Hyuna  me había conducido a un lugar que no conocía y que jamás había visto. No era la fábrica de la vez que me habían secuestrado, pero se parecía. Se notaba que era un lugar abandonado, por todo el polvo y el hecho de que todo estaba desparramado por todas partes. Parecía una de esas bibliotecas comunitarias, porque no era tan grande como una verdadera biblioteca, y porque en las paredes había un sinfín de estantes vacíos. Había unas cuantas mesas en el centro, maltratadas, al igual que las sillas, que no eran de la mejor calidad. En el momento en que me   había sentado, se había doblado y casi había caído para atrás. hyuna me había atajado, por supuesto, y yo le había dicho que estaba bien, y que no era necesario que élla me protegiera. Se había reído como si fuera comediante y hubiera sacado mi mejor material sólo para deleitarlo. Luego de eso, me senté en otra silla, que sostuvo mi peso, y hyuna  encendió unas luces de emergencia, junto con unas velas.

Todo tenía un aspecto macabro que me ponía la piel de gallina, y aún más si él estaba sentado frente a mí, jugando con un encendedor, y observándome tan fijamente que parecía que podía ver a través de mí. Me abracé a mí misma   esperando que eso no fuera posible. kriss no estaba por ninguna parte, y no me animaba a preguntarle en dónde se encontraba. Prefería esperar a que él fuera el primero en decir algo.

- ¿yoona  te contó? - Preguntó con sus ojos achicados. Asentí con la cabeza apenas.

- Típico. - Resopló con sus labios.

- ¿Qué cosa? - Mi voz había salido algo temblorosa, y no sabía si era porque pensaba que estaba cometiendo una equivocación al venir aquí, o porque, en realidad, sentía todo lo contrario. hyuna negó con la cabeza, sin despegar sus ojos de los míos.

- Dejar las cosas sin completar. No poder controlar las situaciones. - Parecía querer seguir, pero se interrumpió así mismo. – kris  tendría que estar por llegar. ¿Puedo saber por qué quieres verlo?

- ¿Puedo saber por qué eres la encargada de protegerme? - Responder a una regunta con otra pregunta, era algo que odiaba y me irritaba cada vez que alguien lo hacía conmigo, pero aun así, no sabía si podía confiar en hyuna. Ni siquiera sabía si podía confiar en kris, y él era, supuestamente, mi hermano. Me parecía mucho más apropiado hablar de mis asuntos con la persona que sabía las respuestas, aunque no sabía desde cuando hacía lo apropiado. Hyuna  sonrió con la arrogancia   que hacía tiempo no veía en su rostro. Había estado muy seria y callada todo el camino.

- Porque tu hermano es un paranoico. - El hecho de que él dijera "tu hermano", me causó escalofríos. Sabía que me costaría adaptarme a la idea.

- ¿De qué quería protegerme? No es como si hubiera muchos riesgos. - Élla achicó sus ojos una vez más, y unas pequeñas arrugas se formaron alrededor de ellos. El encendedor dio una chispa de luz y luego se volvió a apagar.

- Creo que subestimas tu posición, fany. Si sigues viva, es todo gracias a mí. -

Sonrió y acercó su rostro al mío, a pesar de que estábamos enfrentados, y una mesa nos separaba, se acercó más de lo que quería. - Aquí entre nosotros, jamás había visto a una persona querer morir tanto como tú. - Me guiñó un ojo en la penumbra, y terminé por cruzarme de brazos mientras volvía a alejarse. - ¿De verdad crees que una humana en el medio de una familia de siete vampiros y una manada de lobos, terminaría viva? En todas las cuentas, la respuesta es no, a menos que me agregues a mí como el factor clave, claramente la ecuación cambia. - La había perdido en el momento en que había hablado de matemáticas.

- No soy humana. - Le respondí, como si el hecho de que esa oración fuera cierta no me confundiera para nada. Élla sonrió con arrogancia.

- Pero eso es algo que ellas no sabían. Te podrían haber matado en un santiamén, si es que yo no hubiera estado siguiéndote como unacompleto lunática.

- ¡Pero tú quisiste matarme en el bosque! - Dije, completamente histérica. Hyuna subió sus pies a la mesa y dejó de jugar con el encendedor. Bajo la tenue luz de las velas, sus ojos parecían más rojos que nunca, y su rostro estaba lleno de sombras que lo hacían ver más tenebrosa. Apretó su mandíbula.

- Mira, tu hermano necesitaba alimentarse porque estaba débil. La fiesta estaba llena de adolescentes alcoholizados a los cuales nadie creería si alguien veía algo. El problema, fue que tú estabas ahí, y él no lo sabía. Así que yo te conduje por el bosque para que te alejaras de todo ese desastre que no terminaría bien. Sin contar que sabía que taeyeo   te estaba siguiendo, y yo, personalmente, no confío en las hermanas kim. - Hizo una pausa y respiró profundamente. - Sólo pensé que élla estaba intentando cazarte. taeyeon es bastante famosa por no saber controlarse entre humanos, pregúntaselo tú misma. - Junté las cejas, y me interrumpió cuando estuve a punto de hablar. - Vi que élla te estaba siguiendo, y me pareció la oportunidad perfecta para eliminarla del mapa, pero luego, kris  tuvo un incidente con nik, el lobo, y tuve que ir a ayudarlo. Sólo te dejé porque sabía que no te haría daño. Tu hermano casi me mata cuando se enteró. De todos modos, ya me urgía que supieras que los vampiros existían, mi trabajo se estaba volviendo agotador.

- taeyeon  nunca me haría daño. – hyuna  rió con fuerza y luego de unos segundos,tomó su estómago y expulsó todo el aire que tenía dentro. Hizo que limpiaba unas lágrimas que se habían escapado a causa de las risas y volvió a mirarme.

- Si tan sólo supieras... - Decidí evadir su comentario, porque tenía muchas más dudas que necesitaba aclarar.

- ¿Y el lobo muerto? ¿La vez que te torturaron en el taller? - Élla juntó las cejas, como si intentara recordar.

- El lobo fue un efecto colateral. Desde el incidente con nik, las manadas de la zona han intentado cazarnos y necesitábamos mandar un mensaje, además, tenía que verte para aclarar el tema de las cadenas. - Subió su brazo y bajó la manga de su camiseta para dejarme ver las cicatrices que le había causado ese día. - Dolió, si te lo preguntas. - Su mirada se afiló en mí. - Yo sólo estaba intentando protegerte de un ambiente lleno de vampiros y hombres lobo que, descontrolados, pueden matarte, y tú me pagas poniéndote del lado de esas idiotas, y enroscando plata en mis muñecas y mis tobillos. ¿Cómo se suponía que tenía que reaccionar ante eso? -

Negué con la cabeza.

- Creí que querías matarme. - Me excusé mientras hyuna fruncía aún más su ceño.

- ¿Qué te hizo pensar eso? - La miré como si fuera obvio, y aun así, élla mantuvo esa expresión de completa confusión.

- "Te haré todo lo que no te imaginas", "voy a vengarme"... - Tiré unas vagas frases que recordaba que hyuna había dicho mientras las chicas lo torturaban.

- Está bien, comprendo el punto. - Dijo. - Sólo fue la combinación de un mal día y unas cuantas gotas de sangre de más. - Se encogió de hombros, restándole importancia. - No estaba planeado que yo fuera a buscarte ese día, y que yoona  se enterara que kris n estaba vivo y lo buscaba. Me castigaron por lo que hice, y aprendí de mis errores. Seguí adelante, tú deberías hacer lo mismo. – Estaba entendiendo la mitad de las cosas que decía, pero aun así, le presté atención. No estaba muy segura del por qué. - Cuando fuiste con los lobos en plena transformación... - Silbó y rió de una manera tan amarga que me hizo tragar saliva. -

Eso sí fue difícil.

- Pero tú no estabas allí. - Señalé, mientras élla me miraba como si hubiera enloquecido.

- Después de todo lo que has vivido, ¿en serio no crees que puedo pasar desapercibido por unos cuantos vampiros y hombres lobo que están demasiado ocupados matándose entre ellos? - Guardé silencio, esperando a que se explicara. -

¿Por qué crees que  siwion no te atacó? ¿Eres tan ilusa como para pensar que él te reconoció? Porque no lo hizo. Estaba listo para matarte. Es más, estaba pensando en lo jugosa que serías en el momento en que te abriera el estómago y se bañara con la sangre de tus intestinos. - La imagen mental me hizo pensar que volvería a vomitar, mi estómago estaba demasiado sensible. - Yo le di la orden para que no te matara.

Para que se alejara.

- ¿Cómo hiciste eso? - Ella encendedor que tenía en las manos aterrizó en la mesa, a unos cuantos centímetros de mis dedos, mientras élla se sentaba en la silla, y se acomodaba para verme mejor.

- Los vampiros y los hombres lobo tienen un vínculo antiguo. Hubiera sido extraño que no siguiera mis órdenes. - Supuse que tenía algo que ver con lo que taeyeo n  me había contado sobre la historia de los vampiros. - A diferencia de tu novia, kris y yo somos verdaderos vampiros, lo cual significa que tenemos unas cuantas cosas a nuestro favor. Más fuerza y rapidez, por ejemplo.

- Pero no tienen poderes. - hyuna rió y negó con la cabeza.

- ¿De qué podría servirme un estúpido poder que durará unos cuantos años hasta que me convierta de nuevo, en lo que siempre debería haber sido? - hyuna se paró de su silla lentamente y apoyó las manos en la mesa. Sus brazos parecían más grandes y largos de lo que en realidad eran y su sonrisa se hizo grande, como si disfrutara de lo que estaba a punto de decir. - ¿Qué crees que sucederá, cuando tus amigas, tu novia, y tu hermana, desaten toda la furia que llevan dentro, sólo por una gota de sangre? Es decir... - Caminó hasta mí y su boca se acercó a mi oreja. Sacó un mechón de mi cabello que le molestaba y me olió como si fuera la hamburguesa más exquisita de toda la tierra. - Se me está haciendo difícil no saltar encima de ti y lo único que me detiene, es saber que kris  me mataría si sabe que lo hice. ¿Qué crees que los detendrá a ellas? - Apreté mi mandíbula y alejé mi rostro todo lo que pude de élla. La idea de golpearla se me había cruzado por la cabeza, pero, ¿qué caso tendría? Élla lo esquivaría, se enfadaría, y probablemente terminaría por romperme la mano. Los vampiros no tenían muy buen temperamento, lo sabía por experiencia propia. Un ruido lo interrumpió de seguir invadiendo mi espacio personal, y ambas observamos que la puerta por la que habíamos entrado, se abría, y una sombra oscura, que era la de kris, cargaba a un cuerpo completamente inmovilizado en su hombro. Era una chica, con unos jeans y una camiseta rasgados.

- ¿Por qué hay tanta luz? ¿Y qué es ese espantoso olor? - Se quejó y caminó unos cuantos pasos, sin prestarnos atención. Ni siquiera se había dado cuenta que estaba allí. hyuna sonrió, alejándose un poco de mí. Sus brazos aún me apresaban a la silla y sentí indigestión al imaginarme que esa chica, en realidad no estaba viva.

- Tal vez es por la chica muerta que tienes en tus brazos. - Dije. Mi voz había salido seca, baja, y algo temblorosa. kris dirigió sus ojos a mí al instante, y el cuerpo que cargaba se cayó al suelo, dando la espalda contra el concreto en un golpe seco. Su mirada detonaba pánico y confusión, y cuando vi a hyuna, no me sorprendió que estuviera sonriendo.

- ¡Feliz cumpleaños! - Dijo, con sus brazos levantados. - Aunque no es tu cumpleaños. Y esto no es precisamente un regalo. – kris  dejó de observarme y agudizó su mirada en la de hyuna. Sus cejas se juntaron y todo su rostro se pintó de furia. De un momento a otro, se echó a correr detrás de hyuna, con la mirada asesina que me venía persiguiendo en pesadillas desde el día en que lo había visto por primera vez.

- ¿¡QUÉ FUE LO QUE HICISTE!? - Gritó, y su voz se hizo más profunda y ronca, completamente cegada por la ira. hyuna levantó sus manos, intentando excusarse, mientras kris  llegaba hasta donde élla estaba y lo tomaba por la camiseta.

- hyunano hizo nada. - Me paré de mi silla, intentando interponerme para que no hubiera otro cuerpo muerto en la habitación. - Yo quería verte. Élla sólo hizo lo que le pedí. -Ambos giraron su cabeza para mirarme. hyuna volvió a guiñarme un ojo, y me pregunté desde cuando élla creía que teníamos una relación de confianza, no sabía a partir de qué momento había estado observándome, pero tal vez, de tanto protegerme, élla creía que me conocía, cuando en realidad, no lo hacía para nada.

Kris  apretó la mandíbula, aún sin soltar su agarre en hyuna y negó con la cabeza.

- yoona  se lo contó todo. - Le susurró, lo suficientemente alto, como para que yo también lo escuchara. Kris  parpadeó un par de veces, apenas parecía que respiraba, y luego de unos segundos, negó con la cabeza otra vez y tragó saliva.

Abrió la boca, intentando buscar algo que decir pero su garganta le estaba jugando una mala pasada.

- Típico. - Logró articular después de un tiempo. Soltó a hyuna, y se acercó a mí, tan sólo un poco, como si no estuviera seguro de los movimientos que daba.

- Te lo dije. - Me susurró hyuna mientras pasaba junto a mí, haciendo referencia a que élla había dicho la misma frase, tan sólo minutos atrás.

- Encárgate de eso. - Le dijo kris, refiriéndose a la chica que aún estaba tirada en el suelo. - No está muerta. - Se apresuró a decirme, como si intentara tranquilizarme. - Sólo se desmayó al ver los ojos y los colmillos. - No me moví, simplemente miré a hyuna, que la tomaba de los brazos y la subía en uno de sus hombros.

- No quiero que le pase nada. - Mi voz había salido más firme, y kris tragó saliva y negó con la cabeza, dio un paso hacia atrás y se sentó en la silla en donde hyuna había estado antes.

- Claro que no. hyuna va a llevarla a un lugar seguro en donde puedan encontrarla.

- Me miró a los ojos y volvió a tragar saliva. Se veía tan nervioso e inseguro, que me surgió la duda en el cerebro, de si siempre se comportaría así, o si simplemente, era porque yo estaba justo frente a él.

- ¿En serio? - Había sonado como un niño pequeño, sin poder creerlo, y nos había visto como si nos hubiéramos vuelto completamente locos. kris endureció sus ojos en él y apretó la mandíbula.

- Sí, en serio. - Declaró, teniendo la última palabra. Escuché que hyuna maldecía en voz baja mientras salía por la misma puerta por la que kris  había entrado.

Cuando nos quedamos solos, todo se volvió incluso más extraño. Su mirada no se despegaba de mis ojos, viajaba desde el ojo izquierdo al derecho repetidas veces, sin cansarse. Seguía tragando saliva como si nada pudiera pasar por su garganta, y descubrí que tenía un pequeño tic cuando se ponía nervioso, y era juntar sus piernas como un niño pequeño. Su rostro era el ejemplo perfecto de la palabra juventud, y me resultó completamente extraño, saber que él tal vez tendría más de cien años, pero aun así, tenía la cara de un niño de catorce. Su piel era perfectamente lisa y blanca como la porcelana, lo cual hacía desentonar a su cabello igual de negro que el carbón, tapaba sus cejas, y sus ojos rojos resaltaban como dos canicas en el lugar incorrecto.

- Quiero saberlo todo. - Quería ir al punto rápidamente. Quería poder saber toda la verdad sobre mí, y quería poder hacer que yoona y él se llevaran bien.

- Quieres saberlo... ¿todo? - Asentí con la cabeza, poniéndome más insegura e incómoda por la manera en que sus ojos me examinaban.

- yoona  dijo que tú sabías qué había sucedido conmigo. Por qué había desaparecido, y por qué soy... Esto. – kris  jugó con su labios e inclinó su cuerpo hacia adelante y atrás, haciéndolo parecer más niño de lo que en realidad era.

- Nunca debes creerle a yoona. Es un mentirosa. - Sus ojos brillaron un poco y su voz había salido dura, con seguridad. Aún seguía pensando qué había sido tan grave como para que ambos se odiaran tanto. - Cass... - Negué con la cabeza de inmediato, indicándole que no quería que me llamara por ese nombre. No creía que jamás me acostumbrara a ese nombre. - No tengo todas las respuestas. - Aseguró. -Sólo sé lo que pasó, porque yo sí me esforcé por encontrarte, en vez de quedarme en los rincones, llorando y gritando por tu nombre. - Lo había dicho con tal veneno en su voz, que mis ojos no habían soportado mirarlo tan fijamente. - Sara Hellen es muy hábil para esconderse, es una de sus mejores cualidades. Pero su peor defect es la ambición. Daría todo por el dinero, menos a ella misma, por supuesto. Y cuando se enteró de que alguien estaba ofreciendo mucho dinero a causa de un poco de información... No lo dudo ni un solo segundo. Nuestra reunión no fue muy agradable, menos para ella obviamente, pero luego de un poco de tortura, cantó como un canario. - La sonrisa que tenía en el rostro me puso la piel de gallina y al darse cuenta, sus manos volaron a la mesa, y sus dedos comenzaron una lucha para matar los nervios. - Me contó que cuando fueron a buscarla para condenarla a la hoguera, había decidido dejarte allí, pero luego se le ocurrió tenerte como su plan de resguardo. - Junté mis cejas sin entender. - La verdadera razón, por la cual has tenido siete años todo ese tiempo en el que estuviste dormida, no fue porque la sangre de yoona  estaba matándote, ni porque estaba salvándote, Sara te puso un hechizo muy poderoso, en el que almacenó sus poderes dentro de tu cuerpo para que nadie la acusara de brujería. Esperó hasta el siglo correcto en el que decidió que estaba segura, retiró el hechizo de tu cuerpo y así despertaste. Como no pensaba criarte, te abandonó en ese horrible lugar. El orfanato Dream Hood. Y creciste como una humana cualquiera. – kris  seguía mirándome, esperando algún tipo de reacción, como si me conociera y supiera que dentro de mí se libraba una batalla entre la confusión y la ira destructiva.

- Entonces soy una humana. - Afirmé, esperando saber la respuesta de la pregunta que me atormentaba hacía horas. No sabía a qué se debía esa obsesión de saber qué tipo de criatura me caracterizaba. Tal vez pensaba que si le ponía un nombre a lo que en realidad era, mi vida volvería a tener un orden, un pilar del cual sostener toda esta locura.

- No, y eso se lo debes a yoona. Si élla  no te hubiera dado de su sangre, tú podrías ser una humana normal. Pero el hecho de que sangre de vampiro corra por tus venas, cambia toda la historia. Aun no entiendo, ni sé por qué no eres una vampiresa, porque deberías serlo. Pero es como si el proceso estuviera tardando más de lo normal. Como si tu alma estuviera consumiéndose de a poco. - Su dedo señaló mi pecho, y mis ojos volaron allí de inmediato. Subía y bajaba de manera irregular, y fue en ese momento en el que me di cuenta que estaba más nerviosa de lo que jamás había estado en mi vida. - Tu alma está luchando contra la sangre de yoona.

No estoy seguro cuánto tiempo tardará en perder, o si en algún momento lo hará, pero si tengo razón, tu humanidad se irá apagando de a poco, hasta convertirte en uno de nosotros. - Mi mano voló a mi pecho, intentando calmar mi respiración, y se apretó allí por instinto. Un agudo dolor se plantó en el mismo lugar en donde él estaba señalando, y sentí un horrible calor que me invadió en todo el cuerpo. Tenía las esperanzas de que estuviera bromeando. Pero su cara seria, su tono de voz, la manera en que me miraba...

Yo amaba mi humanidad.

- ¿Cómo hago para sacarla de mi sistema? ¿Cómo hago para ser una humana otra vez? - Él negó con la cabeza, y sentí que su rostro se entristecía al no tener la respuesta que esperaba.

- No es como si estuviera en un solo lugar de tu cuerpo, y con el tiempo que ha pasado, probablemente tu sangre ya se ha fusionado con la suya. No se puede, es imposible. Y si en algún momento encuentras la manera de hacerlo, todos los años en los que has estado dormida, se volverán en tu contra, y morirás. - Tragué saliva y refregué mi rostro con una de mis manos mientras mi espalda caía contra la silla maltratada. Hizo un sonido seco y luego se quedó inmóvil otra vez contra mis hombros decaídos y sin esperanza. Estaba tan sensible, que sentía que mis ojos se volvían a llenar de lágrimas y me convencí a mí misma para no largarme a llorar frente a él como una pequeña niña. Sentí un ligero tacto en la mano que yacía sobre la mesa, sin moverse, y cuando abrí los ojos, Jaxon la cubría con su pequeña mano que era apenas más grande que la mía y la miraba como si no pudiera creer que la estuviera tocando. Me quedé estática en mi lugar, observando la manera en que sus ojos admiraban el toque de nuestros dedos. - Solías temerle a la oscuridad, y yo tomaba tu mano hasta que te quedabas dormida, para que no tuvieras pesadillas. -

Tragué saliva al escuchar su voz volverse más suave y baja. Seguía acariciando mi mano, que se encontraba dura como una piedra contra la mesa. - Pero a yoona no le gustaba que yo jugara contigo. - Sus cejas se juntaron, y su mirada se tornó dura. - Élla siempre quería que todo el mundo lo eligiera. Siempre quería ser el mejor, y no soportaba que a veces me eligieras por sobre élla. - Negó con la cabeza. - Todo el mundo siempre la prefería. Nuestros padres, mis amigos, toda la gente del pueblo.

No entendía y no entiendo por qué todo el mundo siempre la ha preferido. – Su mano apretó la mía de repente, y observé que su mandíbula se ponía más angulosa.

- "¿Por qué no eres como tu hermana?" - Dijo, como si se tratara de otra persona. - Élla es mala, y siempre lo será. - Soltó mi mano de repente, y se paró de su silla, dándome la espalda. Pateó una mesa, destrozándola por completo y luego se volvió a girar a mí. - Él no te lo contó, ¿cierto? Élla  jamás te contaría la verdad. - Negó con la cabeza, y noté que de sus ojos, salía una fina lágrima que parecía más un hilo que otra cosa. No la limpió, dejó que cayera por su mejilla, hasta llegar a su mentón,  luego, cuando no pudo apegarse más a su perfecta piel de porcelana, cayó al suelo y se perdió ante mis ojos.

- ¿Qué cosa? - Pregunté, y me paré de mi lugar, esperando que mi gesto lo pudiera tranquilizar. Di un paso hacia él, mientras tomaba una silla entre sus manos, y la estampaba contra la pared, reduciéndola a astillas. Subí mis brazos, indicándole que no intentaba lastimarlo, ni nada parecido. Todo lo contrario. Sólo quería que se tranquilizara, que no se lastimara intentando destrozar todo lo que había a su alrededor. Quería decirle que él no necesitaba ser mejor que yoona, que cada uno era quien era, y que no necesitaba igualar o ser mejor que el otro, porque eso no llevaba a nada. Se me rompió el corazón al ver que otra lágrima se escapaba de uno de sus ojos, y que esa le seguía a otra, y luego a otra, y luego a otra. Era el niño más triste que jamás había visto.

- La verdadera razón por la cual tú estás en jeonju, es porque la sangre de yoona, al ser "rechazada" por tu cuerpo, quiere volver a su lugar de origen. Por eso estás tan cerca de las kim, y por eso siempre te metes en problemas. Tu cuerpo te está jugando una mala pasada desde el momento en que despertaste. -

Kris  por fin limpió sus lágrimas y aprovechó mi confusión para bombardearme con más información, que yo desconocía por completo. - Esa vez que te dije que me había metido en tus sueños, fue todo lo contrario. Tú te metiste en los míos, y todas esas veces que te has conectado con Tayeon , es porque tú lo deseas. La sangre de yoona  está haciéndole cosas demasiado raras a tu cuerpo fany, y élla no está tomando las medidas necesarias para que tú no mueras en el medio de esa lucha interna que está teniendo tu cuerpo. - Di otro paso hacia él, pero retrocedió, golpeando otra mesa que se había puesto en su camino.

- kris, por favor. - Le dije, intentando que mi voz sonara calmada y bajo control, cuando en realidad no lo estaba.

- Élla no te lo dijo. - Negó con la cabeza con mucha histeria y peinó su cabello hacia atrás, dejando que su rostro se mostrara por completo. Tenía los ojos completamente rojos, por el hecho de que aún intentaba no llorar, y con su pelo hacia atrás, el aspecto de niño había disminuido tan sólo un poco. Su labio tembló mientras luchaba por controlarse. - ¡Élla me abandonó! - Gritó, con su voz completamente destrozada. - Élla me abandonó mientras le imploraba que me salve. Mientras la casa se llenaba de llamas y humo, y los escombros caían sobre mí. Me abandonó mientras mis padres intentaban matarme. Y te salvó a ti, mientras veía que sollozaba su nombre y le rogaba que me ayudara. ¡Un hermana mayor no hace eso! - Me quedé congelada en mi lugar, mientras veía que la poca cordura que le quedaba, se esfumaba frente a mis ojos. Sus ojos estaban negados a seguir llorando, pero su cuerpo aún no podía soportar la ira de que yoona  lo haya abandonado.

Sentí que se me hacía un nudo en el estómago al no poder hacer nada, y verlo derrumbarse justo frente a mí. Me sentía impotente y el enojo me carcomía por dentro. No entendía cómo yoona  había podido hacer algo así. No entendía cómo kris  no me lo había dicho antes. No entendía por qué yo estaba en el medio de todo este alboroto, y al mismo tiempo, lo entendía a la perfección.

- ¡SABES QUE NO SUCEDIÓ ASÍ! - Una misteriosa voz retumbó en todo el lugar, e hizo que ambos nos quedáramos igual de quietos que un par de estatuas. Kris vio un punto fijo sobre una de las estanterías, donde sobresalía una puerta entre las penumbras. Luego de unos segundos, sin saber de dónde provenía la voz, las kim aparecieron de la nada, uno al lado del otro. A excepción de bora y jaejoong, que no parecían estar en el edifico. Mi boca cayó al suelo al notar que los ojos de suzy brillaban, y entendí, que ellos habían estado ahí todo el tiempo. La única de ellas que me miraba fijamente, era taeyeon. Su mandíbula estaba apretada, y sus ojos reflejaban dureza, pero al mismo tiempo, tristeza. No entendía para nada su mirada, y mi cabeza casi estalló intentando descifrar de qué se trataba. Escuché los pasos de kris acercarse un poco a mí, y me imaginé que ambos mirábamos hacia arriba, como dos idiotas, y contemplábamos la imagen de ellos cinco, observándonos como si fuéramos cucarachas a unos cuantos metros debajo de sus pies. taeyeon  dejó de mirarme, y concentró su mirada en kris, que resopló con sus labios y se paró junto a mí.

- Típico.

ENSERIO??????  ASI TAN RAPIDO SE OLVIDARON DE ESTE FIC ADAPTACION