Capítulo 25: "- Ya no tengo nada que perder."

taeyeon kim ( taeny, vampiros)

Mi mirada estaba clavada al frente. Por supuesto que estaba clavada al frente, los árboles pasaban a nuestros costados a una velocidad impresionante y no reconocía el camino por el que Taeyeon me estaba llevando, pero algo me decía que no estaba yendo a casa.

El silencio dentro del auto era sepulcral e incómodo. Ambas estábamos en burbujas completamente diferentes, yo no sabía en lo que ella pensaba pero probablemente ella sabía en que estaba pensando yo.

En un ataque de valentía, me animé a desviar mi mirada de la carretera, para poder mirarla a ella. Recostada en el asiento del auto, como si estuviera relajada, pero sabía que no lo estaba en realidad. Una de sus manos apretaba fuertemente el volante. Y su otra mano hacía lo mismo en la palanca de cambios. Su ceño fruncido viendo hacia adelante y sus hombros rígidos apoyados en el asiento. Sus labios apretados juntos, me revolvían el estómago. Ella estaba yendo demasiado rápido, pero en serio demasiado rápido. Podíamos morir y yo no estaba dispuesta a eso.

Dejé de tocar mis manos con nerviosismo para sacarlas de arriba de mis piernas, con cuidado y lentitud, apoyé mi mano izquierda arriba de la mano que estaba apoyada en la palanca de cambios.

Bien, mi mano estaba temblando y la suya estaba congelada, rígida y me daba miedo, todo y nada, al mismo tiempo.

No sé qué sucedió después. Tal vez olió mi miedo o se dio cuenta de lo rápido que iba, pero la velocidad disminuyó al instante. Tal vez había sido una reacción de su cuerpo o un acto reflejo, no lo sé, pero ella había dejado de pisar el acelerador al instante de sentir mi mano en la suya.

No sabía cómo sentirme al respecto. ¿Orgullosa? ¿Asustada? ¿Feliz? ¿Confundida? Maldita sea, alguien dígame qué mierda sentir en este momento.

Mis ojos buscaban los suyos con desesperación, intentando saber por qué estaba tan enojada. Qué estaba pasando, o tal vez, saber qué sentir al respecto de Kim Taeyeon en mi vida. Saber algo. Lo que sea.

Sus ojos parecían confundidos o hasta inseguros de correrlos de la carretera para verme. Pero sentía que ella quería hacerlo. Lo decía algo dentro de mí. Me moví en un intento de llamar su atención, y resultó, haciendo que sus ojos se desviaran sólo un poco del camino para verme. Y luego de ver nuestras manos.

Parecía horrorizada. No lo sé, como si yo fuera algún tipo de monstruo o algo horroroso que estaba sosteniendo su mano, no en un intento de tranquilizarla, sino en un intento de atacarla. No entendía qué le estaba pasando.

Luego de unos pocos segundos, quitó su mano de la palanca de cambios, haciendo que la mía cayera a mi costado.

Bien. Ya era suficiente.

La furia corría por mis venas. Pero no era furia completamente, había un poco de indignación y definitivamente me sentía ofendida.

- ¿Adónde me estás llevando? Quiero irme a casa. - Intenté sonar lo más cortante e hiriente posible y al parecer funcionó cuando vi su ceño fruncido. Miré adelante para evitar su mirada.

Era impresionante la bipolaridad que esta chica sufría. Parecía ser contagiosa. Estúpida Taeyeon.

- ¿Qué te pasa? - ¿Era una pregunta capciosa? Esperaba que fuera una pregunta capciosa. ¿Qué podía pasarme? Nada. Era huérfana, mi infancia había sido una mierda, me había mudado a este pueblo de hombres lobo y  chicas vampiro que me volvían loca, sin contar que me habían atacado en un bosque que ni siquiera sabía que existía y además, la loca seguía suelta, mi supuesta hermana era insoportable y además su casi novio era un hombre lobo.

No. No me sucede nada.

- Quiero estar lo más lejos de ti posible. - Apreté mi mandíbula para demostrar lo enojada que estaba. No merecía ser tratada así. Quiero irme a casa. Ahora.

El auto volvió a acelerar y creo que esta vez íbamos más rápido que antes. Mis ojos se abrieron ante la velocidad en que los árboles volvían a pasar a nuestros costados. Giré mi cabeza hacia ella.

Maldita sea, estaba mirándome fijo.

- LOS OJOS EN LA MALDITA CARRETERA LUNÁTICA Y BAJA LA ESTÚPIDA VELOCIDAD, ¿QUIERES QUE NOS MATEMOS? - grité histérica. Su mandíbula estaba apretada y sus ojos seguían fijos en mí.

 Maldita sea, voy a morir.

 - ¿Matarnos? No puedo morir. La única que moriría serías tú. A lo sumo, tendré una pierna rota o un brazo dislocado, tal vez cortes o moretones. ¿Sabes cuánto tardará en sanarse? Mañana estaría como nueva. - Mi respiración se volvió irregular mientras veía los ojos de Taeyeon y al mismo tiempo hacia el frente para asegurarme de que ningún auto pudiera venir del otro lado y chocarnos.

- ¿ENTONCES ESTÁS PLANEANDO MATARME? ¿DE ESO SE TRATA TODO ESTO? - Mi voz retumbó por todo el auto. Olía mi propia desesperación y hasta creía que estaba sudando. Mis manos se cerraron en el asiento en un intento de  mantenerme firme si chocábamos. Porque ciertamente, ya no tenía la certeza de que ella no sería capaz de hacer algo así.

- ¿Debería? Ya sabes, matarte. ¿Debería hacerlo? Porque todos me dicen que sí. Que me deshaga de ti para evitar problemas futuros. Que sólo eres una humana más y que sería muy fácil matarte. - ¿Quiénes le decían eso? Dios, no era verdad... Yo... Yo podía defenderme.

- Sooyoung me buscaría. Siwon haría algo, sabría que tú estabas detrás de todo esto. La policía local vería que algo pasó. - Mi voz se había tranquilizado al momento de pensar en si estaba en lo correcto o no.

- ¿Segura? - aceleró un poco más. Desvíe mis ojos a ella otra vez y sentía las lágrimas querer salir, pero no las dejaría. Ya había llorado mucho en los últimos meses. - ¿Crees que Sooyoung se arriesgaría a que descubran su verdadera identidad yendo a la policía para hacer una denuncia? ¿Siwon? Él no podría explicar nada. Y la policía, nunca vi a personas más incompetentes intentar lo que sea para no cumplir su trabajo.

Bien. Entonces era el final. El maldito final de toda esta mierda. El final para siempre. Iba a morir. Y virgen.

- Entonces hazlo de una vez. Mátame y resuelve todos tus problemas. Vamos, hazlo. - Mis ojos se clavaron en los suyos sin querer ver al frente. Pero sentí las luces, viniendo en contra de nosotras. Alumbraban el interior del auto. Pude ver mejor la cara de Taeyeon. Sus ojos más oscuros por la furia que sentía en su interior, su mandíbula apretujada, su pequeña anatomía apretada y tensa contra el asiento y el volante. Las luces cada vez más cerca y una bocina sonando, que no era la nuestra. - Ya no tengo nada que perder. - Susurré mientras cerraba los ojos.

Todo sucedió rápido. Y mis ojos estaban cerrados, pero podía sentirlo todo. Ella frenaba haciendo que mi cuerpo se fuera hacia delante, uno de sus brazos detenía mi trayecto de salir volando por el parabrisas. Los frenos chillaban con fuerza. La bocina que ahora reconocía como la de un camión. Taeyeon sacando su brazo de mí. Yo abriendo los ojos y cegándome por las luces. Su mano moviéndose a la palanca de cambios, haciendo una maniobra espectacular que cambiaba el rumbo del auto hacia la izquierda y acelerando justo en el momento en que el camión pasaba por detrás de nosotras tocando bocina. El sonido del esfuerzo del motor que hacía para que el auto saliera de la carretera y entrara a la zona del bosque. Yo saltando en mi asiento, tomándome de lo que sea, lo más fuerte que pudiera para no salir volando y reprimiendo un grito de terror que quería salir de mis labios hace mucho. Taeyeon apretando el freno y girando en el momento en que un árbol aparecía en nuestro camino.

¿Ya estoy muerta? No, claro que no. Los muertos no pueden hablar con ellos mismos... ¿O sí?

Abrí un ojo lentamente y vi el interior del auto intacto y como lo recordaba. Moví mis dedos intentando saber si me faltaba alguno o si sentía dolor. Nada. Abrí ambos ojos y dejé de apretar el asiento con tanta fuerza.

Estaba viva... Maldita sea. Estaba viva. Dios, gracias. Juro amarte por siempre y no volver a molestarte nunca jamás con ninguna otra estupidez. Maldición, me siento malditamente inmortal. Maldita sea, sí.

Estaba tan concentrada en festejar el hecho de que había sobrevivido que no me había dado cuenta que una presión había disminuido en mi cintura. Corrí mis ojos hacia allí y pude divisar perfectamente un brazo y una mano. Pero no cualquier brazo y mano. Era el brazo de Kim Taeyeon que se había dirigido momentos antes para impedir que saliera volando del auto.

Claro que también la mano que emmh, no lo sé, CASI TE MATA.

Jadeé por la sorpresa de estar viva y medio sonreí. No sabía por qué, simplemente sonreí. Su mano se corrió de mi cuerpo al instante de escucharme y abrió la puerta del auto para salir de él.

No sé de qué te estás riendo. Estar viva no cuenta si la que acaba de intentar matarte es la chica que te gusta. Espera... No. No te gusta. A ti no puede gustarte ella. Dios, te auto saboteas todo el tiempo estúpida.

Mi pecho por fin había dejado de subir y bajar tan rápido y mi respiración volvía a la normalidad de a poco. No sabía si debía bajar del auto o no. Vi a Taeyeon patear un árbol y hacer que este se incline, bueno ella tenía fuerza y el árbol se las buscó por ponerse en nuestro camino y hacer que a su auto le saliera humo.

Esperen. Al auto le sale humo. ¿Y ahora?

- GENIAL. EN SERIO, GRACIAS. LO APRECIO MUCHÍSIMO. - Miré a Taeyeon gritar mientras veía al suelo. ¿Se había vuelto loca?

¿¡Qué mierda te importa si se volvió loca o no!? ELLA-INTENTO-MATARTE. SAL CORRIENDO ESTÚPIDA.

Tomé el picaporte de la puerta y salí sorprendiéndome por el frío que hacía.

- ¿A quién le gritas? - Ella volvió a patear el árbol una vez más haciendo que éste se cayera definitivamente.

- Al estúpido Satanás que dejó que yo existiera. Imbécil y desconsiderado hijo de puta. - Bien, esto era normal. Yo le agradecía a Dios por estar viva y ella insultaba al Diablo por existir. Esto tenía mucha lógica. Se dio vuelta y caminó hasta la parte delantera del auto y levantó el cofre. Humo y más humo salió haciéndome toser mientras envolvía mis brazos a mí alrededor para mantener el calor. Taeyeon disipó la niebla con su mano y apoyó ambas en los extremos del auto intentando ver qué era lo que estaba pasando.- Perfecto. Era lo que me faltaba. - Bueno, no entendía nada de mecánica, pero suponía que eso no era algo bueno.

- ¿Qué pasa? - Sobé mi palmas contra mis brazos para tener un poco más de calor. Maldije por no haber tomado mi campera.

- La tapa del distribuidor se rajó y el radiador está perdiendo agua, o sea que está pinchado, maldita sea, siempre todo me pasa a mí. - Pateó la rueda del auto con delicadeza, como si supiera que si la golpeaba con fuerza todo se iría al carajo.

- ¿Puedes arreglarlo? - Bueno, yo no había entendido a qué se refería ella pero suponía que era algo malo.

- ¿Por qué supones que sé arreglarlo? - En ningún momento sus ojos me miraron, tocaba cosas que estaban dentro del auto.

Bueno, no cuenten conmigo para esto. No tengo ni idea de autos, y eso parecía un conejo... ¿Por qué le salían cables de las orejas? Dios, ayuda.

- Seulgi me contó sobre el taller. - Ella sacó la mano del auto rápidamente con un gruñido y la sacudió en el aire.

- Esta caliente. - Me ignoró completamente y siguió viendo dentro del auto. - Las bujías parecen estar bien... - Se limpió las manos con su remera blanca ensuciándola, tomó una rosca que estaba cerca del motor y la hizo girar  mientras me hablaba. – Tiffany abre la cajuela y toma la cinta adhesiva que está dentro de la caja de herramientas. Y también hay un bidón lleno de un líquido azul, tráelo también. - Asentí mientras la veía seguir revisando el auto.

Está bien, tenía que admitir que era condenadamente y verla reparar un auto.

Caminé hacia la parte trasera del auto y abrí la cajuela. Las luces interiores del auto alumbraron mi visión y distinguí a la perfección todo lo que había allí dentro. La caja de herramientas que Taeyeon había dicho que estaba allí, el bidón con el líquido azul, uno con un líquido negro y otro con un líquido rojo. No quería saber lo que contenían. De verdad que no. También unos cincuenta cuchillos de todas las formas y tamaños que alguna vez me podría haber imaginado, todos acomodados perfectamente en fundas clavadas en el auto. Y una pistola. Tengo que admitir, que estuve treinta segundos dudando si sería de verdad o tal vez era una de esas que arrojan agua. Aunque después vi los cuchillos y deseché mi suposición porque, bueno, era demasiado estúpida.

- TIFFANY. - La voz de Taeyeon me sobresaltó. Tomé el bidón y la cinta adhesiva, y cerré la cajuela como pude.

Mierda que esto pesaba.

- Ya voy, ya voy... - Dije mientras intentaba caminar con esas cosas entre mis manos. - Tengo una pregunta y no pienses que estoy investigándote, ¿pero cómo tienes todas esas co...?

Oh mi Dios. Oh. Mi. Maldito. Y. Santo. Dios.

Taeyeon en sosten.

Taeyeon. En. Sostén.

TAEYEON-EN-SOSTEN.

Ya, actúa natural. No estás viendo sus pequeños y perfectos pechos ni su hermoso y y estómago... DIOS AYÚDAME.

- ¿Qué? - Ella seguía en su perfecta labor de mecánica profesional y yo estaba intentando que ella no notara la baba que se caía de mi boca.

Necesito ayuda médica. Algo sucede con mi cerebro. No, definitivamente esta imagen jamás abandonará mi cabeza. Nunca jamás. Está guardada en la carpeta 'los mejores momentos de mi vida', junto con... Bueno, nada. Pero está ahí. Y estará allí para siempre.

- Nada. Es impresionante que arregles el auto. Impresionante... Hermosa y y y... Pequeños...

- ¿Qué te pasa? - sacudí mi cabeza mientras pestañeaba para volver a la realidad. Ella me miraba fijamente como si no supiera cuál era mi problema.

Bueno, mi problema eres tú. Sin remera. Pero está bien, tardemos en solucionarlo. No hay apuro.

- Nada. - Le tendí ambos objetos y ella los tomó. - ¿Para qué sirve eso? - Sólo la hacía hablar porque parecía que su estómago se ponía más bonito cuando hablaba.

- El líquido va dentro del radiador, cuando se caliente, se hace como una pasta y se cuela por donde sea que esté pinchado. La pasta se endurece y va a durar el tiempo suficiente hasta que llegue a casa y me compre un auto eléctrico y tiré este motor de explosión a la mierda.

Wow tenía un pequeño lunar en su costado izquierdo.

- Y la cinta adhesiva no es nada seguro. Necesitamos suerte. Voy a rodear la parte en donde la tapa del distribuidor está rota y si el maldito Diablo está de mi lado hará que el motor arranque.

- Claro. - Salió de mis labios en un intento de que ella no se diera cuenta de que no la estaba escuchando. - ¿Y por qué no tienes camisa?

- Porque está muy caliente y, tal vez me recupere de la quemadura mañana, pero el dolor voy a seguir sintiéndolo. - Dejé de ver su cuerpo por unos segundos para mirar como sus manos se movían dentro del auto. Y efectivamente, la camisa estaba enredada en su mano para no quemarse. Luego de unos pocos minutos, Taeyeon se alejó del auto y se dirigió hacia la puerta del piloto. No sé qué hizo ni cómo, pero luego de unos intentos de aceleración por parte del motor el auto rugió de nuevo.

¿Estaba impresionada? Sí. Mucho. ¿Iba a meterme a ese auto con ella de nuevo? No. Jamás.

Taeyeon bajó del auto, caminó hacia el frente de éste y cerró el cofre para luego caminar hacia el auto de nuevo. Yo me había quedado a unos cuantos pasos de ella. Y al parecer se dio cuenta, porque abrió la puerta nuevamente y me miró fijamente.

- ¿Vas a quedarte ahí parada? Ya lo reparé. Vámonos. - Negué con mi cabeza y ella suspiro pesadamente - ¿Qué sucede ahora? - Tragué saliva haciendo que sus ojos se dirigieran a mi garganta.

- No voy a subirme a ese auto contigo.

- ¿En serio? Hace cinco minutos no parecías tener ese problema.

- Hace cinco minutos mi prioridad no era volver a meterme al mismo auto de la misma lunática que intentó matarme - Al escuchar la palabra 'lunática', Taeyeon suspiro cansada, y cerro la puerta del auto.

De repente, me había dado cuenta que nuestra relación se trataba de un ida y vuelta de cambios de humor constante. Y no me gustaba para nada. Bueno, tal vez un poco.

- ¿Piensas que voy a matarte? - Cruzó sus brazos haciendo que sus pechos se levantaran y se quedó a unos cuantos pasos de mí, dándome mi espacio.

- Bueno, no pienso que no lo vayas a hacer. - Dije intentando aclarar mis pensamientos.

- Si hubiese querido matarte, te hubiera matado aquí, en el bosque. No, es más, te habría matado en el auto antes de que el camión apareciera. Así que agradéceme por estar respirando en este momento. - Junté mis cejas.

- ¿Agradecerte? ¿Por qué? ¿Por hacer que casi muera aplastada por un camión? Bueno, gracias entonces. - Dije con falso entusiasmo. Sabía que la estaba haciendo enojar, pero ella también lo estaba haciendo conmigo.

- ¿POR QUÉ SIEMPRE TIENES QUE ARRUINAR TODO CUANDO LAS COSAS ESTÁN BIEN?

¿Perdón?

- ¿YO? ¡CASI ME MATAS! ¿Y YO SOY LA QUE ARRUINA LAS COSAS? - Ella volvía a apretar su mandíbula.

Caminó hacia mí rápidamente sin darme tiempo para correr, pero sé que si lo hubiese hecho, me hubiera alcanzado de todas maneras. Tomó mis brazos y me encerró contra un árbol que se encontraba por allí y con una mano me tomó del cuello, pero sin hacer fuerza, como si quisiera estar segura de que no me moviera, de que ella tenía el control de la situación. Claro que no lo tenía, no la dejaría.

- Suéltame, ahora. - me sorprendí ante lo firme que había sonado mi voz. Pero me gustaba.

- ¿No querías que te matara? Estás tan convencida con eso que parece que es lo que quieres. Sólo dame dos segundos, eso es suficiente. - Miré sus ojos intentando no perderme en ellos.

- ¿Dos segundos? ¿Quién te crees que eres? - Bien. Sabía que no tendría que jugar con su ego y menos cuando ella estaba enojada y nosotras estábamos en un bosque en donde no había nadie que pudiera escuchar mis gritos. Taeyeon apretó su agarre en ambos lados.

Mierda. Empezaba a doler en serio.

- No tienes que desafiarme Tiffany, y lo sabes….. Deja de actuar como si yo no pudiera matarte cuando sabes que podría hacerlo en cualquier segundo.

- No podrías. - Tragué saliva y vi cómo sus cejas se juntaban y su agarre tomaba fuerza otra vez. - No podrías hacerlo.

- ¿Y por qué no? -Ella quería mi respuesta, lo sabía. Y se notaba.

- ¿No lo sabes? - Alardeé.

Tiffany, deja de jugar con ella ¿quieres que te mate, estúpida?

- ¡RESPÓNDEME! - Su boca tembló mientras volvía a apretar su agarre y tenía que admitirlo, comenzaba a faltarme el aire.

- Porque... Porque no quieres hacerlo. - Solté un jadeo cuando su agarre se volvió condenadamente insoportable para mí. Me estaba ahorcando.

- ¿¡POR QUÉ NO QUIERO HACERLO!? ¡DÍMELO! - Y esa era la pregunta que no podía responder. Como tampoco podía responder por qué me había subido al auto con ella si sabía que era un peligro inminente. O por qué no había salido corriendo cuando había tenido oportunidad. Por qué quería estar cerca de ella siempre. Por qué pensaba en ella todo el tiempo. Por qué me ponía triste saber que no me hablaba en la escuela. O el simple hecho de por qué no me había ido del pueblo cuando había descubierto la verdad, su verdad.

Porque ella te gusta. Y mucho.

Pero no podía decírselo a Taeyeon.

- No... Lo-o... Sé. - Tomé el brazo que apretaba mi cuello con mi mano libre e hice un poco de presión. Comenzaba a ver pequeñas manchas blancas que borraban mi visión. - Yo... Yo-o te gus... Te-gusto. - Vi la cara de Taeyeon arrugarse ante lo que había dicho antes de cerrar los ojos.

Maldita sea, necesito respirar.

Sentí la manera en que su agarre comenzaba a perder fuerza hasta soltarme por completo. Comencé a toser mientras me agarraba del árbol para tener un punto de apoyo del cual sostenerme. Ella salió de mi campo de visión hasta que logré recobrar la compostura y la vi a unos cuantos pasos de mí, con su remera ya puesta y tirando de su cabello. Parecía desesperada y confundida. Estaba teniendo una de esas guerras consigo misma. Y sabía lo insoportable que era porque me pasaba, muy seguido.

Cállate estúpida. Yo soy genial.

No sabía si debía caminar hacia ella en este momento o seguir a mi yo interno que seguía gritando que corriera lo más lejos posible. Pero no podía. Me daba un no-sé-qué dejarla aquí sola mientras estaba peleándose consigo misma en su cabeza.

Así que opté por la opción más descabellada y que no me aseguraba nada: seguir a mi corazón.

Caminé hacia ella muy despacio, haciendo el mayor ruido posible para que no se sobresaltara cuando me viera cerca de ella. Estaba tensa, demasiado. Lo podía notar. Cuando estuve a unos tres pasos de ella, se dio vuelta, mirándome. Se reflejaba en su cara la tristeza por lo que había pasado hacía unos segundos.

- No quería... Yo no quise. Lo siento mucho. No... - Me acerqué rápidamente hacia ella y la tomé con ambas manos de las mejillas. Estaban frías.

- Está bien. Ya pasó. Tranquila. - Ella inspeccionaba mi cara en busca de algo que no sabía que era. Enojo, tal vez. Sus ojos pararon en los míos haciéndome sentir escalofríos. - Pero vuelve a hacerlo y tendré que patearte el culo muy fuerte. - Ahí estaba. Ahí estaba esa hermosa, blanca y perfecta sonrisa que me volvía loca y me encantaba. Quería que siempre tuviese esa sonrisa en su rostro.

- Es como si hubiera una voz en mi cabeza que me habla todo el tiempo. Y me dice cosas horribles... Yo no quiero hacerle caso. Quiero hacer lo que yo quiera. No quiero que me controlen... Yo... - Parecía desesperada por explicarme. Era como una niña intentando convencer a su madre de que había atrapado a un duende o algo así.

- Te entiendo. Ya está. Tranquila. No pasa nada. Todo va a estar bien. - Acaricié su mejilla con delicadeza.

- ¿Cómo lo sabes? - Junté mis cejas reflejando lo confundida que estaba. - ¿Cómo sabes que todo va a estar bien? - ¿Por qué parecía tan asustada cada vez que me acercaba a ella más de lo normal? ¿Por qué se ponía tan nerviosa y se desesperaba?

- Simplemente lo sé. - Tragué saliva y acerqué mi cara un poco más a la suya. - Dicen que cuando dos personas tienen que estar juntas, nada puede salir mal.

- ¿Y cómo sabes que tenemos que estar juntas? Yo... Yo soy mala para ti. Soy horrible. Soy... Un monstruo.

- Ya deja de hablar tanto. - Acerqué lo poco que a mi cara le quedaba para llegar a la suya y choqué mis labios contra los suyos.

Al principio fue un pequeño e inocente roce de labios. Como cuando vas a la escuela y eres un niño que no sabe que está haciendo. Completamente inocente. Luego, sus labios comenzaron a moverse, muy despacio. Como si supiera que yo no tenía ni idea de qué hacer y me estuviese dando tiempo para adaptarme. Después de unos segundos, la seguí, porque no sabía qué hacer, así que sólo me quedaba seguirla, acompañarla, para que éste no sea el peor beso de toda su vida. Aunque claramente lo sería. No sé cuánto tiempo pasó, sólo sé que de repente, sentí sus manos ir a mi cintura y mis manos acariciar su rostro con delicadeza, como si fuera una muñeca de porcelana. Frágil y perfecta. Y luego, su lengua en mi boca, y mi lengua en la suya. Esperando que esa pequeña y hermosa guerra nunca jamás acabase. Ella besaba condenadamente bien y yo era un desastre, pero lo que menos quería pensar en este momento era en mí, sólo quería pensar en su lengua enredándose con la mía. En el increíble sabor de sus labios que me volvían loca. Soñaría con esto para siempre, lo sabía. Porque había sido mi primer beso y había sido mágico y especial y me había encantado. Quería repetirlo. Muchas veces más. Y en todas ellas, quería que Taeyeon sea aquella persona que hiciera todo esto conmigo.

Antes de que me diera cuenta, ella se había alejado de mí. ¿Cuánto había pasado? ¿Media hora? ¿Una hora? Se había sentido como tres gloriosos segundos en el paraíso.

- Yo no... Fany, no hagas esto más difícil. No soy buena para ti. Y tú no eres buena para mí. - Todas las mariposas se habían ido al escucharla decir esas pocas palabras que estaban rompiendo mi corazón de a poco. Intenté buscar sus labios, pero ella miraba a cualquier lado menos a mí.

¿Tan mal la había besado?

- Vamos, voy a llevarte a casa. - Intentó poner su mano en mi espalda para acompañarme hacia el auto, pero me adelanté para que no me tocara. Subí al auto antes de que ella pudiera decir algo más y esperé a que entrara.

Eres una inútil Tiffany

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Comments

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dafnytae
#1
Chapter 57: Como vas con la segunda temporada? (>_<)
2597611 #2
Chapter 57: Yeahhh!! Porfin
Itaenylove
#3
Chapter 57: siiiiiii
por fin
Skyth06
#4
Chapter 57: Antes q nada feliz año, mis mejores deseos, y púes sii segunda temporada :3!!
mv007842 #5
Chapter 57: Hola que este año sea de mucho excito y que dios te bendiga y que bueno que ya vas a actualizar la segunda temporada de esta historia actualiza chau
rafayola
#6
Chapter 57: HOLAAA y un MUY felíz año te deseo lo mejor :D y pues claro a apoyarlas, en cuanto a la segunda temporada espero con ansias <3
Taeny16 #7
Chapter 56: No quería leer este capítulo :( pero lo leí porque soy una maldita masoquista
rafayola
#8
Chapter 56: No puedo con el último capítulo, me destrozó muchas gracias por la adaptación espero con ansias la segunda temporada
Taeny16 #9
Chapter 53: Este Fic es genial, me encanta, lo estaba leyendo antes pero la autora no lo actualizó más. Me encanta❤ Pero tengo miedo de leer el final :(