¿Alguien podría matarla? ¿Por favor?

- ¡VAMOS JEONJU!

Yo voy a matarla.

- Esto es asqueroso Soo, lo odio. - Ella paró con su estúpida rutina y me miró mal.

- Dime tres cosas que tú, Tiffany Hwang, no odies. - Metí una gran cucharada de cereal en mi boca mientras me sentaba sobre la silla.

- Sencillo: El helado. Los libros. Y yo. - Mastiqué un poco más y entrecerré los ojos. - Bueno, la última no cuenta a veces. - La señalé con la cuchara.

- ¿Recuerdas cuáles eran las condiciones de habernos escapado? - Puso sus manos en su cintura.

- No tener o antes del matrimonio. - Sonreí.

- No. Nunca jamás volver al orfanato y ser adolescentes normales. - Dijo seria. - No hay nada más normal que ser porrista Fany.

Sí, por supuesto.

- No hay nada más estúpido que ser una porrista  Sooyoung. Y más aquí. ¿Sabes la cantidad de clichés que he visto en las películas? Altas, hermosas, oxigenadas,  huecas. Son porristas. Y terminan saliendo con el capitán del equipo. Todos son malditos clichés. - Sabía que no tenía razones para enojarme, pero el hecho de que ella intentara con todas sus fuerzas ser normal, cuando en realidad NUNCA íbamos a poder ser normales, no importaba cuanto lo quisiera.

- Bueno, te equivocas. - Levanté mis cejas. - En casi todo. - Reí. - No soy oxigenada, es más, creo que soy más plana que una tabla. Tengo mejores notas que tú, así que no soy para nada hueca. Y estoy saliendo con Choi Siwon, que no es capitán del equipo de fútbol. Definitivamente no cuenta como cliché. - Levanté mis brazos.

- Como tú digas... Sólo espero que no te vuelvas más perra de lo que ya eres. - Sonreí. Soo tomó mi tazón de cereales y lo alejó de mí. - ¡HEY! ¡ESTABA COMIENDO ESO!

- Ya no. Vamos a llegar tarde si sigues comiendo. - Dejó todo en la cocina y comenzó a caminar hacia su habitación.

- Perra. - Me crucé de brazos.

- ¡ESCUCHÉ ESO!

- ¡QUISE QUE LO ESCUCHARAS! ¡Y QUIERO QUE TE VAYA MUY MAL EN TU ESTÚPIDA PRUEBA DE PORRISTAS, PORQUE YO NO PIENSO SER PARTE DE TU VIDA DE CLICHÉ PARK SOOYOUNG! - grité.

- ¡COMO TÚ DIGAS!

Estúpida perra.

(...)

- ¿Por qué quieres ir tan temprano a la clase de Biología?

¿Por qué mierda le importaba tanto?

- Sí Fany, ¿por qué quieres ir tan temprano? - Siwon levantó las cejas mientras cerraba mi casillero.

- Porque tengo que estudiar. - No sabía si ellos eran idiotas porque pasaban mucho tiempo juntos o si ya habían nacido así.

- Pero no tenemos ningún examen.

- Sí Tiffany, no tenemos ningún examen. - Siwon se cruzó de brazos.

No, definitivamente habían nacido idiotas.

- A diferencia de ustedes dos, yo tengo cerebro de maní y no puedo recordar nada de lo que el Sr. Young dijo la clase pasada. - Los miré a ambos que me observaban con sus ojos entrecerrados.

- Si tú lo dices... - Sooyoung se encogió de hombros.

- Sí Fany, si tú lo dices... - Ella se giró hacia Siwon.

- ¿Vas a seguir repitiendo todo lo que yo estoy diciendo, o quieres que te compre un diccionario, idiota? - Siwon frunció las cejas mientras Soo sonreía y yo reía.

- Ustedes son malas.

- Gracias. - Miré a Sooyoung que había dicho lo mismo que yo al mismo tiempo y sonreí. - Me voy. - Dije y los empujé a ambos para pasar por en medio de ellos.

- ¿No quieres que te acompañe? - Siwon me tomó del brazo deteniéndome. Aproveché el momento en el que Soo estaba mirando dentro de su casillero y lo tomé del cuello de su remera.

- Deja de ser tan malditamente evidente hombre, que si se entera y sabe que tú sabías, va a arrancarte las pelotas. Y es literal. - El tragó saliva y soltó mi brazo.

- Ya entendí. - Su voz había salido ligeramente estrangulada y aguda. Reí mientras caminaba hasta el aula de Biología.

¿Sabes cómo saludarla? Es decir, ¿vas a darle un beso? ¿En la mejilla o en la boca? ¿O vas darle un apretón de manos? Sí, un apretón de manos Tiffany. ¿Por qué no puedes ser una chica normal?

- Hola.

¿Qué? ¿Cuándo pasó esto? ¿Por qué estoy en frente de Taeyeon? ¿Por qué no estoy hablando? ¿Por qué tengo cara de estúpida? ¿Por qué SIGO SIN HABLAR?

- Sooyoung va a arrancarle las pelotas a Siwon. Literal.

Ya, de verdad tengo que aprender a hablar. Urgentemente.

- Pues me alegro. Alguien tenía que hacerlo de una vez por todas. - Taeyeon rió mientras me sentaba junto a ella.

- Tienes que dejar de ser tan linda siempre, es molesto.

YA. EN SERIO NECESITO APRENDER A HABLAR. O A CALLARME O LO QUE MIERDA SEA QUE ME HAGA VER TAN IDIOTA SIEMPRE.

- Y yo tengo que dejar de avergonzarme siempre que estoy cerca de ti. - Suspiré mientras ponía mi cara en el hueco que mis brazos creaban apoyados contra la mesa.

- No, me gusta que hagas eso. Me hace recordar que eres humana. Y linda. Y extremadamente tierna. - Junté mis cejas y la miré mal.

- No soy tierna. - Ella se estiró en su silla y pasó un brazo por detrás mío.

- Y yo no soy linda siempre. Bueno, si lo soy. Pero no es molesto. Te encanta. - Bueno, voy a arrancarle esa sonrisa de la cara. Con los dientes.

- Eres una idiota. - Asintió con esa estúpida sonrisa que ponía siempre mientras se acercaba demasiado a mí.

- Una idiota que te hace sonreír. - Ya, quiero besarla. Muy fuerte.

- Pero eres una idiota... - Sonreí.

- ¿Quién, en este loco y estúpido mundo, no es idiota? Sólo los idiotas hipócritas, que aparentan ser lo que no son en realidad.

- ¿Desde cuándo eres filósofa? - No podía sacar la sonrisa que tenía en mi rostro. Odiaba y amaba esta sensación al mismo tiempo.

- ¿Desde cuándo tu sonrisa me vuelve loca?

Ya, no puedo contenerlo.

Tenía que besarla. Sería un pecado no hacerlo. En serio. Así que lo hice. Y fue delicioso y hermoso. Juro que jamás me voy a cansar de sentir sus suaves labios sobre los míos. Nunca jamás en mi vida entera.

- ¿Ya no te importa que alguien pueda vernos? - Sonrió alejándose sólo un poco de mí.

- Ya no me importa nada. - Sonreí mientras volvía a besarla. Sentía un amargo gusto en mi boca por ser tan jodidamente cursi cuando estaba cerca de ella. Pero no podía evitarlo. Aunque quisiera pegarme un puñetazo en la cara por decir este tipo de cosas.

Odio a la Tiffany cursi, es diez veces más idiota de lo que soy yo en realidad.

- Bueno, me encanta tu extraño y repentino cambio de actitud, pero tengo que pensar que en este momento te encuentras completamente atraída y caliente por mí, sin contar mis increíbles labios y mi y lengua, y no estás pensando con claridad. Así que seré responsable una vez en mi vida, y cortaré lo que más me ha vuelto loca en toda mi existencia, que es el contacto de tus labios con los míos.

¿Y ella pretendía que después de decir todo eso yo no quisiera besarla? Taeyeon tú no sabes espantar a una chica.

- Sabes que generalmente es al revés, ¿cierto? En esta extraña pareja que hemos creado juntas, tú eres la byun calentona que siempre quiere besarme.

YA NO HABLES MÁS. NADIE TE QUIERE CUANDO DICES ESTAS COSAS.

- Fany, ¿Qué estas tratando de decirme? Porque mi idad es algo muy preciado que no perderé con la primer chica calentona y tremendamente y que se cruce por mí camino. No importa que tan grande tengas las bubis o el trasero. - No puedo explicar lo fuerte que fue mi carcajada. Es más, creo que la risa de foca desnutrida había vuelto otra vez. Esta chica iba a matarme.

- Ya, no puedes culparme por intentarlo. - Taeyeon sonrió. - Aunque no te crea.

- ¿Qué? ¿Que no me importa que tan grande las tengas? - Reí.

- No. Que seas virgen. - Ella me miró completamente indignada.

- ¿Estás llamándome perra? - Y otra vez la maldita risa de foca desnutrida. - No es gracioso Fany.

- Oh vamos, probablemente en tus tiempos fuiste una perra de primera. ¿Con cuántas chicas te acostaste? ¿Treinta? ¿Cuarenta?

- Fueron ciento noventa y tres, pero no importa, no llevo la cuenta. - Volví a reír. - No era una perra "en mis tiempos". - Hizo comillas con sus dedos. - Se podría decir... ¿Popular, tal vez? Mi madre siempre odio eso. - Una extraña mirada melancólica cruzó por sus ojos y paré de reír de inmediato.

- ¿A qué madre le gustaría que su hija jugará con mujeres de esa manera? Dímelo. - Taeyeon sonrió con sus labios juntos y puso esa mirada de cachorrito que quería que jamás volviera a cruzarse en su hermoso rostro angelical.

- Ninguna. Pero ella en verdad lo odiaba. Puedo escucharla decir: 'un día de estos, tú serás la que se enamore. Y también serás a la que dejen por una cara más bonita que la tuya, mi Taeng... Aunque crea que eres la más bonita de todo el universo.'

Deja de sonreír así. Me estás rompiendo el corazón.

- Tu madre suena genial. Debe haber sido una gran mamá. - Le dije mientras sonreía. No sabía si era correcto hablar en pasado. Pero, no lo sé, suponía...

- Lo era. - Le robé un beso que la hizo sonreír. - De acuerdo, vamos a empezar a hablar más de mi madre. - Reí.

- Creo que la entiendo. Eres una tremenda imbécil. - La campana sonó y un montón de estudiantes alocados entraron por la puerta.

- ¿No era una idiota? - Susurró en mi oreja. Sooyoung y Siwon entraron riendo y luego miraron hacia el lugar en que estaba. Tae se alejó de mi al instante.

- Ambas. - Le dije, mientras miraba al frente.

(...)

- Dime que no hubo nada de autismo hoy, por favor. - Sonreí a Seulgi mientras cerraba mi casillero. Las clases habían terminado de una vez por todas. Taeyeon había desaparecido de mi vista después del almuerzo, en el cual tuve que soportar sus acechadoras miradas desde lejos y a Siwon, que estaba insoportable desde la mañana.

- No hubo nada de autismo hoy, Seulgi. Tae se comportó como una persona normal. - Ella juntó las cejas. - ¿Qué sucede?

- Me parece más extraño que Taeyeon se haya comportado como una persona normal a que parezca autista, ¿no crees?

- Me parece extraño que me haya hablado. – La mire con mis cejas levantadas.

- ¡FANY! ¡FANY AL FIN TE ENCUENTRO! - Miré a mis costados mientras Seulgi se tomaba la cabeza.

- ¿Esa era suzy? - pregunté con una sonrisa.

- Esta insoportable desde que viniste a casa. Tae va a matarla si sigue hablándole de ti. - Volví a mirar a mis costados buscándola.

Esta chica era genial.

- ¿Crees que le agradé? - Pregunté.

- ¿Agradarle? Tú le gustas, eso es lo que trae a mi hermana tan loca. - Reí.

- Por favor Seulgi, yo no le gusto a suzy... ¿En dónde demonios está? - Ella miró fijo detrás de mí y se tomó la cabeza otra vez. Me giré para ver qué era lo que sucedía.

- ¡YO SE BIEN QUE ESTOY AFUERA, PERO EL DÍA EN QUE YO ME MUERA, SÉ QUE TENDRÁS QUE LLORAR!

Oh Dios Santo. Esto es lo mejor que me ha pasado jamás.

Suzy  estaba vestida de mariachi, con un gigante y simpático gorro en su cabeza que me causaba demasiada gracia. No podía evitar soltar carcajadas, esta chica iba a matarme. Tenía un gigante ramo de flores en su mano, un gesto que me derritió el corazón. Pero no de la forma que hubiera pasado si Taeyeon fuera la que estuviera en su lugar. Gritaba desde el fondo de su garganta, y sí, gritaba, porque eso definitivamente no era cantar. Wendy  apareció detrás vestida exactamente igual que ella y me pareció escuchar la carcajada de Seulgi, pero la mía había sido demasiado ruidosa como para confirmarlo.

- Esto es estúpido. - Dijo Wendy  con cara de que en cualquier momento mataría a Suzy  con sus propias manos. Esta le dio un buen codazo en su abdomen y Wendy  se agarró el lugar afectado. - ¡LLORAR Y LLORAR! - Gritó casi sin aire.

Ya, me voy a hacer pipí de la risa. Ayuda.

- ¡DIRÁS QUE NO ME QUISISTE, PERO VAS A ESTAR MUY TRISTE, Y ASÍ TE VAS A QUEDAR! - Agradecía que las clases se habían terminado hace tiempo y no había nadie rondando en los pasillos.

- Oh Dios, acaba de salir de la clase de español y ya se cree mexicana. – Seulgi estaba igual o peor que yo. Nuestras risas de focas desnutridas con problemas de respiración se acoplaban.

- ¡Su español es lamentable! - Grité intentando parar con mi risa.

- ¿No te conquisté? – Suzy  se paró junto a nosotras y me miró fijamente mientras intentaba calmar mi risa.

- No, pero me gusta tu sombrero. - Lo saqué de su cabeza y lo puse en la mía.

Repito, esta chica es genial.

- Soy un millón de veces más linda que Taeyeon. Esta cara -señalo su rostro-, ganó tres concursos de belleza y cinco de camisetas mojadas, Fany. - Volví a reír.

- Creo que voy a suicidarme con este sombrero. No sé cómo lo haré, pero juro que voy a encontrar la manera. – Wendy  miró su sombrero con odio. - Sigo sin entender cómo hiciste para convencerme... Oh cierto, trucos mentales. – Suzy  la miró mal.

- Desafinaste. Es por eso que todo esto no dio resultado. – Wendy  rió.

- ¿¡YO DESAFINÉ!? - Volvió a soltar otra carcajada al igual que yo, y bueno, Seulgi ya estaba perdida. En cualquier momento veríamos sus pantalones mojados. - No me hagas reír.

- Ya, fue un bonito gesto suzy... - Le sonreí y ella hizo lo mismo. - Pero no le veo un futuro a lo nuestro. Creo que deberías repartir el sabor Suzy  a más de una sola mujer, ¿no crees? - Ella asintió.

- Tienes razón. Tienes toda la razón Fany. ¡MUJERES, SUZY ESTÁ CALIENTE Y ENCHILADA PARA USTEDES! ¡TACOS!

Basta, ya puedo sentir el chorro salir por el amor de Dios.

- Es la cuarta vez que voy a una clase de español. Tengo que agradecerle a las telenovelas mexicanas que ve Wendy  cuando piensa que no estoy cerca, son mejores profesoras de lo que creen. - Volví a reír con mucha fuerza mientras me tomaba el estómago que ya comenzaba a dolerme. Wendy golpeó a Suzy  en la cabeza y yo tomé a Seulgi del brazo, porque ya estaba a punto de caer al suelo. Sus facultades mentales no funcionaban en este momento.

- ¡TIFFANY! ¡TIFFANY LO CONSEGUÍ! - Las tres hermanas Kim pararon lo que estaban haciendo al instante y desaparecieron de mi vista como si nunca hubiesen estado allí. Soo apareció doblando al final del pasillo y corriendo con una brillante y blanca sonrisa en su rostro.

Que se caiga. Que se caiga. Que se caiga. Que se caiga.

- ¡Tiffany lo conseguí! - Dijo cuándo se encontró justo a mi lado, saltando como una niña pequeña.

- ¿Podrías calmarte?... ¿Qué conseguiste? - Me acabo de dar cuenta de lo negativa y malhumorada que sueno siempre.

- ¡La prueba de porristas! ¡Estoy dentro del escuadrón! - Un asqueroso grito de emoción salió de sus labios.

Agh, que fastidio.

- Fue hace unos segundos. Estaban audicionando, muy mal para ser sincera, y las otras porristas del escuadrón eran muy agradables, menos tres que eran unas malditas perras asquerosas y llegó mi turno, y ¿por qué tienes un sombrero de mariachi en la cabeza? - Señaló mi cabeza y miré hacia arriba.

Oh, mierda.

- Es un proyecto para la clase de Español. - Hice un ademán con mi mano, dándole poca importancia.

- No importa. Bueno, en fin, hice mi rutina y me dijeron que estaba dentro del escuadrón. El viernes por la noche es el primer partido de la temporada y Nana me dijo que si trabajaba muy duro podía estar en la rutina para el juego y...

Ya, mi cabeza va a explotar si sigo escuchando mierda de porristas, lo siento Soo.

Así qué hay un juego el viernes... ¿Por qué no me agrada la idea?