Capítulo 47: "- Ven con nosotras."

taeyeon kim ( taeny, vampiros)

¡BASTARDO! ¡OJALÁ FUERAS LO SUFICIENTEMENTE HOMBRE COMO PARA AGUANTARTELAS TÚ SOLO! ¡PERO NO! ¡ENVÍAS AL MONO DESCEREBRADO DE RICK PORQUE NO PUEDES PELEAR TUS PROPIAS BATALLAS! – chang  masajeó su frente mientras Rick seguía empujándome hacia adelante, para que dejara de hacer escándalo, pero no me detendría. Ya había llamado la atención de todos los que estaban en sus habitaciones. Habían salido a la puerta a ver qué sucedía. Y sí, muchos parecían horrorosamente sorprendidos de verme otra vez. Y yo tampoco estaba tan feliz de verlos a ellos tampoco. –

¡CUANDO SALGA VOY A DARTE TU JODIDO MERECIDO, COBARDE! – Rick siguió empujándome y riendo ante mis palabras. El imbécil seguía siendo igual de analfabeta. Ni siquiera estaba enterado de qué era un chiste y qué no. Lo que decía iba completamente en serio. Y más le valía a él no meterse en mi camino en este tiempo que estaba aquí adentro porque si no se las vería conmigo personalmente.

- Por favor, que alguien la calle. Me está dando dolor de cabeza. – Pateé al amigo de Rick que se acercó a mí con cinta adhesiva y lo dejé lamentándose en el piso. Estaban sacando lo peor de mí.

- ¡NO VAN A PODER CALLARME A MENOS QUE ME QUEDE SIN VOZ, IMBÉCIL! ¡TE VOY A MATAR! – chang hizo una seña con su mano y Rick me empujó dentro de mi antigua habitación, la que siempre había sido de soo  y mía, cuando vivíamos aquí. Mis rodillas estaban a la miseria de la cantidad de veces que el idiota número uno me había empujado al suelo, y esta vez no había ayudado. Para cuando me levanté y pude estabilizarme, chang  me sonreía al igual que Rick y cerraban la puerta delante de ellos. Me abalancé sobre esta, la golpeé y pateé y sólo escuché risas. - ¡MÁS TE VALE QUE NO SALGA DE AQUÍ, PORQUE JURO QUE ACABAS DE DESPERTAR A LA BESTIA! ¡Y ELLA NO SE DUERME CON FACILIDAD! – Seguí lastimándome, sabiendo que no tenía caso, porque no abriría por mucho que quisiera.

Di un último puñetazo y apoyé mi frente contra la madera astillada que había dañado mis manos. Contuve mis ganas de llorar como pude. Ya lo había hecho demasiado en frente de todos. No quería que volvieran a ver una desmerecida lágrima que saliera de mis ojos, se sentirían importantes, y no lo eran. Me giré bruscamente, sabiendo con quién desquitaría a mi duende de la furia.

soo.

- De todas las cosas que has hecho... De todas las jodidas imbéciles cosas que has hecho en tu increíblemente corta vida, esta, debe ser la más estúpida de todas. – soo estaba aún enrollada en sus piernas, como la había encontrado apenas llegué al departamento, sólo que esta vez estaba sobre un asqueroso y sucio colchón q antes solía ser su cama. No había dicho una sola palabra, sólo había llorado, pero sus ojos ahora estaban secos, como si ya no tuvieran más lágrimas que derramar.

Pero no me importaba su dolor, ni su drama en este momento. Ella me había traicionado y después de todas las cosas que había escuchado salir de su boca en los últimos meses, ella tendría que lidiar con mi mierda ahora. Porque yo lo decía. Y porque estaba enojada. Y ella tenía que saber lo estúpida que había sido. - ¿¡Llamar a chang!? ¿¡ESA ES TU JODIDA SOLUCIÓN!? – Mordí mi labio con fuerza resistiendo las ganas de golpearla dentro de mí y negué con la cabeza. Su mirada perdida en cualquier lugar de la habitación, sólo me decía que me estaba escuchando, y que no le importaba, o al menos eso era lo que yo pensaba. – Eres toda una imbécil. Y me importa una mierda lo que tengas que decir al respecto.

ERES. UNA. JODIDA. IMBÉCIL. – Le grité acercándome a ella con cada palabra. La señalé con el dedo, demostrándole lo furiosa que en realidad estaba. – Si salimos de esta vivas, prometo que nunca jamás...

- Volverás a hablarme. – Susurró. Su voz dolida y destruida me chocó en el alma. Pero no podía conmoverme con su estúpida voz, ni con sus ojos que no tenían el valor de verme. Tenía que darle su merecido verbal.

- Exacto. – Subí el mentón intentando convencer a mi corazón que mi cerebro tenía la razón esta vez. – Si salimos de esto con vida, esto... - Moví mis manos, señalándola a ella y a mí. – Se acabó. Tú por tú lado, yo por el mío. – Me había dado un vacío en el pecho al decir esa oración y al ver que los ojos de soo  volvían a chorrear lágrimas sin parar. La vi asentir en un leve movimiento de cabeza y luego se acostó en la misma posición en la que estaba. Llorando sin parar.

Me sentí una mierda, porque probablemente soo  ya tenía suficiente con su cabeza diciéndole lo estúpida que había sido, y ahora tenía que aguantarme a mí, con mi enojo. Pero se lo merecía. Ya lo había repetido un millón de veces en mi cabeza para que entrara y me dejara en paz. Pero no había caso.

Suspiré con enojo y me tiré en mi cama, intentando dormir un poco, tal vez. Aunque sabía que no podría hacerlo en absoluto. Estaba en el lugar de mis pesadillas. Ya podía escuchar a chqang  riendo mientras hablaba con G-dragon y arreglaban el lugar y el momento de llevarnos a su jodido prostíbulo.

¿Qué hiciste soo? ¿Qué mierda hiciste?

(...)

 

- Toma. – Dije con la voz más fría que encontré mientras le pasaba un plato de comida a soo. Ella lo miró y negó con la cabeza. – Tienes que comer. – Apreté la mandíbula al ver que se negaba a comer otra vez. Cena no habíamos tenido, chang  ordenó que ni una sola migaja entrara a nuestras bocas. Ninguna de las dos había dormido en toda la noche, ni tampoco hablamos.

Soo sabía que si intentaba justificar lo que había hecho, la mataría con mis propias manos. El desayuno fue cortesía del cerdo Rick, que llegó con una sonrisa a nuestra habitación, con dos platos de avena que parecía vómito, y los dejó en el piso, mientras nos repetía que la había preparado con sus propias manos. Ni yo lo comí.

¿Quién sabía cuándo había sido la última vez que se había lavado las manos? Pero ya era el almuerzo. Nos habían dejado salir de la habitación, pero con un par de idiotas siguiéndonos a todos lados. Chang seguía igual de asustado de que escapemos.

 

- No tengo hambre. – Susurró otra vez. Eran las primeras palabras que decía desde ayer por la noche, cuando habíamos llegado al orfanato.

- Me importa una mierda lo que tú quieras. Vas a comer. Porque necesito a alguien que distraiga al idiota de Rick mientras escapo de este maldito lugar. – Sólo lo decía porque estaba enojada. No importaba que tan estúpida sea soo, jamás la dejaría en este infierno sola. Era una buena persona, a pesar de que no se notara. Y yo también lo era. La observé comer con lentitud, y sonreí internamente al ver que por primera vez, soo  hacía lo que yo le decía sin refutar absolutamente nada.

El timbre que indicaba que todos debían ir a sus habitaciones para prepararse para los robos del día sonó y yo apreté la mandíbula.

Nadie me obligaría a robar otra vez. Nadie. Nunca más.

- Vamos. – Uno de los amigos de Rick me tomó de la parte trasera de mi camiseta y tiró de ella para que me parara. Cuando comenzó a tirar bruscamente, me zafé y lo empujé, haciendo que cayera al piso. Me reí de él con fuerza.

- ¿Y se supone que tú tienes que cuidar que no me escape? Por favor, chang  puede hacer algo mejor que eso. – El idiota, ayudado de su amigo imbécil, se levantó del suelo, con completa rabia en sus ojos, y dio un par de pasos hacia mí, pero una mano en su hombro lo detuvo. De verdad estaba esperando que intentara ponerme una mano encima.

- ¿Qué sucede aquí? – Rick me sonrió. Su cabello algo sucio caía sobre sus ojos color café, que me fulminaban como si quisieran verme muerta en el suelo en ese instante. Me causaba nauseas que me mirara. Borré la sonrisa e hice un movimiento de cabeza hacia su amigo que todavía tenía ganas de asesinarme.

- Ira contenida, contrólalos antes de que yo lo haga. – Dejó ver todos sus dientes yde su boca salió una risa sin una gota de gracia. Antes de que pudiera decirme algo, tomé a soo  del brazo y la arrastré conmigo a nuestra habitación.

- ¡YA NO DAS LAS ÓRDENES, FANY! ¡NO MÁS! – Lo escuché gritar a mis espaldas. Pero no me detuve, seguí dando paso tras paso, apretando el brazo de soo  con fuerza, sabiendo que le dolía, a pesar de que no decía ni una sola palabra.

Me encerré en nuestra habitación apenas puse un pie en ella. Soo  volvió a sentarse en la cama, con su cara de „he sufrido toda una vida, quiero suicidarme, perdóname mundo por existir‟ y yo sólo recé porque no intentaran sacarme de esta habitación para robarle a gente que no se lo merecía.

- ¿Y a ti qué te pasa? – Le dije de mala manera a soo, dejando ver que aún estaba enojada. Y preocupada también, no podía evitar que la preocupación creciera en mí, cuando sólo había dicho tres míseras frases en dos días. Soo era así, y eso era lo que me preocupaba. Mucho. Aunque ella no se lo merecía.

 

Ella negó con la cabeza y se apretujó aún más en sus piernas. Su actitud autista me hacía acordar a taeyeon, y eso sólo hacía que mis ganas de llorar crecieran, por lo cual me enojaba, así las lágrimas no caerían de mis ojos y se mantendrían contenidas ahí.

Suspiré con cansancio. Sabía que si quería sacarle una sola palabra de la boca a soo, había dos maneras. Una, era amenazarla. Y ya lo había hecho, pero dos estúpidas frases no me servían de nada. Yo quería una explicación. Una larga, extensa y argumentativa explicación, que lograra que mi cabeza dejara de preguntarse una y otra vez el mismo por qué, que estrujaba mi cerebro hasta dejarlo sin jugo.

- soo.. - Comencé despacio. Ella levantó sus ojos con lentitud y miró al suelo.

Eso era un avance.

- ¿¡De verdad creíste que esta era la jodida solución!? ¿¡Llamar a chang  para que nos venda a un maldito prostíbulo!?

Dije tacto, Fany hwang. Sensibilidad.

Soo  volvió a enterrar su cabeza entre sus brazos. Podía escucharla llorar, a pesar de que no lo estaba haciendo.

- Lo siento. – Me disculpé, a pesar de que ella aún no se veía. – Sólo estoy intentando entender por qué mierda hiciste todo esto. – Luego de unos minutos de no oír una respuesta, me recosté en mi mugrosa cama. Sentía a mis huesos tiritar por el frío que entraba por la ventana que tenía barrotes, como en la cárcel. Miré la pared, sin tocarla. La humedad que se encontraba en los muros al igual que en el techo, olía de una manera asquerosa y me causaba arcadas y ganas de toser. Todo este lugar me producía una alergia que me hacía picar todo el cuerpo.

- No vamos a ir con G-dragon. – La voz de soo  sonó baja en mis oídos. Me giré de inmediato y la vi mirarme. Su boca estaba aún apoyada en sus brazos y eso hacía que sonara como un susurro.

- ¿Qué? – Fruncí las cejas, sin entender a qué se refería.

- Cuando lo llame... - Su voz aún sonaba apagada, pero al menos estaba hablando.

– Le hice jurar que no nos mandaría con G-dragon. – Negué con la cabeza.

- ¿Y tú le creíste? – Dije incrédula.

- No. Pero le dije que si no cumplía, un amigo nuestro le avisaría a la policía que nos tenía encerradas aquí y le contaría todas las cosas que nos ha hecho hacer en todo este tiempo.

- ¿Y ese amigo es...? – Le pregunté. Me pareció ver una sombra de media sonrisa en su rostro, y si mis ojos no me fallaban, entonces era un gran avance. No me importaba que ella nos hubiera encerrado aquí. Bueno, sí me importaba, me importaba tanto hasta el punto de querer golpearla en la cara por lo que había hecho.

 

Pero a pesar de eso, no podía evitar quererla, y soo  estaba teniendo todos los signos claros de caer en una depresión. Profunda y sin salida, si es que yo no la ayudaba. Y

 

era imposible para mí no ayudarla. Era mi mejor amiga, mi hermana. Traicionarla como ella había hecho conmigo, no era algo que se me ocurriera hacer.

- Nadie. – Dijo, incluso un poco divertida.

- Debo admitir... Que esa fue una brillante idea. – Asentí con la cabeza, sin sonreír. Sólo para que supiera que había hecho algo bien, pero aun así seguía enojada. - ¿Por qué, soo? – Mi voz había sonado sincera, cansada, exasperada. Quería una respuesta clara y concisa y prometía no gritarle si lo que escuchaba no era lo que en verdad quería oír.

- Yo... - La vi tragar saliva, ya que se había quedado sin voz mientras intentaba explicarme. – Yo sólo creí que nos estaba protegiendo. – El enojo que llevaba adentro despertó, pero me obligué a contenerlo dentro de mí. Soo  tenía que decírmelo todo antes de cerrarse como una almeja.

- ¿Creíste que nos estabas protegiendo? – Repetí sin poder creerlo.

- T no lo entiendes... No lo sabes. – Negó con la cabeza y vi cómo sus ojos se llenaban de lágrimas.

- ¿Qué no sé? ¿Que siwon es un lobo? ¿Eso piensas que no sé?

Está bien, tenía que aprender a controlarme en serio.

Los ojos de soo  se abrieron sin poder creerlo. Sacó sus brazos de su rostro, y sus piernas desenrollaron su cuerpo, para dejar sus pies sobre el suelo. Una lágrima solitaria bajó por su mejilla y no se gastó en limpiarla.

- ¿Pues adivina qué? No te has vuelto loca. También lo sé y no estoy loca tampoco.Al principio pensé que sí, pero no por eso llamé al idiota de chang  y nos arruiné la vida a las dos. – Me paré y comencé a caminar por toda la habitación, descargando todo lo que quería decirle a soo hacía meses. - ¡Los lobos existen! Y tu novio es uno. Y ni se te ocurra decirme que es ex-novio porque te arrancaré la lengua y me la comeré. Tú, mejor que yo, sabes que la culpa te está comiendo de adentro hacia afuera. Sólo porque no pudiste creer una est pida locura... ¿ PODRÍAS DEJAR DE SER REALISTA POR TAN SÓLO CINCO MINUTOS!? Siwon  viene sufriendo semanas por tu est pido cerebro que no puede confiar en nadie más que en ti... Y TAMPOCO TE ATREVAS A DECIR QUE CONFÍAS EN MÍ, PORQUE ESTO DEMUESTRA QUE NO ES ASÍ! – Respiré con dificultad, mientras ella se paraba de su lugar y negaba con su cabeza, intentando desmentir todo lo que decía. Yo asentí, dejándole en claro que hablaba muy en serio. - ¡Sí! ¡SÍ! ¡SÍ! ¡Siempre he confiado en ti, confía en mí una vez! – Tragó saliva, como si eso se estuviera convirtiendo en su nuevo pasatiempo y se quedó quieta, aun mirándome.

- Esto es una locura. – Reí sin gracia.

- Bienvenida al mundo, Sooyoung Choi. Los lobos existen, los vampiros existen, no estoy muy segura de que las hadas existan, pero sería genial. – De a poco, comenzaba a relajarme. No sabía cómo, ni por qué, pero contarle todo a soo  de una vez, estaba generando una calma en mi interior, que no parecía ser real.

 

- siwon  te llenó la cabeza. – Revoleé los ojos.

- Lo que acabas de decir, es lo más estúpido que jamás he oído. Y tú lo sabes. – soo se sentó en la cama, completamente abrumada. Me crucé de brazos, observándola de mala manera. – Tienes la jodida suerte de que mi novia es un maldita vampira y élla...

Oh por Dios.

Oh. Por. Dios.

Acabo de decir la palabra con „N‟.

La palabra que hace meses no estoy segura de pronunciar.

¿taeyeon es mi novia?

Taeyeon  es mi novia.

¡TAEYEON  ES MI NOVIA!

Oh Dios.

- ¿Novia? – La palabra sonaba más bonita cuando soo la decía. - ¡ENTONCES TENÍA RAZÓN! – Reaccioné al instante y achiqué mis ojos mientras ella me apuntaba con su dedo acusador. - ¡ME MENTISTE! – gritó completamente histérica.

- ¡TÚ LLAMASTE A CHANG Y NOS METIÓ AQUÍ ADENTRO! – soo  bajó su dedo y achicó sus ojos al igual que yo.

- Touché. – Ambas nos quedamos mirándonos la una a la otra, esperando que alguna emitiera una palabra.

- Tienes suerte de que taeyeon sea mi jodida novia. – La palabra seguía sonando linda, en cuanto más la pronunciaba. – Y que yo soy una jodida genio también. Sólo tenemos que esperar a que vea la nota que le dejé. – soo  frunció sus cejas.

- ¿Nota?

- Sí, reina del drama. Mientras tú estabas siendo toda una autista y llorando por tus estúpidos errores, yo estaba ocupada escribiendo en mi cuaderno el nombre de Chang  y el del orfanato. Y luego rompiéndole algo en la espalda a Thomas. Creo que era un jarrón, pero no estoy segura. – Me senté en mi cama y miré fijamente a

soo, esperando la verdadera reacción.

- Déjame entender... - Su voz comenzaba a tomar el color de siempre. De la soo  de siempre. La que era inteligente y confiaba en mí. – Dejaste una nota, para que una vampiro chupa sangre viniera por nosotras. Sabiendo que estamos encerradas y sin salida y que a nadie le importaría si morimos aquí. No te ofendas, ni nada...

 

¿¡PERO ACASO TE VOLVISTE LOCA!? – Negué con mi cabeza, viendo que el cerebro de soo no tenía remedio. - ¡TENEMOS QUE AVISARLES A TODOS!

VAN A MATARNOS! ¡VAN A MATARNOS!

¿Qué parte de "mi novia" no había entendido?

- ¿Piensas que va a comernos? – soo  golpeaba la puerta a patadas y seguía gritando.

- ¡CLARO QUE VA A COMERNOS! ¿¡ACASO NO VISTE CREPÚSCULO!?

¡SOMOS BELLA Y ÉLLLA ES VICTORIA! – Si la situación no fuera así de tensa, y yo siguiera enojada con soo, me habría reído por su estúpida comparación.

taeyeon era mucho más linda que Victoria.

- taeyeon no va a comernos. – Dije completamente tranquila. Soo  dejó de golpear la puerta y se volteó para mirarme.

- Oh, claro. Olvidé que es tu novia. Tienes razón, no va a comerte a ti... ME VA A COMER A MÍ! – Fruncí el ceño. Aún sin conocerlo, y sabiendo que era mi novia, Soo  seguía sacando todas las ideas erróneas de taeyeon. Como siempre.

- No se va a comer a nadie, porque no come personas. – soo me miró enojada.

- Sabes que no eres Bella Swan y que élla no es Edward Cullen, ¿verdad? – La fulminé con la mirada.

- Sí, lo sé. Pero ellas tienen una dieta parecida a la de los Cullen. – soo  abrió los ojos y tomó su cuello con una mano. La vi empalidecer de a poco.

- ¿Ellas? ¿Hay más de una?

Está bien, esto era bastante incómodo.

- Su... Familia. – soo  gritó con fuerza desde el fondo de sus pulmones. Tuve que tapar mis oídos para no quedar completamente sorda.

- ¡ESTOY ATRAPADA EN CREPÚSCULO! – Sus estúpidas comparaciones ya estaban poniendo mis nervios de punta.

- Esto no es crepúsculo. Ellas no son los Cullen ni Victoria ni nada que tu cabeza esté creando en este momento. Y siwon no es Jacob... Aunque, bueno... – Achiqué los ojos, dudando.

- ¿¡Puedes dejarme digerir esto unos segundos!? ¡POR FAVOR! – Asentí con la cabeza mientras la veía masajear su frente y se sentaba en la cama. Sus ojos se encontraban perdidos en el suelo, e iban de aquí para allá, como si un montón de bichos caminaran por todas partes y ella no supiera a cuál debía seguir.

- Entonces los vampiros no son malos. Y existen los hombres lobo. Y mi novio es uno. – Dijo soo, despacio.

 

- Prefieren el término licántropos, taeyeon llama así a siwon para molestarlo. O perrotambién funciona. – soo  me apuntó con un dedo acusador, otra vez.

- Hey, dile a tu novia que no se meta con el mío si no quiere que le patee el trasero.

– Sentía la atmósfera en la habitación, volverse más soo y Fany y Fany y soo. Como siempre había sido y como siempre tenía que ser. Tuve ganas de sonreír. –

Entonces... Tu novia... taeyeo . – Intenté que mis ojos no demostraran la preocupación o la alarma hacia las palabras de soo. No quería escuchar sus palabras desaprobadoras sobre taeyeon. No otra vez. - ¿Por qué no me lo dijiste? – Señalé el cuarto con mis manos.

- ¿Acaso no viste lo que hiciste con esto? Si te contaba que los vampiros existían me hubieses atado a tu cuerpo con una soga y hubieses saltado por la ventana. –

Soo  negó con la cabeza. Sabía que mi respuesta no contestaba su verdadera pregunta, pero no estaba de ánimo como para lidiar otra vez con soo. Y ahora sabiendo que tenía más razones para decirme que me alejara de taeyeon.

- No estoy hablando de eso... - Me dijo, sabiendo que estaba evitando el tema. Suspiré, rendida ante sus cuestiones. Como no había remedio, y al parecer, a ella le había picado el bichito de la curiosidad, tendríamos que tener la tan esperada charla.

- ¿Por qué no me dijiste que taeyeon  era tu novia? – Su voz tan tranquila me ponía nerviosa. Retorcí mis manos, intentando ponerle atención a otra cosa.

- Porque no lo es... O no lo sé. No sé qué somos, para ser sincera. – Aunque esto no tenía nada que ver con lo que soo estaba preguntándome, sentí que por fin podía hablar con alguien sobre estos temas. Generalmente, hubiese corrido a los brazos de seulgi  a contarle mis problemas. Pero este era un tema que tenía reservado para mí hacía mucho tiempo. No lo había hablado con nadie, porque me sentía una típica adolescente estúpida que quería definir todo, y hablar con taeyeon sólo confirmaría que quería atraparla cuanto antes, para casarme con élla y quedarme con la mitad de sus cosas. Era estúpido y odiaba hablar de esto. Pero soo era una chica. Me entendía, y había pasado por lo mismo hace tiempo atrás. Aunque siwon había sido más tradicional y simplemente se lo había pedido en una de sus citas. taeyeon era mucho más complicada.

Ahora que lo pienso, nunca hemos tenido una cita.

- A mí me parece que un vampiro necesita definir la relación con urgencia. – La miré mal. No me resultaba ni un poco gracioso. – Tal vez si me lo hubieses contado antes, podría haberte ayudado.

- Si te lo hubiese contado antes, te hubieras vuelto loca. Como ahora. – soo negó con la cabeza y se paró para sentarse junto a mí en mi cama.

- ¿En serio tienes esa imagen de mí, fany? ¿En serio crees que te prohibiría que salieras con la chica? – Retorcí mis manos un poco más, mientras miraba al suelo y sentía que un horrible y gigante "te lo dije", se atoraba en mi estómago. – Para empezar, ¿qué mierda importa lo que diga yo? Puedes salir con la  chica que quieras, sin importar cuanto la odie o lo mal que me caiga, voy a entenderlo y apoyarte siempre, porque eres mi hermana y mi mejor amiga, y sólo quiero verte ser feliz.

- Pero t odias a la tipa... - Dije mirando al suelo.

- Sí, me cae muy mal. Creo que es una idiota, para serte sincera. Aunque no lo conozco y estoy segura que siwo  tiene algo que ver al respecto. Pero si a ti te gusta... Si t la amas... ¿Qué te importa mi permiso o mi aprobación? Yo no te pedí que investigaras a siwo  antes de salir con él. No te pregunté absolutamente nada sobre él, porque sabía que sólo querías verme feliz, y si las cosas salían mal, no dudaba que le patearías el trasero por ser un imbécil... ¿Por qué dudas de que yo hiciera lo contrario fany? Es como si no me conocieras. – Tragué saliva y refregué mis ojos con mis puños, sin dejar que las lágrimas salieran de allí.

- ¿Y todas esas veces? ¿Las advertencias y los gritos? – La miré y ella me sonrió con tristeza. Acomodó mi cabello y alejó su mano de mí, como si sintiera que había hecho algo mal.

- Sólo pensé que estaba jugando contigo. Que no estaba tomándote en serio. Que rompería tu corazón. Y yo no quiero que nadie rompa tu corazón, porque es como si rompieran el mío. Estaba intentando cuidarte, de la única manera que me han enseñado a cuidar y lo siento si lo hice mal, pero nunca me han enseñado cómo. Ahora que lo pienso, seguro parecía una mamá osa, en celo, cuidando a sus hijos. –

Reí un poco y sentí que caían las lágrimas. Apoyé mi cabeza sobre su hombro y Soo  me abrazó. - Lo siento tanto fany. Sólo creí que todo lo que había a nuestro alrededor era peligroso, y sentí que la única manera de mantenerte a salvo eraencerrándote. Pero ya te conoces... ¿Quién puede mantenerte encerrada en un departamento? Huirías, y alguna de esas cosas podría lastimarte. Y entonces sólo pensé que en el orfanato... - Su voz se fue apagando de a poco, hasta callarse. – Si tan sólo hubiese sabido esto antes... Si me lo hubiesen explicado... Juro que jamás lo hubiese llamado. Juro que nunca te hubiera traicionado como lo hice. – Sus lágrimas empapaban mi cabello, y su pecho se movía de manera irregular. Estaba llorando.

Soo estaba arrepentida de verdad.

- Quisiera volver el tiempo a atrás y reparar todo... Quisiera nunca haberlo llamado... - Sequé mis lágrimas y me alejé de soo. Ella miró al suelo.

Estábamos teniendo un momento. Qué asco.

- taeyeon  se va a dar cuenta, estoy segura. Es un poco estu pida, pero élla puede... OH POR DIOS! ¡OH MI DIOS! ¿¡CÓMO NO LO PENSÉ ANTES!? – Me paré de repente dejando a una alarmada soo sentada en mi mugrosa cama.

- ¿Qué? ¿Qué cosa? – Me giré hacia ella. Había olvidado que no lo sabía.

- ¡taeyeon  hace esta cosa, que me lee la mente! ¡Y así podría saber en dónde estamos y podría venir cuanto antes! – soo  juntó sus cejas y se paró de donde estaba. Con cautela se acercó y tocó mi frente.

- ¿Ya te agarró una enfermedad por este mugroso lugar? ¡Le dije a chang  que limpiara todo! – Corrí su mano de mi cara bruscamente, y ella se sentó otra vez.

- No tengo fiebre, idiota. Es sólo que... No sé cómo funciona. Y creo que élla tampoco lo sabe. Sólo... Déjame probar. – soo  se encogió de hombros y negó con la cabeza, sabiendo que había llegado a un punto de locura en el cual no había retorno.

Me senté en el sucio y polvoriento suelo con asco, y crucé mis piernas. Respiré unas cuantas veces intentando calmarme y cerré los ojos.

- ¿taeyeon? ¿Puedes escucharme? – Cerré los ojos con más fuerza y tensé todo mi cuerpo. Hice fuerza y apreté mis puños. - ¡taeyeon! ¡Escúchame! – Dije con la voz ahogada de hacer tanta presión con cada parte de mi anatomía.

- Parece que necesitas ir al baño. Con urgencia. – Abrí los ojos y relajé mi cuerpo mientras fulminaba con la mirada a soo.

- No estás ayudando. – Ella subió sus manos y revoleó los ojos. Volví a hacer lo que estaba haciendo y estrujé mi cerebro todo lo que pude. Mi cabeza comenzaba a doler de la fuerza que estaba haciendo. – taeyeon. – Lo llamé una vez más, esperando una respuesta.

- ¿fany? – Abrí mis ojos alarmada y tomé mi pecho, porque casi me había dado un paro en el corazón. Miré a soo, que tenía la misma mirada de "esto es mentira",que siempre ponía cuando algo le parecía increíble.

- ¿¡TAEYON!? – Dije histérica, mirando hacia el techo, como si se tratara de algún tipo de Jesús. Soo  hizo lo mismo que yo.

- ¿Quién mierda es taeyeon? – Fruncí mi rostro. La voz, que al parecer era Jesús, había sonado ligeramente ofendida.

No sabía que Jesús pudiera decir mierda.

- ¿¡JESÚS ERES TÚ!? – soo  me miró como si ya no pudiera soportar mis estupideces y yo me encogí de hombros, intentando demostrarle que sólo lo estaba intentando.

- ¡No soy Jesús, imbécila! Imbécila... Sólo había una persona que me llamaba imbécila.

- ¡TONY! – Gritamos soo  y yo al mismo tiempo. Una sonrisa se formó en mi rostro al reconocer una voz no enemiga dentro de este lugar.

- Claro que soy Tony, par de idiotas. – Me acerqué gateando a la puerta cerrada. Su voz se hizo más fuerte. - ¿Qué mierda están haciendo aquí? ¿Y por qué chang  las tiene vigiladas como si fueran las mentes criminales más peligrosas de nuestra generación? – soo  se sentó junto a mí y apoyó su oreja sobre la puerta.

- No tienes idea del alivio que siento de escuchar tu voz. – Dijo soo, con una sonrisa. - ¿Cómo está Zoe? – Me había robado las palabras de la boca.

- Ella está bien... Respondan mis preguntas, no hay mucho tiempo. Chang llamó a Rick, y sus supuestos guardias de catorce años se fueron. No puedo abrir la puerta y en cualquier momento vendrán a buscarnos para el primer turno de robos. – Me había olvidado del sonido de su voz. Me había olvidado de cómo era estar aquí adentro. Comes, o te comen.

- Hubo un accidente... - Miré a soo, y ella me miró con pánico. No planeaba decirle a Tony que ella nos había delatado, demasiado tenía con su propia consciencia como para aguantar a Tony. Se lo merecía, pero no iba a hacerlo. –

Chang descubrió en donde estábamos y vino a buscarnos con Rick y sus estúpidos amigos. – Desvié mi mirada de soo. – Sabe que planeamos escaparnos otra vez. Por eso la vigilancia y dejarnos encerradas en la habitación. Supongo que no querrá que robemos hasta que todo se estabilice.

- No estoy muy seguro de todo esto... ¿Van a arriesgarse otra vez? – Ninguna de las dos contestó. - ¡Les dije que se cuidaran y que nunca volvieran aquí! – Dirigí mis ojos a soo. Ella suspiró cansada. Nunca dejaría de recordarle lo que había hecho.

nunca. – Escuchen, tengo que ir a mi habitación antes de que chang venga por mí. No tiene que saber que no estoy allí. Voy a intentar escaparme por la noche, y vendré a verlas, si es que no hay nadie cuidando la puerta. – soo  me miró, como si supiera que no volveríamos a hablar con él. La voz de Tony sonaba igual, como una despedida que en realidad nunca había salido de su boca. – Adiós. – Prácticamente susurró a través de la puerta. Escuchamos unos sigilosos pasos alejarse y luego soo y yo nos apoyamos contra la puerta. A ambas nos embargaba esa sensación de tristeza y amargura. Había extrañado tanto a Tony.

- ¿Estás segura? – Entrecerré mis ojos sin entender a qué se refería soo. Sentí que su mirada hacía un agujero en la parte derecha de mi cara. – ¿Estás segura de escaparnos? – Me giré hacia ella bruscamente y la miré mal.

- ¿Lo estás dudando? – soo  no contestó, sólo miró al suelo. – Lo estás dudando. – Afirmé con una sonrisa amarga en mi rostro.

- Esas cosas son peligrosas... - La interrumpí.

- ¡No son cosas, maldición! ¡Es la persona que amo! ¡Es la persona que tú amas! –

Mordí la parte interior de mi boca, conteniendo aún la rabia. No entendía cómo funcionaba el cerebro de soo, era incluso más contradictorio que el mío. - ¿Acaso no darías lo que sea por ver a siwon una vez más y decirle que sientes haberlo tratado como una mierda? ¿Acaso no quieres besarlo y jurarle que jamás lo volverás a dejar? – soo jugó con las mangas de su remera, creo que le había hecho un agujero con sus propios dedos. – Si tú no lo harías, yo sí. Yo sí quiero salir de este lugar. Yo sí quiero formar una vida y no ser controlada por un troglodita que obliga a niñoshuérfanos a hacer el trabajo sucio que él no se atreve a hacer. Yo sí quiero ver al amor de mi vida una vez más. – soo  asintió con la cabeza.

- Yo nos metí aquí. Es mi culpa. Lo mínimo que puedo hacer es sacarnos.

- ¿Y cómo se supone que vas a hacer eso? – Ambas nos volteamos al sentir la cerradura de nuestra puerta hacer ruido. Nos alejamos al tiempo que se abría. Rick sonrió con sus estúpidos dientes no lavados y sólo hizo que la cicatriz de su barbilla destacara más.

 

- Ya se me va a ocurrir algo. – Susurró para que sólo yo pudiera escucharla.

- Mira soo, es la mano derecha del imbécil n mero uno... ¿T crees que el degenerado de chang  lo utiliza como su juguete ual? – Rick rió sin gracia e hizo una seña en el pasillo para que sus estúpidos amigos aparecieran detrás de él.

¿Desde cuándo Don Gato y su pandilla se habían convertido en matones?

- No creo fany, no tiene pinta de ser bueno en la cama. – No pude evitar sonreír ante el comentario de soo. Rick borró su sonrisa y me tomó del brazo con fuerza. -

¡Hey! ¿Estar tanto tiempo entre hombres te hizo olvidar cómo tratar a una dama, imbécil? – Me volteé y vi cómo tomaban soo por los brazos y la arrastraban fuera de la habitación.

- ¿A dónde se la llevan? – Rick me hizo caminar por delante de él a través del pasillo, en dirección contraria a donde arrastraban a soo.

- chang  quiere dejar unas cosas en claro, y no queremos dejarte sola. Sabemos lo mal que la pasas sin compañía. – Abrió una puerta al final del pasillo y me empujó por la espalda para que entrara. Encendió la luz y al voltearme, pude verlo sonreír. –

Estoy haciéndote un favor. – Negué con la cabeza, sin soportar la forma en que sus ojos me inspeccionaban.

- ¿Acaso quieres sumar violación a tu lista de rata inmunda? – Él rió, y su risa me causó escalofríos.

- fany... - Dijo mientras tomaba mis hombros y me empujaba hacia abajo, hasta caer en una cama. - ¿Qué te hace pensar que todavía no está en mi lista? – Reí para no demostrar lo nerviosa y asustada que estaba.

- Acabo de perder diez dólares... soo  tenía razón. Entonces no eres impotente, sólo naciste idiota. – Rick golpeó mi mejilla con fuerza y se alejó de mí. Apreté mis puños y agaché la cabeza, aguantando las ganas de matarlo.

Rick tendría alrededor de veinte años. Y era fuerte, muy fuerte. Por lo que sabía, y había escuchado de Tony, su padre alcohólico lo había abandonado aquí cuando tenía siete por ser un chico problemático, y desde ese día, había vivido enojado con la vida. Chang  se aprovechó de eso cuando tuvo la oportunidad, y al ver que el chico era hábil para cosas que otros no, se hizo pasar por su bondadoso y generoso padre adoptivo, que le daba los beneficios que cualquier otro hubiese deseado tener allí adentro. Así se convirtió en la mano derecha de chang, y así nos traicionó ese día.

El cerebro de los chicos que vivían aquí adentro era muy fácil de comprender. Todos esperaban ser adoptados alguna vez, luego de darse cuenta que nunca pasaría, se esmeraban por ser los mejores ladrones para que, en caso de las chicas, Chang  no las mandara al prostíbulo de G-dragon, y en caso de ser chicos, obtener beneficios como los que Rick gozaba. Lo que ninguno de ellos sabía, era que Chang  sólo haría eso si le llamabas la atención. Como había pasado conmigo años atrás. Obviamente le dije que no. Y obviamente lo pagué con tres largos días de no probar un solo bocado de la asquerosa comida de ese lugar. En ese tiempo lo creí un castigo, aunque ahora que lo pensaba, quizás me habían hecho un favor.

 

Tal vez por eso amaba, apreciaba y anhelaba tanto la comida ahora.

- Ninguna de las dos han aprendido que deben cuidar su tono cuando hablan conmigo. Y ha pasado tanto tiempo. – Que su voz sonara tan fresca, mientras sentía mi mejilla arder, era como si no sintiera ni un poco de culpa por golpearme. Aunque sabía que no la sentía. Y eso era lo que me causaba escalofríos

- ¿Qué te sucedió Rick? Ya sabes, además de convertirte en el lame-culo número uno de chang . – No podía evitar controlarme, y por su mirada me daba cuenta que sus ganas de golpearme habían vuelto. – Cuando estabas con soo  eras distinto, eras un niño, está bien, pero no eras esta mierda en la que te convertiste hace unos años.

– Él se sentó riendo en una silla que estaba frente a mí.

- ¿Cuándo estaba con soo? – Otra risa amarga salió de su garganta.

- ¿Vas a decirme que estabas actuando? – Subió las cejas.

- Es que al parecer merezco un Oscar. – Mordí mi labio al contemplar tanta estupidez. Acercó su rostro al mío y corrí mi cara porque odiaba tenerlo cerca. – Si te cuento un secreto... ¿Prometes no decírselo a nadie? – Al no contestar, tomó mi cara con una de sus manos y la apretó con fuerza mientras movía mi cabeza, haciendo que negara a la fuerza. – Esa es mi chica. – Susurró y todo su pestilente aliento hizo que mi cabello se moviera. Sentí una corriente fría recorrer mi cuerpo y sólo aumentó mis nervios. – Nunca me interesó soo. – Corrí mis ojos en el momento en que él alejó su mano de mí. – Siempre has sido t ... - Cerré los ojos con fuerza e intenté imaginarme en un lugar mejor. Su tortura psicológica no tenía que funcionar conmigo. No debía. Porque él era un idiota, y no tenía que afectarme nada que saliera de sus asquerosos labios. - ¿Nunca te han dicho que tienes esa chispa? ¿Cómo que llamas la atención en un cuarto lleno de gente? Porque lo haces.

No sé qué te hace diferente o especial, pero si fuera tú, lo tomaría como una desventaja. Dicen que a los locos les gustan las cosas brillantes, y tú destellas más que una estrella fugaz, fany. – Abrí los ojos mientras lo sentía alejarse de mí, riendo. Lo fulminé con la mirada, sin causarle efecto alguno.

- ¿Terminaste con tus estupideces? Me duele la cabeza de tanto escucharte Rick. Consíguete una nueva voz y hazle un favor a la humanidad. – Él siguió riendo y tomó su estómago, como si no soportara el dolor de tantas carcajadas.

- Esa cosa que tienen soo y tú, de intentar demostrar que nada les afecta, y luego hacer chistes ofensivos como si intentaran enfadarme para que las golpeara. Ustedes solas se lo buscan, ¿lo saben? Si tan sólo fueran un poco más amables, tal vez pensaría o sentiría pena por ustedes y le pediría a chang  que no las mantenga encerradas en su habitación hasta que tenga tiempo de deshacerse de ustedes como se lo merecen. – Mantuve mi mirada en él.

- Tal vez si no fueras tan basura, tu padre no te hubiera abandonado aquí. – Apenas había terminado esa oración, él se había parado de su lugar y había tomado mi cabello con fuerza. Tragué mi grito de dolor para mí misma al ver que levantaba su mano para golpearme.

 

- Rick... - Una voz desde la puerta lo detuvo. Se giró hacia allí, con su cara completamente llena de furia, pero no soltó mi cabello ni por un segundo.

- ¿¡QUÉ!? – Rugió con una voz profunda y teñida de ira. No sabía quién había salvado a mi cara de una paliza fundamental, tampoco sé qué fue lo que le dijo a Rick, sólo sé que luego de unos segundos, la puerta se cerró y Rick soltaba de mi cabello con fuerza, haciendo que cayera al suelo. Me miró como si no contuviera las ganas de matarme y observé con detenimiento cómo su pecho subía y bajaba con rapidez e irregularidad desde el suelo. Sonreí.

- ¿Siguiendo las órdenes de papito falso, Rick? ¿Por qué no me sorprende? – Tomó mis hombros con fuerza mientras me levantaba del suelo. Sus dedos se clavaron en mi piel y se hundieron allí, sabiendo que dejarían marcas que tardarían en irse.

- Cierra la boca. – Siseó, apretando su mandíbula. Le sonreí, de la forma más cínica que había podido y él sólo me tomó con más fuerza mientras me arrastraba en contra de mi voluntad por el pasillo.

Molestar a Rick era más sencillo que exasperar a siwon  hablándole de taeyeon. El latente recuerdo de las kim y siwon, hacía un hoyo en mi corazón que dolía incluso más que Rick golpeando mi mejilla.

- chang  está preparando algo para el jueves en la noche. – soo me recibió completamente ansiosa en el momento en que me empujaron dentro de nuestra habitación y cerraron la puerta detrás de mí. - ¿Qué le sucedió a tu rostro? – Sobo mi mejilla y miré a la puerta.

- ¡El violador Rick, eso pasó! – Grité para que me escuchara mientras pateaba la madera roída y vieja por los años y la humedad. Debía dejar de hacer eso. No resolvía ningún problema y sólo dormía mi pie por unos minutos. Además del dolor insoportable dentro de mis zapatos.

- ¿Violador? – Preguntó soo  alarmada. Negué con la cabeza y revoleé los ojos mientras me sentaba en su cama.

- Es una larga historia que no quieres escuchar, créeme... ¿Qué decías? – Ellaquedó perturbada por unos segundos, pero luego sacudió la cabeza y continuó.

- Escuché a chang hablar con alguien sobre que preparara todo para el jueves. Y luego le dijo que se asegurara de que nosotras no lo sepamos, y de que alguien estuviera vigilando nuestra puerta. Algo va a pasar el jueves. – Junté mis cejas.

- ¿Crees que llame a G-dragon? – soo sonrió sin gracia.

- El bastardo no se atrevería. Lo tengo de las bolas con mi supuesto informante secreto. – No pude evitar reír ante su comparación. – Tiene que ver con elorfanato... ¿Por qué esto cambió tanto desde que nos fuimos?

- Porque nos fuimos. Exactamente por eso. ¿Crees que Polland no tiene miedo deque algún mocoso se dé cuenta que esta no es una vida normal e intente escaparsecomo nosotras hicimos? Debe haberse vuelto loco intentando controlar a los que querían irse. Por eso Rick está tan agresivo... Probablemente él también tuvo que aguantar al chang  abusivo, y por eso está tan enojado con nosotras y, al mismo tiempo, feliz de que estemos aquí. – soo  se sentó junto a mí.

- ¿Entonces qué hacemos? – Me encogí de hombros.

- Hablar con Tony y descubrir qué planea chang. Tal vez tengamos oportunidad deescapar.

(...)

 

Había pensado tanto, que me dolía la cabeza. Y la verdad es que estaba muysorprendida, porque el hecho de pensar no se me daba muy bien. Es decir, sí,pensaba mucho, de sobremanera, llegaba a analizar tanto las cosas, que el tiempo se me escurría de los dedos y la oportunidad se me escapaba, como si se la llevara el viento. Pero esta vez hablaba de pensar en serio. No en las estupideces que me dejaban en un trance durante todo el día. Estaba pensando en todas y cada una de las posibilidades que teníamos soo  y yo de escapar de este lugar otra vez. Y no había ninguna que me resultara cien por ciento segura. No quería arrastrarnos a ambas a un plan suicida. Si tal vez se tratara de mí sola, lo hubiese pensado. Pero no con soo  junto a mí. Y menos si quería convencer a Tony para que nos acompañara junto con lauren. Tenía que ser un buen plan. Perfectamente pensado y calculado.

Tenía que pensar en cada minúsculo detalle para que nada saliera mal. Observé a soo  dormir en la cama que tenía en frente. Por fin había podido conciliar el sueño después de dos días de insomnio. Yo no lo había logrado, para ser honesta. Y cada parte de mi cuerpo gritaba por un segundo de descanso, pero al cerrar mis ojos, sólo observaba las sonrisas burlonas de Rick y chang, estrechando su mano con G-dragon. Sabía que no cabía dentro de las posibilidades que nos fuéramos con él, pero eso tampoco era cien por ciento seguro.

Refregué mis ojos mientras que la luz de la luna, que se escapaba por la pequeña ventana con barrotes, bañaba la mitad de mi lado del pequeño cuarto en el que nos tenían encerradas. No tenía claustrofobia, pero cada segundo que pasaba aquí adentro, y con todo el sueño y el cansancio que tenía, comenzaba a tener alucinaciones de las paredes cerrándose o cayendo sobre nosotras.

Pensé en taeyeon, en un intento de relajarme. Pensé en qué estaría haciendo. Si estaría preocupada, si estaría pensando en mí, si habría encontrado la nota que le dejé, si habría estado buscándome. Si tal vez no se había dado cuenta de que estaba desaparecida.

Agité mi cabeza alejando el pensamiento de él gozando que mi presencia hubiese desaparecido de su vida.

Taeyeon  jamás haría eso.

El sueño estaba acabando conmigo.

- ¿Chicas? – El susurro detrás de la puerta sólo indicó que Tony había llegado. Que había cumplido y que estaba allí para nosotras, como siempre había estado.

- Tony. – Corrí y me arrodillé contra la puerta, intentando escuchar más de su voz. Su voz que tenía un extraño tono alegre y triste al mismo tiempo.

 

Tal vez él había pensado mucho, como yo.

- fany, ¿dónde está soo? – Tragué saliva y me acomodé sobre la madera.

- Durmiendo... ¿Cómo es que estás ahí y nadie se da cuenta?

- El pasillo está desierto. Creo que se fueron a dormir, de todas maneras no debemos arriesgarnos. Me golpearán hasta sacar la mierda de mí sí me descubren hablando contigo. – Odié eso. Odié que él estuviera arriesgándose por nosotras y que no hubiera una manera de que le devolvamos todo lo que estaba haciendo.

- Necesito que me cuentes qué planea chang.soo escuchó algo sobre una movida, este jueves. – Un silencio sepulcral fue mi respuesta. Temí que alguien lo hubiera descubierto o que hubiera huido, arrepentido de ayudarnos.

- El jueves. – Afirmó como si intentara buscar las palabras. – El jueves por la noche Chang  planea hacer una ronda nocturna. – Fruncí mis cejas.

Chagn  jamás había hecho una ronda nocturna. Cada vez que salíamos a robar, era de día. Y eso era por una simple razón. Nuestros robos eran como pequeños juegos de niños. Trucos, engaños, distracciones de la gente cuando hablaba por teléfono en el autobús o en el metro. Saquear carteras, o ropa de tiendas sin que nadie se diera cuenta. Como mucho se nos había ocurrido generar distracciones en la calle, como pequeños shows con cartas o representaciones dramáticas, tal vez incluso alguien contando chistes o actuando como un payaso, así la gente se distraía y no sólo le daban dinero a aquel que llevaba a cabo el espectáculo, si no que un grupo de niños con manos habilidosas sacaba cosas de las carteras de las mujeres o de los bolsos y mochilas de los hombres y jóvenes que se quedaban viendo maravillados cómo

Tony hacía malabares, lauren corría a su alrededor haciendo volteretas y soo  sededicaba a hacer de asistente y explicar lo que haría Tony a continuación o pasar la gorra roída en donde la gente depositaba el dinero. Mientras yo le robaba a toda esa pobre gente inocente que deleitaba de un grupo de huérfanos que le daban misericordia. "Pobres pequeños, su vida es muy difícil", seguro pensarían, y era verdad. Sí lo era.

Pero cuando hablábamos de una ronda nocturna, una verdadera movida, era gente como Rick, con navajas, amenazando a la gente que rondara por callejones estrechos o calles poco habitadas, exigiendo el dinero o cualquier cosa de valor que tal vez no tendrían.

Se me revolvió el estómago de sólo pensarlo.

- ¿Quién fue el idiota de la idea? – Sabía la respuesta, pero necesitaba una afirmación.

- Rick, por supuesto. La ira contenida que antes tenía, se triplicó cuando ustedes huyeron. Ese chico tiene muchos problemas. – No podría haberle dado más la razón. – El jueves chang  irá a supervisar cómo sale todo. Se llevará a los más grandes con él, y prometió una muy buena recompensa al que cumpla mejor con la tarea que les haya dado. – El pecho me explotó de rabia. Podrían lastimar a gente que no se lo merecía, y sólo porque todos querían beneficios que, en este lugar, no servían de nada. – No estoy seguro de si Rick irá con él, aunque sé que se moría por hacerlo, pero supongo que el lugar estará prácticamente vacío. Unos cuantos

 

vigilando que todo esté en orden, pero nada de otro mundo. – Negué con la cabeza. Todo este lugar se había ido más a la mierda de lo que en realidad ya estaba. Me había parecido imposible, en el pasado, que esto empeorara. Pero al parecer estaba equivocada.

- Ven con nosotras. – Dije sin arrepentirme. La respuesta del otro lado de la puerta, fue un silencio más, que me heló la sangre. Aunque sabía que Tony aún estaba ahí, escuchando y recapacitando todo. Intenté convencerlo, para que no lo pensara mucho. Seguía siendo una idea suicida. – Tú y lauren, ambos. Vengan con nosotras.

El jueves por la noche. No sé cómo, pero vamos a encontrar una manera... Pero por favor, ven con nosotras. – Mi voz, rota, rogándole que hiciera un último sacrificio por mí, demostraba lo deshecha que estaba por haberlos dejado aquí la primera vez.

– No quiero abandonarlos... No otra vez. –Tony seguía sin responder, un pequeño golpe en la puerta, me indicó que su cabeza había aterrizado sobre la madera. La acaricié, como una loca, como si pudiera tocar su cabello, mirarlo a los ojos y le rogara que no se quedara en este infierno.

- No... No puedo. – Su voz fue tan baja, que tuve que pegar mi oreja para poder percibirla. – chang  me llamó para que vaya el jueves con él y los demás. – No fui capaz de articular palabra alguna, el sonido de mi voz se había esfumado entre el frío que me recorría todo el cuerpo y que estaba plantado en la habitación. No fui capaz de moverme tampoco, y sentí a las asquerosas lágrimas picar debajo de mis párpados. – Lo siento. – Dijo, completamente arrepentido, y enojado. Lo entendía, a la perfección. Decirle que no a chang  no sólo significaba que él saldría castigado, significaba que lauren  también saldría castigada. Porque chagn  sabía cuáles era los puntos débiles de Tony, y no dudaría en lastimar a la pequeña niña o de dejarla sin comida por días, sólo para su beneficio. Chang  era una absoluta mierda, que merecía todos los castigos del mundo, y el lugar más oscuro, tenebroso y lleno de torturas en el infierno, en donde estaba segura que iría cuando muriera.

- Lo sé. – Dije, cuando mi voz tuvo la fuerza para salir de mi garganta. Lo dije intentando ser un punto de apoyo, alguien en quien pudiera confiar, a pesar de que él sabía que podía confiar en mí. Pero sólo intentaba ser una contención incondicional.

- Pero t ... - Su voz sonaba apagada, como si no quisiera decir lo que sea que saldría de sus labios. – Pero puedes llevarte a lauren. – La lágrima que había luchado arduamente por salir, había ganado la batalla y se deslizaba por mi mejilla. Luego de esa le siguió otra, y luego otra. Y luego otra. Y cuando menos me había dado cuenta, tapaba mi boca para que Tony no escuchara mis sollozos. – Ella estará mejor con ustedes que aquí adentro. Y yo buscaré la manera de encontrarlas... Pero sabes que no puedes volver al lugar en donde estaban. Chang  irá allá en cuanto se dé cuenta que no están. – Lo había pensado, y me había roto el corazón tener que despedirme de siwon, de las kim.. De taeyeon. – No te estoy pidiendo que lo hagas... Sólo, haz lo que puedas para sacarla de aquí. Pero si no puedes... No quiero que ninguna corra riesgos. – Asentí con la cabeza a pesar de que no podía verme. Apreté aún más mis labios, pensando en lo que chang le haría a Tony

 

cuando se enterara que nos habíamos ido, que nos habíamos llevado a lauren  con nosotras. Era obvio que Tony estaría enterado de todo el plan. Era obvio que chagn  querría saber a dónde habíamos ido. Y era obvio, también, que Tony no le diría ni una palabra. – Debo irme. – Dijo, completamente ido y triste. Su voz sonó estrujada en su pecho, ahogada. Como si le costara hablar... Como si estuviera llorando. El corazón se me rompió aún más.

- Adiós. – Sabía que un sollozo se me había escapado y sabía que él lo había escuchado, porque no había oído ningún tipo de acción del otro lado de la puerta, lo que significaba que Tony aún seguía allí, escuchándome llorar como una niñita pequeña, destrozada y rota a un punto que no tenía retorno. Ni siquiera me importó romper la regla de no llorar en frente de nadie. Estaba dejando a una de las personas más grandiosas que jamás había conocido, dentro de su infierno personal. De mí infierno personal. Del infierno de cualquier persona que pasara más de un día aquí.

Finalmente, sentí que la presión que ejercía el cuerpo de Tony del otro lado de la puerta, desaparecía de a poco, y luego sus pasos se hacían menos audibles, mientras me lo imaginaba caminando con rapidez con la cabeza gacha por el pasillo.

No podía levantarme de dónde estaba. Seguía llorando, sola, con un montón de ideas que revoloteaban por mi cabeza y no me dejaban en paz. Me sentía como la mierda más grande del universo. Otra vez pasábamos por lo mismo. Otra vez debía dejarlo aquí. Y no se lo merecía. Nadie se merecía estar aquí adentro.

Las lágrimas caían como si se tratara de una cascada, y mi cuerpo temblaba a causa del frío y el terror de lo que chang  sería capaz de hacerle a Tony si es que nuestro plan funcionaba.

El plan. Ni siquiera teníamos un plan.

 

 CLARO QUE VOY  ACTUALIZAR JAJAJJAJA SOLO QUE USTEDES NO COMENTEN Y ENTRE MENOS COMENTEN MAS TARDO EN ACTUALIZAR JAJAJAJ X CIERTO AN ESTADO VOTANTO EN LOS MAMA X TIFFANY Y TAEYEON NO SE OLVIDEN!  HABLANDO DE LA CAPITULO XXXXXXX FIN SOO Y FANY SE ENTIENDEN Y SI ESTA UN POCO TRISTE ESPERO QUE TAEYEON LLEGUE!!!

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
dafnytae
#1
Chapter 57: Como vas con la segunda temporada? (>_<)
2597611 #2
Chapter 57: Yeahhh!! Porfin
Itaenylove
#3
Chapter 57: siiiiiii
por fin
Skyth06
#4
Chapter 57: Antes q nada feliz año, mis mejores deseos, y púes sii segunda temporada :3!!
mv007842 #5
Chapter 57: Hola que este año sea de mucho excito y que dios te bendiga y que bueno que ya vas a actualizar la segunda temporada de esta historia actualiza chau
rafayola
#6
Chapter 57: HOLAAA y un MUY felíz año te deseo lo mejor :D y pues claro a apoyarlas, en cuanto a la segunda temporada espero con ansias <3
Taeny16 #7
Chapter 56: No quería leer este capítulo :( pero lo leí porque soy una maldita masoquista
rafayola
#8
Chapter 56: No puedo con el último capítulo, me destrozó muchas gracias por la adaptación espero con ansias la segunda temporada
Taeny16 #9
Chapter 53: Este Fic es genial, me encanta, lo estaba leyendo antes pero la autora no lo actualizó más. Me encanta❤ Pero tengo miedo de leer el final :(