Capítulo 41: "- Yo..."

taeyeon kim ( taeny, vampiros)

- ¿Ves? No puedo. - seulgi se rió de mí una vez más mientras seguía tocando mis cejas con mis dedos, intentando hacer que una esté erguida.

No era gracioso. Era un serio problema que no tenía solución.

- Es imposible que no puedas hacerlo. - Miré a Suzy  que estaba parada mirándome con sus cejas fruncidas. - A ver, déjame a mí. - Caminó esos pocos pasos y tomó  mi rostro entre sus manos. - Sube las cejas. - Le hice caso, a pesar de que me diera asco que sus manos estuvieran en mi cara.

¿Quién sabe dónde pudieron haber estado?

- ¿Y ahora qué? - Élla movió mis cejas de manera brusca. Es más, creo que hasta me dio una depilación gratis. - ¡DESPACIO SUZY, MALDICIÓN!

- Ya está... Quieta. - No me moví y apenas respiré. Élla se alejó con una gran sonrisa y moví mi cuello con cuidado hacia la dirección de seulgi.

- ¿Qué tal? ¿Ahora parece que te golpearé el trasero o que soy una chica peligrosa?

- Parece que hace como una semana que no vas a hacer del dos. - Puse cara de indignación dejando que mis cejas se fueran a la mierda. Suzy se rió con fuerza y su risa me hizo casi hacerme pis encima.

- ¿Escapando de clases acaso? - Las tres nos congelamos como si fuéramos estatuas de hielo, hasta que Wendy  se sentó junto a mí y seulgi.

- mujer, ¿me quieres matar del susto o qué? - Empujé su hombro despacio y élla sonrió.

- No podía escuchar ni una palabra más de mi profesor de Psicología. El tipo escupe cuando habla. Y estaba en la primera fila porque todas estas idiotas me hicieron llegar tarde. - Revoleó los ojos con indignación.

- Odio gimnasia. Odio correr. Odio moverme. - Les dije a las chicas que rieron.

- Yo tendría que volver a la clase de Matemática ahora, si no quiero que el profesor se dé cuenta que no estoy... - La golpeé en la cabeza por decir una idiotez. Seulgi tenía el promedio perfecto. No necesitaba una lección más de Matemática.

- Yo no sé qué se supone que tengo ahora. - Fruncí mis cejas al escuchar a suzy.

- ¿No sabes que clase te saltaste?

- Me las salté todas. - Reí con fuerza.

Esta chica era un idiota.

- Deberías ir a tu aula, suzy. - Le dijo seulgi.

-¿Para qué? ¿Sabes cuántas veces tomé el mismo curso y la misma clase y la misma lección y la misma prueba? Sé todo de memoria. No lo necesito. – Suzy sonrió con autosuficiencia.

- Cada año agregan nuevos contenidos y nuevos temas.

- Mis bolas inexistentes. - Volví a reír con fuerza y esta vez wendy me acompañó. Nos detuvimos cuando escuchamos el timbre sonar y revoleé los ojos con molestia.

- Ustedes no me conocen, y yo creo que son unas retrasadas imbéciles que  se fugaron al haber asesinado a diez ancianos, ¿de acuerdo? - Las tres asintieron desde su lugar y yo sonreí. - Adiós chicas. - Desordené el cabello de seulgi que me sonrió y corrí hasta el final del pasillo antes de que algún alumno se atreviera a salir del aula  y hacer correr el rumor de que, no sólo se la chupaba a seulgi, sino que también a suzy y a Wendy .

Menos mal que no me importaba lo que la gente dijera de mí, a menos que se tratara de alguien especial en mi vida.

Llegué a mi casillero y lo abrí al poner la combinación. Como si se tratara de una sorpresa, el cuerpo de un peluche parecido a un perro yacía sobre mis libros. Sin cabeza. Completamente terrorífico.

Revoleé los ojos segundos después. Seguro que wendy lo había hecho, o incluso suzy.

- Hola fany. - Salté al escuchar una voz desconocida justo en mi oído. Yo no entiendo por qué a la gente le gusta asustarme.

Me volteé, sin saber qué esperar, y me sorprendí, mucho, MUCHÍSIMO, cuando vi al capitán del equipo de fútbol del colegio, erik nam, sonriéndome y levantando una ceja. Levantando una maldita ceja.

- ¿Hola? - Dije algo confundida.

¿Qué estaba haciendo este tipo aquí y por qué insistía en invadir mi espacio personal?

Fuera bicho.

- ¿Qué hay? - Probablemente quería mi tarea de Historia. Sí, definitivamente lo había visto en mi clase de Historia y él iba a pedir mi tarea para hoy.

- Nada, ¿y tú? - Me di vuelta. La mitad porque quería ignorarlo y la otra mitad porque me causaba rechazo. Pero claro que él no se rindió, apoyó su hombro en el casillero junto al mío y miró al horizonte como si se tratara de un modelo.

Entiéndelo, no he hecho mi tarea de Historia. Vete.

- Oh, nada, ya sabes, mucho tiempo en el gimnasio y entrenando para el próximo partido. - ¿En serio él estaba alardeando sobre eso? El equipo era una mierda. Y aunque él jugara más o menos bien, seguía jugando para la mierda.

- Oh sí, ¿qué tal eso? ¿Cuándo es el próximo partido? - Está bien, no quería ser grosera. La verdad era que me sorprendía que erik nam supiera mi nombre. Me sorprendía que erik nam supiera de mi existencia. Él, era el chico por el cual todas las chicas de la escuela se volvían locas. Pero no porque fuera lindo, ni porque tuviera dinero, no. Simplemente era porque siempre tenía la actitud de intentar llevarse al mundo por delante y que, además, él estaba por encima de todos porque era el capitán del equipo de fútbol. Pero, al parecer, no estaba enterado que el equipo era una mierda. En fin, las chicas lo querían porque veían en él material de esposo. Aquel al que pueden cambiar a su gusto hasta convertirlo en el hombre más infeliz de la tierra para luego dejarlo atrapado con tres hijos. Era cierto, no estaba exagerando. Incluso soo  coqueteó con él una vez. Luego siwon se enteró y se pelearon. Pero soo  era así, el coqueteo le salía hasta por el cabello, era imposible no hablar con ella y sentir que estaba detrás de ti.

- La semana que viene. El viernes... Pensé que te interesaría porque te vi en el partido anterior. - Dejé de guardar mis libros y lo miré.

- ¿Me viste? - Está bien, este chico quiere algo.

- Sí, fuiste a ver a tu hermana, soo. Está en el equipo de porristas, de ahí la con conozco.

Oh, ya va, él quiere con soo.

- Ya entiendo. - Guardé el muñeco escalofriante de manera muy disimulada en mi mochila, para que él no lo viera.

Luego asesinaría a Suzy y a Wendy por hacer esta estupidez.

- ¿En serio? - Me dijo y se acercó otra vez a mí, invadiendo mi espacio personal.

Sus ojos parecían ilusionados.

- Sí, mira, soo tiene novio. Así que por más de que te pase su número no creo que...

- Me interrumpió mientras reía.

- ¿El número de soo? No, no lo quiero. Además podría obtenerlo por mí mismo.

¿Por qué me estaba guiñando un ojo?

- Bueno, entonces te aviso que no hice mi tarea de Historia, puedes pedírsela a Sophie, siempre la hace. - Él negó con la cabeza.

- No, no es eso tampoco. - Fruncí mis cejas y miré al pasillo. Ya había sentido que nos estaban mirando, pero ahora todos estaban haciendo comentarios en voz baja. Agh, los odiaba tanto.

Cerré mi casillero con fuerza, intentando desquitarme por estos idiotas. Me crucé de brazos y lo miré, intentando afrontar el problema de una vez. Quería sacarme de encima a este pesado chico que no sabía por qué seguía fastidiándome.

- ¿Entonces qué quieres fany? - Él me sonrió y yo fruncí mi ceño aún un poco más.

- Quiero que salgamos.

Esperen, ¿qué?

- Espera, ¿qué? - No podía evitar estar sorprendida.

 

- Yo, tú, cena. Una cita. - Casi me río. Casi me río con tanta fuerza hasta hacerme

 

pis en mis propios pantalones en frente de todos, en este mismo pasillo. Pero estaba demasiado estupefacta como para emitir sonido alguno.

- ¿Qué? - Volví a repetir sin poder creerlo. ¿Es que acaso mi indiferencia hacia este chico no estaba clara?

- Vamos tifanita...

Me. Dijo. tifanita.

Me voy a orinar.

- Veo como me miras en clase y en los pasillos. - No sabía por qué no me había reído en la cara de este individuo hasta ahora, lo estaba aguantando muy bien.

- Yo te miro. - No quise que fuera una afirmación. Quería que él se diera cuenta que las palabras que su boca estaba escupiendo eran un completo disparate.

- Sí. – erik  mordió su labio sin motivo alguno y me acorraló contra los casilleros, otra vez invadiendo mi burbuja de espacio personal. - ¿Qué dices del viernes? – La verdad, era que no sabía por qué todavía no lo había mandado a volar. Tal vez es porque no eres tan grosera y quedan un poco de modales dentro de ti.

- Mira, erik... - Apoyé mi mano en su pecho y lo empujé haciendo que se aleje un poco de mí, ya había empezado a ponerme nerviosa. Su cara seguía siendo de feliz cumpleaños, y supuse que no estaría feliz cuando lo rechazara, pero tampoco debería ser la primera chica que le decía que no, y no sería la última si seguía con esa actitud.

- hwang. Necesito hablar contigo. - Estaba demasiado concentrada intentando encontrar las palabras correctas para rechazar a erik de la mejor manera, que no me di cuenta de que taeyeon estaba parada a mi derecha.

Me giré al igual que erik  para mirarla, con la boca abierta.

Por la manera en que se veía, con grandes ojeras bajo sus ojos y la piel un poco brillosa por la transpiración, no parecía muy contenta. Sin contar, por supuesto, que su mandíbula estaba apretada a tal punto que pudo haberse roto una muela por tal presión, mientras nos veía a erik y a mí de una manera muy despectiva.

Esto no me gusta para nada.

Hubiera hablado. En serio. Hubiera mandado a la mierda a erik y me hubiera ido con taeyeon un millón de veces. Pero estaba demasiado sorprendida. No podía salir de mi asombro.

taeyeon jamás me hablaba en la escuela. JAMÁS. Excepto por las veces que llegábamos al aula más temprano para poder quedarnos a hablar antes de que todos llegaran. O las veces que hablábamos en el estacionamiento de la escuela, pero su auto siempre estaba estacionado al fondo, donde casi nadie nos veía, y los alumnos que se encontraban ahí, estaban ocupados en otras cosas como para prestarnos atención a nosotras. Teníamos un estricto horario y lugares en los cuales podíamos encontrarnos a hablar si había alguna emergencia.

¿Pero en un pasillo de la escuela? ¿En pleno intercambio de clases? ¿Con tanta gente mirándonos y en frente del capitán del equipo de fútbol de la escuela? Jamás.

Ni en nuestros más locos sueños. Algo estaba pasando.

- fanicita no puede hablar contigo ahora, ¿qué tal si vuelves después? - Él estaba empeorando las cosas, lo sabía por la mirada de taeyeon. Estaba fastidiada. No estaba furiosa.

- ¿fanicita? - Se giró a mí subiendo sus cejas y con una sonrisa que no tenía nada de alegría en su cara.

Di algo estúpida, lo que sea que te salve de esta situación.

- Yo...

Genial.

- Tengo que hablar contigo sobre el trabajo que tenemos que entregar la semana que viene. - Miró a erik como si esperara algo. - ¿Te importa? - erik negó con la cabeza.

- No. Hablen tranquilas, yo espero.

¿Por qué nadie mataba a este chico? ¿Por qué yo no lo mataba?

taeyeon la miró mal, porque obviamente no había captado el mensaje. Mis ojos no se podían despegar de élla mientas seguía estupefacta. ¿De qué trabajo estaba hablando?

¿Era una mentira para hacer que erik se vaya?

- Nos juntamos el viernes. - ¿De qué estaba hablando?

- Ups, lo siento campeóna, el viernes no puede. Tenemos una cita.

Cállate, ¡Cállate! ¡CÁLLATE!

- ¿Vas a salir con él? - No puedo explicar con palabras lo que me dolió ver los ojos de taeyeon sobre los míos, completamente confundidos y perdidos, con su ceño fruncido.

- Yo no le dije que sí. - Escupieron mis labios lo más rápido posible, intentando enmendar la situación.

- Todavía... – erik  rió y pasó un brazo alrededor de mis hombros.

Lo quiero golpear tan fuerte.

- Suéltala. - Noté que taeyeon  estaba mordiendo su labio con muchísima fuerza, y sus brazos estaban liberando la tensión sobre sus puños apretados. Necesitaba calmar la situación, pero no sabía cómo.

 

- ¿Qué dijiste? – erik  se aferró un poco más a mí y me acercó de un fuerte empujón a su costado. Hice fuerza para que me soltara. - ¿Y si no quiero?

- Basta. - Logré articular mientras apretaba su mano para que la sacara de mi hombro. No funcionó.

- Te dije, que la sueltes. – taeyeon  dio un paso acercándose a ambos. Como si la fuerza se hubiese liberado de mi cuerpo de repente, me libré de erik  y lo empujé un poco para mantener la distancia entre los dos, que parecía que estaban a punto de irse a las manos en cualquier segundo. Y estaba segura que taeyeon lo mataría sin dudarlo ni tres segundos. Estaba demasiado enojada.

- ¿Qué está pasando aquí?

Lo que me faltaba.

Las chicas, incluso yoona, aparecieron por detrás de erik y nos rodearon a las tres. Sólo en ese momento, y juro que no lo había visto antes, me di cuenta que éramos la atracción principal del pasillo. Y me animaba a decir que de la escuela también.

Suzy omó a erik  por los hombros y lo sacudió, fuerte, pero de manera amistosa, con una sonrisa macabra en el rostro.

- ¿Qué tal, capitán? ¿Cómo está el equipo? ¡Prometo ir al próximo juego! – Élla sonrió de manera forzada mientras Wendy  golpeaba su hombro, con mayor fuerza de la normal.

- ¡Prometemos ir todos! – Wendy  tenía la misma sonrisa que Suzy. seulgi se paró junto a mí, y Yoona  se quedó con los brazos cruzados, mirando a otro lado, por detrás de taeyeon, que ahora miraba al suelo.

- Genial. - Dijo erik entre dientes.

- Podemos llevar a fany... ¿No crees wendy? – Suzy  me miró y me guiñó un ojo.

- ¡Claro! ¿Qué dices fany? ¿Vienes con nosotras? - Si otra hubiese sido la situación, estaría condenadamente agradecida con las chicas por defenderme. Pero se suponía que no me conocían, y que yo pensaba que estaban locas. Ahora la escuela tendría rumores sobre mí que podrían sacarse hasta por el culo. Y tendría que soportar a soo, eso era lo peor de todo.

El timbre sonó una vez más, indicando que los alumnos tenían que dispersarse e ir a sus aulas. Y así lo hicieron, cuando uno de los profesores se cruzó por el pasillo en donde se encontraba media escuela mirándonos y les pidió que siguieran su camino.

Sabía que las kim  no se irían a menos que erik  se vaya primero, así que le rogué a Dios para que eso pasara.

- Mejor hablamos después, adiós fany. – erik  parecía entre enojado, fastidiado y desilusionado. Me miró una última vez y se fue caminando por el pasillo, con la cabeza gacha.

 

- ¡ADIÓS GUAPO! ¡NOS VEMOS! – Suzy  agitó su mano y sonrió con gracia.

 

Luego se dio vuelta y nos miró a todos, casi riendo. - Lo asustamos como la mierda, ¿eh? - Y luego élla y Wendy  partieron en risas en el pasillo prácticamente desierto. Mis ojos se dirigieron directo a taeyeon, que me miraba con decepción mientras negaba con la cabeza.

- Yo... - No me dejó hablar porque dio media vuelta y caminó con pisadas firmes y fuertes hasta el final del pasillo. Suspiré con irritación y golpeé mi casillero con una patada que me dolió más a mí. Apoyé mi cabeza despacio contra el mismo y resoplé una vez más. - Mierda. - Estaba enojada. Con erik  por cagar todo. Con las chicas por dejar en evidencia que nos conocíamos. Con taeyeon  por no dejarme explicarle lo que estaba pasando. Y conmigo, por ser tan jodidamente idiota. - Gracias chicas. -

Dije entre sarcástica y sincera. Tomé mi bolso sin dejarlos decir una palabra y corrí

detrás de taeyeon, que ya había salido de mi vista hacía rato.

Sólo esperaba que no haya usado la súper velocidad porque si no, sí estaba jodida.

- ¡taeyeon! ¡taeyeon espera! - Le grité cuando lz encontré vagando por los pasillos, caminando igual de furiosa que antes. No se detuvo, obviamente, y quise gritarle más fuerte, pero era lo más fuerte que podía gritarle por un pasillo. Corría el riesgo que algún profesor nos escuchara y nos encontrara allí, y nos suspendiera o algo peor. Corrí lo más rápido que pude y me interpuse en su camino, ni siquiera me vio venir y casi me lleva puesta en su caminata del enojo oficial.

- fany, sal de mi maldito camino. - Fruncí mis cejas.

- ¿Desde cuándo quieres que yo salga de tu camino? - Me faltaba el aliento por mi espléndida carrera con obstáculos que había hecho para encontrar a taeyeon, pero aun así, estaba fastidiada porque no me dejaba explicarle cómo habían sido las cosas. Yo sabía que élla quería explicaciones y que no quería pedírmelas porque sería fácil para mí mandarla a la mierda. Sabía que podría responderle que no éramos absolutamente nada, y que yo no le debía explicaciones a nadie. Y era por eso que estaba tan enojada. No porque me vio hablando con otro chico, ni porque me tocó, ni porque le dijo que saldríamos en una cita. Tal vez, esa era una de las razones, pero no era la principal. No. Élla estaba enojada porque alguien más se le había adelantado, porque que yo recuerde, no habíamos tenido ninguna cita, y élla no me  había hecho ninguna pregunta con respecto al tema 'novia, novia'. Estaba tan segura de eso, que hasta apostaría mis brazos, y yo amo mis brazos.

Quería explicarle, porque no quería perder a taeyeon  por una idiotez, y menos porque esa idiotez se llamara erik nam.

- Desde ahora. Quítate. - Me empujó con cuidado y de manera brusca a la vez y siguió caminando. Más rápido que antes, para que no la alcanzara.

El problema era, ¿cómo mierda hacía, que taeyeon kim, la persona más cabeza dura que conocía, más cabeza dura que yo, se detuviera a escucharme?

 

Suspiré con fastidio y sobé mi frente. Sólo había una manera de hacerlo, y no era mi opción favorita, porque taeyeon  podía llegar a asustarme cuando estaba así de enojada. Ya lo habíamos comprobado y no era para nada sano quedarse cerca de élla cuando estaba enojada. Pero ahora, eso era lo que menos me importaba. Corrí como una salvaje, porque estaba segura que élla ya no estaba más en el colegio.

Así que no me sorprendí cuando lo vi casi rompiendo el piso con sus pasos en el estacionamiento. Sin decirle absolutamente nada, corrí hacia élla y volví a interponerme en su camino.

Mis manos se posaron en su pecho, ambas, e hice fuerza para que parara. No le dije nada, porque sabía que no iba a escucharme. Simplemente la miré, directo a los ojos, a pesar de que élla estaba mirando a otro lado porque no podía soportar tener sus ojos sobre los míos.

Élla sabía que yo quería que me mirara, y luego de unos cuantos segundos sin demostrarme absolutamente nada de humanidad, taeyeon me miró a los ojos, con sus cejas fruncidas. Su pecho subía y bajaba con rabia, más que nada. Le pedí perdón con mis ojos, y élla me demostró con los suyos que no iba a perdonarme, o que por lo  menos, por ahora, no estaba lista para hablar conmigo. Sus ojos estaban llenos defuria y ella misma hablaba por élla. O al menos eso era lo que me transmitían.

taeyeon me evadió otra vez y me hizo salir de su camino para volver a andar, ahora no tan enojada, sino que se lo notaba más triste y cabizbaja.

Está bien, me sentía como la mierda mientras la veía irse lejos de esa manera. Estaba rompiéndome el corazón en un millón de pedacitos que se paraban en su camino, intentando detenerla, mientras élla los pisaba uno por uno sin siquiera inmutarse.

Me estaba deshaciendo y élla no se daba cuenta de eso.

Pero yo no iba a rendirme. 'Rendirme' era la palabra que, junto con sus derivados, no existía cuando se trataba de algo que de verdad me importaba. Y taeyeon me importaba muchísimo. Más de lo que me imaginaba que alguna vez me importaría.

Y me di cuenta cuando la vi irse junto con mi corazón.

La tercera es la vencida, ¿no?

Corrí hacia élla sin importarme una mierda parecer una desesperada o una pesada o lo que sea. Necesitaba decírselo. Necesitaba que élla lo supiera. Y luego, que decidiera si me dejaba o se quedaba conmigo.

La abracé por detrás con muchísima fuerza, haciendo que se detuviera un poco.

- Basta fany, no lo hagas más difícil. No quiero hablar contigo. Y mucho menos ahora. Erik nam es el chico para ti y tú lo sabes. – taeyeon  me arrastraba a su paso mientras intentaba seguir caminando. No me solté, a pesar de que ya me hubiese revoleado al piso hace mucho. Apoyé mi cabeza en su espalda y cerré los ojos con fuerza. - Suéltame. - Casi me gritó. Agradecí con toda mi alma que estuviéramos solas y que todos los demás siguieran en clases.

 

- ¡Te amo! - Pensé que lo había expulsado de mis labios como un ligero susurro, por la timidez que me causaba usar esas palabras con otra persona que no sea soo.

Si a principio de año, alguien se hubiera acercado a mí y me hubiera dicho que, luego de medio año y bastante más, estaría diciéndole a un vampiro que la amaba, me le hubiera reído en la cara, luego lo hubiese llamado imbécil, luego habría pateado su trasero y luego lo hubiera empujado lejos mientras corría a contárselo a soo  para que ambas nos descostillemos de la risa.

taeyeon, al escuchar mis palabras, se quedó estática. Pero no del 'estática' bueno. No. Estaba completamente paralizada, dudaba si siquiera respiraba. Me arrepentí de todo lo que había dicho en aquel momento. Probablemente había quedado como una estúpida y ahora élla correría muy lejos de mí.

Y esa es la razón por la cual las chicas como yo no decimos LAS palabras primero, señoras y señores.

Pero yo no aprendería esa lección nunca, o tal vez después de esto sí. Me quería sacar una pierna y patearme en la cara hasta perder el conocimiento. Uf, quería sacarme una mano y darme puñetazos hasta que los ojos me quedaran violetas e hinchados como dos ciruelas. Quería comerme el cemento del estacionamiento y enterrarme ahí adentro. Quería cavar mi propia tumba. Quería que la tierra me tragara. Quería que taeyeon  me contestara 'yo también'.

Con cuidado, y sin soltar mi agarre en élla, porque sentía que en cualquier momento se me escaparía de las manos y no podría hacer nada, y siendo sincera, era lo último que quería en el día de hoy, la rodeé hasta quedar cara a cara.

No puedo explicar el vacío que sentí en mi corazón cuando vi su cara petrificada, con sus ojos abiertos de la sorpresa al igual que su boca, mirando hacia arriba. Confirmé que no estaba respirando y me asusté por unos segundos, hasta que me  acordé que taeyeon  podía contener su respiración hasta seis minutos, o tal vez un poco más.

Esperaba una respuesta, o al menos esperaba una respuesta que me gustara, porque si no, no tendría el coraje para mirarlo a los ojos nunca más. Tomé su cara con una mano, mientras la otra descansaba en su cintura, y lo hice mirarme, pero sus ojos parecían perdidos, como si estuvieran en otro lugar, viviendo otra vida, en otro tiempo.

Me asusté. Mucho, a decir verdad, y no me quedó otra cosa que tragarme las lágrimas, literalmente, y abrazarla otra vez. O por última vez. No quería, además de decirle que la amaba, ponerme a llorar en su cara porque eso pasaba el nivel de patética. Incluso para mí.

Sentía como que mi corazón se estaba yendo en ese abrazo. Sentía como que necesitaba tenerla rodeada porque era como si lo tuviera atrapado, y así no se iría. Y tal vez podríamos olvidar esta estupidez. Tal vez élla había caído en tal shock que había olvidado lo que sucedía. Tal vez hasta tenía un lapso desmemoriado por mis palabras y tal vez hasta podía mentirle y decirle que de repente se había quedado duro sin razón aparente.

 

Pero sabía que eso no pasaría. Porque primero, eso era estadísticamente imposible. Y segundo, porque eso solo le pasaría a gente con mucha suerte. Y mi suerte estaba demostrando ser una mierda. La más grande mierda de todas las mierdas.

Antes de rendirme y soltarla para salir corriendo y mudarme a Japón, sentí una ligera presión en mis hombros. Una linda presión que me hacía sentir bien y me reconfortaba.

Los brazos de taeyeon, abrazándome por los hombros.

Esperé unos segundos, procesando que élla estaba reaccionando, tragué saliva y sentícomo que un ancla bajaba por mi garganta. Y luego miré hacia arriba. Sus ojos seguían algo perdidos, sin mirarme, pero ahora, por lo menos pestañeaba y vi su pecho subir y bajar, confirmándome que ahora respiraba.

Me sentí aliviada y a la vez asustada, mientras lo veía cerrar su boca y tragar saliva.

No sentía como si esto fuera a terminar bien.

- ¿taeyeon? - Dije. Mi voz rasposa y quebrada. Me quería morir, pero necesitaba una respuesta. Cualquier respuesta.

"Yo también te amo."

"Lo siento fany, no creo que sienta lo mismo."

"Podríamos ser amigas."

"Nos mantenemos en contacto."

"Aléjate de mí cosa fea."

"Me duele el pie."

Lo. Qué. Sea.

Pero que algo saliera de su boca, por favor.

- Y-yo...

Genial.

Era igual de estúpida que yo.

Volvió a tragar saliva e intentó hablar, pero sólo salió tos al abrir su boca. Me estaba poniendo más nerviosa de lo que ya estaba.

- Yo-o...

Esto no iba a ir a ningún lado si seguíamos así.

 

Tomé su cara con una de mis manos e hice que me mirara. Ya estaba comenzando a perder la paciencia y la cordura. Y una fany sin cordura no es buena para el mundo. No, señor.

- ¿Tú qué? - No quería presionarla quería que dijera lo que sentía sin cuidados. Pero me parecía que necesitaba como un empujón, algo que lo hiciera salir de su trance hipnótico.

Taeyeon  parecía una persona tan segura de sí misma cuando estaba conmigo. ¿Por qué ahora le estaba agarrando este ataque de timidez o autismo o lo que sea? Me iba a volver loca esperando una respuesta.

Taeyeon  parpadeó otra vez mientras conectaba sus ojos con los míos y tragó saliva.

Abrió su boca pero las palabras parecían estar trabadas en su garganta, y no se querían mover de allí.

Estaba trabada.

Y eso me causaba una ternura que me dolía en el pecho.

- Yo...

Vamos, dilo.

- Yo...

Escúpelo.

- Yo...

¡DILO DE UNA VEZ!

Sonrió de una manera tímida y acomodó mi cabello. Su sonrisa me estaba matando.

Era la sonrisa más linda que taeyeon  me había dado jamás. No había duda.

¿Pero era una sonrisa de: "Que dulce de tu parte, gracias", o era una sonrisa de: "Yo también te amo, bésame hasta el amanecer"?

- Yo también te amo.

Mi mundo se paró. Se paró completamente.

Miré sus ojos y no pude evitar sonreír con todos y cada uno de mis dientes cuando pude procesar lo que estaba diciendo.

Élla me amaba.

Élla. Me. Amaba.

Taeyeon kim dijo que me ama.

¡ME AMA!

Mi corazón iba condenadamente rápido mientras sonreía y élla sonreía y ambas nos sonreíamos. De repente, todo era hermoso y tenía la necesidad de abrazar a todo el mundo con fuerza mientras vomitaba las mariposas que revoleteaban por todo mi cuerpo.

 

Me sentía tan fuerte y débil a la vez. Era como si sus palabras me causaran seguridad e inseguridad a la vez. Quería besarla y salir corriendo. Estaba feliz y asustada. Supuse que de esto se trataba el amor. Era una especie de contradicción.

Pero la más hermosa de todas las contradicciones.

- ¿Me amas? - Le pregunté a taeyeon, sin poder creerlo. La abracé incluso más fuerte y élla hizo lo mismo mientas asentía.

Me sentía tan plena. Como sí nada me faltara. Excepto la estabilidad, porque mis piernas estaban temblando como nunca antes.

- Te amo. - Me susurró con la sonrisa más grande que había visto jamás.

Grité de emoción como una niña de ocho años y me colgué de su cuello.

Está bien, tal vez era un poco inmadura por esto.

Pero taeyeon me amaba así que no me importaba más nada.

La escuché quejarse mientras la sacudía con fuerza y la solté de inmediato.

- ¡Lo siento, lo siento, lo siento! ¿Te pegué en la herida? ¡Lo siento soy tan torpe! -

Trastabillé mis palabras mientras élla se tocaba el costado en donde la bala había atravesado su piel.

- Creo que se me saltó un punto. - Dijo mientras se tomaba con fuerza.

- ¡Soy una idiota! ¡Lo siento! Déjame ver. - Élla subió su remera y no pude evitar dirigir mis ojos a su estomago otra vez. Dios. Santo.

- fany, la herida es aquí. - Élla puso una mueca de dolor mientras sacudía mi cabeza, avergonzada.

- Sí, lo siento. Desvío ocular. Últimamente me pasa seguido. - Élla revoleó los ojos mientras miraba su herida y definitivamente se le habían saltado unos puntos. -

Vamos al hospital. ¿Puedes caminar? - Élla asintió mientras yo tomaba su brazo y lo rodeaba por mi cuello para ayudarla. - Jaejoong me va a matar.

- No si le cuentas por qué te pusiste tan efusiva. - Sonreí mientras caminábamos con rapidez y cuidado hasta su auto. - Estoy segura que puedo manejar. Pero debes ayudarme a subir al auto. - Asentí con la cabeza.

- ¿Cómo es posible que todavía no se haya curado? Pasaron dos días. – taeyeon  se quejó del dolor.

- Nuestros poderes no funcionan en heridas de luna llena, me tengo que curar como si fuera humana. Es una maldita mierda. - La ayudé a subirse a su jeep mientras me gritaba que lo hiciera con cuidado y yo le gritaba de vuelta que lo hacía con el mayor cuidado posible.

 

Definitivamente el tema de erik nam  había quedado olvidado. O al menos por ahora.

Me subí en el asiento del copiloto y miré a taeyeon  mientras ponía en marcha el auto con su ceño fruncido.

- ¿Puedes llamar a bora? Mi teléfono está en mi mochila, atrás. - Me asomé al asiento de atrás y tomé su mochila. Busqué su teléfono, pero no había más que libros y...

- ¿Tú me hiciste la maldita broma? - Dije mientras sacaba la cabeza de un perro de peluche, que pertenecía a la otra mitad que tomé de mi mochila.

Sí, eran iguales.

- ¿De qué broma estás hablando? - Dijo mirándome mientras conducía.

- Encontré esto en mi casillero hoy, y aquí está la cabeza. - Dije mostrándole el peluche descuartizado. Élla frunció sus cejas.

- fany, no sé de qué estás hablando. - Fruncí mis cejas al igual que élla sin poder comprender.

Si taeyeon  no había sido, ¿qué hacía la cabeza en su mochila? ¿Y quién era el responsable de esta estúpida broma?

Antes de poder sacar conjeturas o teorías terroristas, escuché sonar el teléfono de taeyeon.

Me apresuré a contestar antes de que cortaran y atendí sin ver quién era.

- ¿Hola? - Pregunté esperando una respuesta.

- ¡FANY NO HAGAS NADA DE LO QUE TE DIGAN!

¿Por qué siwon estaba gritando? ¿Por qué estaba llamando al teléfono de taeyeon?

Miré el identificador de llamadas del celular, pero sólo decía número desconocido.

- ¿siwon? ¿Qué pasa? - Sentí la mirada confundida de taeyeon puesta en mí, mientras escuchaba del otro lado un grito desgarrador que provenía de siwon. De repente, mi felicidad plena desapareció y en vez de mariposas, sólo había ganas de vomitar. -

¡siwon! - Grité en el teléfono esperando una respuesta. Luego de unos segundos, escuché una respiración, combinada con una risa que estaba segura que no pertenecían a siwon.

- Hola preciosa. - Su voz. Me petrifiqué al igual que taeyeon hace unos minutos y se me cortó la respiración.

hyuna.

- ¿Qué quieres? - Dije con más rabia de la que en realidad sentía.

- ¿Qué quiero yo? - Rió. - ¿Qué quieres tú? - Comentó con gracia. - Me imagino que quieres a tu perro de caza de vuelta. Así que es mejor que escuches lo que te digo si quieres que te lo devuelva vivo. - Escuché otro grito que provenía de siwon mientras hyuna  volvía a reír.

 

- ¡BASTA! - Le grité, casi sintiendo el dolor que suponía le estaban causando a siwon. taeyeon, ahora me veía más preocupada, mientras sentía que se me aguaban los ojos.

- ¿No entiendes que no estás en posición de hacer demandas, tiffany? Harás lo que yo te digo si quieres a tu amigo de vuelta. - La gracia se había ido de su voz. Estaba enojada y se notaba a kilómetros. - Te llamo después, tengo una sesión de tortura pendiente.

- ¡NO, ESPERA! - Pero ya había cortado.

Miré el teléfono sin poder creer lo que estaba pasando.

- ¿Qué pasó? - Escuché la voz de taeyeon a lo lejos. Estaba tan aturdida.

¿Podía ser posible que cada vez que estuviera bien, hyuna se empeñara en arruinarlo todo?

Observé a taeyeon que se veía demasiada preocupada.

- hyuna tiene a siwon. - No sabía las consecuencias que tenían esas palabras. No sabía si podría pasar por esto. No sabía si a taeyeon le importaría. No sabía cómo decirle a soo. No sabía si era cierto. No sabía cómo salvar a siwon. No sabía nada.

 

comenten!!!!!!! que les parecio muy buena hyuna me recordo a victoria de crepusculo asi bien perris ... jajaj

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Comments

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dafnytae
#1
Chapter 57: Como vas con la segunda temporada? (>_<)
2597611 #2
Chapter 57: Yeahhh!! Porfin
Itaenylove
#3
Chapter 57: siiiiiii
por fin
Skyth06
#4
Chapter 57: Antes q nada feliz año, mis mejores deseos, y púes sii segunda temporada :3!!
mv007842 #5
Chapter 57: Hola que este año sea de mucho excito y que dios te bendiga y que bueno que ya vas a actualizar la segunda temporada de esta historia actualiza chau
rafayola
#6
Chapter 57: HOLAAA y un MUY felíz año te deseo lo mejor :D y pues claro a apoyarlas, en cuanto a la segunda temporada espero con ansias <3
Taeny16 #7
Chapter 56: No quería leer este capítulo :( pero lo leí porque soy una maldita masoquista
rafayola
#8
Chapter 56: No puedo con el último capítulo, me destrozó muchas gracias por la adaptación espero con ansias la segunda temporada
Taeny16 #9
Chapter 53: Este Fic es genial, me encanta, lo estaba leyendo antes pero la autora no lo actualizó más. Me encanta❤ Pero tengo miedo de leer el final :(