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En la mañana recibieron un sobre que estaba posicionado debajo de la puerta, Chaewon fue la primera en notarlo y por lo mismo fue quien lo leyó.

—Debido a la tormenta en aumento, se solicita a las estudiantes quedarse dentro de sus respectivas cabañas y desayunar con la comida que tienen en la cocina. Cuando sea seguro salir, se les hará saber mediante algún encargado del lugar.

Yunjin rodó los ojos, porque sabía que tenía que conversar con Minjeong, pero ese lugar era tan pequeño que no habría oportunidad de ningún tipo de privacidad.

—Me iré a bañar. —Fue lo único que dijo, pensando que ahí al menos no escucharía nada.

Al asomarse por la ventana se podía notar que la nieve había subido más de un metro a comparación de lo que había sido la noche anterior, tampoco parecía detenerse la fuerza con la que caía y entendían que por su seguridad era mucho mejor quedarse ahí.

Las tres ordenaron un poco y se dispusieron a preparar el desayuno. La actitud era positiva, porque así como se veían las cosas afuera, ninguna podía asegurar cuánto tiempo estarían ahí.

—Me pregunto cómo están las chicas en la otra cabaña. —Pensó Minjeong en voz alta. Chaewon era la única en ese grupo, además de Minjeong, que conocía el plan de NingNing. Las risas entre las dos dejaron a Karina un poco confundida, aunque no preguntó nada.

Cuando Yunjin volvió, las cuatro desayunaron casi en silencio. De vez en cuando alguna hacía un comentario sobre algo aleatorio, pero ninguna se animó a profundizar sobre algo.

—¿Pasaron buena noche? —Fue la pregunta de Chaewon la que provocó un cambio en la dinámica del grupo. Karina y Minjeong sabían que su respuesta más honesta quizá sería un poco incómodo para Yunjin, quien había sido bastante clara para desaprobar la relación de las dos. —Estuvo bien, pensé que estaría más helado. —Karina se decidió a responder, siendo honesta, pero sin dar mayores detalles. —¿Y ustedes?

—También. —Ahora fue Yunjin quien habló. —La verdad es que Chaewon es bastante cálida para dormir. —La mencionada casi escupió su café, no esperando ese exceso de información, ni mucho menos la forma en que la menor la abrazó por su costado. —Podría dormir con ella todas las noches. —Su corazón estalló en ese momento y sus mejillas rompieron en un fuerte rojo al sentirse levemente expuesta ante las otras dos chicas.

—Entonces pasaron una muy buena noche.—Había un poco de sarcasmo en el comentario de Minjeong, quien no estaba soportando el hecho de que Yunjin preferiese estar con Chaewon antes que con ella, sobre todo considerando que la misma le había roto el corazón y la había hecho sufrir un montón hace poco tiempo atrás.

Karina fue capaz de notar el malhumor que había nacido por parte de Minjeong y puso su mano encima de la de ella para hacerle saber que tenía que calmarse un poco. El gesto no pasó desapercibido y lo que antes era enojo, ahora pasó a ser un poco de vergüenza por estar demostrando gestos en público.

Para algunas personas podía ser un gesto insignificante, sobre todo porque la audiencia se trataba de dos personas que ya sabían lo que había entre ellas, pero para Minjeong fue suficiente como para olvidar todo el mal rato y sentir que había todavía un poco de esperanza.

Y la protagonista de ese acto sutil ni siquiera era consciente de todo lo que estaba provocando, para ella se trataba simplemente de una forma de tranquilizar a Minjeong.

—En realidad sí. —Contestó Chaewon finalmente. —Se siente bien poder dormir sin tener el despertador y con mucho silencio.

—Sobre todo con tu mamá. —Chaewon y Yunjin compartieron una fuerte y melodiosa risa sobre algo que Karina y Minjeong no entendían.

—Mi mamá tiene una obsesión con levantarse muy temprano todos los días para ordenar la casa, hay que participar sí o sí, así que no hay días de descanso ni mucho menos de levantarse tarde.

—Y nadie se salva. —Las dos seguían riendo y Chaewon tomó la mano de Yunjin como para pedirle que pause para ella continuar la historia. —Una vez nos hizo limpiar todas las ventanas de la casa.

Minjeong veía fascinada la forma en que las dos se complementaban y se ayudaban a agregar detalles a la historia para no dejar nada de lado. Minjeong comprendió que la química de las dos era imposible de negar, aceptó que no debía sentir celos porque si las cosas salían bien esta vez, las dos podrían hacerse muy feliz.

Por primera vez desde que habían llegado el ambiente se sintió cómodo y tranquilo, Minjeong no pudo evitar pensar en lo que le había contado su mamá, la forma en que ella, Yoona, Yuri y Tiffany habían creado un grupo seguro para poder estar juntas sin preocuparse de lo que decían los demás. Quizá ellas podían hacer algo similar, si Jimin estuviese dispuesta a soltarse como lo estaba haciendo ahora, entonces las cosas podrían salir bien. Pero antes, Minjeong se debía una buena conversación con Yunjin.

Las rondas de chocolate caliente continuaron y así mismo se les pasó la mañana conversando de cosas triviales, nada profundo y definitivamente nada que tuviera que ver con la relación de algunas.

En un momento unos toques en la puerta las hicieron recordar que no estaban en vacaciones y que en realidad se suponía que estaban ahí para compartir con el resto de la clase.

Karina se abrazó a su abrigo y abrió la puerta para encontrarse con la mucama que las había llevado ahí la noche anterior. Estaba ahí para avisarles que los empleados habían desocupado la mayor parte del camino y que las encargadas las requerían a todas en una de las salas comunes en menos de una hora. La porrista pasó la instrucción al resto y rápidamente se comenzaron a arreglar para ir a dicho lugar.

Cada una se abrigó con varias capas de ropa y cuando estaban listas para irse, Minjeong detuvo a Yunjin para pedirle conversar. Ese sería, quizá, el único momento en el que podrían estar a solas, por lo que decidió aceptar, dejando que las otras dos salieran primero.

Cuando quedaron completamente solas y se aseguraron de que Karina y Chaewon estuvieran lo suficientemente lejos, Minjeong habló: —Te quiero pedir disculpas. —Fue lo primero, porque aunque decía lo que pensaba, no era justo hacerlo a sus espaldas. —Me dejé llevar por mi enojo y no debí hablar así de ti.

—Pero es lo que piensas.

—Un poco. —admitió. —A veces es muy difícil poder conversar las cosas contigo porque intentas evitar los problemas constantemente.

—Eso me han dicho.

Minjeong no tenía ni idea de la conversación que había sostenido Yunjin con Chaewon la noche anterior, pero sin saberlo, sería esa conversación lo que le ayudaría a arreglar un poco las cosas con ella. —Mira, Minjeong, sé que te molestan algunas actitudes mías y al pensarlo bien, tienes razón, me cuesta conversar las cosas y siempre que puedo evitar algo, yo lo hago. —A Minjeong le sorprendió la brutal honestidad que estaba utilizando Yunjin y la dejó continuar. —Pero creo que es un poco injusto que de todas las personas con las que soy cercana seas tú quien se queje de eso. —El cuerpo se le enfrió después de escuchar eso. —Sabes que es difícil para mí, pero creo que siempre que he tenido que decirte las cosas lo he hecho. Eres la única persona a la que he intentado no dejar afuera de todos mis problemas y que cuando hemos tenido un tema pendiente lo hemos conversado y de pronto vas y dices esas cosas de mí.

Y en ese momento a Minjeong se le pasaron por la cabeza todas las conversaciones que había tenido con su amiga y se dio cuenta de que ella tenía toda la razón. Muchas veces se había cuestionado por no ser igual de sincera con Yunjin como ella lo era, la única vez que habían peleado cuando ella la encontró con Karina también había conversado y ahora se daba cuenta de lo equivocada que estaba y lo malagradecidas que fueron sus palabras con Chaewon.

—Perdóname si he sido infantil últimamente, pero tú eres la única persona con la que nunca he tenido problemas para hablar. —Terminó, sin poder ocultar la tristeza en su tono de voz.

Había una fuerte amargura en el interior de Minjeong, frente a ella estaba una persona a la que quería como si fuera su hermana de sangre. Una chica con quien había estado sin hablarse por años y que cuando decidieron volver a ser amigas se sintió como si el tiempo jamás hubiera pasado entre ellas.

Se dio cuenta entonces de que su verdadero problema con Yunjin no era ese, su problema era que no podía aceptar que no apruebe su relación con Karina. Si Yunjin le daba su visto bueno, entonces dejaría de cuestionarse cualquier cosa y al no hacerlo, había decidido atacarla con sus palabras.

—Tienes razón. —No podía defenderse y debía aceptar las cosas como son. —Sé que te cuesta hablar con las personas, pero también sé que conmigo es con quien más te esfuerzas y no debí decir lo que dije a Chaewon. —Creo que solo estoy enojada contigo y por eso hablé mal de ti a tus espaldas.

—¿Estás enojada?

—En realidad estoy enojada con muchas cosas, tengo mucho enojo dentro de mí. —se sinceró, pese a que enojo no era lo único que sentía. —No quiero que estés lejos de mí, porque eres mi mejor amiga.

—Pero me estarías haciendo escoger entre Karina o tú.

—Yo jamás te pedí eso. —Le recordó Minjeong, porque en su cabeza ser amiga de ambas era totalmente compatible con su relación.

—No, no me lo pediste, pero te dije que no puedo ser amiga de las dos y que si tuviera que escoger me iría contigo. —Minjeong la iba a interrumpir, pero Yunjin no se lo permitió. —Minjeong, las cosas que comienzan mal, difícilmente terminan bien.

—Karina y yo estamos intentando hacer las cosas bien.

—¿De verdad? Porque hasta donde sé, Karina sigue teniendo un novio y tú sigues siendo la persona a la que ve a su espalda.

Minjeong entendió por qué a Yunjin le gustaba evitar conversaciones, porque a algunos no les gustaba escuchar la realidad y en ese momento, ese era su caso. Era una verdad que vivía en su cabeza, pero que casi siempre evitaba porque no le gustaba lo que sentía cuando lo hacía.

—No me gusta hablar mal de ella porque le tengo mucho cariño, pero a ti te quiero más y no puedo no decírtelo. Es por eso que no me gusta la situación en la que estoy, es por eso que te dije que prefería tomar mi distancia. Además, estás claramente enamorada y también existe la posibilidad de que te enojes conmigo por decirte la verdad.

Yunjin se había puesto en todas las situaciones posibles, y había sido esa la razón por la cual su decisión final había sido tomar una distancia prudente entre las dos.

Por su parte, Minjeong se quedó completamente sin palabras ¿Qué podía decir? Podría ser egoísta y pedirle a Yunjin que se quede de su lado, pero eso sería admitir que en algún momento las cosas con Karina se arruinarían.

—¿Crees que Karina se ha acercado a hablar conmigo? Ella podría intentar convencerme de que la locura que están haciendo tiene sentido, pero no lo ha hecho.

—Es todo complicado, ¿No? —Minjeong comenzaba a entender las cosas desde un punto de vista que no había hecho. —Porque lo entiendo todo, lo que dices tú, lo que piensan mis mamás y todo me dice que no está bien, pero por alguna razón nada de eso me importa.

Yunjin le sonrió, entendiendo totalmente a lo que se refería; su amiga estaba completamente enamorada, estaba volando en el aire y todas las personas que intentaban llevarla a tierra no eran tan fuertes como el amor que sentía por Karina.

—Pase lo que pase, y aunque me cueste, aquí voy a estar. —Era una nueva promesa, aunque las cosas salieran mal o si salen bien, Yunjin no la iba a dejar, porque se dio cuenta de lo vulnerable que veía por primera vez a Winter.

Después de eso, las dos decidieron incorporarse al resto de sus compañeras antes de que noten su ausencia. Ciertamente, estaba más helado de lo que habían imaginado, y en el trayecto se dedicaron a quejarse, porque ambas hubieran preferido quedarse en su cabaña todo el día. El camino fue dificultoso por la cantidad de nieve que había caído durante la noche, se tomaron del brazo para no caer y después de unos largos minutos visualizaron la recepción a la que habían llegado la noche anterior.

Al igual que en el momento de su llegada, un golpe de calor les recorrió el cuerpo cuando entraron en dicha sala, la recepcionista las guió hasta la sala común en donde se encontraba el resto de la clase, ellas fueron las últimas en llegar.

—Bien, ahora que ya estamos todas. —La profesora, quien al parecer había hecho esperar al resto del grupo hasta que ellas lleguen, comenzó a dar las instrucciones de lo que harían por el resto del día.

Estuvieron una buena cantidad de minutos escuchando frases sobre convivencia, trabajo en equipo y hermandad. Parecía todo aprendido de memoria y no quedaban dudas de que pocas palabras cambiaban de un año a otro en ese discurso.

Comenzó luego a leer una lista de actividades que tenían planificadas, lamentando luego que debido a las condiciones climáticas no se podrían realizar todas. —Estoy segura de que encontraran forma de matar el tiempo por su cuenta. —Sonrió, sabiendo que la mayoría de las chicas estaban en cabañas con sus amigas. Notando también, la forma en que Aeri rodaba los ojos.

Un señor con un abrigo gigante apareció luego, tenía un enorme tamaño y su bigote estaba blanco por los restos de nieve que tenía.

La profesora lo presentó como el instructor que les enseñaría a crear iglús.

—Debe ser una broma. —Se quejó Aeri, abrazada a su chaqueta de diseñador que poco la protegía del frío. —¿Por qué quisiera yo saber hacer un iglú? —Le preguntó a Sullyoon, quien estaba parada al lado suyo.

—La idea es que trabajen en equipo y se vuelvan más cercanas.

Las instrucciones fueron claras al principio, debían juntarse con un grupo de otra cabaña para que logren terminar más rápido, no querían exponerlas por tanto tiempo al frío excesivo. No fue difícil para las chicas juntarse con Aeri, NingNing, Yoon y Sullyoon.

Las ocho salieron juntas hasta el exterior, ahí tenían sectores divididos para que cada grupo trabaje. En cada sector había distintas herramientas cuya función era desconocida para las chicas.

El instructor comenzó a explicar qué era lo que debían hacer, detallando la función de cada herramienta, Chaewon prestó especial atención después de notar que el resto de su equipo no parecía muy interesado en entender.

—Bueno, necesitamos que al menos tres vayan a buscar nieve. —Cuando terminaron las instrucciones, Chaewon se puso en modo líder. —Deben llevar palas y los cubos para traerla.

Yunjin, Minjeong y NingNing aceptaron hacer ese trabajo, moviéndose de inmediato con intenciones de terminar lo más rápido posible.

—Ustedes van a formar los cubos. —Le pidió a Giselle, Yoon y Sullyoon, quienes apenas recibieron las primeras cantidades de nieve, comenzaron a meterla en los moldes que iban formando los cubos.

—Jimin y yo lijaremos e iremos posicionando los cubos para crear la forma.

Todas se pusieron a lo suyo de forma inmediata. Chaewon y Jimin marcaron el círculo en el que formarían su iglú, esperando a que el instructor acepte sus medidas.

Pese a los quejidos y el cansancio, el grupo funcionó bastante bien. Las tres encargadas de la nieve hacían rápidos trayectos para traer cubos llenos de nieve, los cuales eran traspasados por Giselle, Yoon y Sullyoon a unos moldes especiales para formar los cubos, después de esperar a que se compacten, Chaewon y Jimin los sacaban del molde y los posicionaban en su lugar indicado, tomando luego una lija especial para así poder formar las curvas.

Después de cuatro horas repitiendo el mismo trabajo, tomando una que otra pausa y recibiendo ayuda de parte del instructor, el iglú comenzaba a tomar la forma deseada. Todos los grupos fueron llamados a tomar una pausa para un bien merecido almuerzo buffet.

Casi todas se encontraban mudas debido al cansancio que había significado pasar toda la mañana trabajando. El comedor era enorme y toda la clase entró con bastante comodidad, algunas se quejaban de dolores de espalda, algunas de frío, otras de quemaduras por la nieve y la profesora solo respondía a esas quejas con la importancia del trabajo en equipo.

Después de almorzar y de una pausa para bajar la comida, toda la clase tuvo que volver a sus iglús, las chicas vieron con orgullo que el de ellas era uno de los más avanzados. —Y lindos. —Agregó Giselle, quien se tomaba la estética muy en serio.

Por unas dos horas más, las chicas continuaron trabajando arduamente en su iglú, usaron algunas ramas como decoración e incluso algunas flores que había sobrevivido a la tormenta de la noche pasada.

Cuando el instructor aprobó su trabajo, las ocho chicas gritaron y se abrazaron de emoción. Tomaron fotografías de su iglú, luego a ellas mismas dentro del iglú y todo era risas y alegría. Las ocho chicas, que generalmente no se mezclaban en clases, terminaron de las primeras y con el que probablemente era el iglú más lindo de todos (Gracias a Giselle)

La profesora les permitió volver al comedor o a sus cabañas si así lo deseaban y la última opción fue la escogida, las chicas querían volver a sus cabañas, bañarse y ponerse ropa limpia después de hacer tanto trabajo físico.

Al igual que al momento de almorzar, estaban muy cansadas como para mantener alguna conversación seria o larga. Chaewon fue la primera en bañarse y Yunjin se fue a su habitación, cayendo muerta sobre la cama. Karina y Minjeong hicieron lo mismo en su respectiva habitación.

Karina se apoyó sobre el cuerpo de Minjeong, haciendo que la futbolista se queje por el dolor que le provocó.

—Parece que las cosas salieron bien con Yunjin. —Habló casi en el oído de Minjeong, para que la misma no la escuche.

—Creo que sí. —Minjeong ahora acariciaba la piel de Jimin con la yema de sus dedos, logrando que sus ojos se cerrasen gracias al relajo que sus caricias le entregaban.

Minjeong se quedó pensando en la conversación que había tenido con Yunjin, élcontraste de sus palabras con lo que sentía era tan grande que no podía dejarse influenciar, no podía alejarse de Karina porque para ella, eso sería mucho más difícil.

—¿No has pensado en hablar tú con ella? —Karina levantó un poco su rostro, abriendo finalmente los ojos para poder ver los de la menor y negó. —¿Por qué no? Igual es tu amiga.

Karina sabía que el grupo de porristas había notado la clara distancia que había entre ellas últimamente, y tampoco podía negar que no la extrañaba. Eran un equipo, ella era la líder y sabía que dentro de sus misiones se encontraba el ser la persona que se pone en medio de las dos en conflicto e intenta solucionar las cosas para que todo ande bien, por primera vez era ella una de las protagonistas y no sabía cómo hacer las cosas.

Tampoco se podía engañar y no admitir que una de las razones por la cual prefería no hablar con Yunjin era porque tenía miedo de escuchar un par de verdades que ya vivían en su subconsciente, pero que seguramente pegarían distinto al escucharlas en voz alta.

—Supuse que no iba a querer. —Era otra de sus razones, porque Yunjin había sido bastante obvia al hacerles la ley del hielo, apenas las encontró ese día.

—Habla con ella, yo creo que les hará bien a las dos.

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Después de la cena en la que toda la clase compartió, las llevaron a una sala común aparte para disfrutar de una película navideña que la mayoría de las presentes ya había visto.

Giselle aprovechó de la falta de interés para hacer correr la voz de que habría una junta en su cabaña esa noche.

Chaewon y Yunjin, quienes estaban sentadas juntas y no temían en mostrar su cercanía, se quedaron viendo con pocos ánimos de querer ir a dicho lugar. —Podríamos ir unos minutos y después devolvernos a nuestra cabaña. —Sugirió, obteniendo asentimientos de parte de Chaewon, quien estaba feliz de estar con ella y aceptaba cualquier cosa que ella dijese.

Cuando terminaron la película, todas se fueron, fingiendo irse directamente a sus cabañas cuando, en realidad, la mayoría se iba en dirección a la cabaña de Giselle, NingNing, Sullyoon y Yoon.

Había por lo menos 15 que se atrevieron a burlar las reglas (toque de queda, luces apagadas y por supuesto: NADA DE ALCOHOL) pero de alguna forma, Giselle tenía en la cabaña una caja llena de alcohol, el cual comenzó a repartir entre todas las presentes. Sus compañeras de cabaña estaban a favor de la idea, porque creían que había que pasar el frío de alguna forma (NingNing pasó gran parte del día convenciendo a Yoon)

La cabaña se llenó con esa cantidad de personas, algunas se sentaron en sillas, otras aprovecharon el sofá, pero la mayoría estaba sentada en el suelo, recibiendo las botellas que Giselle y NingNing repartían.

Los primeros minutos los ocuparon principalmente para hablar mal de algunos de sus profesores, sobre todo de la encargada de la clase que no era del gusto de Giselle. Era su último año en la escuela, así que se permitían hablar de ellos sin problemas y sin dudas, todas tenían algo que decir.

Chaewon y Yunjin nuevamente estaban sentadas juntas, casi en su propio mundo, conversando de otras cosas, algo que notaron algunas, pero que no fue de mayor interés al creer que simplemente eran dos amigas conversando.

—Juguemos a verdad o reto. —Giselle, quien estaba de pie en medio de la sala, anunció al resto.

Todas lo aceptaron, Chaewon y Yunjin tomaron eso como la señal de devolverse a sus cabañas, pero Giselle las alcanzó a detener. —Nadie se va hasta que se acaben todas las botellas. —Las amenazó y sin tener ganas de discutir, decidieron volver a sentarse.

El grupo se ayudó a mover los muebles para hacer mayor espacio y poder sentarse todas en el suelo, formando así un círculo. —Voy a ser la moderadora. —No quedaban dudas que Giselle tomaría el rol de protagonista y observó a todas las chicas con interés. —Chowon, tú empiezas.

Los retos fueron desde imitar a algún profesor, hasta hacer bailes ridículos o tomar varios shots de golpe. Una hora después, las chicas ya tenían sus mejillas rojas, se reían de la nada y así mismo las preguntas y retos comenzaban a tomar mayor calibre.

—¿Es Jay el mejor besador? —La pregunta la hizo reír de inmediato, no solo por el alcohol, sino porque jamás le había dado un beso a Jay.

—Mmm, creo que he besado mejor. —Respondió, llamando la atención de Sullyoon y Giselle, quienes jamás habían escuchado de Yunjin besando a otra persona. Chaewon, quien estaba sentada a su lado, supo de inmediato que se trataba de ella.

Las preguntas más picantes eran por supuesto de autoría de Aeri y NingNing, las dos chicas eran tan diferentes, pero tan parecidas al mismo tiempo que Minjeong pensaba que, en realidad, si fueran pareja podrían funcionar bastante bien.

Las risas aumentaron en volumen y las chicas se avergonzaban cada vez que tenían que contestar preguntas como “¿A cuántos chicos has besado?” “¿Alguna vez fantaseaste con alguien mayor?”, o “Si fueras la última mujer en el planeta ¿A qué chico escogerías para continuar con la humanidad?” Minjeong, quien tenía cero interés en los varones creía que las preguntas eran bastante aburridas.

Solo se interesaba cuando las preguntas iban dirigidas a algunas de sus amigas, Yoon reconoció públicamente tener un crush en su tutor de matemáticas (Giselle comenzó de inmediato su plan para juntarla con su hermano) y Chaewon confesó a todas que su primer beso había sido con una mujer, no ocultando que prefería continuar besando mujeres por el resto de su vida.

Era claramente una salida del closet y no pudo sentirse más orgullosa de ella, por la sonrisa que le había regalado Yunjin y la forma en que su mano se posó sobre la chica, podía notar que su orgullo era diminuto en comparación al que sentía ella.

—¿Qué tan bueno es Jeno en la cama? —La pregunta la devolvió de vuelta al lugar en el que se encontraban, y al igual que todas las presentes, su mirada se fijó rápidamente en la chica sentada al lado suyo.

Karina estaba completamente roja y soltó una risa nerviosa por el exceso de atención que había recibido de pronto. —Vamos, no puedo responder eso. —Se quejó, pero varias compañeras comenzaron a quejarse, con la excusa de que todas habían tenido que responder alguna que otra pregunta incómoda.

—Al menos dinos si es tan bueno en la cama como lo es jugando basquetbol. —Otra chica sugirió, sin duda, animada a decir eso por el exceso de alcohol, porque de otra forma jamás hubiera dicho algo así en frente de la verdadera novia del chico.

Karina tomó otro vaso de alcohol, lo cual ayudó a aumentar el rojo que pintaba sus mejillas y finalmente se animó a responder. —Bueno, digamos que por algo es el capitán. —La respuesta ganó gritos y aplausos de todas las chicas, que ahora imaginaban que Jeno hacía más que feliz a la chica más popular de la escuela.

Apenas las palabras salieron de su boca, Minjeong sintió como se le creaba una bola en la garganta y el corazón se le aceleraba de una forma que no era normal. Los gritos de las chicas se escuchaban a distancia, porque para ella todo parecía así, lejano e irreconocible. La idea de Karina saliendo con Jeno la hacía sentir muy mal, el ver a Karina dándose besos con Jeno la hacía arder en rabia, pero jamás se le había pasado por la cabeza que alguna vez ella y Jeno habían dado ese paso extra en su relación. Ahora se sentía tonta porque ¿Cómo no? Llevaban mucho tiempo juntos, seguramente en algún momento Karina estuvo muy enamorada de él y ella misma sabía lo que era sentir que las hormonas te dominaban, por supuesto que habían dado ese paso y seguramente lo había hecho en varias ocasiones. Pero quizá, para evitar sentirse como lo estaba haciendo en ese momento, había preferido omitir esas ideas y desecharlas por completo de su subconsciente. Ahora que la idea estaba fresca y confirmada por la misma Karina, sentía que estaba completamente ahogada e inmóvil. En su cabeza se repetía una y otra vez la respuesta de Karina y en el fondo resonaban las risas de las chicas, se sentía humildad, casi como si se estuvieran riendo de ella y quería llorar, salir de ahí y devolverse a su casa, devolverse a Estados Unidos donde podía salir con una y otra chica sin sentir absolutamente nada, donde al menos se sentía segura.

Detrás de ella sintió una presencia, era Yunjin, quien al parecer había sido la única en notar el disgusto que estaba dibujado en su rostro y en su lenguaje corporal. Su amiga le estaba ofreciendo un vaso, lo tomó en sus manos y lo llevó a su boca rápidamente pensando que era alcohol, pero se trataba de un vaso lleno de agua y hielo, lo cual fue suficiente como para llevarla de vuelta a la realidad. El juego continuaba, las confesiones vergonzosas no se acabaron y ella supuso que lo de Yunjin era un mensaje de calma.

Eso no le quitó las ganas de irse y de no volver a hablar con nadie por el resto de la noche, después de terminarse su vaso de agua se sentía mucho mejor y estaba decidida a ofrecerle a Chaewon y Yunjin que se devolvieran a su cabaña cuando escuchó el reto que le hacían a Giselle.

—Te reto a darle un beso a la persona más guapa del grupo. —Sullyoon, quien ahora estaba completamente desinhibida por el exceso de alcohol, retó a su amiga. Y Giselle, a quien nada le importaba lo que dijeran de ella, se puso de pie y caminó directamente a su dirección, ofreciéndole la mano para que ella también pudiera levantarse. Todavía sin entender lo que estaba haciendo, Minjeong cogió su mano y se paró, observando ligeramente hacia arriba a la que era más alta, quien tomó ese gesto como una aprobación para llevar sus labios a los de ella. Winter todavía no comprendía bien lo que estaba pasando, en parte por el aturdimiento que tenía todavía por la respuesta de Karina, pero cuando entró en razón y sintió sus labios siendo besados por otros y a ella misma, correspondiendo al beso.