-7.

Just my type (Jiminjeong + Purinz)

PRESENTE.

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Yoon no dejaba de hablar de la fiesta, no podía creer que por primera vez había sido parte de algo además de estar en el grupo de las chicas raras. Chaewon parecía gruñona y en toda la mañana no había emitido una oración completa.

—Pensé que sería mejor. —NingNing tomaba su leche, estaban en un receso y habían salido al patio. —Casi no tuve oportunidad de hablar con Giselle a solas.

Chaewon pateaba piedras frente a ellas, Minjeong no dejaba de pensar en la forma en que su actitud había cambiado después de ver a Yunjin bailando con ese chico.

—Tenemos que irnos, el entrenamiento comienza en 10 minutos. —Les recordó Chaewon, saliendo del lugar con paso firme. Las tres la vieron alejarse y se miraron como preguntándose “¿Alguien sabe que le pasa?” pero todas se encogieron de hombros, no tenían ni idea.

Las tres caminaron en dirección a los cambiadores, era el primer entrenamiento del semestre y no sabían qué esperar porque el entrenador era nuevo. Yoon se sentó en las gradas para esperarlas, era su rutina. Se sentaba ahí y las veía entrenar mientras ella avanzaba con sus deberes, prefería estar al aire libre antes que encerrada en la biblioteca.

La escuela contaba con un amplio patio deportivo, habían varias canchas y espacios para practicar distintos deportes, Minjeong estaba impresionada con la infraestructura.

Cuando salieron a la cancha lo primero que vio fue que en un plano cercano entrenan las porristas. Inmediatamente detectó a Jimin y se enrojeció al notar lo tonificado que era su cuerpo. Después notó que Yunjin también estaba ahí, ambas se saludaron con un movimiento de mano, la menor se veía todavía agotada, seguramente por el trasnoche.

—Soy su nuevo entrenador. Me pueden llamar entrenador Park. —La voz masculina le volvió a concentrar en el lugar donde estaban. La selección de fútbol femenino de la escuela contaba con 21 chicas, era un número bajo porque al parecer no era el deporte más popular dentro de las mujeres de la escuela. —Llegan tres minutos tarde, como castigo tendrán que trotar alrededor de la cancha por treinta minutos. —No hubo tiempo de protestar porque su silbato les señaló que tenían que comenzar a correr.

Tras terminados los treinta minutos, varias de sus compañeras intentaban recobrar el aliento. Algunas bebían agua y otras se sentaban en el suelo.

—Tengo entendido que antes entrenaban dos veces a la semana. A partir de hoy vamos a entrenar todos los días, claramente no tienen condición física para soportar un partido de 90 minutos.

Había caras largas, algunas rodaron los ojos, pero Minjeong estaba feliz. Era exactamente lo que necesitaba, entrenar mucho para que el año pase lo más rápido posible.

Cuando terminaron el entrenamiento se fueron a las duchas, para sorpresa de ella, ese lugar tenían que compartirlo con las porristas. —Minjeong. —Yunjin la llamó mientras secaba su cabello con una toalla. —Quería agradecerte por llevarme anoche, si no fuera por eso mamá me hubiera castigado.

Minjeong la escuchó mientras seguía con la mirada a Jimin, quien ya iba saliendo de la habitación. —No es nada. —Devolvió su mirada a Yunjin, quien la veía con una expresión divertida. —Ni lo pienses. —Yunjin dejaba la toalla en el cesto de ropa sucia y se cruzó de brazos.

—¿Qué cosa?

—No te hagas la tonta. No te conviene meterte ahí.

Minjeong no alcanzó a responder cuando Yunjin ya no estaba frente a ella.

La joven salió luego de bañarse donde la estaba esperando el entrenador Park. Minjeong hizo una pequeña reverencia y se quedó quieta, notando que el hombre quería decirle algo.

—Kim Minjeong ¿Verdad? —La mencionada asintió, ajustando la correa de su mochila. —Me gustó cómo trabajaste hoy, creo que hay mucho talento y con tu ayuda me parece que podemos hacer algo en la liga escolar de este año. Sigue esforzándote.

Minjeong sonrió y le dio las gracias, le gustaba saber que estaba haciendo bien lo que más amaba.

Cuando Minjeong salió al pasillo de la escuela se encontró con Yoon, quien tenía un libro en sus manos y leía apoyada a los casilleros. —Min, te estaba esperando.

—¿Por qué? —preguntó, arrepintiéndose un poco por quizá sonar algo pesada.

—Pensé que podríamos irnos juntas. Ya que vivimos cerca, las otras chicas ya se fueron.

Minjeong recordó que eso era cierto, le ofreció una sonrisa de disculpas por su tono y caminaron juntas a la salida de la escuela. —No sabía que eras tan buena para jugar fútbol. —Yoon, quien habitualmente era muy extrovertida, comenzó a hablar. —Yo creo que contigo no perderán todos los partidos.

—¿El año pasado perdieron todos los partidos? —A Minjeong le dio algo en el estómago. Odiaba mucho perder.

—Creo que ganaron uno, pero si mal no recuerdo, era un partido amistoso.

La joven suspiró frustrada. Sus esperanzas de que sea un buen año comenzaron a decaer.

Caminaron en un silencio cómodo que Yoon interrumpía de vez en cuando con algunos comentarios sobre las clases. Minjeong notó que sus padres le exigían bastante, era por eso que, aunque era muy inteligente, tenía tutores para casi todas las clases. —¿Esa es Chaewon? —preguntó de pronto, viendo a lo lejos la figura de la chica más baja, quien se metía por un pasaje, perdiéndose de la vista de ambas. Yoon quizá no lo sabía, pero en ese pasaje vivía Yunjin. —Ni idea. —Decidió quitarle importancia, aunque en su cabeza le ganaban las ganas por preguntar a una de las dos cuál era la relación que tenían.

Minjeong se despidió de Yoon y siguió caminando, iba por la calle del frente y cuando ya estaba por llegar a su casa vio a Jimin discutiendo con su mamá. Minjeong pensó en cruzar la calle de inmediato, porque no quería escuchar lo que ocurría, pero cuando la mujer la vio y le dedicó una sonrisa, Minjeong supo que tenía que demostrar educación y saludar a la mamá de su compañera. —Buenas tardes, señora Yoo. —Sonrió Minjeong, esperando que eso sea suficiente.

—Oh, soy Jung, no me gusta eso de que ocupen el apellido de mi esposo por sobre el mío. —Minjeong no pensó que la mujer le iba a responder de esa forma, pero decidió asentir. —Es impresionante lo mucho que te pareces a tu mamá, cuando te veía caminando no pude evitar recordar cuando Taeyeon venía de la escuela. Yo siempre la admiré mucho.

Minjeong notó que Jimin se veía molesta, sus brazos estaban cruzados y tenía la mirada fija en su mamá, quien la ignoraba para prestarle toda su atención a Minjeong. —¿Ustedes eran cercanas? —La curiosidad le ganó a las ganas que tenía de ir a su casa.

—Se podría decir que sí. —Krystal tenía los ojos brillantes, como si en su cabeza estuviera volviendo al pasado. —Es una persona a la que le tengo mucho cariño. Bueno, me tengo que ir.

—Mamá.

Krystal pareció recordar que su hija estaba ahí, ya había abierto la puerta del vehículo y estaba a punto de sentarse cuando se centró en Jimin. —No, Karina. La respuesta sigue siendo no. Ve a casa, te pasaré a buscar para cenar.

Fue algo incómodo presenciar eso, y cuando Krystal cerró el auto y salió de ahí, Minjeong estaba lista para cruzar a su casa. No tenía ganas de tener otra conversación incómoda con Jimin.

—Kim Minjeong.

La mencionada estaba a punto de irse cuando escuchó la voz de la mayor. —No es necesario que digas mi nombre completo cada vez que me llamas.

—Tienes un auto ¿Verdad? —Notó que Jimin ya no llevaba su uniforme, a diferencia de ella, ya traía puesto un outfit bastante casual.

—Sí ¿Cómo sabes? ¿Me estás espiando acaso? —Jimin rodó los ojos.

—¿Me llevarías a un lugar?

Notó entonces que quizá a eso se debía la discusión que tenía con su mamá. Minjeong volteó a su casa dudosa, realmente no tenía permiso para usar su auto cuando se le diera la gana y no deseaba meterse en problemas. —¿No puedes llamar a un taxi o pedirle a tu novio?

—No tomo taxis. —Oh, Jimin era mucho más delicada de lo que había pensado. —Mi novio no tiene auto ¿Puedes o no?

—Depende ¿A dónde vamos?

—Olvídalo, no importa. —Jimin se devolvió a su casa, sus pisadas sonaban fuerte, era como una niña pequeña haciendo berrinche.

—Karina, espera. Te puedo acompañar, pero primero tengo que hablarlo con alguna de mis mamás.

Minjeong miró al suelo cuando notó que Jimin sonreía. Prefería verla enojada, sus sonrisas la ponían un poco nerviosa. —Está bien, iré a buscar mis cosas. —La mayor entró a su casa y Winter cruzó a la suya. Todavía tenía que empezar un ensayo, leer un capítulo de un libro y revisar los apuntes que le había enviado Yoon, pero nada de eso era lo suficientemente importante como para decirle que no a su vecina.

—Hola, princesa. Te preparé un sandwich. —Tiffany apuntó a la cocina. Estaba en un sofá, leyendo un libro. —¿Estuvo bien el entrenamiento?

—Sí. —Minjeong fue a la cocina en busca de ese sándwich y lo empacó para meterlo a su bolso. —Mamá ¿Puedo salir un rato en el auto?

Hubo silencio y poco después, su mamá apareció en el borde de la cocina. —Pensé que quedamos en que solo podrías ocuparlo para ocasiones especiales.

—Lo sé, pero Karina me pidió un favor.

—¿Karina? ¿La hija de Krystal Jung? —Minjeong asintió, llenando su botella con agua. —No pensé que eran amigas ¿Son muy cercanas?

—No, pero necesita que la lleve a un lugar y su mamá no podía. —Apretó los labios, nerviosa por estar omitiendo algunas cosas a su mamá.

Tiffany suspiró, siempre era ella la que limitaba las cosas de su hija, pero notaba como su relación con Taeyeon seguía mal y una parte infantil en su interior quiso seguir siendo la buena policía. —Está bien, pero tienes que llegar antes de la cena y si tu mamá pregunta tendrás que darle una explicación.

—Eres la mejor. —Minjeong besó la mejilla de su mamá y salió de ahí en dirección al garaje, escuchando como de fondo su mamá le gritaba que conduzca con cuidado.

Sacó su jeep con cuidado y frente a ella ya estaba parada Jimin, quien estaba segura de que se iba a salir con la suya. La mayor se subió en el asiento de copiloto, lanzando un bolso al asiento trasero. —Me gusta, es lindo. —Se puso el cinturón y comenzó a arreglar su flequillo con el espejo que tenía sobre ella.

—¿A dónde vamos?

Jimin buscó el gps en su teléfono y sin pedirle permiso, ancló el bluetooth a la radio del auto. Minjeong no dijo nada. La señora del gps comenzó a dar instrucciones y Winter inició el trayecto. —Tengo que estar en casa antes de la cena.

—Yo también.

Winter no dijo nada al notar que el gps marcaba que estaban a cuarenta kilómetros de su destino, estaba intrigada por saber a dónde iban. —Pensé que me odiabas.

—No te puedo odiar porque no te conozco.

—Pero incluso así decidiste venir en un auto conmigo en medio de la nada. —Hizo referencia al bosque a un costado de la carretera.

—Bueno, debo admitir que empezamos con el pie izquierdo. No me gusta que las personas se entrometan en mi vida. Pero anoche me di cuenta de que eras una buena persona, te ofreciste a acompañar a Yunjin y la trataste con mucho cuidado.

—Ella hubiera hecho lo mismo conmigo, Yunjin y yo nos conocemos desde que éramos pequeñas.

Jimin asintió, recordando que aquello se lo habían explicado. —Igualmente, te sorprendería lo que pueden hacer algunas personas cuando una chica está ebria.

Minjeong notó que había un tono triste en el voz de la mayor, no quiso preguntar si a ella le había pasado algo porque como ya había dicho, no le gusta que las personas se entrometan en su vida.

El gps le indicó que tenía que entrar por un camino de tierra. —¿Está bien por aquí?

—Este campo es de papá, pero al final hay una pequeña entrada. La dueña es una mujer llamada Bae Joohyun. —Minjeong escuchó atentamente la explicación, concentrada también en manejar con cuidado por ese camino desconocido. —Papá intentó comprar su campo muchas veces, pero ella siempre lo rechazó. En su campo tiene un refugio para animales, todos han sido rescatados de fábricas o de familias negligentes.

—Suena genial, me alegro de que no haya vendido sus tierras.

—Yo también. —Jimin sonrió, ella había sido una de las que ayudó a convencer a su padre de que se rinda de comprar esas tierras. —Se le ha perdido una oveja y me llamó en la mañana para que la ayude a encontrarla, Joohyun se encuentra un poco enferma así que no puede salir ella.

—Entonces viajamos hasta acá para rescatar una oveja. —Anunció Winter con impresión. Jamás se le hubiera ocurrido algo así. —¿Tu mamá no te quiso traer?

—Estaba ocupada, pero en realidad no quería traerme. Papá siempre se ofrece, pero está de viaje y no me podía quedar sin hacer nada por Cherry.

Minjeong estacionó frente a una pequeña cabaña, estaban casi en medio de la nada y nunca hubiera pensado que existía un lugar así cerca de Naevis. La cabaña estaba rodeada de un paisaje natural y verde, en el aire se podía sentir la mezcla de hierbas y humedad. La cabaña era de madera, con tejas de un color similar. Era casi como salido de un cuento de hadas y Minjeong comprendió el motivo por el cual su dueña no quiso desprenderse de un lugar así.

Jimin se adelantó a tocar la puerta mientras la menor seguía encantada por ese lugar. El sonido crujiente de la puerta abriéndose la hizo despertar de su transe, metió sus manos los bolsillos y caminó tímidamente hasta quedar detrás de Jimin.

—Karina, temía que ya no vendrías. —Minjeong se quedó estupefacta por la hermosura de aquella mujer. No era muy alta, su pelo estaba desordenado y vestía ropas sueltas. Su cuello estaba envuelto por una bufanda felposa y por el color rosado de su nariz supuso que estaba resfriada. —Cherry pasó toda la noche afuera y todo parece indicar que habrá tormenta durante la noche… Oh. —La mujer notó la presencia de la bajita y sonrió. —¿Quién es tu amiga?

—Kim Minjeong. —La mencionada quiso darle un codazo, no hace mucho le había pedido que deje de llamarla así todo el tiempo.

—Mucho gusto, gracias por tu ayuda. —La mujer utilizaba un tono de voz tan suave que pensó que era terapéutico. —Cherry estará muy agradecida.

—Descansa, Joohyun. Nosotras volveremos con buenas noticias.

Jimin comenzó a moverse y Minjeong lo tomó como una señal de seguirla hasta una caballeriza de aspecto antiguo, construida en su totalidad de madera oscura. Adentro estaban guardados varios caballos, Minjeong no era experta, pero también reconoció burros. —¿Sabes montar? Voy a preparar a Daisy para ti, es una yegua vieja y tranquila.

—Lo hice cuando era niña, pero ya no recuerdo.

—Será como montar en bicicleta.

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Definitivamente no fue como andar en bicicleta. Daisy era una yegua tranquila, pero quizá muy tranquila. Le tomó quince minutos en hacer que se mueva y cada trescientos metros tenía la necesidad de detenerse a comer pasto. Por otro lado, Jimin cabalgaba con expertis a un caballo negro llamado Roca.

Lo bueno de las pausas de Daisy, era que le permitían a Minjeong deleitarse con aquella imagen. El cabello negro de Jimin se escapaba por los costados del casco, ondeando por el movimiento y el viento, una sonrisa de libertad se veía en su rostro y su confianza y habilidad montando eran increíblemente atractiva. Minjeong jamás pensó que alguien podía verse tan elegante montando, era probablemente el polo opuesto a lo que ella proyectaba sobre Daisy. —¡Tenemos que subir por el monte! —Gritó Jimin, alejándose un poco más de ella. Minjeong asintió, intentando mover a Daisy quien de un momento a otro comenzó a galopar a un ritmo decente como para no demorar tres años en subir aquella colina. Jimin esperó por Minjeong en un plano y cuando se reunieron la mayor estiró su mano apuntando en esa dirección. —Vamos a seguir por acá para encontrarnos con el río.

Minjeong no tuvo tiempo de responder y continuó galopando tras Karina. De pronto, una mancha blanca y esponjosa destacó en medio de las rocas y arbustos cercanos al día. —¡Cherry! —Exclamó Jimin, esperanzada en poder sacar a la oveja de ahí sana y salva.

Jimin desmontó, sacando del bolso anclado a la silla una cuerda y guantes. Minjeong bajó con un poco de torpeza y acarició el lomo de Daisy como recompensa por haber dejado de lado la holgazanería. Karina comenzó a acercarse en silencio para no asustar a la oveja, cualquier movimiento en falso la asustaría, haciendo que Cherry caiga al río. Minjeong la observó atentamente, Jimin susurraba unos suaves “Hola Cherry” “Todo estará bien, bebé” y otro tipo de palabras tranquilizadoras. Era increíble ver como la oveja parecía encantada por las palabras de la estudiante. Con mucho cuidado, Jimin rodeo a Cherry con la cuerda, tirando luego de ella para guiarla en el sentido opuesto al río y así poder llegar de vuelta al lugar donde Minjeong estaba con los caballos. —Que alivio, temía no poder encontrarla con vida.

Minjeong no dejaba de sonreír. Tanto ella como la oveja estaban bajo el efecto Jimin.

—Ya podemos volver. —Jimin ajustó la cuerda a la montura y se subió al caballo, caminando lentamente para que la oveja no sufra de tirones. Minjeong volvió a subir sobre Daisy, quien ya era mucho más activa.

Minjeong alcanzó a Jimin, montando a su lado. —Nunca imaginé este lado tuyo. —No pudo contener sus palabras, tenía que hacerle saber eso.

—No me conoces, Kim Minjeong. —Jimin la veía a los ojos, algo que Minjeong temía hacer porque no estaba tan confiada en sus habilidades para montar. —Crees conocerme por lo que viste de mí en la escuela, pero esa es la imagen que ocupo para sobrevivir ahí.

—Nunca voy a entender eso. La necesidad que tienen algunas personas para cambiar su personalidad hasta encajar, volverse cómodos para todos y odiarse por dentro.

—¿Quién dice que me odio? Nuevamente, no me conoces.

—Eres rara.

Jimin soltó unas risas y le sacó la lengua infantilmente.

El regreso fue un poco más lento, pero cómodo. Cuando Joohyun vio que llegaron sanas y salvas se alegró mucho, pero su felicidad fue realmente genuina cuando vio que la oveja llegaba sana y salva.

Les ofreció cenar, pero ambas tenían que estar en su casa lo antes posible. Jimin no quería que su mamá descubriera que había salido sin autorización y Minjeong se había comprometido a llegar antes de que Taeyeon llegue a casa.

Minjeong condujo un poco más rápido, ya conocía algo del camino y el apuro de cumplir su promesa fueron su motivación. Cuando llegaron, Minjeong se detuvo afuera de su casa, presionando el botón que abría el garaje. —Muchas gracias por llevarme. Espero que esto se mantenga entre nosotras.

—¿Quieres que sea un secreto que ayudas en un santuario animal?

—Por lo de hoy y por mantener el secreto quedaré en deuda contigo ¿Si? —Había poca distancia entre ellas y Minjeong ya no tenía excusas para no mirarla fijamente a los ojos. Minjeong parecía fotografiar el brillo de los ojos de la contraria, de esa persona que no conocía. Sintió sentimientos complejos y difíciles de descifrar. No tuvo tiempo de decir nada porque Jimin se bajó en un abrir y cerrar de ojos.

────────────────────────────────────

—Esa niña de la casa de al frente es muy guapa. —La voz de su abuelo la mortificó, Winter no lo había visto sentado en el sofá con un periódico en su mano. Sus mejillas se enrojecieron e intentó hacerse la desentendida encogiendo sus hombros. —Tiffany me dijo que apenas llegues te des una ducha porque tenemos visita para cenar.

—¿Quién viene?

—Ni idea, ya sabes cómo son tus madres. —Winter agradeció que su abuelo dejara de hablar de Jimin y simplemente desapareció en dirección a su habitación.

Como se había duchado en la escuela lo único que hizo fue asearse un poco y cambiarse de ropa. Todavía era temprano así que ocupó ese tiempo para avanzar en sus deberes.

Casi una hora después escuchó a su mamá Taeyeon llamarla desde el primer piso. Minjeong suspiró y ordenó sus cuadernos antes de encontrarse con sus mamás, ambas tenían una copa de vino en sus manos, el abuelo estaba en el mismo sofá. Notó luego la presencia de Yoona, Yunjin y una mujer que no conocía.

—Minjeong ¿Te acuerdas de Seohyun? —El nombre le sonaba, pero no había rostro para acompañar ese recuerdo.

—Dudo que me recuerde, la conocí cuando tenía apenas un par de meses. —La mujer tenía una voz atractiva, pero sus ojos y sonrisa eran casi juveniles y adorables. —Soy Seohyun, fui compañera de tus madres cuando estaban en la escuela.

—Compañeras es poco. —Se quejó Tiffany algo ofendida. —Éramos amigas, Seohyun y Yoona iban un curso más abajo que nosotras. Seohyun era la más pequeña del grupo.

Minjeong se sentó con un refresco a escuchar la conversación de las adultas, Yunjin estaba sentada al lado de su mamá y se veía extrañamente apagada. Había rechazado algo para beber y apenas sonreía cuando alguien decía algo gracioso.

Supo además que Seohyun era odontóloga y había pasado los últimos años viviendo en Londres, pero que había decidido volver a Naevis para abrir su propia consulta. —Deberías venir a vivir con nosotras. —Ofreció Yoona. —Hay bastante espacio en la casa y es mucho más acogedor que estar en un hotel mientras encuentras una casa ¿Qué opinas, Jin? —Yunjin sonrió a su mamá y asintió.

—Muchas gracias, quizá acepte la oferta.

—Yunjin. —Minjeong decidió acercarse. —¿Terminaste el ensayo de historia? Tengo unas dudas ¿Podrías revisar el mío?

—¿Qué ensayo de —Yunjin no terminó de formular su pregunta porque notó que era solo una excusa de parte de su amiga de la infancia. —Claro.

—Nos llaman para cenar ¿Si? —Taeyeon asintió y Minjeong subió las escaleras con Yunjin siguiéndola de cerca.

Cuando llegaron a su habitación Yunjin se apoyó contra la puerta y esperó a que Minjeong hablara. —¿Por qué no te recuestas? Te ves cansada.

—Gracias, la verdad es que anoche no dormí casi nada, sentía muchas náuseas. —La más alta se tiró en la cama de Minjeong y cerró los ojos solo para descansar, sabía que no sería capaz de quedarse dormida, aunque le encantaría.

Winter se sentó en la silla de su escritorio y vio a la joven en detalle. Yunjin realmente había crecido para ser una joven hermosa, sus facciones se veían maduras, pero también tenía sus mejillas hinchadas lo que la hacían ver perfectamente de su edad. —Debes tener cuidado cuando bebas. —Generalmente a Minjeong le daba igual lo que las personas hacían en las fiestas, no estaba segura del motivo, pero un lado sobreprotector comenzaba a despertar con Yunjin. Ella siempre fue la más pequeña y delgada, la que hablaba menos y se limitaba a asentir a las decisiones que tomaba Jen, pero de igual forma era ella la valiente y sobreprotectora, cuando salían en aventuras siempre iba adelante, cuando hacía frío le compartía su chaqueta y cuando salían llevaba comida extra por si Yunjin tenía hambre. Todo eso había desaparecido desde que se separaron, pero ahora que tenían que pasar más tiempo juntas, ese instinto sobreprotector volvía a aparecer.

—Perdón, tenía muchas ganas de distraerme un poco, no quise ser una molestia.

—No fuiste una molestia. —Le aclaró. —Pero espero no intentes mejorar las cosas bebiendo o saliendo de fiesta.

—No lo haré, Win.

Minjeong respetó el silencio y aprovechó de continuar con sus deberes mientras Yunjin seguía recostada en su cama. Se preocupó de no hacer mucho ruido para no molestarla.

Después de un rato recordó lo que quería preguntarle. —Jen. —Llamó, usando un tono de voz suave al no saber si seguía despierta. Yunjin soltó un “mmm” para que siga hablando. —¿Qué relación tienes con Chaewon?

 

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Comments

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JavrritJuiget
#1
Chapter 39: Por favor, puede escribir un capítulo separado sobre cómo Tiffany logró la reciprocidad de Taeyeon 🥺🥺
Jinja_ninja #2
Chapter 39: Wait what happening.minjeing didn't shiw up? Must have a good reason.
UndefinedCharacter
#3
Chapter 39: Chapter 39: 😨😨😨
What happened?
The beginning was full of celebration of victory, of love...
Minjeong finally admitting to her mother about her feelings for Karina...
And Karina telling her mother of her plans after graduating...
Although Yunjin is going through something...
And they were supposed to talk...
😨😨😨
UndefinedCharacter
#4
Chapter 38: 😮😯😲😳
So this is Yuri and Yoona's secret they're hiding from Yunjin...
It's a good thing some of the misunderstandings were addressed and cleared...
That was a rollercoaster of emotions!
I'm glad Yunjin and Chaewon are official, and she even told her parents...
And her plan after graduating....
Minjeong and Jimin next? 🥹
Oh, were nearing the end? 🥺
JavrritJuiget
#5
Chapter 38: Fcking fabulous story ㅠㅠ
JavrritJuiget
#6
Chapter 37: Oh… amazing chapter!!!

I hope I can see more also Taeny’s story
UndefinedCharacter
#7
Chapter 37: Yuri and Yoona... 🫣😅
Yunjin did a lot of good in this chapter, despite what happened to her... Which I think is essential for a lot of realizations...
Being honest with everyone, especially her parents and profess her love for Chaewon.
And then her telling Minjeong to not settle for less and that she loves her too.
Her parents realized what she may be going through.
And then having that honest talk with Karina and vice versa...
I love their turning points.
Congratulations on your new work! ❤️
tamynl
#8
Chapter 37: Pobre Yunjin todo lo que le paso, por suerte pudo hablar con su mama. Espero que Karina pueda hablar con Minjeong talvez la ayude con todo el lio que tiene ensima.
Gracias por actualizar!
UndefinedCharacter
#9
Chapter 36: I'm liking Yunjin more... Maybe because she kinda know what she wanted, although the thing with her parents have not been sorted out(?). But her straightforwardness on telling what's on her mind, of Jimin taking the blow on the break she asked of her boyfriend, and Minjeong being distracted, affected and disappointed.
I wonder what Jimin has decided though. I think them finding Jessica is an eye opener for her, for a lot of things.
Awww... Mr. Kim.... 🥺
UndefinedCharacter
#10
Chapter 35: Yunjin's plan is so cute! 😁
I do hope the team wins!
Poor Minjeong... That's a hard thing to decide... When that something she's holding on to stay is unsure... 😢
I think Karina's conversation with Yeseo would make an impact on her, especially her nonchalance about her mom dating a woman, and other things...
The realization of Karina on what if on parallel world Taeyeon and Jessica didn't stop dating, then maybe there will be no Winter...
Awww, the sister finally reunited! 🥹
Great chapter!
Thanks for updating!😉