Capítulo 23:"- ¿Por qué no me dijiste que te ibas?"

taeyeon kim ( taeny, vampiros)

Cerré mi casillero y suspiré. Qué dura era mi vida. Estaba bastante confundida, pero al menos, no tanto como las noches del sábado y el viernes. Esas si habían sido un completo desastre.

Entonces Taeyeon y su familia eran vampiros y tenían poderes, pero no esos de volar, poderes raros, que no sabían de donde los sacaba. Siwon y Nik eran hombres lobo. No había hablado con ninguno de los dos así que ese tema no estaba aclarado, aunque no tenía ganas de aclararlo ahora también, ya tenía demasiado con el nudo en mi cabeza, prefería procesar esto primero y después hablar con alguno de ellos para aclarar todo. Además Taeyeon, ella me había mirado tan fijo y me había hecho sonrojar tanto que no le había preguntado sobre el ataque del bosque, el cual supuse que había sido un cazador, por lo que le había dicho a Siwon. Tampoco le había preguntado qué había sucedido con el chico que había muerto en el bosque la noche de la fiesta. Pero pensar en eso solo me daba más dolor de cabeza, así que metí todo en una carpeta mental y lo puse en un cajón que decía 'preguntar luego'.

Sooyoung había desaparecido buscando a Siwon porque hoy no nos había traído a la escuela, no recuerdo la excusa que le había dado. Pero sabía que todos íbamos a vernos porque biología era la primer clase del día. Y no sólo estarían Soo y Siwon, también iba a estar Taeyeon. De tan solo pensarlo me ponía muy nerviosa e incómoda, sin contar la inseguridad que sentía. No sabía si debía hablarle o hacer como las demás clases en que ella se hacía la desinteresada. No sabía si ella quería hablarme después de haberla obligado a saltar por la ventana. No sabía nada. Era tan estúpida que me ponía de los nervios y me daban ganas de tirar de mi cabello por la exasperación que sentía en esos momentos.

La campana me despertó haciendo que sacara mi espalda del casillero y caminara hasta el aula de biología.

¿Sería muy incómodo entrar y ver a Taeyeon allí? No Tiffany, no. Tú sabes de ella y ella sabe de ti. Compórtate como si nada hubiera pasado, ¿sí? Como si ella no hubiese estado a punto de besarte pero no pudo, porque la entrometida de tu amiga entró por la puerta.

Despejé las imágenes de sus labios acercándose a los míos. Y también de su perfecto rostro de bebe.

Seguí caminando a medida que notaba como los pasillos se iban vaciando de gente. No había ningún rastro de Soo o de Siwon, tampoco de Taeyeon, pero imaginaba que ella ya estaba dentro del aula, como siempre.

Doblé la esquina de un pasillo y divisé a la perfección la puerta de biología. Algunas personas entraban mientras hablaban y otras venían para amontonarse en la puerta.

Respiré profundo y me llené de valor para poder entrar a la maldita aula. Ni siquiera sabía por qué estaba tan nerviosa. Ni siquiera sabía si ella iba a estar allí.

Con mi ceño fruncido, me metí a la fila de chicos y chicas que me miraban como si fuera un extraterrestre mientras intentaba entrar al aula sin ser atacada por sus miradas.

Por supuesto que ella estaba allí y  por supuesto que estaba dibujando.

¿Habrá tenido otra visión? Ay por Dios Tiffany, ya estás hablando como si fueras una experta en el tema.

Caminé hasta nuestra mesa y me senté a su lado, sin querer interrumpirla.

- Hola. - Yo no era ninguna maleducada. Bueno, nunca me habían educado, pero sabía lo que era ser cortés, así que haberla saludado había sido mi mejor logro en el día.

Ella levantó su vista de su cuaderno, me miró, asintió con la cabeza y sus ojos volvieron a quedar fijos en sus dibujos.

¿En serio? ¿Esto era en serio? ¿O estaba bromeando?

No sabía por qué, pero de repente un calor había invadido todo mi cuerpo y tenía unas tremendas ganas de golpearla con todas mis fuerzas.

Saqué todo el aire que contenía por mi nariz haciendo un horrible sonido de búfalo que no había podido evitar, apreté mi mandíbula y abrí mi cuaderno.

Sentí su mirada sobre mí, pero ella me ignoraba, entonces yo iba a hacer exactamente lo mismo.

Subí mi mirada que podía matar a la persona que fijara sus ojos en mí y observé a los alumnos entrar por la puerta. No sabía cuántos éramos, pero no veía a Siwon ni a Soo por ningún lado.

Lo más probable es que estén en algún armario follando.

Quité esa horrorosa imagen de mi cabeza y presté atención al frente en donde se encontraba la secretaria que nos había atendido el primer día. Se dirigió a la clase muy brevemente, excusando al señor Young ya que no podría venir a la clase porque se encontraba enfermo, nos dio la hora libre y salió del aula. Por supuesto que todos comenzaron a gritar como locos, y sí, estaba algo feliz porque no había hecho la tarea de hoy. Todos salieron del aula corriendo como animales en la jungla. Claro, todos menos yo, que en cuanto vi a Taeyeon juntar sus cosas para salir, la tomé del brazo haciendo que se girara para verme.

- ¿Es la clase de Biología la que te vuelve tan fría? Dímelo ahora por favor, así dejo de intentar que me hables una vez en la vida. - La maldita sonrió.

Claro, porque ella sabe el efecto que eso tiene en ti. Como te pone toda idiota y olvidas todo lo que vas a decir. Como ahora.

- Estás enojada. - ¡NO ME DIGAS! Apreté más mi mandíbula y solté el mayor veneno que pude a través de mis ojos.

- No. - Dije lo más cortante que pude haciendo que ella sonriera todavía más.

- Estás MUY enojada. - Estúpida Taeyeon. - Todo tu cuerpo lo está diciendo. - Acercó su suave mano a mi cintura haciendo que los elefantes bailarines de break dance volvieran a mi estómago. - Todo tu peso está en tu cadera... - Pasó su mano por mi cadera haciendo que inmediatamente me pusiera derecha, porque bueno, no me gustaba que me toquetearan. - Tienes los brazos cruzados... - ¿Qué? Ni siquiera me había dado cuenta. Con sus manos desató mis brazos haciendo que cayeran sin vida a mis costados. - Y tu mandíbula esta apretada, haciendo que tus labios se metan para adentro. Me encanta cuando haces eso con tus labios. - Su mano subió a mi cara mientras hablaba, pasando por mi mandíbula hasta mis labios, tocando muy ligeramente mi boca. Corrí mi cara al instante.

Sí, sí, llámenme idiota, pero estaba cansada de la actitud de esta chica. Cuando estamos las dos solas es una persona normal y cuando estamos cerca de gente tiene complejo de autista.

- ¿Terminaste con el psicoanálisis? Porque tengo preguntas que hacerte. - Su sonrisa siguió intacta pero su mano cayó al instante a su costado.

-Hare lo que tú quieras.

Agh, la odio profundamente. Con toda mi alma. La odio, la odio, la odio, la odio. Odio que ella tenga este maldito efecto en mí.

- ¿Qué fue lo que pasó con el chico de la fiesta? - Directo al grano, así ella no podía dar vueltas en el asunto.

- Había mucha gente en la fiesta, por ejemplo la chica que te acoso, aunque me gusta pensar que tus ojos solo estaban en mí. A pesar de que hayas bailado con el idiota de Nichkhun. - Su brazo se apoyó en la mesa haciendo que uno de sus músculos resaltara a través de su piel. No era tanto, pero el simple hecho de que una mujer lo tuviera era increíble.

Madre santa.

- ¿Podrías por un segundo dejar de bromear y responder lo que te estoy preguntando? - Su sonrisa ya empezaba a sacarme de mis casillas y era un logro por el cual debería recibir un premio, porque no pasaba muy a menudo.

Mentira Tiffany, creo que eres la persona menos pacífica que conozco en toda mi existencia.

- Creo que ya te dije que no soy una mujer de bromas, todo lo que digo lo digo en serio.

Genial, lo que me faltaba.

- Pero está bien, voy a responder a todas tus interrogantes. Siempre y cuando yo pueda responderlas. - Creo que finalmente ambas nos estábamos entendiendo.

- Perfecto. Dime que sucedió con el chico que asesinaron en el bosque. - Mis brazos volvieron a cruzarse mientras ella se sentaba en una silla.

- No puedo decírtelo. - Mis dientes se apretaron involuntariamente.

¿Esto era una broma?

- ¿Y se puede saber por qué no puedes decírmelo? - Taeyeon, que tenía su vista en cualquier otro lado, dirigió sus ojos a mí.

- Porque no lo sé. –Ella se encogió de hombros.

- ¿Cómo que no lo sabes?

- No. Lo. Sé. ¿Quieres que te haga un dibujo?

Ah no. Por supuesto que no. Una silla iba a volar por los aires y clavarse en su cabeza asquerosa y podían llamarme 'culpable' si les parecía la palabra adecuada.

- No hace falta querida, lo comprendí la primera vez que lo dijiste. - Esto era inútil, hablar con ella era inútil. Era como si siempre que yo quería averiguar algo, ella hacía que las cosas se dieran vuelta de una retorcida manera para beneficiarla. Era una locura.

- No me gusta 'Querida' como apodo, dime de cualquier otra forma... A ti te voy a llamar... Mmhmm... Cerdito, cerdito me gusta. Hola mi cerdito, ¿cómo estuvo tu día hoy?

En serio. ¿Esta chica estaba bromeando? Porque lo había dicho demasiado seria, y teniendo en cuenta que ella no era 'una mujer de bromas', ya no sabía cómo tomar lo que me decía.

- Los apodos de parejas son estúpidos. Y creo que 'cerdito' es uno de los apodos más estúpidos que alguna vez he escuchado en mi vida entera. Y si tengo que ponerte un apodo, no sé por qué, pero la palabra 'estúpida' me viene a la cabeza. - Sonreí burlona mientras ella soltaba una carcajada, de esas risas divertidas que te hacían sonreír también.

- De acuerdo, sin apodos. Tiffany me encanta. Pero Fany es mucho más y. - Suspiré sonoramente, cansada de esta conversación haciendo que ella riera otra vez. - Creo que no me reía hacía más de un siglo Tiffany, me había olvidado de lo bien que se sentía. Supongo que tengo que agradecerte que me hayas devuelto la hermosa satisfacción de volver a sentir uno de los placeres más maravillosos de la vida.

Bueno, eso me había hecho sentir un poco mejor. Pero seguía enojada por la actitud que ella siempre tenía. Era linda, Taeyeon era linda y romántica a su manera.

- No tienes que agradecerme nada, simplemente me gustaría saber qué fue lo que pasó con ese chico, eso es todo. - Me fui por el lado menos autoritario para intentar conmoverla un poco, aunque no sabía si lo lograría, pero valía la pena intentarlo.

- En serio, que no sé qué le sucedió, pero sospecho que fue el cazador, la chica que apareció en el bosque. - Mi sangre se heló al escuchar la palabra 'cazador' que me hizo recordar automáticamente el desagradable episodio en el bosque.

- ¿Hablas de la misma chica que me atacó? - No sabía por qué, pero la sonrisa que ella había tenido antes había desaparecido completamente, para ser reemplazada por una mueca que demostraba lo no-muy-feliz que esos recuerdos la hacían.

- Sí, esa misma. - Creo que empezaba a entender un poco más el mecanismo bipolar de los sentimientos de Taeyeon. Cuando estaba enojada, disgustada o incluso fastidiada, se cerraba como una almeja y no hablaba. Y cuando estaba feliz, ella era... Ella era agradable y segura de sí misma y me daban ganas de matarla y besarla al mismo tiempo.

Acabas de admitir que tienes ganas de besarla Tiffany, esto no está yendo por el buen camino.

- ¿Y qué haremos entonces? No podemos permitirle que siga matando a personas así como así. - Ella desvío sus ojos de la mesa y me miró a mí por lo menos diez segundos que me parecieron una eternidad y luego sonrió con sus perfectos y blancos dientes que eran probablemente los únicos dientes que podían hacer que mi corazón latiera así de rápido.

Dios santo, tienes que aprender a calmarte, ella probablemente escucha los latidos de tu corazón.

- ¿'Haremos'? - asentí con la cabeza y mis ojos bien abiertos. Una suave risa se deslizó por su garganta. - Ningún 'Haremos' Tiffany. Hare. Tú no estás metida en todo esto. – Ella se paró y caminó hasta la puerta.

Tomando mi bolso con mis cosas dentro, corrí tras ella, porque definitivamente ella no iba a tener la última palabra. Nunca jamás Kim Taeyeon me iba a dejar con las palabras en la boca.

- Hey, ¡Espera! - Seguía corriendo tras ella. Por supuesto que no paró, pero disminuyó el ritmo de su paso para que pudiera alcanzarla. - ¿Cómo que no estoy metida en todo esto? Tú me metiste en todo esto. - Fruncí mi entrecejo mientras caminábamos.

- No, tú te metiste en esto sola. Tu curiosidad y tu terquedad, sin contar que no escuchas a las personas cuando te dicen las cosas, te metieron en todo esto. No me eches la culpa a mí. Ya te has metido demasiado Tiffany, déjalo aquí. - Su mirada seguía al frente y me ponía de los nervios, porque otra vez sentía que me ignoraba. Por lo menos, ésta vez no había gente alrededor así que no tenía excusas. Los pasillos estaban vacíos porque todos los alumnos estaban en sus clases, la estampida iba a aparecer en el cambio de hora, así que era mejor que hable con ella en este instante antes de que se cierre como una almeja otra vez.

- No puedo dejarlo aquí, porque esa loca sabe mi nombre, o al menos no creo que ella lo haya adivinado de la nada. ¿Qué tal si viene a buscarme otra vez? ¿Y si sabe dónde vivo? ¿Y si ataca a Sooyoung? - no había podido dormir por las noches ya que todas estas preguntas se presentaban ante mí. Y las respuestas que daba mi cabeza no eran para nada agradables.

Ella paró en su lugar al instante y me tomó del brazo haciéndome parar de repente y tirando de mí de tal manera que mis manos se estamparon contra sus pechos al igual que todo mi cuerpo.

Ay Dios, que hermosos y pequeños pechos tiene.

Un gemido involuntario salió de mis labios.

- Mira Tiffany, sólo voy a repetirlo una vez, así que escúchame bien... - Mi respiración agitada, mis ojos clavados en los suyos, su increíble cuerpo pegándose al mío, su olor a vainilla entrando en mi nariz, toda la perfección de su cara tan cerca de la mía y sus hermosos labios que se movían mientras hablaba. Todo eso me daba ganas de besarla hasta quedarme sin respiración, y ya no me importaba lo que dijera mi cerebro al respecto. - Yo, personalmente, no voy a dejar que nada te pase, nunca jamás. No es un trato, no te estoy mintiendo y no lo digo para que te quedes tranquila. Es una promesa, Tiffany. - Me había quedado sin respiración, aturdida y shockeada por su tremenda declaración.

Ella me dejó ir y recorrió lo que quedaba del pasillo para girar a la derecha. No tenía ni la más puta idea de lo que había pasado, pero Dios, mi corazón iba demasiado rápido.

 

(...)

 

No volví a verla en todo el día, por supuesto, biología era la única clase que compartíamos ambas pero sus palabras seguían corriendo a través de mi cabeza, como si ella estuviera diciéndomelo en este preciso instante. La campana del final de clases había sonado al menos hace unos diez minutos. Ya había visto a Soo, pero no a Siwon. Tampoco quería cruzármelo demasiado, todavía no sabía cuál sería su reacción o qué me contaría.

- ¡TIFFANY!

Yo conocía esa voz. Yo conocía esa voz perfectamente.

Cerré mis ojos y suspiré a través de mi nariz intentando calmarme.

No estaba preparada para esto. Necesitaba más tiempo.

Giré sobre mí misma para ver a un Nik sonriente y al mismo tiempo tímido. Sus ojos reflejaban tristeza y los míos también, porque no quería hacerle lo que pensaba hacer a continuación.

- Hola. - Dijo cuándo se acercó a mí. Quiso plantar un beso en mi mejilla pero me corrí al instante para que no lo hiciera. Ambos dirigimos nuestros ojos al piso, algo avergonzados. - Mira Tiffany... - lo interrumpí.

- Escucha Nik, sé que quieres explicármelo todo y que vas a decirme que esto no cambia nada y que podemos seguir siendo amigos y todo eso, pero sinceramente no estoy de humor en este momento para que quieras explicármelo todo.

- No, Tiffany, espera... - Volví a interrumpirlo.

- ¿Qué tal si me llamas mañana y me cuentas todo? O tal vez podemos arreglar para salir a tomar un café y tú me cuentas lo que quieras.

- Fany, déjame... - Volví a interrumpirlo.

- Perdón Nik, pero de verdad tengo que irme. Nos vemos luego. - No le di un beso en la mejilla, pero intenté trasmitir el mayor amor que pude a través de mis ojos. Y luego me fui.

Caminé por el estacionamiento buscando a Sooyoung y a Siwon ya que él nos llevaría esta vez. No pude encontrarlos hasta que todos los autos del estacionamiento se habían ido. No sé cuánto tiempo pasó, pero en cuanto divisé el auto de Siwon caminé hasta él, podía ver la silueta de Soo dentro del auto y el cuerpo de Siwon en contra de la puerta del conductor buscando algo con la mirada. A mí, supuse.

- Hola Tiffany. - Dijo Siwon en cuanto llegué a su lado. Me quedé quieta porque sabía que tenía algo que decir, sólo esperaba el momento adecuado para interrumpirlo e ignorar lo que tuviera que decir, al igual que con Nichkhun. - Creo que necesitamos hablar de... - lo interrumpí.

Como amaba interrumpir a las personas.

- Mira Siwon, ya se lo dije a Nik, no es necesario que... - él levanto la mano con el ceño fruncido haciéndome parar.

¿Qué? No vale, este era MI juego.

- ¿Nik? ¿Cuándo hablaste con él? - fruncí mi cejo al ver el suyo fruncido.

- Hace media hora tal vez, no sé, el estacionamiento es muy grande, no podía encontrar el auto. - Él miró su reloj.

- Es imposible, Nik tiene que tomar un avión en veinte minutos, no llegaría...

- Espera, ¿qué? ¿Avión?

¿Qué? Mmm, esto no tenía buena pinta.

- Sí, avión. Se va a estudiar a londres, su escuela le ofreció un intercambio, no va a volver hasta el año que viene.

- Espera, ¿qué? - No sabía por qué tenía un nudo en la garganta y en el estómago, pero no me gustaba para nada, era desagradable y quería que se fuera de inmediato.

- Él se fue Fany, no va a volver. - Esas palabras me chocaron, y demasiado. Sentí las lágrimas en mis ojos y no sabía por qué. No quería que nadie me viera llorar y no podía hacer que las lágrimas volvieran adentro, era una tortura. Así qué di media vuelta y corrí. No sabía a dónde o por cuánto tiempo correría, pero lo hice. Lejos, muy lejos. Corría mientras escuchaba los gritos de Siwon para que parara. Pero no lo hice. Tenía una guerra de sentimientos dentro de mí que necesitaba resolver, sola.

 

(...)

 

Me senté en el banco mientras las pocas personas que pasaban por esa pequeña plaza veían a la patética chica que intentaba secar sus lágrimas de sus mejillas y respiraba como una morsa resfriada. Dejé mi bolso a mi lado y subí mis piernas al pequeño banco en posición de yoga para intentar respirar mejor. Claro que no funciono y eso sólo hizo que rompiera más en llanto recordando lo estúpida que había sido.

Tenía una guerra de sentimientos dentro de mí que me estaba volviendo loca. Me sentía estúpida, triste, frustrada, enojada y más que nada frustrada. Muy frustrada. Y enojada conmigo misma porque no había dejado hablar a Nik y ahora perdería a uno de los pocos amigos que tenía en este pueblo y no quería porque no quería y punto. Tomé el teléfono de mi bolso y busqué entre mis contactos a la única persona con la que quería hablar en este momento. Sentí un tono, dos tonos, tres tonos...

- ¿Hola? - su voz me llegó a través del auricular haciendo que más lágrimas cayeran por mis mejillas.

- ¿Por qué no me dijiste que te ibas? - Solté mientras retenía un sollozo.

- ¿Tiffany? ¿Estas llorando? - Su voz demostraba lo confundido y preocupado que estaba por mí, lo cual sólo hizo que otro sollozo viniera a mi garganta.

- No estoy llorando. - Sabía que él sabía que yo estaba llorando, pero no iba a admitirlo ni aunque lo tuviera en frente de mí. - ¿Dónde estás?

- En el avión, ¿dónde estás tú? - Odiaba que aunque lo había tratado así de mal, él de todas maneras seguía siendo tan dulce.

- En una plaza, creo. ¿Puedes hablar por teléfono en el avión? ¿Sabías que el pueblo tenía una plaza? - sentí su risa llegar a través del auricular.

- Supongo que sí, porque lo estoy haciendo. Y sí, tenía planeado llevarte a la plaza para nuestra próxima cita. - Solté un 'aww' ahogado por un sollozo que hizo que mis lágrimas cayeran más rápido. Una señora que pasaba con su hijo me miró, y caminó más rápido, como si yo fuera una especie de fantasma.

Pues no. Era una chica estúpida llorando en el banco de una plaza porque uno de sus amigos se iba a londres y ni siquiera había podido despedirse porque era una idiota que 'necesitaba su tiempo'.

- Yo hubiera aceptado. Y te hubiera pedido que fuéramos a comprar algodón de azúcar y te hubiese quitado el tuyo cuando el mío se hubiera terminado y tú me lo darías, porque eres un caballero y porque sabrías que amo el algodón de azúcar. - Más lágrimas cayeron mientras intentaba reprimir mis sollozos haciendo un pequeño puchero con mis labios. Nik volvió a reír. - ¿El avión ya despegó?

- No. Estamos esperando todavía, pero no creo que tarde mucho en irme. - Ambos nos quedamos callados por unos momentos mientras que yo intentaba que él no escuchara mis sollozos mordiéndome los labios.

- No quiero que te vayas. - Solté por fin escuchando el suspiro de Nik al otro lado de la línea. Sequé mis lágrimas.

- Yo tampoco quiero irme, si tan sólo te hubiese conocido antes... - Otro suspiro se escapó de sus labios interrumpiéndolo. - Este viaje estaba planeado hace mucho tiempo Fany, tengo que ir. Pero te prometo que no vas a salvarte de mí tan fácil. Vamos a volver a vernos.

- No hagas promesas que no sabes si podrás cumplir.

- Pero esas son las mejores.

- No vale que cites líneas del sorprendente hombre araña, sabes que amo a Andrew Garfield. - Él se echó a reír fuertemente haciendo que una sonrisa se formara en mis labios.

Al menos había dejado de llorar y la gente ya no me veía tan raro.

- Como tú quieras. Pero cuando vuelva, tienes que prometerme que saldrás conmigo, y no como amigos. - Reí un poco ante su notable tono ertido.

- Está bien Nik, pero tienes que prometerme que vas a volver.

- Lo prometo, ¿tú lo prometes?

- Lo prometo.

- Y también tienes que prometerme que no vas a cambiarme por ninguna zorra francesa, porque si llego a enterarme de que lo hiciste, iré caminando hasta londres y arrastraré tu culo hasta aquí a patadas. - Él siguió riendo.

- Tu también prométeme que no dejarás que esa chica Kim rompa tu hermoso y gran corazón, tú eres mucha mujer para  ella Fany.

- Bien. - Omití esa oración porque obviamente no pasaría y luego ambos nos quedamos callados, no queriendo terminar esa llamada. No queriendo que él se vaya. No queriendo que otra persona abandonara mi vida otra vez.

- Nos vemos, Tiffany. - Podía sentir la sonrisa en sus labios y recordar la manera en que sonreía hizo que una última lágrima cayera de mis ojos hasta mi mejilla. La limpié.

Iba a extrañarlo. Y mucho.

- Nos vemos, Nik. - Me quedé unos segundos con el teléfono en la oreja escuchando sus últimas respiraciones, las últimas que oiría en un largo tiempo. Y luego los tonos que indicaban que la llamada había terminado.

Nunca pensé que podría estar tan triste por un chico que había conocido hace sólo unas semanas.

Limpie mis lágrimas una vez más, tomé mi bolso, intenté acomodar lo más que pude mi maquillaje y luego me paré para caminar a casa. Sola. Triste. Y extrañando a Nik, que ni siquiera se había ido, pero que ya estaba necesitando.

           

Capítulo 24: "- ¿No te enseñaron que no debes tocar las cosas ajenas, muñeca?"

Era vienes otra vez, y la maldita semana se me había pasado tan lenta. Todo había sido un horror. Desde la partida de Nik, hasta Sooyoung diciéndome que dejara de ser melodramática porque él volvería, luego yo gritándole que era una estúpida para luego correr hasta mi habitación y cerrar de un fuerte portazo para expresar mi absoluto enojo hacia su persona. Y ni contar que Taeyeon seguía haciéndose como si yo no existiera en la escuela, ignorándome cada vez que ambas nos cruzábamos en el pasillo, porque claro, ella era demasiado popular y misteriosa y perfecta como para hablar conmigo y que alguien la vea. Porque yo era estúpida.

Lo único bueno, habían sido los mensajes que Nick me enviaba desde londres, diciéndome que allí todos eran bastante distantes y fríos, sin contar con las inglesas, que eran bastante putas para estar en un internado católico. Claro que cuando me dijo eso, no pude evitar escribirle 'si llegas a acostarte con alguna voy a cortarte el pene', a lo que él contesto 'jamás podría acostarme con nadie sabiendo que mi "amiga" está esperándome en Jeonju' a lo que yo reí, porque claramente no había superado mi intento de ser amigos.

Por suerte, toda esta mierda de semana iba a terminarse en, aproximadamente, cuarenta y cinco minutos. Por supuesto que como el mundo me odiaba, la última clase del día era biología, lo que significaba que tendría que soportar la ignorancia de Taeyeon hacia mi persona sin poder estallar, claramente.

Caminaba hacia el aula de biología con mis labios juntos y fruncidos, mientras pensaba en todas estas estupideces que rondaban por mi mente. Rogaba con todas mis fuerzas que el señor Young siguiera enfermo así solo tendría que ver la cara de Taeyeon por unos segundos.

Entré al lugar con toda la multitud. Soo y Siwon ya estaban en sus puestos, hablando de estupideces, probablemente. Y sí, tal vez estaba loca, paranoica o era perseguida, pero podía jurar que la mirada de Taeyeon estaba fija en mí desde antes de cruzar la puerta.

Sin querer afrontar mis problemas, como usualmente hacía, caminé hacia Soo y Siwon para saludarnos. Apoyé mis manos en su mesa cuando llegué y expulsé un fuerte suspiro que salió desde el fondo de mi garganta. Ambos me miraron.

- ¿Qué pasa Fany? ¿Problemas con la vida? - la relación con Siwon últimamente había sido así, él no hablaba de 'ese' tema, así que yo tampoco lo hacía. Ignorarlo me parecía lo más sano que podíamos hacer por Sooyoung.

- Ella tiene problemas con el mundo. - Una resplandeciente sonrisa salía de sus labios mientras me miraba como una niña pequeña, yo le saqué la lengua, porque claramente no se podía ser más infantil.

- Puede que sí, puede que no. - Respondí a la pregunta de Siwon, apoye mis codos en la mesa y resoplé. - Tal vez extrañe un poco a Nik...

- ¿Tal vez? ¿Un poco? Ha estado lloriqueando toda la semana, ya no la aguanto.

Ay sí claro, porque ella nunca había llorado por alguna estúpida pelea con Siwon. Claro, un amigo mío va a vivir al otro lado del mundo y no lo veré por un año, por supuesto que no tengo derecho para llorar por eso. Además, ni siquiera había llorado, tal vez un poco deprimida o callada, pero no llorando.

- Tengo algo que puede aliviar todas tus penas. - Siwon sonrió y yo alcé mis cejas con mi mano en mi barbilla.

- ¿En serio? ¿Qué? - él alzó sus hombros haciéndose el interesante.

- Comienza con 'V'. - Mis ojos brillaron y no sabía por qué, tal vez por el hecho de querer adivinar.

- ¿VODKA? - Soo y Siwon rompieron en una carcajada mientras veía como el profesor Young comenzaba a entrar por la puerta. Decidí ir a mi lugar, porque claramente no quería una llamada de atención por el Sr. Bigotes.

Esto de ignorar a Taeyeon era tan divertido. Se veía tan incómoda y enojada, era lo máximo. No pude evitar sonreír un poco, sólo para que ella no sospechara.

- ¿Vodka? ¿Acaso eres una alcohólica? ¿Siwon te lo permite? - Subí mis cejas mientras miraba al profesor Young escribir la última lección del día en el pizarrón.

- Dos cosas. - Susurré. - Una, eso no es de tu incumbencia. Y dos, ¿no tienes nada mejor que hacer que escuchar conversaciones ajenas? - podía sentir el enojo que irradiaba de su cuerpo, simplemente lo sentía. Y no entendía por qué me ponía tan feliz. ¿Venganza, tal vez?

- Claro, le hubieses respondido a Nik, como a él lo extrañas demasiado y morirías porque estuviera aquí, por eso fue que estuviste deprimida una semana entera todo por su trágica y lamentable partida.

Esto iba a ser tan divertido.

- ¿Estoy oliendo celos? - necesito sacar esta sonrisa de mi rostro. Necesito sacarla inmediatamente.

- Tu olfato debe estar muy mal si eso es lo que hueles. - Giré mi cabeza y la miré a los ojos.

- No, definitivamente huelo bien y sí, definitivamente son celos. - Sus ojos entrecerrados dejaban escapar la poca paciencia que tenía contenida y eso solo hacía que mi sonrisa se abriera más.

- Explícame porque sentiría celos por una persona como Nik. No hay punto de comparación. - Suspiré e hice una mueca con mis labios.

- Es verdad, no hay punto de comparación. - Acerqué mi rostro al de ella, el cual no se movió ni un centímetro, sus ojos negros estaban fijos en todo mi rostro y los míos solo veían sus hermosos labios. - Será porque a pesar de que el este a miles de kilómetros, yo quisiera tenerlo más cerca de lo que te tengo a ti.

Sí Tiffany, sí. Eres mi puta heroína. ¿Por qué no tienes esta actitud siempre con ella? ¿Es que acaso no te gusta ver esa furia en sus ojos? Dulce y exquisita venganza.

Todo su rostro se arrugó, haciendo una cara de asco. Mi sonrisa creció un poco más si era posible mientras veía el odio que sus ojos destilaban. Como me hubiese gustado tener una cámara para tomarle una hermosa foto y luego empapelar toda mi habitación para no olvidar esa cara. Aunque claramente nunca la olvidaría. Jamás.

- Señoritas Hwang y Kim ¿hay algo que ustedes quieran compartir con la clase? - La voz del señor Young resonó en toda la sala haciendo que todos los ojos de los estudiantes se fijaran en nosotras. Mi mirada no se despegó de la de Taeyeon y la suya se mantuvo firme en la mía, retándome. A pesar de eso, podía sentir la mirada de todos en nosotras. Giré mi cabeza hacia el profesor Young haciendo que él subiera las cejas.

- No profesor, no tengo nada que compartir. Tal vez la señorita Kim tenga algo para decir. - Mis ojos se volvieron a ella, incitándola a que siguiera mi juego.

Estaba empezando a encariñarme con esa mirada de odio, era como si le quitaras un helado a un niño. Tal vez lo haría más seguido...

Ella miró al señor Young, negó con su cabeza y volvió su mirada a su cuaderno.

Estaba extasiada por haberla hecho enojar tan fácilmente. Nunca pensé que podría manejar las emociones de Taeyeon de alguna manera. Pero ahora veía, que elegir el camino de los celos y la humillación era la perfecta manera para hacer que ella sacara su frustración afuera. Al menos sabía que tenía sentimientos.

- Bien, ¿qué pueden decirme sobre los átomos? - el profesor Young se dirigió a la clase como si nada hubiera pasado. Un chico de la clase, el cual no recordaba su nombre, levanto la mano al instante. - Sí.- Dijo cediéndole la palabra. El chico se acomodó más en su lugar, simulando estar seguro de lo que iba a decir y con una lapicera comenzó a hacer dibujos mientras hablaba.

- Los átomos tienen tres simples características. La primera, son aburridos. - Toda la clase comenzó a reír mientras el profesor Young tocaba su frente, fastidiado. - La segunda, no sirven ni para una mierda. - La clase volvió a reír. - Y la tercera es que...

- La tercera es que la próxima vez que interrumpas mi clase, voy a olvidarme de la regla del colegio en contra de la violencia física a los alumnos y vamos a mostrar a la clase un perfecto ejemplo de un asno en su estado natural. - La clase rio mucho más fuerte mientras que el chico se hundía en la silla y fruncía su ceño por la burla de nuestros compañeros. No pude evitar una pequeña risa. - ¿Alguien quisiera aportar algo que contribuya a la clase? - Nadie iba a contestarle, por supuesto, y menos yo.

No sabía por qué, pero sentía que el Sr. Young tenía ganas de aniquilarnos, justo antes de que nos dijera algo, la puerta sonó y una perfecta (como siempre) Seulgi  apareció.

Hace tanto que no la veo, que hasta parece que está más linda.

- Permiso profesor, emmh... El director quisiera ver a la Srta. Kim. Bueno, no yo. Mi hermana Taeyeon. - Estaba nerviosa, se notaba a kilómetros, y algo me decía que el director no la necesitaba para nada. El Sr. Young hizo un ademán con sus manos como dándole permiso a Taeyeon y se sentó en su escritorio.

Mis ojos volaron hacia Taeyeon que miraba a Seulgi confundida. Luego de unos tres segundos ella se levantó de su silla y comenzó a guardar las cosas en su mochila. Divisé perfectamente el cuaderno en el que siempre dibujaba.

Mis ojos brillaron.

- No hace falta Tae, es sólo un minuto. - Ella respiró profundamente mientras toda la clase tenía los ojos clavados en ella y su hermana. Caminó hasta la puerta y cuestionó a Seulgi con los ojos. El Sr. Young acomodaba unos papeles, la clase susurraba y mis ojos estaban puestos en ambas y también en su bendito cuaderno que tal vez podría revelarme tantas cosas...

Dios, que ganas tenía de ver qué había allí dentro.

Se susurraron un par de cosas y luego ambas me miraron. Me sentí un poco incómoda tal vez, pero luego de que Taeyeon salió por la puerta, vi a Seulgi sonreírme y levantar su mano para saludarme. Yo hice lo mismo. Sentí la mirada fulminante de Sooyoung pero no le di importancia, y menos a la de Siwon. Luego de unos segundos en los que ambas seguíamos sonriéndonos, Taeyeon se asomó por la puerta de nuevo. Miró a Seulgi, descubrió que estaba sonriéndome, me miró a mí, descubrió que yo estaba sonriéndole a ella también, frunció un poco más sus cejas y, claramente enfadada, tomó a Seulgi de la remera y la tiró hasta la puerta, la cual luego cerró de un portazo. Mi sonrisa se hizo más grande hasta que volví mis ojos a la mesa y lo vi allí.

No Tiffany, no vas a abrir ese cuaderno. Es su privacidad. No tienes derecho a hacerlo...

Si no lo haces voy a romperte los dientes.

 

(...)

 

- ¿Vamos Fany? - Mis ojos volaron del cuaderno de Taeyeon a Siwon y Sooyoung que estaban parados uno al lado del otro en frente de mí.

Ella no había vuelto todavía y yo necesitaba ver ese cuaderno. Estaría mal y toda esa mierda, pero no me importaba. Lo quería y lo haría.

Sólo un vistazo rápido, eso no le haría daño a nadie.

- Emmh... Ustedes vayan yendo... Tengo que acomodar esto y hablar con mi profesora de matemática. - Esa excusa ya estaba demasiado quemada, pero Soo sabía los problemas que yo tenía con esa materia, así que podía tragárselo o no, fácilmente.

- De acuerdo, te esperamos en el auto. - Siwon no le dio tiempo a Soo para cuestionarme porque la rodeó por sus hombros y la condujo hasta la puerta del aula.

Fingí estar acomodando papeles, carpetas, lápices, lo que fuera que tuviera cerca de mis manos, mientras esperaba que el profesor Young y todos los alumnos salieran del aula, sin contar aquellos que pasaban por la puerta.

- ¿Necesita algo Srta. Hwang? - Su voz surgió de la nada, haciendo que los nervios crecieran dentro de mi estómago.

Miente.

- Debo entregar un trabajo, estoy viendo los últimos detalles y acomodándolo para que todo quede perfecto, no quise molestarlo Sr. Young. - Hacerte la víctima con tus profesores siempre funcionaba, anoten chicos. Él se paró de su silla y tomó su maletín mientras sonreía con los labios pegados, haciendo que su bigote pareciera una enorme oruga.

Si te ríes, te golpeo.

- Me gusta que haya alumnos de esta escuela que de verdad se preocupen por sus notas. - Hice un movimiento con mi brazo y sonreí.

- Así soy yo, muy responsable. - Bueno, tal vez en ese momento estaba mintiendo, pero sí era responsable y mis notas si me preocupaban, bastante, para ser honesta.

- ¿Sabe qué? Tal vez hagamos un trabajo en grupos para ver qué tan responsables pueden ser sus compañeros. Sin contar que ayudaría bastante a algunos a subir su calificación.

Genial, no sólo le mientes al profesor, sino que también eres la responsable de un trabajo que se tomará a toda la clase, eres increíble.

- No creo que sea necesario, señ... - me interrumpió.

- Es muy necesario Srta. Hwang. - Y sin nada más que decir, salió por la puerta mientras sonreía. Esto era el colmo. Suspiré frustrada y golpeé mi frente contra la mesa. Me apoyé en mi mejilla izquierda y vi el cuaderno de Taeyeon completamente solo en la mesa. Deseoso de que lo abriera.

Era como un maldito imán que estaba llamándome, pidiéndome que lo inspeccionara desde la primera hasta la última página.

Guardé las cosas en mi bolso intentando reprimir la tentación. Me paré y decidí caminar hasta la puerta.

Claro que me decidí, pero me di cuenta que no estaba cumpliéndolo cuando al pasar justo por al lado de allí lo tomé y lo abrí en la primer página.

Mis ojos se abrieron al instante.

Oh. Por. Dios.

Era yo.

Eran miles y miles de yos en diferentes posiciones. Despierta, dormida, sentada, comiendo, escribiendo, leyendo, en mi casa, en el parque, caminando, en el auto de Siwon, con Nichkhun, en el bosque. En el bosque. En el bosque, en el bosque, en el bosque.

¿Por qué ella me dibujaba? ¿Qué clase de lunática era? ¿Esto significaba que ella tenía visiones de mí? ¿O acaso yo le gustaba?

Esperen... ¿Yo podría llegar a gustarle a Taeyeon?

A medida que pasaba más páginas, más me confundía. Pero de algo estaba segura. Esa era yo. Ella tenía demasiado talento y no había forma de negar que esa era Tiffany Hwang.

- ¿No te enseñaron que no debes tocar las cosas ajenas? - Salté en mi lugar mientras sentía a mi corazón latir como loco y me giraba para descubrir quién me había dado este pre-infarto.

Ay Dios, Min estaba apoyada en el marco de la puerta con sus brazos cruzados y una pequeña sonrisa que tiraba de sus labios.

- Yo... No... - Ella abrió los ojos y me imitó.

- "Yo no estaba haciendo nada, lo juro." "Esto no es lo que parece." "Déjame explicártelo todo." "¿Qué quieres a cambio para no abrir la boca?" "¡Déjame en paz! ¡Estás volviéndome loca!" - imitó mi voz demasiado mal. Mi corazón siguió rebotando fuertemente en mi pecho, pero no quería que ella lo notara.

- Yo no hablo así. - Fingí mi tono indignado.

- No hagas eso, ya sé que tú sabes que puedo escuchar latir a tu corazón. Deja esa postura de 'no me importa' y responde. ¿Qué viste?

Mierda.

- Nada. - Sabía que no tenía sentido mentirle porque probablemente ella me sacaría toda la verdad como pudiera, pero no me importaba. No pensaba con claridad en este momento. Mi corazón iba demasiado rápido y su sonrisa macabra me ponía los pelos de punta.

- ¿Nada? ¿No viste nada Tiffany? ¿Estás segura? - Asentí con la cabeza y tragué saliva. Sus ojos fueron a parar a mi garganta y sonrió con la boca un poco abierta, moviendo su mandíbula. - No viste nada... ¿Cómo ahora? - Mis ojos comenzaron a distinguir una neblina negra que se adueñaba de mí, haciendo que se nublaran completamente. Trastabillé y apoyé mis manos en la mesa intentando buscar un punto de apoyo para mí. No veía nada. El miedo corrió por mis venas inyectándole a mi corazón un poco más de adrenalina haciendo que corriera el triple de lo que ya lo hacía.

- Basta. Devuélveme la vista ahora. - No entendía de dónde había salido mi voz y tampoco entendía cómo me había atrevido a darle órdenes a ella, que podía hacer que todo mi cuerpo dejara de sentir en menos de un segundo.

-Tiffany Hwang - Dijo sorprendida. - No uses ese tono condescendiente conmigo. - No tenía madre y nunca la había tenido, pero me imaginé que si la hubiese tenido, hubiera sonado igual que ella en este instante. - Ahora... - Su voz sonó repentinamente cerca de mí y me sobresalté otra vez pero me mantuve en pie porque si caía, no podría levantarme. - ¿Vas a decirme qué viste? ¿O vas a decirme que tampoco escuchaste cuando te lo pregunte? - Tragué saliva una vez más. Si se lo decía a ella, iba a estar en problemas. Pero si no se lo decía... Simplemente no quería imaginarme qué se atrevía a hacer.

Mis ojos seguían nublados y esa horrible cortina negra no me dejaba ver nada. Estaba temporalmente ciega. Y podía jurar que era la sensación más fea que alguna vez había experimentado.

- Min - Esa voz. Podía reconocer esa voz donde fuera. Era ella, Taeyeon.

En el momento en que ambas escuchamos su voz la neblina desapareció de mis ojos al instante. Un jadeo salió de mis labios y toqué mi pecho y mis ojos. Pestañee un par de veces acoplándome a la luz y a las imágenes. Min estaba en la puerta viendo muy fijamente a Taeyeon que acababa de entrar y la fulminaba con la mirada. Estaba muy enojada.

- Espera Tae. Yo puedo explicártelo...

- Vete. - Taeyeon se lo susurró muy fuertemente.

- Ella estaba revisando tus cosas y yo...

- ¡VETE! - su grito salió desde el fondo de su garganta haciendo que Min me mirara mal y luego saliera furiosa por la puerta.

Deducía, que estar encerrada en la misma habitación con dos chicas vampiros furiosas era malo. Muy malo.

Ambas nos quedamos en silencio por unos cuantos minutos. Y no supe por qué, pero de repente un calor recorrió mi cuerpo y el enojo se apoderó de mí. Entrecerré mis ojos y miré mal a Taeyeon que estaba distraída mirando el piso.

- ¿Intentabas ocultarme que eras una lunática que me dibuja a todas horas del día? ¿Esas son tus visiones? ¿Yo? ¿Sólo yo? ¿O es que acaso me espías por la ventana y me ves desnudarme cuando quiero entrar a tomar una ducha? - Fruncí mis labios. Ella tomó su frente mientras le gritaba, fastidiada. Caminó hasta mí y me tomó de los antebrazos inmovilizándome contra la mesa. Mi corazón latió rápido, y no estaba segura si era por su cercanía o por la ira que recorría mis venas. Ella también estaba enojada y deduje en ese momento que era muy fácil hacer que Taeyeon se enojara, ya que su temperamento era bipolar.

- No soy una lunática. ¿Es que acaso no entiendes todo esto? No estoy jugando cuando te digo las cosas Tiffany, ya te lo he repetido miles de veces. - Tiré de mis brazos y ella los soltó. Caminó hacia atrás negando con la cabeza. - Desde el ataque en el bosque hasta el día de hoy que me desvivo para encontrar a la maldita que intentó atacarte en la fiesta, y tú me lo agradeces desconfiando de mí todo el tiempo y tratándome de lunática. Ya no sé cómo responder a eso.

- Yo no te pedí que la buscaras. - Junté mis cejas.

- Tienes razón, dejemos que ella se escapé para que mate a otra persona, es verdad. - Apreté la mandíbula mientras ella aplaudía.

- Parece que haces esto por ti y no por mí. - Respondí con fastidio. Ella respiró sonoramente.

- Podría haber dejado que te matara y ya. Podría haberme ido y te podría haber dejado allí, sola y aterrada y ella te hubiese matado dolorosamente. Otra vez tienes razón, lo hacía por mí, porque estaba aburrida.

Iba a golpearla, muy fuerte.

- ¡SI IBAS A ECHARMELO EN CARA, HUBIESES DEJADO QUE ELLA ME MATARA Y YA! - le grité. Ella revoleo los ojos y acercó una silla en frente de mí para poder verme mejor. Luego de unos segundos en que ambas nos miramos fijamente y calmamos nuestra ira interna, me animé a hablar. - ¿Por qué tienes tantos dibujos míos?

Pensé que tal vez ella se enojaría un poco más y se iría, o me diría que no debía revisar sus cosas, o tal vez, si ella era tan loca como pensaba, me respondería cualquier estupidez. No sabía qué esperar de Kim Taeyeon. Pero sí me sorprendió que simplemente ella se  encogiera de hombros. En ningún momento corrió sus ojos de los míos.

- No lo sé. - Tal vez esperaba una respuesta más elaborada y eso fue lo que mis ojos transmitieron, porque ella siguió hablando, habló todo lo que no había hablado conmigo en la semana. - Todo el tiempo tengo estas imágenes de ti haciendo lo que sea. Durmiendo, comiendo, leyendo, en la escuela, en el parque, donde sea. No puedo evitarlo. Siempre sé qué estás haciendo o en dónde estás porque en mi cabeza llueven las imágenes de ti una detrás de la otra. Me hace doler la cabeza.

- ¿Son visiones? - era la pregunta más estúpida que podría haber hecho en esta situación, pero no sabía qué tenía que decir. Ella negó con la cabeza, sin darse cuenta de mi idiotez. - ¿Y entonces? ¿Qué son? - Taeyeon miró el piso como si estuviera avergonzada de lo que fuera a decir y luego me miró fijamente.

- Creo que simplemente pienso en ti. Todo el tiempo. - Mi corazón se derritió. - Me vuelve loca, me enferma. No sé cómo manejarlo y eso me exaspera. Yo necesito dejar de pensar en ti, necesito sacar esas imágenes de mi cabeza para poder dormir por las noches y no quedarme pensándote todo el tiempo. Y es por eso que te dibujo. Es como si yo pudiera verte todo el día y pudiera vigilarte sin que yo quisiera. - Hizo una pausa. - El día que tuve la visión de ti caminando en el bosque, decidí que tenía que ir a la fiesta porque claramente no ibas a escucharme. Y en ese momento, en mi cabeza, yo te vi a ti buscando a Nik y luego vi a esa idiota y supe sus intenciones. Es por eso que aparecí así en el medio de toda la multitud. Y lo mismo sucedió cuando te perdí la pista en la fiesta y luego te encontré con la otra idiota que quiso matarte. -Ella paró. Pero sabía que había más. Quería darme una pausa para procesarlo todo de a poco.

Estaba sorprendida y confundida. Es decir... Tal vez ella podía verme en la ducha...

Kim Taeyeon acaba de admitir que no puede sacarte de su cabeza ni por un segundo y tú estás pensando en si ella puede verte en la ducha. ¿En serio Tiffany?

- Sé que es algo raro, pero yo tampoco lo entiendo. Nadie lo entiende... Me pasó el día dibujándote para sacarte de mi cabeza... Y aun así, hay veces que no logro hacerlo.

No sabía que decir. No sabía si confesarle a ella que yo tampoco podía sacármela de la cabeza o tomar todo esto como una locura y salir corriendo.

Algo me decía que tenía que decirle que yo también pensaba en ella, todo el tiempo. Pero cuando abrí la boca para decirlo, mi teléfono sonó.

Maldita sea.

Lo llevé a mi oreja sin ver quién era, porque si no, iba a maldecirlo con muchas fuerzas.

- ¿En dónde estás? Llevamos en el auto más de media hora y no apareces por ningún lado. - La voz de Soo sonó por el otro lado del auricular. Cerré los ojos maldiciéndola mil veces en mi mente y luego miré a Taeyeon que miraba el piso, con un puchero en sus labios.

Adorable

- Ya voy para allá. - Corté sin dejar que pudiera decir algo y guardé mi teléfono en mi bolsillo trasero. Tomé mi mochila y miré a Taeyeon que seguía sentada, mirando al piso.

Me agaché junto a ella y planté un beso en su fría mejilla que duró más de lo que planeaba pero menos de lo que quería, mientras que mariposas volaban por mi estómago. Me alejé y la miré a los ojos.

- Hablaremos más tarde, ¿sí? - Ella no asintió ni nada, parecía sorprendida o hasta aturdida por mi acto de hace segundos. Sonreí por la cara que había puesto y caminé hasta la puerta.

Otra vez los malditos elefantes hacían presencia en mi estómago. Pero se sentía bien.

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Comments

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dafnytae
#1
Chapter 57: Como vas con la segunda temporada? (>_<)
2597611 #2
Chapter 57: Yeahhh!! Porfin
Itaenylove
#3
Chapter 57: siiiiiii
por fin
Skyth06
#4
Chapter 57: Antes q nada feliz año, mis mejores deseos, y púes sii segunda temporada :3!!
mv007842 #5
Chapter 57: Hola que este año sea de mucho excito y que dios te bendiga y que bueno que ya vas a actualizar la segunda temporada de esta historia actualiza chau
rafayola
#6
Chapter 57: HOLAAA y un MUY felíz año te deseo lo mejor :D y pues claro a apoyarlas, en cuanto a la segunda temporada espero con ansias <3
Taeny16 #7
Chapter 56: No quería leer este capítulo :( pero lo leí porque soy una maldita masoquista
rafayola
#8
Chapter 56: No puedo con el último capítulo, me destrozó muchas gracias por la adaptación espero con ansias la segunda temporada
Taeny16 #9
Chapter 53: Este Fic es genial, me encanta, lo estaba leyendo antes pero la autora no lo actualizó más. Me encanta❤ Pero tengo miedo de leer el final :(