-33.

Just my type (Jiminjeong + Purinz)

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Volver a clases después del viaje de invierno siempre era muy difícil porque pasaban días induciendo un discurso sobre la hermandad y el trabajo en equipo, pero al volver las bombardeaban con exámenes y la clase se convertía en un varadero “sálvese quien pueda” porque todas querían aprobar y no se daban el tempo de ver cómo iba la compañera de al lado.

Minjeong y Jimin no se estaban hablando, salían a horas distintas en la mañana para no verse y la única clase en la que tenían la obligación de interactuar había sido cancelada porque el profesor estaba con problemas de salud.

Jimin era la que quería intervenir y poder hablar con ella, había estado a punto de hacerlo en varias ocasiones, pero el miedo siempre le ganaba y prefería callar.

Para saber de su abuelo, hablaba con Yunjin, quien todavía ocupaba un tono frío para conversar con ella, pero al menos le contestaba. El abuelo de Minjeong ya había vuelto a casa y según le dijo Yunjin, parecía estar bien, aunque no tan animado como antes.

Era una tarde soleada, pero con un viento helado que te erizaba los pelos y teñía todas las narices de rosado.

La entrenadora las había obligado a practicar la última rutina en el exterior, las chicas le habían pedido a Jimin que hable con ella para cancelar los entrenamientos de esa semana y así poder usar el tiempo para estudiar y la respuesta de ella había sido esa: obligarlas a practicar en la intemperie.

Al menos Karina no podía decir que no lo intentó, lamentaba el resultado, pero como capitana había hecho llegar a la entrenadora las palabras de sus compañeras.

Estaban todas sudadas y agotadas tras practicar la misma rutina una y otra vez hasta que quedase perfecta. Al final del año debían presentarse en una competencia y esa era la rutina que querían presentar, la entrenadora se lo tomaba muy en serio.

Cuando por fin terminaron, Karina se tiró sobre el césped escarchado y dejó que el hielo le enfríe el cuerpo. No tenía ánimos de entrar al edificio donde estarían todas quejándose mientras se cambiaban de ropa. Después de un rato levantó su espalda y se quedó sentada, no tenía frío pese al aliento casi blanco que salía de su boca. No se había dado cuenta hasta ese momento que frente a ella se podía ver la cancha donde entrena el equipo de fútbol.

Sus ojos divisaron de inmediato a la persona que ocupaba la mayoría de sus pensamientos. Todo el equipo parecía estar disfrutando mientras corrían tras la pelota y se daban pases, ninguna se veía visiblemente afectada por el frío y cuando Chaewon metió la pelota tras el arco, todas vitorearon felizmente por el gol.

Una sombra le tapó el sol y cuando se volteó a ver, Giselle estaba con la mano estirada para ofrecerle una botella de agua que no pudo rechazar. Su amiga esperó a que la reciba y luego se sentó a su lado, haciendo una mueca de arrepentimiento inmediata al sentir el frío en su trasero.

—¿Vamos a tener la conversación? —Aeri miraba a su amiga, sin necesidad de seguir su vista para saber a quién estaba mirando. Llevaba un tiempo dándose cuenta, la última prueba que necesitó fue la clara distancia que tenían Karina y Yunjin.

Karina abrió la botella de agua y luego correspondió el contacto visual, intentando procesar la pregunta sin poder encontrarle sentido. —¿Qué conversación? —preguntó, francamente, sin entender el punto al que quería llegar.

—Jiminie, nos conocemos desde que éramos pequeñitas. —Aeri la miraba con una sonrisa dulce y amistosa. Jimin no entendía nada hasta entonces, pero esos ojos empáticos significaron para ella uno de sus mayores miedos. —Jamás te había visto así, me costó entenderlo, pero ahora todo tiene sentido y quiero que sepas que.

—No entiendo de qué estás hablando. —Estaba muy asustada y su corazón le latía rápidamente.

—Pero no pasa nada malo. —Intuyendo que Karina quería irse de ahí y dar la conversación por acabada, su mejor amiga decidió tomar su mano y darle un apretón amistoso para tranquilizarlo. —Soy tu mejor amiga ¿No podemos conversar?

Jimin aceptó que no podía huir y asintió. —Vamos adentro, nos cambiamos de ropa y después vamos a mi casa a conversar y estudiar un poco ¿Te parece? —Sugirió Giselle, teniendo una respuesta positiva por su amiga de forma inmediata. El clima no daba para mantenerse ahí por mucho tiempo más.

Las dos hicieron los siguientes pasos de forma silenciosa y a las afueras de la escuela, el chofer de la familia de Giselle las estaba esperando para llevarlas a casa.

La casa de los Uchinaga siempre era imponente por su tamaño y decoración, pero a Jimin siempre la hacía sentir muy vacía, porque además de los trabajadores y los dos hijos del matrimonio, nunca se sentía como una casa familiar.

Al entrar, Aeri le pidió a uno de los cocineros que les prepare algo caliente para merendar. Caminaron luego hasta una gran sala que funcionaba como biblioteca y sala de estudios.

—Definitivamente necesitaré ayuda para historia. —Los libros estaban acumulados sobre el mesón, lo que dejó en claro que su amiga llevaba estudiando sin parar durante los últimos días y horas. Se estaba esforzando y era muy valorable. Jimin agradeció también que Giselle decidió enfocarse en el estudio y no ir directo a esa conversación que temía comenzar.

Karina pensó en cómo ayudarla y juntas comenzaron a hacer una línea de tiempo con todas las fechas importantes que tenían que memorizar. El trabajo avanzó fructíferamente durante varios minutos, juntas comentaban algunos de los hechos históricos y Aeri anotaba todo lo que no sabía en una hoja donde tenía un resumen para estudiar después.

Fueron interrumpidas por una de las empleadas que tocó la puerta para traer la merienda que había pedido Giselle cuando llegaron. La bandeja traía varios dulces, panqueques y dos tazas con una tetera que estaba llena del té favorito de Giselle. Las dos agradecieron y pausaron el estudio para dedicarse a comer.

En casa de Aeri siempre se comía muy bien, Jimin nunca había dimensionado cuántas personas de servicio trabajaban ahí, pero siempre parecía haber alguien pendiente por si ella o su hermano requerían algo y correr para cumplirlo en el menor tiempo posible.

—Al principio pensé que estabas celosa. —A Giselle le encantaba hacer eso, dar contexto de absolutamente todo para demostrar, casi como una detective, cómo había llegado a una conclusión. —Porque había llegado otra chica que se llevaba la atención de los demás, Minjeong desde un principio demostró no ser igual a las demás. Alegre, deportista, con dos mamás, poco femenina, pero femenina y sin complejos ¡Por supuesto que todos la iban a adorar! Las chicas se sonrojan cuando les dedica algunas palabras o les da atención, los chicos la ven como una amenaza y otros quieren ser sus amigos, era entendible que tuvieras celos. —Se llevó un bocado a la boca y luego continuó con su discurso. —Pero lo tuyo no eran celos, me siento tonta porque me tomó demasiado tiempo darme cuenta. Lo tuyo era admiración, enamoramiento o algo así y no hay que ser tonta para no darse cuenta de que es algo mutuo.

Karina permaneció seria mientras escuchaba. Ver su historia de amor desde otra perspectiva le abría los ojos sobre lo mucho que sentía por Minjeong, no era un amor tonto de la adolescencia, era algo mucho más fuerte, algo que quería que perdure en ella por años.

—Pero hay cosas que no me calzan en la historia y pienso que. —Se tomó una pausa seria. —Pienso que eres mi mejor amiga y deberíamos conversar estas cosas, yo no tendría que estar creándome toda una película en la cabeza que podría no ser cierta, yo tendría que estar conversando contigo.

—Todo lo que dijiste es cierto. —Ya no había razón para negarlo, era obvio por la forma en que lo decía que Giselle estaba ahí para ella, sin ningún tipo de doble intención. —Estoy enamorada de Minjeong.

Aeri chilló de inmediato, esa fue su primera y más honesta reacción.

—Pero es complicado. —Agregó, porque técnicamente no estaban juntas después de todo lo ocurrido en el viaje de invierno.

—¿No le gustas? —Karina supo de inmediato que esa era la primera de muchas preguntas.

—Le gusto.

Otro chillido.

—¿Se han besado?

Se avergonzó con la pregunta y simplemente asintió.

Un chillido más fuerte.

—¿Quién confesó primero?

—Es complicado, las cosas se fueron dando, aunque yo me resistí a aceptarla.

—Suena complicado. —Aeri asintió, Karina tenía que resumir meses de tira y afloja con la futbolista y mientras compartían el té, Aeri escuchó todos los detalles de la historia de amor entre su mejor amiga y la admirada estrella del equipo de fútbol. Intentó no dejar de lado ningún detalle importante, lo que casi sin darse cuenta, incluyó lo que pasaba entre Chaewon y Yunjin.

—¡También lo sabía! —Gritó Aeri, interrumpiendo por primera vez el relato. —Perdón, puedes continuar.

—No tenías que saber eso. —Jimin estaba arrepentida porque sabía que Chaewon y Yunjin habían cuidado muy bien de sus secretos y ella no estaba haciendo lo mismo. —No le puedes decir a nadie.

—Tranquila, tranquila. —Aeri la calmó rápidamente. —La tuya era la primera de las intervenciones, después tengo que hablar con Yunjin. No entiendo por qué mis mejores amigas decidieron ocultarme sus romances ¿Acaso me veo homofóbica? Porque si es así, están locas, besé a Ning Yizhuo en el viaje de invierno.

—Debe ser una broma ¡Tú odias a esa chica!

—¡¿Por qué todo el mundo piensa que la odio?!

—Le has hecho la vida imposible por años.

Aeri rodó los ojos, no aceptando que dijeran eso de ella. —Bueno, da igual, yo no soy el tema del momento, aunque perfectamente podría serlo. —agregó, haciendo reír a su mejor amiga. —No entiendo qué es lo que te detiene a terminar con Jeno y ya, es claro que a la persona que quieres es a Minjeong, no debería ni existir el debate.

Karina jugaba con uno de los lápices, sabía que su corazón quería solo a Minjeong, su dedicación a ella no se podía cuestionar, pero sentía que algo la detenía.

—Es que con Jeno todo es fácil. —Su respuesta podría sonar un poco tonta, pero tenía una explicación. —Jeno sabe darme mi espacio, mi familia lo quiere, cuando nos ven juntos, las personas no dicen nada y cuando dicen algo siempre es positivo. Jeno y yo es lo que tiene que ser.

—¿Te das cuenta de lo tonto que suena eso? —La rápida conclusión de Aeri la dejó sin palabras, se cuestionó si la había escuchado o no, porque no tuvo ni tiempo de reflexionar su explicación. —Es decir, por supuesto que tiene sentido eso que dices, pero dejas de lado lo más importante.

—¿Y eso qué es?

—Jeno es fácil para todo, menos para ti porque no es a quien quieres de verdad. La vida será fácil de aquí para afuera, pero dentro de ti serás una persona amargada y triste ¿No es eso lo que dices siempre de tu mamá?

Se había enterado bastante grande que el matrimonio entre sus padres había sido arreglado por sus abuelos. Su papá venía de una buena familia y siempre intentó cortejar a su mamá, quien nunca realmente le prestó mayor atención y sin quejarse mucho, aceptó el matrimonio arreglado.

Karina había visto muchas veces a su papá llegando con flores o chocolates y la reacción de su mamá siempre era la misma: daba las gracias, besaba su mejilla y continuaba con su día como si nada. A ella le molestaba ver a su mamá siendo siempre tan fría con su papá, porque para ella, él era el hombre perfecto.

De pronto se dio cuenta de que continuar con Jeno sería replicar lo que hizo su mamá con su papá y que ella perfectamente podría convertirse en una persona fría e incapaz de mostrar su cariño como era Krystal.

¿Sería ese su futuro? Casarse con un buen hombre, pero por el cual no sentía amor romántico, tener hijos y no sentir la capacidad de demostrarles mucho cariño porque nunca aprendió a amar.

Por primera vez en mucho tiempo entendió a su mamá y sintió compasión por ella y el contexto de su vida.

—¿Sigues ahí? —Karina no se había dado cuenta de todo el tiempo que llevaba absorta en sus pensamientos. Aeri ya comenzaba a temer que había traspasado alguna línea y que su amiga estaba incómoda con sus palabras.

—Perdón, estaba pensando. —Karina volvió a comer después de un rato. —Entiendo muy bien lo que me dices, Aeri. Pero creo que es mucho más fácil decirlo que hacerlo, sé que seré feliz con Minjeong, pero ¿Valdrá la pena perder tanto por ella?

—Yo creo que la felicidad no tiene valor.

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Pese a las insistencias de su mejor amiga, Karina decidió caminar de vuelta a su casa para aprovechar el trayecto para pensar en todo lo que había conversado con Giselle. No entendía bien lo que pasaba en su interior, porque pese a saber que Minjeong era la persona que le llenaba por completo el corazón, seguía siendo insuficiente como para soltar todo lo demás.

Cuando llegó a su casa había mucho silencio y pensó que no había nadie, a diferencia de la casa de Aeri que siempre estaba llena de trabajadores, en la suya no había empleados porque su mamá creía que no era necesario cuando sólo vivían tres personas ahí.

Revisó todas las habitaciones del primer piso sin encontrar a nadie, desde la cocina inspeccionó el patio donde su mamá solía pasar mucho tiempo, pero con el frío que había caído en la tarde dudaba encontrarla ahí. Subió un poco temerosa al segundo piso y después de revisar algunas habitaciones, finalmente encontró a su mamá en una de las oficinas.

La puerta estaba abierta y simplemente se apoyó en el marco mientras la veía trabajar. Traía sus lentes y escribía algo en su computadora mientras también revisaba una carpeta que seguramente estaba llena de números.

Karina simplemente la observó mientras pensaba en lo que había conversado con Aeri, cuando se suponía que debía estar intentando solucionar qué hacer con Minjeong, lo único que tenía en su cabeza era la felicidad de su mamá.

En un momento Krystal hizo un movimiento de cabeza que le permitió ver a su hija ahí. Se llevó la mano al pecho por el susto que le trajo ver a su hija ahí. —No te escuché llegar ¿Cuánto tiempo llevas ahí parada?

—No mucho. —Karina se quedó ahí, viendo como su mamá se quitaba los lentes y masajeaba su frente.

—¿Comiste? Hay estofado, si quieres te puedo recalentar un poco.

Karina negó rápidamente. —Ya comí en casa de Giselle ¿Y tú?

—Tengo mucho por hacer todavía, quizá más tarde iré a buscar algo.

—¿Y papá?

La pregunta pareció sorprender a su mamá, no porque su hija esté preocupada por su esposo, sino porque no tenía idea de su paradero. —Supongo que sigue en Seúl o se fue al campo, no he hablado con Myungsoo hoy. Pero si quieres puedes llamarlo.

—Lo haré. —Su mamá asintió y se volvió a poner los lentes para prestar toda su atención al trabajo. Karina se mantuvo ahí sin realmente pensar mucho, viendo los movimientos casi automáticos que tenía su mamá. No supo cuánto tiempo se quedó ahí, sin que la mujer siquiera notara su presencia, hasta que casi como en su primera interacción, Krystal pareció asustada de verla ahí. —¿Necesitas algo? —preguntó rápidamente, suponiendo que estaba ahí porque algo había quedado inconcluso.

Karina negó moviendo su cabeza, sabía que necesitaba algo, pero era mucho más difícil que recalentar un estofado y no estaba lista para tener esa conversación.

Se devolvió a su habitación, dejando a su mamá un tanto nerviosa por su extraña actitud.

Ordenó sus cosas y se dio un baño caliente para quitarse el frío del día de encima. No pensó mucho porque entre los estudios y todas las conversaciones tenía la cabeza frita. Se disoció del resto y disfrutó realmente de ese momento en que su cuerpo se relajaba por completo.

Le costó tomar la decisión de levantarse y ponerse alguna prenda más cómoda. Todavía tenía que repasar algunas cosas para aprobar todos sus exámenes y como no tenía sueño, decidió ponerse manos a la obra. Tomó sus libros y comenzó a leer, destacando lo que creía de mayor importancia, todo anduvo muy bien, hasta que algo (o más bien alguien) la distrajo.

Frente a ella podía ver a Minjeong, probablemente haciendo lo mismo que ella. La futbolista era una estudiante ejemplar y ocupaba gran parte de su tiempo para estudiar. No podía ver qué libro tenía y el travieso pensamiento de ir por los binoculares de su papá se le cruzó por la cabeza, pero se arrepintió. Tomó luego su teléfono y abrió su chat con ella. El último mensaje era de Minjeong, dándole las gracias por los buenos deseos que ella había mandado después de enterarse del delicado estado de salud de su abuelo.

Escribió un sencillo “¿Qué estudias?”, para saber si estaban leyendo lo mismo o no, miró el mensaje por unos largos segundos y después lo borró. Seguramente Minjeong no quería ser desconcentrada en sus estudios y además, había sido clara sobre la distancia que quería que tomen hasta navidad.

Apenas borró el mensaje, el chat se cerró por una llamada entrante. Era su abuela, con quien no hablaba desde hace unos días antes de irse al viaje de invierno.

Ella y sus abuelos tenían una buena relación, desde que era pequeña pasaba mucho tiempo con ellos e incluso vivió unos años bajo su tutela cuando su mamá todavía terminaba la universidad.

Era costumbre para ella hablar al menos una vez a la semana con su abuela o su abuelo, pero justamente ahora habían pasado una buena cantidad de días sin poder coordinar un momento para poder conversar.

Se tiró sobre su cama y comenzó la típica charla en la que ambas se ponían al día sobre lo que había sucedido en sus últimas semanas. La vida de la abuela consistía en asistir a eventos de caridad, cuidar de su jardín y mantener una buena salud, por otro lado, su nieta siempre tenía mucho más que contar.

Por supuesto comenzó detallando todo lo que podía hacer público sobre el viaje de invierno, tuvo que prometer enviar fotografías. Luego le contó a la abuela todo lo que tenía que estudiar para la semana de exámenes y lo agobiante que era tener que coordinar todo eso con los entrenamientos y su propia vida social.

La abuela le dio palabras sabias sobre lo importante que era mantener una vida social activa porque. —Mantener lazos con personas de buena familia te llevará a tener una posición en la sociedad que siempre será respetada. —Karina había escuchado frases similares muchas veces.

—Abuela, hay algo que te quería preguntar. —No queriendo continuar con esa charla que se sabía casi de memoria, recordó que quería preguntar sobre la relación que tenía su familia con la de Minjeong. —¿Conoces al señor Kim?

—¿Señor Kim? Tendrás que ser un poco más específica, querida. Conocí a muchos señores Kim mientras vivíamos en Corea.

—El vecino de la casa de al frente.

Hubo una pausa desde el otro lado y Karina tuvo que revisar la pantalla para confirmar que la llamada seguía activa. —Ya sé a quién te refieres. —El tono de voz de la abuela era diferente, poco animoso. —¿Ese bastardo sigue vivo? —Karina se tuvo que sentar en su cama, la sorpresa era mayúscula porque nunca había escuchado a su abuela referirse así a una persona.

Karina sin duda veía al abuelo de Minjeong como una persona muy cariñosa, desde que llegó a vivir ahí. Cuando era pequeña y jugaba en la calle, él siempre la saludaba, le preguntaba una que otra cosa y parecía ser bastante simpático. Además, siempre le llamó la atención que siempre que se encontraba con su mamá en la vecindad, pasaban una buena cantidad de minutos conversando.

—Nunca entendí la fascinación que tuvo tu mamá por volver a vivir a esa casa, nunca me mencionó que los Kim seguían viviendo ahí.

El que se refiriera a los Kim como un grupo familiar completo al cual no le tenía estima le hizo sentir incluso peor.

—¿Qué fue lo que pasó con ellos?

—Nada importante. —La respuesta le pareció extraña, por la forma en la que se expresaba era obvio que había un problema grave, al que ahora intentaba quitarle importancia. —Ese hombre es un estafador que hizo que tu abuelo perdiera mucho dinero.

—Pero mamá siempre habla muy bien de él.

—Sabes muy bien lo que pienso sobre las decisiones que toma tu madre. —La abuela siempre hablaba muy a la defensiva cada vez que su mamá se volvía uno de los temas de conversación. —Pero no puedo decirle nada porque ni siquiera se da un par de segundos para llamar a su pobre madre

Karina estaba pasando por un proceso tan extraño, uno que no buscaba, pero que la llevó a empatizar con su mamá y por primera vez, las palabras que habitualmente su abuela utilizaba para hablar mal de su mamá, ya no le caían bien ni se sentía capaz de tolerarlas.

—Tú también podrías llamarla. —Se atrevió a decir. Su mamá y su familia llevaban años distanciados y si bien no conocía los detalles del conflicto, sabía que ninguna de las dos partes querían dar su brazo a torcer y la única conexión que seguía existiendo entre ellos era ella.

—No me gusta esa actitud. —Reprochó su abuela, ya que su nieta no acostumbraba a hablarle así.

—Perdón. —Las disculpas llegaron inmediatamente, pero Karina sabía que ya no quería continuar con esa conversación. Se excusó con todo lo que tenía que estudiar y la abuela lo entendió. Aunque antes de cortar, decidió dejarla en una difícil encrucijada.

—Si quieres volver a pasar la navidad con nosotros, házmelo saber para comprar tus boletos.

La idea de no estar ahí para navidad era extraña, la mayoría de sus navidades las pasaba junto a sus abuelos, pero ahora tenía algo importante que hacer ese día.

—Yo les aviso.

La llamada terminó y se llevó también todas sus ganas de estudiar. Se había quedado con una extraña sensación, sobre todo por la poca información que le dio su abuela sobre todo el tema de la familia de Minjeong. Su abuela los odiaba, pero su mamá siempre la empujaba a que sean más cercanas.

Se levantó porque ya no estaba tranquila en su habitación y llegó hasta la cocina, cerrando las cortinas que encontraba en su paso. Llegó hasta la cocina y recalentó el famoso estofado, preparando después una bandeja con dos vasos de agua y sirvió también dos platos con la comida.

Subió con cuidado las escaleras para no derramar nada y entró a la oficina de su mamá, estaba oscura y lo único que iluminaba el rostro de la mujer era la pantalla de su computadora.

—Traje estofado para las dos.

Krystal observó incrédula a su hija, era una escena poco habitual y no supo realmente cómo reaccionar. Jimin prendió la luz, su mamá movió algunos papeles y las dos compartieron una comida en silencio. Podía significar poco para muchos, pero Karina sintió que tal vez calentar el estofado no era tan fácil, porque implicaba mucho más que eso. 

 

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Comments

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JavrritJuiget
#1
Chapter 39: Por favor, puede escribir un capítulo separado sobre cómo Tiffany logró la reciprocidad de Taeyeon 🥺🥺
Jinja_ninja #2
Chapter 39: Wait what happening.minjeing didn't shiw up? Must have a good reason.
UndefinedCharacter
#3
Chapter 39: Chapter 39: 😨😨😨
What happened?
The beginning was full of celebration of victory, of love...
Minjeong finally admitting to her mother about her feelings for Karina...
And Karina telling her mother of her plans after graduating...
Although Yunjin is going through something...
And they were supposed to talk...
😨😨😨
UndefinedCharacter
#4
Chapter 38: 😮😯😲😳
So this is Yuri and Yoona's secret they're hiding from Yunjin...
It's a good thing some of the misunderstandings were addressed and cleared...
That was a rollercoaster of emotions!
I'm glad Yunjin and Chaewon are official, and she even told her parents...
And her plan after graduating....
Minjeong and Jimin next? 🥹
Oh, were nearing the end? 🥺
JavrritJuiget
#5
Chapter 38: Fcking fabulous story ㅠㅠ
JavrritJuiget
#6
Chapter 37: Oh… amazing chapter!!!

I hope I can see more also Taeny’s story
UndefinedCharacter
#7
Chapter 37: Yuri and Yoona... 🫣😅
Yunjin did a lot of good in this chapter, despite what happened to her... Which I think is essential for a lot of realizations...
Being honest with everyone, especially her parents and profess her love for Chaewon.
And then her telling Minjeong to not settle for less and that she loves her too.
Her parents realized what she may be going through.
And then having that honest talk with Karina and vice versa...
I love their turning points.
Congratulations on your new work! ❤️
tamynl
#8
Chapter 37: Pobre Yunjin todo lo que le paso, por suerte pudo hablar con su mama. Espero que Karina pueda hablar con Minjeong talvez la ayude con todo el lio que tiene ensima.
Gracias por actualizar!
UndefinedCharacter
#9
Chapter 36: I'm liking Yunjin more... Maybe because she kinda know what she wanted, although the thing with her parents have not been sorted out(?). But her straightforwardness on telling what's on her mind, of Jimin taking the blow on the break she asked of her boyfriend, and Minjeong being distracted, affected and disappointed.
I wonder what Jimin has decided though. I think them finding Jessica is an eye opener for her, for a lot of things.
Awww... Mr. Kim.... 🥺
UndefinedCharacter
#10
Chapter 35: Yunjin's plan is so cute! 😁
I do hope the team wins!
Poor Minjeong... That's a hard thing to decide... When that something she's holding on to stay is unsure... 😢
I think Karina's conversation with Yeseo would make an impact on her, especially her nonchalance about her mom dating a woman, and other things...
The realization of Karina on what if on parallel world Taeyeon and Jessica didn't stop dating, then maybe there will be no Winter...
Awww, the sister finally reunited! 🥹
Great chapter!
Thanks for updating!😉