Capítulo 38: " - Te odio."

taeyeon kim ( taeny, vampiros)

¿Ya soy un vampiro?

Dios fany, claro que no eres un vampiro. Eres demasiado estúpida como para ser un vampiro.

- Respira fany, respira... - No sabía si hablar con el reflejo en frente del espejo era normal o si contaba como conducta de inestabilidad mental, pero lo estaba haciendo, y aunque no aclarara ni una sola de mis dudas, sentía que la presión en mis hombros y mi pecho disminuía. De alguna retorcida manera, mi subconsciente creía que esto ayudaba a liberar la tensión que crecía en mí y, además, que era una muy buena manera de afrontar lo que había pasado.

Y si se perdieron lo que pasó, bueno, un vampiro me mordió. Así de fácil. Sin contar que ese vampiro, es la  chica con el cual me vengo besando hace más o menos un mes y medio, o más, y que además, me gusta jodidamente demasiado y no puedo controlar lo que siento por élla.

Seguía sospechando que yoona se había enfadado conmigo y había hecho uso devsus llamados poderes, para hacer que toda esa calentura saliera de mi cuerpo. Pero estaba segura que élla no quería nada más que taeyeon me mordiera; élla buscaba otra cosa. Una cosa que iba más allá de simplemente lastimarme.

 

                     

Cubrí mi cuello con maquillaje, porque resulta que si un vampiro te muerde, no solamente sangra y se notan las marcas de sus dientes, no. Para variar, se te hacía un increíble moretón que se confundía más como un chupón, y obviamente no quería que soo  lo viera porque se volvería jodidamente loca y yo no podría aguantarla ni un minuto más. Así que desde ayer por la tarde, cuando siwon  me dejó en casa, sin decirme ni preguntar acerca de nada, lo cual agradecí, había estado cubriéndome esta mierda con litros y litros de base, aunque todavía se notaba un poco si mirabas con atención. Es por eso, que no sacaba la bufanda de mi cuello y agradecía que fuera invierno porque si no, todo el mundo se daría cuenta que había algo raro en mí.

Maldita sea taeyeon. La cagaste. La cagaste bien feo.

Necesitaba que alguien me diera un buen cachetazo para que mi cerebro pensara con claridad otra vez y pudiera aclarar las malditas dudas que no me habían dejado dormir y me causaban grandes dolores de cabeza desde ayer.

Estaba asustada.

Estaba asustada porque yo no podía ser un vampiro. Simplemente no podía. ¿Qué era lo que le iba a decir a soo  cuando se enterara? Porque definitivamente no podía ocultarle esto si me sucedía a mí. ¿Y si me la comía? No, definitivamente yo no podía ser un vampiro. No podía soportar odiar a siwon por instinto, él era uno de  mis mejores amigos, prácticamente un hermano, al igual que soo. No quería ser un vampiro. No quería, no quería, no quería.

Está bien que todas las chicas alguna vez lo deseamos, pero taeyeon  no hablaba de ello como si estuviera feliz. Todo lo contrario, la entristecía y enojaba hablar de ello. Hasta la ponía incómodo. Yo no quería eso para mí; y si era posible, tampoco quería eso para taeyeon, pero élla ya me había dicho que no había nada que pudiera hacer para revertirlo. Ya corría por sus venas.

Siempre todo lo peor tenía que pasarme a mí, maldición.

Sólo podía pensar en taeyeon y en sus dientes clavándose en mi cuello. No sabía cómo sentirme con respecto a élla. Quiero decir, si taeyeon me había mordido y terminaba siendo un vampiro, probablemente no se lo perdonaría jamás. O al menos mi orgullo no me dejaría perdonarla, porque definitivamente me habría cagado la vida. Y si no me convertía en vampiro e intentaba avanzar con nuestra relación, no  quería vivir con miedo a que cada vez que me le acercara a besarla, élla terminara por morderme. Sé que en las películas no parece, pero duele como la mierda, y lo peor era que seguía doliendo. No quería estar con taeyeon y vivir con miedo hacia élla. No era sano para una relación y no era sano para ninguno de las dos. Y sabía que élla no podía prometerme que no lo haría otra vez, porque estaría mintiéndome, porque eso iba contra su naturaleza. No beber sangre humana iba en contra de su naturaleza.

No quería vivir con el miedo detrás de mi estómago y la desconfianza creciendo en mi pecho. Quería seguir como todo había estado hasta recién y poder mirarla a los ojos sin correrlos por la vergüenza que me causaba lo que había pasado.

- ¡fany! ¡La cena está lista! - Escuché a soo  gritar desde alguna parte del departamento. Ella tampoco estaba muy bien, se le notaba que había estado llorando, y no le había preguntado qué le sucedía porque estaba esperando a que ella me lo contara por sus propios medios. Puse un poco más de maquillaje en mi cuello, froté mi cara con mis manos y caminé hasta salir de mi cuarto.

- Ni sueñes que voy a comer eso. – soo  se quedó quieta en su lugar y paró el movimiento del cuchillo. No sabía si iba a asesinarme o simplemente se largaría a llorar. - No quiero comer carne... Ni nada que contenga sangre. - Tragué saliva al sentir un extraño gusto metálico en mi boca. Sí, estaba paranoica... ¿Pero y si en verdad ya era un vampiro y la sangre me desenfrenaba? Tal vez mataría a soo.

- Pero estoy cocinando hace dos horas... - Dijo con sus dientes apretados.

- Pero no quiero comer carne. - La miré con atención esperando a tener una pequeña reacción que me diera una pista de hacia qué dirección sería lanzado el cuchillo. Soo  me miró, dejó el cuchillo sobre la mesa y vi cómo toda su cara empezaba a arrugarse.

Oh, oh... Va a llorar.

- ¡NUNCA NADA ME SALE BIEN! - Gritó con fuerza y tuve que taparme los oídos ante sus llantos y sollozos que dejarían sordo a cualquiera. Su rostro seguía arrugándose y cada vez se tornaba más y más rojo, sin contar el hecho de que sus lágrimas iban a inundar el edificio y yo tendría que limpiarlo después. Caminé hasta ella y la tomé de los hombros para dirigirla al sillón. Quería que se tranquilizara y me contara qué era lo que sucedía. Sin mencionar que quería que se callara de una vez, y había pensado seriamente en meter una servilleta en su boca si seguía gritando de esa manera.

- Tranquila soo, tranquila. - Ambas nos sentamos en el sofá y ella siguió llorando a todo pulmón sobre mi pecho. Acaricié su brazo intentando calmarla. Ella enloqueciendo por quién sabe qué y yo convirtiéndome en vampiro, genial.

- ¿Quieres contarme qué te pasa? - Dije cuando sus llantos pararon un poco y nada más escuchaba su respiración irregular por tantos sollozos. Ella asintió con la cabeza y se limpió la cara con mi remera.

Linda.

- Estoy cansada de que todo lo que me propongo sea un fracaso. - Sentí que volvía a llorar así que la sacudí intentando animarla.

- ¿Es una de esas crisis adolescentes que yo siempre sufro y tú insistes en que exagero? ¿O es otra cosa? - Ella volvió a llorar.

No sirvo para esto.

- ¿En serio soy tan mala todo el tiempo? - Me quedé callada unos segundos analizando si estaría bien decirle o no. - ¡OH POR DIOS, SOY UN MONSTRUO HASTA CON MI MEJOR AMIGA! - Ella volvió a llorar como antes y confirmé con todo lo que tenía de mi cerebro que era una idiota.

 

 

 

- No soo, escucha. - Ella siguió llorando y yo la hice mirarme a los ojos. - No eres un monstruo, ¿de acuerdo? Eres una persona excepcional. Si fueras un monstruo, no serías mi mejor amiga... ¿Esto es lo que te pasa? ¿En serio? Quiero la verdad. – Ella se secó las lágrimas con sus manos y sorbió sus mocos mientras se sentaba derecha en el sofá.

- Hay otra cosa... - Ella miró al suelo con sus ojos rojos y su maquillaje corrido. - ¿Qué sucede? - La vi dudar unos segundos, mientras su cara volvía a arrugarse. - Si no me lo dices, no podré ayudarte. - Ella tomó un almohadón y lo puso en su cara. La escuché murmurar algo que no entendí. - Habla claro Sooyoung choi, no entiendo una mierda. - Ella descubrió su cara y juntó sus cejas mientras seguía llorando.

- ¡Que siwon me dijo que me ama!

Oh. Mi. Dios.

- ¡OH DIOS! ¡OH DIOS! ¡OH DIOS! ESTOY HIPERVENTILANDO. - Mi sonrisa era épica y no entendía por qué Tris seguía llorando como María Magdalena. - ¿Y cómo te lo dijo? ¿Qué le contestaste? ¿Por qué lloras por esto? ¡POR FIN LO DIJO, MALDITA SEA! - Definitivamente estaba más contenta que soo, que ahora lloraba en mis piernas.

- ¡No estés feliz! ¡No estoy feliz! Esto es una mierda. - Siguió llorando.

- ¿No estás feliz? ¿Es que acaso tú no lo amas también? - ¿Alguien había cambiado de canal y ahora yo estaba en otra sintonía? ¿De qué me había perdido?

- Claro que lo amo. - Sonreí como nunca en mi vida. - Pero no quiero hacerlo. No es justo para él. - Junté mis cejas.

- ¿De qué mierda estás hablando soo? - Acaricié su cabello mientras sentía sus lágrimas mojar mis jeans.

- No lo merezco, fany. No merezco ni la mitad de lo que es siwon.

¿Está chica se había drogado?

- ¿Cómo que no lo mereces? ¿Qué tomaste soo? - Pregunté.

- ¡Es que él es tan perfecto y bueno! Y a veces me dan ganas de golpearlo. – Golpeó mi pierna y tuve que aguantarme como pude para no gritar. - Si tan sólo tuviera un maldito defecto, una sola imperfección, no pido mucho Dios, sólo, no lo sé, celos descontrolados, que sea gritón, mal aliento por las mañanas, LO QUE SEA. ¿Es por qué robé ese dinero? ¡Dímelo! Soo  no entendía que Dios no era mi pierna, y que mi piel formaba moretones con facilidad.

- ¿Podemos hablarlo y no recurrir a la violencia? Mi pierna estaría agradecida. -

Ella se volvió a sentar derecha y se tapó con nuestra famosa manta. - ¿Puedes contármelo todo?

- siwon me llamó y me dijo que quería salir conmigo porque algo muy importante había pasado. Primero me imaginé que Key vendría por un tiempo, pero después pensé que tal vez quería cortar conmigo, así que me fui súper preocupada. Él me llevó a un hermoso restaurante y se quedó callado en toda la comida y luego caminamos por un hermoso parque. Él me prestó su chaqueta cuando le dije que tenía frío y me abrazó para darme calor. – soo  sonrió entre lágrimas. - Me dijo que tenía algo muy importante que decirme y se veía tan lindo nervioso y temblando que no pude evitar pensar que iba a pasar algo malo. Y pasó. Porque me dijo que me amaba. - Ella rompió en llanto otra vez. - ¡Y yo no pude decirle que también lo amo! - La abracé con fuerza esperando a que se tranquilizara.

- ¿Por qué no se lo dijiste soo? - Pregunté mientras nos separábamos y ella sorbía

sus mocos otra vez.

- Porque estaba en shock. Y porque él no merece que yo arruine su vida fany, es demasiado bueno como para tener que estar llevándome a mí como una carga.

- ¿Por qué dices eso? - Sentí cómo un enorme peso bajaba de mi pecho a mí estómago y me provocaba náuseas y problemas respiratorios al mismo tiempo.

- Porque soy una mentirosa. Una asquerosa mentirosa. Y siwon  se merece a alguien que no le mienta, que sea igual o más perfecto que él, aunque no creo que haya una persona más perfecta que siwon. No se merece tener a una mentirosa a su lado.

- Tú no eres una mentirosa soo...

- ¿A qué soo le hablas? ¿A Choi o Hwang ? O tal vez le hablas a la chica que en realidad ni siquiera sabe su nombre porque sus padres la abandonaron, la cual tiene un novio que le dijo que la amaba aunque no sabe quién es ella en realidad. – Ahora entendía por dónde iba todo esto. La abracé mientras volvía a llorar en mi pecho, ahora un poco más tranquila por haberse desahogado.

- Mira, tú no le mientes a siwon porque quieres. ¿Qué haría él si se enterara? Tal vez iría al orfanato a matar al idiota del jefe, y tú lo sabes. Yo sé que él entendería lo que nos pasó, pero eso significa que si alguna vez nos encuentran, podrían dañarlo a él también por saber la verdad soo. - Tragué saliva mientras pensaba en taeyeo . -

siwon y tú se merecen mutuamente, y él te quiere por ser como eres, no porque te llamas soo Choi o soo Hwang o soo  quién sabe qué mierda. siwon te ama linda, él mismo te lo dijo, y lo has enamorado siendo tú, y no nadie más. Que te entre en la cabeza soo, él está locamente enamorado de tu ser y no de tu nombre.

- Pero...

- Pero nada. La historia no describe a la persona. ¿Cuándo vas a decirle que lo amas? - Ella se puso derecha de repente.

- Yo... No había pensado en eso. - Negué con la cabeza. - Él me dijo que no hacía falta que yo sintiera lo mismo, que nada más quería contarme qué era lo que le sucedía, y que si yo no sentía lo mismo, él esperaría a que estuviera enamorada.

¿No ves que es perfecto? - Me alegré al ver la sonrisa de soo. - Y luego me dijo que quería que nuestras familias se conocieran y oh Dios, me parece que estaba en demasiado shock para darme cuenta de lo que estaba hablando hasta ahora, ¿qué vamos a hacer fany?

- Descuida, yo me ocupo de eso luego, ¿de acuerdo? Ahora ve al baño y lávate la cara mientras preparo algo para comer. De verdad no pienso comer carne. - Me paré del sillón, pero soo  me detuvo tomándome de la mano.

- Espera. ¿No vas a decirme nada sobre la chica? - Junté mis cejas.

- ¿Chica? ¿Qué chica?

- Tú chica. ¿Acaso piensas que soy idiota? El otro día el labial corrido, hoy el chupón en el cuello...

Maldición. Sabía que tenía que cubrirlo más.

- ¿Vas a contarme o no? ¿Estás con élla? - Mordí mi labio.

- Ya no. O al menos eso creo.

- ¿Eso crees? ¿Qué pasó? - Negué con mi cabeza, dudando en qué decirle.

- Élla es diferente... Y no creo que pueda soportarlo. - Ella se paró y comenzó a caminar al baño.

- Recuerda que tú también eres diferente. Y que lo diferente es especial. – Tragué saliva.

Soo  no tenía ni idea de lo que estaba diciendo.

 

(...)

 

Suspiré otra vez, y ésta vez ya había perdido la cuenta, lo cual me irritaba como cien millones de veces más y me hacía suspirar el triple. Era una mierda tener mi maldito cerebro que no dejaba de pensar ni una sola vez en mi vida. Era como una máquina que vivía para torturarme, constantemente. Definitivamente, no prefería ser una de esas chicas que se preocupaban nada más por su cabello, sus uñas, la ropa, el dinero, los chicos, las chicas, lo que sea. Pero de vez en cuando, sería genial poder dejar de pensar en todo, dejar de preocuparme de cosas estúpidas o hasta de problemas que no tenían nada que ver conmigo, y sin embargo me torturaban por las noches y no me dejaban dormir ni un poco.

Dejé el maldito libro que se suponía que tenía que distraerme y agarré mi celular para ver la hora.

¿Por qué son las tres de la mañana de un sábado y no puedo dormir por miedo a tener pesadillas? Sin contar que mi cerebro es una mierda.

Suspiré una vez más y me prometí a mí misma que sería la última vez. Obviamente, no iba a cumplir esa promesa, pero intentaba pensar en otra cosa, y si para lograr eso tenía que contener a mi propia yo, entonces lo haría.

Miré al techo, porque al parecer era lo más divertido que podía hacer.

¿Es que acaso mi imaginación y mi creatividad habían desaparecido debajo de todos mis pensamientos?

Gruñí con desagrado y me levanté de mi cama para encontrar algo interesante que hacer. No quería despertar a soo, la verdad. Había comido llorando, habíamos seguido hablando mientras lloraba, y se había dormido llorando. No sé cómo no se deshidrató, o se secó como una pasa. Aunque estaba feliz de que me contara sus cosas y de que habíamos podido llegar a un acuerdo con respecto a lo que sucedía con siwon. Ella me prometió que no le diría nada por ahora, y yo le prometí que en cuento pudiéramos hablar con él, le explicaríamos todo con detalles, para que lo entienda y no se volviera loco. Volvió a preguntarme sobre mi chico, lo que me hizo sentir culpable porque aunque le decía la verdad, no estaba contándole toda la versión de mi historia.

Me había convertido en lo que más odiaba en este mundo. Una maldita hipócrita. Y tal vez, si fuera con gente que no me importara, no sería otra cosa que taladrara mi cabeza, pero le estaba pidiendo a soo, mi mejor amiga, mi hermana, que no rompiera nuestro juramento, cuando yo en realidad, ya lo había roto. Y con una chica que ni siquiera era mi novia como lo era siwon para ella. Ni siquiera con un chica que me amara, como siwon hacía con ella.

Y todo volvía a llevarme a taeyeon. Y no quería, porque de verdad tenía el maldito deseo de que élla saliera de mis pensamientos por lo menos una hora. Me preguntaba qué estaría haciendo, o si estaría enojada conmigo por irme así, o si tal vez estaba en un maldito prostíbulo sustituyéndome con una estúpida vampira que le diera lo que yo, explícitamente, no podía.

¿Estaba lloviendo? ¿Cómo era posible? El día de hoy había sido estupendo.

Supongo que seulgi seguía demasiado débil como para intentar controlar el clima. Me acerqué a la ventana porque el maldito ruido me estaba irritando. Cuando estaba cerrándola con mis manos, una estúpida piedra cayó en mi estúpido rostro. Tomé mi mejilla comprobando que no estaba sangrando.

La maldita roca casi me deja ciega, maldita sea.

- ¡Mierda! ¿Qué fue eso? -Me asomé por la ventana queriendo saber qué era lo que le pasaba al mundo que quería dejarme ciega. No sé cómo no me sorprendí al ver a Taeyeon  parada, observando hacia arriba a punto de tirar otra piedra. - ¿¡TE VOLVISTE LOCA!? - Grité susurrando, porque tenía vecinos, porque no quería despertar a soo y porque si no, élla no podría escucharme.

- Julieta Surge, esplendente sol, y mata a la envidiosa luna, lánguida y pálida de sentimiento porque t , su doncella, la has aventajado en hermosura No la sirvas, que es envidiosa! Su tocado de vestal es enfermizo y amarillento, y no son sino bufones los que lo usan, ¡Deséchalo! ¡Es mi vida, es mi amor el que aparece! – Gritó    con fuerza mientras abría sus brazos y sonreía.

¿Estaba citando a Shakespeare? Porque iba a bajar e iba a golpearlA con fuerza si estaba citando 'Romeo y Julieta'.

- ¿Cómo llegaste aquí, idiota? ¿Estás esperando que alguien piense que eres una ladróna y te mate?

- Con ligeras alas de amor franqueé estos muros, pues no hay cerca de piedra capaz de atajar el amor; y lo que el amor puede hacer, aquello el amor se atreve a intentar.

 

Por tanto, tus parientes no me importan. - Pues a mí sí me importaba que casi me deja ciega con una roca.

- Mis vecinos van a llamar a la policía. O peor, soo  se va a despertar y te cortará en pedacitos, no sólo por ser tú, sino porque la despertarás de su sueño de belleza. -

Dije con mis cejas alzadas.

- El manto de la noche me oculta a sus miradas; pero, si no me quieres, déjalos que me hallen aquí. ¡Es mejor que termine mi vida víctima de su odio, que se retrase mi muerte falto de tu amor! - Se había vuelto loca, pero se veía tan metida en el personaje, que quería reír.

- Bien, muérete allí abajo, no me importa. - Revoleé mis ojos al ver su mirada desentendida y metí mi cabeza dentro de mi habitación.

Maldita loca.

- ¿No te gustaba Romeo y Julieta? – taeyeon  asomó su cabeza y sus brazos en mi ventana, sosteniéndose para no caer mientras yo intentaba cerrarla, y si lo lastimaba, mejor.

Élla había dormido con as y me había mordido. No importaba que tan bonito fuera, élla había cometido varios errores y tenía que pagar por eso.

- Dos niños de catorce años que estaban cegados por el deseo y el o. Te apuesto a que Romeo no sabía ni el segundo nombre de Julieta. Ambos se suicidan al final por ser estúpidos. Demasiado exagerado para mí gusto. - Intenté cerrar la ventana pero élla la sostuvo con una mano.

- La historia no es así. - Replicó con sus cejas fruncidas. Me fijé en su rostro. Sus ojos rojos e irritados y su cabello revuelto.

¿Lo que estaba oliendo era alcohol?

- ¿Estuviste tomando? - Dije arrugando mi nariz, porque definitivamente élla había tomado.

- Tomé para ahogar mis penas. Porque mi Julieta ya no me quiere y está enojada conmigo.

- Búscate a otra estúpida que abra su ventana para ti. Debe haber un millón de Julietas allí afuera. Lo único... Intenta no dejar ciega a la próxima. - Intenté cerrar la ventana otra vez, pero élla lo impidió. - ¡Deja de hacer eso! - Le dije irritada.

- Si no me dejas entrar, juro que me suicidaré. - Paré de hacer fuerza y ls miré. – Me quedaré aquí afuera hasta que salga el sol y mi cuerpo se convierta en cenizas.

- Bien.

- Tendrás que escuchar mis gritos de agonía, no podrás dormir. - Respiré con fastidio y taeyeon  aprovechó ese momento de distracción para empujarme así élla podría entrar a mi habitación. Gruñí con fastidio e intenté empujarla para que cayera por la ventana y dejara de molestarme.

 

Tal vez, si tenía un poco de suerte, élla caería con tanta fuerza que no sobreviviría.

 

- ¡Sal de mi maldita habitación ahora! - Le grité, olvidándome que soo  todavía dormía en el cuarto de en frente. Al menos agradecía que fuera como un maldito oso en plena hibernación.

- ¿Salir? - Élla me miró como si estuviera loca. - No, no. taeyeon entrar. - Ya está, había colmado mi paciencia al cien.

- taeyeon salir de la habitación de Fany  si no querer que fany llame a la maldita policía para que la arresten. - Y estaba hablando en serio.

- taeyeon entrar a la habitación de Fany  y pedir disculpas. - Élla no podía mantenerse parado por mucho tiempo, estaba tambaleándose y Dios, sí que había tomado. – Lo siento. - Dijo tomando mis manos. Las quité al instante.

- Estás borracha. - ¿Un vampiro podía emborracharse? - Vuelve cuando estés en tus malditos cinco sentidos y tal vez lo piense. - Volví a empujarla hacia la ventana, pero élla se tambaleó y se giró tomándome de mis muñecas y haciendo que quedemos  cerca. De ese cerca que podría convencerme de cualquier cosa porque élla era hermosa y siempre podía convencerme de lo que sea. Intenté alejarme.

- No estoy borracha. Admito que he tomado, pero sólo porque tú ya no me quieres.

- Dejé de tirar para salir de su agarre y la miré directamente a los ojos.

Parecían tan jodidamente tristes cuando decía eso. ¿Por qué parecían tan jodidamente tristes? Basta, maldición.

- Tú ya no me quieres.

- ¿Quién te dijo eso? - Pregunté esperando que alguien haya metido esa estúpida idea en su cabeza para que fuera mucho más fácil sacarla de allí.

- Tú. - Yo JAMÁS dije eso. - Tus ojos, ayer cuando te fuiste. Ellos me dijeron que ya no me querías. Y qué hay de mí, si no creyera a tus ojos que hablan con la verdad, que hay de mí si ellos mismos se atrevieran a mentirme.

Dios por favor dime que eso no lo inventó. Dime que lo sacó de algún extraño libro y que yo no recuerdo de dónde es. Dime que Shakespeare escribió esas líneas, porque tendré que besarla si fuera de otra manera.

- ¿Shakespeare?

- Yo.

Maldición.

 

Golpeé su pecho con mi cabeza repetidas veces mientras élla rodeaba mi cuerpo con sus brazos, abrazándome.

 

- No es justo. - Le dije en un susurro mientras tapaba mi cara con mis manos.

- ¿Qué no es justo? - Me preguntó intentando que lo mirara a los ojos. Pero claramente eso no iba a pasar.

- No es justo que te aparezcas en mi ventana lanzando piedras y citando a Shakespeare, y luego entres en mi habitación y me digas éstas cosas que no sé cómo me hacen sentir. No es justo que vengas a pedirme perdón estando borracha, taeyeon.

- La miré. Me alejé de élla con lentitud y élla no me detuvo. Lo que hubiera dado porque me detuviera y enrollara sus brazos alrededor de mí una vez más.

- Es la única manera que tengo para no sentirme una idiota cuando digo éste tipo de cosas fany. ¿Cuántas veces por día ves a un chica citando a Shakespeare? Porque si hubo más de una debajo de tu ventana, me veré obligada a matarla por intentar quitarme el papel de Romeo. - Intenté no sonreír.

- Por ahora no hubo ninguna, así que puedes estar tranquila Romeo. - Élla me miró mal.

- ¿Por ahora? No, nunca. Prométeme que nadie hará eso jamás. Que vas a revolearle lo que sea para que se vaya. Prométeme que nunca me vas a reemplazar y que seré la única. - Reí.

- ¿Cuánto tomaste taeyeon? - Élla seguía mirándome con su ceño fruncido. - Está bien, te lo prometo. – taeyeon  se tambaleó en su lugar mientras reía.

- Hay una más además de ti, podríamos hacer un trío. - Lo tomé de los hombros para que no se cayera.

 

- Ya, de repente todo el alcohol se te subió al cerebro. – La senté en mi cama porque élla pesaba jodidamente mucho a pesar de ser mas baja que yo . Más de lo que pensaba. Por supuesto que no,

- Voy a llamar a seulgi  para que alguna de las chicas te venga a  buscar. - Élla se acostó en mi cama y me detuvo cuando intenté tomar mi teléfono de mi mesa de luz.

- ¿No puedo quedarme aquí? - Pestañeé algo confundida mientras élla hacía un pequeño puchero con sus labios y acomodaba su cabeza en mi almohada. – Prometo que no voy a tocarte si no quieres. Es más, puedes esperar a que me duerma y luego acostarte junto a mí para estar segura de que no voy a tocarte. - Volví a pestañear sin entender cómo podía ser tan linda. - Por favor fany, no quiero que me tengas miedo. - Élla tiró de mi brazo haciendo que mi cara se acercara a la suya. - No quiero que me tengas miedo. - Repitió como si me lo estuviera rogando. - Quiero que me quieras, como yo te quiero a ti. - Sus ojos estaban cerrados mientras acercaba su boca a mi nariz y plantaba un pequeño beso. Estaba demasiado estupefacta como para entender qué era lo que estaba pasando. Simplemente me senté en el piso y apoyé mi cara en la cama, mientras taeyeon  tomaba mi brazo y lo enrollaba alrededor de su cara, como si se tratara de una almohada. - ¿Puedes poner música? - dijo con su voz ida.

 

- ¿Música? - le pregunté sorprendida.

 

- Sí, música. Me gustaron los discos que me regalaste, sobre todo los Beatles. - Asentí con una sonrisa que ni siquiera sabía que tenía en la cara y tomé mi celular para poner a los Beatles porque a taeyeon le gustaban. 'Yesterday' comenzó a sonar y bajé el volumen porque no quería despertar a soo  y porque quería lograr que taeyeon durmiera. - Quisiera que esto nunca acabara. - Con mi otra mano dudé en si debía acariciarla o no, porque quería, pero mi cerebro y mi cuerpo se rehusaban. La escuché suspirar con tranquilidad y juro por mi vida, que jamás, JAMÁS, taeyeon kim  me había parecido tan hermosa como cuando estaba dormido.

- Yo también... - No sabía si podía escucharme, si seguía dormida o si estaba consciente. No me importaba tampoco. Apoyé mi cabeza sobre la cama y la miré dormir con tranquilidad.

 

(...)

 

Oh maldita sea, mi cuello. ¿Dormí sobre de una roca? No, probablemente hubiese dormido mucho más cómoda sobre una roca.

Gruñí antes de abrir los ojos y sobé mi cuello para intentar calmar el dolor. Tuve que refregar con fuerza mis ojos para creer lo que estaba viendo, porque de  verdad pensé que ayer había soñado todo lo que pasó, en serio.

la perfecta taeyeon kim  y su hermosa cara adormilada eran las excusas ideales para comenzar un domingo lleno de tarea y mejores amigas chillonas, de buen humor. Su rostro era, sin lugar a dudas, la cosa más hermosa que había visto jamás.

Pero dormida... Superaba todas mis expectativas de la palabra 'perfección'.

Ojalá se quedara así para siempre sin decir una sola palabra, sin abrir la boca, sin ser un vampiro, sin morder a las personas cuando menos se lo esperan, sin cagarla cada vez que dice algo. Ojalá élla fuera normal.

Me golpeé mentalmente por lo que estaba diciendo y desperté a mi cerebro de una sacudida. A mí, me gustaba taeyeon como era, y no cambiaría ni una sola cosa de élla.

¿A veces me irritaban algunas de sus actitudes? Sí, pero a todo el mundo le irritan cosas de los demás. Obviamente yo irrito a todo el mundo, así que quejarme de taeyeon  era ser una hipócrita cien veces más.

Con cuidado, e intentando no despertarla, saqué mi brazo el cual estaba dormida porque élla lo había utilizado como almohada, un gesto que me derritió por completo. Agité con fuerza mi mano intentando despertarla mientras élla seguía durmiendo. Con  su cabello desarreglado y rebelde, y sus labios entre abiertos que me estaban haciendo doler el alma. No veía la hora para que abriera sus hermosos párpados y que dejara al descubierto sus ojos negros y somnolientos. Eso sí sería la perfección, y yo, ya estaría oficialmente muerta. Ya me había hecho suspirar de tan sólo imaginármelo.

 

Me quedé mirándola dormir al menos unos veinte minutos que parecieron tan sólo segundos. Luego, cuando decidí que ya parecía una estúpida acosadora y me asusté de que pudiera sentir mi mirada y se despertara, me paré y caminé al baño a buscar una aspirina, porque imaginé que cuando despertara, querría golpear su cabeza con un martillo. Definitivamente ayer había tomado mucho. Después, caminé a la cocina y serví un vaso de agua. Antes de volver a mi habitación, comprobé que soo seguía durmiendo como un tronco. Los dejé en mi mesita de luz y me quedé mirándola dos minutos más. Hasta que mi teléfono comenzó a sonar con fuerza y maldición que no sabía en donde estaba. Corrí por toda mi habitación buscándolo por donde sea, pero no aparecía. Y tampoco quería perder la llamada, porque tal vez era algo importante, no lo sé estaba desesperada.

Ayer por la noche... Apagué la música para que taeyeon  pudiera dormir como un ángel y después... ¿lo dejé en...?

Me apresuré a chequear la cama con mi vista porque no quería despertarla y me sorprendí cuando vi mi hermoso teléfono en el trasero de taeyeon.

Dos preguntas rondaban por mi cabeza. Una no la voy a decir, porque tampoco quería contestarla. Y la otra era: ¿cómo mierda había llegado mi teléfono hasta allí? Bueno, todos tenemos que hacer sacrificios de vez en cuando.

- ¿Hola? - contesté después de haber pasado el mejor momento de mi vida. Sí chicas, era durito y redondo. Jodidamente hermoso, y esperaba que fuera mío para siempre.

- ¿fany? - reconocí la voz de seulgi al instante. - Tenía un mensaje tuyo que decía que te llame en cuanto me sintiera mejor. Y ya me siento mejor, así que... – Sonreí porque me lo imaginé haciendo las tareas de la escuela mientras hablaba conmigo por teléfono e intentaba quitar el suero que, supuse, todavía tenía conectado a su brazo.

- Oh, hola seulgi, ¿cómo estás? - susurré para no despertar a taeyeon  y salí de la habitación, apoyándome en la puerta de mi cuarto.

- Bien, ¿por qué estamos susurrando? - reí, ahora con tono normal.

- Por nada. Y dime, ¿qué es de tu vida, pequeño suero humano? - lo escuché gruñir a través de la línea.

- Ni lo menciones. bora puso una extraña alarma que suena cada vez que me muevo, o intento acomodármelo. Suena cada dos jodidos minutos y todos aparecen en mi habitación regañándome porque sólo me moví. - Reí al imaginarme la situación. - Sin contar con el hecho de que las chicas están haciendo guardia para cuidarme como si fuera un enfermo terminal o algo parecido. Todos están exagerando, como todos los meses. Y no sé por qué han puesto a yoona en el puestode hoy. Sus malditos ronquidos no me dejan estudiar en paz.

 

- Mira, tal vez todos están exagerando, pero es porque quieren verte bien y quieren que te mejores de una vez por todas. Tal vez si no hubieses esperado a casi morir,

 

Bora jaejoong  no estarían tan preocupados. Y por cierto, gracias por avisarme de tu casi funeral, lo aprecio. – seulgi  rió. - seulgi, ¿puedo hacerte una pregunta? - si no se lo preguntaba a élla, ¿a quién se supone que se lo preguntaría?

- ¿Qué pasa? - aclaré mi garganta intentando parecer casual.

- Nada en especial, solamente quería saber algo sobre yoona.

- ¿Algo sobre yoo...? - Lo corté antes de que pudiera hablar. No sabía si élla estaba cerca o no, y no iba a arriesgarme a averiguarlo cuando su nombre saliera de sus labios y élla lo escuchara con su súper oído.

- Sí, sobre élla... ¿Alguna vez ha hablado de su familia? Bueno, en principal, ¿alguna vez ha hablado? - Escuché el silencio detrás de la línea y pensé que tal vez se había cortado. Seulgi  habló antes de que comenzara a gritar como una histérica por éste teléfono de porquería.

- Sí, bueno, élla siempre habla con nosotros. - Alcé mis cejas sin poder creerle. – Es decir, lal más callada de las cinco, pero eso no significa que no hable. Opina con nosotras sobre cosas y se queja de muchas otras. Generalmente, lo que más se lo escucha decir son cosas como: "¡SUZY, WENDY! ¡VOY A MATARLAS!", y sus derivados. - Seguía estupefacta. - No es como cuando hay gente alrededor que élla no conoce. Ahí se cierra completamente y no dice una sola palabra. Nunca se ríe ni le causan gracia los chistes de las chicas y generalmente está enojada con el mundo, pero la queremos igual. ¿Por qué te interesa su familia y hasta yoona de repente? - me preguntó y reaccioné después de unos segundos.

- Es que es tan callada... Y quería saber si con ustedes es igual o si con su verdadera familia era igual. - Escuché a seulgi hacer un ruido de incomodidad al otro lado de la línea.

- Usualmente, no habla mucho de su familia. Creo que se lo contó a bora  después de unos quince años viviendo con nosotras sin decir ni una sola palabra. Y bora  nos lo contó a nosotros para que la integremos. Claro que cada uno a su manera, pero en fin, hacíamos lo que podíamos. - Élla suspiró. - Va a matarme si se entera que te lo conté, pero aquí va... - Sentí como si ambos estuviéramos acercándonos al teléfono para contener el secreto en secreto. - Élla mató a toda su familia cuando se convirtió. -

Me quedé completamente petrificada, sin habla y sentí hasta que el frío comenzaba a trepar por mi espalda. - Sus padres, y su hermana y su hermano, que eran más pequeños. A todos. - ¿La niña de la foto estaba muerta? ¿yoona la había matado?-

Lo que nos pasa es una jodida maldición fany, lo juro. No se parece en nada a un milagro ni un don, es una jodida mierda. Todo se torna negro y ya no distingues de la gente a la que amas y a la cual jamás dañarías. yoona no es la misma desde ese día, eso es obvio. - Negué con mi cabeza sin poder creer lo que estaba escuchando.

- Wow. - Se escapó de mis labios sin querer. - Entonces si un vampiro te muerde, no te conviertes en vampiro. - Eso también era una duda interna. Selgi  rió.

 

- No, claro que no. La única manera en que te puedes convertir en vampiro, es si alguno de ellos te da de su sangre. Como si fuera una transfusión, o algo parecido, ¿entiendes? - asentí con la cabeza sin darme cuenta que seulgi  no podía verme. – Si un vampiro te muerde, y sigues vivo, entonces te felicito, debes ser la persona del millón. - Y otra vez ese maldito frío recorriendo mi espalda.

- ¿Una de un millón? - pregunté horrorizada.

¿Yo era ese uno de un millón?

- Sí, ya sabes, la sed de sangre. Es jodidamente fuerte cuando eres un cazador y estás acostumbrado a beberla a diario. Es más fácil que alguno de nosotros te suelte, ya sabes, podemos controlarnos mucho mejor, pero aun así tienes que tener la jodida suerte de tu vida. O deberías saber demasiado mal. – seulgi  rompió en risas y yo reí forzadamente.

Ja-ja, qué chistoso.

- En fin, ¿cómo fue tu noche con taeyeon? - creo que estaba demasiado abrumada por toda la nueva información que acababa de recibir y no tuve el tiempo de reacción correcto como para inventar una mentira.

- ¿Cómo sabes? - dije antes de siquiera intentar mentir.

- Porque ayer no apareció por casa y definitivamente no durmió aquí, porque no está. Además de que tardaste en atender y de que comenzaste a susurrar hasta que cerraste la puerta de la habitación.

Genial, mi mejor amiga era Sherlock Holmes, que divertido.

- Te odio, ¿lo sabes? - élla rió.

- Soy demasiado linda como para que me odies. - Revoleé los ojos. - Ya, cuéntamelo todo, pero sin detalles sucios. Deja que taeyeon se encargue de eso cuando llegue a casa. - La cara de repugnancia que apareció en mi rostro, probablemente fue épica.

- Lo más sucio que pudo haber pasado ayer, fue él besando la punta de mi nariz, asqueroso. - Dije con asco.

- Mentira... ¿Élla fue a tu casa y ni siquiera te besó como es debido? Esa chica necesita una seria charla con Suzy o wendy, con rapidez. -Reí.

- Apareció en mi ventana completamente borracha, recitando a Shakespeare enRomeo y Julieta, no sabía si tenía que revolearle una maceta o si derretirme como una estúpida profesional.

- Espera... ¿Dijiste borracha? - Junté mis cejas.

- Sí, borracha. - No entendía su risa. No entendía su risa para nada. - Ja, graciosísima.

- Lo siento, perdón. – seulgi  respiró intentando calmar su risa. No sabía por qué, pero

 

ya empezaba a irritarme y todavía no había dicho nada. - Los vampiros no pueden emborracharse fany, ¿estás segura de lo que estás diciendo?

¿QUÉ?

- ¿Cómo que no pueden emborracharse? Élla estaba borracha. Y no estoy loca. – Sentí a seulgi carraspear con la garganta. Me importaba una mierda que mi tono de voz la pusiera incómodo, taeyeon  había venido a mi casa borracha, élla misma lo había dicho.

- Bueno, a veces sentimos ese mareo y la inestabilidad que produce el alcohol en los humanos, cuando bebemos de sobre manera sangre humana. No creo que taeyeon haya bebido sangre, lo sabríamos. Pero si no... El alcohol no nos produce nada. No sé por qué, creo que tiene algo que ver con las células transformadas o la curación, en serio.

¿QUÉ?

- Ya lo hemos intentado, ¿sabes? No funciona, nunca. - No entendía su risa de nuevo. No la entendía. - ¿Estás segura que élla estaba borracha? - Apreté mi mandíbula.

- Ahora que lo dices, no estoy tan segura. Te llamo después seulgi. - Corté el teléfono con furia antes de que élla pudiera siquiera intentar arreglarlo con sus palabras. Caminé hasta mi habitación completamente enojada. Verla dormir ya no tenía el mismo efecto de hace cinco minutos.

Quería ahorcarla, con fuerza. Quería asfixiarla con una maldita almohada hasta que se quedara sin respiración, y luego bailaría sobre su cuerpo riéndome. la malnacida me había mentido. Me había mentido bien feo. E iba a matarla, juro que iba a matarla.

Arranqué la almohada que tenía bajo su cabeza en un intento de despertarla de manera brusca para poder tomar tan sólo un poco de venganza. Pero la idiota en cuestión, tenía el sueño pesado y siguió pareciendo un ángel diabólico mientras dormía.

Tenía este tremendo instinto asesino que no sabía de dónde había venido. Pero iba a matar a alguien, eso era seguro. Y ese alguien iba a ser taeyeon si no se despertaba en este segundo y me daba sus debidas explicaciones.

Tomé la almohada con fuerza y la estampé contra su maldita cabeza para que se despierte. Pero claro que no funciono, porque al parecer, los vampiros tienen el sueño jodidamente profundo. Volví a golpearlo repetidas veces porque quería despertarlo. Quería esas benditas explicaciones ahora mismo.

 

- ¡DES-PIER-TA-TE MALDITA-SEA!- Le grité mientras lo seguía golpeando. Sólo por un pequeño segundo, me preocupe porque tal vez, élla estaba muerto y yo estaba maltratando su cuerpo. Estaba dejando mis huellas, la evidencia. La policía me encontraría antes de que pueda poner un pie en estados unidos... Me despreocupé cuando vi que comenzaba a moverse e intentaba cubrir su rostro de mi ataque de almohadas. Hasta que en un momento se cansó y la quitó de mis manos haciendo que parara.

 

- ¿QUÉ TE PASA? ¿ACASO ASÍ SON LAS PIJAMADAS PARA TI? - ella no podía gritarme. No tenía el maldito derecho de gritarme.

 

- Me mentiste. - Frunció sus cejas como si no entendiera de lo que estaba hablando.

- ¿Borracha? ¿Cuánto creías que iba a durar tu mentirita, eh? – taeyeon  pareció comprender todo en un instante. - Sí, exacto, me mentiste. En todo. Y la verdad, me importaba muy poco si estaba borracha o no. Me importaba todo lo que había dicho. Porque élla probablemente había mentido con todo lo demás. Porque al parecer, taeyeon kim  ama mentir, ama mentir más que así misma. Y eso de que me quería y que deseaba que ese momento juntos jamás acabara, también era mentira. Todo había sido una mentira. Sus sentimientos, sus pensamientos, su actitud, el romanticismo. Lo único que no había sido una mentira, era mi maldita ilusión y las mariposas en mi estómago.

Las ganas de matarla habían aumentado.

- Quiero explicaciones. - Dije firmemente.

- No me vas a creer si te lo digo.

- Inténtalo.

- fany...

- ¡TE DIJE QUE LO INTENTES! - necesitaba calmarme.

- Es que creí que si estaba borracha  ibas a creerme. - No me gusta que sus ojos demuestren verdad, no me gusta que sean genuinos maldita sea.

- Pues es todo lo contrario, ahora sólo pienso que me mentiste todo este tiempo. -

me crucé de brazos y miré al suelo intentando no observar sus ojos porque iba a decir que sí a lo que sea que me propusieran. Era más fuerte que mi propia voluntad.

- ¿Los humanos no dicen que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad? -

Taeyeon  tomó mis brazos.

- Exacto; los humanos. - Élla revoleó los ojos y se paró, invadiendo mi burbuja de espacio personal. Peinó su cabello y tuve que tragarme las ganas de saltar sobre élla y romper sus labios en un beso. Restregó sus ojos y aclaró su garganta.

- fany... - Me dijo con esa voz de recién despierta. Esa voz entre dormida y ronca que me estaba a punto de llevar a un desmayo. Literal. - Estoy completamente arrepentida por lo que pasó el viernes. No quise hacerlo. No sé qué me pasó. No quería lastimarte y tampoco quería que pasara todo esto. - Suspiró y acarició mi mejilla con uno de sus dedos. Corrí mi cara tan solo un poco, pero élla no se rindió, y su dedo se quedó en mi cara haciendo pequeñas líneas que no llevaban a ningún  lado, ni tenían ninguna forma, pero que me hacían sentir más de lo que nunca había sentido en mi vida. Mordí mi labio para aguantar mis ganas de hacerle de todo. – No mentía, cuando dije que deseaba que ese momento nunca acabara. - Su cara se acercó más a la mía y ambas de sus manos mantuvieron mi rostro fijo. Y mis ojos no habían podido despegarse de los suyos ni por un maldito segundo. Odiaba tanto que tuviera éste efecto en mí. - No mentía, cuando dije que te quería. – Mi respiración se cortó y mis brazos cayeron a mis costados prácticamente muertos.

Abrí mis ojos con impresión y miedo y un millón de cosas que no podía descifrar en ese momento. Mi corazón estaba tan jodidamente acelerado, que hasta pensé que tenía un ataque de epilepsia o tal vez taquicardia. Taeyeon  sonrió. - Te quiero, fany. Más de lo que jamás me imaginé que te querría. - Mordí mi labio con fuerza y hasta sentí que comenzaba a sangrar.

- Te odio tanto... - Élla juntó sus cejas, sin dejar que esa sonrisa desapareciera. – Odio tanto que sepas comprarme con cualquier estupidez, taeyeon. Se supone que mujeres como yo no deben caer ante tontas vampiras como tú. Se supone que yo tengo que hacerte retorcer de sufrimiento por haberme hecho sufrir y desvelarme por las noches. - Solté el aire que estaba conteniendo. - Mis pensamientos sobre ti me quitan el sueño taeyeon ... Y me da miedo estar pensando en ti todo el tiempo. Me da miedo que termines siendo el idiota de todas las novelas y libros que he leído y me rompas el corazón. - Negó con la cabeza y lo interrumpí antes de que pudiera hablar. - Es demasiado cliché, lo sé... Pero no quiero que lo hagas. Y si lo haces, juro que te patearé el trasero tan jodidamente fuerte, que no podrás sentarte por más de dos días taeyeon, lo juro. - Su sonrisa me hizo sonreír.

- Prometo que jamás te romperé el corazón...- Reí.

- Y ahora, para hacerlo tan solo un poco más cliché, tú vas a besarme hasta que me falte el aire y me duela la cabeza por eso. – taeyeon  acercó mi cuerpo al suyo.

- Nadie dijo que los clichés fueran tan jodidamente malos. - Sus labios se estamparon con los míos e intenté no sonreír ante eso. Élla se alejó con su ceño fruncido. - Tu aliento es horrible por las mañanas. - Partí en risas mientras la golpeaba en el hombro.

- El tuyo es igual, cierra la boca. - Volví a besarla mientras élla seguía haciendo ruidos con su boca como si le desagradara lo que estaba haciendo. - Te odio. – Le dije con los ojos cerrados.

 

- Yo te odio a ti. – Élla subió las cejas y me abrazó por la cintura,

. - Tal vez 'te odio' sea nuestro 'siempre', tiffany. - Casi, CASI, grito de la emoción, pero élla me calló de un beso al ver mi cara de sorpresa. - Sí lo leí. Sí, lloré. No hagas una historia de esto. -

Volvió a besarme con fuerza mientras sonreía. Ya me estaba acostumbrando a sonreír cada vez que taeyeon me besaba. - Te odio. - Me separé de élla y mordí mi labio.

- Te odio. - Repetí con la sonrisa más grande que había tenido en mi vida. Y estaba tan segura de ello, que me aterraba. ¿Pero qué importaba? Si taeyeon me rompía el corazón, yo le rompía el trasero. Era lo justo.

 

Pero por alguna extraña razón, mientras élla me besaba y me hacía reír con sus ruidos desagradables y su aliento a búfalo, que al parecer tenía en las mañanas (el cual me encantaba, y no me quejaba de eso para nada), sentía como que taeyeon no rompería mi corazón. Sentía que élla era uno de las buenas. De esas que valen la pena.

 

¡ COMO ME ESTA GUSTANDO ESTE FIC!

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Comments

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dafnytae
#1
Chapter 57: Como vas con la segunda temporada? (>_<)
2597611 #2
Chapter 57: Yeahhh!! Porfin
Itaenylove
#3
Chapter 57: siiiiiii
por fin
Skyth06
#4
Chapter 57: Antes q nada feliz año, mis mejores deseos, y púes sii segunda temporada :3!!
mv007842 #5
Chapter 57: Hola que este año sea de mucho excito y que dios te bendiga y que bueno que ya vas a actualizar la segunda temporada de esta historia actualiza chau
rafayola
#6
Chapter 57: HOLAAA y un MUY felíz año te deseo lo mejor :D y pues claro a apoyarlas, en cuanto a la segunda temporada espero con ansias <3
Taeny16 #7
Chapter 56: No quería leer este capítulo :( pero lo leí porque soy una maldita masoquista
rafayola
#8
Chapter 56: No puedo con el último capítulo, me destrozó muchas gracias por la adaptación espero con ansias la segunda temporada
Taeny16 #9
Chapter 53: Este Fic es genial, me encanta, lo estaba leyendo antes pero la autora no lo actualizó más. Me encanta❤ Pero tengo miedo de leer el final :(