-34.

Just my type (Jiminjeong + Purinz)

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La escuela estaba terriblemente silenciosa porque todos los estudiantes que no eran parte de algún club se encontraban en la biblioteca o en sus casas intentando ponerse al día con todo lo que tenían que estudiar antes de la avalancha de exámenes que estaban por barrer con todos los que no estuvieran preparados.

Yunjin caminó sin preocupaciones, porque después de hacer todos los cálculos ya sabía que tenía un buen margen para poder dar sus pruebas con tranquilidad. El esfuerzo del resto del año le había sido suficiente como para poder quedarse un tiempo extra en la escuela sin la excusa de estudiar.

Entró al gimnasio llamando la atención de todos los chicos, eran pocas las mujeres que se atrevían a entrar ahí cuando la práctica del equipo de basquetbol acababa de terminar. Uno de los chicos golpeó la espalda de Jay, quien de inmediato se dio vuelta y sonrió al ver a Yunjin esperando por él.

Jay corrió en su dirección y Yunjin puso cara de asco al verlo todo sudado, corriendo su cuerpo para evitar abrazarlo. —¡Oye! No puedes evitar a tu novio. —Se quejó Jay, logrando finalmente abrazar a Yunjin, pero sin evitar su cara de asco.

—Yo creo que hasta a Jungwon le daría asco abrazarte así. —Los dos caminaron hasta sentarse en la parte más alta de las graderías para que su conversación sea lo más privada posible.

La porrista sacó de su bolso dos jugos para compartir, algo que en vista de los chicos que todavía quedaban en la cancha, se veía como un lindo gesto entre la pareja.

—¿A qué se debe la visita? —Jay sabía que Yunjin no estaba ahí solo para hacer una actuación frente a sus compañeros de equipo. Le gustaba estar con su amiga, la conocía bien y sabía que estaba ahí por algo en específico.

—Tenemos que terminar.

Yunjin lo dijo con un tono decisivo y aunque la relación era falsa, a Jay se le formó un puchero de forma inmediata. —Eso sonó serio.

—¡Lo es! Ya no podemos seguir con esto de la relación falsa.

Jay necesitaba una explicación, por supuesto que fingir una relación no era ideal, pero para ellos funcionaba bien. A Jay realmente le gustaba pasar tiempo con Yunjin, era alguien con quien podía conversar sobre todos los temas y actuar sin fingir nada. Además, su actuación había logrado todos los efectos que ellos deseaban porque nadie cuestionaba la veracidad de la misma y sin duda nadie creía que Jay en realidad salía con Jungwon.

—Quiero que Chaewon sea mi novia.

—¿Y por eso quieres dejar esto? —Jay tomó su jugo, hablando casualmente con ella.

—Yo creo que tú mejor que nadie entiendes a lo que me refiero.

No hubo respuesta por un tiempo, Jay estaba muy cómodo con el acuerdo que habían tomado y Jungwon también. Le costaba entender que la relación entre Yunjin y Chaewon no pudiera ser compatible con su relación falsa.

Yunjin notó que la falta de respuesta se debía a la falta de comprensión que tenía Jay sobre sus palabras y decidió ser más clara.

—Quiero que Chaewon sea mi novia, pero que no sea un secreto.

Jay se atoró con su jugo y escupió un poco, llamando la atención de las pocas personas que seguían en el gimnasio. Yunjin sobó su espalda para aliviar su malestar y después de un rato, Jay logró retomar su respiración habitual.

—¿Pero por qué? No es seguro y en nada ya seremos libres de este pueblo y de la escuela.

Yunjin sabía eso, era lo que alguien racional hubiera decidido. Pero a ella no le parecía que estaba bien ceder ante el miedo

—No quiero tener miedo, Jay. Lo he tenido mucho tiempo y estoy cansada, además ninguno estará solo. Nos vamos a cuidar los unos a los otros y todo estará bien.

Jay suspiró, tomando los últimos sorbos de su jugo. No podía enojarse con ella por ser lo que quizá él no había logrado ser. Pero lo que Yunjin quería hacer no solo lo incumbía a él, sino también a Jungwon y obviamente a Chaewon.

—¿Me das un tiempo para pensarlo? Al menos hasta que terminen los exámenes.

—Está bien.

La porrista besó la mejilla de Jay y luego acarició con su pulgar la misma zona para limpiar el gloss que había quedado pegado a su piel.

Su plan para ese día no terminaba ahí. Se abrigó bien y caminó desde la escuela hasta la casa de Minjeong.

Estaba preocupada por ella, le estaban pasando muchas cosas y no había ido a clases ese día sin explicarle el motivo. Decidió que si quería obtener respuestas, tenía que buscarlas por su cuenta.

Jieun fue quien la dejó entrar, las dueñas de casa y el señor Kim no estaban.

Yunjin se condujo sola hasta el segundo piso y llegó a la habitación de Winter. Su mejor amiga estaba en su escritorio, concentrada en el papel donde escribía con una concentración máxima. —Jieun, todavía no voy a comer, no se preocupe por mí.

La porrista soltó una risa, porque Minjeong no había ni mirado para ver quién estaba ahí, y el ruido finalmente la animó a verla y encontrarse con su amiga y no con la mujer que había aparecido en varias ocasiones para ofrecerle algo de comida.

—Jin, no sabía que ibas a venir. —Por primera vez en esa tarde, Minjeong decidió cerrar su libro y ponerse de pie para acercarse a ella.

—Te traje un ensayo. —Después de saludarla, Yunjin sacó una carpeta con varias hojas. —El profesor Lee lo entregó hoy y dijo que entraba en el examen del lunes.

Minjeong gruñó mientras revisaba las hojas que se unirían a la pila que tenía para estudiar. Ocuparon varios minutos para conversar de algunos temas que iban a entrar en los exámenes, ambas disfrutaban de aprender cosas nuevas y debatirlo las ayudaba, inconscientemente, a prepararse para obtener buenos resultados.

La conversación fue interrumpida por Jieun, quien las regañó para que aceptaran cenar algo.

Era una escena extraña, la de tener solo a las dos amigas en esa enorme mesa, disfrutando de la cena que Jieun les había preparado. Minjeong había estado tan centrada en sus estudios que casi no había comido y comenzó a tragar como si no hubiera mañana.

Yunjin también tenía un gran apetito después de una larga jornada en la escuela y también disfrutó de la comida. Era una linda escena, el que las dos amigas de infancia volvieran a sentirse cómodas con la compañía de la otra, volviendo a ser familia.

—Mi mamá está en Seúl. —Soltó Yunjin de pronto Minjeong notó que no lo decía con alegría y la más alta tomó eso como señal para contarle lo que pasó ese día en que Minjeong pasó todo el tiempo en el hospital.

Decir que estaba impactada era poco, Minjeong ya había escuchado las teorías de Yunjin sobre la infidelidad de su mamá, pero tener las pruebas que lo confirmaban la hacían sentir diferente. Siempre tuvo una imagen de Yuri y Yoona que era muy positiva, la decepción era grande y no se podía imaginar cómo se sentía Yunjin después de ver esas fotos con aquellos mensajes tan sugestivos.

—Debe ser horrible, si hubiera encontrado algo así de parte de alguna de mis mamás probablemente hubiera hecho un escándalo, no sé cómo pudiste contenerte.

Esa confesión le llamó la atención, porque nunca se le pasó por la cabeza enfrentar a Yuri o contarle a Yoona o incluso a las dos juntas, sentía que era algo que ya no pasaba por ella, estaba muy desinteresada.

—Siento que mientras más lejos esté de todo ese caos, mejor será para mí. —Esa era su conclusión, había pasado muchos años llorando en silencio en su habitación por estar escuchando las peleas de sus mamás y ahora simplemente quería alejarse. —Y en ese momento, mi prioridad era estar con Chaewon y tener nuestra cita perfecta.

—¿Y lo fue?

Las mejillas rosadas de Yunjin fueron respuesta suficiente. Estaba completamente obsesionada en hacer todo a la perfección con Chaewon, tanto así que todo lo que pasaba entre sus mamás.

Después de detallar todo lo que pasó entre ella y Chaewon durante el pequeño viaje, Winter se convenció de que era realmente lo que su amiga necesitaba. —Bueno, suficiente sobre mí ¿Cómo va todo lo del tiempo con Karina?

Minjeong cerró los ojos y su cuerpo se derritió contra la silla. —Es insufrible, ¡Me quiero morir! —El lado melodramático de Minjeong salió de forma automática ante la mención de la chica de la casa del frente. —La extraño tanto que preferí ni ir a la escuela porque verla es peor.

Yunjin sabía que la razón por la que Minjeong había faltado a la escuela no era el estudio, Minjeong no necesitaba pasar horas frente a un libro para destacar en sus resultados.

—¿Es muy egoísta si te digo que quiero que me escoja a mí?

—Claro que no. —Yunjin no tuvo ni que pensar en la respuesta. —Eres una buena persona, Min. Y si quieres que te escoja a ti no es por razones egoístas, sino porque sabes que eres lo mejor para ella.

Minjeong apoyó su cara contra la mesa, viéndose como un verdadero cachorrito. Durante el día sus pensamientos pasaban constantemente por Jimin, no podía dejar de debatir en su cabeza y cuestionarse cuál sería su decisión. A ratos estaba muy confiada, sin tener dudas de que Jimin escogería su relación y que juntas podrían pasar mucho tiempo en una relación sana y feliz. Pero después pasaba un buen rato yéndose a los pensamientos negativos, en los que Jimin escogía a Jeno porque ¿Por qué no? El chico llevaba años estando en su vida y nunca le había provocado problemas, en cambio, desde que ella había llegado a su vida, las cosas parecían ir cuesta arriba para la porrista.

Yunjin la despertó de sus pensamientos, moviendo sus hombros con fuerza para despabilar.

Después de cenar, las dos se volvieron a la habitación de Minjeong para continuar repasando los temas de las próximas evaluaciones hasta que Seohyun pasó por ella.

La dentista cumplió su promesa de ser presente en su vida y hablaban casi a diario. Ahora que su mamá pasaba más tiempo en Seúl, Yunjin prefería quedarse con ella porque Seohyun era muy inteligente y siempre encontraba forma de ayudarla a estudiar.

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Llevaban ya dos días de examenes y el aire se podía cortar con un cuchillo en la escuela. Los estudiantes de último año estaban estresados a más no poder porque parecía ser que los profesores se habían ensañado ese año.

En los pasillos solo se escuchaban quejidos, algunos alumnos llorando y bostezos por la falta de sueño.

Después de dar los exámenes correspondientes, los alumnos tenían posibilidad de irse a sus casas para estudiar o utilizar alguna de las salas de estudios o biblioteca.

Karina era una de las que prefería irse de la escuela apenas pudiera. Una de las razones era estudiar tranquila, otra era evitar a Minjeong porque no sabía cuánto tiempo podía estar en la misma sala que ella e ignorarla de la forma en que estaba haciéndolo.

Y aunque esas ya eran enormes razones, había otra incluso más grande. Se había obsesionado con descubrir los secretos que había entre su familia y la de Minjeong. Necesitaba entender por qué su abuela se había enojado tanto ante la mención del abuelo de Minjeong.

Apenas llegó a su casa, intentó comprobar que su mamá no estuviera en casa y se metió en su oficina. Había intentado encontrar información online sobre los negocios de sus abuelos y la relación que podrían tener con los Kim, pero no encontró nada.

Su mamá todavía era parte de la empresa, en parte minoritaria, pero por eso tenía varios documentos relacionados a los negocios que la familia hacía en el pasado.

Tomó une enorme carpeta donde había contratos y los desparramó en el suelo, estaba tan obsesionada que el examen de geometría del día siguiente no le interesaba. Tenía que encontrar documentos muy antiguos y de un archivador pasó a cuatro y los papeles estaban totalmente acumulados en el suelo de la oficina que su mamá siempre mantenía en un orden perfecto.

Es por eso que cuando escuchó que se abría la puerta de su casa supo de inmediato que estaba en problemas. Había perdido la noción del tiempo y su mamá ya estaba de vuelta, rápidamente empezó a juntar los papeles sin cuidado, pero no se demoró mucho en aceptar que no alcanzaría a ordenar a tiempo sin ser descubierta. Hizo lo que pudo y cuando escuchó que ya estaba subiendo las escaleras, se rindió y salió de la oficina, apoyando su espalda contra la puerta cuando su mamá se paró frente a ella.

Krystal quería entrar a su oficina a dejar unos documentos, pero su hija estaba parada contra la puerta con los brazos abiertos para impedir que se acerque a ella.

—Tengo que dejar unos documentos.

—Tengo hambre.

Su hija estaba actuando muy extraño y cuando intentó dar otro paso adelante, Karina la empujó para que saliera de ahí. —Tengo que dejar unos documentos adentro. —Levantó la carpeta que traía en su mano e hizo el amague para intentar entrar de nuevo, pero no tuvo éxito.

—Yo te los entro.

Karina forcejeó con su mamá para hacerse de la carpeta, pero la mujer ya no solo sospechaba de la actitud de su hija, sino que estaba segura de que le estaba ocultando algo.

—Yoo Jimin, déjame entrar a mi oficina. —Ante tono de voz que ocupó su mamá, Karina no tuvo otra opción más que ceder y dejarla pasar.

La sorpresa fue mayúscula al entrar a su oficina y encontrarse con todo ese desastre. Todo su orden había sido esparcido por el suelo y en cada paso que daba, temía pisar algún documento importante.

Controló su respiración para no gritarle a su hija, porque estaba segura de que había una explicación para ese desastre, pero era difícil controlarse.

—Mamá. —Karina leyó los pensamientos de su mamá. —Te prometo que lo puedo explicar y que voy a ordenar todo esto.

Krystal se quedó viendo a su hija, quien la veía con ojos aterrados por la reacción que podría tener. En su cabeza decidió contar hasta veinte, ida y vuelta y después, cuando se sintió más tranquila, dejó su carpeta sobre el escritorio y sacó a su hija de ahí con una tranquila mano sobre sus hombros.

—Vamos a comer, el orden puede esperar.

Las dos bajaron al primer piso, dejando la oficina tal cual. Su mamá tenía la costumbre de llegar del trabajo, dejar sus cosas en la oficina y cambiarse de ropa para trabajar en su jardín o cocinar algo. Ese día se había saltado algunos pasos, se quitó la chaqueta y comenzó a cocinar en silencio, dándole a su hija todo el tiempo que quisiera para poder decirle qué fue lo que pasó en su oficina.

Karina se sentó en un banco, pensando bien qué decir. Estaba tan acostumbrada a no causar problemas, era la primera vez que sentía que estaba realmente en problemas y no tenía excusas para meterse en la oficina de su mamá, tenía que decir la verdad.

Lo único que escuchaba era el ruido del cuchillo cortando verduras y ya no lo estaba soportando.

—El otro día estuve hablando con la abuela. —Rompió el silencio finalmente. —Me invitó a pasar la Navidad con ellos. —Tomó una manzana y comenzó a jugar con ella para sentirse relajada.

—¿Vas a ir? —Jimin todavía no lo sabía, el año pasado la pasó muy bien junto a ellos y repetirlo no era mala idea.

—Todavía no lo decido.

Antes la respuesta hubiera sido clara, no hubiera dudado en pasar la festividad con sus abuelos, pero después de esa conversación tenía una mala sensación y quería aclarar todas sus dudas.

Krystal no dijo nada porque no podía intervenir en esa decisión. Ella tenía solo contacto legal con su padre y con su mamá simplemente no hablaba, pero entendía que su hija los quería mucho. Pero la realidad era que la Navidad pasada y todas esas en las que su hija había decidido viajar a Estados Unidos, ella se había quedado completamente sola.

—Le pregunté por el abuelo de Minjeong y.

El sonido del cuchillo contra las verduras dejó de escucharse.

—La abuela perdió el control, me dijo que era un estafador y estaba muy molesta de recordar que decidimos vivir aquí, frente a su casa. Nunca la había escuchado hablar así, fue un poco.

—¿Aterrador?

Krystal se dio vuelta y observó a su hija, quien hasta entonces solo tenía los ojos puestos en su manzana.

—Un poco, sí.

La mujer entendía que su hija había visto el lado bonito de sus padres, para ella también había sido así hasta que se desató el caos, la habían obligado a mudarse de la nada, a casarse con un hombre que apenas conocía, a entregar a su hija por ser muy joven y a no poder ver a su hermana por años.

—¿Qué fue lo que pasó? —Karina dejó la manzana en el lugar de donde la sacó. —Con el abuelo de Minjeong ¿De verdad es un estafador?

—¿Crees que podría ser un estafador?

—No. —No se demoró en responder. —No lo conozco tanto, pero toda la familia ha sido muy buena conmigo.

Krystal metió la bandeja al horno y Karina pensó que se sentaría a su lado para tener el resto de la conversación, pero en realidad pasó de largo y le pidió que la siguiera. Jimin estaba confundida, su mamá estaba actuando un poco extraño, pero como estaba dispuesta a saber la verdad, decidió ir tras ella.

Volvieron a la oficina, Karina sintió culpa por el desorden, pero a su mamá parecía ya no importarle eso. Solo le pidió que no pise ningún papel y después de apilarlos y acumularlos sobre el escritorio, su mamá le pidió que se siente en el sofá que tenía.

Cuando se sentó, sintió lo incómodo que era ese sofá. No pudo evitar pensar en todas las veces que su mamá se había quedado dormida en la oficina, ella tuvo la oportunidad de despertarla y llevarla a la cama, pero nunca lo hizo y ahora estaba arrepentida.

Krystal tomó una llave y abrió un cajón que jamás había llamado su atención. Ella misma parecía no abrirlo mucho, porque lo que sacó estaba lleno de polvo, algo que para una compulsiva de la limpieza como su mamá no era muy común.

Jimin observó como volvía a cerrar el cajón y caminaba en su dirección. Ahí fue cuando reconoció que lo que tenía en sus manos era un álbum de fotos. Algo poco habitual en esa casa.

—Quiero que sepas que sé que no he sido la mejor mamá del mundo, ni siquiera estoy cerca de ser una buena mamá.

—Eso no es cierto. —Sus palabras salieron como una respuesta de un robot automático ¿Había pensado Jimin que su mamá era una mala mamá? No, claro que no. Pero tampoco se le había pasado por la cabeza que era la mejor mamá del mundo, ellas no funcionaban así.

—No fue fácil para mí tenerte. —Jimin fingió que esa confesión no le dolió. —Quedar embarazada sin terminar la universidad fue un acto de rebeldía contra mis padres.

Era un tema que Jimin nunca había tocado ni con sus padres ni con sus abuelos, pero suponía que nadie estaba muy alegre de que su mamá haya quedado embarazada tan joven.

—Me encantaba tu papá. —Por la cara de impresión que puso su hija, supuso que era una noticia extraña. —Siempre llegaba a la universidad en motocicleta y ocupaba una chaqueta de cuero que lo hacía ver como todo un chico malo.

—No me imagino a papá siendo un chico malo.

—Lo era, por eso me gustaba tanto. —Había una sonrisa en su rostro que indicaba que sus palabras eran ciertas. —Estaba lista para presentarlo a tus abuelos, me compré una chaqueta de cuero y corté mi cabello hasta aquí. —Señaló la parte baja de sus orejas, Jimin estaba impactada escuchando la historia por múltiples razones. Para empezar, ella y su mamá nunca tenían ese tipo de conversaciones y por otro lado, jamás se le pasó por la cabeza que su mamá alguna vez estuvo verdaderamente enamorada de su papá y mucho menos que había tenido una faceta rebelde. —Lo que nunca pensé fue que Myungsoo tenía una familia más rica que la mía y que mis padres me adoraban por encontrar un novio digno de los Jung. —Su mamá comenzó a mover las hojas del álbum y encontró la que buscaba. Su papá y su mamá abrazados, ambos con quizá unos veinte años y atrás se veía la famosa moto que tanto le gustó. Jimin ni siquiera sabía que su papá sabía manejar una moto, pero entendía que al crecer, los adultos suelen dejar muchos gustos detrás. —Entonces pensé ¿Cómo puedo castigarlos realmente?

—Y te quedaste embarazada.

—No, me tatué el nombre de tu papá.

Las dos comenzaron a reír, para Jimin no existía una persona más seria que su mamá y jamás se le ocurrió que sería capaz de tatuarse, ni mucho menos de tatuarse el nombre de su novio.

—Por supuesto que ya me lo borré. —La mujer arremangó su blusa y le mostró una cicatriz en su brazo que en algún momento tuvo el nombre de su papá en tinta. —Yo crecí en una comunidad como la tuya, pero incluso más cerrada y es por eso que mi plan era no tener o hasta estar casada, estaba tan enojada con mis papás que simplemente lo hice, olvidando por completo que también era importante para mí. —A Karina le dieron ganas de llorar, porque frente a ella veía a una mujer adulta, pero poco a poco comprendía que no siempre fue así. —Mis papás no tuvieron tiempo para estar enojados por eso, porque me quedé embarazada.

—¿Te quedaste embarazada después de tu primera vez?

Ella y su mamá nunca habían hablado de o, Jimin sabía que muchas de sus amigas habían recibido la famosa charla, pero Krystal era tan distante que Jimin no se atrevía a preguntar y su mamá jamás tomó la iniciativa, al menos hasta ahora.

Krystal asintió un poco avergonzada. —Pensaba que era imposible porque no sabía lo suficiente, pero pasó y te tuve a ti.

—Yo tampoco sabía que podía pasar.

Ante las palabras de su hija, Krystal se frotó los ojos un poco frustrada, actitud que le parecía difícil de entender. —¿Tú y Jeno no?

—¡No!

Jimin no sabía si la frustración venía por eso o por otra cosa, pero decidió acallar sus temores de inmediato.

—Soy tan tonta. —La actitud de su mamá volvió, y ahora acariciaba las mejillas de su hija con algún tipo de arrepentimiento. —Desde que luché para tenerte conmigo de nuevo, me prometí que no iba a repetir el círculo, que no iba a ser igual que mis padres y ser abierta contigo sobre todos los temas, pero estaba tan enfocada no hacer las cosas más duras, que terminé olvidando los detalles importantes como hablar de o para que no quedes embarazada en tu primera vez.

—Mamá ¿De qué hablas?

Jimin estaba tan confundida, porque su mamá se refería a sus abuelos como si fueran unos verdaderos monstruos, algo que para ella no encajaba.

De forma similar a cuando le mostró la cicatriz del tatuaje, levantó su blusa y le mostró una larga cicatriz que había bajo su pecho. —Tres costillas rotas y una hemorragia en la cabeza fue lo que obtuve cuando le conté a mis papás que estaba embarazada. Me prometí que nunca nadie te iba a poner una mano encima y que serías libre de tomar todas tus decisiones, pero fallé en tantas cosas más.

Para Jimin todos los lamentos al final de su historia fueron mudos, porque lo único que pudo escuchar fue que sus abuelos le habían hecho daño físico a su mamá.

—¿Los abuelos te golpeaban? —Para ella era incompatible, pero las pruebas estaban ahí y su mamá no le iba a mentir. Era una realidad que le golpeaba fuerte, porque ellos eran definitivamente parte del grupo de sus personas favoritas.

—Mi infancia no fue fácil. Tus abuelos eran muy exigentes y creían que podían controlarlo todo y por un buen tiempo se los permití, me obligaron a casarme con tu papá y no me dejaron verte hasta graduarme de la universidad.

Esa era una realidad que desconocía, creía que su matrimonio con su papá había sido arreglado, como muchos otros por conveniencia. Nunca pensó que en algún momento, su mamá y su papá se querían en serio y tampoco sabía que la verdadera razón de la demanda era que sus abuelos no dejaban que ella tuviera relación con su mamá.

—Mamá, lo siento tanto. —Por supuesto que no era su culpa, pero llevaba días cargando con un nivel de empatía a por su progenitora, que ya no sabía como hacerla sentir mejor. La abrazó, la dejó llorar en su hombro y luego limpió sus lágrimas con la delicadeza que quizá nadie nunca tuvo con ella.

El momento se interrumpió cuando un fuerte olor a quemado llegó hasta la oficina y ambas corrieron hasta la cocina.

La carne y las verduras estaban completamente rostizadas y las dos se sentaron en el suelo de la cocina, riendo por lo que acababa de suceder.

—Creo que arruiné la cena.

—¿Sabes qué podemos hacer? —Karina estaba con la disposición completa de hacer sentir a su mamá, quien parecía no tener ninguna idea en su cabeza. —Podemos pedir comida rápida, algo lleno de grasa y fritura para que ya no tengas que cocinar nada y podamos hacer algo diferente.

Krystal se rindió y aceptó la extraña propuesta de su hija. Sin duda era algo que no hacían en casa, pero nada de ese día era normal.

Aprovechó el momento de ir a su habitación y cambiarse de ropa, mojar su rostro y relajarse un poco. Cuando bajó, su hija ya se había encargado de deshacerse de la comida quemada, pedir la cena y ordenar el mesón de la cocina para que pudieran comer ahí.

Se sentía bien poder contar con su hija para esos momentos, estaba muy arrepentida de todo el tiempo perdido y creía seriamente, que después de esa conversación solo tenían dos opciones. O todo se iba al carajo o lograban comenzar una relación distinta, una relación saludable entre madre e hija.

Destapó una botella de vino y casi de forma instantánea apareció su hija con una copa. —Trae dos. —Le pidió, obteniendo una expresión sorprendida de su parte. —Vamos, ¿Crees que no sé que has bebido? Además, en unos meses te irás a la universidad y si te acostumbras a los vinos buenos ya no andarás por ahí tomando cualquier cerveza barata que te ofrezcan.

Su mamá era una Jung después de todo, pensó Jimin mientras iba por la copa.

La comida llegó y recién ahí se dieron cuenta de lo hambrientas que estaban. Ninguna de las dos recordaba la última vez que habían comido hamburguesas y los “mmm” fueron lo único que reinó en esa cocina por una buena cantidad de minutos.

—Estoy confundida sobre cómo sentirme con los abuelos.

—Ellos no han sido malos contigo y entiendo que por eso te cueste creer las cosas que han hecho en el pasado.

Jimin asintió, tenía sentimientos encontrados, pero sabía bien que su lazo con mamá era mucho más fuerte. Lo podía sentir dentro de ella, pero todavía no estaba lista para expresarlo.

—Hay algo que todavía no entiendo. —Karina limpió sus labios con una servilleta, recordando que tenía que volver al punto original de esa conversación. —¿Qué pasó entre los abuelos y los Kim?

Krystal tomó el resto de su vino y llenó su copa de inmediato. Volvió a tomar el álbum de fotos y pasó las fotos, mirando con nostalgia el pasado que nunca volvería. El pasado que ahora definía su presente y afectaba a su descendencia.

Cuando encontró la foto que estaba buscando, la quitó del papel protector y se la llevó su pecho, queriendo sentir en su interior la alegría que alguna vez sintió en esa época.

Aceptando que esos tiempos no volverían, decidió soltar el pasado para que su hija lo pudiera ver.

Karina tomó la foto con cuidado, notando la importancia que tenía para su mamá y observó a dos niñas pequeñas tomadas de la mano en lo que reconoció como el patio frontal de la casa. Las dos se veían casi idénticas, excepto porque una era un poco más alta que la otra. El parentesco era innegable y miró a su mamá esperando obtener una explicación.

—Soy yo y mi hermana.

—¿Hermana?

—Jessica, mi hermana mayor, tu tía.

Nada de eso le hacía sentido ¿En qué momento había pasado eso? Nunca nadie le había mencionado su existencia. —Pero eres hija única.

—¿Eso te dijeron tus abuelos? —Pese a todo, Krystal estaba sorprendida de escuchar eso. Una cosa era no mencionarla y otra distinta era negarla por completo.

—¿Y qué pasó con ella? ¿Falleció?

—A Jessica la echaron de la casa cuando cumplió 18, después de eso nunca más la volví a ver.

Era horrible, difícil de creer y había muchas dudas que todavía tenía. —¿Qué tiene que ver con los abuelos de Minjeong?

—Mi hermana salía con Taeyeon.

Jimin quería hablar, pero enmudeció ¿La mamá de Minjeong había salido con su tía? Pero la pregunta no tenía sentido porque todavía intentaba superar la idea de que tenía una tía.

—Cuando mis padres se enteraron, intentaron arruinar al señor Kim y nos mudamos para no volver más.

Krystal volvió a abrir el álbum de fotos y le entregó dos más en las que ella y Jessica se veían más crecidas, aunque el parecido se mantenía intacto.

—Es mucho por procesar.

—Lo sé, pero nada de eso es tu culpa y las peleas del pasado no deberían afectar tus relaciones, yo quiero que seas feliz y te voy a aceptar sin importar nada.

Karina no pudo evitar pensar que había algún tipo de doble mensaje en sus palabras, pero no le quiso dar tantas vueltas. Por otro lado, agradeció lo que le decía, su mamá realmente había roto el círculo en el que la habían criado. Quizá no era una madre cariñosa, pero estaba haciendo las cosas mucho mejor.

—¿Dónde está tu hermana ahora?

—Seúl, creo.

—¿Crees?

—De vez en cuando intento investigar dónde se encuentra, nunca le he hablado… Han pasado demasiados años y no sabría por donde empezar. Debe odiarme por nunca acercarme, yo me odio por no acercarme.

—Busquémosla. —Karina tomó a su mamá de las manos para animarla. —Por primera vez en años siento que somos verdaderamente mamá e hija, nos hablamos con la verdad y… Se puede empezar de cero y no tienes que odiarte, mereces ser feliz.

Era una mujer adulta, estaba segura de que eso iba a ser todo lo que tenía. Una hija exitosa, una linda casa y una vida tranquila. Hace muchos años había dejado de tener ambición en su vida, pero era cierto, estaba cansada de odiarse y por sobre todo, estaba cansada de estar tan sola.

—Tengo el número de su lugar de trabajo.

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N/A: ¡Hola! Mil disculpas por la demora, quería actualizar hace muchos días, pero me enfermé y estuve un buen tiempo en cama sin poder escribir, ya estoy mejor y espero poder actualizar un poco más rápido, gracias por leer lo que hago :( significa mucho para mí. 

 

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Comments

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JavrritJuiget
#1
Chapter 39: Por favor, puede escribir un capítulo separado sobre cómo Tiffany logró la reciprocidad de Taeyeon 🥺🥺
Jinja_ninja #2
Chapter 39: Wait what happening.minjeing didn't shiw up? Must have a good reason.
UndefinedCharacter
#3
Chapter 39: Chapter 39: 😨😨😨
What happened?
The beginning was full of celebration of victory, of love...
Minjeong finally admitting to her mother about her feelings for Karina...
And Karina telling her mother of her plans after graduating...
Although Yunjin is going through something...
And they were supposed to talk...
😨😨😨
UndefinedCharacter
#4
Chapter 38: 😮😯😲😳
So this is Yuri and Yoona's secret they're hiding from Yunjin...
It's a good thing some of the misunderstandings were addressed and cleared...
That was a rollercoaster of emotions!
I'm glad Yunjin and Chaewon are official, and she even told her parents...
And her plan after graduating....
Minjeong and Jimin next? 🥹
Oh, were nearing the end? 🥺
JavrritJuiget
#5
Chapter 38: Fcking fabulous story ㅠㅠ
JavrritJuiget
#6
Chapter 37: Oh… amazing chapter!!!

I hope I can see more also Taeny’s story
UndefinedCharacter
#7
Chapter 37: Yuri and Yoona... 🫣😅
Yunjin did a lot of good in this chapter, despite what happened to her... Which I think is essential for a lot of realizations...
Being honest with everyone, especially her parents and profess her love for Chaewon.
And then her telling Minjeong to not settle for less and that she loves her too.
Her parents realized what she may be going through.
And then having that honest talk with Karina and vice versa...
I love their turning points.
Congratulations on your new work! ❤️
tamynl
#8
Chapter 37: Pobre Yunjin todo lo que le paso, por suerte pudo hablar con su mama. Espero que Karina pueda hablar con Minjeong talvez la ayude con todo el lio que tiene ensima.
Gracias por actualizar!
UndefinedCharacter
#9
Chapter 36: I'm liking Yunjin more... Maybe because she kinda know what she wanted, although the thing with her parents have not been sorted out(?). But her straightforwardness on telling what's on her mind, of Jimin taking the blow on the break she asked of her boyfriend, and Minjeong being distracted, affected and disappointed.
I wonder what Jimin has decided though. I think them finding Jessica is an eye opener for her, for a lot of things.
Awww... Mr. Kim.... 🥺
UndefinedCharacter
#10
Chapter 35: Yunjin's plan is so cute! 😁
I do hope the team wins!
Poor Minjeong... That's a hard thing to decide... When that something she's holding on to stay is unsure... 😢
I think Karina's conversation with Yeseo would make an impact on her, especially her nonchalance about her mom dating a woman, and other things...
The realization of Karina on what if on parallel world Taeyeon and Jessica didn't stop dating, then maybe there will be no Winter...
Awww, the sister finally reunited! 🥹
Great chapter!
Thanks for updating!😉