Era viernes, viernes, viernes, viernes. Y yo era feliz. Feliz, feliz, feliz. Era viernes, última hora del día de escuela y además, Yunho nos había llamado para avisarnos que hoy el bar iba a estar cerrado. 

Agregando que hoy todos en la escuela habían estado más extraños de lo normal, aunque no me había enterado de nada, porque no me había cruzado con Soo ni Siwon en todo el día, pero suponía que lo haría ahora, era viernes y mi humor no iba a ser arruinado por nada en el mundo. 

Caminaba feliz por los pasillos, con mis cuadernos en mis brazos y una sonrisa para nada mía en mi cara. Porque era viernes. Y los viernes nunca podían salir las cosas mal. Y menos cuando el día estaba a punto de acabar.

Divisé la puerta del salón de Biología y rogué que no estuviera cerrada. Tomé el picaporte con mi mano y agradecí a Dios que estuviera abierta mientras entraba.

Santa mierda.

Santísima mierda.

Santísima mierda de todas las santas mierdas.

Taeyeon estaba allí.

Oh Dios, ella estaba allí.

Todos mis libros cayeron al suelo en el momento en que la vi y ella levantó su cabeza para verme unos segundos.

Bien, este es el momento en el que ella se para de su asiento y te ayuda a juntar tus libros, te sonríe de esa linda manera, te pregunta cómo te llamas, tú le dices que eres nueva y ella te invita a conocer el pueblo, se enamoran, salen juntas y viven felices para siempre.

Ella solo desvió la cabeza de nuevo a lo que sea que estaba haciendo.

Genial. Siempre con altas expectativas que nunca se cumplen Tiffany. Siempre.

Revolee los ojos y me agaché para juntar mis libros. Me paré lentamente sabiendo que debía sentarme con ella, porque definitivamente sería mucho más vergonzoso sentarme en otro lugar e ignorar que la había visto. Evitarla no era una opción. Caminé hacia mi lugar, y me senté. Abrí mis libros y comencé a hacer lo que debería haber hecho ayer. 

Era obvio que lo estaba haciendo todo mal, porque claro, no estaba prestando atención, porque era una idiota y porque ella estaba al lado mío y no había dicho nada y tenía muchas ganas de hablarle.

Maldita sea Tiffany, estás nerviosa. Respira un poco antes de que te mueras.

- ¿Sabes la respuesta de la pregunta #3? No la encuentro por ningún lado.

Te felicito Tiffany Hwang, acabas de ganar un premio a la persona más estúpida de todos los tiempos, espero que lo disfrutes, y sólo por si lo pierdes, porque eres de verdad muy estúpida como para perderlo, te daremos uno de repuesto.

Taeyeon giró su cabeza hacia mí y negó. Su mirada seguía siendo igual de intensa a la que recordaba. Su cara seguía siendo malditamente perfecta y tenía el cabello un poco más largo lo que la hacía verse mucho más y de lo que ya era, si es que eso era posible.

Si tú no me contestas, no podremos entablar una conversación nunca. Ayúdame un poco.

Dejé mi lápiz en la mesa y giré mi cuerpo directo hacia ella. Estaba dibujando, otra vez. No vi lo que era porque su cuerpo lo tapaba. Al parecer había sentido mi mirada, porque el lápiz dejó de hacer su camino y sus ojos miraban hacia mi dirección. Sonreí cuando ella giró su cabeza hacia mí.

Tiffany, sé todo lo que nunca has sido en tu vida. Sé sociable por el amor de Dios.

- ¿Qué dibujas? - Tomó el cuaderno y lo cerró. Lo metió en su mochila que era completamente negra.

- Nada.

Una palabra Tiffany, una maldita palabra es un progreso con esta chica.

- ¿Te gusta dibujar? - Me sentía una psicóloga hablando con una niña de cinco años completamente asustada e inocente. Pero la diferencia con Taeyeon era que ella no estaba asustada de mí, hasta podía apostar que era todo lo opuesto, estaba segura que ella no era inocente. Ni un poquito.

- Sí. - Si seguía respondiendo con una palabra iba a empezar a molestarme.

- ¿Sólo hablas con monosílabos todo el tiempo o nada más cuando una chica intenta coquetearte?

Oh no.

Oh no, maldita sea.

¿Coquetear? ¿¡COQUETEAR!? TIFFANY ERES UNA ESTÚPIDA MALDITA SEA.

Eres una idiota y espero que cuando salgas, tu viernes se arruine cuando te atropelle un camión que carga vacas.

Golpee mi frente con mi palma y abrí los ojos con una mano en mi rostro. La miré y ella me miró. Sonrió.

OH DIOS, OH DIOS, OH DIOS, OH DIOS. ESTABA SONRIENDO. ESTABA SONRIENDO.

Sus dientes eran blancos y estaban perfectamente alineados.

Y yo me estaba hiperventilando. Dios, respira, respira. No te olvides de respirar.

Tenía la sonrisa más linda que alguna vez había visto en toda mi existencia. Incluso era más linda que la sonrisa de Siwon, y eso sí que era una linda sonrisa.

Era la primera vez que la veía sonreír, y no sentía que estuviera haciéndolo por compromiso o para deshacerse de mí. Estaba segura que su sonrisa era real. 

- Así que estás coqueteándome...

Por el amor de Dios, su tono de voz me iba a volver loca.

Sus ojos se clavaron en los míos y ver esa sonrisa perfecta y blanca en su rostro me hizo sonreír. Quité la mano de mi frente y me mordí el labio inferior. Sus ojos se dirigieron directamente allí.

¿Mariposas en el estómago? Eso era una maldita mentira. Eran putos elefantes bailando break dance. Y no podía hacer que paren.

- No quise decir eso... Yo... Estaba... Soy muy torpe. - Y era cierto. Aunque estaba segura que ella ya lo sabía, pero no estaba de más recalcarlo. Ella borró la sonrisa de su rostro y pude notar cuanto le costó hacerlo. Abrió su libro y tomó su lápiz nuevamente.

No, no, no, no, no. Va a cerrarse como una almeja otra vez, di algo, cualquier cosa.

- ¿Cómo te fue en el campamento?

Bien. Algo inteligente por fin sale una vez de tu maldita cabeza Tiffany, muy bien.

Ella se volteó hacia mí con las cejas fruncidas.

- ¿Campamento? - Parecía tan confundida que hasta considere creerle.

Tal vez le daba vergüenza que yo supiera sobre su supuesto 'problema de ansiedad'. 

- Sí, Seulgi me dijo que estabas en un campamento para personas con problemas de ansiedad. - Sus cejas se juntaron más.- No te enfades con ella ¿si? Literalmente tuve que derribarla para que me lo dijera.

- Así que tú estuviste preguntando por mí...

No te pongas roja. No te pongas roja. No te pongas roja por el amor de Dios.

- Y Seulgi te dijo que yo estaba en un campamento para personas con problemas de ansiedad. - Asentí.- Porque tengo problemas de ansiedad... - Volví a asentir. - Si tan sólo la ves por ahí, dile que la voy a golpear y que no se va a salvar de ésta.

Está bien, si Seulgi estaba acostumbrada a estas cosas yo no, y permítanme decir que Taeyeon tenía pinta de golpear tan fuerte que podía llegar a noquearte en el primer golpe. 

-FANY, ¿HA QUE NO ADIVINAS QUE LUNÁTICA VOLVIÓ A LA ESCUELA? - Soo apareció de repente por la puerta y Siwon la siguió intentando calmarla.

Dios, odiaba cuando hacia esto. Taeyeon había juntado sus cejas y ni siquiera estaba mirando a Soo que había gritado en su entrada triunfal, sino que había dirigido sus ojos directamente a Siwon, el cual, cuando la vio sentada junto a mí borro su sonrisa al instante. Soo se calló en ese momento y yo cerré los ojos, porque sabía perfectamente a qué se refería con sus gritos.

- Bueno, creo que ya lo sabes... - Entrecerré mis ojos y le hice una señal con mi cabeza para que parase.

Una de las cosas que odiaba de Soo, era que ella se dejaba llevar por todo los rumores que decían los demás. Me estresaba que no pudiera creer en mi propia palabra o que metiera a todos en la misma bolsa por cosas que había escuchado, pero que no podía comprobar.

Los alumnos comenzaron a entrar por la puerta y Siwon dejo su guerra de miradas con Taeyeon para tomar a Soo de la mano y pedirle que se sentara junto a él. Ella solo asintió y dejo de hacer tanto escándalo.

Gire hacia Taeyeon otra vez. Me sentía tan estúpida por lo que Soo había hecho. No es como que ella no supiera que éramos amigas, es más, ella creía que éramos hermanas, así que se supone que nuestro vínculo era mucho más fuerte de lo normal.

- Lo siento por eso... Mi hermana tiende a ser un poco exasperante a veces. - Taeyeon ni siquiera se giró a verme, simplemente hizo un movimiento de cabeza para informarme que me había escuchado. Su mandíbula estaba tensa y su mirada seguía fija en Siwon. Sentía esa atmósfera incómoda y ni siquiera me había dado cuenta que el profesor Young había entrado y estaba escribiendo en la pizarra la lección del día de hoy.

Estúpida Sooyoung que hace que Taeyeon se cierre como una almeja. Estúpido Siwon que no es estúpido pero sí lo es al mismo tiempo.

Toque el hombro de Taeyeon para llamar su atención, ella se giró hacia mí.

- ¿Estas bien? - sus ojos examinaron toda mi cara y de un momento a otro de sus labios escapaba un gran suspiro. Uno de esos suspiros que sólo salen de ti cuando por fin te das cuenta que todo está bien. Era un profundo suspiro de alivio y sentía que yo había provocado eso. Que yo había hecho que ella se tranquilizara y eso me hacia sonreír. - Esta bien, ¿si? Ya está. - Rogaba porque de sus labios saliera una sonrisa como la que me había dado a mí minutos antes, pero eso no pasó.

- No vayas. - Junté mis cejas.

¿Qué se suponía que significaba eso?

Su voz había sonado tan sincera.

- ¿Qué...? - mi celular sonó. No pude preguntarle de qué estaba hablando.

Era un mensaje de Soo.

 "¿Qué hacías hablando con la lunática? Toda la escuela está hablando de que la soltaron del loquero."

Revolee los ojos y conteste.

"No es ningúna lunática, y todo lo que dicen los demás está mal. Y si, estaba hablando con ella, es muy agradable para que lo sepas."

Volvió a sonar.

"¿Ahora eres su amiga? Genial. No importa. ¿Recuerdas el bosque Oak Minds?"

Junté mis cejas.

"¿Bosque? ¿Qué bosque?"

Subí mi mirada a Soo y ella se giró para verme. Abrió los ojos muy grandes y negó la cabeza reprochándome. Me encogí de hombros y ella revoleo los ojos. El teléfono sonó de nuevo.

"No puedo creerlo Fany... Llevamos aquí más de cuatro meses y no sabes que el pueblo está en medio de un bosque. ¿Es que acaso no miras por la ventana cuando viajamos en el auto? Está lleno de árboles por todos lados."

Maldita sea, no podía ser cierto.

"¿Estas jugando conmigo? Porque si es así no es para nada gracioso. Eso significaría que de verdad tengo problemas y debería ser preocupante ser yo, Soo."

Gire hacia Taeyeon que seguía viéndome con esos ojos sinceros, que me pedían algo que todavía no entendía. El teléfono sonó otra vez.

"No estoy jugando. Es en serio. Y sé que es preocupante, pero lo que menos quiero ahora es enrollarme con un médico y tus problemas mentales sin solución. Simplemente dejémoslo como que eres distraída Tiffany, es mucho mejor así. En fin, esta noche hay una fiesta en el bosque Oak Minds (lo sé, súper original), tenemos que ir."

No iba a ir. De verdad que no quería hacer nada el día de hoy. No estaba de ánimos para una fiesta. El teléfono hizo ruido otra vez.

"No me importa lo que me digas, vamos a ir. Siwon tampoco quiere, pero si queremos pasar desapercibidas en este pueblo tenemos que ser adolescentes normales y los adolescentes normales van a fiestas. Así que esta noche hay fiesta. Y sólo para que sepas, la condición de Siwon para que vayamos a la fiesta sin que él haga ningún escándalo, era que nos acompañe. Y como te amo y eres mi mejor amiga, le dije que invite a Nichkhun, no me agradezcas..."

¿A esto se refería Taeyeon? ¿A qué no vaya a la fiesta?

La campana sonó. ¿Ya había pasado la hora de Biología? Levante mi vista del teléfono y justo en ese instante Taeyeon dejo de mirarme, tomo sus cosas y se paró para irse.

- ¡Espera! - tome mis cosas y corrí detrás de ella intentando alcanzarla.

- ¡Tiffany! ¡TIFFANY! - la voz de Soo no me detuvo. Corrí por el pasillo detrás de ella.

-¡Espera, Taeyeon! ¡Espera! - nos detuvimos en la salida de la escuela, ella debajo de las escaleras y yo arriba. Las baje casi sin aire y me acerque a ella. - Vaya que eres rápida... - Sus ojos examinaban mi cara de nuevo y no podía creer que no estuviera agitada ni nada parecido. Debía ser muy buena gimnasta. - He estado intentando no sacar el tema a la luz y hacer parecer que todo está bien cuando no es así. Primero me acorralas contra los casilleros y me gritas cosas que no entiendo mientras te vuelves loca de remate, luego desapareces por meses y no sé nada de ti. Después esta Seulgi que me dice que tienes problemas de ansiedad, pero no le creo nada. Y ahora tu apareces y me sonríes así de linda y me dices que no vaya y sigues con tus enigmas y no entiendo nada... ¿Quieres que no vaya a la fiesta? Dímelo de una vez y deja de dar tantas vueltas. - No me había dado cuenta que prácticamente estaba gritando, mis brazos se movían conforme a mi desesperación por saber que ocurría y mi respiración ahora era más irregular porque prácticamente no había respirado en todo mi discurso. Ella simplemente me miro y se cruzó de brazos. 

- ¿Qué es lo que quieres de mí, Tiffany?

Dios, no podía creer la cantidad de cosas sucias que se me habían cruzado por la cabeza al escuchar esa oración.

- Quiero la verdad.

Opte por la más racional.

- Es complicado. - Sus ojos veían el suelo.

- Llevan diciéndome eso toda mi maldita vida Taeyeon. Por favor sé la primera en cumplirme la satisfacción de responderme.

- ¡Tiffany!

- MALDICIÓN. ¿Y AHORA QUE? - me gire hacia la voz que me estaba llamando y note a lo lejos a Nichkhun.

Dios, ¿por qué todo tenía que pasarme a mí?

- Ni se te ocurra irte de aquí hasta que solucione esto. - La apunte con mi dedo y camine hasta Nichkhun que me estaba viendo a lo lejos. Con su hermosa moto de fondo y todo él parecía una estrella de Hollywood y me fastidiaba que sea tan malditamente perfecto, porque eso hacía mucho más difícil rechazarlo, si es que iba a hacerlo.

- Hola Fany. - Dios, si tan sólo Taeyeon fuera así. Beso mi mejilla y yo sonreí con esfuerzo.

- ¿Qué haces aquí?

Al punto Tiffany, Kim se te va a escapar.

- ¿No recibiste mis mensajes? Hoy vamos a salir.

- ¿Eras tú? Ya creí que alguien me estaba acosando. ¿Cómo conseguiste mi número?

- Siwon me lo dio. Bueno, no exactamente... Le quite el teléfono y lo copie en el mío. Así qué toma tus cosas y vámonos, tengo todo planeado.

Dios, ¿Cómo le decía que no ahora?

Me voltee a ver a Taeyeon que me miraba muy fijamente. Más bien, a Nichkhun. Dirigí mis ojos hacia el chico que tenía en frente. Me miraba, esperando una respuesta.

- Lo siento Nichkhun... Hoy tengo que trabajar en el bar de Yunho y no voy a salir hasta muy tar...

- Soo ya me dijo que el bar va a estar cerrado hoy.

Maldita Sooyoung.

Volteé mi cabeza sobre mi hombro para asegurarme de que ella seguía allí. Y así era.

- ¿Qué ocurre Fany? Dime la verdad.

- ¿La verdad?

¿Qué era eso? ¿Acaso se comía?

La verdad era que no sabía si 'la verdad' existía o era relativa para este punto de mi vida. Ya había mentido tanto que pensaba que no me merecía decir la verdad, sería demasiado hipócrita. O tal vez simplemente me había acostumbrado.

- Sí, Tiffany. La verdad.

- La verdad... - Bien, inventa lo que sea. - La verdad es que Soo ya me habia comentado que nos acompañarías a la fiesta de esta noche y quería ponerme linda para ti. Esa es la verdad.

Está bien. No es lo mejor que se te pudo haber ocurrido y ahora el chico va a pensar que estas enamorada de él, pero por la manera en que él te está sonriendo, deduzco que se lo creyó. Bravo Tiffany, estuviste bien.

- Hubieras empezado por ahí... - Nichkhun tomó su casco y se acercó a mí. Solté un suspiro de alivio, al menos había despachado un problema en el día de hoy. - Y sólo para que lo sepas... - Su voz se volvió un susurro - Para mí, estás muy bien de la manera en que estás. No hace falta preparación. - Sus labios se plantaron en mi mejilla haciendo un fuerte ruido.

Dios, sé que estoy roja. Sólo intenta que él no lo note.

Inspeccionó mi cara, buscando algún tipo de reacción, o eso suponía. Y sus labios revelaron una ligera sonrisa.

Maldita sea, sí se había dado cuenta.

- Adiós, Tiffany, nos vemos esta noche. - Saludé con mi mano mientras lo veía subirse a su moto y ponerse el casco. Arrancó y de a poco se fue haciendo más chiquito a mis ojos, hasta el momento de desaparecer.

- ¿En serio? ¿Nichkhun? - mi corazón se paró por un segundo y me giré para ver que Taeyeon se encontraba a mi lado.

- Maldición. Casi me causas un infarto. - Sus ojos estaban fijos en los míos, como siempre, y Dios, sí que era mas baja que yo. No me había dado cuenta hasta este momento. - ¿Qué tiene de malo Nichkhun?

- ¿Vas a ir a la fiesta?

- No contestaste mi pregunta

- Tú tampoco lo hiciste.

Dios, prefería cuando no me hablaba. Ahora era mucho más exasperante.

- Tú primero. - Me crucé de brazos, retándola.

- No, tú primero. - Imitó mi acción.

- Esto no es para nada divertido, deja las bromas. - Su cara se acercó un poco a la mía, retándome un poco más.

Estaba dispuesta a romperle su hermosa cara con una pala si eso dejaba que la estupidez no corriera a su cerebro otra vez.

- ¿Te parezco una persona que hace bromas?

No, no lo parecia sinceramente.

- Bien,sí voy a ir a la fiesta. Y con Nichkhun. Sólo te recuerdo, que ésta es la primera vez que hablamos como dos personas normales y no te recomiendo que pelees conmigo, porque yo también tengo muchas preguntas incómodas que puedo hacerte otra vez exigiéndote respuestas que todavía no me has dicho ¿Quedó claro?

Esa es la maldita Tiffany Hwang que se escapó de su orfanato y le robó dinero a gente rica. Te quiero así todos los malditos días de tu vida.

- Yo no fui la que estaba coqueteando.

La iba a golpear. Y muy fuerte.

-Eso ya quedó aclarado. No puedes utilizarlo en mi contra, no es justo. - Sabía que iba a responder. Simplemente lo sabía.

- ¡Taeng! - Seulgi palmeó el hombro de Taeyeon y luego me miró a mí. Su sonrisa se borró de su cara al ver el gesto de enojo en nuestros rostros. - ¿Qué sucede? - Taeyeon se giró a ella y con la sonrisa más falsa del mundo (y hermosa al mismo tiempo, porque maldita sea, podía estar enojada porque era una idiota, pero seguía siendo linda, y nadie podía quitarle eso a la chica) y con su mandíbula apretada, le contestó.

- Resulta que Tiffany estaba preguntándome cómo me fue en el campamento para gente con problemas de ansiedad. - Seulgi sonrió.

- Si... Hablando de eso...

- Hablando de eso, ¿qué?

- Prefiero que lo discutamos en casa, ¿no crees hermana?

- Prefiero que lo discutan en frente de Tiffany. - Las interrumpí. - Prefiero saber por qué tratan a Tiffany como una estúpida y le mienten sobre todo lo que está pasando. Quiero la verdad.

- Es muy irónico que Tiffany pida la verdad, ¿no crees?

Alguien agárreme antes de que la mate.

- ¿Se supone que eso significa algo? ¿Me estás acusando de algo?- Su mirada se agudizó en mí, como el primer día en que la conocí. -¿Sabes qué piensa Tiffany? Que Taeyeon no tenía problemas de ansiedad, sino de autismo y resulta que desaparecen y aparecen de repente. Como los ataques de ira y violencia que le agarran a Tiffany cuando quiere romperle la cara a alguien.

- Y Seulgi piensa, que ambas deberían parar.

- A nadie le importa lo que piense Seulgi. - Taeyeon y yo dijimos al unísono. ella subió sus manos en el aire, dándose por vencida.

- ¿Por qué Tiffany no le comenta a su amiga Seulgi que irá a la fiesta de Oak Minds? - se giró a Seulgi. - Y con Nichkhun.

¿Y por qué la cosa ahora se tornaba en contra de mí?

- ¿Que Tiffany qué? -Seulgi subió las cejas y me miró. - Tú no puedes ir a esa fiesta. No es bueno para ti. Ni para nadie. Esa fiesta no tiene que existir. ¿Es que Siwon no te lo dijo? Estúpido idiota. No vas a ir. No puedes ir. No. Basta, es el maldito primer día que llegas y ya estás estresándome Taeyeon.

Wow, tranquila, estaciona tu vaca.

- ¿Qué sucede Seulgi? ¿Tienes problemas de ansiedad? - el tono de Taeyeon era cien por ciento sarcástico.

Definitivamente no conocía ésta faceta de Kim Taeyeon. Y odiaba admitirlo, pero no sólo me encantaba, sino que daría lo que sea por conocerla un poco más.

- Lo siento, ¿si? ¿Que se suponía que dijera? Supéralo. Y tú. - Me señaló con su dedo- No iras a esa fiesta.

¿Quién se creía que era? ¿Mi madre? Pues estaba muy equivocada. Mi madre estaba muerta. O desaparecida. O se la había tragado un oso, no lo sé. Pero estaba segura que ella no era y si es que acaso mi madre llegaba a aparecerse allí, en ese instante y me dijera que yo no podía ir a la fiesta, le mostraría mi dedo del medio y la mandaría a la mierda de donde vino. Pero definitivamente iría a la fiesta.

Nadie le dice a Tiffany Hwang que tiene que hacer, salvo Tiffany Hwang, por supuesto.

Una risa irónica y demasiado falsa salió de mi garganta. Ambas se voltearon a verme.

- Voy a ser breve. No me conocen. No las conozco. No son absolutamente nada mío como para decirme lo que tengo que hacer. Y voy a ir a esa fiesta como que me llamo Tiffany Hwang - Di media vuelta y caminé hasta el auto de Siwon, donde probablemente me estaban esperando.

Bueno... Eso no era cien por ciento cierto. La verdad era que no sabía si mi nombre era Tiffany Hwang...

Detalles, detalles.