Capítulo 37: "- Junto al día en que te conocí."

taeyeon kim ( taeny, vampiros)

"Dile a Bill que cambie mi turno para el de la noche. Voy a visitar a seulgi, luego te cuento cómo está. Nos vemos luego." Le envié el mensaje a soo  y seguí caminando.

Había sido un atareado viernes, y taeyeon no me había hablado en toda la clase de Biología. Hasta me había ignorado cuando intenté pedirle disculpas. Pero lo entendía, porque obviamente, todo esto era mi absoluta y completa culpa.

Claramente élla sabía que lo sentía, pero seguía estando enojada y sentí que tal vez debería darle un pequeño tiempo para que respirara y tuviera su propio espacio.

Miré mi reloj.

3...2...1... Listo. El tiempo oficialmente acabo.

Ahora sí, élla no sabía que yo tenía un maldito plan que era jodidamente bueno y para el final del día élla estaría besándome tanto que nuestros labios estarían irritados y completamente rojos.

Me escondí en la parte trasera de su camioneta-jeep negra que me gustaba muchísimo. Si nos casábamos, y luego nos divorciábamos, haría lo que sea para que esta camioneta termine siendo mía.

La  vi venir caminando a lo lejos, destacando de entre todos los alumnos por su increíble belleza y por el hecho de que estaba completamente vestida de negro.

Hasta llevaba una gorra en su cabeza que tapaba la mitad de su cara por esta mirando hacia el suelo. No sabía si se podía asustar a un vampiro y si así era, no sabía cómo reaccionaría, pero sería divertido intentarlo o incluso probarlo. Estaba  demasiado absort  en sus pensamientos. Se acercó al jeep y puso las llaves dentro de la ranura de la puerta del auto. Me preparé para saltar y asustarla.

- No va a funcionar fany.

Bien, probablemente parecía una ridícula imbécil.

Saqué mi postura de 'criatura aterradora' que había adaptado para poder asustarla  y me puse derecha mientras élla abría la puerta sin siquiera mirarme.

 

                     

- taeyeon... - Quería comenzar con un claro y sentido 'lo siento', pero obviamente no funcionaría porque me ignoró otra vez subiendo al auto.

¿De qué hablamos el otro día? Tiffany Hwang  no se rinde tan fácilmente. Ve por élla, ahora.

- Yo no me rindo. - Suspiré y escuché al motor poniéndose en marcha. No sé de dónde saqué el valor o las agallas para correr hasta su auto y subirme en él sin permiso.

- ¿Pero qué...? - Lo interrumpí.

- Tú no vas a seguir enojada conmigo para siempre por una estupidez que dije, ¿de acuerdo? Digo estupideces todo el maldito tiempo. Vas a tener que acostumbrarte si piensas pasar tiempo conmigo en el futuro. No puedo evitarlo, ¿sí? Salen solas  de mi boca y ni siquiera sé por qué. Creo que voy a empezar a hacer un voto de silencio y no hablaré jamás como yoona. - Suspiré con fastidio porque estaba enojada conmigo misma. Miré a taeyeon  y me sorprendí al verla intentando tapar su cara sonriente con su gorra. - ¡Oh Dios, te hice sonreír! - Élla miró hacia otro lado pero yo me acomodé en mi asiento invadiendo su burbuja de espacio personal señalándolo con mi dedo.

Sí, estaba sonriendo.

- ¡No intentes ocultarlo taeyeo ! ¡No lo hagas! - Prácticamente estaba encima de élla mientras seguía esquivándome y tapando su cara con la gorra. - ¡Vamos! ¡Tienes una sonrisa encantadora! ¡Déjame verla! - Élla tomó mis muñecas mientras yo reía.

- Sí, estoy sonriendo. ¿Ves? ¿Ya estás contenta? - Asentí con mi cabeza y volví a mi asiento.

- Amo tu sonrisa, hablando de eso. - Élla comenzó a conducir para salir del estacionamiento de la escuela. Tomé mi mochila y comencé a buscar el paso uno de mi plan maestro.

- Sigo enojada, hablando de eso. - Revoleé los ojos.

- Es por eso... - hice una pausa dramática- Que hoy, tengo planes especiales para ambas. - Élla me miró frunciendo las cejas.

- ¿Planes especiales? - Asentí con la cabeza. - No voy a perdonarte ni aunque me regales un balde de sangre fany, si ese es tu plan. - La miré mal.

- No, no es el plan. Además, yo sé que nadie puede estar enojada conmigo por mucho tiempo porque soy jodidamente agradable y tierna. - Élla volvió a sonreír. – Y tú lo sabes, lo cual te pone el triple de enfadada, pero no serás la excepción, kim, seulgi tampoco puede resistirse a mí. - Élla siguió conduciendo mientras yo abría el mapa que tenía marcado los destinos que nos deparaban en esta tarde. -

Hablando de élla, ¿ya está mejor?

 

- Ayer por la noche casi muere. - Mi corazón se paró por un segundo, literalmente y la miré, esperando una ampliación de ese tema. - Dije 'casi'. - La golpeé en el hombro para que dejara de bromear. - Su corazón entró en shock y bora tuvo que  aplicarle una inyección de sangre humana mientras estaba inconsciente y Jaejoong intentaba reanimarla. Ahora tiene un suero de sangre humana de lo más  espectacular, todos queremos estar en su lugar. Aunque hay que vigilarla  para que no intente quitárselo.

Esperen, ¿qué?

La golpeé con fuerza y la escuché quejarse mientras reía e intentaba manejar al mismo tiempo. Seguí golpeándola, CON FUERZA.

- ¿¡Por qué mierda no me enteré de todo esto!? - Élla siguió riendo y quejándose de cada uno de mis golpes.

- Porque estaba y estoy enojada contigo, ¿recuerdas? - La golpeé por última vez muy fuerte en el brazo.

- Eres la peor en todo el universo. - Le dije un poco enojada y con el ceño fruncido. Bueno, por lo menos ahora seulgi estaba bien.

- Y tú eres la peor en todo el universo. - Me miró con una sonrisa soberbia y le saqué la lengua. - Hacemos una buena pareja... Oh cierto, nosotras NO estamos juntas. - Sabía que en realidad estaba haciendo todo esto más que nada para fastidiarme, la golpeé sonriendo, aunque no quisiera, una vez más.

- Estoy intentando pedirte perdón. Olvida lo que pasó y dobla a la maldita izquierda.

- Élla me hizo caso mientras reía.

 

(...)

 

- Bueno, llegamos. - Sonreí mientras volvía a guardar el mapa y tomaba mi bolso del piso del auto.

- ¿Un centro de adopción de mascotas? ¿En serio? - Élla me miró de una manera cuestionaría y yo la miré mal. - Conducimos como dos horas para llegar a un centro de adopción de mascotas en jeonju. No lo sé, me esperaba llegar a un hotel y  hacer las cosas más interesantes entre ambas. – La  golpeé mientras la veía sonreír y bajé del auto.

- Tú, eres un asco. Y es por eso, que voy a demostrarte lo asombroso que son los animales. Hasta querrás adoptar uno luego, te lo juro. - Élla rió sin creerme cuando comenzamos a caminar hasta el lugar. Se había quitado la gorra y la verdad, me daba vergüenza decirle que le quedaba jodidamente bien.

- Eso lo veremos. - Abrí la puerta haciendo que una campana sonara y escuchamos a un par de cachorritos ladrar. Mi corazón se estaba derritiendo. Caminamos hasta el mostrador, en donde tres adorables viejitas hablaban entretenidamente. Cuando llegamos junto a ellas, nos miraron de una manera tan dulce, que deseé tener una abuela.

 

- Hola, bienvenidos a Little Pet Shop, sí, igual que los juguetes, no, no vendemos ninguno. - Dijo la señora rubia y de ojos claros, reí porque probablemente recibía muchas preguntas sobre ello. - ¿Qué se les ofrece?

- Quisiéramos ver mascotas, por favor. - taeyeon, que estaba seria al lado mío, me miró como si estuviera loca. Obviamente queríamos ver mascotas y no lechugas. La señora rió y nos hizo una seña para que la siguiéramos. Caminamos detrás de ella hasta una puerta trasera, rodeando el mostrador y cuando pasamos a través de ella, no pude evitar emocionarme. Cientos de gatitos y cachorritos estaban metidos en grandes jaulas y corrales. Me habían dado unas tremendas ganas de abrazar a todo el mundo.

- Las dejaremos solas, así pueden elegir con tranquilidad. - Asentí intentando parecer una persona seria y no una niña de cinco años emocionada. Cuando sentí la puerta cerrarse, salté repetidas veces mientras gritaba despacio y los maullidos y ladridos me acompañaban. taeyeon no pudo evitar sonreír, otra vez.

- ¿No es genial? ¿¡NO SON HERMOSOS!? - Me tiré al suelo y comencé a mirar a los perritos que me ladraban y movían sus pequeñas colitas con emoción. – Estoy tan enamorada.

¿De taeyeon o de los animales? Touché.

- Esto es una estupidez. - La miré mal.

- Deja de decir que es una estupidez y ven a ver a estas preciosuras. - Élla se sentó junto a mí, quejándose. Abrí la jaula y saqué a uno de los pequeños. Lamió mis dedos y ya estaba muerta.

- No puedo creer que estés haciéndome pasar por esto. Es desagradable. Tienen olor a perro y diaj, destilan felicidad. - Los demás perritos, que obviamente me amaban, salieron de la jaula por sí solos y comenzaron a rodearme de una manera jodidamente tierna. Jugaban con mi ropa y mi cabello y se subían por mis piernas.

- Ten, sostén uno. - Le tendí a taeyeon  el que tenía en las manos y élla lo tomó con asco y separándolo lo más que podía de su cuerpo. Comencé a reír.

- No te atrevas a reírte. Es horrendo, no lo quiero. - El perrito prácticamente estaba en el aire. tAeyeon  sólo lo sostenía por debajo de sus patas delanteras y estaba dejando que el resto del animal colgara en el aire. Reí aún más cuando le ladró. – Y tú cállate. Ni siquiera quería sostenerte en un principio. - Tomé al cachorrito antes de que taeyeon lo revoleara para deshacerse de él.

- Tú serías una terrible madre, si alguna vez tuvieras un hijo. - Élla se paró intentando alejarse del perrito que quería subir por sus piernas. Caminó por el lugar mientras el mismo animal la seguía.

- Claro que no. Sería un estupenda madre y le enseñaría a mi hijo cómo seducir a chicas completamente desquiciadas, como su madre... ¡SAL DE AQUÍ BESTIA  FEROZ! - El perrito, asustado, corrió hasta mí y lo tomé en mis brazos medio riendo. Taeyeon  se acercó a uno de los corrales en donde se encontraban los gatos y los miró desde lejos, al igual que ellos hacían con élla.

 

- ¿Cómo sabes que estaría desquiciada? - Le pregunté.

- Porque ya la conozco... Y lo está. - Mi corazón se paró por un segundo cuando me di cuenta de a quién se refería. Miré al frente intentando que no viera mi sonrisa.

¿En serio taeyeon  me veía como la madre de sus hijos?

- ¿Ves? Esto es agradable y bonito. Tenía razón, como siempre. - Con un gran esfuerzo, metí a los cachorros dentro de la jaula y me paré para caminar a élla. Me sorprendí cuando la vi sentado en el suelo y vi a un gatito gris, trepando por su pecho hasta subir a su hombro.

- Oh, hola gatito. - Me senté junto a élla y el gato me miró desde su hombro, ahora sentado. - Eres tan pequeño y bonito y... ¡AY! - Tomé mi dedo y me lo llevé a la boca. - Y endemoniado y maldito y asqueroso. Con razón taeyeon te quiere. – El estúpido gato había arañado mi dedo y ahora estaba sangrando. Taeyeon  comenzó a reír y tomó al gato que estaba a punto de caerse por sus sacudidas.

- ¿Quién es un buen gatito? ¿Quién lo es? ¡Tú lo eres! - hizo esa típica voz que los padres usan cuando hablaban con sus hijos en las películas, mientras el gatito en sus manos jugaba con su nariz y él sonreía. Lo miré sin poder creerlo y cuando él notó mi mirada se puso seria. - No le digas a nadie de esto.

- Oh, cariño, le diré a todo el mundo de esto. - Élla entrecerró los ojos y acercó el gato a mi cara, qué tiró sus orejas hacia atrás y emitió un horrible sonido que imaginé significaba que no estaba feliz. - Aleja esa cosa horrorosa de mí. - Me paré mientras taeyeon  seguía jugando con el demonio entre sus manos.

- No, tú no eres una cosa horrorosa, eres una cosita linda y no tengo ganas de comerte como pensé que querría hacer. - Reí otra vez por lo que dijo y su tono estúpido de voz. Dirigí mi mirada a otro corral de gatitos y metí mi mano, lo cual fue una terrible mala idea porque obviamente todos ellos intentaron rasguñar mis dedos y hasta morderme.

Malditos gatos. ¿Qué les pasa a todos hoy? ¿Acaso alguien más quiere odiarme o estar enfadado conmigo?

Me giré en mis pies maldiciendo un millón de veces, hasta que vi, en un rincón, un hermoso cachorro. Parecía completamente aterrado. Con tranquilidad, me acerqué a él, que miraba a los perros en una de las jaulas que le ladraban.

- Hola pequeño,.. ¿Estás asustado? - Sus ojos volaron a mí mientras se pegaba más a la pared.

- ¿Estás hablando sola? Porque lo último que necesito es que te hayas vuelto loca. Bueno, más loca de lo que ya estás. - Sentí la presencia de taeyeon  y ese estúpido gato detrás de mí. Y lo confirmé, cuando el cachorro desvió sus ojos de mí y miró más allá por detrás de mi espalda.

 

- Cierra la boca. - Me puse de rodillas en el suelo intentando no asustarlo y caminé así un poco más cerca de él. El cachorrito, que ahora veía bien, era completamente negro, sin una sola mancha de ningún color, y sus ojos eran bastante claros, pero no podía distinguir de qué color exactamente. Miró hacia todos lados intentando buscar una escapatoria. - Está bien, no tienes por qué temer. Ven aquí... - Sentí a taeyeon  reírse detrás de mí y me dieron ganas de patearla.

Era de esas razas que se parecen a los lobos, ¿cómo se llaman...?

- Vamos pequeño, ven... - Volví a repetir mientras acercaba mi mano con cautela hasta él. En cuanto se dio cuenta que intentaba tocarlo y de que mi mano se  acercaba a él, sus orejas se corrieron hacia atrás y mostró sus pequeños dientes que me hicieron sonreír. - Prometo que no voy a hacerte daño.

- No puede entenderte, tiene cerebro de perro. ¿No has visto a siwon? Es el ejemplo perfecto, o su hermano también. - Lo fulminé con la mirada porque no tenía por qué meter a nik  en esto. Él estaba en londres con sus nuevos amigos y siempre que tenía tiempo me llamaba para contarme qué pasaba. Amaba que hablara en ingles.

- Vamos perrito... Sólo es una estúpida al principio, después se le pasa. – taeyeon  pateó mi trasero con delicadeza, si es que esa oración estaba correctamente redactada. El cachorrito olió mi dedo sin dejar de estar alerta y luego, sin ningún tipo de defensa, me dio el permiso para acariciarlo. Lo hice todo lo que pude y luego lo levanté en mis brazos. Lamió toda mi cara mientras reía. - ¿No es la cosa más linda del mundo?

- Estoy de acuerdo. - Me volteé a verlo y élla  estaba mirándome con esos ojos que me inhibían. No pude evitar ponerme roja. Élla  me tendió el gato con una gran sonrisa de una niña de dos años. - ¡Es la cosa más linda del universo! - Revoleé los ojos.

¿En serio pensé que podría estar hablado de mí? Si élla es una idiota.

- Quisiera llevarte a casa, pero soo  pegará un grito en el cielo si se entera. Va a matarte y luego a mí. Lo siento amor. - Seguí acariciando al perro con mi cara.

- Oh, está bien, puedes venir a mi casa y dormimos juntos. - Revoleé los ojos mienta veía la sonrisa soberbia de taeyeon  en sus labios

- Le hablaba al adorable perro que tengo en mis manos. No al demonio que estás cuidando. - Mientras taeyeon  jugaba con el gato una increíble idea se me vino a la cabeza. Pero no la pondría en práctica ahora, si no, en el futuro, uno muy cercano.

- fany, tenemos compañía. Hace un rato largo. - Miré hacia la puerta principal en donde las tres mujeres de la entrada nos miraban conmovidas. - Creo que piensan que nos escapamos porque nuestros padres no quieren que estemos juntas y somos como Julieta y julieta, pero paramos a ver animales en vez de a tomar veneno. -

Las tres viejitas entraron algo tímidas en donde estábamos y yo sonreí.

- ¿Ya encontraron algún animal de su agrado? - Asentí con la cabeza.

- Sí, pero no puedo llevármelo.

 

- Yo menos. ¿Quién me garantiza que Suzy  no va a comérselo en medio de la noche cuando se despierte con un poco de hambre? - Abrí mis ojos intentando hacerle entender a taeyeon  que debía callarse. Élla entendió el mensaje demasiado tarde. –

Suzy  es mi perro. - Sonrió de esa manera que me sonreía a mí cuando intentaba convencerme de algo y, si yo hubiera sido alguna de esas tres, ya estaría desmayada en el suelo y necesitaría un respirador artificial.

- Es una lástima... Se nota que los quieren. - Habló una de cabello rojizo. - Y estoy sorprendida de que élla te haya escogido a ti cariño. - Miré al pequeño que tenía entre mis brazos. Una de sus orejas estaba caída y ahora, que veía bien sus ojos, podía decir que eran mieles o incluso amarillos. Era perfecto. Y me hacía acordar a taeyeon. Lo abracé con fuerza. - Desde que llegó que intentamos hacer que alguien se lo lleve, pero él no quiere a nadie. Está convencido en quedarse aquí a morder a los pequeños que intentan llevárselo. - Sonreí. Era perfecto.

- Entonces prometo venir a visitarte, pero no puedo llevarte a casa hermoso. No sabes cuánto lo siento. - Lo dejé en la jaula mientras mis ojos se aguaban como una niña pequeña. Él ladró cuando cerré la puerta y comenzó a rasgarla con sus pequeñas patitas y a llorar. No sabía por qué pero imaginaba que taeyeon  estaba igual que yo. - Adiós. - Sentí los brazos de taeyeon  tomarme y levantarme del suelo.

- Genial, pensé que yo sería la que lloraría. Vamos fany. Prometo que vendremos a visitarlos mañana. - Asentí y salimos del lugar mientras nos despedíamos de las dos señoras y escuchábamos a ambos animales, maullar y ladrar con suma tristeza.

mi plan había sido un éxito y un fracaso a la vez.

 

(...)

 

- Bien, recuperaste tu alegría yendo a una tienda de música y haciéndome escuchar cosas que jamás en mi vida escucharía, bien hecho. ¿Qué sigue en la lista? - Subí al auto mientras la escuchaba hablar.

- Tú casa. – taeyeon  me sonrió e hizo un extraño baile con sus cejas. - Eres un asco. - Élla rió mientras arrancaba el auto.

- Lo soy, pero tengo que admitir, que este día, está apuntado en mi lista de los mejores días de mi vida. - Sonreí.

- ¿Junto a cuáles? - Élla volvió a sonreír y me miró a los ojos.

- Junto al día en que te conocí. - Intenté mantenerme seria, pero fallé, al reírme con fuerza en su cara. - Ya, tenía que intentarlo.

 

- Sabes que odio los clichés y ese fue un terrible cliché, Aaron. Pero ya hablando en serio, ¿disfrutaste tu día conmigo? - Élla asintió. - ¿Y estoy perdonada? - Negó con la cabeza. - ¡Por favor! ¿Qué tengo que hacer para que me perdones...? ¿Sabes qué? Mejor ni me lo digas. - Élla volvió a reír. - Bien, pero sabes que vas a tener que perdonarme en algún momento. Y recuerda que te compré muchísimos discos para que escuches, sin contar que te hice conocer a un demonio al cual le terminaste gustando. Todo eso fue obra mía.

- ¿Cómo estará bola de nieve? - Intenté contener la risa.

- ¿Bola de nieve? ¿Cuántos años tienes? ¿Cinco, y te llamas Clary? - Élla golpeó mi hombro despacio.

- Bola de nieve es un nombre perfecto para un gato. A pesar de que era gris y no blanco, pero no importa, son detalles.

- Sí importa, se le dice bola de nieve porque es blanco y esponjoso, ¿no tuviste infancia? - Revoleé los ojos. - Tienes que ponerle un nombre potente, poderoso, que los gatos de la cuadra tiemblen al escucharlo. Aunque seguro temblaran, porque esa cosa tenía un carácter de mierda. – Élla rió.

- Me gusta bola de nieve porque es adorable y bonito y tierno.

- Ya. Eres una princesita , Dímelo ahora taeyeon, tengo que saberlo. - Ambas reímos. – Ponle un nombre como... No sé, Carly o Arthur... ¿Era mujer? - Élla asintió. - Eso explica su maldita actitud, era toda una gata.

- ¿Qué tal fany? Puedo ponerle Fany  a bola de nieve, me hace acordar a ti. -

Junté mis cejas.

- Si vas a ponerle a algo mi nombre, que sea a una princesa austriaca, no a ese demonio que, obviamente, no se parece en nada a mí. – taeyeon  rió y dobló en el taller. Habíamos llegado antes de lo que pensaba, a pesar que la tienda de discos estaba a unos pocos minutos del pueblo.

- Era igualita a ti. Por eso no se llevaban bien.

- Yo extraño a Blaze. Quiero verlo ahora. - taeyeon rió.

- ¿Me dices a mí que bola de nieve es un nombre estúpido pero le pones a ese perro Blaze? ¿Quién te entiende? - Bajé del auto al igual que élla y comenzamos a caminar hacia la casa.

- Blaze es un jodido e increíble buen nombre. No tienes buen gusto, ese es tu problema.

- Tengo un increíble buen gusto, te sorprendería.

- Y volvemos a lo mismo... Necesito que me digas si en verdad eres una princesita. - Abrió la puerta mientras reía.

- ¡YA LLEGUÉ! ¡Y UNA HUMANA MAL EDUCADA ESTÁ CONMIGO!

-¡SIGO ENOJADA, SI ESO LES INCUMBE! - Reí mientras caminábamos a la

 

cocina. - Oh, no están. Se fueron con seulgi al hospital. Y estas s alrededor de la hoja me dejan en claro que Suzy y Wendy  fueron con ellas.

- ¿Y yoona? - Élla se encogió de hombros.

- Estoy hambrienta. ¿Tú no tienes hambre? - me preguntó.

- Sí, pero espero que yo no sea tu cena. – taeyeon  revoleó los ojos.

- ¿Por qué no vas a mi habitación mientras preparo algo para comer? - Abrí mis ojos con sorpresa.

- ¡Oh por Dios! ¡Cocinas! ¡Eres definitivamente una princesita! - Reí mientras corría fuera de la cocina esquivando los trapos que taeyeon  intentaba lanzarme a la cara.

Qué día tan jodidamente divertido.

Extraño a Blaze.

Subí las escaleras despacio porque no quería caerme y dejar que taeyeon  tuviera otra razón por la cual reírse de mí. Pasé por la puerta de la habitación de seulgi, volví a reír cuando pasé por la puerta del cuarto de Suzy y Wendy  y bajé por las pequeñas escaleras hacia el cuarto de taeyeon. Me detuve en mi lugar cuando vi la puerta del cuarto de yoona entreabierta.

 

 

 

Es una mala idea fany.

Miré por las escaleras para confirmar que taeyeon no estaba y que yoona no iba a  aparecer de repente detrás de mí asustándome jodidamente mucho. Di un pequeño paso que me llenó un millón de veces más de curiosidad. Con un solo dedo abrí la puerta un poco más, dándole espacio a mi ojo para ver qué había adentro. Por supuesto que las luces estaban apagadas y yo no podía ver absolutamente nada. Y no sabía si tomar el riesgo o no.

No. Lo. Hagas.

Mi mano se deslizó por la pequeña abertura y de a poco la puerta se abrió. Tenía miedo, sí, porque tal vez yoona estaba adentro y si eso llegaba a ser así, probablemente moriría de vergüenza. Aunque siempre podía decir que estaba buscando el cuarto de taeyeon  y me había equivocado de puerta. No importaba que tan poco creíble sonara eso. Tampoco podía leer mi mente para saber si mentía o no, porque algo fallaba en élla cuando se trataba de mí.

 

La habitación se llenó de la tenue luz del pasillo, pero sólo me dejaba ver una cama azul y un par de cosas que no estaba segura de que existieran. Mi mano cayó accidentalmente sobre el interruptor de la luz, dejándome ver mejor y con más claridad la habitación de yoona.

 

Sabía que no era una buena idea y que probablemente me arrepentiría de esto después, pero ahora, en este preciso momento, la curiosidad estaba a punto de matar al gato, aunque ya no me importaba. Di tres pasos entrando oficialmente a su cuarto. Era todo muy sencillo. Paredes azul oscuro, una cama de un azul más claro, un armario, estanterías con libros y juguetes (sí, juguetes, yo estoy más sorprendida que cualquiera), un escritorio y una increíble ventana que estaba igual de polarizada que las demás de la casa.

Inspeccioné todo con mis ojos, intentando no tocar mucho sus cosas. Me detuve en su escritorio. Estaba sorprendida porque todo parecía estar demasiado ordenado. Miré los papeles que tenían cosas escritas en un idioma desconocido para mí. Seguí mirando y mis ojos se toparon con una bonita fotografía. Una fotografía de la familia de yoona, supuse. Pero no de las kim, de su antigua familia. De la de verdad. Todos estaban parados en la sala, como esas antiguas fotos que los abuelos tenían en las películas. Estaba amarillenta y se podía notar a una pequeña chica con

Con vestido  que me imaginé que no era Yoona  porque no se parecía en nada a élla. Y luego, un chica más grande que estaba segura que ese sí era élla. Sus ojos, los rasgos de su cara, todo gritaba yoona. Tomé la fotografía para poder ver mejor.

Una pequeña niña estaba tomada de la mano de yoona, y sonreía, algo que todos los demás en la foto no hacían. Tenía dos pequeñas trenzas en su cabello y sus ojos brillaban de felicidad. Me hizo sonreír de tan sólo verla. Sus padres, bueno, los que supuse que eran sus padres, estaban parados detrás de estos tres dulces niños. Yoona  se parecía a su padre, y los otros dos tenían los rasgos de su madre. Pero esa chica... Esa niña me había dejado hipnotizada. Sus ojos me habían dejado enganchada. Y ni hablar del hecho de que Yoona  estuviera tomando su mano.

Como si fuera su hermana mayor, como si intentara protegerla de algo.

- No puedo leer tus pensamientos, pero puedo olerte. - Estaba segura que mi corazón se había salido de mi pecho o que había subido por mi garganta y en cualquier momento lo escupiría. Me volteé cuando no reconocí la voz de quién hablaba, pero me lo imaginaba.

Por supuesto que era yoona. Y por supuesto que sus ganas de matarme se transmitían a través de sus ojos. Definitivamente me había imaginado su voz un poco más aguda y no tan grave como en realidad sonaba. Me hizo erizar el bello de mi nuca y acelerar mi corazón, pero no sabía por qué. Porque por alguna extraña  razón no estaba asustada. Ni un poco. Tal vez sí nerviosa, pero no asustada. Yoona había dejado de asustarme hacía ya un largo rato. Me causaba intriga. Hasta interés por saber qué era lo que callaba.

- Yo... - Intenté excusarme, pero estaba demasiado absorta en haber escuchado su voz por primera vez. En haber entendido que me estaba hablando. O mejor dicho, regañando, porque su voz no emanaba precisamente felicidad, y su cara mucho menos. Arrancó la fotografía de mis manos sin darme tiempo a preguntarle sobre quienes eran o por qué esa niña era tan adorable. Si era su hermana y si esos eran sus padres. Y si ese era su hermano o por qué no lo tomaba de la mano al igual que hacía con esa pequeña.

 

- Vete de aquí. - Su voz era firme y definitivamente no iba a desobedecerlo y menos cuando me miraba de esa manera. Caminé con rapidez fuera de la habitación y antes de que pudiera decir que sentía haberme entrometido en sus asuntos, élla cerró su puerta en mi cara.

Me quedé completamente shockeada por al menos cinco minutos sin poder creer que Yoona  había hablado. Que había escuchado su voz.

Necesito un poco de oxígeno ahora.

Corrí a la habitación de taeyeon  intentando buscar un poco de tranquilidad, pero no la encontré. Le mandé un mensaje a siwon pidiéndole que me recogiera por la casa de las kim. Cuando leí el: 'estoy allí en cinco minutos', mi alma volvió a mi cuerpo. Y caí en la realidad.

Había entrado en la habitación de yoona. Había tocado sus cosas privadas. Y luego élla me había hablado.

- No prometí cocina gourmet, soy un simple vampiro intentando cocinar. Así que... ¡TARÁ! ¡Sándwiches! - agité mi cabeza sacando toda imagen de yoona de mi cerebro.

- Oh, genial... Yo, creo que mejor me voy. – taeyeon  borró su sonrisa y su cara desanimada me hizo sonreír. Me acerqué a élla y acaricié su mejilla.

- Pero hice sándwiches... - Reí un poco y besé sus labios, intentando no derretirme por el sabor de sus besos.

- siwon  va a venir por mí en cualquier momento. - La besé otra vez antes de que élla dijera algo al respecto. - No quiero molestarte, eso es todo. - taeyeon me devolvió el beso con fuerza mientas rodeaba mi cintura.

- Tú nunca me molestas. - Reí en sus labios y seguí besándola. Sin pensar en siwon. Ni en yoona. Sólo élla y yo. Y el sabor de nuestros besos. El beso comenzó a hacerse más intenso a medida que nuestras lenguas luchaban entre ellas, rodeé su cuello con mis manos y la atraje a mí pegando nuestros cuerpos sin dejar un solo centímetro entre nosotros. Sentí la piel fría de una de sus manos acariciando mi cintura por debajo de mi blusa. No podía estar más excitada, lo juro. No sabía si eran estas hormonas de adolescente o si taeyeon  simplemente sabía cómo generar este efecto en mí. - Sigo enojada... - Dijo alejando sus labios de los míos por un segundo.

- Cállate. - Ls silencié con un beso mientras comenzaba a quitar su chaqueta y la revoleaba por algún lugar de su habitación.

¿Por qué mierda estoy tan excitada? ¿Qué carajo está ocurriendo conmigo?

- fany... - No dejé que taeyeon hablara, porque sabía que me daría cuenta de lo que estaba haciendo y pararía porque mi cordura siempre le gana a mi locura, y a veces, está bien que la locura asesine a la cordura por unos minutos. Y más si hablábamos  de besar a taeyeon  de esta manera. La empujé con una fuerza que no sabía que tenía hasta la cama, élla se sentó y me miró como un pequeño cachorrito que no sabía qué

 

iban a hacer con élla. - Esto es una muy mala idea... - Dijo con su respiración agitad ay sus manos apoyadas en la cama, dejándolo prácticamente acostada sobre el colchón.

Se veía tan jodidamente violable.

Me quité la chaqueta sin pensar ni preguntarme el porqué de estar tan caliente hoy.

Tal vez fue el hecho de élla tocándome, no tengo idea.

- Lo sé. - Me senté a horcajadas sobre élla, posando mis rodillas alrededor de su cintura. Sus manos fueron mecánicamente a mi cintura y la acariciaron mientras seguía besándola. En estos dieciséis años de mi vida, jamás había visto esta etapa de mí. Ni siquiera sabía lo que era estar excitada, caliente, quenchi, como sea, esta era la primera vez y mi corazón estaba tan jodidamente acelerado, sólo quería besarla con todas mis fuerzas, hasta que me cansara. Y estaba segura que jamás me cansaría de besarla. Mordí su labio escuchando un gemido, o lo que fuera, salir de sus labios y de los míos se escapó otro, dejando en claro que me había excitado aún más, aunque pensé que eso sería imposible.

Sus besos comenzaron a bajar por mi barbilla, y más abajo, mi cuello, mi clavícula. Otro suspiro/gemido se escapó de mis labios. Mis manos se escurrieron por debajo de su camisa, sintiendo su estomago, mientras taeyeon  se ponía más agresiva en mi cuello.

No tienen idea de hace cuánto quería hacer esto.

Sentí los labios de taeyeon  cerrándose y abriéndose en mi cuello, dejando pasó a su lengua, su hermosa lengua. Sentí un pequeño dolor mientras taeyeon  seguía  besándome. Me tomó unos segundos darme cuenta que no estaba besándome, ni haciéndome un chupón.

Élla  estaba mordiéndome.

Todo el calor que sentía en mi cuerpo se esfumó y sólo sentí frío.

Me alejé de élla como pude. No quería soltarme. Pero se había dado cuenta de lo que había hecho, sus ojos me lo decían. Sus ojos rojos y sus colmillos me lo decían.

- fany, lo siento, yo no... - Lo paré con una de mis manos, mientras la otra sobaba mi cuello.

- Está bien, no pasa nada... Creo que mejor me voy. - Tomé mi chaqueta del suelo y mi bolso lo más rápido que pude.

- No, fany, espera... - Salí de su habitación sin dejarlo hablar y corrí hasta salir de la casa.

Te advirtieron que esto podía pasar, pero tú nunca escuchas a nadie. Caminé por el bosque, más bien corrí. Sentía la respiración de taeyeon  todavía en mi cuello. Y el destello rojo de sus ojos me perseguía a todos lados que veía. Seguía sintiendo sus colmillos clavándose en mí.

Llegué al taller y me apoyé en una de las paredes intentando encontrar mis pulmones que los había perdido hace unos cuánto metros.

Ya no estaba tan segura de seguir viendo a taeyeon. Había logrado asustarme como nunca nadie lo había hecho jamás.

 

Sentí el motor de un auto y me alegré al ver que se trataba de la camioneta de siwon. Corrí hasta la puerta del copiloto y me metí al auto como pude.

- ¿Estás bien? ¿Te pasó algo? ¿Te hizo algo? - Mi mano fue directamente al lugar de mi cuello en donde taeyeon me había mordido. Negué con la cabeza.

- Estoy bien. Sólo arranca. - siwon se me quedó mirando con su ceño fruncido. Me puse mi chaqueta con rapidez y escondí mi cuello con mis hombro y mis manos. -

Arranca siwom, por favor. - Él me miró por tres segundos más mientras yo mantenía mis ojos al frente, porque no podía verlo. Él me lo había advertido claramente, desde el principio. Y yo no le había hecho caso.

- Como quieras... – siwon  aceleró con el auto y condujo por la carretera llevándonos a casa. Miré por la ventana. Las imágenes de recién seguían en mi cabeza y rogaba no tener pesadillas esta noche. Porque no quería tener pesadillas con taeyeon quería tener sueños lindos con taeyeon. Cerré los ojos con fuerza y apreté mi mandíbula. Siempre llegaba a la misma conclusión.

Que estúpida soy.

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Comments

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dafnytae
#1
Chapter 57: Como vas con la segunda temporada? (>_<)
2597611 #2
Chapter 57: Yeahhh!! Porfin
Itaenylove
#3
Chapter 57: siiiiiii
por fin
Skyth06
#4
Chapter 57: Antes q nada feliz año, mis mejores deseos, y púes sii segunda temporada :3!!
mv007842 #5
Chapter 57: Hola que este año sea de mucho excito y que dios te bendiga y que bueno que ya vas a actualizar la segunda temporada de esta historia actualiza chau
rafayola
#6
Chapter 57: HOLAAA y un MUY felíz año te deseo lo mejor :D y pues claro a apoyarlas, en cuanto a la segunda temporada espero con ansias <3
Taeny16 #7
Chapter 56: No quería leer este capítulo :( pero lo leí porque soy una maldita masoquista
rafayola
#8
Chapter 56: No puedo con el último capítulo, me destrozó muchas gracias por la adaptación espero con ansias la segunda temporada
Taeny16 #9
Chapter 53: Este Fic es genial, me encanta, lo estaba leyendo antes pero la autora no lo actualizó más. Me encanta❤ Pero tengo miedo de leer el final :(