Jessica se iba a casar, era seguro para ella y le dolía, sentía que perdía a su mejor amiga. Cuando Yubin le aviso que se casaría con Seunghyun también se puso mal, nunca le cayó bien ese hombre y saber que se convertiría en el esposo de Yubin la hizo sufrir, volviendo al tema de Jessica, Akemi le agradaba, era una buena chica, demasiado para ser real, era cuando no entendía del todo porque sufría, debería ser feliz por la Jung mayor pero no lo era, tuvo una noche difícil donde hasta llego a derramar un par de lágrimas. 

La  mañana siguiente llego en casa de las Jung, era muy temprano por lo que la mayor dormía plácidamente hasta que ruidos de moto se escucharon.

-Lo matare. –Gruño despertando somnolienta.

-Vuelve a dormir, hare que se calle. –La castaña a su lado la cubrió con las sabanas y ella se levantó.

Al asomarse por la ventana pudo ver a su primo batallando con la extravagante moto de pista.

-Eiji silencio.

-La estoy reparando.

-Hazlo en otro lado, nos despiertas.

-Ya es tu hora usual de despertar. –Se ganó una fuerte mirada que en lugar de darle miedo le causo gracia, su prima no podía verse mala aunque lo intentara. -Vale me voy a otro lado. –Como pudo arrastro la moto y se alejó.

Akemi regreso a la cama y abrazo a su rubia, por ella era capaz de quedarse en cama toda la mañana. Lejos se veían de estar tranquilas pues el timbre de la puerta sonó un par de ocasiones.

-Alguien quiere morir esta mañana. –Jessica se inclinó con fastidio.

-Iré a abrir, sea quien sea no volverá a llamar en las mañanas. –La beso con ternura logrando que se volviera a acostar.

-Gracias osita. –Le dijo antes de que saliera de la habitación.

-Tú eres la osita. –Escucho la risilla mientras se dirigía a la entrada. -¿Sunmi? –Se encontró con la rubia.

-Finalmente se arreglaron. Me alegro. ¿Esta Jessica? –La respuesta no llegaba. –Venia para ver cómo estaba todo, no ha respondido mis llamadas, en vista que está bien todo, solo avísale que he venido.

-No quiero hacerlo. –Su voz era temerosa y Sunmi arqueo sus cejas. –Sé que no eres mala pero los problemas aparecen cuando tu estas, así que no te acerques mucho a Jessica. Si puedes. .  .Por favor.

-Atraigo el mal conmigo, nunca me dijeron algo como eso. –Soltó una risa y metió las manos a sus bolsillos.

-Tiffany dijo que eres como la mala suerte. –Con eso la molesto bastante.

-Está bien sí no quieres hablarme o que me acerque a Jessica pero sí lo haces porque la perra gorda de Tiffany te dijo cosas entonces yo te diré la verdad de la cerda.

Quedo impresionada por la forma en que se refirió. -No deberías insultarla.

-Vas a cambiar de opinión cuando te enteres de la verdad sobre ella. Mira ella y Jessica

-AKEMI. –Intervino Krystal, por suerte se acercó porque ya se retiraba a la universidad. -La rubia. –Reconoció a Sunmi. -Jessica sale en un momento. –Tomo a Akemi del brazo y la metió.

-Krys, me iba a decir algo.

-Es la enemiga, durmió en la cama de Jessica.

-Pero Sica no anda con ella. ¿O sí? –Se confundió.

-Obvio no. Solo jugaba, igual no da mucha confianza, mejor dile a Jessica que la busca y ve con ella.

La extranjera asintió y levanto a Jessica, la cual se molestó de momento pero al instante salió seguida por su novia.

-Sunmi. –La nombro con reproche.

-Perdona, olvide que no eres de buen despertar. Lamento si interrumpí.

-Interrumpiste mi profundo sueño. –Le echó en cara.

-Lo siento, no respondías mis mensajes ni llamadas.

-Yo le pedí que no lo hiciera por un tiempo. –Dijo apenada Akemi, que abrazaba a Jessica por la espalda. -Lo siento, estaba celosa.

Una risa burlona se dibujó en los labios de Sunmi. –Limitaciones.

-Por un periodo corto, pensaba buscarte pronto y hablar.

-¿Está bien para la señorita? –Sunmi miro a Akemi.

-Lo está. Yo no le prohíbo nada, solo fue una petición por un periodo corto. –Repitió culposa la extranjera.

-Después hablamos Jess, espero. –Finalizo para marcharse.

Las dos entraron cerrando la puerta detrás.

-Sica perdóname, estuvo mal que te pidiera no responderle, yo –Fue silenciada por los labios de Jessica.

-Vamos a la cama. –La tomo de la mano para llevársela.

-¿Jessica puedo hablar contigo? –Interrumpió Krystal.

-Otro día. –Siguió su camino a la habitación con la sonriente Akemi.

Krystal necesitaba aclarar dudas, había interrumpido al escuchar la implicación ¿Tiffany y Jessica? Algo le dijo que lo hiciera y algo le dijo que tenía que sacarle respuestas a su hermana pero esta por el momento tenía mejores cosas que hacer y ella igual, faltar o perder clase en la universidad se salía de sus planes.

Al caminar a su transporte se encontró con la imagen de Eiji, vio sus manos negras y su batalla con la moto. Le fue inevitable soltar una carcajada llamando su atención.

-Has perdido la oportunidad de que te enseñe a conducir esta belleza por tu burla.

-¿Belleza? Dirás chatarra. Lávate las manos y ponla en la basura. –Se marchó riendo.

Él fue contagiado por esa sonrisa para después seguir peleando con la moto.

….

-Espera, espera. –La detuvo antes de que bajara solo para poder abrirle la puerta.

-Que linda estas hoy. ¿Será que quieres algo?

-Yo siempre soy muy linda contigo. ¿Qué voy a querer?

-Supongo que nada y mejor no pregunto. –Le dio la espalda solo para escucharla protestar.

-Ok, si quiero algo, a ti. –La atrajo a ella y la beso con pasión.

Tuvieron que separarse para dirigirse al interior del hospital o llegarían tarde al trabajo.

-Detesto las normas del hospital. –Se quejó Qri.

-Suerte tenemos de que nos permitan ser pareja. En otros son más estrictos así que no te quejes.

-Es porque el jefe es ertido y seguro nos imagina y

-¡KYUL!

-Mira ahí viene Tiff.

-Y si sigue con la cabeza agachada va a chocar con el poste! –Corrió tan rápido como pudo para evitarlo. –Tiffany.

-¿Qué? –Seguía bastante distraída.

-Buen día. –Qri terminaba de llegar.

Solo la vieron asentir e ir al ascensor, pareciéndoles muy extraño. Las siguientes personas que vieron fueron a la pareja infantil, como ellas la llamaban.

-Ustedes. –Las nombro Soyeon. –Hagan sus pleitos a un lado y por una vez sean quienes ayuden a Tiffany.

-¿Qué tiene? –Irene fue la primera en preguntar.

-No lo sabemos, pero luce tan mal como para casi chocar con el poste. –Explico Qri.

-Dejen de lado su pelea e intenten hablar con ella. –Les indico y las miraron entrar a otro ascensor.

-¿Crees que lo hagan? –Pregunto Soyeon.

-Ojala, de igual manera antes de salir busquemos a Tiffany.

-Va a tener que ver con la supuesta novia que tiene y que está en el extranjero.

-Yo no podría vivir contigo en el extranjero.

-Nunca me iré amor.

Fuera del consultorio de la Hwang.

-Recuerda que ya estamos bien. –Hablo Irene.

-Pero no lo estamos. –Wendy aclaro.

-Vamos a fingir ok? –Tomo el pomo de la puerta dispuesta a entrar.

-Lo que me molesta es que eres una mandona.

-Lo que me molesta es que te quejas de cualquier cosa solo por pelear, es a ti a quien le gusta que estemos mal. –Soltó la puerta y se cruzó de brazos.

-Si me gustara no lloraría tanto, por tu culpa sufro mucho.

-¿Y tú crees que yo me la paso riendo? ¿Qué esto me hace sentir bien?

-Dímelo tú. –Causo que su novia abriera la boca por la sorpresa. –Irene. . . –La vio a punto de llorar.

Antes de que nada sucediera Tiffany abrió la puerta y las vio de manera confundida.

-Siguen con su pelea. –Se lamentó. –Ahora se tiene mutuamente, mañana quien sabe, no se arruinen por nada.

-¿Cómo estás? –Pregunto Wendy.

-No te preocupes por mí. –Le recordó a Irene y entonces se dirigió a la cafetería por un café.

Qri y Soyeon que miraban la escena de lejos solo pudieron pensar en lo buenas para nada que fue el Wenrene, ellas hubieran ayudado a Tiffany sin pensar y animarla pero su horario de trabajo ya empezaba y les fue imposible. Para cuando salieron, la doctora Hwang ya se había ido, la llamaron y no respondió, fueron a su casa y no abrió y a la mañana siguiente se veía normal.

-Esta fingiendo. Es decir no puede estar mal ayer y hoy bien. Se está guardando las cosas. –Dedujo Soyeon.

-No podemos hacer nada. No cuenta lo que le sucede y menos lo hará si seguimos presionando.

-¿Por qué no se deja ayudar?

-Quien sabe.

En ocasiones negamos o traducimos nuestros verdaderos por otros alejados de la realidad, ya sea por miedo, de manera inconsciente o para no salir aún más lastimados. Eso le ocurría a Tiffany, no acepto que le dolía la boda de Jessica porque aún mantenía sentimientos por ella, negó eso, no podía permitirse gustar de ella de nuevo, mucho menos tendría oportunidad en estos tiempos y ya tenía una novia perfecta que volvería en pocos meses, lo que sentía lo tradujo en el sentimiento natural de saber que se casara una amiga, tristeza y envidia por no ser ella quien contrajera nupcias, envidia por la felicidad que no tenía, era eso. Dichos sentimientos eran malos, negativos puesto que se trataba de su mejor amiga, tenía que ser positiva y alegrarse. Así fue como se repuso, por esos pensamientos, solo que no contaba con lo que iba a suceder, entre más cerca estaría de Jessica los verdaderos sentimientos la vencerían.

El fin de semana acudió a casa de las Jung, una pequeña reunión que organizaron las novias, había sido invitada por Akemi y al saber que había otros invitados no pudo reusarse.

-Llegaste. –Abrió Jessica y se hizo a un lado para dejarla pasar. -¿Y tú auto?

-Está en el servicio.

-Nunca entendí esas cosas, en fin. El novio de Soojung vendrá, intimídalo por favor y te voy a querer mucho si lo haces. –Caminaban al pequeño jardín de la casa, pequeño pero cómodo y suficiente para los pocos invitados.

-¿No tendrá suficiente contigo? –Pregunto entre risas.

-No cuando Akemi intervenga con su nobleza.

-Hare lo que pueda, Krys es como

-Una hija para ti.

-Hermana. Tampoco estoy tan vieja.

-Fany. –Saludo la extranjera levantándose de la silla donde se encontraba.

-Hola. –Se dieron un abrazo corto.

-Te presento a mi primo. Su nombre es Eiji.

-Wentz, mi apellido es diferente. –Termino de presentarse por sí.

-Un gusto. –Formo su eye smile  haciendo que Jessica pusiera mala cara.

-Sonríes como ella, en los ojos. –Se impresiono el chico. –Es muy lindo.

-Gracias. –Él había estrechado su mano y estuvo a punto de besársela cuando un grito interrumpió.

-TIFFANY. –La menor aparecía, su grito había asustado a los primos y hecho reír a Jessica por impedir ese desagradable beso.

-Krys. –Camino con emoción y le dio un fuerte abrazo.

-Qué bueno verte, tienes que visitarnos más. –Cortaron el abrazo. -Hasta podrías vivir aquí, te compartiría mi cuarto, no me importaría mientras seas tú.

-Eres una acosadora Soojung. –Hablo Jessica.

-No la molestes. –Intervino Akemi llevándose a Jessica consigo.

Eiji tomo lugar en otra silla y solo observo como la recién llegada hablaba en voz baja con Krystal. Mientras que su prima y Jessica hablaban de la comida.

De lo que hablaba Soojung y Stephanie era del novio de la primera.

-Iré a esperarlo afuera, dice que ya está cerca.

-Adelante. –Cuando se marchó opto por sentarse en la mesa del jardín, quedo frente al chico quien le sonrió por lo que le respondió igual. –No te pareces mucho a Akemi. ¿Eres primo lejano?

-Soy cercano. Nuestros padres son hermanos, es que mi padre es de Estados Unidos.

-¿Cuáles son tus nacionalidades?

-Las mismas que Akemi cambiando la italiana por estadounidense.

-Que confuso.

-Nuestro abuelo es brasileño, la abuela japonesa. Mi padre es brasileño japonés y mi madre italiana. –Explico Akemi para mejor entendimiento.

-En mi caso. –Siguió Eiji. -M