Capítulo 34: "- Con que prostíbulo de vampiras, ¿eh?"

taeyeon kim ( taeny, vampiros)

Miré a Seulgi fijamente. Ella hizo lo mismo conmigo. Y nos quedamos así unos segundos...

- ¡PESTAÑASTE! - Grité señalándola con una sonrisa. Ella revoleó su paquete de gomitas hacia mí gruñendo. - Gracias. - Metí cinco en mi boca y reí. - No debes retar a una Hwang nunca.- Ella gruñó otra vez y cruzó sus brazos como una niña pequeña.

- ¡Hiciste trampa! - Reí con fuerza.

Oh chica, soy mejor que tú, acéptalo.

- Llevo haciendo trampa desde hace unas diez partidas. Hay dos opciones: O eres demasiado tonta y no te has dado cuenta mi técnica para ganarte, o, y esta es la verdadera, no puedes vencerme. - Seulgi negó con la cabeza.

- Deberías ir al médico. No es normal estar tanto tiempo sin pestañear y que tus ojos no se irriten ni un poco. - Pasé una gomita por su rostro y ella frunció su ceño mientras la metía en mi boca.

La victoria sabe jodidamente dulce.

- Envidia, niña mimada. - Suspiré y miré por los pasillos asegurándome que nadie viniera, ni siquiera un profesor. - Esto es divertido. - Sonreí. - Dime por qué no lo hemos hecho antes. - Me acosté al lado de Seulgi mirándola con mi hermosa cara de interrogación. Ella sonrió mirando el pasto de la cancha de fútbol que teníamos en frente.

- Porque no está bien faltar a clases, porque pueden castigarnos y porque podría perder mi promedio perfecto por esto y Dios Tiffany, tenemos que volver. - Tomé su brazo antes de que pudiera tocar su mochila y me levanté del suelo. - No sé cómo mierda hiciste para convencerme, en serio. - Reí.

- Eso es porque soy jodida e irresistiblemente adorable, sin contar mi belleza y mi gran inteligencia, por supuesto.- Seulgi suspiró y vi su ceño fruncirse aún más. - ¿Quieres relajarte? Es la única manera que tenemos de pasar tiempo de calidad sin que nadie enloquezca al vernos juntas. O piensan que te lamo la "cosita", o que estamos juntas, o que me vendes droga, o que estamos planeando asesinar a alguien, hasta incluso he oído de nuestros malévolos planes de conquistar Oklahoma. - Seulgi me miró y luego rió.

- ¿Oklahoma? ¿De qué me serviría eso? - Hice un gesto gracioso con mis manos.

- Exacto, mi amiga. - Imité a la perfección el acento okie haciéndola reír aún más. Ambas nos acostamos en el suelo otra vez.

- ¿Y cómo van las cosas con Taeyeon? - Revoleé los ojos y gruñí.

- ¿Cómo que 'cosas'? Somos amigas. Nada más. - Mentí con la mejor cara de loca mentirosa e indignada que podía poner.

- Sí, claro. Amigas que se besan. Constantemente.

Oh, mierda. Olvidé lo de su casa. Maldición.

- Ya. Un beso. Nada más. Uno que nunca debería haber pasado. Ambas nos dejamos llevar por la situación. - Seulgi volvió a reír.

- Y en el bosque también se dejaron llevar por la situación, supongo.

Oh, mierda. Eso también se lo conté.

Nota mental: no contarle a Seulgi cosas embarazosas con las que podrá torturarme luego.

Nota mental 2: dejar de hacer estúpidas notas mentales que luego olvidaré o no cumpliré porque mi segundo nombre es imbécil. O lo hubiera sido si alguien me hubiese puesto un maldito segundo nombre.

Nota mental 3: dejar de hacer esto, parezco una desquiciada y retrasada mental.

- ¿Otro error? - Dije dudando de lo que estaba diciendo, Seulgi me miró con sus cejas levantadas. La golpeé con mi codo mientras reía. - Ya. No somos novias, ¿quedó claro? Somos amigas. Con una extraña amistad, pero amigas. Estamos conociéndonos. La vida es difícil, deja tus malditas preguntas con estúpidas respuestas que no sé cuáles son.

- La pregunta es simple, y la respuesta también. Te gusta Taeyeon. - Afirmó haciendo que mis ojos volaran directamente a los suyos. - ¿Sí o no? - Suspiré y dejé caer mi cabeza sobre mis brazos mientras miraba el techo.

¿Me gustaba Taeyeon?...

Sí, definitivamente me gustaba Taeyeon.

- No lo sé. - Suspiré cuando sentí la mirada de Seulgi cuestionándome. - ¿Tal vez? - Hasta yo misma había dudado. Ella rió con fuerza y luego me miró con sus cejas alzadas. - Ya, maldita sea, sí. Sí me gusta Taeyeon maldición, déjame respirar. - Suspiré una vez más. - No es fácil Seulgi. Siempre todo se complica.

- ¿Quién mierda te dijo eso? Por Dios, a ti te gusta y tú le gustas a ella. Es lo más simple que he oído jamás. - Tapé mi cara con mis manos.

- Ni siquiera sé lo que estoy diciendo... Yo... Sólo estaba pensando en lo que Bora dijo la otra noche. - Seulgi me miró medio confundida y medio enojada. Miré al techo para evitar el peso de su mirada sobre mí. - Ni siquiera sé lo que significa.

La verdad era, que sí sabía de lo que hablaba. O más o menos. No lo sé. Había pasado tanto tiempo en mi habitación mirando a la nada intentando averiguar qué era lo que había querido decir,  prácticamente todos mis pensamientos e hipótesis, habían perdido sentido alguno.

- ¿Qué dijo Bora? - Fruncí las cejas debatiendo conmigo misma si estaba bien contarle a Seulgi lo que Bora había dicho, o mejor no hacerlo. - Tiffany... - La miré a los ojos haciendo un pequeño puchero con mis labios del cual no me había dado cuenta que estaba haciendo segundos después.

- Dijo que como Taeyeon no podía suicidarse, había elegido estar conmigo. - Seulgi suspiró con cansancio y se recostó nuevamente en el suelo. - Es decir, no tiene sentido, porque no estamos juntas. Pero sigo sin entender lo que quiso decir... Aunque tampoco me importa tanto... - Golpeé mis dedos contra mi estómago creando un sonido que me ponía más nerviosa de lo que ya estaba. Me enderecé en mi lugar y puse mi rostro en el trayecto de la mirada de Seulgi, ella sonrió. - ¿Qué piensas que quiso decir? - Supuse que mi preocupación y nerviosismo se había transportado a mi cara, porque ella rió.

- Nada Tiffany... Sólo quería molestarlas. - Junté mis cejas y entrecerré mis ojos, mirándola mal.

- No me mientas. Eres un asco haciendo eso. - Seulgi revoleó los ojos. - Hablo en serio.

- Mira Tiffany, llevamos años viviendo en el mundo. Miles de humanas se nos han insinuado porque, bueno, somos lesbianas jodidamente atractivas. - Revoleé los ojos ante su estúpida sonrisa. - Pero siempre hemos dicho que no.

- ¿Por qué? - Yo era una humana. Y Taeyeon me había llenado de palabras bonitas y hasta me había besado. Si a ella se le ocurría siquiera jugar conmigo, iba a descubrir la manera de cocerle lo que tiene en las piernas y luego lo haría.

- Porque es difícil salir con ellas.

- Hey, hey, hey. Soy humana, ¿recuerdas? Admito que tal vez no seamos las criaturas más fáciles de comprender, y tal vez suframos de síndrome pre-menstrual, pero no es nuestra culpa, fuimos creadas así, ¿ya? - Seulgi rió.

- No digo que sean difíciles, ¿si? Aunque sí lo son. - Golpeé su hombro con mi mano haciéndola sonreír. - Es difícil para nosotras. - Junté mis cejas sin entender.

- Explícate. - Ella se levantó de su lugar para quedar sentada junto a mí.

- Claro, olvidé que tu cerebro es pequeño.

- ¿Sabes qué? Te golpearía. Pero rompería tu estúpida cara de niña bonita y correrías con Sunmi para acusarme y hacer que yo le caiga mal hasta el final de los tiempos.

- Mira Fany, somos vampiras. - Dijo aludiendo por completo mi comentario.

- Gracias por recordármelo, por un segundo me había olvidado que te gusta chupar sangre.

- Exacto. Sangre. Y nosotras, en particular, no nos alimentamos de sangre humana, ¿recuerdas? - Asentí. - Y entonces, ¿qué es lo que tienen las chicas humanas?

- ¿Es un acertijo? Porque apesto en eso. Hazlo fácil. - Seulgi golpeó su frente con la palma de su mano y yo coloqué mis manos alrededor de mi cabeza y cerré los ojos con fuerza para concentrarme.

Concentración Hwang, no quieres quedar como una idiota, ¿cierto?

- ¿Qué tienen las chicas humanas? ¿Muy mala actitud? No, ¡lo tengo! - abrí mis ojos y señalé a Seulgi que me miraba de una manera extraña - ¡BIKINIS! - Ella volvió a golpear su frente y se acostó de nuevo en el suelo. - Adiviné, ¿verdad?

- Explícame, porque de verdad me esfuerzo por entender pero no logra entrar en mi cabeza, por qué mierda has dicho bikinis. - Mi cara de superioridad probablemente era épica.

- Simple. Deduzco que hay más chicas vampiros, ¿cierto? - Seulgi asintió -. ¿Para qué necesitaría una chica vampiro un bikini, si no puede tomar sol? - Seulgi abrió su boca sorprendida. - Lo sé, soy un genio.

- De verdad voy a evitar todo esto. En serio, no quiero tener que llevarte a un médico. - Junté mis cejas. - No Tiffany, la respuesta no es bikinis.

Ya, oficialmente estoy confundida.

- La respuesta es, sangre humana.

Oooooh, soy realmente deficiente mental.

- Es difícil para un vampiro que se abstiene de la sangre humana, estar cerca de humanos, pero aprendemos a controlarlo. Por eso vamos a una escuela llena de adolescentes y vivimos en un pueblo así. Primero, el bosque es lo mejor para cazar. Segundo, agudizamos nuestra abstinencia a la sangre humana. Y tercero, la gente aquí es jodidamente agradable cuando no están prejuzgándote. Sin contar que me es fácil controlar el clima desde aquí para que casi siempre esté nublado y no terminemos carbonizándonos... La cuestión es, Tiffany, que cuando tienes una relación sentimental con una humana... Las cosas se vuelven complicadas cuando se ponen físicas.

- ¿Físicas? - Ya empezaba a confundirme otra vez.

- Ya sabes, calientes... - Junté mis cejas sin entender hacia dónde quería ir. - Creo que será mejor que tengas esta conversación con Taeyeon. - Negué con la cabeza.

- Oh Seulgi, ni tú ni yo queremos que yo tenga esta conversación con ella.

- Cuando las cosas se tornan físicas entre un humano y un vampiro, el vampiro termina por perder el control. Siempre.

- ¿Siempre?

- Siempre.

Mierda. Y yo que quería...

- Ya sabes, las hormonas enloquecen, el humano libera su esencia, está desnudo, transpira, su sangre bombea mucho más rápido. Son cosas que liberan los sentidos que llevamos dentro y le ganan a nuestra voluntad. Enloquecemos y queremos morder todo lo que tenemos a nuestro paso. Desenfreno, euforia, fuerza... - La detuve con mi mano.

- Ya entendí. - Nos quedamos unos cuantos segundos procesando todo, bueno, yo lo procesaba, ella sólo estaba incómoda. - ¿Entonces no han tenido o por siglos? - Definitivamente Seulgi se había puesto aún más incómoda.

- Bueno, emmh... Ya sabes... Existen estos... Emmh... Prostíbulos de vampiras. - Mi boca se abrió.

- Estás jodiéndome.

- De verdad quisiera que sí. - Negó con la cabeza mientras mi boca seguía abierta por la sorpresa. - No te das una idea del dinero que ganan por hacer eso. Y de verdad, es necesario a veces. - Ya, estoy completamente impactada.

- ¿¡Has ido a alguno alguna vez!? - Dije con sorpresa, horror y gracia al mismo tiempo.

- Yo... Pero... No... - La campana sonó haciendo que Seulgi suspirara de alivio. Tomó su mochila y se paró sin darme tiempo para seguir acosándola. - Uf, que rápido que corre el tiempo. Debo irme, nadie puede vernos juntas, ¿recuerdas? - Besó mi mejilla mientras yo sonreía por su estúpida actitud y luego caminó lo más rápido que pudo mientras veía a los alumnos salir de sus aulas.

- ¡TE SALVÓ LA MALDITA CAMPANA NIÑA! - Grité. Sabía que me había escuchado. Revoleé los ojos y tomé mi mochila mientras me levantaba del suelo para mezclarme con los alumnos.

Oh Dios, Seulgi ha estado en un prostíbulo de vampiras. Tengo material para cargarlo por años.

Esperen...

Si ella estuvo en ese prostíbulo, Taeyeon...

No. No sería capaz.

OH MALDITA BASTARDA. VOY A COCERLE ALLÍ ABAJO, LO GRABARÉ Y HARÉ QUE ELLA SUFRA VIENDO ESTO CON SUS MALDITOS Y JODIDAMENTE OS OJOS.

Agh, la odio.

(...)

Mi mandíbula estaba ligeramente apretada y mis brazos estaban cruzados por encima de mi pecho. Mi pie hacía una extraña danza mientras esperaba a que la idiota y bastarda apareciera para dar la maldita cara.

No estaba celosa. No corría ni el mínimo indicio de que estaba celosa a través de mis venas. Nada. Estaba enojada porque nunca me lo había dicho y hasta pensaba que me había mentido, pero, ¿celos? Por favor, ¿yo? ¿Celosa? Sí, claro. No tenía sentido que estuviera celosa, si así fuera el caso. No era su novia. No era nada suyo hablando de 'esa' manera. Sólo era su estúpida amiga. La estúpida amiga de la estúpida Taeyeon.

Mi mandíbula se apretó aún más cuando la vi caminar hacia su auto, en el cual yo me encontraba apoyada, acosándola. Tenía una botella de agua en su mano y un maldito burrito en la otra, ¿pueden creerlo? ¡UN JODIDO BURRITO! Idiota. Miró a sus costados observando a los alumnos que acababan de salir de la escuela, al igual que yo, y juntó sus cejas.

- ¿Pasó algo? Porque todos están aquí, y creo que habíamos quedado en que no nos veríamos en la escuela donde todos comentan idioteces. - Mi mandíbula se apretó aún más y hasta creía que había roto un par de muelas por semejante presión. Tomó de su botella de agua y por unos segundos me había quedado hechizada mirándola, pero luego recordé lo estupida y ertida que era, y que estaba sumamente enojada con ella por eso.

- Con que prostíbulo de vampiras, ¿eh? - Taeyeon escupió todo lo que estaba tomando y casi me salpica, pero al parecer se dio cuenta que sólo lograría enfadarme más e hizo algo bueno en su vida corriendo su boca hacia un costado. Sabía que su tos era falsa y que sólo estaba ideando alguna otra mentira más para hechizarme con sus estúpidos juegos de 'uuuh, soy jodidamente y, ámame, deséame y etcétera', maldita imbécil. Y si la tos era real, de verdad no me importaba que se estuviera ahogando en frente mío y no haría nada para salvarla.

- ¿Qué? ¿Cómo...? ¿Quién te dijo eso? - Mis cejas se fruncieron y mi mirada transmitía veneno.

- Entonces es jodidamente cierto. - Ella se apresuró a acercarse a mí pero la detuve corriendo mi mirada a las personas que estaban viéndonos. Entendí que estaba frustrada cuando la escuché gruñir. Me tomó del brazo con fuerza tan rápido que no tuve tiempo de decirle que me suelte, y me subió a su auto. Arrancó como si no me estuviera secuestrando y golpeó el volante con sus manos al salir del estacionamiento de la escuela.

Ahora tenía que explicarle OTRA desaparición a Soo, genial.

- No es lo que piensas, maldita sea no. - Entrecerré mis ojos mientras la veía mal, otra vez.

- ¿Vas a decirme que ibas a un prostíbulo de vampiras a estudiar Kim Taeyeon? ¿También piensas que soy idiota?

- En realidad, a ese tipo de vampiras se les conoce como "vampiresa", ya sabes por su trabajo... - La miré el triple de mal.

¿Además de acostarse con malditas vampiras tenía el maldito tupé de corregirme?

Ella volvió a golpear el volante al darse cuenta que su estúpida corrección no me había gustado para nada, y me miró. Estúpidos y lindos ojos que me encantan.

- Mira, tal vez si es un poco lo que te imaginas... - Gruñí como un maldito orangután porque estaba confirmando todos estos malditos pensamientos que me estaban atormentando desde que había hablado con Seulgi. - Pero no lo entiendes.

- Oh, ¿te parece muy desconsiderado de mi parte que no lo entienda? Lo siento Taeyeon , lo siento mucho. - Definitivamente estaba a la defensiva. Ella tomó su burrito con nerviosismo y mordió un pedazo.

- No quise decir eso... Yo... Oh Dios. - Y ahora tomó su botella de agua y volvió a beber de ella. ¿No está prohibido comer mientras se maneja? No estaba segura, pero si podía hacerla infeliz, sentiría que mi misión del día se había cumplido. Arranqué el burrito de sus manos y le di un mordisco mientras ella me miraba extrañada.

- No se puede conducir y comer, está prohibido. La vista al frente siempre. - Dije con la mitad del burrito dentro de mi boca, probablemente no me había entendido, pero estaba tan enojada que hacía todo lo que yo le decía.

- Tiffany... - ¿Y ese tono de advertencia? ¡Yo tenía la razón aquí!

- ¡NO ME TIFFANYNEES! ¡TÚ FUISTE LA QUE VIVIÓ INTERNADA EN UN PROSTÍBULO DESDE SIEMPRE! - le grité agitando el burrito por el aire y esparciendo todo su contenido en el auto.

- Mira, las cosas no fueron así. No entiendes. No es fácil vivir en abstinencia por más de un siglo y no puedo tener o con humanas porque...

- Ya lo sé, Seulgi me lo dijo. - Oh mierda.

- ¿¡LA MALDITA ABRIÓ LA BOCA!? - suspiré con cansancio y miré a Taeyeon con mi cara de perrito.

- Ella no habló de ti, nada más me explico el tema y luego yo saqué mis conclusiones. - Taeyeon frunció aún más su cara.

- ¿Qué hacías hablando de o con Seulgi?

- Estábamos hablando de que habian personas que no son capaces de "controlarse" . Y al parecer, tú eres el perfecto ejemplo de ello. - Ella revoleó los ojos.

- No es lo mismo que eso le suceda a un vampiro y que le suceda a un humano. No tenemos auto control. Estamos diseñados para cagarla, siempre. Y luego arrepentirnos de lo que hacemos. - Bajé la guardia unos segundos porque de verdad parecía arrepentida. Y al parecer ella se dio cuenta, porque me miró y sonrió. - ¿Podrías perdonarme por ser una estúpida?

No, no puedo. Aunque sí quiero porque tú estás usando tus malditos toques de seducción para lograr lo que quieres, como siempre. 

- No es justo, porque si yo fuera la que hubiese dormido con no sé cuántas chicas, tú probablemente no me hablarías nunca jamás. - Esta era una discusión de niños, pero quería verla sufrir.

- Tiffany, si tú hubieses dormido con no sé cuántas chicas, ellas no estarían respirando en este preciso momento.

No sonrías. No sonrías. No sonrías. No sonLO ESTÁS HACIENDO IDIOTA.

- Está bien. Te perdono por no habérmelo dicho antes. - Ella sonrió mientras aparcaba su auto en el jardín de la mansión Kim. Ni siquiera me había dado cuenta que estaba conduciendo hasta aquí. - Y perdón por enloquecer. No sé qué me sucedió. - Reí un poco mientras ella sacaba la llave del contacto.

- Oh tranquila, los celos están justificados. - Dijo con una sonrisa y bajó del auto.

¿Celos? Yo no estaba celosa. ¡Ja! ¿Yo? ¿Celosa? Por favor.

- Emmh, disculpa que te desilusione pero, no estoy celosa. - Dije mientras bajaba del auto y caminaba hacia la casa. Taeyeon rió con su tipica risa de Ajumma y abrió la puerta dejándome entrar primero.

- Si tú lo dices... - Sonreí de manera sarcástica y golpeé su pecho con fuerza y delicadeza a la vez.

- Sí, sí lo digo. - Entré y caminé hasta la cocina en donde supuse que estaría bora. Dejé mi mochila sobre una de las sillas y me acerqué a ella que estaba cocinando con su uniforme de enfermera, lo cual me hizo sonreír. Ella me sintió, al parecer, porque se dio vuelta y me sonrió. - Hola bora..

- ¡Oh, vamos! ¿No puedes admitir que simplemente estabas celosa? – bora  borró su sonrisa y miró a Taeyeon, luego se giró riendo un poco para seguir cocinando. Yo apreté mi mandíbula y me volteé para ver su perfecta anatomía apoyada contra la pared, con sus brazos cruzados sobre su playera negra y su sonrisa de superioridad que me ponía los nervios de punta.

- Lo admitiría. El único problema es que no lo estoy. - Ella alzó sus cejas y acercó su rostro a mi dirección, como si fuera a contarme un secreto a distancia.

- Sí lo estás. - Escuché la risa de bora  a mis espaldas y eso sólo hizo que me irrite aún más.

- No lo estoy. - Negué con mi cabeza.

- Sí lo estás.

- No. Lo. Estoy. - Ya empezaba a cabrearme en serio.

- Sí. Lo. Estás. - Taeyeon salió corriendo de la cocina como una niña de cinco años y por supuesto, yo corrí tras ella porque, maldita sea, no estaba celosa. La seguí hasta su habitación en donde la vi tirarse en su cama. - Sí lo estás y lo sabes. No puedes imaginarte a esta chica con cualquier otra, juntas. - Tomé mi cabeza con fuerza, dramatizando todo aún más.

- ¡Oh, no! ¡No me tortures de esa manera Tae! Es que yo... Quiero ser la única que toque tu piel y recuerde tu aroma cuando aspire tu almohada como ¡UNA LOCA PSICÓPATA! - Taeyeon se rie con fuerza mientras me acerco más a ella. - Es una tortura para mí que otras hayan pasado por ti. Pero ahora sé que soy la única, ¿verdad? La única, para siempre. - Dije con sarcasmo tocando mi pecho y simulando que estaba a punto de llorar. Taeyeon sonrió y me tomó de la cintura tirándome sobre ella en la cama. Quedamos condenadamente cerca y de repente ya no estábamos sonriendo, los celos dejaban de correr por mis venas para dejar paso a los nervios. Estaba cansada de ponerme nerviosa cuando estaba cerca de ella. - ¿Qué haces? - Apoyé mis manos sobre sus hombros para poder verla mejor.

- Nada. - Sonrió inocentemente sin soltar su firme agarre en mi cintura. Me incliné un poco más para estar más cerca de ella.

- Quita tus ertidas manos de mí, ahora. - Ella rió y acercó su rostro al mío, aún más.

- No quiero. - Me moví un poco haciendo que ambas cayéramos al piso. No pude evitar reír ante mi estupidez y Taeyeon tampoco. Estaba encima de mí, con una estratégica manera de no aplastarme y me miraba fijamente a los ojos, poniéndome aún más nerviosa. - Eres linda.

Ya, mi corazón se está derritiendo en este momento.

- Tu tambien lo eres... - Me acerqué a ella con obvias razones de besarla y Taeyeon lo entendió de inmediato.

- Niñas... ¿Quieren galletas? – bora  abrió la puerta justo en el momento en que empujaba a Taeyeon lejos de mí y hacía que su cabeza se golpeara contra el piso. Bora  nos miró a ambas en el suelo y luego de cinco segundos, me di cuenta de que tenía la idea equivocada de lo que estaba pasando aquí. - Oh, lo siento tanto chicas, yo no... Dios, lo siento. - Dejó las galletas sobre el escritorio de Taeyeon y salió por la puerta lo más rápido que pudo.

- En serio, tienes que dejar de hacer eso. - Dijo refiriéndose a empujarla siempre que alguien estaba cerca. Tapé mi cara con mis manos y golpeé mi cabeza contra el suelo mientras Taeyeon sonreía.

- Tu madre va a pensar que soy una cualquiera. - Mordí mi labio sin poder creer que había dejado que esto sucediera. Taeyeon rió y se paró del lugar para ayudarme a levantarme del suelo. Yo nada más quería que la tierra me tragara. Sin contar que quería que bora aprendiera a golpear la puerta para darnos un poco más de tiempo a ambas de parecer normales.

- Ella no va a pensar eso, si en verdad es lo que te preocupa.

- Claro que va a pensar eso. Además de que aparezco en su casa peleando con su hija y ni siquiera la saludo, ella abre la puerta de tu habitación y tú estás encima de mí, en el suelo. ¿Qué se supone que va a pensar? - Caminé hacia el escritorio y metí una galleta entera en mi boca. - Y encima me como sus galletas. - Quiero llorar. Taeyeon rió e hizo que saque la mano del plato de galletas, porque ya estaba a punto de agarrar otra.

- Tiffany, estoy hablando en serio, ella te adora demasiado. De verdad. Ya me ha propuesto que vengas a comer más de diez veces. Está loca. - Sonreí y metí otra galleta en mi boca.

- ¿En serio? - Ni yo había entendido lo que había dicho, pero de todas maneras, Taeyeon asintió. La golpeé en la cabeza.

- ¿Por qué fue eso? - Frunció sus cejas.

- ¿Por qué no me dijiste que me invitó a comer? Ahora parezco una desinteresada y desagradecida. - Taeyeon revoleó los ojos. Le iba a decir lo idiota que había sido, pero un ruido nos distrajo a ambas. Pasos rápidos bajando por las escaleras. Seulgi abrió la puerta y nos miró a ambas con los ojos bien abiertos. Esperaba que pidiera algún tipo de explicación de por qué estaba aquí o qué hacía en el cuarto de su hermana, pero no dijo nada de lo que se me cruzaba por la cabeza.

- Ustedes van a querer ver esto. - Y luego salió corriendo escaleras arriba. Miré a Taeyeon y ella me miró a mí, ambas estábamos igual de confundidas. Ella fue la primera en salir de la habitación y yo la seguí detrás. Entramos a 'su sitio de diversión' como lo había llamado Suzy  la otra vez que me echaron del lugar. Todas estaban allí, menos Jaejoong y bora, obviamente, que todavía no estaban enterados de todo lo que había pasado. Se encontraban paradas, mirando al televisor que estaba pasando las noticias. Miré a Taeyeon que ahora tenía toda su atención puesta en lo que estaba pasando. Hice lo mismo justo en el momento en que una chica rubia aparecía en el medio de una ruta con un micrófono y comenzaba a hablar.

"Estamos en la ruta principal de Jeonju en donde se ha encontrado el cuerpo de un hombre de alrededor unos treinta años muerto. Todavía no se ha confirmado su identidad ni la causa de la muerte, pero los forenses sospechan que fue a causa del desangramiento que se produjo al ser apuñalado con una daga de plata. No se han encontrado pistas que puedan poner a alguien bajo sospechas. Fue encontrado esta mañana, a las seis, cuando un..."

Seulgi apagó la tele.

Todas nos miramos las unas a las otras, esperando que alguien tuviera las agallas de decir las palabras que todas estábamos pensando.

- Fue hyuna. – Aseguró wendy. Todas nos volteamos a verla. - Fue ella, es obvio. - Un escalofrío recorrió mi espalda porque otra vez, moría un inocente por culpa de hyuna. Y hasta sentía que comenzaba a ser mi culpa también. Y eso me daba muchísimas ganas de vomitar.

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
dafnytae
#1
Chapter 57: Como vas con la segunda temporada? (>_<)
2597611 #2
Chapter 57: Yeahhh!! Porfin
Itaenylove
#3
Chapter 57: siiiiiii
por fin
Skyth06
#4
Chapter 57: Antes q nada feliz año, mis mejores deseos, y púes sii segunda temporada :3!!
mv007842 #5
Chapter 57: Hola que este año sea de mucho excito y que dios te bendiga y que bueno que ya vas a actualizar la segunda temporada de esta historia actualiza chau
rafayola
#6
Chapter 57: HOLAAA y un MUY felíz año te deseo lo mejor :D y pues claro a apoyarlas, en cuanto a la segunda temporada espero con ansias <3
Taeny16 #7
Chapter 56: No quería leer este capítulo :( pero lo leí porque soy una maldita masoquista
rafayola
#8
Chapter 56: No puedo con el último capítulo, me destrozó muchas gracias por la adaptación espero con ansias la segunda temporada
Taeny16 #9
Chapter 53: Este Fic es genial, me encanta, lo estaba leyendo antes pero la autora no lo actualizó más. Me encanta❤ Pero tengo miedo de leer el final :(