-16.

Just my type (Jiminjeong + Purinz)

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Yunjin y Winter nunca habían tenido tiempo de pelear. Cuando niñas su único interés era jugar y pasarlo bien. Nunca habían discutido, sus mamás siempre se impresionaban de como habían hecho clic de forma inmediata. Ellas compartían sus juguetes y buscaban hacer todo juntas.

Incluso cuando se distanciaron, jamás hubo una pelea, nunca lo conversaron y ahora que estaban reconectando no creían que era necesario hablar del tema. Ahora, a sus 16 años, era tal cual como cuando eran niñas. Su afinidad era perfecta, su sentido del respeto y la protección intachable, las dos se sentían inseparables una vez más.

Pero por primera vez, Winter dudó de aquello. Yunjin se veía genuinamente molesta y en busca de explicaciones claras.

Frustrada por la falta de respuestas, Yunjin tomó su bolso y empezó a guardar su ropa sin siquiera doblarla.

—¿Qué estás haciendo? ¿A dónde quieres ir? —Winter se acercó a ella, quitándole una prenda de la mano.

—A mi casa, a la casa de Chaewon… ¡No sé! No me dices nada.

Winter tomó el bolso y lo dejó en su lugar original, tomó a Yunjin de ambas manos y la guio para que ambas se sienten sobre su cama. —No sé cómo decirte esto.

Su vida antes de llegar a ese pueblo había sido tan sencilla, pero ahora creía que era porque antes no se preocupaba realmente de nadie. Por primera vez estaba creando lazos profundos y sinceros con personas, y así mismo tenía que enfrentarse a momentos difíciles en donde debía actuar de la forma más madura posible para no dañar a nadie en el proceso.

—No estoy segura de que Chaewon quiera algo contigo. —Winter no soltó su mano, pero también evitó verla a los ojos. —Al menos no algo serio.

—Oh.

Yunjin se zafó del agarre de su amiga y secó una lágrima que amenazaba con recorrer su rostro. —Está bien. —asintió, controlando su respiración. —No me sorprende… de alguna forma lo esperaba. No pasa nada, en serio.

La porrista logró esbozar una sonrisa que no era compartida por sus ojos tristes. —¿Estás segura?

—Sí. —Asintió ahora un poco más tranquila. —Creo que es lo mejor. Admito que me enganché un poco y por un momento creí que algo podía suceder entre nosotras, algo lindo. —Chaewon había entrado a su vida de una forma tan espontánea que para ella significaba que algo diferente había entre ellas, una conexión que estaba destinada a suceder, pero al parecer estaba equivocada. Chaewon no estaba obligada a sentir lo mismo que ella y creía que lo mejor era saber ahora antes de que sea demasiado tarde. —Tampoco me gustaba tanto, no duele.

—¿Tanto?

Yunjin asintió. —Tengo una teoría. El dolor y el enojo solo pueden ser equivalentes al amor.

El dolor y el enojo solo pueden ser equivalentes al dolor.

Minjeong lo comprendía, pero no podía evitar pensar que aquello era una forma muy negativa de ver el amor.

—Mira a mis mamás. Se amaban tanto, se tenían tanto cariño y ahora con suerte pueden estar juntas en una misma habitación.

—Eso te hace creer que en realidad no querías tanto a Chaewon, porque no estás tan enojada. —Concluyó Minjeong en base a la teoría de Yunjin. —¿No será que no estás tan molesta porque crees que aún tienes oportunidad de estar con ella?

—Espero que no.

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Yoon y NingNing comían en silencio mientras se comunicaban con los ojos. Hace un par de días se habían dado cuenta de que Minjeong y Chaewon no se dirigían la palabra. Las patadas que se daban bajo la mesa no pasaban desapercibidas para las dos futbolistas que también comían en silencio.

—¡Auch! —Exclamó Chaewon cuando una de las patadas que NingNing le destinaba a Yoon terminó golpeándola. —¿Qué les pasa? Dejen de jugar.

—Ustedes dejen de jugar. —NingNing decidió tomar la iniciativa. —¿Qué está pasando entre ustedes dos?

—Nada. —Respondieron ambas al mismo tiempo.

Las dos se vieron con culpa porque sabían que por ellas el grupo estaba tenso e incómodo. No podían decir la verdad porque eso involucraba contar cosas sobre Yunjin que no podían decirle a otras personas. Yunjin era muy reservada y aunque sabían que NingNing y Yoon eran de confianza, tampoco les dirían nada.

—Chicas, de la nada se han dejado de hablar y ni siquiera se ven a los ojos. —Yoon, quien siempre era más callada, fue la que finalmente dijo lo que ambas querían decir.

—Winter y yo discutimos. —Minjeong observó con cuidado a la chica que estaba sentada a su lado, le sorprendió que haya sido ella quien decidió hablar. —Me regañó por algo del partido del otro día y no me lo tomé muy bien, discutimos. Eso es todo.

—Bueno, pero entonces hagan las paces porque ya no estoy resistiendo este silencio estúpido. Yoon, vamos. —Las dos se levantaron y la china las apuntó a ambas. —No se vuelvan a juntar con nosotras hasta que hayan resuelto sus tonteras.

Cuando quedaron solas, las dos continuaron comiendo en silencio. Ninguna de las dos estaba dispuesta a dar su brazo a torcer. —Gracias por no decirles nada de Yunjin. —Creía que al menos podía demostrar su agradecimiento, si Chaewon se atrevía a hablar sobre eso, Winter estaba segura de que esta vez no se iba a controlar.

—Aunque no lo creas, Yunjin me importa mucho.

El silencio volvió. Lo único que se escuchaba era el ruido que hacían los otros estudiantes en la cafetería.

De todas formas, las dos sabían que las cosas no podían continuar así. Su grupo de amigas no era tan grande como para que se sigan ignorando y el entrenador Park ya las había regañado por la poca conexión que había entre ellas en las prácticas.

—¿Puedes decirle que deje de ignorarme?

—¿Y qué te hace creer que me haría caso?

Chaewón respló mientras rodaba los ojos. —Yunjin es capaz de tirarse de un puente si es que eres tú quien se lo pide.

A Minjeong no le gustó el sonido sarcástico de su voz, pero decidió poner de su parte. Ella había decidido no involucrarse más y dejar que Yunjin haga lo que quiera con la información que ella le entregó, pero no pensó que su decisión sería cortar todo contacto con Chaewon.

No contestaba sus llamadas, no respondía sus mensajes, no la saludaba en la escuela y cada vez que Chaewon se quería cruzar en su camino, la porrista buscaba la forma de evitarla. No habían conversado y Chaewon se moría de ganas de poder hablar con ella y explicarle con sus propias palabras lo que sentía.

—¿Y qué es exactamente lo que le quieres decir? —Minjeong no estaba dispuesta a intervenir por nada. Podía arriesgar parte de su credibilidad con su amiga, pero también entendía que si no ayudaba a Chaewon la tensión entre ellas iba a crecer.

Chaewon estaba demostrando su vulnerabilidad al pedirle ese favor a Winter. Yunjin era una persona importante para ella y su conexión iba mucho más allá de lo físico o lo superficial.

—Que no la quiero perder. —Chaewon sabía que Yunjin era mucho más que una amistad y sin dudas mucho más que una chica a la que simplemente disfrutaba besar. —No te voy a mentir diciendo que estoy segura de lo que siento, porque no es cierto. —Se tomó una pausa, extrañaba tanto la cercanía de la más alta, le hacía tanta falta que sentía que estaba incompleta. —Creo que somos las únicas personas que saben todo lo que está viviendo Yunjin. No sé cuál es el motivo, pero por alguna razón ella no confía en sus amigas. No es justo que ella no tenga con quién hablar y tampoco lo es para ti el tener que cargar con todas sus cosas.

Minjeong no quería que su lado egoísta le gane. Ella no tenía problema en ser la única confidente de Yunjin, pero eso no era justo. —Hablaré con ella, pero no te prometo nada.

Chaewon asintió en forma de agradecimiento y se levantó de su asiento, antes de que se pudiera ir, Winter la tomó del brazo para detenerla. —Te debo una disculpa, no debí ponerme así de agresiva contigo. —Chaewon se sorprendió. Es cierto que Minjeong había reaccionado mal, pero de alguna manera ella la comprendía. —No va a volver a pasar y voy a intentar que las cosas en el grupo no sean incómodas.

—No tienes de qué preocuparte, igual tuvimos suerte de que Jimin llegó antes de que me partieras la nariz.

La futbolista se quedó con una sonrisa inconsciente. No se había podido juntar con Karina a solas, pero esos días se la habían pasado escribiéndose por mensajes de texto. Yunjin se lo había cuestionado un par de veces, pero se excusaba siempre. Sabía que su amiga no aprobaba a Karina para lo que sea que pudiera pasar entre ellas.

Jimin había mostrado ese lado oculto de ella que Minjeong sabía que podía existir. La porrista la saludaba cada mañana, le decía cuánto deseaba besarla e incluso le había pedido la clave de su casillero. Desde ese día se encontraba cada mañana con gomitas que nunca fallaban en hacerla sonreír.

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Ese era el último día que Yunjin iba a pasar en su casa. Seohyun y Yoona habían regresado de su viaje y la pasaron a buscar después del medio día. Yunjin agradeció mucho la forma en que Tiffany y Minjeong habían cuidado de ella, dejando a Minjeong casi sin aire por el enorme abrazo que le dio.

—Me alegra tanto ver que son cercanas de nuevo. —Tiffany y Minjeong entraron juntas a la casa luego de ver el auto partir y Minjeong no podía estar más de acuerdo. Su mamá vio la hora en su reloj y soltó a su hija. —Ve a cambiarte de ropa, mamá está por llegar, así que iremos a cenar.

Todavía no sabía cómo sentirse sobre lo que estaba haciendo su mamá, pero ahora que por fin estaría de vuelta, se prometió que tendría una conversación con ella para darle su punto de vista, el cual creía que no difería mucho con lo que pensaba Tiffany.

Su cuerpo estaba un poco adolorido por todo el ejercicio que estaba haciendo, en unos días tendrían un próximo partido y si lograban ganar eso las podía posicionar en el tercer lugar de la tabla del campeonato. Intentaba no presionarse, pero cada vez había más interés en el equipo y personas que ni ella conocía le hablaban en medio de los pasillos para pedirle que por favor ganen el siguiente partido.

Respiró profundamente para calmar un poco su ansiedad y no pensar tanto en aquello.

Hizo como su mamá le había pedido y se cambió de ropa para salir. Taeyeon todavía no llegaba, así que ocupó ese espacio libre para finalmente poder llamar a Karina.

Su vecina no demoró casi nada en contestar y Minjeong notó la forma en que su corazón comenzó a latir más fuerte al sentir que era prioridad para alguien.

—Finalmente, puedo escuchar tu voz.

Las mariposas revolotearon en su interior y sus mejillas se sonrojaron, lo que la hicieron esconder su rostro contra su almohada. Luego de recuperarse de su gay panic y estaba compuesta, intentó volver a su actitud de seguridad. —¿Tanto te gusto?

—Winter, tienes la cortina abierta.

Si antes estaba sonrojada, ahora su rostro estaba completamente en llamas. Corrió hasta su baño y se mojó un poco la cara.

—¿Quieres venir a mi casa? Estoy sola. —Jimin decidió dejarla en paz por un momento y decir lo que quería.

—Me encantaría, pero tengo que salir a cenar con mis mamás.

Se secó la cara y finalmente salió de su baño, caminando hasta la ventana para así apoyarse en el borde y poder sonreírle a la chica que estaba parada al frente. —¿Más tarde?

—Más tarde ya llegarán mis papás.

Hubo un silencio en el que siguieron haciendo contacto visual. Minjeong entonces cayó en cuenta de lo que significaba lo que sea que estaba comenzando con Karina.

Su vecina seguía siendo una chica descubriendo su ualidad que además, tenía novio. —Bueno, si de algo sirve quizá tenga que limpiar el auto en la noche. —Se tranquilizó al ver a Jimin sonreír y luego la llegada de un vehículo conocido la distrajo. Taeyeon había llegado.

—¿Esa es tu mamá?

—Sí.

—Es muy guapa.

—¿Te gusta mi mamá?

—Me gusta su hija.

Minjeong contuvo todos los gritos internos y movió su mano para saludar a su mamá, quien también le hacía señas desde abajo.

—Hablamos luego.

Cortó la llamada y se volvió a meter al baño para poder continuar con sus gritos de pánico.

Las dos mujeres estaban encontrándose entre besos y abrazos cuando su hija llegó a interrumpirlas. Para ella era inevitable sonreír al ver a sus mamás demostrándose tanto cariño. Siempre había sido así, pero al ver por todo lo que estaba pasando Yunjin se dio cuenta de lo agradecida que debía estar por tener un hogar como el suyo. —Ven aquí, cachorrita. —Taeyeon la llamó y la joven se acercó para ser abrazada por parte de las dos.

Tuvieron unos minutos para conversar sobre el viaje e interrogar a Taeyeon para saber si les había traído regalos.

La abogada les contó algunas cosas, pero decidió que iba a guardar un poco de información para la cena. Por suerte para ella, todo parecía girar en torno a su mamá y su estadía con Yuri.

Tiffany no le había vuelto a preguntar sobre la desconocida que le gustaba y afortunadamente no había sacado el tema frente a Taeyeon, tenía la sensación de que si eso ocurría podía terminar sintiéndose encerrada porque Taeyeon, al igual que Tiffany no iban a probar algo así.

—¿Y qué va a pasar con Yunjin?

Taeyeon fijó la mirada en su esposa, no pensó que Tiffany le había contado a su hija los detalles de su visita a la capital. Cortó un poco de su carne y se la llevó a la boca para ganar un poco de tiempo.

—Yuri quiere hacer las cosas de forma legal, ejercer sus derechos como mamá.

Tiffany tomó un poco de vino mientras en su cabeza pensaba que si Yuri quería reclamar sus derechos como mamá, también tenía que prestar un poco de atención a sus deberes.

Ella creía que no estaba bien tomar bandos, pero no podía permanecer ciega frente a cosas que eran obvias y era esa la razón de su molestia con su esposa. —Espero que no le hayas dicho que serás su abogada.

Taeyeon guardó un nervioso silencio, el cual fue respuesta suficiente para ella y Minjeong. —Taeyeon, no. Sé que acordamos que nunca nos íbamos a meter en el trabajo de la otra, pero esto nos afecta a las dos. —Pausó un momento y acotó. —A las tres. —Corrigió, mirando a su hija. —¿Qué pasa si Yoona te pide consejo? ¿Con qué cara la vamos a invitar a cenar a nuestra casa?

La abogada comenzaba a entender mejor el punto de su esposa, pero ya había ayudado suficiente como para estar metida en problemas.

—Mamá. —Minjeong decidió intervenir finalmente. —Solo no hagas nada que pueda dañar a Yunjin.

Taeyeon condujo de vuelta con un sabor amargo en la garganta. Su ego no la había dejado escuchar a su esposa la primera vez que le pidió que no se involucre entre Yuri y Yoona, o que al menos no demuestre estar de un lado o de otro. Y ahora, aunque quisiera no hacerlo, ya estaba un poco involucrada.

Nadie le dirigió la palabra en el pequeño viaje y cuando llegaron a la casa, Minjeong les dijo que se quedaría un rato afuera.

Taeyeon y Tiffany ya tenían un largo periodo de silencio y Taeyeon comprendía que debía ser ella la que solucione el problema. Las dos compartieron el baño y apenas se dirigían la mirada cuando se cepillaban los dientes. Tiffany comenzó luego a limpiarse el rostro y Taeyeon aprovechó de copiar sus acciones. Sus movimientos eran casi sincrónicos por los años que llevaban haciendo lo mismo, no necesitaban hablar para saber lo que la otra necesitaba.

Tiffany fue apagando algunas de las luces y fue la primera en meterse a la cama. Taeyeon, por otro lado, se tomó un tiempo extra en el baño para pensar en qué podía decir o hacer para mejorar las cosas con su esposa.

Salió del baño y observó a Tiffany recostada leyendo un libro, era parte de su rutina para dormir. La abogada caminó hasta la ventana y se sorprendió de ver a su hija conversando con la vecina del frente. Ambas se veían risueñas y felices de estar conversando con la otra.

—Cariño. —Llamó a su esposa, quien simplemente soltó un suave “Mmm” —Cuando me llamaste por teléfono me dijiste que Minjeong te había hablado sobre una chica, una chica que tenía novio.

—Sí. —La mención de eso fue lo que logró que finalmente Tiffany marque su libro y lo deje sobre su velador. —Te dije que tienes que hablar con ella, sé que no podemos evitar que nuestra hija sufra, pero al menos podemos intentarlo ¿No?

Taeyeon cerró las cortinas y caminó hasta la cama asintiendo. Tiffany se dio vuelta para darle la espalda, haber hablado no significaba que las cosas estaban bien entre ellas, pero aquello no fue suficiente para detener a Taeyeon, quien la abrazó igualmente y comenzó a dejar algunos besos en sus hombros descubiertos. —¿Por qué no me dijiste que la chica era la hija de Krystal Jung?

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Ese mismo día, algunas horas más temprano, Taeyeon manejó desde Seúl hasta Naevis. La diferencia fue, que en vez de tomar la dirección a su casa, pasó por una pequeña intersección para hacer otra visita.

Se detuvo frente a la casa y tomó su maletín en el que traía papeles importantes. Tocó el timbre y esperó con nervios a ser recibida.

—Unnie. —Seohyun fue quien le abrió la puerta y Taeyeon se sorprendió, todavía no estaba acostumbrada a la presencia de ella en ese lugar.

—Seohyun, a veces olvido que estás viviendo aquí. —Taeyeon pasó a la casa sintiéndose un poco incómoda. —¿Está Yoona? Tengo que hablar algo con ella.

La abogada se quedó parada en el recibidor mientras veía que Seohyun se ponía una chaqueta. —Está en la cocina, yo voy de salida, tengo que llevar a Yunjin donde una amiga.

Justo en ese momento, Yunjin apareció y saludó a Taeyeon con la dulzura que la caracterizaba.

Observó con cuidado la interacción entre Seohyun y Yunjin, las dos se llevaban muy bien y ya habían forjado una relación en la que Yunjin se sentía cómoda pidiéndole favores. La dentista, por su lado, estaba feliz de haberse ganado la confianza de la menor.

Yunjin la saludó con el mismo cariño de siempre y luego salió junto a Seohyun. Taeyeon las observó caminar abrazadas hasta el vehículo de la dentista y volvió a sentir un poco de culpa por lo que estaba haciendo. Yunjin se veía realmente feliz ahí.

Ya conocía un poco la casa y no le costó llegar hasta la cocina, había un rico olor a galletas recién horneadas.

Cuando eran jóvenes, Yoona siempre fue una chica activa. Le gustaba participar de muchas actividades y siempre se ofrecía de voluntaria para todo tipo de cosas.

La joven Yoona parecía tener estamina para todo, en el grupo siempre le decían que se tome un descanso, pero ella decía que realmente disfrutaba hacerlo. Solo existían dos cosas que la hacían darse una pausa. Yoona amaba pintar y todos veían el talento que tenía, era tan buena que ganó una beca para estudiar en la mejor escuela de artes del país y en sus primeros años sus obras se habían vuelto reconocidas. Lo segundo que lograba calmarla era Yuri. Las dos se habían enamorado profundamente cuando eran jóvenes.

Taeyeon era de las pocas que sabía que, en realidad, la que quería conquistar inicialmente a Yoona era Seohyun, pero la joven Yoona había caído rendida ante los encantos de Yuri y era por eso que todo el tema de que las dos estuvieran viviendo juntas ahora le provocaba un poco de conflicto.

Yuri había tenido una adolescencia tormentosa por culpa de sus padres, quienes prácticamente la habían echado de la casa cuando se enteraron de su relación y la familia de Yoona la había recibido como una hija más.

Yoona se entregó en cuerpo y alma a su relación con Yuri. La mayor le había prometido que juntas iban a salir adelante, Yuri estaba segura de que podía ser exitosa y obtener por su cuenta todo lo que su familia le había quitado.

Los primeros años no fueron fáciles y habían vivido gracias a las pinturas de Yoona hasta que Yuri logró establecer una pequeña empresa de representación.

Yuri por fin podía proveer a Yoona como siempre soñó y cuando su esposa le dijo que quería ser madre, Yuri le dio lo que ella quería.

Yoona dejó todo de lado para apoyar a Yuri y ser la madre que creía que su hija merecía. Yuri le había insistido a Yoona que quería que su hija tenga dos madres, que dieran todo por ella, que tuviera lo que a ella no le pudieron dar.

Taeyeon la llamó y Yoona pasó del susto a la sorpresa. No sabía que tenía compañía y pensó que todo el ruido que escuchó provenía de Yunjin y Seohyun que saldrían por un rato. —No sabía que estabas aquí. —Abrió la puerta del horno y el suave olor a galletas ahora se había vuelto fuerte, haciendo que el estómago de Taeyeon hiciera un ruido que no pasó desapercibido.

La menor le pidió que se siente mientras ella tomaba algunas de las galletas que había sacado del horno hace ya varios minutos y se dispuso a calentar un poco de leche. —Recuerdo que cuando éramos niñas te gustaban mucho las galletas con leche tibia.

Taeyeon agradeció el gesto y se sentó a esperar. Yoona había desarrollado un lado maternal que ella nunca vio venir, pero que le gustaba ver.

Yoona preparó todo y acomodó galletas y leche sobre la mesa para que las dos puedan compartir. —Supe que fuiste a Seúl, y estoy segura de que estuviste con ella.

—Yoona yo.

—Come una galleta.

Taeyeon probó una de las galletas y se le formó una sonrisa luego de sentir ese rico sabor a chocolate, el olor era buenísimo, pero el sabor era de otro mundo. —Están muy ricas.

—Sé que Yuri te mandó a llamar. Yo amo a esa mujer y la conozco como nadie la va a llegar a conocer, está herida y quiere herirme, por eso te llamó a ti.

La abogada no había pensado en eso. Jamás se imaginó que Yuri quería que ella la ayude para lastimar a Yoona, ella entendía que eso sería equivalente a lastimar a su hija. —Así que dime ¿Cuál es su plan? ¿Firmó los papeles de separación?

Taeyeon tomó su bolso y sacó de ahí los papeles que Yuri había recibido hace unas semanas. La firma de Yoona estaba ahí, pero la línea con el nombre de Yuri estaba completamente vacía.

—¿Cuál es el problema? No le pedí nada del otro mundo.

—De hecho no le pediste nada. —Taeyeon sonrió un poco. —Debiste contratar un abogado mejor.

—¿Quiere que pida más? ¿Por qué no lo firmó?

—No lo firmó porque no se quiere separar de ti.

Yoona no supo qué decir. Sentía que Yuri estaba jugando con ella, que perdía su identidad y su fuerza porque cada vez que intentaba avanzar, Yuri la retenía. No era que no amase a Yuri con todo su corazón, pero la mujer no se comprometía lo suficiente como para que ella pudiera volver a confiar.

Extrañaba tanto la conexión que sentía con ella, pasar los días a su lado y sentir que la otra estaba igual de enamorada. Pero sobre todo, extrañaba mucho a su familia y lo que siempre soñaron conseguir.

—Entonces la voy a demandar.

—Eso no va a salir bien.

Taeyeon vio a Yoona visiblemente afectada y dudó si hablar más o no. La menor secó sus lágrimas y se cruzó de brazos. —¿Por qué no va a salir bien? ¿Qué pretenden hacer?

—Yoona, yo no tengo nada que ver. Ella solo me pidió que te dé la información.

—¿Te das cuenta de lo que te digo? Ella solo quiere hacerme daño, no es capaz de decirme las cosas en la cara, cuando fui a Seúl dejamos las cosas claras y ahora lo quiere cambiar todo. Quiere arruinar nuestra amistad ¿Te has puesto a pensar en mi hija?

—Ni siquiera has escuchado lo que quiere.

—¿Qué quiere?

La abogada se sintió un poco intimidada por la actitud que tomó Yoona. No la culpó, sabiendo que, en parte, podría ser debido a todo el estrés que le provocaba estar pasando por una situación así. —Le gustaría que tomen terapia de pareja e intenten solucionar las cosas entre ustedes y que mientras hacen eso, interfieras para que Yunjin esté de acuerdo en pasar más tiempo con ella.

—¿Y qué pasa si no acepto?

Los días que Taeyeon pasó junto a Yuri, intento convencerla de que entre en razón, de que tal vez existían otras formas de solucionar las cosas como las personas adultas que eran. Lamentablemente, Yuri estaba cegada y creía que con poder podía conseguir lo que quería. —Yuri te va a pedir la custodia de Yunjin, y si no aceptas le va a decir la verdad.

17 años atrás.

Yoona y Yuri estaban abrazadas en un enorme sofá mientras esperaban a Taeyeon y Tiffany, quienes habían ido a buscar la cena. Ya llevaban cinco semanas quedándose en la casa de su pareja amiga. Yuri dejaba suaves caricias sobre el abdomen de su pareja y Yoona sonreía por lo delicada que estaba siendo. —Sabes que existe la posibilidad de que todavía no esté nuestro bebé aquí ¿Verdad?

Yuri siguió haciéndole cariño, omitiendo por completo la pregunta de su esposa. —No puedo esperar a que todo esto termine y que podamos volver a Seúl. A nuestro departamento, a nuestro hogar. —Yuri ahora comenzó a dejar besos en el cuello de la menor.

—Y volver a trabajar, ¿No?

Yoona no quiso sonar malagradecida, sabía que Yuri hacía todo para poder conseguir lo mejor para ella y para el bebé que llevaban planificando hace un tiempo.

—Aunque no lo creas, no disfruto tanto de trabajar porque me quita tiempo de estar contigo, lo bueno es que ahora tendrás otra personita para que te haga compañía.

Las dos estaban en Estados Unidos para realizar todo el proceso de fertilización. Yoona llevaba conversando del tema con Tiffany por mucho tiempo y finalmente la pareja se había decidido a hacerlo. Yoona y Tiffany querían quedar embarazadas al mismo tiempo para compartir todo el proceso.

—Solo prométeme que no me vas a dejar nunca, ni a mí, ni a nuestro bebé.

—Lo prometo, siempre estaré ahí y jamás les faltará nada.

Yuri selló su promesa con un beso que no pudo continuar tras la llegada de las dueñas de casa.

Las últimas semanas habían estado llenas de risas, chisme y cariño entre las cuatro. Estando en una fase similar de la vida, era muy fácil para ella apoyarse y entenderse. Sobre todo para Tiffany y Yoona, quienes eran las que se estaban sometiendo a todo el tratamiento médico.

Uno de esos días, Tiffany se encontró con Yoona tomando agua en la cocina, eran casi las tres de la mañana y ninguna de las dos podía dormir, probablemente debido a los nervios. —¿Tampoco puedes dormir?

—No. —Yoona llenó otro vaso de agua para ofrecerle a su amiga. —Tengo como una mala sensación, no sé.

Tiffany asintió, ella también tenía momentos así y podían ser bastante tormentosos. —No me ha llegado el periodo. —Confesó y Tiffany abrió la boca por la sorpresa, y de pronto se dio cuenta de la fecha.

—¡Yoona a mí tampoco!

Ambas intentaron ocultar sus sonrisas y no emocionarse demasiado por lo que aquello podía significar, sabían que la primera vez que se hacía el tratamiento existía una alta posibilidad de no quedar embarazada. —Tengo tests de embarazo en el baño. —Susurró Tiffany y las dos se vieron con complicidad.

Las dos intentaron acallar sus risas, turnándose para orinar sobre aquel palito que les diría si estaban o no esperando un bebé al mismo tiempo. No querían despertar ni a Taeyeon ni a Yuri así que esperaron juntas en el baño, Tiffany sentada sobre la taza y Yoona en el borde de la bañera.

—¿Te imaginas yo tengo un niño y tú una niña? Podrían ser novios, casarse y darnos lindos nietos. —La misma Tiffany que no quería ilusionarse, comenzaba a soñar en voz alta.

—Dudo que algo heteroual pueda salir de Taeyeon y tú.

La espera se hizo un poco más amena por esas tontas bromas y sin darse cuenta, ya habían pasado cuatro minutos. —Bueno, ¿Revisamos al mismo tiempo o una a la vez?

—Primero tú, segundo yo. —Tiffany estaba muy nerviosa como para ser la primera en revisar y Yoona lo notó, así que aceptó su propuesta.

Yoona se volvió a sentar en el borde de la bañera y con manos temblorosas levantó el test para ponerlo frente a sus ojos y así poder ver el resultado. Una sola línea, lo que significaba que el test había salido negativo.

Por su cabeza pasaron todos esos momentos con Yuri, planificando su vida con un bebé, hablando de nombres e ilusionándose al ver ropa de bebés en las vitrinas.

—¿Y?

Tiffany ya sabía la respuesta, pero quería confirmarlo por parte de Yoona, quien negó con una sonrisa. —No estoy embarazada. —Controló sus ganas de llorar, las hormonas que había tenido que tomar la estaban volviendo loca. —Pero no importa ¿Qué dice el tuyo?

La mayor repitió el mismo ejercicio que había hecho su amiga, pero ahora el resultado era distinto. —Dos líneas. —El corazón se le podía salir por la boca. —Estoy embarazada.

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Yoona estaba completamente callada, Yuri era la que hablaba por las dos. No tenía energías para hacerlo y solo se dedicó a escuchar la conversación entre su pareja y el doctor.

—¿Cómo es posible? Es nuestro tercer intento fallido y recién nos dice que cometieron un error.

La pareja había seguido intentando tener un bebé y cada intento había fracasado. Yoona estaba completamente destrozada, Yuri hacía todo lo posible por apoyarla, pero creía que ya había sido suficiente.

—Lo lamento mucho, señora Kwon. Se repitieron los exámenes para corroborar algunas cosas, fue nuestro error. Su esposa es incapaz de quedar embarazada, al menos no sin un tratamiento muy invasivo para volver a intentarlo.

Yoona no iba a poder tener a su bebé, mientras Tiffany Taeyeon estaban cada día más felices por su exitoso embarazo, ella seguía viviendo una desilusión tras otra.

—Lo positivo aquí, es que ambas son mujeres. Podría intentarlo usted ahora, seguiría siendo su bebé ¿No?

Las mejillas de Yuri estaban rojas de enfado, no podía creer la poca humanidad del doctor frente a ella. —Vámonos, cariño. No merece la pena. —Yuri se levantó, llevando a su pareja de ahí como si fuera una muñeca que no podía moverse por su cuenta.

Las dos lo habían conversado, Yuri no iba a someterse a ningún tratamiento, ella no tenía tiempo y no quería dejar su trabajo de lado para dedicarse a un embarazo. Además, su sueño siempre fue que Yoona sea quien lleve a su bebé.

Apenas llegaron a la casa, Yuri prendió la computadora para comprar boletos para el primer vuelo a Seúl, ya no tenían nada que hacer ahí. Ella estaba frustrada por tener que haber hecho pasar a Yoona por todo ese dolor, si pudiera devolver el tiempo y hacer las cosas distintas, tal vez lo haría.

Entró a la habitación que compartía con ella y se encontró con la mujer llorando en posición fetal. —Compré boletos a Seúl, nos vamos mañana a primera hora. —Yuri se recostó al lado de ella y la abrazó por la espalda intentando calmar su llanto.

—Yo quiero tener una familia, Yul. Quiero que tengamos un bebé juntas. —Yoona se volteó para poder llorar sobre su pecho, Yuri era la única que lograba consolarla un poco.

—Tranquila, amor. Te prometo que cumpliré todos tus sueños y te daré ese bebé, sea como sea vamos a tener a nuestra familia.

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Seohyun ocupó el trayecto para comentarle a Yunjin sobre el pequeño viaje que había hecho junto a Yoona. La dentista llevó a Yoona a las aguas termales en forma de agradecimiento por dejar que se quede a vivir con ellas.

Las dos habían tenido tiempo de descansar, de compartir y recordar las cosas que vivieron en su etapa escolar. —Gracias por invitarla, mamá necesita distraerse un poco. No lo ha pasado muy bien durante el último año.

—A tu mamá siempre la he querido mucho, te prometo que no la voy a dejar sola.

Seohyun sonó sincera y Yunjin se alegró de escuchar aquella promesa.

—¿Me puedes esperar aquí? No sé cuánto me voy a demorar, pero por cualquier cosa te puedo llamar.

Yunjin no sabía cómo iban a salir las cosas en la conversación con Chaewon, pero en caso de que salieran mal, al menos tendría a Seohyun esperando para salir rápidamente de ahí.

Seohyun la alentó a que vaya tranquila porque ella estaba dispuesta a esperarla lo que fuera necesario.

Se quedó parada afuera de la casa de Chaewon. Minjeong le había comentado que tal vez sería buena idea que conversen las cosas antes de tomar alguna decisión y si bien ella no quería, tampoco podía soltar a Chaewon tan fácilmente.

Se armó de valor y dio pasos seguros en dirección a la entrada de la casa, tocó la puerta con sus nudillos y rápidamente apareció frente a ella la mamá de Chaewon.

—Yunjin, no tenía idea de que ibas a venir también. Estoy preparando japchae, sé que te gusta. —La señora Kim abrió mucho más la puerta, para así indicarle que entre a la casa, pero la joven estudiante se quedó ahí mismo sin intenciones de pasar.

—¿Están con visita? No quería molestar, puedo hablar con Chaewon otro día.

Todo el coraje que había acumulado antes de tocar la puerta comenzaba a desaparecer en tiempo récord. —Minju vino de visita, esa niña está muy grande y Chaewon no podía más de alegría. —La señora Kim parecía igual de feliz por la visita de la exnovia de su hija, mientras que Yunjin solo quería salir corriendo de ahí. —Están en su habitación ¿Por qué no subes? Estoy segura de que le gustará tener a sus dos personas favoritas juntas.

Yunjin quiso hablar, pero hasta sus pensamientos se sentían como tartamudeos y el dolor en su pecho era insoportable.

—Oh, no. En realidad solo quería decirle algo pequeño, no era importante y no quisiera interrumpir, estoy segura de que tienen muchas cosas que decirse y ponerse al día. —Luego de concentrarse lo suficiente, logró sobreponerse a todos sus pensamientos negativos. —Y no le diga que vine, por favor. Mañana le diré todo así que no será necesario.

Yunjin se despidió rápidamente y dejó a la señora Kim con una segunda invitación a cenar en la boca. No era capaz de mantener su personaje fuerte por mucho más tiempo.

Se subió al auto y le pidió a Seohyun que salgan rápidamente de ahí. Seohyun notó que algo malo le estaba ocurriendo a la joven, no supo si preguntar o no. —¿Está todo bien? —Decidió preguntar finalmente, porque a medida en que manejaba pudo percibir que comenzaba a controlar sus ganas de llorar.

—No. —Explotó finalmente, haciendo que la dentista finalmente se estacione para poder prestarle toda su atención a Yunjin, resguardándola en un incómodo abrazo debido a la posición en la que se encontraban.

Seohyun continuó repitiendo suaves “Tranquila” “Ya va a pasar” y distintas frases de consuelo para que deje de llorar y se tranquilice un poco.

Después de varios minutos de intento, logró que Yunjin deje de llorar y le ofreció algunos pañuelos para que limpie su nariz. —¿Quieres hablarlo? —preguntó, ya que si bien la había acompañado en su llanto, Yunjin no le había dicho nada que explique qué la había hecho llorar de esa forma.

—¿Me prometes que no le vas a decir a nadie? Sobre todo a mamá.

Seohyun sabía que aquello podía causar conflicto, pero no podía dejar que Yunjin se guarde todos sus sentimientos y si estaba buscando en ella a la persona que quería que la escuche, entonces lo aceptaría.

Así que Yunjin lo soltó todo. Le contó absolutamente todo a Seohyun, refugiada en la comodidad de ese auto en medio de una calle aleatoria del pueblo.

Desde su primer encuentro con Chaewon, su primer beso con la chica, los sentimientos que no comprendía y eso no fue todo, también le contó lo que había escuchado decir a Yuri y confesar que llevaba meses ignorándola porque no podía escuchar la voz de su mamá sin sentir enojo y rechazo, con esos sentimientos haciéndola sentir incluso peor.

Era todo un círculo vicioso de puros pensamientos y sentimientos negativos. Yunjin se sentía completamente ahogada.

—Te voy a contar un secreto. —Seohyun limpió sus lágrimas con su pañuelo y encendió el aire acondicionado para que el auto se calefaccione un poco. —Hace muchos años, yo también amé mucho a alguien y tenía miedo de confesar mis sentimientos.

—¿Tu ex?

—No. —Seohyun sonrió, eran pocas las personas que conocían su historia. —Mucho antes, creo que tenía tu edad. Yo tenía mucho miedo de confesar cómo me sentía por miedo a ser rechazada y el miedo me ganó, también otra persona me ganó y tuve que aceptar que había perdido todo lo que soñé.

—Debiste hacerlo.

Seohyun se encogió de hombros, si lo hubiera hecho quizá demasiadas cosas serían diferentes. La niña frente a ella, por ejemplo, tal vez no estaría sentada ahí a su lado. —Me arrepentí por muchos años, Jin. El dolor es algo indescriptible y no me gustaría que pases por algo similar.

—No le quiero decir lo que siento, porque estoy casi segura de que ella no me quiere como yo la quiero y que si fuera por ella seguiría con la chica que lleva amando por tantos años.

Yunjin había visto sufrir a Chaewon. Su corazón estaba destrozado tras su separación con Minju ¿Quién era ella para impedirle que vuelvan a estar juntas? ¿Quién era ella para impedir que Chaewon sea feliz?

—Lo que sea que decidas hacer, me tendrás aquí para apoyarte. —Seohyun le ofreció una sonrisa casi maternal y acarició sus mejillas con delicadeza. —Y sobre tu mamá. —La dentista se tomó su tiempo y dejó su propio ego de lado, esto no se trataba de ella, sino que de una niña que necesitaba estar con su mamá. —Conozco a Yuri desde que éramos así de pequeñas. —Seohyun señaló con su mano el tamaño de dos personas bajas. —A veces los hijos cometemos el error de creer que nuestros padres tienen la solución para todos y que sabrán hacer las cosas bien, pero no es cierto. Piensa en lo confundida que debe estar, conoces que su historia de vida no es fácil y a veces, al intentar hacer las cosas bien, terminas haciendo todo lo contrario. Yuri no es mala, es un poco obstinada y le cuesta admitir sus errores, pero así como ha tenido oportunidad de hacer las cosas mal, deberías darle el espacio para que las haga de forma correcta.

Esa noche, Yunjin se fue a la cama un poco más tranquila, pero con el corazón roto y tomó dos decisiones basadas en ese dolor y también en la necesidad de sentir paz.

Para la paz, llamó a Yuri y tuvieron una simple conversación sobre su día, algo que no hacían hace mucho tiempo y sin dudas la llenó de una calidez que extrañaba sentir.

Para el dolor, ocupó el rencor y ocupó su segunda llamada para hablar con Jay.

 

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Comments

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JavrritJuiget
#1
Chapter 39: Por favor, puede escribir un capítulo separado sobre cómo Tiffany logró la reciprocidad de Taeyeon 🥺🥺
Jinja_ninja #2
Chapter 39: Wait what happening.minjeing didn't shiw up? Must have a good reason.
UndefinedCharacter
#3
Chapter 39: Chapter 39: 😨😨😨
What happened?
The beginning was full of celebration of victory, of love...
Minjeong finally admitting to her mother about her feelings for Karina...
And Karina telling her mother of her plans after graduating...
Although Yunjin is going through something...
And they were supposed to talk...
😨😨😨
UndefinedCharacter
#4
Chapter 38: 😮😯😲😳
So this is Yuri and Yoona's secret they're hiding from Yunjin...
It's a good thing some of the misunderstandings were addressed and cleared...
That was a rollercoaster of emotions!
I'm glad Yunjin and Chaewon are official, and she even told her parents...
And her plan after graduating....
Minjeong and Jimin next? 🥹
Oh, were nearing the end? 🥺
JavrritJuiget
#5
Chapter 38: Fcking fabulous story ㅠㅠ
JavrritJuiget
#6
Chapter 37: Oh… amazing chapter!!!

I hope I can see more also Taeny’s story
UndefinedCharacter
#7
Chapter 37: Yuri and Yoona... 🫣😅
Yunjin did a lot of good in this chapter, despite what happened to her... Which I think is essential for a lot of realizations...
Being honest with everyone, especially her parents and profess her love for Chaewon.
And then her telling Minjeong to not settle for less and that she loves her too.
Her parents realized what she may be going through.
And then having that honest talk with Karina and vice versa...
I love their turning points.
Congratulations on your new work! ❤️
tamynl
#8
Chapter 37: Pobre Yunjin todo lo que le paso, por suerte pudo hablar con su mama. Espero que Karina pueda hablar con Minjeong talvez la ayude con todo el lio que tiene ensima.
Gracias por actualizar!
UndefinedCharacter
#9
Chapter 36: I'm liking Yunjin more... Maybe because she kinda know what she wanted, although the thing with her parents have not been sorted out(?). But her straightforwardness on telling what's on her mind, of Jimin taking the blow on the break she asked of her boyfriend, and Minjeong being distracted, affected and disappointed.
I wonder what Jimin has decided though. I think them finding Jessica is an eye opener for her, for a lot of things.
Awww... Mr. Kim.... 🥺
UndefinedCharacter
#10
Chapter 35: Yunjin's plan is so cute! 😁
I do hope the team wins!
Poor Minjeong... That's a hard thing to decide... When that something she's holding on to stay is unsure... 😢
I think Karina's conversation with Yeseo would make an impact on her, especially her nonchalance about her mom dating a woman, and other things...
The realization of Karina on what if on parallel world Taeyeon and Jessica didn't stop dating, then maybe there will be no Winter...
Awww, the sister finally reunited! 🥹
Great chapter!
Thanks for updating!😉