Capitulo 55

En el cine, lluvia de palomitas.

Yuri  se quedó mirando inexpresivamente las teclas de piano bajo sus dedos extendidos. Sabía que se suponía que debía estar tocando; acababa de oír a Jessica  gritar "acción" momentos antes. Sólo había salido de carácter un segundo, un parpadeo del ojo. Pero había sido suficiente para notar que Yoona se había colado en el set. Era bastante para arruinar completamente su concentración.

"Lo siento," se disculpó, volviéndose ligeramente. Podía ver a todo el equipo observándola deliberadamente. Las luces se habían atenuado para el propósito de la escena. A Elizabeth Doyle le gustaba tocar en relativa oscuridad. "¿Podemos probar de nuevo? "

"Todavía rodando," contestó Jessica.

Yuri devolvió su atención al piano delante de ella. Cerró sus ojos, intentando acceder la parte de su mente a la que no le importaba si Yoona estaba mirando, la parte que pertenecía a Elizabeth.

Un segundo después empezó a tocar, sus dedos deslizándose sobre las teclas. ¿Quién habría pensado que ocho años de lecciones de piano obligadas le serían alguna vez útiles? Pero en ese momento, se lo agradecía a sus padres. Aprender la música de Elizabeth no había sido tan difícil como habría sido de otra forma.

Continuó tocando, ignorando las cámaras alrededor de ella y los ojos que sabía fijos en su actuación; un par en particular. Elizabeth Doyle estaba sola en ese cuarto, los ojos cerrados, perdida en la música. Pero Yuri sabía que no estaba sola. Sabía que Samantha había entrado y estaba cercana a su espalda.

Aún permanecía Elizabeth ajena a la presencia de Emma. Así que, cuando sintió el toque de cálidos dedos sobre su piel, sus ojos se abrieron de repente y sus manos cesaron su danza abruptamente. La última tecla que presionó era equivocada y la torpe nota resonó en la súbita quietud de la sala.

Yuri  no se volvió, disfrutando el consuelo del contacto de su amante.

"¿Por qué te detuviste?" preguntó Emma suavemente. "Era una melodía tan hermosa."

"Algunas cosas son más hermosas que la música," respondió Elizabeth, volviéndose finalmente. Miró a Emma un largo momento. "No deberías estar aquí."

Emma deslizó sus dedos por la mejilla de Elizabeth. "Esperé hasta que todos salieron."

"¡Y corten!"

La voz de la directora cortó el momento, destrozando la ilusión. Yuri parpadeó, volviendo a su ser.

"Tenemos toma cinco," añadió la director un segundo después, su atención en el cuaderno delante de ella.

"Gracias a Dios," murmuró Samantha mientras pasaba junto a Yuri.

Fue entonces que Yuri recordó a Yoona y el nerviosismo le regresó. ¿Debería ir a hablar a ella? ¿Debería fingir que no la había visto? Yuri sabía que Sooyoung había terminado temprano y marchado con Jeremy. Así que, ¿qué hacía Yoona allí? ¿Esperándola?

Las preguntas continuaron multiplicándose en su mente mientras iba hacia Yoona. No estaba segura cuando había tomado la decisión consciente de acercarse a la artista, pero era demasiado tarde para hacer un giro en U.

Yoona estaba sonriendo mientras Yuri se acercaba. "Fue muy bueno," dijo a forma de saludo. "Y estás realmente encantadora con vestido."

Yuri se había olvidado que tenía el traje. Sin pensar, se echó un vistazo y se rió. Nunca pensó que estaría frente a Yoona en un vestido de encaje. "Sí, siempre deseé ser una dama." Levantó la mirada nerviosamente. "Bueno, ¿qué te trae por aquí?"

"Oh, sólo estoy esperando a Soo. Es nuestra la noche de marcha. Películas, pizza, obras."

Sonrió emocionadamente y miró por el plató. "¿Alguna pista de dónde se esconde?"

Yuri sintió en ese momento una mezcla de emociones: desilusión porque Yoona no estaba allí para verla y enfadado con Sooyoung por plantar a Yoona.

"¿Algo va mal?"

Yuri aclaró sus pensamientos, centrando su atención en Yoona. "Uh, es que Sooyoung se fue hará una hora. Con Jeremy," agregó calladamente.

La confusión pasó por los ojos de Yoona, seguida de desilusión. "Oh," dijo. "Supongo que se le olvidó." Se encogió de hombros y se rió, aunque fue claramente forzada. "Probablemente debería haber esperado en casa."

"Lo siento," ofreció Yuri, deseando que hubiera algo que pudiera decir para arreglar las cosas. Nada se le ocurrió.

Yoona levantó al vista de repente. "Pero, hey, ¿qué haces después de esto?"

Yuri repasó mentalmente su horario de la tarde, deseando que Taeyeon estuviera cerca para llevar cuenta de las cosas. Recordaba vagamente ser invitada a una fiesta por uno de los otros miembros del reparto, pero no recordaba aceptar. "Nada, realmente," contestó, bastante segura de que era verdad. De todas formas nada que no pueda cancelar, enmendó silenciosamente.

"¿Quieres ver una película o algo?" preguntó Yoona pareciendo tímida de repente.

"Me encantaría," contestó, esperando parecer casual pese a que el corazón estaba haciéndole saltos mortales en el pecho. "Aunque no estoy segura de cuánto va a durar esto." Señaló las cámaras detrás de ella para énfasis.

Yoona se encogió de hombros. "No me importa mirar," dijo. "A menos que te moleste tenerme aquí," agregó rápidamente. "No quiero que pienses que-"

"No me importa," intercaló Yuri. "Es agradable tenerte aquí." No añadió que también era infernamente enervante.

"De acuerdo," dijo Yoona, sonriendo levemente.

Yuri miró detrás de ella y notó a todos reasumiendo sus sitios. "Debiera volver," dijo. "¿Hasta luego?"

"Aquí estaré," prometió Yoona.

Yuri asintió y se excusó, contenta por tener ahora algo que esperar con impaciencia.

Yoona miraba la acción en desarrollo desde su sitio en las sombras. Era fascinante observar a Yuri cambiar tan rápidamente de un personaje al siguiente. Se preguntó cómo era posible ser tantas personas diferentes seguidas.

Su mirada viajó por el plató hasta llegar a descansar en la directora, Jessica Jung. Yoona ponderó el nombre en su mente mientras observaba a Jessica observar a Yuri. Había algo en la mirada de la directora que captaba la atención de Yoona, que le impedía alejar la vista.

Antes, durante su conversación con Yuri, había notado a la directora observándolas. Bueno, observando a Yuri principalmente. Y había notado un flash de algo en esos ojos verdes. Algo desconocido aunque familiar.

Yoona recordó lo que Seung Gi había dicho aquel día, cuando se encontró con Yuri. Estaba paseando con la directora de la película. Yoona no lo había tenido en cuenta en ese momento, probablemente porque las manos errantes de Seung Gi estaban distrayéndola. Pero ahora…

¿Había algo entre ellas? se preguntó. La directora era hermosa hasta donde Yoona podía decir. Y Yuri… Yoona suspiró, sintiéndose triste de repente.

La voz de la directora cortó sus pensamientos, sobresaltándola. Siguieron ruido y conmoción, y le costó a Yoona un momento comprender que Jessica había dado de mano por esa noche.

Su tristeza se evaporó al instante, reemplazada por anticipación. Salir con Yuri estaba rápidamente convirtiéndose en una de sus actividades favoritas. La actriz era divertida e inteligente y sólo estar cerca le hacía sentir a Yoona…

Yoona dejó en el aire el pensamiento cuando descubrió a la actriz acercándose hacia ella. "Eh," saludó, intentando no sonreír demasiado deslumbrante o ampliamente, aunque se sentía como para hacerlo por alguna razón.

"Lamento que tardase tanto," se disculpó Yuri. "Todavía tengo que salir de este atavío."

"No me molesta la espera," le aseguró Yoona. "No todos los días consigo estar en la producción de una gran película." Escogió no comentar el atavío. Personalmente creía que Yuri estaba hermosa con él, todo femenina y delicada. No era tan intimidante como el aspecto usual de Yuri.

"Bueno, sígueme," le instruyó Yuri. "Te mostraré mi hogar lejos del hogar. Te alegrará saber que tiene mobiliario."

"Me tomo que no lo decoraste tú," chinchó Yoona mientras seguía a la actriz a su remolque.

Yuri estaba inquieta en su asiento. Su mirada estaba fija en la pantalla del cine, pero su mente estaba a kilómetros. Ni tan siquiera podía recordar qué película habían acordado ver. En realidad no le importaba. Estaba demasiado distraída por el hecho de que Yoona estaba sentada a su lado, lo bastante para tocarla pero sin hacerlo.

Así que Yuri se aseguró de permanecer perfectamente quieta. Sólo que habían acordado compartir un gran cubo de palomitas de maíz y Yoona lo sostenía. ¿Y si sus manos se estiraban al mismo tiempo? Yuri se sintió de repente como un torpón adolescente en mitad de la primera cita. No estaba segura de cómo sentir. ¿Cómo se comportaban las mujeres de veintitrés años en el cine con sus amigas? Amigas por las que estaban tremendamente coladas. Amigas de las que estaban posiblemente enamoradas.

"Espero que no creas que me voy a comer todo esto sola," susurró Yoona un segundo después.

"Creí que dijiste que tenias hambre," bromeó Yuri, agarrando un puñado de palomitas. Imaginó que podría hacerlo durar por lo menos diez minutos. Entonces, después de eso, podría sistemáticamente calcular su ciclo de agarrar palomitas para que no sucediera ningún toque de manos. Satisfecha con su plan, se relajó ligeramente.

Yuri se pasó los siguientes diez minutos intentando seguir el argumento de la película, mientras mordisqueaba despacio las palomitas en su mano. Pero era inútil. Sus pensamientos seguían derivando y se sentía ansiosa. Y la mano de Yoona estaba tentándola desde su lugar en el reposabrazos. Sería tan fácil cubrir esa mano con la suya, sentir los suaves dedos entrelazados con los propios.

"Toma," dijo Yoona, entregando las palomitas. Se acercó y susurró, "Quizá si está delante de ti te incitará más."

Yuri se envaró, sintiendo el suave aliento de Yoona en su oreja. Su mirada cayó sobre el cubo en su regazo, esperando que mirándolo lo suficiente se calmara el martilleo de su corazón. Volvió su cabeza para mirar a Yoona, para contestarle, no notando que Yoona no se había movido. De repente encontró su cara tan cerca de la de Yoona que, si alguna se inclinaba, sus labios se tocarían inevitablemente. Y Yuri se paralizó totalmente.

La respiración de Yoona se detuvo en su garganta ante lo inesperado de encontrar los labios de Yuri tan imposiblemente cerca de los propios. Le costó un momento –demasiado largo– retroceder finalmente y se preguntó por su vacilación. Por un momento casi había considerado… casi deseado…

No.

La palabra rebotó por los muros de su mente, silenciando los demás pensamientos. No. Había sido pillada con la guardia baja. La había costado un momento reaccionar, eso era todo. Le rogó a su corazón que fuera más despacio, asustada de que Yuri lo oyese por encima de la película y preguntase qué significaba.

Yoona sintió algo suave y ligero rebotar de su mejilla, sus pensamientos al instante variaron.

Miró inquisitivamente a la actriz que hacía una mala representación de parecer inocente. "¿Acabas de tirarme una palomita?" preguntó, su ceja arqueada.

Yuri abrió la boca con fingida sorpresa. "Jamás haría algo así," contestó. "¿Y si se escapó?"

Y aquí Yoona pensando que Sooyoung era la única rara que tiraba palomitas. Pero, al menos, su mejor amiga tenía la cortesía de apuntar a la pantalla de televisión. Yoona sonrió, relajándose ligeramente. Si Yuri no se sentía cortada, ¿entonces por qué ella? Su mirada fue a la pantalla del cine. ¿Cuánta película se había perdido? No tenía idea. De todas formas no era tan buena.

Yoona agarró un puñado de palomitas y meditó su próximo movimiento. Podía tirar una para que las cosas estuvieran iguales. O dos. O podía ser realmente atrevida y tirárselo entero. El pensamiento le hizo sonreir. Su madre ciertamente no aprobaría esta conducta. Pero su madre no estaba allí.

Esperó hasta que Yuri pareció totalmente absortas en la película. Entonces, tan sutilmente como fue posible, llevó su mano a un lado y dejó volar las palomitas.

Sobresaltada por la inesperada acción, Yuri saltó en su asiento, enviando el cubo de palomitas volando por el aire. Se estrelló contra el suelo varios segundos después, su contenido esparciéndose por el suelo.

Yoona se encogió en su asiento, incapaz de dejar de reírse. Varias personas les gritaron que se callasen, lo que sólo hizo a Yoona reír más, aunque estaba intentando parar.

Junto a ella, Yuri estaba intentando esconder su cara. "¿Quieres salir de aquí?" sugirió la actriz tras un momento.

A través de sus risitas, Yoona asintió. Siguió a la actriz por la fila, excusándose cuando tropezaba ocasionalmente con las rodillas de la gente.

Finalmente lograron salir y estallaron en carcajadas.

"Nunca he visto a nadie saltar tan alto," bromeó Yoona mientras empezaban su descenso a las ajetreadas calles de Manhattan. "Eran sólo palomitas, sabes."

"¡Cállate!" dijo Yuri, riéndose. "Sólo te tiré una, no todo un ejército."

"¡Oh, así que lo admites!"

Yuri hizo una pausa. "Um, ¿admitir que?" Sonrió. "Y, de todas formas, soy asustadiza por naturaleza."

"Bueno, debieras haberlo pensado antes de atacarme," le dijo Yoona. "No puedes desafiarme y esperar salir indemne. No funciona así.

"Bastante justo," contestó Yuri, sonriendo ligeramente. "Bueno, ¿qué vamos a hacer ahora que estropeaste nuestra experiencia de ir al cine?"

Yoona metió las manos en los bolsillos de la chaqueta, deseando calentarlas. "No sé. ¿Qué quieres hacer? "

"Lo que quieras."

"Como que tengo hambre," admitió Yoona.

Yuri asintió. "De acuerdo, ¿qué quieres comer?"

"Hay un estupendo restaurante vegeta por aquí," Yoona sugirió, esperando que a la actriz no le importase. "A menos que quieras comer otra cosa."

"Estoy abierta a todo," contestó Yuri. "Bueno, ¿cómo va la facultad? "

Yoona se encogió de hombros. "Es la facultad. Tengo un encantadormente largo ensayo que escribir para el lunes."

"¿Shakespeare?" preguntó Yuri esperanzadamente.

Yoona se rió del tono de Yuri. "Nunca pensé que diría esto, pero desearía que fuese sobre Shakespeare," contestó agitando su cabeza. "Pero, ay, tengo que escribirlo sobre Foucault.

Detesto a Foucault. Al menos Shakespeare tenía hadas. Foucault tiene…" Se esforzó en recordar de qué iba el ensayo. "La nosequé del autor."

"¿Función?" adivinó Yuri.

"Justo. La función del autor." Yoona asintió. "Quiero decir, ¿cuan complicado es eso? El autor escribe. Ésa es su función, fin de la historia. ¿Por qué la necesidad de complicar más las cosas escribiendo largos y pretenciosos ensayos analizando todo a muerte? "

Yuri sólo sonrió.

"Probablemente te gusta todo eso," supuso Yoona.

"Creo que es interesante," admitió Yuri. "Pero creo que me gustaría menos si se esperara que escribiera ensayos todo el tiempo."

"Creí que tenías especialidad en Literatura comparada."

"Sí, por unos tres semestres," contestó Yuri. "Y entonces me escogieron para Guardian y empezaron a aparecer otros papeles. Realmente detestaba la universidad. No es para todos, supongo."

Yoona asintió. A veces sentía que la universidad era una pérdida de tiempo, pero era importante. Al menos es lo que todos seguían diciéndole, así que tenía que ser verdad. "¿Lamentas haberla abandonado?"

"No puedo decir que sí," contestó Yuri. "Quiero decir que es bueno tener un diploma en algo, pero estoy haciendo lo que adoro hacer. Y si alguna vez dejo de actuar, entonces puedo regresar fácilmente a la facultad. Estudiar algo inútil, como latín."

"¿Por qué latín?"

Yuri sonrió y se encogió de hombros. "No lo sé. ¿Por qué no?"

Yoona asintió. "Supongo que es agradable permitirte ese lujo," dijo, no diciéndolo

negativamente. Era simplemente un hecho. "No tener que preocuparte por el dinero ni nada."

"He sido afortunada," concordó Yuri.

Yoona indicó que girasen la esquina. El restaurante estaba cerca. "Entonces, ¿qué crees que querrías hacer si no fueses actriz?"

Yuri consideró la pregunta por un largo momento. "Poeta."

"¿No lo eres ya?"

Yuri la miró. "¿Qué quieres decir?"

"Es que creo que hay algunas cosas que naces siendo," dijo Yoona.

"¿Como artista?" adivinó Yuri.

Yoona simplemente sonrió. No pensaba que la pregunta necesitase confirmación. "¿Crees que naciste para ser actriz?" preguntó.

"Sí," dijo Yuri sin vacilación. "Supongo que tienes razón. Algunas cosas simplemente son."

"Aquí estamos," Yoona dijo, deteniendo delante del pequeño y oscuro restaurante con un luminoso de neón funcionando sólo en parte. Esperaba que fuera aceptable. "Sé que no es mucho, pero la comida es buena."

Yuri la miró. "Eh, sobreviví a una experiencia en Grey's Papaya," contestó. "Estoy lista para lo que sea."

Yoona se rió mientras abría la puerta. "¿Quién te llevó allí?"

"Jessi," contestó Yuri, siguiedo a Yoona dentro. "La directora."

La tristeza de nuevo golpeó a Yoona, esta vez más fuerte; esta vez teñida con algo más, algo que vagamente reconoció como celos. Pero la desechó tan rápidamente como había venido, encerrándola con llave en un baúl en su mente, junto con su reacción a la proximidad de Yuri en el cine. Justo dónde debía estar.

Hola, Como han estado?, qué les pareció este capítulo?, en lo personal la parte del cine, es una de mis partes favoritas, tan solo imaginarme la idea de las palomitas volando me causa mucha risa.