Capitulo 38

el paquete 

"Buenos días," Yoona saludó a su compañera de piso al entrar en la cocina.

Sooyoung no levantó la vista mientras murmuraba un distraído, "Buenas."

Yoona notó que Sooyoung estaba ocupada garabateando en un cuaderno espiral. "¿Interrumpo tu momento de 'Querido diario'?"

Sooyoung murmuró algo que…….Yoona no cogió del todo.

"Ya," concordó Yoona. "Y en cristiano, ¿se traduciría…?"

Los ojos castaños se alzaron del papel para encontrarse con verdes curiosos. "Estoy haciendo una lista de opciones de carrera en caso que lo de actuar no resulte," explicó, mirando hacia abajo tristemente. "Quiero decir que debo ser realista sobre eso."

Insegura de cómo responder, Yoona devolvió su atención a la máquina de café. Sooyoung pasaba, de vez en cuando, por fases de duda y auto-cuestionamiento. Yoona entendía los sentimientos muy bien, pero también entendía el empuje, por eso no estaba nada preocupada porque Sooyoung perdiese su motivación y abandonase para siempre. Taza de café en mano, se sentó a la mesa. "¿Qué tienes hasta ahora?"

Sooyoung se enderezó y aclaró la garganta. "Número uno: trabajar a Starbucks el resto de mi vida," leyó en voz alta, entonces suspiró y levantó la vista. "Es todo."

"¿Qué es el resto de cosas de ahí?" Yoona cuestionó, indicando la lista en el cuaderno.

"Comestibles," Sooyoung contestó, sentándose atrás como derrotada. "Me distraje."

Yoona sonrió pero lo cubrió con la jarra en los labios. "Entonces quizá no debieras renunciar a actuar," sugirió.

"Necesito agente," dijo Sooyoung de repente. "Eso realmente me ayudaría." Yoona asintió.

Sooyoung se quedó callada unos instantes, mirando la mesa de la cocina pensativamente.

Finalmente, alzó la mirada y vacilantemente preguntó, "Tu amiga trabaja en Hollywood, ¿verdad?"

"¿El video club?"

"California," Sooyoung explicó, algo inútilmente, según creía. "La lesbiana," agregó como medida de seguridad.

Yoona se quedó mirando sobre la mesa a su mejor amiga, insegura de a dónde se dirigía el asunto. "Sí…" confirmó despacio. "¿Por qué?"

Los ojos de Sooyoung se iluminaron esperanzadamente. "Quizá sabe cómo puedo conseguir un buen agente," dijo. "Como que pueda sugerir a alguien."

"No sé si—"

"Por favor," interrumpió Sooyoung. "Sólo pregúntale. Lo peor que puede pasar es que diga que no conoce a nadie y me quede como estoy ahora." Sus ojos castaños buscaron los de Yoona. "Por favor."

Yoona frunció el ceño, dividida entre querer ayudar a Sooyoung y temer que Yul pensara que estaba usándola. Una mirada a la cara esperanzada de Sooyoung inclinó la balanza. "Vale. Lo sacaré la próxima vez que hable con ella," confirmó. "Pero no puedo prometer nada," agregó rápidamente.

Sooyoung se apresuró a abrazar a Yoona. "¡Gracias, gracias, gracias! No sabes cuánto significa para mí."

"No puedo prometer nada," dijo Yoona de nuevo, pero se permitió una sonrisa mientras correspondía al abrazó de Sooyoung. El entusiasmo de su amiga era contagioso. Supongo que llamaré luego a Yul.

Yuri no estaba acostumbrada a recibir paquetes que no estuvieran marcados con el nombre del estudio. Tampoco estaba acostumbrada a recibir paquetes dirigidos a su nombre verdadero. Por estas razones — y otras que no podía precisar conscientemente — se sentó mirando la caja sin abrir con una mezcla de excitación y temor que la abrumaba en una forma que nunca antes había logrado una caja.

"Sólo ábrelo," dijo en alto. Sus ojos se fruncieron en concentración mientras contemplaba la marrón cuadritud del objeto. "No es como si fuera a estallarte." Se inclinó adelante en el sofá y bajó la caja de la mesa de café a la alfombra. El nombre de Im Yoona la miraba rotulado en negro y Yuri se encontró llevando un dedo a lo largo del contorno de las cartas. "Vaya con lo de vivir simplemente," expresó con un suspiro.

Sus dedos empezaron a arrancar el precinto, pero el timbrazo del teléfono interrumpió sus acciones rápidamente.  Agarró al receptor de la mesa al lado del sofá. Kwon," musitó con impaciencia.

"Um, hola, ¿está…. uh, Yul?"

Yuri se paralizó ante el sonido de la voz de Yoona. Mierda. "¡Hola! Lo siento, esperaba a mi… uh, mi…" Miró por la sala buscando una mentira rápida. No encontrando ninguna, dijo lo primero que le vino a la mente. "… limpiapiscinas, Kwonks. Iba a llamarme sobre… productos clorados." Se hundió en el sofá y cerró los ojos, agitando la cabeza ante su propia estupidez. "¿Cómo estás?"

"Bien," contestó Yoona. "¿Y tú?"

Mortificada más allá de toda redención. "Bien," contestó en cambio.

"Si estás ocupada esperando una llamada…"

"¡No!" dijo Yuri rápidamente. "Para eso está la llamada en espera. Um, ¿qué puedo hacer por ti?"

"No sabía que tenías piscina," dijo Yoona en lugar de contestar.

Yo tampoco. Supongo que pondré construir piscina en mi lista de cosas pendientes. "Es una de esas pequeñas de plástico," se encontró diciendo, dándose cuenta demasiado tarde que, cada vez que abría la boca delante de Yoona, su CI bajaba cien puntos.

"¿Y necesitas cloro para eso?"

"No se puede ser demasiado cuidadosa," contestó Yuri, porque aún no parecía lo bastante retrasada mental. "Agua estancada y todo eso, puede atraer bichos."

Yoona se rio. "Es gracioso."

Yuri también se rio. Cree que bromeo, ja, ja… Socorro. "Bueno, ¿a qué debo el placer de esta llamada?" preguntó, intentando cambiar de tema.

Yoona hizo una pausa y Yuri esperó pacientemente una respuesta. Finalmente, Yoona respondió con, "En realidad, te llamaba para pedirte un favor…"

Interesada, Yuri se enderezó. "¿Un favor?"

"Sí," contestó Yoona, pareciendo profundamente avergonzada. "Me siento realmente abochornada pidiendo esto."

"Adelante," le animó Yuri suavemente. No podía imaginar que podría Yoona querer de ella, pero estaba segura que lo que fuese sería concedido de inmediato.

Yona tomó una profunda inspiración. "Bueno, en realidad es un favor para Sooyoung," empezó y se detuvo de nuevo. "Siéntete libre de pararme y decir no en cualquier momento…"

"Sigue."

"Bueno, como sabes es actriz y está intentando muy intensamente pescar una oportunidad, pero cree que sería mucho más fácil con la ayuda de un agente y sé que trabajas en

Hollywood, así que pensé que quizá conocías gente. N-no quiero decir que le busques agente ni nada, sólo si conocías a alguien al que pudiera llamar, quizá. O, ya sabes, si tienes consejos para conseguir uno o… algo."

Yuri se quedó callada un momento. No porque se sintiese ofendida por la proposición, sino porque estaba ponderando la mejor manera de ofrecer ayuda sin desvelarse. "Te diré algo, veré lo que puedo hacer y te cuento."

"Por favor, no te esfuerces," dijo Yoona rápidamente. "Realmente no quiero ponerte en un compromiso y probablemente fue muy desconsiderado llamarte y pedirte—"

"Yoona," interrumpió Yuri, riéndose ligeramente. "Está bien. En realidad no es problema en absoluto. Te volveré a llamar esta noche y te haré saber lo que pude encontrar. ¿Vale?"

"Vale," contestó Yoona, sonando un poco más relajada. "Muchísimas gracias."

"De nada," contestó Yuri. "¿Hablamos esta noche?"

"Hablamos," concordó Yoona. "Adiós."

"Adiós." Yuri pulsó el botón de 'off' del receptor y lo miró pensativamente.

Encogiéndose de hombros, pulsó el apropiado código de llamada rápida y esperó. "¿Eric? Soy Yuri. Necesito un favor."

"Así que ésta es la fuente de tu locura," comentó Siwon, mirando la foto en su mano. Le guiñó. "Bueno, seguro que es y, eso te lo concederé, Yul." Miró la foto de detrás y alzó una ceja. "¿Quién es el semental?"

"Debe ser su ex-novio," Yuri respondió, no molestándose en esconder su aversión. "El capullo," agregó para énfasis. "Si alguna vez me tropiezo a ese cretino, juro que le…"

Siwon se inclinó adelante, repentinamente interesado en la conversación. "¿Qué?"

"Le patearé el culo," Yuri contestó como hecho cierto.

"Que machote por tu parte," le chinchó Siwon, mirando las fotos. Cuando vio lo bastante las devolvió a la mesa de café y contempló a su mejor amiga con curiosidad. "Bueno, ¿qué vas a hacer cuándo te pida fotos de ti?"

Yuri se encogió de hombros. "Cruzaré ese puente cuando llegue a él."

"¿Y qué más mandó?" preguntó Siwon, acercando la caja. Atisbó dentro y sacó un libro de cocina. Le frunció el ceño a Yuri. "¿Libro de cocina?"

"Le dije que me gusta cocinar," Yuri explicó con una sonrisa.

"Bueno, al menos eso es verdad," concordó Siwon, poniendo el libro en la mesa al lado de la caja.

"Eh, no es como si le hubiera mentido en nada," discutió Yuri, herida por la implicación.

"Ni me empieces con la idea de película de los payasos asesinos del espacio exterior."

Yuri frunció el entrecejo. "Eran robots alienígenas."

"No ayuda nada a tu causa," contestó Siwon. "Y, de todas formas, no estoy diciéndote nada que no sepas ya. Si no te sintieras culpable por mentirle no estarías hipercompensándolo con aleatorios actos de bondad."

"Yo no— No es porque me sienta culpable." Yuri no podía enfrentar la mirada de Siwon. La verdad era que se sentía culpable, ¿cómo no? Pero no era todo. Si la culpa fuese todo lo que hubiese en la situación, Yuri le habría puesto fin mucho antes. Era muchísimo más que eso. No tenía ni idea de cómo explicarlo.

Siwon miró a Yuri pensativamente durante un minuto y entonces recuperó las fotos de la mesa. Sostuvo una en cada mano. "Hagamos una pequeña prueba," propuso. "Mira ambas fotos."

Yuri miró al cielo pero hizo lo que Siwon ordenaba. "¿Hay un objetivo?" preguntó.

"Todo lo que hago tiene siempre objetivo, Yuri, ya deberías saberlo," contestó. "Vale, ¿cuál de las fotos es tu favorita?

"Es fácil. En la que está sola."

"¿Y por qué?"

"Porque entonces no tengo que ver la sonriente cara de ese cretino."

Siwon asintió. "¿Y si no fuese un cretino? ¿Y si fuese el tipo más agradable de todo el mundo y estuvieran completamente enamorados. ¿Qué foto sería entonces tu favorita?"

Yuri frunció el ceño por la pregunta. ¿A qué estaba intentando llegar Siwon?

Él agitó la cabeza y soltó las fotos. "No es tan difícil, Yuri. Es la misma respuesta a ambas preguntas. ¿Por qué crees que es?"

"Dado que eres tú el del doctorado en Psicología clínica, ¿por qué no me lo dices?" dijo Yuri.

"No necesito un doctorado en nada para entender cómo piensas, Yuri," contestó Siwon.

"Y la respuesta es que verla con alguien más te pone celosa."

Yuri suspiró. "Por favor, no empieces de nuevo," le rogó.

"¿Por qué?"

"Porque no."

"Porque sabes que tengo razón."

Yuri se puso de pie y empezó a devolver las cosas a la caja. Finalmente, suspiró y miró fijamente a su mejor amigo. "¿Qué quieres de mí?"

"Quiero asegurarme que no te metas ciegamente en nada," contestó. "Jamás te he visto tan colgada de nadie antes, Yuri, y me asusta. Esta chica no tiene idea de quién eres. Si terminas enamorándote de ella, ¿qué vas hacer?"

Yuri recogió la caja y empezó a alejarse sin contestar.

Una vez en su alcoba, Yuri cerró la puerta y se sentó al borde de la cama, poniendo la caja en el suelo ante ella. Miró el teléfono un largo momento antes de cogerlo y marcar. "¿Hola?"

Yuri se sentó. "¿Yoona?" dijo. "Soy Yul."

"Oh, hey," Yoona saludó. "No creí que fueras a llamar."

"Sorpresa, entonces," bromeó Yuri. "Escucha, te mandaré después por correo un número de teléfono que puedes darle a Sooyoung. Dile que se ponga en contacto con Eric Moura y concerté cita para conocerle."

"¿Es agente?" preguntó Yoona.

"De los mejores," confirmó Yuri. "Va a estar en Nueva York un par de días, así que asegúrate que Sooyoung llame lo antes posible."

"Uau," musitó Yoona. "Muchísimas gracias, Yul. Te debo una."

"No te preocupes por eso," le aseguró Yuri. "Y, de todas formas, el paquete que me enviaste nos iguala."

"Oh, ¿ lo recibiste?" preguntó Yoona, pareciendo entusiasmada. "¿Te gustó?"

Yuri sonrió. "Me encantó, gracias," dijo. "Fue muy dulce por tu parte." Se inclinó adelante y sacó la fotografía de Yoona sola. "Y realmente adoro la pintura. Voy a colgarla con las otras."

"¿Otras?"

Yuri se quedó momentáneamente paralizada, olvidando que Yoona sólo sabía de una. "Bueno, tengo otras pinturas," mintió. "De otros artistas."

"Oh," dijo Yoona. "Bueno, me alegra que te gustase. Lamento que las fotos de mí fuesen un poco empalagosas. Realmente no tengo ninguna otra reciente."

"Creo que eres hermosa," se encontró diciendo Yuri. Se avergonzó al instante por su contundente sinceridad pero decidió que era bastante verdad. "Lo siento."

"¿El que?"

"Ser tan brutalmente sincera," contestó Yuri.

Yoona se rio. "Lo superaré de algún modo," le aseguró. "Y gracias."

"De nada."

"Ahora me debes una foto de ti," dijo Yoona.

Yuri se sintió suspirar. "Veré lo que puedo hacer."

"Es suficiente," admitió Yoona.

"Bueno, debo irme," dijo Yuri, sintiéndose deprimida de repente. "Sólo quería decirte lo de Sooyoung y agradecerte el paquete."

"Muchísimas gracias por hacer esto por mí, Yul," contestó Yoona. "No sabes cuánto lo aprecio."

"Muchas de nada," le dijo Yuri. "Hablamos luego."

"Adiós."

Yuri colgó el teléfono y se echó en la cama, la foto aún en su mano. Miró la sonriente cara de Yoona y suspiró. ¿Qué voy a hacer?