Ya había pasado un mes. Sí, un maldito mes y yo seguía confundida. Lo único que sabía era que estaba discutiendo con taeyeon, todo se tornó negro y luego desperté en la enfermería, sola, ni siquiera estaba la enfermera ahí. Y luego de eso, las hermanas kim  habían desaparecido por toda una semana, para luego volver a la escuela como si nada. Todos menos taeyeon, por supuesto. Y cada vez que intentaba hablar con seulgi  me esquivaba, ponía excusas o no quería responder mis preguntas. Y me estresaba tanto que parecía casi imposible, pero lo era. soo  seguía opinando que estaba loca y juraba que no le contaría nada de todo esto a siwon .

   Otro gran problema era siwon. soo seguía completamente atada a él y no se separaban ni por un segundo, lo cual daba asco. Pero claro, yo no podía decir nada de aquello, porque soo se ponía de mal humor.

Así que simplemente decidí que cuando se tratara de las kim, no le diría nada a soo  y me lo guardaría para mí. No es como si algo importante vaya a pasar tampoco, por supuesto. Yoona,Suzy y Wendy  no me hablaban para nada, seulgi me evitaba y taeyeon  estaba desaparecida.

 Y yo seguía confundida. Y perdida. Muy pérdida.

  Élla había actuado como un completo loca y podría haber jurado que tenía planeado matarme.

Pero luego se portó todo dulce conmigo. Pero después me dijo que me alejará de élla. Y luego me desmaye como una idiota.

Fue lo más raro que alguna vez me podría haberme pasado, porque nunca me había desmayado. Jamás. Así que fue de repente y dramático.

Probablemente había parecido una morsa cayendo al mar, o Willy, la ballena, por fin siendo liberada.

En fin, lo más probable es que élla se haya reído de mí como por lo menos una o dos horas y luego haya decidido llevarme a la enfermería, para luego irse y dejarme sola como un hongo.

- ¿Qué estás haciendo? - desperté de mi sueño hipnótico y miré a soo que estaba con un hermoso vestido y tacones.

  - Deliraba, según tú. - Ella revoleó los ojos.

- ¿Sigues pensando en eso fany? Ya te lo dije, lo más probable es que te hayas desmayado en el pasillo y hayas soñado con todo eso, y luego alguien te vio tirada en el piso y te llevó a la enfermería.

- Claro, porque eso es muy normal. - Respondí sarcástica, soo  volvió a revolear los ojos.

- Tampoco es normal que un chica llegara a acosarte sin razón.

- No tiene sentido que me haya desmayado si nunca en mi vida me había pasado. Y no existe el desmayo por estrés, no inventes cosas para intentar hacer que no suene como una loca. Porque no estoy loca. Yo sé lo que pasó y no me importa si crees o no. – soo  levantó sus brazos en señal de rendición y entró a la cocina mientras me cruzaba de brazos.

Estaba oficialmente ofendida y cansada de que esta estúpida, literal, y supuestamente, realista amiga mía me tratara como si viviera teniendo alucinaciones y estuviera loca.

- ¿A dónde vas vestida así? ¿Vas a salir con siwon? - Me levanté del sillón y caminé hacia la cocina en donde estaba soo  buscando lo que sea en la heladera. Como todos los sábados, ella saldría a un bonito restaurante con siwon.

Odio tanto la rutina.

- Pregunta incorrecta fany. - Junté mis cejas.

Ahora resulta que tampoco sé hablar. Bien. Tengo que ir al médico antes de que me muera por un derrame cerebral o algo.

- VAMOS a salir con siwo .

No. No, no y no. No iba a ser el mal tercio, o la solterona amiga a la que no le dan amor. Definitivamente no.

- Estás demente. - Fingí una risa y me fui a mi habitación. Escuché los tacones de Soo  caminar detrás de mí, mientras me tiraba en mi cama.

Ella podía salir con siwon todo lo que quisiera. Yo ya había hecho las compras y tenía mucho helado y chocolate. Tenía internet. Tenía películas y televisión. Todo lo que necesitaba para existir.

- En serio fany. Estuvimos hablando sobre ti con suiwon..

¿Qué?

- ¿Qué? - me senté en la cama y la miré mal. - ¿Es que acaso no tienen nada mejor que hacer? ¿Se la pasan hablando de mí?

- Le he dicho a siwon sobre tus delirios, fany... Genial.

Yo le cuento algo a mi mejor amiga y ella corre a contárselo a su novio. Definitivamente soo  no se enteraría de nada de todo lo que yo hiciera.

- Y él opina que es porque somos nuevas en un lugar nuevo y necesitamos salir un poco más y conocer más gente. Y tal vez quedarnos encerradas puede hacer que te aloque un poco porque te encuentras perdida en un lugar nuevo y... La deje de escuchar. No me importaba en lo más mínimo cuando soo  comenzaba a hablar como un cerebrito. Me ponía de los nervios porque solo entendía la mitad de lo que decía. Pero en resumen, ella probablemente estaba diciéndome que era una loca antisocial que tenía que dejar de comer helado y no hacer ejercicio porque mi culo ya estaba bastante gordo como para que sea un poco más grande y grasoso, y si seguía así los chicos jamás me mirarían porque era fea.

Gracias soo, entendí el mensaje.

- No me importa soo. - La corté en una de sus oraciones sin sentido. - No voy ir. No quiero ser la amiga solterona. La amiga estúpida. El mal tercio. No quiero ir. Y no iré. - Ella me miró extremadamente mal.

- Si vas a ir, y no hay nada que puedas hacer al respecto. - Salió por la puerta y yo me tapé la cara con una almohada liberando un gran grito.

- ¿¡SABES LO QUE SON LAS CONVICCIONES INAMOVIBLES!? ¡PUES YO SOY UNA CHICA DE CONVICCIONES INAMOVIBLES Y CUANDO DIGO NO, ES NO!

(...)

- Por favor acompáñenme, su mesa ya está lista. Estúpida soo. Estúpido mesero. Estúpido siwon. Estúpido vestido corto que soo insistió en que me ponga.

Mi cara de mal humor era épica y me hubiese encantado que alguien le sacara una foto para luego romperle la cabeza con una silla liberarme de la tensión e imprimir esa foto para regalársela a todos aquellos que me exasperan, con la frase de "si me ves con esta cara no me molestes" debajo.

- Éste lugar es precioso. – soo  tomó más fuerte el brazo de siwon y yo revolee los ojos.

- Vienes aquí todos los sábados y estoy segura que siempre dices lo mismo. – soo me fulmino con la mirada mientras siwon reía y le corría la silla para sentarse mientras yo me sentaba por mí misma, como toda mujer soltera y orgullosa de no tener un maldito novio o novia  pensando en mi atae.. noo..que quiera hacerse el caballeroso contigo.

- Veo que hoy estas muy fastidiosa. - Miré mal a soo.

- ¿Por qué será, cierto?

- No lo sé, me encantaría saberlo.

- ¿En serio quieres saberlo?

- Escúpelo de una maldita vez.

- Voy a escupirte en el maldito ojo si sigues presionándome maldita...

- Chicas, tranquilas ¿sí? No es necesario pelear. - siwon cortó mi maravilloso insulto hacia soo  que había venido pensando en todo el viaje hacia aquí.

Yo revolee los ojos al igual que soo  y tomé el menú para ver qué clase de cosas podía comer para engordar un poco más, porque nunca es suficiente.

Okey, genial. Pasta era lo mejor. Sabía que iba a caerme mal, pero no me importaba. Era lo que menos tardaría en comer, y eso significaba que saldría de aquí mucho más rápido.

Dejé el menú en la mesa y junté mis cejas. Genial, el maldito mesero no sabía contar.

- Hay que decirle al idiota con traje que saque el plato de más. - siwon me miró confundido y luego miró a soo, ella se escondió un poco más detrás del menú.

¿Qué mierda sucedía ahora?

- ¿No le dijiste? – siwon fulminó con la mirada a soo mientras susurraban.

- ¿Cómo se suponía que tenía que decirle? ¿Sabes lo que me costó traerla aquí?

Prácticamente tuve que desnudarla y cambiarla yo misma para luego arrastrarla de los pelos al auto para que no se escapara corriendo.

- Sabes que no me gusta que hagas estas cosas. Se va a poner de mal humor.

- Ya está de mal humor, no creo que pueda empeorarlo.

- Nunca digas eso. Siempre todo se pone peor cuando la gente dice eso.

- Ves demasiadas películas siwon.

Esto de los susurros no estaba resultando. Definitivamente estaba escuchándolos y al parecer ellos no se daban cuenta.

- Creo que tú ves muy pocas, soo. - Ambos se estaban mirando mal y lo que menos quería, además de estar sentada aquí con estos dos, era estar sentada aquí con estos dos peleándose.

- Si el problema es llamar y pedir que saquen el plato, yo lo hago, no se preocupen...

- Alcé la mirada buscando al pingüino de traje.

- Sí... Con respecto a eso... - Miré a soo  por unos segundos y luego a siwon que seguía fulminándola con la mirada.

- Siento tanto la demora. No había un maldito lugar para estacionarse. Es un infierno allí afuera. - Giré mi cabeza y noté como un chico de, suponía, mi edad se sentaba en el lugar vacío junto a mí. Su cabello era castaño oscuro y estaba ligeramente desaliñado. Llevaba unos jeans negros y una camisa blanca. Sus ojos eran verdes, de un verde muy bonito. Sus facciones eran tan parecidas a las de Jake.

Y Dios, su sonrisa. Su sonrisa era un calco de la de siwon, era exactamente igual de hermosa, perfecta y blanca. Y...

No. soo, tú no lo hiciste.

- No fuiste capaz... - Si mi mirada asesina y mi cara de mal humor antes eran obvios, ahora la gente podía darse la vuelta y montar una feria mirándome. Soo  se escondió un poco más detrás del menú y siwon se lo sacó de las manos. Ella me miró por unos segundos y sonrió.

- fany, él es nichkhun, el hermano de siwon... - Apreté mi mandíbula reprimiendo las ganas de matarla. - Él es... Bueno, técnicamente... Él vendría a ser...

- Tú cita. Soy tu cita. - Me giré hacia el chico en cuestión y no pude evitar derretirme ante su sonrisa. Y no quería porque no era justo que él sea lindo y esto fuera una cita arreglada, porque eso quitaba todas mis malditas ganas de conocerlo.

- Hola, tú debes ser fany. - Volvió a sonreír, incluso más grande y aunque tenía ganas de matar a soo  por lo que había hecho, muy profundamente en el interior de mi corazón, súper en lo profundo, tanto que hay oscuridad y cuando prendes una luz ésta automáticamente se apaga, le agradecía por haberme presentado a este hermosísimo chico. Él se giró hacia soo y siwon sonriendo de la misma manera. -

Debo decir, que es muchísimo más hermosa de lo que dijeron. - siwon revoleo los ojos y soo  le sonrió. Dios, ésta iba a ser una larga cena.