Dejarla ir. . .
What Is Love?Todo comenzó en San Francisco, California, los Jung y los Hwang eran vecinos que prácticamente apenas y se conocían de vista, cambio en cuanto las mujeres de cada matrimonio coincidieron en el hospital, la señora Hwang se enteraba que estaba embarazada mientras que la señora Jung salía de un ultrasonido.
Meses, Jessica y Tiffany solo se llevaban cuatro meses de diferencia, su llegada unió a las familias, las hizo amigas así como ellas se hicieron mejores amigas.
Cuando Jessica cumplió diez años su familia tuvo que abandonar Estados Unidos y volver a sus raíces, fue la primera separación, su primera partida no por su voluntad. Le prometió a la eye smile volver a encontrarse.
Cuatro años después Tiffany partiría a Corea, sin embargo, no logro encontrarse con Jessica sino hasta un año después cuando la Jung regreso a ella, cumplió con su promesa.
En Corea y pasando su adolescencia, vivieron un sin fin de episodios de todo tipo, aunque no lo suficientes como para darse cuenta de lo que tenían frente a sus ojos. Ninguna tenía un futuro concreto en mente o alguna meta, dejaban que el tiempo siguiera su curso y eso comenzó a agobiar. Sobre todo a Jessica de quien la paciencia no era su amiga, la desesperación y sus conflictos internos la llevaron a irse de nuevo, esta vez por decisión propia, abandono a Tiffany por segunda ocasión con una despedida todavía más dolorosa que la primera, le quedó sellada en su alma, sacarla le fue difícil, solo el tiempo, la lejanía y cierta nueva eye smile la ayudaron. Esa segunda ocasión no hubo promesa de regresar, sin embargo volvió y su destino cambio por completo, se dejó llevar nuevamente, por suerte esa mañana vio que si continuaba huyendo o permitiendo que las cosas siguieran su curso no llegaría a ningún lado.
-No te iras. –Ya no espero la explicación de Tiffany.
-Tengo que hacerlo.
-¿Cómo lo harás? Tienes muchas cosas aquí.
-Me importan un carajo ya. –Con esas palabras le dio un primer golpe invisible, egoístamente olvidaba que Jessica era parte de esas cosas. -Me he estado victimizando todo este tiempo, sufriendo sin saber de ella cuando puedo ir a la maldita escuela extranjera donde esta y encontrarla.
-¿Tienes dinero para ir?
-Tú me prestaras, te lo devolveré.
-¿Por qué estas así? ¿Qué ha pasado? –Ahora si quería explicaciones, le permitió entrar a casa y escucho la historia, el encuentro con Sunmi poco le importaba, su punto era detenerla. –Son patrañas ha jugado con tu mente.
-Puede ser, es lo de menos, ya es demasiado para mi seguir así, tengo que verla y saber qué demonios sucedió. Por favor Jessi, préstame dinero, te lo devolveré, lo prometo.
Su desesperación, su mirada de súplica, su contención por llorar, Jessica podía ver todo eso y le disgustaba, odiaba verla mal. Tal vez tenía que dejarla ir, Tiffany amaba a otra, siempre había otra y solía estar acostumbrada.
-Jessi. –Su nombre incluso en esas circunstancias, pronunciado de esos labios la estremecía. ¿Cómo podía dejar ir a alguien que le causara eso?
-¿Cuánto necesitas? Te prestare lo que quieras pero –Fue silenciada con un profundo beso.
-Gracias. –Su mirada se ilumino.
Para Jessica era suficiente. -No. Permitir que te vayas es estúpido de mi parte.
-Es la mujer de mi vida. –Tan cegada había quedado que de nuevo se cerraba ante las directas que en algún momento deseo tanto.
-Si lo fuera estuviera a tu lado o mínimo supieras de ella. –Buscaba formas de hacerla quedar sin tener que exponer sus sentimientos, nunca es fácil sacarlos, menos cuando se está ante quien te ha gustado toda la vida.
-Estoy acostumbrada a que me dejen. –Soltó con fastidio y como golpe directo. -Siempre lo hacen y mi error es quedarme sin hacer nada.
-Has hecho mucho, esperarla fielmente.
-No del todo.
-Falta poco para que vuelva, espera. Lo que sea que esté pasando con ella o si Sunmi la ve y la induce a vicios es responsabilidad de ella y solo de ella, ya es mayor y toma sus propias decisiones.
Su desesperación incrementaba, soltó un suspiro. -Te adoro pero consejos es lo último que necesito.
-Quieres dinero, lo sé. –Hablo sin ganas, sus intentos parecían inútiles. -Iras a buscarla, dejando mucho aquí, tu trabajo, tu casa. ¿Echaras a la basura todo lo que has construido?
Esas palabras si la pusieron en duda, llevaban razón.
-Nada más tienes que aguantar unos días.
-Se me harán eternos.
-Te ayudare a que pasen rápido. –Intento abrazarla por la cintura.
-Deja eso. –Retrocedió y miro a otra dirección, marcando otro golpe invisible directo contra Jessica.
-Te prestare el dinero. –Se resignó. -Que te quede claro que me opongo a esto y si te lo estoy prestando es porque haría cualquier cosa por ti.
-Mientes. –La miro y lo dijo en casi en reclamo.
-¿Por qué lo dices? –La vio a los ojos.
En ciertas situaciones cuando sus miradas conectaban se sentían tan vulnerables.
-Olvídalo.
-Dímelo. –Exigió.
-¿Por qué me pasa esto a mí? –Se llevó las manos al rostro.
Jessica derramo un par de lágrimas de impotencia y es que Tiffany se encontraba sollozando mientras cubría su rostro. ¿Debería ayudarla a ir con Hyuna? Aunque quisiera no podía hacerlo, se preparó para dejarla ir al final de ese mes, no antes y mucho menos porque se fuera a otro lugar.
-Nunca he querido que sufras pero sucede que nunca he sabido expresarme bien. –Se aproximó y la abrazo.
-Tu culpa no es.
-Por favor no vayas.
Flashback
Su expresión lo decía todo.
-¿Pelaste con Yuri? –Le pregunto, los últimos días la pasaban peleando.
-Fue más que una pelea, yo he terminado con ella para siempre.
Esa noticia fue inesperada y emocionante.
-Eso significa que ya no tienes novia.
-Significa que quiero que nosotras. . . –Las palabras se enredaron en su garganta. -Seamos. Que nosotras seamos –Que difícil era.
-¡Amantes! –La ayudo a completar. -Es decir lo somos pero ahora tenemos ese título de planta, antes siempre te quejabas porque no debías hacerle eso, ahora que ya no está, se acabaron las culpas. –Jessica ingenua.
-Si. . . –Sus esperanzas murieron como tantas veces. –Somos amantes.
-Suena muy bien cuando lo dices, Steph. –Le dio una sonrisa. -¿Ya no piensas tener novia?
-Tal vez comience a ser como tú, no tener nada fijo, salir con chicas y lo que surja.
-Excelente. Festejemos tu soltería. –Era obvia la manera en la que iban a celebrar.
Fin de flashback.
Tiffany despertó luego de un profundo sueño, acostada en las piernas de una también dormida Jessica, apenas recordaba cuando pasaron al sillón y quedo dormida en su regazo.
-¿Jessi? –La movió un poco intentando hacerla despertar. -Genial. –Con cuidado la recostó en el sillón. Cuando se dispuso a pasar al comedor escucho la llegada de alguien, Krystal.
-Fany.
-Hola Krys. –Se saludaron con un beso en la mejilla.
-La bella durmiente volvió a caer dormida.
-Fue mi culpa.
-Sin detalles por favor.
-¿Cómo va tu tema de confianza con Jessi?
-Igual. –Antes de recibir un sermón volvió a hablar. -Mira Jessica solo confía en ti, tu eres su hermana, su amiga, su novia, su mujer, su todo.
De momento quedo en silencio. -No estamos hablando de mí. Estaría bien que confiaras en ella, cuando lo hagas se abrirá a ti.
-Estoy bien así. Nunca fuimos muy unidas, solo en el tiempo que se fue a trabajar, me invitaba a visitarla y me llamaba a cada rato, creí que por fin tendríamos una conexión fuerte de hermanas, la teníamos.
-¿Y luego?
-Realmente nuestras conversaciones eran poco profundas, era mera convivencia. Hay cosas que no puedo contarle y ella también me oculta muchas, no es que no nos tengamos confianza, debe ser solo miedo.
-¿A qué? Son hermanas.
-Quien sabe, hay cosas que todavía no puedo explicarme.
Los pensamientos de las demás personas son todo un mundo, es por eso que hay tantas cosas inexplicables.
Tiffany espero a que Jessica despertara, solo para decirle lo que haría o parte de ello.
Cuando Jessica se inclinó un poco somnolienta la encontró en el sofá de en frente. -Steph.
-No me iré. –Se dio cuenta lo irracional que era. Esperar tanto y buscarla el último mes caía en lo ilógico e irracional, además ahora tenía una relación con Jessica que la hacía tan feliz, aunque fuese por el momento y terminara pronto la tenía, por fin era solo para ella.
-Amo como pronuncias Steph. –Dijo de repente dejando el tema anterior atrás.
-No soy yo, es tu nombre, es que todo lo que hay en ti es perfecto.
Mostro su eye smile y se levantó extendiéndole la mano. -Bella durmiente, ven.
-¿A dónde?
-Sin preguntas. Confía en mí.
Jessica tomo la cálida y suave mano, se sentía tan bien aquella sensación, las palabras sobraron, salieron de casa tomadas de la mano y dieron un paseo en silencio. Se sentía como un tipo de paraíso en vida.
Recuerdos resurgieron cuando compraron un helado, Tiffany sin preguntar pidió uno de chocolate, solo uno necesitaban. Le restaron importancia a las miradas ajenas, nadie arruinaría su perfecta escena.
Luego de terminar de compartirlo en silencio las palabras surgieron.
-Eras caprichosa, siempre se compraba helado de fresa o pedias de chocolate con chispas rosas.
-Pocas veces tenían y entonces tú terminabas cediendo a un buen helado de fresa. –La sonrisa se dibujó en sus labios al recordarlo.
-Tiempos perfectos. –Aprobó Jessica.
-Desearía volver a ellos. –Hicieron esa conexión de mirada mágica. -Quiero besarte como si no hubiera mañana, es que tengo miedo del mañana.
Entonces Jessica la beso, sin impórtale nada, sin temor, esperando darle la suficiente confianza.
El beso duradero las hacía ver como un par de adolecentes conociendo el amor.
Dicen que las personas se vuelven malas por alguna razón. ¿Existe la maldad realmente? O son meras actitudes en venganza? O una defensa? Cada quien tendrá su punto de vista al respecto.
Ambos en el comedor sin dirigirse la palabra, concentrados en sus respectivos intereses, Nichkhun en su laptop trabajando sobre un caso, Victoria recibiendo mensajes de Seunghyun quien le informaba que tenían que alejarse unos días y las razones.
-Maldición. –Soltó frustrada dejando caer su celular en la mesa.
Nichkhun levanto su vista y la miro unos segundos.
-¿Ocupas algo? –Le pregunto ella con tono agresivo.
El negó y regreso a sus cosas, Victoria entonces salió del comedor olvidándose por completo de su celular, fue entonces que por la mente de Nichkhun paso revisarlo. . . .Realmente no tenía caso así que siguió en sus cosas. Minutos después ella volvió por el aparato y con su bolso en mano.
-¿Vas a salir?
-¿Te importa? –Volvió a responderle con agresividad.
-Estas más perra que de costumbre. –Le fastidio la actitud.
Victoria se acercó a él y le paso la mano por el rostro. -Esposo mío. –Entonces le planto una bofetada y se marchó.
Nichkhun se quitó los lentes y cerro su laptop, su día quedo arruinado, tenía la culpa por ir a casa a trabajar. Tomo su celular y llamo a Taecyeon.
-¿Qué? –Fue como le contesto el moreno.
-Se ha puesto loca.
-¿Qué quieres que haga una fiesta? –Tampoco estaba de mucho humor. -Siempre lo ha estado.
-¿Qué le pasa a todos hoy?
-Las indecisiones terminan haciéndonos llegar al límite.
-¿Es indirecta? Mira quien vino a hablar.
-Te llamo luego, estoy liado aquí.
Efectivamente Taecyeon se hallaba ocupado, trabajaba para la misma constructora que su padre, en la misma profesión pero en diferente puesto, mientras su padre ejercía la carrera de arquitecto él era simple valuador, el señor Kim tenia a sus hijos por debajo de él, viéndolos incapaces de desempeñarse al máximo en sus respectivas ocupaciones.
Otro día en la clínica, encontrarse en el estacionamiento parecía que se volvería habitual, esta vez fue Tiffany quien evadió a Yubin luego de apenas mirarse. La morena quería decirle algo por lo que la siguió con la mirada, dadas las condiciones hablar era lo último que haría.
-Esa mirada parece de quiero hablarle pero no lo hare hasta que ella lo haga. –Taeyeon recién llegaba.
-Algo así.
-Solía ser muy infantil y tímida en mi juventud, supe trabajar en ello, si te puedo dar un consejo es que vayas y hables con ella.
-Solo quiero decirle que no crea todo lo que le dicen.
-Pensara que lo dices por lo que te dijo.
-Y se trata de otro tema. –Empezaron a caminar al interior de la clínica. –Tengo otra amiga con la que se odian, ayer se encontraron aquí y se confrontaron, mi amiga jugo sucio.
-¿Por qué se odian si se puede saber?
-Por idioteces, duele la cabeza con ellas, dejemos el tema.
-No te caigo bien del todo. –Le dio la impresión luego de que no se abriera por completo.
-No te lo tomes a mal, son celos de hermana.
Taeyeon soltó una pequeña risa mientras Yubin terminaba de alejarse a su rumbo.
-Si supieras. –Murmuro para sí misma.
-Hola. –Una tercera persona la saco de sus pensamientos.
-Soyeon. –Le sorprendió poco ser abordada.
-E hecho cita contigo.
-Eso fue rápido. –Nunca espero que eso sucediera, sí que se sintió un poco intimidada.
-Te veré en unos cuantos días. –Se fue con una sonrisa dejándola pensativa.
Apuestas tontas, juegos idiotas, cuando eres joven haces estupideces al por mayor sin medir las consecuencias.
-Esto aún no termina. –Se rehusaba a perder. Había estado saliendo con Krystal por una apuesta y ganaría si permanecía con ella todo el semestre, el supuesto chico perfecto era un farsante.
-¿Le pueden recordar hace cuanto no viene? –Pregunto Mark
-Semanas, Jackson semanas y ya ni siquiera te responde las llamadas. –Recordó un chico que apodaban JB.
-Mucho menos los mensajes. –Hablo el de apodo Bambam.
-Iré a su casa, puedo ir, todavía somos novios.
-Para mí que ya te termino. –Se burló Mark.
-Iré ahora mismo, hasta tendré relaciones con ella. ¿Quieren apostar? –El resto comenzó a carcajearse.
-Ni puedes pagarnos esta apuesta menos otra de esa magnitud. –Continuo JB.
-Siempre me insiste en hacerlo, será fácil, es una fácil. Lo grabare. –Fue alejándose. –Sera doble o nada.
El resto se miró incrédulo al verlo irse, no lo creían capaz de tal estupidez.
Todos necesitamos momentos en los que solo queremos ser escuchados.
-Esas son mis razones por las que no voy. –Krystal llevaba horas hablando, exponiéndose ante Eiji quien le prestaba toda la atención del mundo.
-¿Has pensado en cambiarte?
-He pensado en volver a Estados Unidos. Cuando Jessica se mudó al extranjero a trabajar yo aproveche para pedirles a mis padres que me volvieran a San francisco.
-¿Cuántos años pasaste?
-Siete, tenía doce, ahora tengo 21. Jessica regreso a Corea y me propuso vivir con ella, por eso estoy aquí, creo que ha sido un error, siento que no encajo.
-¿Tenias amigos allá?
-No del todo pero era divertido, solo eran hipócritas y no doble moral como aquí.
-¿No es lo mismo?
-Las estadounidenses fingían ser mis amigas y luego hablaban a mis espaldas, yo hacía lo mismo, las coreanas definitivamente se alejan de mí y hablan, dicen que soy mala influencia, cuando ellas son peores.
-Las mujeres siempre se quieren asesinarse unas a otras, nada nuevo.
-Es difícil encontrar amigas, yo jamás las he encontrado. –Reflejo tristeza.
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