Capítulo 32: "La guerra acaba de empezar." Parte 1

taeyeon kim ( taeny, vampiros)

¿Ya terminó? - Bueno, no estaba muy feliz y de buen humor por todo este asunto. Eran las siete de la tarde, estaba completamente oscuro y nosotros estábamos perdiendo el tiempo aquí, en el maldito partido de fútbol americano. Ni siquiera sabía que Jeonju tenía audiciones de porristas. Ni siquiera sabía que tenía un grupo de porristas. NI SIQUIERA SABÍA QUE JEONJU TENÍA UN EQUIPO DE FÚTBOL AMERICANO.

- Fany, ni siquiera ha empezado. - Siwon me sonrió mientras suspiraba con cansancio. No me gustaba estar rodeada de gente con la cara pintada y banderas y todas esas cosas que yo no entendía. Además gritaban, me ponían jodidamente nerviosa. Decir que Siwon había comprado comida, si no, no iba a poder soportarlo por mucho más tiempo.

- No entiendo por qué todos están gritando, es estúpido. - Metí un par de papas en mi boca.

- Están alentando al equipo.

- ¡Aun no están en el campo! - Metí tres papas más en mi boca.

- ¿Algo más que la Señorita Tiffany quiera acotar como queja? - Junté mis cejas mientras él seguía sonriendo.

- Sí. Estas papas están horrendas. - Metí tres papas más en mi boca.

- ¿Y por qué sigues comiéndolas?

- ¡Tengo hambre! - Todos a nuestro alrededor se pararon repentinamente y los gritos se hicieron más fuertes. Siwon y yo nos paramos de puro instinto para ver a las porristas entrar con sus pompones y uniformes perfectamente limpios y planchados.

Qué asco.

- Está hermosa. - Miré a Siwon que estaba completamente embobado observando a Sooyoung con una sonrisa.

- Ya, ella siempre está hermosa tonto. - Las porristas comenzaron con su rutina de baile y piruetas, y para ser sincera, no lo hacían tan mal.... Soo coordinaba sus piernas con sus brazos, lo cual logró sorprenderme diez veces más. - ¡VAMOS SOO! - Grité alentándola, Siwon hacía lo mismo. Al finalizar su rutina, sacudió sus pompones y nos encontró con su mirada, su sonrisa se hizo más ancha y nos saludó con su mano. Nosotros hicimos lo mismo para luego aplaudir al equipo de fútbol que entraba a la cancha. No tenían pinta de ser buenos. - ¿Qué tan malos son? - Le pregunté a Siwon mientras nos sentábamos para ver como el equipo contrario entraba en la cancha. Él rió.

- Apestan.

Uf, esto va a ser aburridísimo.

 

(...)

 

Creo que si de verdad no fueran tan malos, estaría prestando atención a esto y no se volvería tan aburrido. Es decir, me gustaban los deportes, más que nada mirarlos, y si ellos pudieran dar un espectáculo que valga la pena, vendría a todos los juegos a alentarlos. Claro que ahora, con su nueva carrera de porrista, Soo querrá que venga a todos los partidos con Siwon para darle aliento. Lo cual no tiene sentido, ya que la porrista es ella, o sea que ella es la que debe dar el aliento. De cualquier manera, las gradas estaban llenas a pesar de ser invierno y estar al aire libre, la gente estaba abrigada, claro que Siwon estaba más abrigado de lo normal, por todo el asunto lobuno y del frío, que no llegaba a comprender, pero tampoco iba a preguntarle. La verdadera pregunta era: ¿qué hace toda esta gente aquí, cuando podrían estar en sus casas, comiendo o leyendo o trabajando o haciendo algo mucho más productivo para sus vidas que esto, nada? Entendía que era un pueblo pequeño y que todos se conocían con todos, pero, por favor, estos chicos apestan. Mi dedo gordo del pie tiene más talento para el fútbol americano que todos ellos juntos. El entrenador seguro querría cortarse las pelotas. Aunque que lo hiciera me pondría feliz, porque era mi profesor de gimnasia también. Si se las cortaba, tendrían que llevarlo al hospital y se quedaría ahí por días. O sea que nada de correr vueltas en el gimnasio, o sea, Tiffany feliz.

- La bebida se acabó, ¿quieres que vaya a buscar más? - Siwon ya estaba a punto de pararse cuando lo detuve.

- Yo voy. Mi trasero está entumecido de estar tanto tiempo sentada y además, no soporto verlos jugar, mis ojos arden. Si llego a ver otro pase así y un recibimiento que termina con el balón en el suelo, se quemarán por completo. - Siwon rió mientras pasaba entre la gente para ir al pequeño puesto que se encontraba del otro lado de la cancha.

¿Por qué mierda tenía que hacer tanto frío? Está bien, amo el frío. Pero no cuando no estoy abrigada para la situación. Voy a morirme en forma de cubito.

Caminé intentando no mirar a la cancha ni tampoco a las porristas que seguían alentando por un partido que estaba completamente perdido. Estos chicos necesitaban un buen capitán. No sabe dirigirlos para nada. Su corredor es bueno, pero no sirve con eso simplemente.

- ¿Qué te sirvo? - Un chico uniformado con gafas me miró esperando a que le dijera qué era lo que se me apetecía.

- Una botella de agua y una soda, por favor. - Él asintió y se dio vuelta para buscar lo que le pedía. Miré hacia el campo intentando entender si estos chicos jugaban al fútbol o tenían un problema motriz que no dejaba que dieran dos pasos seguidos porque ya se caían.

¿El entrenador no ve lo malos que son? Por Dios, mejora el equipo, joder.

Revoleé los ojos intentando sacar el horrible sentimiento de impotencia e irritación que carcomían mi cuerpo. Ni siquiera sabía por qué estaba así, no es como si me importara que al equipo de la escuela le fuera bien.

Un repentino frío recorrió mi cuerpo y me tapé con mi chaqueta mientras el viento revoleaba mi cabello y yo intentaba controlarlo. Escuché con atención, sobre los gritos de las tribunas, los jugadores y los entrenadores que parecían desesperados, un pequeño susurro de las hojas y las ramas de un árbol chocando entre ellas. Me sorprendía haber tenido este extraño ataque de súper oído. Miré arriba intentando descubrir qué mierda estaba pasando.

Dios, no. Dios dime que no, por favor.

Su macabra sonrisa hizo que un escalofrío corriera por todo mi cuerpo. El rojo de sus ojos era un brillo en la oscuridad, que estaba segura, me traería pesadillas. ¿Por qué todas las cosas malas tenían que pasarme a mí? Mi respiración se contuvo sin que yo lo quisiera y mi corazón empezó a bombear extremadamente rápido, hasta podía jurar que no era normal.

- Señorita. - Salté al sentir el tacto del chico detrás de la barra. Me miró como si fuera un extraterrestre y supuse que el terror de mi cuerpo se había transmitido a mi rostro. - Sus bebidas.

- Claro. - Con mis manos temblando, saqué dinero del bolsillo trasero de mi pantalón, lo tiré sobre la mesa y tomé los vasos. Miré hacia el mismo árbol pero Bora ya no estaba. Un extraño vacío se hizo presente en mi estómago.

Esto era una tremenda mierda que me daba muy mala espina.

Tiré los vasos en algún lado, ni siquiera me importaba haber desperdiciado dinero, nada más corrí hacia la escuela. Había demasiado ruido y el hecho de saber que aquí había estado esa asesina me volvía loca. Tomé mi celular cuando ya estaba adentro del edificio e intenté calmar mi respiración para que Taeyeon no se preocupara tanto cuando la llamara.

- Contesta, contesta por favor... - Rogué mientras sentía los tonos sonar y sonar. - Tae maldita sea, contéstame ya. - El buzón de mensajes fue lo siguiente que escuché - Maldita sea. - Intenté volver a llamarla, pero lo mismo sucedió. Así que llamé a Seulgi.

¿Por qué las escuelas son tan jodidamente aterradoras cuando es de noche y hay una asesina suelta rondando por la zona? ¿No puede estar llena de ponys y arco iris? ¿Eh? ¿Es tanto pedir, maldita sea?

- Hola. - La voz de Seulgi hizo que mi corazón volviera a mi pecho.

- Seulgi por favor, tienes que venir. - Dije completamente exaltada.

- ¿Tiffany? ¿Qué pasa? ¿Dónde estás? - Parecía tremendamente preocupada, y no le echaba la culpa.

- hyuna está... - No pude seguir porque una mano cubrió mi boca y otra me tomó de la cintura. El teléfono seguía firme en mi mano y podía escuchar a Seulgi gritar mi nombre mientras preguntaba qué sucedía. Grité, pataleé, luché, golpeé. Hice todo lo que pude para sacar las sucias manos de quien sea lejos de mi cuerpo.

- ¡Fany! ¡Tranquilízate! ¡Soy yo Taeyeon! - Intenté calmarme para escuchar lo que la persona estaba diciendo. Dejé de luchar sólo un segundo mientras veía cómo mi pecho subía y bajaba rápidamente por mi respiración agitada. - Soy yo. - Reconocí la voz al instante y quité su mano de mi boca para hablar.

- ¿¡ERES IDIOTA!? ¡CASI ME MUERO DEL SUSTO MALDITA SEA! - Ella juntó sus cejas. Miré mi teléfono que ahora estaba apagado y suspiré con exasperación.

¿Justo ahora tenía que quedarse sin batería? ¿Qué tan cagada estaba?

- Intenté llamarte, hyuna  está...

- Aquí. - Me interrumpió. - Lo vi todo, no sé qué hiciste o que hice yo, pero de repente podía ver lo que tú veías, escuchar lo que escuchabas y sentir lo que sentías. - Junté mis cejas, esto era más jodido de lo que pensaba. - Estabas realmente cagada Fany, vine lo más rápido que pude porque pensé que ibas a morirte del susto. No vuelvas a hacer eso nunca jamás en tu vida  - Me tomó de los hombros y me miró con sus ojos realmente seria.

No sé cuál de las dos tiene más miedo, para ser honesta.

- ¿Qué vamos a hacer Tae? - Le pregunté mientras ella se alejaba de mí observando el pasillo. Se detuvo al instante de escucharme.

- ¿Vamos? Otra vez esa molesta palabra. No "vamos" -hizo comillas con sus dedos- a hacer nada juntas. Yo voy a hacer. Necesito a las chicas... ¿Tienes tu teléfono? - Sonreí con sarcasmo.

- No Querida. Estaba llamando a Seulgi cuando tu pequeño cerebro de mosquito me asusto hasta sacar la mierda fuera de mí. Ya no tiene batería. - Ella soltó el aire que llevaba adentro.

- Ya, voy a tener que hacerlo sola. - Negué con la cabeza.

- Yo te ayudo. - Me miró mal y antes de que fuera a decir algo la corté. - Soy la última opción que te queda y sé pelear muy bien, en el orfanato, Jackson me enseñó para que los abusivos no me maltrataran mientras Soo se limaba las uñas. Vamos Tae di que sí, además Siwon está aquí y él podría... - Una risa irónica salió desde el fondo de su garganta.

- Ni en mis más locos sueños le pediría ayuda a un lobo inservible, ¿quedó claro? Antes, prefiero morir de la manera más dolorosa y lenta que exista en todo el planeta, ¿ya? Perfecto. - Revoleé los ojos por su estúpido orgullo que no nos servía ni para una mierda.

- Entonces somos nosotras dos. Y si no me dejas ir contigo, entonces iré sola y si muero, va a quedar en tu consciencia para siempre. - Ella suspiró con cansancio una vez más.

-Pero harás todo lo que yo te diga. Si digo 'corre', corres. Si digo 'agachada', te agachas. Si digo 'bésame', me besas. - No era tiempo para esto, pero Dios, se veía tan hermosa que no pude reclamarle nada.

- Sí, como digas. ¿Cuál es el plan?

- Iremos a buscarla, supongo. Aunque no estoy segura de que todavía esté aquí, tendría que tener muchas agallas como para haberse quedado rondando por el lugar. Probablemente sólo quería molestarte. - Asentí y comencé a caminar detrás de Taeyeon por los pasillos de la escuela.

 

(...)

 

Suspiré con cansancio.

¿Es que nunca se cansaba en serio?

- ¿Podemos descansar Tae? ¿Por favor? - Tomé mis rodillas mientras paraba unos segundos para respirar.

- ¿Otra vez? A este paso, nunca vamos a encontrarla Tiffany. - La miré mal, aunque su atención no estaba en mí.

- No es mi maldita culpa que tú no respires y yo sí. Acéptalo. - Ella revoleó los ojos.

- Dile a tus pulmones que aprendan a regular bien el maldito aire. - Miré mi pecho.

- Pulmones, regulen bien el aire, porque aquí, la estúpida vampiro está de un maldito mal humor que no soporto, al parecer, no ha tenido o por una década entera porque es una idiota y nadie jamás va a hacerlo con ella si no aprende a tener modales - Dije sarcásticamente.

- No tengo la culpa de que tus pulmones sean una mierda, andando. - Suspiré una vez más y me puse recta para seguir caminando.

Ya habían pasado unos lindos y agradables treinta minutos dando vueltas por la escuela y nada más habíamos encontrado al conserje tocándose a sí mismo, una pareja besándose en la cafetería y a otros dos haciéndolo en el baño. Había sido incómodo, pero no tanto. Excepto lo del conserje... Nunca había reído tanto mientras escuchaba gritar que se venía.

- Probablemente hyuna esté en las islas margaritas, tomando alcohol desde un maldito coco. Y nosotras estamos aquí, buscándola. - Pateé una lata que se encontraba al lado del tacho de basura.

La contaminación ambiental del maldito mundo, Tiffany.

- ¿Siempre eres así de optimista? En serio, es impresionante. - Gruñí mientras me agachaba a tomar la lata y la tiraba en el basurero. - Te dije que no tenías que venir. - Saqué la lengua a su espalda y me crucé de brazos. - Vi eso.

- Tú y tus malditos ojos en... - Me callé cuando las luces parpadearon. - Tae... - Ella me hizo un ruido con su boca haciéndome callar. Las luces volvieron a parpadear y, maldita sea, le tengo miedo a la oscuridad.

¿Qué clase de idiota e inmadura chica le teme a la oscuridad? Oh cierto, TÚ.

Con rapidez, me acerqué a Taeyeon y tomé unos de sus brazos mientras miraba al techo. Las luces seguían parpadeando haciendo que mi terror aumentará. Ella tenía todos sus sentidos en alerta lo cual me tranquilizaba un poco. Las luces se apagaron por completo y me dejaron en la maldita oscuridad. Clavé mis uñas en el brazo de Taeyeon que no se quejó para nada. Una risa profunda en la oscuridad hizo que un pequeño grito se escapara de mis labios y que mi corazón latiera mucho más fuerte. Podía reconocer esa risa. Podía reconocerla en cualquier lugar. Las luces se encendieron otra vez haciendo que mirara al final del pasillo en donde la figura de hyuna se encontraba parada y con una sonrisa en su rostro.

- Pensaste que no me verías otra vez, ¿verdad? - Me aferré mucho más al brazo de Taeyeon cuando escuche su voz.

- Pensé que tú serías lo suficientemente inteligente como para darte cuenta de que si te aparecías de nuevo, iba a patearte hasta sacar la mierda fuera de ti. - Ya Tae, no estés tan enojada. Tú me das más miedo que ella. Hyuna  rió.

- Vine a buscar a Tiffany. Ya sabes... - Caminó unos pasos hasta quedar cerca de los casilleros y deslizó uno de sus dedos por lo largo de este, mientras sus ojos se mantenían fijos en mí. - Sentí que algo fuerte pasaba entre nosotras después de la última vez que nos vimos. - La manga de su chaqueta se deslizó un poco por su brazo dejándome ver las claras marcas de las cicatrices por lo que había sucedido- ¡CUANDO TÚ, MALDITA PERRA, PUSISTE ESAS BENDITAS CADENAS ALREDEDOR DE MÍ! - Gritó completamente furiosa. Taeyeon acomodó su cuerpo por delante del mío. - Te dije que ibas a pagarlo Tiffany... Y yo siempre, cumplo con mis promesas. - Sonrió de esa maldita manera que me causaba escalofríos y con un rápido movimiento, tomó los casilleros que se hallaban contra la pared y los tiró hacia nosotras. Taeyeon me empujó junto con su cuerpo para evitar que nos golpearan.

- ¿Estás bien? - Asentí mientras tragaba saliva. Ambas miramos hacia el final del pasillo, en donde hyuna  ahora reía.

- ¡Esto es jodidamente romántico! ¡En serio! Dos chicas luchando por su amor - Volvió a reír. - Sabes que no deberías enamorarte de una humana, ¿verdad? - hizo un puchero -. Es lo mismo que suicidarse... Bueno, no puedes hacerlo... - hyuna subió las cejas mientras sonreía con malicia. - ¿Por eso lo haces Taeyeon? ¿No puedes suicidarte y por eso sales con una humana? -

- ¡CIERRA LA MALDITA BOCA! - Taeyeon gritó completamente enojada haciendo que hyuna riera más fuerte.

- ¡Tranquila Tae! No queremos que te quedes sin voz. Obviamente, Fany tiene muchas dudas que tú tendrás que aclarar. –hyuna  volvió a reír por última vez mientras las luces parpadeaban otra vez. Vi su figura deslizarse al gimnasio antes de que las luces volvieran a encenderse.

- ¡El gimnasio! - Señalé y corrí hacia allí sin esperarla, y cuando me di cuenta ella ya estaba por delante de mí.

Pasé por las puertas que Taeyeon ya había roto para poder entrar y busqué el interruptor en la oscuridad. Para cuando lo había encontrado, ya todo estaba cubierto de sangre por todas partes.

Me quedé sin respiración al ver el desastre que el gimnasio era. Los bancos estaban completamente rotos, los balones estaban esparcidos por todas partes. Y en el medio, el cuerpo de un lobo siendo atravesado por una daga que brillaba como la plata, cubierta de sangre. Me tapé la boca intentando contener el sollozo dentro de mi cuerpo.

Por favor que no sea Siwon. Por favor Dios, dime que no es Siwon.

- Fany... - Taeyeon me llamó y concentré mi mirada en donde sus ojos estaban.

Un mensaje en la pared.

"La guerra acaba de empezar."

 

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Comments

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dafnytae
#1
Chapter 57: Como vas con la segunda temporada? (>_<)
2597611 #2
Chapter 57: Yeahhh!! Porfin
Itaenylove
#3
Chapter 57: siiiiiii
por fin
Skyth06
#4
Chapter 57: Antes q nada feliz año, mis mejores deseos, y púes sii segunda temporada :3!!
mv007842 #5
Chapter 57: Hola que este año sea de mucho excito y que dios te bendiga y que bueno que ya vas a actualizar la segunda temporada de esta historia actualiza chau
rafayola
#6
Chapter 57: HOLAAA y un MUY felíz año te deseo lo mejor :D y pues claro a apoyarlas, en cuanto a la segunda temporada espero con ansias <3
Taeny16 #7
Chapter 56: No quería leer este capítulo :( pero lo leí porque soy una maldita masoquista
rafayola
#8
Chapter 56: No puedo con el último capítulo, me destrozó muchas gracias por la adaptación espero con ansias la segunda temporada
Taeny16 #9
Chapter 53: Este Fic es genial, me encanta, lo estaba leyendo antes pero la autora no lo actualizó más. Me encanta❤ Pero tengo miedo de leer el final :(