Capítulo 29: "- Sin presiones, ¿eh?"

taeyeon kim ( taeny, vampiros)

¿Cabello lacio u ondulado?

- ¡Tiffany! - Me sobresalté al escuchar la voz de Soo que me miraba fijamente de arriba hacia abajo.

- ¿Qué? ¿Qué? - me miré a mí misma buscando el error.

¡Sabía que tenía que ponerme un vestido!

- ¿Estoy fea, verdad? - Miré mi reflejo en el espejo intentando no entrar en pánico.

La familia de Taeyeon va a odiarme.

- Estás... – Ella se acercó a mi lado y ambas nos reflejamos en el espejo. Nada me había causado tanta depresión o inseguridad que ver el reflejo de Sooyoung en su pijama y luego verme a mí, intentando ser linda pero no lográndolo en absoluto.

- Fea. - Resoplé.

- Hermosa. - Soo sonrió.

- ¿En serio? No lo dices por compromiso, ¿cierto? - Ella negó con la cabeza y acomodó mi cabello.

- ¿A qué se debe tanta producción? ¿Vas a salir con alguien? - Jugó con sus cejas haciéndome sentir incómoda.

Bien, tenía que mentirle, aunque no quisiera. No había otra opción. Ella no se podía enterar que yo iba a salir con Taeyeon. Sería como decirle que había arruinado su vestido preferido en la lavadora. Me mataría.

- Algo así. - Técnicamente, no estaba mintiendo.

-¿Chico o Chica?

-Chica-

- ¡Oh Dios! - gritó emocionada. - ¿Quién es? ¿Va al instituto? ¿La conozco?

Dios, tranquilízate.

- Sí, va al instituto y no, no la conoces. - Técnicamente, no conocía a Taeyeon, sólo sabía lo que la gente decía de ella. Técnicamente.

- ¿Cómo se llama? - Me giré hacia Sooyoung con una sonrisa.

- Ya basta de preguntas. No es una cita. Tranquilízate. Sólo somos amigas. - TÉCNICAMENTE.

- Está bien, está bien. Como tú digas. - Alzó las manos mientras se tiraba en la cama.

- Llamé a Siwon para que venga, así no te quedas sola. - No me olvidaba del escape de Bora, y no me sentía cómoda con la idea de dejar a Soo sola otra vez, mientras esa loca seguía suelta. Y Siwon era un hombre lobo, así que podía protegerla mejor que nadie. Me sentía más aliviada sabiendo que ella no estaba sola. Como si un peso saliera de mis hombros.

- Bueno, te lo agradezco. No disfruto para nada quedarme sola. - Froté mis manos por mi cara.

Dios, esta base para la piel me deja diez mil veces más blanca de lo que soy en realidad.

- Lo sé. Siwon debería llegar en cualquier momento. - El timbre sonó mientras tomaba el rimmel y lo esparcía por mis pestañas.

y.

- Yo voy. - Sooyoung me guiñó un ojo y antes de irse me gritó. - ¡Estás perfecta!

Y lo peor de todo, era que me lo había creído.

- ¡YO SOY PERFECTA! - Con cuidado pasé el labial rojo por mi boca.

Tomé mi celular que había sonado y abrí el mensaje que me había llegado de un número desconocido.

"Fany estoy abajo, te espero. Y por cierto, estás hermosa." -

Era Taeyeon, obviamente. No sabía cómo había conseguido mi número, pero no importaba. Importaba que ahora yo tenía el suyo.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro. Qué estúpida era, por Dios.

Me miré otra vez al espejo. Seguía convencida de que un vestido sería más sofisticado, pero hacía demasiado frío. Me había puesto unos jeans que se moldeaban a mis caderas, un poleron blanco y como hacía frío, también había tomado una chaqueta negra. Los zapatos fueron una tortura. Literalmente, había estado media hora decidiendo qué ponerme en los pies. Zapatillas, tacones, tenis. Había vaciado el armario de Sooyoung y el mío también. Y mi salvación había aparecido en forma de converse negras.

Poco convencida con lo que llevaba puesto, salí de mi habitación, tomando mi pequeña cartera y mi celular. Siwon estaba sentado en el sillón de la sala e imaginé que Sooyoung estaba en la cocina.

- Bueno, me voy. - Ella salió al instante y me abrazó muy fuerte.

- Suerte pequeña Fany.

Agh, muérete.

- Cierra la boca. - Siwon se paró del sofá y me abrazó cuando Soo se alejó.

- Ella está abajo hace más de media hora.

¿Cómo sabía que Taeyeon...

- Si comienzan a preguntarte qué tipo de sangre eres, me llamas. - Susurró. Comencé a reír. No tenía por qué mentirle a Siwon.

- Asegúrate que Sooyoung no vigile por la ventana. - Caminé hasta la puerta.

- ¡Hey! ¡No iba a vigilar! Solamente observar un poquito... - Reí y salí del departamento.

Caminé fuera del edificio con el corazón yendo a mil por hora. Iba a ir a la casa de los Kim en menos de media hora. Iba a conocerlos oficialmente. Estoy hiperventilando. Divisé el auto de Taeyeon en frente de mi edificio y antes de que pudiera acercarme, ella había salido de allí.

Se veía tan condenadamente bien. Mi estómago estaba haciendo algo extraño dentro de mí. Tenía unos pantalones ajustados negros y una camisa blanca que le quedaba tan bien, me daban ganas de arrancársela con los dientes. Me encantaba.

- Definitivamente, me quedé corta cuando dije hermosa.

¿Así iba a ser toda la noche? Porque no creía poder soportarla. Iba a explotar de la vergüenza.

- Bueno, tú tampoco te ves tan mal. - Ella hizo un extraño giro de modelo para demostrarme que estaba para comérsela y sí, lo estaba.

- Es la primera vez que no uso negro. - Y por alguna extraña razón le creía.

- Es la primera vez que voy a la casa de una vampiro para conocer a su familia que 'oh casualidad', son vampiros. - Ella sonrió y más cosas raras pasaron en mi estómago.

Contrólate Tiffany.

- ¿Estás nerviosa? - Asentí. - Bueno, no deberías. Ya conoces a las chicas, y Sunmi y Jaejoong quieren conocerte. Están demasiado emocionados. Eres la primera chica que llevo a casa.

Ay Dios, ya empecé a sudar.

- Sin presiones, ¿eh? - La respiración comenzaba a fallarme mientras ella reía. - Sin presiones. - Tomé su mano y comencé a caminar hacia el auto.

- Vámonos antes de que Sooyoung comience a espiarnos por la ventana. - Taeyeon abrió la puerta por mí y rodeó el auto para subirse en el asiento del piloto.

Que larga iba a ser esta noche.

 

(...)

 

- ¿Está es tu casa?

Oh. Mi. Dios.

Era gigantesca. Era enorme y hermosa. Era extremadamente moderna y parecía sacada de una revista. Me hubiera comprado esa casa si hubiese tenido la oportunidad y el dinero. La parte de abajo era de madera, pero de esa hermosa madera, y la planta de arriba estaba llena de ventanales que parecían polarizados, como si de afuera no pudiera ver nada, pero desde adentro tuvieras la oportunidad de espiar a tus vecinos. Aunque por lo que veía, no tenían vecinos, ya que se encontraba a unos quilómetros del taller de las chicas, prácticamente dentro del bosque.

- Sí, es mi casa. - Me volteé hacia ella, la luz del sol colándose por las nubes del nublado día, la hacían ver más hermosa que de costumbre, no podía evitar detener mi mirada en ella, buscar algún tipo de imperfección o algo que pudiera hacerla fea, pero no. Todo en ella era impresionantemente perfecto. Y me daban ganas de besar toda su perfecta cara. Ahora mismo. - ¿Estás bien? ¿Pasa algo? - Sacudí mi cabeza cayendo en la realidad.

- Nada, es hermosa, sólo eso. - Ella sonrió sin entender en realidad, de qué estaba hablando. Bajó del auto y abrió la puerta por mí. Podía comenzar a acostumbrarme a este tipo de gestos.

- Sigues nerviosa. - Asentí. Mentirle era una pérdida de tiempo, probablemente había escuchado mi corazón o mi respiración agitada o no lo sé. - Tienes que tranquilizarte, son bastante agradables, y bora  no dejará que Wendy o Suzy  digan algo indebido. - Asentí otra vez. - Y tienes que dejar de hacer eso con la cabeza, pareces autista. - No pude evitar reír ante el chiste. - Ahora estás más relajada. - Sí, era cierto. Taeyeon me tomó de la mano y comenzamos a caminar hacia la casa lentamente mientras seguía inspeccionando con mis ojos toda la estructura sin poder creer lo impresionante que era. Mi mirada se paró unos minutos en el techo de la casa. Había como, ¿una persona? Sí, una persona. Me detuve en mi lugar y miré más fijo a quien sea que estuviera de espaldas allí.

- ¿Tae? - Ella se paró y me miró, pero mis ojos no se despegaban de la parte superior de la casa. - Creo que alguien está en el techo de tu casa. - Taeyeon frunció el ceño y miró hacia donde yo estaba observando.

- No te preocupes, es yoona. Siempre sube allí cuando quiere pensar. - Puso sus manos alrededor de su boca haciendo como si fuera un pequeño megáfono - ¡YOONA! - La chica del techo se giró y nos miró con las cejas juntas, no parecía muy feliz.

- Hola. - Dije lo suficientemente alto como para que me escuche, sonreí intentando ser más agradable o simpática o lo que sea, porque sí me importaba lo que la familia de Taeyeon pensaba de mí, demasiado. yoona me miró por unos cortos cinco segundos y voló (sí, voló, saltó lo que mierda haya hecho) hacia un árbol y desapareció de nuestra vista al instante. - Creo que no le caigo muy bien. - Taeyeon sonrió y me rodeó con uno de sus brazos intentando reconfortar mi repentina falta de seguridad en mí misma.

- Yoona  es así siempre, no te preocupes. - Asentí como una autista otra vez y seguimos caminando hacia la casa. Estaba nerviosa otra vez, extremadamente nerviosa. Y odiaba que Taeyeon estuviera tan feliz, porque sólo lo hacía peor. Subimos unas pequeñas escaleras que llevaban al porche, y ambas nos paramos en frente de la puerta principal de la casa. Ella con una sonrisa y yo tragando saliva. - ¿Lista? - Me miró directamente a los ojos y me contagió la sonrisa de alguna manera.

- Supongo. - Levanté mis hombros mientras ella llevaba su mano hacia el picaporte y abría la puerta con emoción.

Por Dios. Era la casa más hermosa que había visto jamás. Lo primero que vi al cruzar la puerta, fue la enorme escalera de madera que, supuse, llevaba al piso de arriba. A mi izquierda, podía ver una hermosa sala con un sofá gigantesco junto con un televisor el triple de grande de lo normal, tenía una alfombra cubriendo el suelo con un diseño impresionante, parecía hecha a mano. Taeyeon tiró de mi mano haciendo que dejara de estupidizarme con su asombrosa casa. Me condujo por un pasillo que estaba lleno de cuadros increíbles que parecían originales. Como de Picasso o Da Vinci o como mierda se llamaran, pero eran impresionantes.

- Ya está aquí, si no se comportan, juro que las voy a matar. - Escuché a una mujer hablando mientras entrábamos por una puerta y supuse que era la madre adoptiva de Taeyeon, bora.

Esto era increíble, la cocina era treinta veces más grande que todo mi apartamento, era completamente blanca y negra, llena de cosas de última tecnología. Estaba fascinada. Tan, tan fascinada que ni siquiera había visto que todos estaban observándome.

Claro que mi pasatiempo favorito era ponerme roja como un tomate y era lo que estaba haciendo en este momento. Además de estar tan nerviosa y soltar la mano de Taeyeon por la vergüenza que carcomía mi interior.

 - bora, Jaejoong. Ella es Tiffany. - Sonreí porque no sabía que otra cosa hacer, además de intentar calmar los latidos de mi corazón. bora, era jodidamente hermosa. Y hablo de hermosa de verdad. Jamás hubiese pensado que esa mujer podría ser madre, ni en un millón de años. Debería tener unos veintitantos años. Su cabello era negro como la oscuridad más profunda y sus ojos me tenían enganchada, no podía dejar de verlos. Su cuerpo era realmente envidiable y esperaba que cuando tuviera su edad, pudiera tener su estado físico. Además, se vestía  bien. Llevaba un vestido que llegaba hasta sus rodillas, completamente negro y ajustado, que resaltaba su figura diez mil veces más. Y no hablemos de su sonrisa, era perfecta.

- Hola. - Dije con un hilo de voz. No entendía por qué estaba tan malditamente nerviosa, pero lo estaba.

- ¡Oh, por fin tengo el placer de conocerte Tiffany! - Se acercó a mí extendiendo sus brazos en el aire y me enfundó en un abrazo extremadamente maternal. Su frío cuerpo se pegó al mío, mientras ella sonreía y yo me recuperaba de la sorpresiva muestra de afecto. Luego de unos segundos, rodeé mis brazos con cuidado alrededor de su espalda. - He escuchado hablar de ti por mucho tiempo, moría de ganas por conocerte finalmente. - Me sonrió al alejarse y yo hice lo mismo. Miré a Taeyeon.

- ¿Han hablado mucho de mí, eh? - Ella rió y empezó a jugar con un pedazo de tela, nerviosa.

Que ganas de besarla me habían dado de repente, maldita sea.

- Tiffany, mi nombre es Kim Jaejoong, es un gusto al fin conocerte. - Miré hacia aquel hombre que se acercaba hacia mí. Era bastante buen mozo a decir verdad.

Bueno, toda su familia era malditamente atractiva, ya no me jodan.

Sus hombros eran realmente anchos, y sus brazos parecían ejercitados más de lo normal para ser un doctor. Su cabellera negra estaba tirada hacia atrás con el cabello ligeramente levantado, pero no desordenado, estaba perfectamente peinado. Sus ojos eran igual de negros que los de bora  y sus facciones eran perfectas, como su sonrisa o su nariz respingona. Definitivamente, ese hombre no tenía más de treinta años, podía jugarme la vida. Llevaba unos pantalones de vestir grises oscuros y una camisa negra que se ajustaba a su cuerpo de una forma estratégica. Cuando llegó al lado de bora  y frente a mí, tomó mi mano con la suya y la besó como si fuera una princesa. Me hizo sonrojar mucho más.

- No estés nerviosa, somos bastante agradables - me guiñó un ojo -. Y más si nuestra hija ha estado perfeccionando esta cena desde hace una semana. - Dijo mirando hacia Taeyeon, mientras rodeaba por la cintura a Sunmi.

¿Por qué sentía unas extrañas mariposas en mi estómago?

- Y bueno, como nadie se ha dignado a presentar lo más hermoso que camina por esta casa, supongo que tendré que hacerlo yo misma... – Suzy  se hizo lugar entre ambos y besó mi mano al igual que el Sr. Kim lo había hecho. – Kim suzy, doscientos veintidós años, soltera. - Hizo un extraño baile con sus cejas haciéndome reír. Wendy  la empujó y se paró frente a mí.

- Bueno ya nos conocemos, y sólo para que sepas, te perdono por lo del otro día en la escuela. - Subí mis cejas.

- ¿Tú me perdonas a mí? – Seulgi apareció detrás de ellas y le dio un pequeño empujón con su hombro a wendy.

- Ella en realidad está pidiéndote disculpas, ¿no es así? - wendy bufó mientras Seulgi reía -. Hola Fany. - Se inclinó hacia mí y plantó un beso en mi mejilla.

Sí, me había sonrojado otra vez.

- ¿Alguien sabe en dónde se encuentra yoona? - bora miró hacia las chicas y todas negaron.

- La vimos cuando llegamos. Estaba en el techo, ya va a venir. - Taeyeon se encogió de hombros.

- Últimamente está rara. – bora  miró a Jaejoong con su ceño fruncido.

- ¿Cuándo no lo está? – Wendy rió y luego golpeó sus puños con suzy.

- ¡wendy! ¡No me gusta que trates así a tu hermana!

- Y a mí no me gusta que ella sea rara, pero todos debemos vivir con cosas que no nos gustan mamá. – bora  la fulminó con la mirada mientras Suzy  retenía su risa.

- Bien, creo que la familia está volviendo a la normalidad, así que voy a aprovechar para mostrarle a Tiffany la casa antes de que la asusten con sus cosas, ¿de acuerdo? - Taeyeon tomó mi mano y tiró de mí con delicadeza, haciendo que volvamos al pasillo. Antes de salir, me di vuelta y sonreí.

- Es un gusto conocerlos, estoy encantada de que me hayan invitado a comer a su casa. - Ella tiró de mí una vez más - ¡Gracias! - Y no pude verlos más porque ya estaba en el pasillo siendo conducida por Taeyeon. Entramos a la hermosa sala que había visto antes.

- Ésta es la sala. - Tiró de mí otra vez y justo en frente de allí había una puerta que no había notado. - Ésta es la oficina de Jaejoong y bora, la usan cuando tienen que ver cosas del trabajo. Vamos. - Tomó mi mano otra vez y me hizo subir por las asombrosas escaleras de madera para llevarme hasta el piso de arriba.

- ¿Adónde vamos Tae? - Reí porque parecía una niña pequeña enseñándome su casa. Cuando llegamos a la planta de arriba, caminamos por un pasillo que tenía unos hermosos ventanales que dejaban ver todo el exterior. Era hermosísimo. Estaba demasiado absorta como para notar que habíamos parado en frente de una puerta con un póster de una chica semidesnuda.

- Ésta es la habitación de suzy, dentro está la de wendy. Sí, ambas tienen la habitación más grande de la casa, después de la de Jaejoong y bora, que está allí. - Señaló al fondo del pasillo del lado contrario en el que estábamos. - Ésta es la de Seulgi. - Señaló una puerta en frente de la del cuarto de Suzy y Wendy. - Vamos. - Me tomó de nuevo del brazo y me hizo bajar por unas escaleras que no eran tan hermosas como las principales, pero que tampoco eran feas. En un descanso, pude notar una puerta. - Ésa es la habitación de yoona, nunca nadie entra allí. - Me detuve un segundo a ver la puerta perfectamente pintada de negro, sin nada que pudiera identificarla. Había algo extraño que me llamaba la atención, aunque no pude descubrir qué era, porque Taeyeon volvía a tirar de mi brazo para que siguiera bajando de las escaleras junto a ella. Cuando llegamos al final, nos detuvimos en una puerta igual a la de la habitación de yoona. Ella sonrió mientras tomaba el picaporte. - Y ésta, es mi habitación. - Abrió la puerta mientras que mi boca se abría con extrema sorpresa.

Esto era más impresionante que toda la casa. Es decir, estaba sorprendida porque ella estaba mostrándome su habitación, a pesar de que ésta fuera genial. Porque era genial. Las paredes estaban pintadas de un color muy oscuro, que no llegaba a ser negro, pero que se le parecía. La cama gigantesca estaba forrada por sábanas de seda negras y un cubrecama negro al pie de ésta. El suelo estaba cubierto por una alfombra que parecía de peluche, de color crema o blanco, no estaba segura. Sus paredes estaban cubiertas de estantes llenos de libros y cuadernos como el que usaba para dibujar. Supuse que todos esos deberían tener visiones que ella había visto en su cabeza alguna vez. Había un gran ropero y un escritorio de madera, pintados de negro que parecían de la época victoriana, era genial. Estaba impresionada.

- Wow. - Dije al entrar en su habitación y girar sobre mí misma para observar todo mejor.

- ¿Te gusta? - La miré y jadeé para demostrar mi sorpresa.

- ¿Gustarme? ¡Me encanta! - Bien, estaba demostrando demasiada emoción. Ella rió mientras caminaba hacia uno de sus estantes para observar con más detenimiento lo que había allí. - ¿Te gusta leer? - Pasé mis manos por los lomos de los libros que tenía.

 Shakespeare, Stephen King, Rilke, Ken Follet y un millón más. Esta chica cada día me sorprende más.

- Tal vez. - Escuché su voz un poco más cerca de mí.

- ¿Tal vez? Sooyoung dice que yo soy una traga libros, pero tú mi amiga, tú si eres una lectora profesional, si ese título existe. - Ella rió detrás de mí, haciendo que volteara con una sonrisa. - ¿Por qué de repente la puerta está cerrada? - Señalé la puerta mientras juntaba mis cejas, Taeyeon miró detrás de ella y luego hacia mí.

- Ah, ya sabes, nunca tienes suficiente privacidad en esta casa. - Ella subió sus hombros y se tiró en la cama. - Relájate Tiffany, no es como si te fuera a violar ni nada parecido... - Rió una vez más y yo sonreí.

Bueno, la idea tampoco me desagradaba taaaanto como ella pensaba, para ser sincera.

- ¿Y qué me cuentas de ti, chica lectora? - jugué con mis cejas haciéndola reír una vez más.

- ¿De mí? No hay mucho que contar.

- Vamos Tae, somos amigas, las amigas se conocen entre ellas.

- ¿Somos amigas? - Esto se había vuelto repentinamente incómodo.

- Sí, amigas. Las amigas se cuentan secretos, bromean sobre ellas, saben historias, comparten anécdotas... ¿Nunca has tenido una amiga? - Ella negó con la cabeza - Vamos, no juegues conmigo.

- Ya te lo he dicho Fany...

- 'No soy una mujer de bromas' bla, bla, bla, Tiffany, Tiffany, Tiffany. Habla de una vez mujer. - La interrumpí.

- Siempre he tenido a las chicas, no he necesitado de nadie más. - Bueno, esto no era normal.

- ¿Nunca has tenido una amiga? ¿En serio? ¿Ni cuándo eras pequeña? - Su actitud había cambiado al escuchar la última pregunta.

- ¿Por qué te interesa tanto saberlo? - Preguntó juntando las cejas.

- Porque me interesa. Y porque somos amigas y las amigas se conocen entre ellas. Tú conoces mi historia, no veo por qué no puedo conocer la tuya. - Me encogí de hombros.

- Porque es una historia retorcida y poco interesante y no quiero que la conozcas. - Junté mis cejas.

- ¿Y por qué no?

- Ya te lo dije, es retorcida y poco...

- Una buena razón, Taeyeon. - La interrumpí. Ella se levantó de la cama y se paró frente a mí.

- Era una niña feliz, mis padres eran geniales, hija única, obviamente. Cuando crecí, comencé a juntarme con esta gente que eran condenadamente estúpidos y no sé cómo, pero cuando me desperté en medio de la noche Jaejoong estaba intentando controlarme para que no matara a nadie. Simple y conciso.

- No te creo nada. - Dije tocando su hombro con un dedo. - Simple y conciso.

- No veo la necesidad de que conozcas mi historia Tiffany, son tonterías. Un día me desperté y era este monstruo, eso es lo único que importa.

- Oye, tú no eres un monstruo. - Ella desvío sus ojos de los míos. - Eres una de las chicas más agradables que he conocido jamás. Bueno, cuando no estás loca y enojada o eres autista o te vuelves ertida. - Veía una pequeña sonrisa en sus labios que quería salir con todas sus fuerzas, ya la había contagiado en mi cara. - Vamos Tae, sonríííííe. Por favor, tienes una linda sonrisa y sé que quieres hacerlo. - Sus ojos volvieron a los míos, con una sonrisa plantada en sus labios, claramente.

- ¿Cómo haces eso? - Reí porque había funcionado mi intento de hacerla sonreír.

- ¿Hacer qué? - Pregunté mientras sus ojos se profundizaban más en los míos.

- Esto. Hacerme feliz.

Bueno, las cosas se están poniendo serias.

- No lo sé...

Bueno, su cara se está acercando, SU CARA SE ESTÁ ACERCANDO A LA TUYA IDIOTA. BÉSALA, BÉSALA, BÉSALA, BÉSALA. PERO YA. BÉSALA AHORA.

- Supongo que sólo se trata de ti, siendo tú misma. Toda tú me hace feliz.

YA. YA, YA, YA, YA. TE JURO QUE TE PEGO. TE JURO QUE SALGO DE ADENTRO DE TU CABEZA Y HAGO QUE TE MASTIQUES TODA LA ALFOMBRA. HABLO EN SERIO TIFFANY. SUS LABIOS ESTÁN A PUNTO DE TOCARSE. NI SE TE OCURRA CORRER LA CARA, NI TOSER, NI SIQUIERA ESTORNUDAR.

- Nunca había sonreído tanto en tan poco tiem...

- ¡NIÑAS! ¡LA CENA ESTÁ LISTA! - Ambas escuchamos a bora gritar en el peor momento. Ni ella ni yo corrimos nuestros rostros. Yo, porque de verdad me agradaba tenerla tan cerca y ella, no lo sé.

- Creo que será mejor que vayamos. - Dije sin despegar mis ojos de los suyos ni por un segundo.

- Sí, va a ser mejor. - Ambas asentimos sin dejar de mirarnos ni movernos un centímetro. - Será mejor que vayamos ahora. - Repitió todavía asintiendo. Asentí otra vez. Probablemente nos veíamos como dos retrasadas mentales.

- Sí, va a ser mejor. - Ella aclaró su garganta mientras se alejaba y miraba al suelo algo avergonzada. Yo me abracé a mí misma por falta de seguridad y sonreí con los labios juntos. - Vamos. - Taeyeon asintió una vez más y ambas caminamos hasta la puerta para comenzar a subir las escaleras.

Bueno, sí, perdí la oportunidad de besarla. Y sí, me quería matar porque eso había sucedido.

 

 

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Comments

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dafnytae
#1
Chapter 57: Como vas con la segunda temporada? (>_<)
2597611 #2
Chapter 57: Yeahhh!! Porfin
Itaenylove
#3
Chapter 57: siiiiiii
por fin
Skyth06
#4
Chapter 57: Antes q nada feliz año, mis mejores deseos, y púes sii segunda temporada :3!!
mv007842 #5
Chapter 57: Hola que este año sea de mucho excito y que dios te bendiga y que bueno que ya vas a actualizar la segunda temporada de esta historia actualiza chau
rafayola
#6
Chapter 57: HOLAAA y un MUY felíz año te deseo lo mejor :D y pues claro a apoyarlas, en cuanto a la segunda temporada espero con ansias <3
Taeny16 #7
Chapter 56: No quería leer este capítulo :( pero lo leí porque soy una maldita masoquista
rafayola
#8
Chapter 56: No puedo con el último capítulo, me destrozó muchas gracias por la adaptación espero con ansias la segunda temporada
Taeny16 #9
Chapter 53: Este Fic es genial, me encanta, lo estaba leyendo antes pero la autora no lo actualizó más. Me encanta❤ Pero tengo miedo de leer el final :(