dirigiéndose a nuestra mesa nuevamente.

Estúpido corazón que no deja de latir, tranquilízate.

- Hola. – Éllla saludó como si fuese de lo más normal mirando hacia sus cuadernos que había dejado encima de la mesa.

- Hola. – Saludé de vuelta y calmé mi respiración un poco.

Sólo es una chica más fany, sólo un chica más.

- ¿Cómo estás? – Me animé a aventurar esperando una respuesta.

- Bien. – Y eso fue todo. La campana sonó y los alumnos comenzaron a entrar. Soo y siwon  caminaron de la mano mirándome algo decepcionados.

¿Qué era esto? ¿Un reallity show? ¿Se pensaban que eran mis padres como para decirme que era lo que tenía que hacer? Dios.

  El profesor entró y dio su aburrida clase. Y yo me aburrí aún más, porque los ojos de taeyeon  ya no me veían fijamente, y aunque era un gran alivio no sentirse observada, extrañaba un poco la manera en que me acosaban.

Sí, estaba loca, pero a cualquier chica le gusta que la miren de vez en cuando.

(...)

En la hora del almuerzo, para evitar a soo y a siwon, y además porque quería hacerlo, fui a buscar a seulgi para agradecerle la gran oportunidad que nos había dado, a pesar de que ya lo había hecho.

No sabía si élla estaba sola, o con sus hermanas o ya estaba en la cafetería que era lo más probable. Pero recordé el número de su casillero porque el sábado se había estado quejando sobre lo mucho que estaba estar al lado del baño de chicas, ya que todas susurraban cosas cuando esperaban en la fila. Recuerdo que reí muy fuerte y élla sonrió.

¿No te gusta seulgi? ¿Cierto fany?

Y la verdad era que no. Élla era hermosa. Por supuesto que era hermosa y probablemente era uno de las chicas más hermosas que alguna vez había visto.

Pero no sentía esa chispa que la gente siente cuando te gusta alguien de verdad. Era más que nada una conocida que estaba comenzando a hacerse un gran amiga en el futuro. Y nada más. Estaba segura que élla pensaba lo mismo de mí y no había manera de cuestionarlo.

Caminé hasta el casillero pero me detuve al escuchar de taeyeon.

Sí, la había escuchado pocas veces, pero eso hacía que sea más inconfundible para mí que cualquier otra voz en el mundo.

- Tienes que hacerlo. – Su voz estaba tensa e imaginé que estaba apretando su mandíbula.

- No taeyeon, no voy a hacerlo. – Ese era seulgi. Me pegué un poco más a los casilleros y asomé mi cabeza sólo un poco por la esquina en dónde ellos se encontraban para asegurarme de que estaba en lo cierto.

Y estaba en lo cierto, como siempre.

- No me interesa la excusa que pongas seulgi, te pedí que lo hicieras y vas a hacerlo.

– Si élla me estuviera hablando así de esa manera probablemente ya hubiese corrido tres kilómetros para que no me alcancé.

- Escucha taeyeon, hoy tengo que ir al taller, ¿de acuerdo? – Vi cómo suspiraba. – fany me cae muy bien pero...

¿Espera qué? ¿fany? ¿Tú? ¿Qué hacen hablando de ti? Es decir, de mí.

- ¿Pero qué? – Su voz era cortante e inexpresiva. Aunque podía adivinar que estaba furiosa.

Ay Dios, taeyeon kim  estaba hablando de mí. ¿Qué significaba eso? ¿Tengo que asustarme o emocionarme o qué?

- Pero yo  soy la que está interesada en ella.

¿Qué?

Mi pecho se infló mientras contenía la respiración y mi estómago se llenó de mariposas.

¿taeyeon estaba interesado en mí?

- ¿Y qué? Te pedí un favor, sólo hazlo.

Puse mi mano en mi boca esperando que ninguno de ellas no pudiera escuchar mi respiración. Aunque estaban bastante lejos como para detectarla. Pero sólo me aseguré.

- taeyeon, es en serio. Si estás tan interesada en ella deberías hablarle tú, ¿sí? No averiguar cosas a través de mí. Y lo repito, no es que Fany  me caiga mal, pero si no, ella nunca va a conocerte.

Oh Dios. taeyeon era la que estaba detrás de todo este asunto con seulgi. Es por eso que seulgi se había acercado a hablarme.

De repente me pregunté si taeyeon  tal vez había sido ella que dejó el cuaderno en mi casillero. O tal vez élla era la que había hablado con seulgi en mi pasillo o la que lo había llamado para que vaya al taller otra vez.

- No puedo hablarle, ya lo sabes. No tiene que conocerme.

¿Qué? NO. YO QUERÍA QUE ÉLLLA ME HABLASE.

¿Te das cuenta que prácticamente estás admitiendo que élla te gusta?

Me callé a mí misma para escuchar.

- ¿Sigues paranoica con eso? Sólo es hablarle, ¿qué mal va a hacerle  – Estaba segura que seulgi se había encogido de hombros.

Exacto, ¿qué mal iba a hacerme? Sólo háblame.

- Bien. ¿No vas a hacer lo que te pedí? – Un silencio inundó el pasillo y pude adivinar que taeyeon  tenía su mandíbula apretada. – Me arreglaré por mí misma.

Escuché pasos por el pasillo y saqué mi mano de mi boca, liberando todo el aire que estaba conteniendo.

¿Es que acaso esto era un sueño?

Un par de manos se posaron en mis hombros asustándome.

- Tienes suerte que élla no te escuchó ni te olió porque si no... - seulgi estaba mirándome a los ojos y yo junté las cejas.

- ¿Oler? – Estaba sorprendida al no estar sorprendida de tenerlo frente a mí. Es decir estaba sorprendida de que taeyeon  no me hubiese escuchado. Porque mi respiración había sido demasiado ruidosa e irregular.

Pero... ¿Olido? ¿Qué se supone que significa eso?

Seulgi  sacudió la cabeza. – No importa. Pero no vuelvas a hacerlo nunca más. – Yo asentí con mi cabeza y élla me sonrió. – Ahora ya lo sabes.

- ¿Saber qué? – Mi corazón volvía a estar acelerado.

Élla sacudió la cabeza como si yo fuera retrasada y no pudiera ver lo que estaba frente a mí.

- Habla con taeyeon, ¿de acuerdo? – Yo asentí otra vez y élla me soltó. La vi caminar lejos sin voltearse a verme. Apoyé todo mi cuerpo en los casilleros y respire lentamente, dando grandes bocanadas de aire.

Yo le interesaba a taeyeon.

YO-LE-INTERESABA-T-TAEYEON.

Esperen... ¿Eso es bueno o malo?