Capitulo 56

Es ofical ! Odio los ensayos ¡

Yoona  iba ligeramente detrás de Lee Seung Gi mientras subían la rampa espiral del Museo Guggenheim. Era la tercera vez que habían sido allí juntos y, tanto como adoraba Yoona el arte, estaba aburrida. ¿No podían hacer otra cosa?

"Realmente adoro esta pieza," comentó Lee Seung Gi.

Yoona la ojeó brevemente antes de desviar la mirada. Siempre decía lo mismo. Adoraba esa pieza. Adoraba cómo le hacía sentirse; libre, como si pudiera intentarlo todo. Se sentía inclinada a discrepar. La fotografía no le hacía sentirse libre en absoluto. Le hacía sentirse atrapada, como un animal enjaulado en el zoo. Algo así como se sentía en ese momento. "¿Crees que podremos comer pronto?" preguntó esperando que captase la indirecta.

"Claro," contestó él tomando su mano. "Tan sólo hay unas cuantas más que quiero ver." Le sonrió. "¿A menos que realmente tengas tanta hambre?"

Le tentó decir sí, que estaba muerta de hambre. Pero parecía tan esperanzado y feliz aquí. ¿Cómo podía llevárselo? "No, vamos ver las otras piezas," contestó poniendo sus dedos alrededor de los de él. "Puedo esperar."

Y podía. Esto no era tan malo. ¿Por qué era tan impaciente? Quizás era que aún no había empezado su ensayo sobre Foucault y era para el día siguiente.

Desgraciadamente había estado demasiado ocupada pasando horas en el set. Era fascinante ver todo cobrar sentido. Y ver interpretar a Yuri y Sooyoung era particularmente intrigante. El ensayo de Foucault estaba muy alejado de su mente en esos momentos.

"¿Quieres ir a alguna parte esta noche?" estaba preguntando Lee Seung Gi mientras la llevaba entre la multitud de gente.

Yoona agitó la cabeza. "No puedo. Tengo ese ensayo que escribir."

Lee Seung Gi frunció el entrecejo, echándole una mirada. "Creí que ibas a hacerlo ayer."

Yoona también lo había creído. Pero se había distraído con Internet. No se había dado cuenta que había tantas páginas web sobre Yuri. Algunas de las fotos que había encontrado eran… uau. Recordando a su novio, hizo un ligero encogimiento de hombros. "Surgieron cosas."

Parecía defraudado pero rápidamente sonrió. "Eh, vamos a comer algo," dijo de repente. "De todas formas quería decirte algo."

A Yoona le sorprendió el rápido cambio de humor. "De acuerdo," concordó.

Lee Seung Gi les llevó en dirección opuesta, pasando por tortuosos pasadizos de interminables retratos y pinturas.

Una vez fuera fueron hacia Central Park. Yoona realmente no tenía tanta hambre. Insistió que un pretzel de uno de los vendedores le valdría.

"Bueno," empezó diciendo Lee Seung Gi, "¿cuáles son tus planes para el próximo fin de semana?"

Yoona lo pensó un momento. Tenía lectura pendiente pero eso era todo. "Sólo leer, ¿por qué?"

Lee Seung Gi sonrió. "Bueno, mis padres alquilaron esta cabaña al norte durante el fin de semana, pero resulta que no pueden ir porque Sam tiene esta cosa en la escuela a la que tienen que asistir. Así que dijeron que debiera llevarte a ti."

Yoona parpadeó intentando entender lo que Lee Seung Gi estaba diciendo. "¿Quieres que me vaya contigo durante el fin de semana?"

"Sí," dijo Lee Seung Gi agitadamente. "Nos marcharemos el viernes tras las clases y regresaremos el domingo por la noche. Será tan divertido. Tendremos la cabaña para nosotros solos."

¿Tres días? ¿Tres días a solas con su novio en una cabaña en los bosques? Era… ¡genial!

Más que genial. Era perfecto. Le daría oportunidad para pasar realmente tiempo con Lee Seung Gi sin todos los museos y esas cosas. Podrían hablar durante horas. Sería dulce y romántico. Y lo mejor de todo, estaría lejos de toda la confusión que últimamente rodeaba su vida.

"Bueno, ¿qué piensas?" preguntó Lee Seung Gi vacilantemente, su tono que revelando su preocupación.

Yoona sonrió brillantemente. "¡Creo que es una idea maravillosa!" contestó lanzado los brazos alrededor de sus hombros. "No puedo esperar."

Lee Seung Gi resplandeció devolviéndole el abrazo. "Excelente. Se lo haré saber a mis padres para que no cancelen los arreglos."

Yoona asintió agarrando su mano. "Y ahora, ¿dónde está mi pretzel?"

"Justo por aquí, señora mía," le instruyó Lee Seung Gi alegremente.

Yoona se quedó mirando inexpresivamente el documento en su pantalla. Tras un momento tecleó su nombre, el nombre de la clase, el nombre del profesor y la fecha. Se retrepó sintiéndose productiva. ¿Por qué escribir un ensayo de lengua era tan difícil tarea? El cursor parpadeaba a la expectativa, recordándole una vez más por qué era artista y no escritor.

Suspiró mirando a lo lejos.

Afortunadamente el sonido de la puerta abriéndose ofreció una bienvenida distracción. "¡Eh!" saludó Yoona alegremente desde su sitio en la mesa de la cocina. "Llegas pronto a casa."

Sooyoung entró en la cocina y se dejó caer en una silla enfrente de Yoona. "Jessica quiso rodar escenas con sólo Samantha, así nos dejó marchar al resto." Cabeceó hacia el ordenador. "¿Correo electrónico?"

"Ensayo," corrigió Yoona, al ver a Sooyoung sintió su entusiasmo evaporándose rápidamente ante el desafortunado recordatorio. "Para mañana por la mañana."

Sooyoung agitó su cabeza. "No pillo por qué siempre estás yendo a clases de lengua. Tu especialidad es Arte. ¿Para qué necesitas a… "Hizo una pausa mientras miraba lo que Yoona había estado leyendo "… Foucault?"

Yoona se encogió de hombros. En ese momento no tenía una muy buena respuesta. ¿Quizá locura temporal? "Necesitaba una clase y ésta estaba abierta. ¿Quién sabía que la Teoría Literaria sería tan aburrida?" Se quedó mirando desdeñosamente la copia de ¿Qué es Autor? de Foucault.

"Um, voy a arriesgarme, pero apostaría que la mayoría del mundo conocido está al tanto de que la Teoría Lit. equivale a festival de ronquidos." Sooyoung se estiró y agarró las fotocopias. De ellas leyó, "Tratando con el "autor" como función de discurso, debemos considerar las características del discurso que apoya este uso y determina sus diferencias de otros discursos.' " Arqueó una ceja. "Um… ya." Las devolvió rápidamente. "Diviértete."

Yoona suspiró de nuevo. "Bueno, ¿qué planeas?" preguntó.

"Invité a algunos a venir," contestó apologéticamente. "Lo siento. no sabía que estabas haciendo deberes."

"Está bien," dijo Yoona pensando cómo preguntar si Yuri estaba entre los invitados. "¿Quién viene?"

Sooyoung parecía pensativa mientras contaba con los dedos. "Jeremy, Steve, Kim, Ignacio y Summer."

Yoona esperó disimular bien su desilusión. "¿Aún está Yuri en el set?" se encontró preguntando.

"No. La invité pero dijo que no estaba sintiéndose bien," contestó Sooyoung mirando a Yoona con curiosidad. "Lo siento," añadió con una sonrisita.

Yoona se quedó mirando la pantalla del ordenador para evitar la mirada de Sooyoung. ¿Yuri no se sentía bien? ¿Qué tendría? ¿Resfriado? ¿Gripe? ¿Algo peor? Y estaba sola en ese gran apartamento vacío. Yoona  se mordió el labio pensativamente perdida en pensamientos. Es decir, hasta que Sooyoung se aclaró ruidosamente la garganta.

"Dije, ¿alguna novedad en tu vida?"

De repente Yoona se animó. "Lee Seung Gi y yo nos marchamos el fin de semana."

La mirada sorprendida en la cara de Sooyoung no tuvo precio. "¿Os qué?" pregunto completamente atónita.

"Nos. Marchamos," dijo Yoona, asegurándose de énfatizar cada sílaba. "Sus padres alquilaron una cabaña en los bosques del norte. Hicieron un cambio de planes y nos la dejaron a nosotros."

Sooyoung se sentó atrás en su silla agitando la cabeza con asombro. "No me lo creo. Al fin vas a perderla.

Ahora Yoona estaba desconcertada. "¿Perderla? ¿De qué estás hablando?"

"No me digas que ya dormiste con él y no me lo dijiste." Sooyoung pareció disgustada.

Yoona parpadeó. "Dormir con… " Entonces comprendió lo que Sooyoung estaba implicando. "Oh, no, no. No voy a dormir con él. Sólo vamos a pasar juntos el fin de semana. Será divertido."

"Erm..." Sooyoung tosió. "Espera. ¿Así que tú y Lee Seung Gi discutisteis que no habría o en la cabaña del amor?"

"Bueno," Yoona frunció el ceño. "No."

Sooyoung asintió. "Ya veo. Así que te invitó a marcharte con él, sola, a una cabaña en los bosques --de nuevo, sola-- ¿y no crees que el chico tenga o en mente?"

Yoona se mordió el labio inferior. "No se me ocurrió."

"Asombroso," dijo Sooyoung agitando la cabeza una vez más.

Yoona ojeó nerviosamente el suelo. "Pero le dije que deseaba esperar hasta casarme."

Sooyoung miró al cielo. "Yoona, ves & the City. ¿Quieres que te pase lo que a Charlotte?"

"Es una serie de TV," empezó Yoona pensando que Sooyoung estaba siendo ridícula.

"Flash de noticias: La impotencia existe," declaró Sooyoung. "Lo último que quieres es reservarte, por quien sabe cuántos años, y entonces encontrarte con un pene fláccido."

Yoona se ruborizó.

"Lo siguiente que sabes es que te estás beneficiando al jardinero de los padres de tu marido," añadió Sooyoung agitando la cabeza. "Una lástima. Aunque el jardinero estaba realmente bueno…" Se perdió en sus pensamientos por un momento.

Mirando a su mejor amiga Yoona suspiró suavemente. ¿Era tonto esperar? ¿Acaso lo hacía alguien? ¿Y si esperaba y era un error? Quizá no era tanto sobre reservarse para el matrimonio, quizá era sólo miedo. Volviendo con Sooyoung, preguntó, "¿Has dormido con Jeremy?"

"Técnicamente no," contestó Sooyoung. "Pero probablemente lo haga esta noche." Guiñó.

Yoona no se molestó en preguntar qué significaba 'Técnicamente no'. Tenía un ensayo que escribir y éste no era lugar para hacerlo. Cerró el portátil y lo guardó en su funda.

Sooyoung la observó silenciosamente durante un momento. "¿Qué estás haciendo?" preguntó finalmente.

"Me voy a la biblioteca," contestó Yoona aunque parte de ella sabía que no es dónde terminaría. "De veras necesito tener hecho este ensayo."

"Eh, si quieres que me los lleve a otra parte, puedo hacerlo," ofreció Sooyoung. "De veras que no quería hacer que te fueras."

Yoona sonrió. "Nah, no te preocupes por eso. Probablemente habría terminado saliendo de todas formas." Besó la mejilla de Sooyoung. "Diviértete esta noche. Ten cuidado," le advirtió pero guiñó. "Regresaré tarde probablemente, así que…"

Sooyoung sonrió. "Buena suerte con ese Fufu."

"¿Foucault?" adivinó Yoona. "Gracias." Se rió y fue a la puerta. Era verdad que el ensayo tenía que ser escrito, pero primero había alguien a quien necesitaba echar un ojo.

Yuri despertó ante el sutil ruido de golpes. Echó una mirada por su alcoba durante un momento, intentando figurarse por qué se había dormido. El martilleo en su cabeza fue un recordatorio instantáneo. El golpe vino de nuevo y gimió mientras recorría el apartamento para contestarlo.

Su dolor de cabeza fue olvidado al instante mientras se quedaba mirando a su visitante. "Eh," saludó suavemente. Tenía la certeza que su corazón perdió varios latidos una vez que su cerebro hubo procesado quién estaba allí. "No te esperaba."

Yoona la miró con preocupación. "¿Te desperté?" preguntó.

"No," mintió Yuri y entonces se dio cuenta de que su desgreñada apariencia era muy delatora. "Sí. Algo así. Tomé una corta siesta."

"Soo me dijo que no te sentías bien," dijo Yoona.

Yuri se preguntó si Yoona había venido hasta allí sólo para echarle un ojo. El pensamiento casi le hizo sonreir. Se preocupa por mí. "Sólo dolor de cabeza," contestó.

"¿Fuerte?" preguntó Yoona gentilmente.

"Está mejorando," mintió Yuri.

Yoona sonrió. "Realmente eres mala mentirosa," dijo. "¿Vas a invitarme a entrar?"

Yuri se hizo rápidamente al lado para permitir la entrada de su visitante. Miró la bolsa que Yoona había colgado de su hombro. "¿Te mudas?"

"Ja," dijo Yoona sonriendo. Agitó la cabeza. "Tengo un ensayo para mañana y Sooyoung invitó a algunos a casa. Pensé en pasar a echarte un ojo y después ir a la biblioteca."

Yuri miró a Yoona por un momento. "Un poco fuera de tu camino," dijo ligeramente, esperando no incomodar a Yoona.

"Estaba preocupada por ti," confesó la artista. "¿Es tan raro?"

Yuri sonrió sintiéndose ebria. Su dolor de cabeza empezó a desvanecerse. "Me halaga, no muchos se preocupan por mí." Notó un silencio incómodo acercándose, así que añadió rápidamente, "¿Has comido? Porque yo no. Puedo hacerte la cena. Puedes trabajar en tu ensayo aquí, si quieres."

Yoona pareció debatir la idea. Finalmente, dijo, "¿Qué vas a hacer?"

Yuri sonrió y llevó a su invitada a la cocina. "¿Qué te apetece? Estoy bien abastecida."

"Tortitas*," contestó Yoona.

Yuri se volvió, su ceja arqueada inquisitivamente. "¿Quieres tortitas de cena?"

"¿Es tan raro?" Yoona sonrió.

Yuri sonrió. "Probablemente, pero podemos ser raras juntas. Aunque está escasamente bien equilibrada."

Yoona deslizó la funda del portátil de su hombro y se apoyó contra la barra de la cocina. "Sabes, realmente no te capto. Te gusta comer saludable, pero no puedes aguantar cinco minutos en una máquina de ejercicios."

"Bueno," empezó Yuri reuniendo los ingredientes para su festival de tortitas, "realmente es muy simple. Tengo mi propio nutricionista, pero olvidé contratar un entrenador personal." Guiñó. "¿Qué tipo de tortitas te gustaría? De arándanos, chocolate chips, frambuesa…"

"Tomaré normales," contestó Yoona. Tras una pausa, preguntó, "¿Las estás haciendo desde cero?"

"Ajá. ¿Por qué? ¿Es tan raro?" Yuri sonrió arriesgando una mirada a esos ojos ocres.

Yoona le sonrió en una forma que Yuri encontraba desarmante. "¿Dónde debería conectar esto?" preguntó alzando la funda.

"Probablemente estarás más cómoda en mi cuarto. Puedes sentarte en la cama."

Yoona se quedó mirando a Yuri un breve instante. "¿Estás segura que no estoy molestándote?"

"Tortitas y tu compañía, ¿qué más puede desear una chica?" dijo Yuri antes de poder editarse. Rápidamente agregó, "Aunque probablemente debería hacer la cama. Lo dejé todo hecho un lío."

Yoona alzó una mano para detenerla. "Haz las tortitas, yo me encargo de la cama." Y entonces desapareció hacia el dormitorio antes de que Yuri pudiera discutir.

Yuri se sonrió, sintiéndose patosa pero feliz. Tortitas de cena, meditó. Que extraña aunque interesante mujer. Oh, y también está buena. No puedes olvidarte de eso. El dolor de cabeza todo menos olvidado, se volvió a la tarea a mano.

"¿Nunca has tomado tortitas de cena?" preguntó Yoona, indecisa entre sentirse espantada por la revelación y desear gemir de lo buenas que estaban las tortitas. Por el momentó optó por mantener a raya ambas reacciones y se concentró en dar otro mordisco. Si pudiera permitírselo, Yoona contrataría a Yuri como su chef personal.

Yuri se encogió de hombros desde su sitio en la cama. "Creo que mi Madre fliparía si supiera que esto es lo que estaba comiendo," contestó. "Tampoco le agradaría el hecho de que estamos comiendo en la cama. Es más bien aficionada a ese objeto intrínseco conocido como mesa."

Yoona sonrió incapaz de creer que la madre de Yuri pudiera ser tan exigente. "Quizá si fueran tortitas de Ralph Lauren," sugirió.

"No creo que Ralph se haya aventurado en el negocio de fabricación de tortitas," Yuri contestó con una sonrisa.

"Supe el otro día que hace pintura," dijo Yoona todavía asombrada. "Pintura. Me pregunto qué clase de gente de veras la compra."

Yuri bajó la mirada culpablemente y se concentró en los restantes trozos de su comida.

Yoona apuntó su tenedor a Yuri. "¿Compraste pintura de Ralph Lauren?" preguntó incrédulamente. Tras un momento, se rió. "Bueno, supongo que eso contesta mi pregunta original."

"Eh, fue idea de Siwon," Yuri dijo a la defensiva. "Y es bonita."

Yoona sonrió y terminó lo último de su cena. Había algo que estaba deseando plantear, pero no estaba segura de haber alcanzado aún ese nivel de comodidad con la actriz. Aún así, era Yuri o su hermano. "Um, ¿puedo hacerte una pregunta personal?" se encontró diciendo, preguntándose si realmente lograría tratar el tema sin ruborizarse.

"¿Qué pasa?" preguntó Yuri mirando a Yoona con curiosidad.

"¿Cuánto esperarías para tener o con alguien con quien tuvieras una relación?" dijo Yoona bruscamente.

Yuri parpadeó varias veces antes de contestar. "Uh… creo que definitivamente soy la persona errónea a preguntar."

Yoona estudió a la actriz por un momento, divertida de que  Yuri pareciera avergonzada por la pregunta. Supongo que no soy la única. "¿De veras nunca has tenido o?" preguntó. Una cosa era que la misteriosa Yul fuera virgen… ¿pero Yuri Kwon?

"Sólo en cine," contestó Yuri con una sonrisa tímida. "Nunca he encontrado a nadie con quien me gustara salir, menos aún dormir."

"¿Nunca?" Yoona lo encontraba difícil de creer.

Yuri bajó la vista a la colcha. "Bueno, uh… ¿por qué me preguntaste lo de 'cuánto'?"

Yoona suspiró. "Hice planes para irme con Lee Seung Gi el fin de semana," contestó intentando descifrar la reacción de Yuri. "Sooyoung dijo que probablemente él cree que vamos a… Y estoy pensando que quizá deberíamos."

"Oh," dijo Yuri. "Bueno, um, ¿le amas?"

La pregunta cogió con la guardia baja a Yoona. Nunca había pensado en Lee Seung Gi en lo que se refiere al amor. ¿Estaba enamorada de él? No estaba segura. Quizá tras este fin de semana lo sabría. "Pregúntame de nuevo pasado el fin de semana," contestó. "Bueno, ¿qué piensas? "

"¿Sobre?"

"Sobre que duerma con él," aclaró Yoona.

El móvil sonando interrumpió la respuesta de Yuri. "Excúsame," dijo tomando el objeto de su mesita. "Kwon," saludó levantándose de la cama.

Yoona agarró su portatil y actuó para parecer que no estaba escuchando, aunque lo estaba. No podía evitarlo tras notar que era Jessica.

"¿El viernes?" estaba diciendo Yuri. "Claro, me encantaría. ¿A qué hora?… De acuerdo. Nos vemos… " Risa. "No lo creo… De acuerdo, adiós." Clic.

Rápidamente, Yoona borró toda la jerigonza que había estado tecleando e hizo lo mejor por parecer ocupada.

"¿Cuánto has hecho?" preguntó Yuri sentándose de nuevo en la cama.

"Aproximadamente nada," contestó Yoona suspirando. "Jamás voy a terminarlo."

Yuri comenzó a levantarse. "Entonces te dejaré sola. No quiero distraerte."

Sin pensar Yoona agarró la mano de Yuri. "Quédate," dijo. Se quedó mirando su mano, que sostenía la de la actriz, entonces la dejó ir. "Es tu cama. Y no estás distrayéndome. Simplemente no sé escribir ensayos." Se retrepó con un suspiro. Antes de que pudiera corregirse, dijo, "Así que… ¿tienes una cita o algo?"

"Um," dijo Yuri pareciendo tímida de nuevo. "Algo así. No estoy segura de qué está pasando."

Yoona asintió, su estómago haciendo cosas raras ante la confirmación. "¿Te gusta ella?"

"Es hermosa," dijo Yuri pensativamente. "Aunque no la conozco lo bastante bien para saber si hay algo más."

"Quizá lo averigües el viernes," dijo Yoona con una sonrisa que realmente no sentía. ¿Qué me pasa? Su mirada aterrizó en la pantalla del ordenador. Estúpido ensayo.

Yuri abrió las mantas en su lado de la cama y se metió. "Voy a tomar una siesta," anunció. "Mi dolor de cabeza está regresando."

Yoona asintió. "Debiera irme. Puedo terminar esto en la biblioteca."

Yuri frunció el ceño. "No estás molestándome. Termínalo. Prometo no roncar demasiado fuerte."

Yoona se rió de eso. "Trato hecho."

Yuri le sonrió y se puso de costado.

Yoona se mordió el labio, su mirada descansando sobre la forma de Yuri un segundo más de lo necesario. Le encantaba cuando Yuri le sonreía. La actriz tenía la más hermosa de las sonrisas. Agitando la cabeza volvió al ensayo, decidida a no permitir que nada más le distrajera.

Cuando Yuri abrió sus ojos, lo primero que notó fue la hora brillando luminosa y rojo en su despertador, 6:46. ¿De veras había dorrmido toda la noche? Bueno, al menos su dolor de cabeza se había ido; eso fue lo segundo que notó. Lo tercero vino un segundo después, cuando Yuri se giró y se encontró cara a cara con una apaciblemente dormida Yoona .

La respiración de Yuri se detuvo en su garganta y sintió a su corazón saltarse varios latidos. Esperó unos instantes para ver si Yoona despertaba, pero la artista no se inmutó. Yuri se relajó levemente. Sabía que debería levantarse y ducharse, pero la vista desde su posición actual era de lejos demasiado hermosa para ignorarla.

Incapaz de resistir la tentación, Yuri apartó varios mechones de cabello de la cara de Yoona. Rápidamente retiró su mano, asustada de ser atrapada, pero Yoona continuó durmiendo. Deja de mirarla, se ordenó. Levántate. Levántate. Levántate. Deja de ser siniestra y acosadora.

Yuri suspiró calladamente. A pesar de su escandalosa conciencia, no podía evitar sino disfrutar el momento. No le pasaba todos los días poder despertarse al lado de la mujer que amaba. ¿Cómo me metí en este enredo? se preguntó. ¿Y por qué es tan hermosa? La actriz estudió las gentiles faciones de la cara de Yoona silenciosamente, su mirada fijándose en los suaves labios lo bastante para lamentarlo. ¿Qué estoy haciendo?

Enfadada consigo misma, Yuri se levantó rápidamente de la cama y se dirigió hacia el baño.

Los ojos ocres lentamente se entreabrieron. Yoona miró alrededor por un momento, intentando figurarse dónde estaba. Donde Yuri. El ensayo.!! Oh, mierda, el ensayo. Yoona se sentó con sobresalto, agarrando su portátil. Había cerrado los ojos sólo un segundo, o por lo menos había creído que fue un segundo. Miró la hora. ¡Joder!

Se quedó mirando la pantalla del ordenador, desesperadamente intentando pensar cómo escribir cuatro páginas más para las nueve. Todavía tenía que volver al campus. Tras un momento de trepidación, se rindió y soltó la computadora. Era inútil. Simplemente tendría que presentar el ensayo tarde.

Con ese tema resuelto, bostezó y regresó a las mantas. No era una sorpresa que se hubiese dormido. La cama de Yuri era tan cómoda. Era como dormir en una mullida nube blanca. Mmm… pensó felizmente, sus ojos cerrándose. No sé cómo se levanta por las mañanas. Hablando de ello…

Los cansados ojos se abrieron una vez más, esta vez levemente entrecerrados. Escuchó intensamente su alrededor, intentando descifrar la localización de la actriz. El sonido de agua corriente fue un indicador bastante claro.

Satisfecha con saber dónde estaba Yuri, Yoona dejó cerrarse sus ojos. Pero sus pensamientos derivaron al instante a Yuri y Yuri estaba en la ducha. Y… ¿por qué estaba imaginándose a Yuri en la ducha? Yoona agitó la cabeza, intentando aclarar las imágenes de su mente. Su corazón estaba martilleando y no estaba completamente segura de por qué. Dios, debo estar realmente cansada.

Pero las imágenes regresaron a ella subconsciente. Gotas de agua cayendo en cascada por la suave piel enjabonada… Sus ojos se abrieron de golpe. Le parpadeó al techo, sintiéndose ridícula y excitada y… ¿excitada? "¿Que diablos?" se preguntó. "Necesito café. Montones de café."

Yuri salió del baño sintiéndose refrescada. El agua caliente había ayudado a aclarar sus pensamientos, pero aún estaba irritada con ella misma. Iba a tener que encontrar una manera de apartar sus sentimientos románticos. De algún modo.

Encontrando la alcoba vacía, Yuri fue en busca de su invitada. Encontró a la artista en la cocina un momento después. "¿Dormiste bien?" preguntó ajustando el albornoz alrededor de su cintura.

"Estoy enamorada de tu cama," contestó Yoona apoyándose contra el poyete. "No quería levantarme."

Yuri sonrió de pronto envidiando a su propia cama. "¿Terminaste el ensayo?"

Yoona bajó su mirada. "No," contestó con un suspiro. "Tendré que presentarlo tarde. Me dormí. Culpo a tu cama."

"Lo siento," dijo Yuri sintiéndose culpable. Quizás a Yoona le habría ido mejor yendo a la biblioteca después de todo.

Yoona agitó la mano desechando la idea. "Está bien." Miró alrededor. "No pareces tener cafetera."

"Puedo salir y comprar una," respondió Yuri con una sonrisa. "Normalmente sólo bebo Cola o Sprite por la mañana."

Yoona dio una media inclinación. "Oh, cierto," dijo recordando. "¿Tienes de eso?"

"Frigo," contestó Yuri "Sírvete. ¿Vas a clase?"

"No," contestó Yoona agarrando una lata de refresco. "No tiene sentido. Bueno, quiero decir que tiene sentido, pero que no me sienta como para ir como que lo contrarresta, y entonces…" Se encogió de hombros tomando un sorbo. "¿A qué hora tienes que estar en el set?"

"No tengo," contestó Yuri. "No estoy en las escenas que ruedan hoy."

Yoona detuvo el beber. "¿Por qué rayos estamos entonces despiertas a las siete de la mañana?" preguntó dejando la lata en el poyete. Se acercó y cogió la mano de Yuri, arrastrándola hacia el dormitorio. Seamos perezosas."

Yuri permitió ser arrastrada al dormitorio, preguntándose a qué se refería Yoona con "perezosas." Tenía bastante idea de que involucraba su cama de algún modo y no tenía queja en la materia. Desgraciadamente. "Me tomo que no eres madrugadora," adivinó con sonrisa divertida.

Yoona se subió a la cama, soltando la mano de Yuri. La actriz echó de menos el contacto al instante. "Aprecio el sueño," confirmó Yoona sonriéndole.

Yuri se quedó junto a la cama un segundo. "Debo ponerme alguna ropa," dijo dándose cuenta que estaba un poco demasiado desnuda bajo su albornoz para meterse en la cama con Yoona. "Volveré en seguida." Agarró un par de shorts y una camiseta de su armario, poniéndoselos, y volvió a la cama.

Yoona se había puesto cómoda y algo dentro de Yuri le dolió ante la imagen. Pero apartó los sentimientos y se puso junto a su amiga, intentando no cuestionar la situación. Sólo quería disfrutar su realidad.

"¿Cuál es la próxima escena que ruedas?" Yoona preguntó suavemente, moviendo la cabeza en la almohada para poder mirar a Yuri más claramente.

Yuri repasó el calendario de rodaje mentalmente, intentando precisar dónde estaban. "A menos que Jessi cambie de idea, creo que mi próxima escena es en la que Emma le dice a Elizabeth que se casa."

Yoona estuvo callada un segundo. "Fue triste," dijo.

"Era una época diferente," ofreció Yuri estudiando la cara de Yoona, insegura de cómo sentirse en ese momento.

Yoona lo consideró. "Supongo," contestó. "Apuesto que tampoco es muy fácil en estos días." Se quedó mirando a Yuri un momento. "¿Desearías ser hetero?"

Cogida con la guardia baja, Yuri vaciló. ¿Lo deseaba? Quizá. A veces. A menudo. Pero no en ese momento. "Desearía no sentirme a veces como para desear ser hetero," contestó finalmente. "Pero dada la oportunidad, no creeo que cambiara quién soy."

"Eso está bien," dijo Yoona. "Yo tampoco te cambiaría." Cerró los ojos brevemente, entonces los abrió de nuevo. "¿Luego harás el desayuno?"

Yuri sonrió ligeramente. "¿Qué te gustaría?"

Yoona bostezó y enfocó soñolientos ojos ocres en los soñolientos ojos  de Yuri. "Sorpréndeme," contestó.

"De acuerdo," acordó Yuri suavemente, repasando varias ideas para desayuno mentalmente. Mantuvo su mirada fija en Yoona. La artista había vuelto a cerrar sus ojos. Observó y esperó hasta que la respiración de Yoona se regularizó, hasta tener la certeza de que Yoona estaba dormida.

"Te amo," susurró apenas audiblemente en el mundo dónde residían los pensamientos no oídos. No había deseado decirlo, no había deseado pensarlo. Pero estaba cansada y su mente estaba de nuevo ofuscada. Era demasiado, estar allí con Yoona a su lado; demasiado y no realmente suficiente. Aún así, era suficiente por ahora.

Cerró los ojos, dispuesta a descansar la mente.

Hola cómo han estado? Hace tiempo que no actualizaba, pero ya no habrá demora.