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La tarde era fría y el cielo estaba cubierto de nubes que amenazaban con traer la lluvia. La escuela había dejado disponible uno de sus estadios para que se desarrolle el partido. Las integrantes del grupo sentían la emoción a flor de piel, ya que sería su primer partido con otra escuela local y aunque era amistoso, también las pone nerviosas.

A pesar del clima, había un grupo de personas en las graderías del estadio, la mayoría apoyando al equipo de la escuela. Estaban ahí padres, amigos y compañeros de la escuela. Entre ese grupo estaban por supuesto Tiffany y Taeyeon.

Yunjin llegó junto a Seohyun, quien se había ofrecido a llevarla para que no tenga que caminar en caso de que llueva.

—¿No te parece bien lo rápido que congeniaron Yunjin y Seohyun? —Susurró Tiffany a Taeyeon, quien de inmediato se sintió un poco incómoda ya que las mencionadas estaban sentadas al lado de ella. Asintió y la reprendió con la mirada, quizá esa conversación deberían tenerla en casa.

Tiffany se puso de pie en el momento en que las jugadoras pasaron a la cancha y gritó como loca cuando por el megáfono nombraron a cada una de las chicas, dejando su garganta en el aire cuando mencionaron a Minjeong.

El equipo local tenía desde el inicio una actitud distinta a todos los partidos de la temporada anterior. Minjeong, quien jugaba de centrocampista se lució habilitando los dos goles que hizo su equipo. Era como el cerebro del equipo y cada vez que el entrenador Park intervenía, lo hacía hablando con ella quien de inmediato comprendía cómo llevar a cabo sus ideas.

Minjeong era habilidosa y astuta, desde un principio identificó las debilidades del equipo contrario. Con su visión y precisión de pases, se convirtió en la clave para desbloquear la defensa rival. El público de inmediato lo notó y los gritos no faltaban cada vez que tocaba el balón.

En el primer gol, la receptora del pase fue Chaewon. La delantera quedó en una posición privilegiada y envió el balón hasta el fondo de la red. El público saltó y gritó. Minjeong notó que Chaewon buscaba a Yunjin entre el público y cuando las dos hicieron contacto visual, la baja delantera sonrió sinceramente.

Sin embargo, la felicidad les duró poco. El equipo rival tenía una delantera talentosa que con mucha agilidad dejó por atrás a las defensas y esquivó a la arquera para casi entrar bajo el arco, marcando el empate.

Fue en la mitad del segundo tiempo, que después de un tiro libre lanzado por Minjeong que la pelota llegó a los pies de Bae, quien aprovechó de disparar de inmediato para así llegar al segundo gol.

El entrenador Park les pidió cuidar el resultado y en un momento crucial NingNing, quien jugaba de defensa, se destacó al evitar un gol rival en el último minuto frustrando el empate.

El pitido final desató la euforia total del equipo y el público, nadie recordaba cuándo había sido la última vez que el equipo había ganado un partido. El entrenador Park las reunió a todas en el camarín para felicitarlas y destacar la actuación de Minjeong y NingNing, las cuales fácilmente podrían ser escogidas como la figura del partido, pero por sobre todo las felicitó por la muestra de trabajo en equipo.

Después de bañarse y cambiarse de ropa, las jugadoras salieron para saludar a sus familias y amigos. NingNing saludó a su papá, quien era el único que la había ido a apoyar y Minjeong también aprovechó la instancia para presentar a sus madres. La china se fue junto a su padre

—Ellos son mis padres. —Anunció Chaewon, Minjeong hizo una reverencia a la pareja que se veía muy feliz de estar ahí. —Ella es Minjeong y sus mamás.

Chaewon estaba nerviosa de ver la reacción de sus padres, pero saludaron a ambas mujeres de forma natural e incluso su padre las felicitó por lo bien que jugó su hija.

—Oh, hola Yunjin. —La mamá de Chaewon saludó a la joven, abrazándola con fuerza. Minjeong se sorprendió al ver la cercanía que había entre su amiga y los padres de Chaewon. Finalmente se encontró con las primeras pruebas de que había una cercanía entre ellas.

Yunjin saludó a la mujer de forma amorosa y demostró cierta cercanía con ella. No se dio el tiempo de mirar a Minjeong, era como si supiera que su amiga la estaba viendo.

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Seohyun las invitó a cenar para celebrar y tanto Taeyeon como Tiffany pensaron que era una buena idea. Llegaron a un restaurante lleno de tonos neutros que eran tanto elegantes como acogedores.

Se fueron a una mesa para seis personas, ya que Yoona se les uniría más adelante. El grupo decidió comer samgyeopsal y bulgogi.

—Jugaron muy bien hoy, será una temporada entretenida.

Tiffany, quien ya era toda una experta en fútbol le explicó a todas las presentes cómo funcionaban las cosas y la posición que ocupaba Minjeong. Con orgullo explicó cómo sus dos asistencias permitieron los dos goles y en qué falló el equipo para recibir ese gol.

Seohyun no pudo evitar preguntarle si seguía pensando en trabajar en la venta de propiedades porque por todos sus conocimientos podía ocupar el rol de entrenadora sin problemas. Taeyeon por otro lado sintió de golpe la forma en que su esposa y su hija tenían tanta complicidad y ella, aunque había hecho las paces con Minjeong seguía sintiendo que estaba alejada de ella.

Después de unos quince minutos Yoona llegó para cenar con todas. Yunjin estaba feliz de que se les uniera, ya que el año anterior había notado que su madre estaba un poco sola, la llegada de sus amigas había provocado un brillo especial en su rostro.

La comida avanzó perfectamente. Siempre había un tema de conversación presente y de vez en cuando sus mamás contaba alguna anécdota del colegio que las hacía reír o avergonzarse, para ninguna de las dos era fácil imaginarse a sus mamás teniendo su edad y haciendo cosas similares a las que enfrentan ellas hoy en día.

Estaban esperando por el postre y Minjeong aprovechó el momento para revisar sus redes sociales. —Hmm, se va a estrenar la segunda temporada de Hello Dark. —Yunjin, quien no tenía idea de qué estaba hablando, decidió ignorarla. Cuando la mayor se dio cuenta de que estaba siendo ignorada se propuso insistir, llevando la pantalla de su teléfono a la nariz de Yunjin.

—Oh, es Nana.

—¡Lo es! Será su debut como actriz, al parecer tendrá un rol importante en la nueva temporada. —Minjeong no pudo evitar mostrar su emoción.

—Trabaja en la agencia de mamá, en el verano fuimos a cenar juntas.

Minjeong golpeó el hombro de Yunjin y formó una “o” mayúscula para demostrar su emoción. —¡¿Es broma?!

El grito exaltado llamó la atención de las adultas quienes se interesaron en saber qué era lo que tenía a Minjeong gritando en medio de un restaurante. —Yunjin conoció a Nana.

—¿Quién es Nana? —Seohyun fue la primera en hablar, después de vivir un buen tiempo fuera del país y sin tener interés por lo que ocurría en la media Coreana no conocía a las personas que eran famosas.

Minjeong dio vuelta su teléfono y le mostró el poster de la nueva serie donde la cara de Nana estaba en el centro junto a dos hombres que asumió que eran los protagonistas. Yoona acercó su cabeza al hombro de Seohyun para ver lo que estaba viendo y su expresión cambió por completo. Tal vez Yunjin fue la única que lo notó, ya que rápidamente tomó agua y miró a otro lado, intentando no demostrar reacción alguna.

—¿Y cómo la conoces? —Minjeong y Tiffany tenían como rutina ver algunas series Coreanas por lo que ambas sabían bastante bien quiénes eran los rostros que estaban de moda. Si bien Nana no era actriz hasta ahora, la conocía al saber que era una de las modelos más populares.

Yunjin volvió a explicar cómo había ocurrido su encuentro con la ahora actriz, por supuesto emitiendo todos esos detalles que la hacían creer que su mamá tenía una extraña relación con ella.

Poco después de eso Yoona le comentó a Seohyun que estaba un poco cansada y decidieron excusarse, Tiffany y Taeyeon le ofrecieron a Yunjin ir a casa, pero la joven presintió que algo ocurría con su mamá y prefirió irse con ellas. Minjeong lamentó la decisión porque no iba a poder interrogarla nuevamente sobre su relación con Chaewon.

Taeyeon las condujo de vuelta a casa. La extraña conversación que había escuchado hace un tiempo al parecer ya había quedado atrás porque sus mamás parecían tan acarameladas y alegres como siempre. Decidió no preguntar nada para no reabrir una herida que al parecer ya se había cerrado.

Minjeong se ofreció a limpiar el auto para así obtener un poco de dinero, Tiffany le dijo que no era necesario (porque le daría dinero igual) pero Taeyeon le dijo que estaba bien.

Era una noche fría, pero Minjeong estaba lo suficientemente abrigada. También estaba oscuro, pero el patio delantero tenía luces en distintas partes que la mantenían bien iluminada. Se encontraba tan feliz por la victoria que ni el frío ni la oscuridad le molestaban. Levantó la mirada y notó que la chimenea de su casa estaba prendida, decidió apurarse para poder disfrutar de eso más tarde.

Estaba pasando una esponja con jabón especial por las puertas del auto cuando vio que uno entraba a la casa del frente. Un hombre pasado sus cuarenta años se bajó y del lado del pasajero reconoció a Jimin.

Alzó su mano para saludarla y luego se concentró nuevamente en el auto. Pensó que su interacción se iba a quedar solo en eso, pero poco después sintió que su vecina estaba más cerca de lo que ella pensaba. Minjeong se giró un poco y vio a Jimin parada en el pavimento. Su rostro se veía especialmente hermoso bajo esa noche estrellada. Tenía una delicada sonrisa que combinaba con la mejor de las imágenes que tenía de ella. En un evento algo sorpresivo, la mayor se acercó un poco más y le dejó un par de palmaditas en su espalda.

—Felicidades. Escuché que ganaron el partido hoy.

Minjeong dejó de pasar la esponja al auto y dedicó toda su atención a ella. —Gracias. — Su falta de palabras frente a Jimin era algo digno de estudiar.

El silencio entre ellas fue chispeante, Minjeong sabía que la timidez la estaba superando y Jimin parecía notarlo. —Me dijeron que fuiste la mejor.

—¿Fue Yunjin?

Jimin se encogió de hombros y dio un paso atrás para que Minjeong pueda seguir con su trabajo. Karina caminó hasta donde estaba la manguera y comenzó a ayudarla. —No es necesario. —Minjeong intentó detenerla, pero no lo logró.

—Lamento no haber estado ahí. —Jimin fue cuidadosa de no pasar a mojarla. —Intentaré ir al próximo partido.

—Eso tampoco es necesario. —Minjeong titubeó un poco con sus palabras y continuó enjabonando, haciendo un camino de espuma que Jimin iba enjuagando después. —Además parece que ya tienes una informante.

—¿Por qué no me quieres ahí? ¿Te vas a poner nerviosa acaso?

—N-no.

Jimin comenzó a reír, moviendo la manguera para mojar a Minjeong quien gritó y salió corriendo lo suficiente como para no ser alcanzada por el agua.

—Buenas noches, Minjeong.

La joven cortó el agua y se despidió de Minjeong con un inesperado beso en su mejilla lo que la dejó petrificada en su lugar por un buen tiempo. Algo que sin ella no saber, Jimin había notado.

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—Estuvo bueno hoy ¿No? Deberíamos repetir algo así. —Comentó Seohyun en un intento de romper el extraño silencio que había en el auto. Ella no se había dado cuenta de qué había provocado el cambio de humor en ella, pero Yunjin, quien iba sentada en el asiento de atrás lo sabía bastante bien.

—Seohyun ¿Podemos detenernos en una parte? Olvidé entregarle algo a Chaewon.

Seohyun aceptó de inmediato. Como no conocía la dirección, Yunjin se dedicó a dirigirla.

Estaban acostumbradas a las enormes casas de ese pueblo ostentoso por lo que el cambio se hizo notar. En medio de ese pueblo se encontraba un barrio modesto que parecía suspendido en el tiempo. Las calles estaban igualmente arregladas, pero las casas eran más pequeñas y sencillas, con un encanto rústico y sensación acogedora.

A diferencia de las enormes mansiones y las imponentes residencias que predominaban en el resto del pueblo, este barrio reflejaba una forma de vivir más sencilla y honesta.

—No tenía idea de que Chaewon vivía aquí. —Comentó Yoona más bien con sorpresa.

—¿Chaewon es la chica que conocimos antes? —Yoona asintió, Yunjin la interrumpió para pedirle que pare frente a una casa de color blanco, la cual se veía bastante bien cuidada y en su patio delantero tenía una linda decoración con plantas muy cuidadas.

Yunjin se bajó del auto y las dos la vieron caminar hasta la entrada donde fue recibida por la mujer que antes Seohyun conoció como la mamá de Chaewon.

—Oye ¿Está todo bien? —Seohyun aprovechó que quedaron solas para poder preguntarle. Un poco temerosa buscó la mano de Yoona y la tomó.

Yoona asintió, corriendo su mano poco después. —Creo que voy a ir a Seúl.

—¿A Seúl? ¿Por qué?

—Tengo que hablar con Yuri.

Seohyun se puso en modo serio, intentando olvidar el rechazo que acaba de recibir. —¿Pasó algo? ¿Quieres que te acompañe?

—No es necesario. Es solo que hay muchas cosas que no hemos resuelto, sobre todo en relación a Yunjin y creo que es necesario que lo hablemos en persona. —Yoona se quedó expectante a la reacción de Seohyun, pero la menor no dijo nada. —Igual estaba pensando en preguntarle a Taeyeon y Tiffany si Yunjin se podía quedar con ella unos días.

—Eso no es necesario, si estás cómoda no tendría problema en quedarme con ella. No nos conocemos hace tanto, pero ya le tengo mucho cariño. Es una niña adorable.

—Gracias Seohyun, es bueno que volvamos a estar juntas.

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—Yunjin, no pensaba volver a verte hoy. Ven, ven. —La señora Kim la saludó con cariño y la hizo entrar a la casa. La mamá de Chaewon era varios años mayor que sus mamás y tenía un aura maternal que siempre hacía sentir muy cómoda a Yunjin. —¿Cenaste? Te puedo calentar el pastel de papa que preparé hoy.

—No, señora Kim. No se preocupe, mi mamá me está esperando afuera, solo vengo a entregarle algo a Chaewon.

—¿Tu mamá? ¿La que conocimos antes? Dile que pase.

Yunjin soltó unas suaves risas y negó. —Ella es solo una amiga de mamá, no se preocupe solo vengo a entregarle algo de la escuela a Chaewon, no debería tomarme mucho tiempo.

La joven subió por las escaleras y tomó el camino a la habitación de Chaewon. La puerta estaba cerrada por lo que decidió tocar. La suave música que se escuchaba desde afuera se detuvo y luego la puerta se abrió frente a ella.

La más baja no pudo ocultar su sorpresa de ver a Yunjin ahí. Rápidamente la hizo pasar y cerró la puerta luego de que estuvieran las dos dentro de la habitación.

—Vengo rápidamente, mi mamá me está esperando afuera.

Fue un poco desilusionante para ella escuchar eso. Eran muy pocas las veces que ellas podían estar juntas y casi siempre era en momentos limitados así como ese.

—Quería entregarte esto. —Yunjin le acercó una bolsa de papel. —Se supone que te lo iba a entregar antes del partido, pero no tuve oportunidad. —Chaewon lo agradeció y caminó con la bolsa hasta su cama para así poder sentarse y abrirla. —Es una tontería.

Yunjin se quedó parada frente a ella viendo como la mayor abría con cuidado la bolsa y sacaba de ahí una botella de color rosado con su nombre estampado en un tono plateado, también había otro texto que decía “fighting” junto a un pequeño corazón.

Chaewon deslizó la yema de sus dedos por sobre ese corazón, no podía quitarse la sonrisa del rostro. Podría ser algo insignificante para otros, pero para ella era algo especial, un gesto especial de cariño.

—Es para que te mantengas hidratada en los partidos o prácticas. —Explicó un poco nerviosa. —Y para que pienses en mí.

Yunjin se comenzó a reír de ella misma. Eso no era típico de ella y ya estaba arrepentida de las palabras que habían salido de su boca. —Bueno, ya me tengo que ir.

No se sentía capaz de decir algo más y caminó hasta la salida. —Esto no es necesario para que piense en ti. —Yunjin se afirmó con fuerza a la puerta para mantenerse de pie, sus rodillas se sintieron débiles. —Pero está muy lindo, muchas gracias.

—No es nada.

Yunjin bajó rápidamente las escaleras y se despidió de la señora Kim antes de entrar al auto. A Yoona y Seohyun les tomó por sorpresa la forma en que entró tan velozmente al auto, su mamá notó sus mejillas rojas, pero decidió no comentar nada. Llevaba un tiempo sospechando cosas, pero creía que era mejor esperar a que Yunjin sienta la confianza suficiente para poder contarle las cosas. —Jin ¿no tienes problema de quedarte con Seohyun unos días? Tengo que ir a Seúl.

—¿A Seúl? ¿No puedo ir contigo?

Seohyun manejó en silencio, dejando que las dos mantengan su conversación. —Tienes clases, Jin. Además solo se irá para hacer trámites.

Yunjin terminó por ceder, en realidad ella tampoco quería perder clases. Tenía ganas de ver a su mamá, pero supuso que sería extraño también estar con las dos en un mismo lugar.

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Las chicas estaban concentradas escuchando la charla técnica del entrenador Park. Quería que las chicas refuercen los puntos positivos del partido anterior y no vuelvan a repetir los errores. Era el último amistoso antes de que empiece la liga y el grupo estaba positivo de que iban a resultar vencedoras nuevamente.

Park las animó por última vez y las alentó a salir a la cancha a calentar.

—Tengo un buen presentimiento hoy. —A Minjeong le llamó la atención escuchar a Chaewon. Una semana había pasado desde el partido anterior y desde entonces no le había dirigido la palabra para nada que no sea relacionado a la escuela. Hacía todo lo posible para que no queden solas y así Minjeong no había tenido oportunidad de preguntar nada en relación a Yunjin.

—Yo también.

Las dos salieron trotando a la cancha para entrar en calor. El público era mayor que el del fin de semana anterior, al parecer se había corrido la voz de que el equipo había ganado el partido contra el otro equipo y se ilusionaban con verlas jugar. Pero a Minjeong y Chaewon no les importaba la cantidad de personas, tampoco que sus padres estuvieran ahí. Ambas estaban felices de ver a dos chicas sentadas una al lado de la otra que solo le prestaban atención a ellas.