-1.

Just my type (Jiminjeong + Purinz)

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Tiffany y Taeyeon deberían estar plácidamente dormidas, pero los gemidos y fuerte respiración que se escuchaba no las dejaba cerrar los ojos. Tiffany se acercó a su velador para confirmar la hora en su teléfono, ya eran casi las dos de la mañana.

—Tal vez deberíamos cambiar las paredes. —Sugirió Taeyeon, miraba el techo y tenía sus manos sobre su pecho, no había posición que la ayudara a conciliar el sueño porque el ruido se lo impedía.

—O tal vez deberías hablar con tu hija. —Le reclamó de vuelta Tiffany, dándole la espalda mientras jalaba de las sábanas como si fueran aquellas las culpables de su falta de comodidad.

—¡También es tu hija! —Taeyeon se giró para poder abrazar a su esposa y dejar algunos besos en su hombro. No quería pelear con ella así que su diálogo un tanto agitado era suavizado con las caricias.

Por supuesto que Tiffany conocía su técnica, después de todo se conocían hace 25 años.

De pronto, un fuerte gemido que se mezcló con un grito indicó lo que ambas creían sería su señal para poder dormir.

—No te ilusiones, recién es el tercero. —Rio Taeyeon.

Efectivamente el lugar se puso silencioso, las dos se quedaron completamente quietas como si eso ayudase a que las dos personas que estaban en una de las habitaciones de la casa dejasen de hacer ruido.

—¿Al menos sabemos cómo se llama la chica de hoy?

Tiffany sintió la cabeza de su esposa moviéndose en negación.

Cuando las dos creían que el ruido había cesado, una nueva serie de gemidos comenzó a inundar la habitación.

—No puede ser. —Tiffany habló entre dientes. —Tiene que ser una broma. —Se sentó en la cama y prendió la luz que estaba a su lado. Su esposa cerró de inmediato los ojos un poco aturdida por la repentina luz.

—Tienes que ir y decirles algo.

—¿Por qué yo? —Se quejó Taeyeon, todavía incapaz de abrir sus ojos.

—No puedo ser yo la que la regañe todo el tiempo, no quiero que mi hija me odie.

Taeyeon se quedó en silencio y sin moverse, lo único que podían escuchar era la voz de esa joven desconocida gritando el nombre de su hija. No pasaron ni cinco minutos cuando se intensificaron nuevamente hasta que la casa se quedó en completo silencio nuevamente.

—Creo que acabó de nuevo. —Taeyeon se estiró lo suficiente para poder apagar la luz de su esposa quien entre quejas se volvió a meter a la cama. —Quizá podríamos sugerir a Minjeong que se cambie de habitación a una más lejana, esta casa es enorme y tú insististe en que esté casi al lado de nosotras.

—No voy a dejar que mi bebé quede al otro lado de la casa.

Taeyeon comenzó a reír, Tiffany siempre actuaba de forma sobreprotectora con su única hija.

—No sé si escuchaste lo mismo que yo, pero claramente nuestra hija ya no es una bebé.

Tiffany se acomodó en el pecho de su esposa y se quedó unos segundos escuchando los latidos del corazón de Taeyeon, algo que siempre la hacía sentir tranquila. —Siempre será mi bebé.

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Taeyeon estaba estudiando un poco su siguiente caso mientras Tiffany preparaba café para las dos.

—¿Hablaste con tu papá? —Tiffany sirvió las dos tazas de café cargado, luego se volvió a un mesón donde esperaba que el pan salte del tostador.

—Hablamos temprano, dice que está bien y que está emocionado de vernos.

Tiffany preparó las tostadas y en ese momento Taeyeon dejó su laptop de lado para así desayunar con su esposa.

—Lo sé, ya nos queda poco. —Le aseguró Tiffany con una sonrisa. —Terminas tu caso y arreglas lo de mi contrato, después de eso estamos listas.

—Y tenemos que hablar con Minjeong. —Suspiró Taeyeon, un poco estresada por todo lo que estaba viviendo.

Tiffany sabía que la noticia podía ser difícil de digerir, pero también estaba segura de que habían criado a una joven con mucha conciencia que entendería la posición de su mamá.

Tiffany estaba a punto de explicarle eso a su esposa cuando una pelirroja desconocida entró a su cocina un poco pérdida.

La chica estaba bastante agotada, traía el maquillaje corrido y tenía puesto un sweater que Tiffany estaba segura de que pertenecía a su hija.

—Buenos días señora y... Señora Kim. —Saludó la pelirroja que señalaba a todos lados un poco perdida.

—La puerta después del pasillo. —Interrumpió Minjeong, quien supuso que la chica intentaba salir del lugar.

La chica luego se quedó viendo a Minjeong y luego a sus madres, no quería verse mal educada y esperaba que la chica la presente.

—Oh, mamás ella es... —Una incómoda y eterna pausa hizo que las cuatro mujeres de la habitación se sintieran increíblemente nerviosas.

—Addison.

—¡Addison! —Repitió Minjeong, rascando su cuello.

—Un gusto. —Saludó Taeyeon, mientras que Tiffany simplemente perdió su atención en el momento en que entró al lugar, continuó tomando su café sin siquiera verla. No era muy fanática de las chicas que pasaban tiempo con su hija.

Minjeong y la chica cuyo nombre era Addison salieron de su vista y Taeyeon solo pudo ver a su esposa entre risas. —Eres tan celosa. —Murmuró, masticando su tostada sin dejar de sonreír. Apenas un minuto después Minjeong volvió con el sweater que antes traía la chica.

—Hola. —Saludó, besando a sus dos mamás con un beso en la cabeza. Tiffany se puso de pie y encendió la cafetera para prepararle un café a su hija.

—¿Por qué están tan arregladas? Es sábado. —Minjeong se sentó al lado de Taeyeon y le robó una tostada a Tiffany mientras esperaba su café.

—Creo que hoy. —Tiffany se dio vuelta, apoyando su cuerpo en el mesón. —Finalmente voy a vender la casa de la calle 98, tengo que darle el último recorrido a una pareja Alemana que está muy interesada. —Explicó Tiffany, quien habitualmente no trabajaba los fines de semana a menos de que existiera la real posibilidad de vender una propiedad.

—Y yo tengo una reunión como en. —Vio la hora en su reloj y luego volvió a ver a su hija. —Poco más de una hora.

—¿Y simplemente me van a abandonar? —Se quejó Minjeong, regalándole una sonrisa encantadora a su mamá cuando le sirvió su taza de café. La hija de las dos podía ser un poco dramática, algo que según Taeyeon, había heredado de Tiffany.

—Te diría que me acompañes a mostrar la casa, pero estás apestosa a esa tal Addison. —Tiffany rodó los ojos, tomando su tostada sin decir nada por la que le había robado su hija. —Podemos almorzar juntas. —interrumpió Taeyeon, quien en ojos de Minjeong parecía un poco extraña esa mañana. —Mi reunión no debería durar mucho ¿Podrás llegar a la una quince a ese restaurante italiano que te gusta? —Tiffany se quedó mirando a su esposa, las dos eran capaces de comunicarse solo con la mirada. Al parecer ese almuerzo sería el momento en que Taeyeon le dé la noticia a su hija.

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Minjeong ya había ordenado su pasta favorita y una soda, eran la una y veinte minutos así que Taeyeon debería estar por llegar. Era común que salieran a comer, ninguna de sus mamás tenía mucho talento en la cocina. Lo que era poco habitual es que la salida fuera con una de ellas y no con las dos.

Justo cuando el mesero estaba sirviendo su soda apareció Taeyeon, caminó rápidamente en dirección de su hija y se sentó frente a ella. —Perdón por hacerte esperar, la reunión duró más de lo que creí. —Comenzó a ajustar su cabello y el mesero le preguntó de inmediato que era lo que quería servirse, al verse un poco emboscada con la pregunta simplemente respondió con un "Lo mismo que pidió mi hija"

—¿Qué tal estuvo la reunión? ¿Mamá no viene? —Taeyeon le robó un poco de su soda pese a la mirada inquisidora de su hija. —No, cariño. Está ocupada con el trabajo, seguro se compra algo en el camino. —Volvió a dejar la soda en el lado de su hija y suspiró. De inmediato Minjeong se dio cuenta que la extraña actitud que su mamá tenía durante el desayuno continuaba. —No me dijiste ¿Qué tal la reunión? —insistió Minjeong, ya que realmente no le gustaba que sus preguntas no tuvieran respuesta.

El mesero llegó justo para interrumpirlas con la soda de Taeyeon y unos palitos de ajo que de inmediato se llevaron toda la atención de su hija.

—Addison es linda ¿piensas invitarla a una segunda cita? —Minjeong de inmediato hizo una mueca, casi como si los palitos de ajo estuvieran hechos de vinagre. —Tomaré eso como un no. —Taeyeon tomó un palito, comprobando que definitivamente no tenían sabor a vinagre. —Mamá está preocupada, este verano no has hecho más que salir con un montón de chicas diferentes, pero no tienes nada serio. —Minjeong aclaró su garganta. —No quiero nada serio, simplemente estoy disfrutando.

"Noté lo mucho que disfrutaste anoche" pensó Taeyeon, recordando como tanto ella como su esposa tuvieron problemas para conciliar el sueño por los diferentes ruidos que escucharon de su hija y su última cita. —Lo sé, pero también es lindo enamorarse ¿Sabes? Invitar a una chica al cine, regalarle flores, presentarla a la familia. —Taeyeon sonreía mientras hablaba, recordando sus primeras citas con la persona que ahora era su esposa. —Enamorarse es lindo, hija. Mamá y yo no queremos que te conviertas en una persona fría, tampoco tienes muchos amigos además de las chicas del equipo de fútbol.

—Tengo amigos. —Se defendió Minjeong inmediatamente. Quizá no tenía una mejor amiga como la mayoría de chicas de su edad, pero tenía muchos conocidos con los que podía salir. —Mamá, no soy una chica rara. Tengo buenas notas, hago deporte y si sigo así podría conseguir una beca para la universidad.

—Lo sé, cariño. —Le aseguró Taeyeon, su hija no tenía que recordarle lo perfecta que era para ellas. —Eres ambiciosa, pero también eres una adolescente y no quiero que te pierdas de etapas importantes por querer obtener cosas que quizá te inhiban de vivir lo demás. —A veces ella también se arrepentía de cosas que había hecho cuando era más joven, le hubiera gustado recibir ese tipo de consejos en su época. —Está bien. —Suspiró Minjeong. Ambas se quedaron en silencio hasta que sus platos fueron servidos. Taeyeon saboreó su comida feliz, entendiendo por qué ese era uno de los restaurantes favoritos de su hija.

—¿Quieres pedir postre? —preguntó minutos después de que ambas habían terminado de comer. —¿Es mi cumpleaños acaso? —Bromeó Minjeong, quien estaba acostumbrada a los "Tenemos helado en la casa" cada vez que mencionaba pedir postre cuando comían afuera. —Está bien, pide lo que quieras mientras voy al baño.

Taeyeon se quedó sola, llamando al mesero para pedirle unos pasteles de postre y café. Tomó su teléfono y vio el mensaje de su esposa.

"¿Ya hablaron?" La falta de emoticones le indicaba la seriedad. No respondió porque prefería esperar a ver la reacción de su hija antes de hacerlo.

El mesero trajo el pedido y poco después Minjeong se volvió a sentar frente a ella. Sus lindos ojos se iluminaron ante la presencia de tres pasteles diferentes. —No sabía qué escoger, aunque hay que llevarle algo a mamá o nos va a matar a las dos. —Minjeong sonrió, mostrando parte de sus encías mientras comenzaba a probar el pastel de chocolate. —Antes no me respondiste sobre la reunión.

—Estuvo bien, cerré mi último trabajo y —Se tomó una pausa antes de decir lo siguiente. — Y renuncié. —Anunció, esperando atentamente a la reacción de su hija. Minjeong dejó de comer y abrió los ojos un poco impactada. —¿Cómo dices? ¿Renunciaste al caso?

—Renuncié al trabajo.

—¿Es broma? ¿Mamá sabe? ¿Por eso estamos comiendo solas? ¿Quieres que te ayude a decirle? Mamá va a estar furiosa. —Minjeong continuó disparando palabras sin siquiera escuchar alguna explicación de parte de su madre. La idea de que Taeyeon haya renunciado a un trabajo por el que luchó tanto parecía simplemente surrealista. —Tranquila, Tiffany ya sabe.

—¿Y por qué no está aquí gritando? —Minjeong conocía a su mamá Tiffany mejor que nadie y sabía perfectamente que no le gustaba ese tipo de cosas. Cuando Minjeong anunció que iba a renunciar a las clases de ballet su mamá gritó por la casa que ella no había criado a una hija que renuncia a las cosas porque no le resultan de la forma en que ella quería. No fue hasta que le dijo que quería ser parte del club de fútbol que se tranquilizó. Desde entonces se había convertido en su fan número uno, jamás había faltado a uno de los partidos de su hija e incluso ya era experta en tácticas y fútbol en general. —Porque ella también va a renunciar a su trabajo. —Después de escuchar eso Minjeong no pudo controlar las risas de incredulidad. —Mamá, deja de bromear. En la mañana estaba emocionada por vender esa casa que tanto llevaba esperando y ahora me dices que va a renunciar.

—Esa es la última casa que va a vender. —Le explicó. —Al menos la última que va a vender en Estados Unidos. —Taeyeon estaba expectante a las reacciones de su hija quien dejó de comer por completo y se le quedó viendo como buscando algún trazo de mentira en el rostro de su mamá. —¿De qué me perdí? —Minjeong sabía que sus madres eran adultas y podían tomar decisiones sin tener que preguntar a su hija por su opinión, pero de alguna forma se sentía un poco traicionada por enterarse recién de algo tan importante como sus madres renunciando a sus respectivos trabajos.

—Sé que debíamos contarte antes, pero no queríamos que dejes de disfrutar de tu verano. —Minjeong estaba extrañada por la forma en que su explicación se dirigía. —Recuerdas que papá está enfermo ¿No? —Minjeong asintió, el abuelo Kim era probablemente su familiar favorito. Los dos tenían una complicidad muy especial pese a que su relación se basaba principalmente en llamadas telefónicas y una o dos visitas presenciales al año. Hace dos años le habían diagnosticado cáncer, algo que tenía literalmente controlado, pero que con su edad ya comenzaba a ser algo difícil. —No se encuentra muy bien y aunque tiene personas que cuiden de él, no quiero que pase sus últimos años solo. Mamá y yo lo conversamos mucho y finalmente hemos decidido irnos a vivir con él.

Taeyeon se quedó muda luego de explicar a su única hija los planes que había hecho junto a su esposa. —¿Se van a tomar un año sabático para estar con el abuelo? —preguntó Minjeong un poco insegura, intentando entender lo que sus mamás querían hacer. —No exactamente. Nos iremos a vivir con el abuelo todo el tiempo que sea necesario. —No se atrevió a utilizar otras palabras, porque para ella también era difícil pensar que su papá quizá no estaría por mucho tiempo entre ellas. —Planeamos trabajar en Corea también.

—¿Y dónde viviré yo mientras ustedes estén allá? La casa es muy grande para las tres, no imagino vivir sola ahí. —Minjeong seguía confundida por el peso de la información que estaba recibiendo, ni siquiera era capaz de continuar comiendo. —Oh, creo que no entendiste. Las tres nos iremos a vivir a Corea. —Taeyeon se puso nerviosa. Su hija siempre había sido la mejor en apoyarla tanto a ella como a su esposa en cada una de las decisiones que habían tomado a lo largo de su vida, pero quizá esta era una de las más importantes, y sin importar lo perfecta que podría ser, Minjeong seguía siendo una adolescente.

—¿Es broma? ¿Cómo me voy a ir a vivir a Corea? Es mi último año en la escuela, tengo que ir a la universidad y... ¿Mamá esto es en serio? —Minjeong seguía intentando encontrar algún tipo de sentido lógico en la decisión que estaban tomando sus madres. —Hija, no te vamos a dejar viviendo sola en Estados Unidos. Podrás ir a la misma escuela en la que tu mamá y yo estudiamos, allá también hay buenas universidades y bueno, si quieres puedes regresar después de que te gradúes. Eso lo podemos decidir con el tiempo.

—¿Podemos decidir? ¿Podemos ustedes y yo? ¿O mamá y tú? Porque así como suena parece que ustedes son las únicas que pueden decidir sobre mi vida. —Minjeong se puso de pie, completamente molesta por lo que estaba escuchando.

—Minjeong, siéntate. Estamos conversando. —Taeyeon odiaba mandar a su hija, pero necesitaba convencerla de que la decisión de irse a vivir a Corea era la mejor para la familia. Minjeong se volvió a sentar, pero no dijo nada. —Sé que será difícil, pero papá no tiene mucho tiempo y significa mucho para mí... Para él, que aceptes esta decisión de la mejor forma posible. —Taeyeon pocas veces le pedía cosas a su hija, era algo nuevo para la joven y realmente creía que iba a sucumbir rápidamente y aceptar todo lo que le estaba pidiendo... Pero era difícil. —Mamá yo... No me malinterpretes, amo al abuelo, pero irme a vivir a Corea en mi último año es irracional. No quiero perder todo por lo que he trabajado.

—Yo sé, esto no es fácil para nadie ¿Tú crees que yo quiero renunciar a mi trabajo? Sabes lo mucho que luché para conseguir el puesto en el que estoy ¿Y Tiffany? Tiffany ama su trabajo, ama nuestra casa y estar con todas sus amigas. Todas vamos a sacrificar algo importante, hija. Pero la familia debería estar ante todo.

Minjeong tragó saliva.

—Pero allá no podré ser yo.

Taeyeon sintió angustia inmediata. Volver al pueblo en el que tanto ella como Tiffany habían crecido no sería algo fácil. Nabi era un pequeño pueblo en el sur del país, lleno de familias ricas apegadas a tradiciones antiguas.

—Sé que mamá y yo te hemos asustado con las historias de lo mal que lo pasamos al ser una pareja de mujeres, pero eso fue hace muchos años.

—Cuando vamos de visita ustedes no caminan de la mano. —Era algo que Taeyeon esperaba que su hija no hubiera notado. —Nadie se va a querer juntar conmigo.

—Hija... no es tan. —Pero Minjeong no la dejó terminar, su hija estaba de nuevo de pie con los ojos lagrimosos. Abrió la boca para decir algo, pero algo la detuvo y simplemente se fue del restaurante dejando a su madre sola.

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—Ya casi son las diez. —Taeyeon caminaba casi en círculos por la habitación que compartía con su esposa. Tiffany estaba sentada en el borde de la cama, siguiendo los movimientos de su esposa. —Anoche llegó después de las doce... Y con Addison. —Obviamente como la madre celosa que era no iba a omitir ese detalle. Se puso de pie y comenzó a quitarse las joyas, su ritual habitual antes de ir a la cama. —Pero sabíamos que iba a volver tarde, Tiffany, debiste ver sus ojos, la forma en que parecía que rompí cada uno de sus sueños con la noticia.

—Sabíamos que sería difícil. —Tiffany se acercó a su esposa, tomándola de las manos para que así deje de dar vueltas por la habitación. —Pero con el tiempo sabrá entenderlo y quizá incluso pueda llegar a agradecer. Creo que sé dónde puede estar, iré por ella, solo si me prometes que te irás a dar un baño relajante y me esperaras en la cama. —Taeyeon abrazó a su esposa, de la misma forma en que lo había hecho tantas veces durante todos los años de relación que llevaban. Realmente le podría confiar su vida entera a su mujer. —Está bien.

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No le tomó muchos minutos manejando para llegar al viejo parque donde solían llevar a Minjeong cuando todavía era pequeña. Estaba ahí, bajo los faroles que iluminaban la cancha de fútbol. Su hija estaba junto a otras dos personas lanzando balones a un arco sin portero. En poco tiempo una de las chicas golpeó el brazo de Minjeong, señalándole que su mamá estaba a unos metros de distancia, observándolas.

Minjeong se alejó del grupo y caminó en dirección a su mamá sin hacer contacto visual con ella. Cuando finalmente llegó donde estaba ella, Tiffany pasó un brazo alrededor de sus hombros y caminó en silencio junto a ella hasta una de las bancas del parque. —Perdón por no contestar las llamadas de mamá. —Minjeong, aunque estuviera enojada, siempre demostraba su lado dulce, disculpándose incluso aunque la culpa no fuera de ella. Tiffany no dejó de abrazarla. —¿Por qué se demoraron tanto en decirme?

—No hay excusa. —Como madres, a veces tenían que admitir cuando no habían hecho las cosas bien y, por la reacción de su hija, definitivamente se habían equivocado ahora. —Mamá Tae quería decirte, sentía que era su responsabilidad y supongo que con todo el estrés que ha significado laboralmente y personalmente para ambas, decidió dejarlo para el final. —Comenzó a acariciar el cabello de su hija, un hábito que la relajaba mucho. —Eres tan comprensiva y buena con nosotras que a veces creo que nos aprovechamos de eso, te mereces una disculpa. —Su hija no respondió, pero entendió con esas palabras que ya estaba todo decidido y no había vuelta atrás. —¿El abuelo está muy enfermo? —Era un tema que no había querido tocar. Tenía miedo de escuchar que podrían estar viajando para despedirse de él.

—El abuelo está delicado, pero está bien. —Le aseguró Tiffany. —Solo queremos estar con él antes de que sea tarde, aprovechar los años en que todavía puede compartir con nosotras. —Tiffany no tenía padre y fue su suegro quien siempre representó esa figura paterna para ella. Las tres aman a ese hombre con todo su corazón.

—¿Cuándo nos vamos?

—El próximo sábado. 

 

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N/A: ¡Hola! Finalmente estoy publicando mi nueva historia, la historia tendrá como personajes principales a las chicas de aespa, le sserafim y snsd, además de otros grupos. Las actualizaciones de la historia no serán muy seguidas, ya que de momento estoy más enfocada en mi historia Mailbox (que si no la han leído pueden hacerlo) Espero que disfruten mucho. 

 

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Comments

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UndefinedCharacter
0 points #1
Chapter 39: 😨😨😨
What happened?
UndefinedCharacter
#2
Chapter 38: 😮😯😲😳
So this is Yuri and Yoona's secret they're hiding from Yunjin...
It's a good thing some of the misunderstandings were addressed and cleared...
That was a rollercoaster of emotions!
I'm glad Yunjin and Chaewon are official, and she even told her parents...
And her plan after graduating....
Minjeong and Jimin next? 🥹
Oh, were nearing the end? 🥺
JavrritJuiget
#3
Chapter 38: Fcking fabulous story ㅠㅠ
JavrritJuiget
#4
Chapter 37: Oh… amazing chapter!!!

I hope I can see more also Taeny’s story
UndefinedCharacter
#5
Chapter 37: Yuri and Yoona... 🫣😅
Yunjin did a lot of good in this chapter, despite what happened to her... Which I think is essential for a lot of realizations...
Being honest with everyone, especially her parents and profess her love for Chaewon.
And then her telling Minjeong to not settle for less and that she loves her too.
Her parents realized what she may be going through.
And then having that honest talk with Karina and vice versa...
I love their turning points.
Congratulations on your new work! ❤️
tamynl
#6
Chapter 37: Pobre Yunjin todo lo que le paso, por suerte pudo hablar con su mama. Espero que Karina pueda hablar con Minjeong talvez la ayude con todo el lio que tiene ensima.
Gracias por actualizar!
UndefinedCharacter
#7
Chapter 36: I'm liking Yunjin more... Maybe because she kinda know what she wanted, although the thing with her parents have not been sorted out(?). But her straightforwardness on telling what's on her mind, of Jimin taking the blow on the break she asked of her boyfriend, and Minjeong being distracted, affected and disappointed.
I wonder what Jimin has decided though. I think them finding Jessica is an eye opener for her, for a lot of things.
Awww... Mr. Kim.... 🥺
UndefinedCharacter
#8
Chapter 35: Yunjin's plan is so cute! 😁
I do hope the team wins!
Poor Minjeong... That's a hard thing to decide... When that something she's holding on to stay is unsure... 😢
I think Karina's conversation with Yeseo would make an impact on her, especially her nonchalance about her mom dating a woman, and other things...
The realization of Karina on what if on parallel world Taeyeon and Jessica didn't stop dating, then maybe there will be no Winter...
Awww, the sister finally reunited! 🥹
Great chapter!
Thanks for updating!😉
tamynl
#9
Chapter 35: Es bueno tener a Jessica de vuelta, espero que Jimin pueda habrirse sobre Minjeong y tomarse en serio su relación.
Gracias po actualizar :)
JavrritJuiget
#10
Chapter 35: Stop… Yoonsic in tags?????